Hola soy Claudia, mujer casada de 32 a�os, sin hijos, trabajo como sobrecargo en una Linea Aerea de Mexico, por mi experiencia y hablar correctamente tres idiomas, me tocan siempre los vuelos al extranjero y siempre me toca atender a los pasajeros de primera clase, puedo deescribirme como una mejer si no muy hermosa si guapa e interesante, tengo muy buenos senos, no de gran tama�o pero si lo suficiente, segun mi esposo tienen la forma de copa al rev�s, soy de cintura estrecha y de buenas caderas y pompas, soy de vientre plano, mi estatura es normal, 1,71 m., Bueno mi historia inicia as�, en un viaje a una Cd. de Estados Unidos, me toc� atender a los pasajeros de clase premier, solo eran 5, tres hombres y dos mujers, ellas viajaban con sus esposos, solo un Sr. lo hac�a sin acompa�ante, una persona mayor, de unos 55 0 56 a�os, despu�s supe que eran 61, persona de la raza negra, bastante alto y grueso, mas no gordo, raro a esa edad, que ya se descuidan en todo, el es un alto ejecutivo de una compa�ia estadunidense que tiene una sucursal en M�xico y hab�a ido a hacer una inspecci�n, despu�s de haberles servido la comida que se les da, me solicit� un caf� y se puso a platicar conmigo, como ya no ten�a a mas quien atender me qued� un buen rato con el, intercambiamos telefonos, yo lo hice mas por coetes�a que por otra cosa, jam�s imagin� que un d�a me llamara y menos que yo lo hiciera, termin� el vuelo, desped� a los pasajeros, bajamos a pasar migraci�n y aduana y a tomar el descanso de dos dias que nos tocaban, tiempo que aprovechar�a para hacer una falluquita, ya saben un dinerito extra, bueno el asunto que sigue es algo raro, pero as� sucedi�, cuando llegamos al hotel en que nos toca hospedarnos cuando descansamos, me esperaba una gran sorpresa, un gran arreglo floral, de puras rosas rojas y un gran girasol en medio, quiero decirles que despu�s de dejar el avi�n a la llegada al hotel no pas� mas de dos horas a lo m�ximo, yo pens� que mi esposo me las hab�a enviado, pero no, fu� el Sr. de raza negra que hab�a viajado con nosotros, dandome las gracias por mis atenciones e invitandome a comer el d�a siguiente si ten�a tiempo, yo le hab�a comentado que estar�a dos d�as en esa ciudad, mis compa�eros regresar�an al siguiente d�a por la ma�ana, la verdad esos detalles como que a una le gustan en demas�a, despu�s de registrarnos en el hotel le llam� para darle las gracias y decirle que si aceptaba su invitaci�n a comer y poder darselas personalmente =Las Gracias=, al siguiente d�a pas� por mi a las tres de la tarde en un supercoche, de esos que solo hab�a visto, pero nunca me hab�a subido, tra�a chofer y me pregunto si as� lo quer�a yo o manejaba el, se me hizo mas apropiado que el lo hiciera, me llev� a un Restaurante muy chic, el me sugeri� que pedir, por cierto riquisimo, el orden� el vino, ese si no se si era fino o no, ya que solo conozco los que ofrecemos en el avi�n, no soy una tomadora frecuente, comimos, platicamos, tomamos mas vino, yo ya me sent�a mareada, mas no borracha, sab�a muy bien lo que hac�a, salimos del restaurante y nos fuimos caminando viendo los escaparates de las tiendas, me pidi� que lo disculpara un minuto y el entr� a una tienda, en verdad no me fij� bien que hac�a, yo pens� que har�a alguna nesecidad fisiologica, seguimos caminando y platicando, tiene una charla muy interesante, una persona que conoce todos los temas que toques, llegamos a un parque muy famoso en esa ciudad y nos sentamos a platicar en una banca, as� transcurri� una hora hasta que le dije que ya quer�a regresar, la verdad es que a mi si me ya me andaba del Pipi, se ofreci� a acompa�arme al hotel, caminamos como cinco cuadras y llegamos, me llev� hasta mi habitaci�n y en ning�n momento me pidi� si lo dejaba entrar, todo un caballero, se retir� y a los quince minutos me llama a mi habitaci�n y me pide que si lo dejo subir, yo por supuesto no me negu�, pero