Relato: se clavaron a mi linda esposa
Amigos les contare lo que me paso con mi esposa. Esta historia es de la vida real como seria bueno que lo fueran cada una de los que escriben aqu�.
Mi esposa tiene 24 a�os de edad, cabello rubio onduladito que le llega a los hombros, delgada de cintura, siempre pechos paraditos y buen culito. En verdad para ser menudita es una mujer delgadita que da la impresi�n de flaquita apetitosa. Nosotros viv�amos en un poblado peque�o en un departamento de Colombia olvidado. Por cuestiones de la vida a mi esposa le sali� un trabajo como profesora en una vereda a 3 horas del caser�o. Cada domingo en la tarde se iba para la escuela y regresaba solo los viernes en la tarde. Cada que me quedaba tiempo iba y me estaba con ella en la escuela 2 o 3 d�as. En la escuela hab�a un apartamentico peque�o para el profesor que le toque trabajar ah�. As� pasaron varios meses de trabajo de mi esposa. Y pasado alg�n tiempo, Vi, en ella el cambio que iba teniendo poco a poco, en cuanto su forma de actuar de vestir etc., mi esposa era antes muy conservadora y t�mida. Pero ahora mostraba un semblante distinto, era mas habladora por ejemplo, sus traje conservadores le dieron campo a las minifaldas, que dejaban ver sus blancas y perfectas piernas, los pantalones apretaditos que dejaba notar su paradito culo, los escotes pronunciados, en muchas ocasiones sin brasier, las punticas de sus t�ticas se notaba por entre la blusa. Los viernes en la tarde, ven�an amigas de la vereda para que sali�ramos a farria el fin de semana, todo lo tomaba por el lado positivo, yo que nunca la sacaba a estos sitios era el momento perfecto para darle rienda a la diversi�n. Mi esposa bailaba con quien se lo solicitaba, d�ganme quien no quer�a tomar la cintura de mi esposa, rosarle su verga en la panochita, m�s, cuando se pon�a esas falditas tan provocativas. Un d�a un borracho descaradamente le cogi� el culo y se lo apret� yo disimule que no hab�a visto nada para no entrar en problemas.
Pero hubo algo que me parec�a mas raro, cuando yo acompa�aba a mi esposa a la vereda, la gente me miraba raro, en ocasiones la gente de la vereda cuando daba la vuelta hasta re�an. La cancha de futbol que antes nadie la usaba ahora era mas frecuentada por futbolistas y se estaban hasta tarde. Un d�a m encontr� una amiga, se�ora que me conoc�a y me dijo que le pusiera mas cuidados a mi esposa porque hay rumores en la vereda que me dejaban con cachos. Esas palabras quedaron martillando en mi cabeza. As� que el domingo cuando mi esposa se dispon�a irse para el trabajo me pregunto que si yo iba esa semana para esperarme yo inmediatamente le dije que no pod�a porque necesitaba todos los d�as para terminar un trabajo. Me dijo que nos ve�amos el viernes en la tarde y se despidi�. Pero el plan que tenia era irme tras de ella ese mismo domingo y camuflarme en el monte, para vigilar y salir de dudas.
Esa tarde llego mi esposa a la escuela, se quito las botas, se puso un vestido corto y sigui� alistando y barriendo el apartamentico, cuando de pronto va llegando un fulano a la escuela, cual es mi sorpresa, cuando lo recibi� con un beso en la boca. Este tipo de barba espesa demasiado mayor para ella, alto y fornido la sujetaba de la cintura y jugueteaba con ella, yo me mor�a de celo, empez� a oscurecer y las esperanza que aquel tipo se marchara, para yo llegar y hacer el reclamo se esfumaron. Cuando ya era casi oscuro salieron a la alberca y con cocas se ba�aron entre risas y amor�os. Luego entraron y no salieron mas, Lo que sospeche que iba de largo la visita. Ya oscuro me acerque por el sal�n de la escuela y me sub� en un pupitre para asomarme por entre los calados de la pared para no perder detalles de la escenas, definitivamente la panor�mica no pudo ser mejor se ve�a de arriba hacia bajo todo con detalles. Como en la vereda no hab�a acceso a corriente el�ctrica, era suficiente las velas de cera que alumbraba la penumbra. Cuando me asome por entre los calados el hombre le dec�a que se separa de m�, mi esposa le dec�a que lo estaba pensando porque yo le daba mala vida. Que con migo no era feliz. Que gracias a �l era una mujer distinta. Se comenzaron a besar de manera intensa y fren�tica, el hombre este le sub�a la pijama transparente que reci�n se hab�a puesto mi esposa, ropita ligera que le dejaba ver su cuerpito sus senitos paraditos y su triangulito entre las piernitas el hombre la manoseaba por todos lados, parec�a que cuando la tocaba y la apretaba con sus grandes manos mi esposa se le entregaba todo. Cuando llego el momento en que los �nimos se calentaban como se esperaba la recost� en la cama, con una mano sobre los muslitos y la otra por detr�s de su cinturita la apretaba y le sacaba fuertes suspiritos a mi esposa. Ella se aferraba a el intensamente, en sendos movimientos le saco la ropa intima y sigui� manoseando sus cuquita, en este momento mi esposa gem�a, cuando este se�or le met�a los dedos por la vagina, mi esposa con sus manos tambi�n frotaba el bulto de aquel individuo, el hombre r�pidamente se quito el pantal�n y se quedo en calzoncillo, por encima se le ve�a un bulto bien considerable, ya el hombre cachondo, se levanto un poco y se quito la ropa completamente y dejo al aire su descomunal verga, una verga que a oj�metro pod�a calcular que le llegar�a hasta lo mas profundo de mi esposa, armamento con que pretend�a penetrar a mi esposita, una verga que era doble de la m�a, la verdad la m�a es muy peque�a era mi verg�enza cuando estaba con una mujer.
Mi esposa como toda una perrita le comenz� a manosear su miembro, a pajearlo, casi su manito no alcanzaba a abarcar su recia carne, mientras tanto el hombre la besaba por el cuello y le cog�a su culito a sus anchas, hasta intentaba d meterle el dedo por el ojete del culo, a lo cual ella se quitaba hacia un lado, la putica no resisti� mas, y con dos manos cogi� su premio y comenz� a lamer por todo el glande, como paleta, hasta que logro embutir ese trozo de carne recia y amenazante en la boquita, la misma que yo besaba en otras �pocas. Semejante verga tan grande que casi no le cavia en la boca, se lo mamaba fren�ticamente, el hombre la tomaba de cabeza y se la met�a hasta el fondo. Cuando desaparec�a ese miembro en su garganta y ella parec�a ahogarse se lo sacaba para luego atragant�rselo de nuevo y asi, sucesivamente. El hombre se le aferr� a chuparle las t�ticas erectas y se la mamaba hasta hacerla retorcer de la emoci�n, mientras el, se las mamaba ella se acariciaba su panochita, la puso bordo de cama con las piernas abiertas y le comenz� a restregar la verga en su crica, a simple vista le llegar�a hasta la mitad del abdomen si se lo metiera, mi puta esposa, pedia que la castigara, casi le suplicaba, se lo mamaba de rodilla con tal que la hiciera suya, hasta que llego el momento de pagar lo zorra que estaba siendo. La abri� de piernas, se acomodo a su gusto en medio de ellas, con sus manos ayudo a ponerle ese trozo de carne firme y dura en su cuquita y le meti� toda la mandarria. Incre�ble! Mi esposa solo emiti� un grito! Quiso moverse pero la dejo como papa en tenedor, empatada, solo le dejo las guevas por fuera, a esto se le sumo frenetica embestidas, una tras de otra. Incre�ble pero cierto, no pod�a creer que mi esposa se comiera semejante verga, me preguntaba donde le cabe tanta verga? Como soporta tanto dolor? Acada penetrada mi esposa le correspond�a con un gemido, y un apret�n de labios con sus dientes, para este momento ya ard�a de la emoci�n y dejaba salir gritos de lujuria, apretando los labios con los dientes y entre soseg� casi