jam�s pens� lo que pasar�a ese dia y toda la noche, subi� le abr� la puerta y pas�, estuvimos platicando y despu�s de unos minutos me dijo que se retiraba, fui hasta la puerta a despedirlo y de repente me da un beso, yo me qued� sorprendida pero mas porque no lo rechac� se lo correspond�, no se que me pas�, me sigui� besando y yo la verdad ya no tube fuerzas para decir que no, ni pens� en que era una mujer casada, nos regresamos y nos fuimos desvistiendo mutuamente mientras llegabamos a la cama, el me desvisti� por completo, yo no lologr� con el, se qued� en pantalones, pero si le toque un pecho fuerte y sin casi nada de grasa en el abdomen, era de un color negro muy fuerte, pero no de facciones feas, me tendi� en la cama y suavemente me abri� los musmos y comenz� a hacerme el sexo oral mas prodigioso que haya sentido, sab�a exactamente como tratar a una mujer, la experiencia me dijo despu�s, me besaba mis ingles, bajaba por mis muslos hasta los pies, despu�s recorr�a el mismo camino hasta mi cuello y despu�s me besaba en la boca y me daba el sabor de mis propios liquidos, me estaba volviendo loca, yo no atinaba a nada. solo dejaba que me hiciera, tal vez por su edad, que forma tan tonta de respetarlo, sigui� dandome sexo oral hasta que alcanc� mi primer orgasmo, ah� cre� que ya era necesario que yo repondiera como buena mexicana, le desabroch� y le quit� su pantal�n, se qued� en boxer, Hugo Boss, recuerdo, de los ajustados, oh dios m�o, que era aquello, hab�a escuchado del tama�o del pene de los hombres de raza negra y siempre pens� que era una exageraci�n, aquello estaba a punto de romper el boxer, por el tama�o de la erecci�n ya no cab�a en el, me asust�, no lo hab�a visto a�n, completamente, pero con lo que ve�a pod�a darme una idea de la extensi�n, pens� en retroceder, pero la calentura y la curiosidad pudieron mas, el se dio cuenta de que algo me pasaba y muy cari�oso me dijo que solo me penetrar�a si yo as� lo dispon�a, que jam�s me har� da�o, eso me relaj� mucho y continu� con mi tarea,le quit� su boxer y aquello que yo ya imaginaba enorme fue mas de lo previsto,era una erecci�n enorme, se me vino a la mente el tama�o de un platano macho, completamente negro, lleno de venas y con una cabeza enorme, se me figur� como la cabeza de una cobra, algo deveras digno de admirar y aquello pod�a ser m�o, siempre y cuando fuera valiente para aguantarlo, los penes grandes no proporcionan placer, mas bien pueden producir dolor y angustia y as� no se gozan, bueno me llen� de valor y comenc� por regresar el placer que me di� con el sexo oral, lo tom� en mis manos y estas se ve�an peque�as en aquel trozo de carne y nervios y me lo llev� a la boca, comenc� a chuparselo como yo se hacerlo, y la verdad comenz� a gozar, no se porque siempre que una le esta mamando el pene a un hombre busca verlo a los ojos, eso hice yo y ve�a en ellos una gran satisfacci�n, le chupaba aquella cabezota, le acariciaba mientras sus huevos con mis u�as, me pasaba todo su pene por mis labios, as� estube como diez minutos, quer�a que terminara y as� estar�a libre de una inminente penetraci�n, eso quer�a pero en el fondo me dec�a mi diablito, dejate penetrar, gozala, no puede lastimarte y como soy delgada mas no flaca, mi esposo me dice no te lleno porque todo tu espinazo es hoyo, aqu� probar�a si esa versi�n es cierta, segu� mamandosela un par de minutos mas y el delicadamente me quit� y comenz� a besarme en la boca nuestras lenguas quisieran comerse, una a otra, muy tiernamente me pregunt� si estaba dispuesta a dejarme penetrar, nunca pronunci� una plabra soez, yo estaba supercaliente, pero atemorizada, el me dijo que lo har�a muy suave y si sent�a dolor se retirar�a y se conformar�a en terminar con sexo oral, o penetrarme hasta donde aguantara la introducci�n de sun pene, 27 cm., era su medida, pero lo dificil de soportar ser�a su grosor, no es lo mismo introducirce un spaguetti que el mango de una pala, pero me sali� el valor mexicano y acept� el reto, me di� una chupadita de unos cinco minutos me hizo tener otro orgasmo y pens� que ese era el momento apropiado para ensartarme, me puso a la orilla de la cama y me abri� mis piernas, yo ve�a aquel monstruo y la verdad si se me frunc�a, lo tom� con sus manos y por primera vez lo sent� en mi vagina, me daba un masaje en mis labios con su cabeza, de arriba a abajo, luego lo hac�a en circulo y presionaba un poco, sent�a como me penetraba centimetro a centimetro, muy despacito pero continuo, lo estaba asimilando bastante bien, cuando ya ten�a la mitad adentro sent�a que se me dorm�an las piernas, el inici� un saca y mete en ese momento, yo pens� si ya me meti� la mitad o un poco mas, como sea me aviento con todo, me pregunto dandome un beso si pod�a seguir introduciendolo, yo ya estaba dispuesta a gozar aquello y le dije que si, empez� a empujar suavemente introduciendome su pene poco a poco, yo ya lo sent�a muy profundo, le pregunt� cuanto faltaba y me dijo que como cinco centimetros, bueno me dije, vamos por todo, lo tom� de las caderas y le dije que continuara, empec� a sentir una sensaci�n de placer que me estaba invadiendo, cuando ya sent� su cuerpo en mis nalgas me encontraba con todo aquello ya hasta el tope de mis entra�as, ya me la hab�a metido toda, si ya la hab�a aguantado le dije que ahora si me hiciera gozar, me dolia un poquito, pero nada que no se pudiera soportar, nada mas me dije, haber como te deja y tu marido ya no te llene, empez� a movewrse, siempre lento, me la sacaba una cuarta parte y luego la introduc�a, ya que mi vagina se fue adaptando a su grosor y tama�o comenzo a responder a tama�o pene, empec� a sentir como me tocaba todos mis organos por dentro, eso me hac�a gritar de placer, ya me sacaba la mitad y la introduc�a mas fuerte, logr� que tuviera un orgasmo intensisisimo, lo goc� como nunca antes lo habia gozado, el solo me dec�a gozalo mi amor, tu te lo ganaste, con palabras muy tiernas, gozalo es todo tuyo, y segu�a dandome mas y mas placer, yo ped�a a gritos que siguiera cogiendome as�, hasta lo educado ya se me hab�a quitado, le dec�a que me la diera toda, que era m�a y de nadie m�s, que la quer�a para mi solita, que yo pod�a perfectamente con ella, los hombres maduros tienen un gran control para terminar, aguantan muchisimo, me hizo tener 5 o 6 orgaswmos m�s, hasta que me dijo que ya terminar�a, que no aguantaba mas, me pidi� permiso para venirse dentro de mi, por supuesto que le dije que si, que me diera toda su leche, que me pertenec�a, que yo hab�a conseguido sacarsela, empec� a sentir que se le hinchaba a�n mas y con un suspiro empez� a vaciarme toda su leche en mis entra�as, me agarr� con mayor fuerza y me introdujo todo su pene, nada quedaba de fuera, as� estubo unos minutos hasta que este perdi� toda su fuerza, aun as� se sent�a enorme, pero yo orgullosa hab�a conseguido metermelo todo y en su mayor esplendor, cuando empez� a sacarmelo sent�a que se llevava pegados a su pene parte de mi vagina, como si me la jalara con el, se recosto a mi lado y puse mi cabeza en su pecho agradeciendole lo que me hab�a hecho gozar, nos ba�amos juntos nada mas y nos fuimos a descansar, a las 6 de la ma�ana se inici� de nuevo la misma odisea, el famoso ma�anero, y yo muy dispuesta a complacerlo, ya muchisimo mas relajada con una gran confianza en mi misma fui penetrada nuevamente y les digo que ahora si goc� como una perra ese enorme pene que diosito hab�a mandado para mi, mi amigo ahora ya tiene 67 a�os y puedo decirles que me ha hecho gozar como nadie, ya estoy divorciada y retirada de mi trabajo y solo vivo para estar con aquella persona que conoc� en un vuelo a Estados Unidos,
Hasta La Proxima.
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Relato: Un hombfre de color
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