le suplicaba, m�tamelo mas le dec�a y aquel hombre mas se la empujaba una y otra vez. Su delgadito cuerpo ahora estaba a la merced de aquel hombre.la tenia con las pierna abiertas lo que mas pudo abrirse, la penetraba una y otra vez, la cog�a de la cintura con sus asperas manos y se lo metia hasta lo mas profundo, mi esposa solo cerraba los ojitos y se dejaba desvanecer completamente, etaba pose�da completamente. Hasta de tanto mete y saca se le vino dentro de ella y la cuquita sonaba con chasquidos de lo emboladita que se la tenian cha,cha cha sonaba y mi esposa lucia como una putita que se dejaba clavar y sus piernitas torniaditas admiracion de muchos hombres estaban chorriadas de semen. Asi duro un rato, castigando a mi esposa son su gran armamento, hasta hacerla gritar cuando tuvo su orgasmo, gritaba como una perra, se meneaba y dejaba que el orgasmo haga lo suyo,,esa esposa conservadora que yo cre�a, se le estaba entregando a un hombre que la hacia gritar de la emoci�n, luego la verga saco de la panocha de mi esposa la puso en cuatro y se la meti� hasta las huevas, mi esposa pujaba pero se la aguantaba, cada que el hombre la envest�a mi esposa se retorc�a y gem�a, y as� sucesivamente le sigue pegando senda culada, mi esposa le correspond�a con sacada del culito para facilitarle las cosas a aquel hombre, esta posici�n hizo que en vez de darme rabia me diera arrechera ya no pod�a hacer nada, mi esposa era toda un a putica. El lunar que mi esposa lucia en una de sus piernita cerca de su cuca, ahora era chorreado de semen que no era el m�o. Pero como todo no acababa ah�, le saco otra vez el armamento de la cuca de mi esposa y le da paso a frotarle su verga untada de semen en el culito virgen y empieza a tratar de met�rselo por el ano de mi mujer, mi esposa cuando le hacia aquel hombre fuerza para met�rselo, porque d�jame decirles que por ah� si estaba apretadita, ella trataba de quit�rselo de encima pero el la aprisionaba mas, por mas que mi esposa no quer�a ser mas perforada, era demasiado tarde, porque el fulano estaba resuelto a penetrarla por ah� tambi�n, hasta que llego el momento, la calibro a la fuerza y se lo meti�, fue evidente el dolor, pues el grito que emiti� fue de dolor y no era para mas, el hombre se lo meti� hasta lo mas profundo solo le quedaron la huevas por fuera. Cuando le hizo los primeros lance mi esposa trataba de no dej�rselo meter pero llego el momento en que tuvo que resistir verga por el culo, a esta hora ya estaba su culito liso del semen, y de tanto mete y saca, Mi esposa parec�a una puta gritando que la penetre mas duro ahora le colaboraba sacando mas aun el culito para ser penetrada y aquel amante la hacia suya, le daba como si le quisiera acabar el culito de mi esposa estaba tan desfondada que se lo sacaba y se lo met�a ya sin esfuerzo alguno, entraba y sal�a como si nada. Cuando mi esposa se quer�a desvanecer el hombre le abr�a las piernitas y con las dos manos el culito le pon�a la cabeza del miembro en el ano y se lo met�a sin vacilaciones as� hasta llenarle el ano de semen. Hasta quedar m� esposa tendida en la cama. Cuando ya quedaron agitado en la cama el hombre se levanto y se visti� para irse. Pero antes la besito con lengua le dijo mamita c�mprate otras tanguitas para la pr�xima.
Mi esposa se levanto y se medio arreglo mientras el hombre abandonbaba la casa, pero cuando vi que ella sali� ya estando sola, ala cocina a tomar agua andaba con las piernitas abiertas y con evidente dolor en la cuquita y culito.
Fue cuando yo entre y mi esposa p�lida del susto quiso negar todo, pero yo me acerque le dije que tranquila, la cog� sin mediar mas palabras y la empec� a penetrar por el culito que nunca me hab�a dado, efectivamente estaba ancho a estas alturas, entraba y sal�a con facilidad hasta que me derrame en su culito, aunque ella me juro que nunca mas iba a volver con aquel hombre cada fin de semana cuando me la com�a su culito y vagina la sent�a mas delisiosa, me recordaba de la vez que la vi penetrada por ese hombre y me pon�a mas caliente. Los rumores no cesaron por lo que nos tuvimos que ir del pueblo, ahora estamos en la ciudad donde aun no se si lo a estado repartiendo y no me he dado cuenta. amigos esta historia es de la vida real, la verdad quise separarme de ella pero pudo mas el cari�o que le tengo, la verdad es que la rabia que le da a uno es de gran proporci�n pero con tolerancia se supera, amigos dejen que sus fantas�as se hagan realidad. Yo sin siquiera imaginarme que un d�a me tocara, pues me toco.
ahora mi esposa quiere demostrarme que me es fiel, la verdad eso no me importa, y si se la comen no es raro. y por dentro ya no me importa.
Escribamen: