En realidad debo decir que la persona con qui�n tengo no es
una t�a real, es de esas compa�eras de trabajo de mi madre, que por respeto uno
les dice "t�a". Su nombre es Susana, y es algo mayor que mi, debe tener al menos
20 a�os m�s, aunque ahora puede no notarse tanto la diferencia, en la �poca que
esto sucedi�, podr�a haber sido mi madre.
Yo la conoc� en el hospital donde trabajaba mi madre, luego
mi madre compr� un departamento y ella tambi�n. Eramos vecinos y ella ten�a dos
hijas, y con sus hijas erramos amigos as� que yo pasaba mucho tiempo en su casa.
Ella y su esposo me dec�an que yo era como el hijo var�n que nunca hab�an
tenido, incluso, yo participaba de todas sus fiestas, ya fueran en su casa o en
casa de algunos de sus familiares.
Yo la ve�a casi todos los d�as, al pasar del tiempo, yo fui
creciendo y la empece a mirar como mujer, su cuerpo era m�s bien menudo, ten�a
unos pechos no muy grandes, pero para m� luc�an muy atractivos, mis primeras
masturbaciones fueron pensando en ella.
Con el correr del tiempo, yo ya era un joven, nada mal
parecido, y con un buen trabajo, era vendedor de una empresa internacional de
bebidas, como mi trabajo era en terreno, yo dispon�a de mi tiempo, as� que de
repente, empece a pasar a desayunar a su casa, aprovechando que Susana hab�a
jubilado por una incapacidad f�sica. Al principio ella bajaba a desayunar
conmigo a su cocina, y siempre andaba con su camis�n de dormir. Un d�a, mientras
ella preparaba caf�, yo miraba su cuerpo que se trasluc�a a trav�s de su
camis�n, yo estaba tan preocupado de mirar su cuerpo, que no me di cuenta que se
volteo y se percato que yo la miraba, en eso me dijo, creo que mi hijo ya est�
grandecito y le gusta mirar a las mujeres. Yo me puse colorado, ped� disculpas,
tom� mi caf� y me fui.
Me perd� varias semanas de su casa, hasta que un d�a, yo iba
subiendo la escala hacia mi departamento, y me encontr� con ella que ven�a
bajando, me saludo como de costumbre con un beso en la cara y me pidi� que luego
pasara por su casa, pues ten�a que conversar conmigo. Yo le contest� que luego
ir�a, pues deb�a primero ba�arme y comer un poco, pues ven�a llegando reci�n del
trabajo. Ella me contesto que fuera tranquilo a hacer lo m�o y que el caf� lo
tom�bamos en su casa, y as� fue. Estabamos tomando caf� cuando Susana me
pregunto que por que me hab�a perdido tanto tiempo, o si ten�a verg�enza por que
me hab�a pillado mir�ndola, aprovechando que ella hab�a tocado el tema le
conteste que realmente sent�a algo de verg�enza por lo sucedido, pero que no me
arrepent�a de hacerlos pues me parec�a que ella era muy sensual, se ri� y me
dijo que ella podr�a ser mi madre y que as� lo miraba, mi respuesta fue que cada
uno miraba con sus propios ojos lo que quer�a. Estabamos poniendo serios en la
conversaci�n cuando lleg� su marido, as� que cambiamos el tema y me sirvi� otro
caf� que tomamos los tres.
En eso estabamos, cuando comento con su marido que le hab�an
escrito del sur para que fueran unos d�as, y como �l iba a tener vacaciones
pod�an ir para descansar un poco. A el le pareci� buena idea, y que pod�an irse
el fin de semana.
Ella le dijo que pod�an darme una llave de la casa para que
yo regara sus plantas esos d�as que no iban a estar, y que ma�ana me iba a hacer
una copia, total para eso yo era su hijo var�n y deb�a tener mi propia llave.
Juan dijo que el no ten�a ning�n inconveniente. Despu�s de esa decisi�n me pare
y me fui, Susana sali� a dejarme a la puerta y me dio un beso, pero esta vez fue
casi en la boca, en la comisura de los labios, se ri� y yo me fui.
Al d�a siguiente fui a buscar mi llave, me la entregaron y me
pidieron que no me descuidara de las plantas, y adem�s Susana me dijo que
Juanito estar�a dos semanas fuera, pero que ella solo una, pues deb�a volver
pues le hab�a dado la tan esperada hora al m�dico.
Paso la semana de vacaciones de Susana y lleg� el domingo a
medio d�a, justo yo estaba regando sus plantas y ventilando la casa cuando
lleg�, me saludo y me dijo que hab�a hecho muy bien mi trabajo. Yo ten�a que
hacer as� que me fui, nos despedimos de un beso, esta vez yo busque su boca,
pero ella me esquiva, y solo se lo di en la mitad, me dijo que no fuera fresco,
que ella era una mujer casada, se ri� y me dijo que me esperaba al d�a siguiente
para el desayuno.
A pesar de que en febrero en mi ciudad estamos en �poca de
verano, ese lunes amaneci� fr�o y con un poco de llovizna; yo me dirig�a hacia
mi ruta de venta, cuando me acorde de la invitaci�n a desayunar, as� que me fui
directo al departamento de Susana; aprovechando que ahora ten�a mi propia llave,
entre sin ni siquiera golpear, y pregunte desde el living si hab�a alguien.
Susana me contesto desde el segundo piso que subiera, pues hac�a mucho fr�o y no
ten�a ganas a�n de levantarse.
Cuando entre a su dormitorio, cual no ser�a mi sorpresa al
encontrarla en cama y con una camisa de dormir totalmente transparente, estaba
tapada hasta un poco m�s arriba de la cintura, por lo que pude ver sus pechos a
trav�s de su ropa. Estos eran no muy grandes, la aureola era m�s bien peque�a
para una mujer de su edad y madre de dos hijas, con un pez�n peque�o, pero que
se trasluc�a parado y muy duro. Ella estaba viendo televisi�n, la que se
encontraba encima de un ropero frente a su cama, por lo tanto, para estar m�s
c�moda, ten�a los brazos cruzados tras su cabeza. Al saludarla con un beso,
busque sus labios, pero solo encontr� sus comisuras, me mir� con cara de
reprobaci�n, pero no enojada, incluso pude ver una peque�a sonrisa en su rostro.
Luego me pregunto si andaba muy apurado, le conteste que
realmente no mucho, entonces Susana me dijo que terminara de ver el programa de
TV, que estaba muy entretenido, a s� que me invit� a tenderme a su lado, ella
bajo la ropa de cama, y yo sobre, la abrace por detr�s de su cabeza, y empece
muy suavemente a rascar su pelo, ella hacia como que estaba concentrada viendo
televisi�n, me miraba de reojo, y solo sonre�a.
Luego de unos diez minutos en esos menesteres, le comente que
hacia un poco de fr�o, pues yo andaba solo en camisa y corbata, elle me
respondi� que me quitara los zapatos y me acurrucara con ella bajo las ropas,
aprovechando esa oportunidad me met� entre las sabanas y me puse de costado a
ella, con una de mis manos bajo su cabeza y con la que segu�a jugando en su
pelo; mi otra mano se encontraba sobre su estomago. A todo esto, mi pene empez�
a sentir el calor de su piel, pues su camisa de dormir se hab�a levantado
dejando sus gl�teos solo al roce de las sabanas, mi pene estaba completamente
erecto y buscaba refregarse contra esos gl�teos que yo jamas hab�a visto al
descubierto, pero que yo sab�a que ahora si lo estaban.
Mi siguiente jugada fue �l hacerme el dormido, y aprovechando
esa condici�n, mis manos empezaron a hacer su trabajo, la que estaba bajo su
cabeza lleg� hasta las cercan�as de su seno derecho, y la otra, empez� a
recorrer su vientre, mientras yo segu�a haci�ndome el dormido. Susana no ten�a
ninguna reacci�n contra mis caricias, e incluso creo que las disfrutaba.
Mi audacia y mi erecci�n crec�an casi paralelamente, a s� que
una de mis manos busco m�s directamente sus pechos, mientras la otra jugueteaba
por sus piernas y su vientre, tambi�n pase mi pierna sobre las de ella y aumente
la presi�n de mi zona p�lvica. Susana no dec�a ni una palabra, e incluso el
ritmo de su respiraci�n subi� un poco, mientras tambi�n hacia como que dorm�a.
Como estaba bajo ese estado de semi inconsciencia creo,
empece a jugar con uno de sus pezones que se encontraba muy r�gido, y busque el
otro para besarlo, alcance a pasar mi lengua como dos o tres veces, cuan ella
repentinamente se sent� en la cama, arreglo su camisa de dormir que estaba
abierta, y me dijo que mejor baj�ramos a tomar caf�, pues la situaci�n estaba
llegando a un l�mite muy extremo, pero no lo dijo disgustada, por lo que asum�
que no le hab�a disgustado.
Ya en la cocina, estabamos bebiendo caf� en el m�s absoluto
silencio, ella segu�a con su camisa transparente; de repente rompi� el silencio
y me pregunto que por que hab�a hecho eso, y yo muy suelto de cuerpo le conteste
que para m� era una mujer super atractiva, que a pesar de los a�os de diferencia
su cuerpo era muy hermoso, y que me encantar�a mantener relaciones con ella.
Adem�s yo pensaba que yo tambi�n era atractivo para ella, a pesar de mi edad,
pues jamas rechazaba de plano todos los trucos que yo usaba para poder tenerla.
Ante lo imprevisto de mis respuestas, ella trato de
argumentar que todos los j�venes busc�bamos poder hacer nuestra pr�ctica en
materias sexuales con mujeres mayores, y que luego las olvidaban. Y que adem�s
una mujer como ella y con la experiencia que ten�a, me pod�a dejar en rid�culo
las veces que quisiera.
Yo le conteste que eso habr�a que verlo, y le dije que yo
siempre hab�a so�ado con poder hacerle el amor, y que estaba dispuesto a corre
cualquier riesgo.
Ella termino su caf� y me dijo que ya era hora de irme a
trabajar. Le pregunte si en la tarde pod�a volver a tomar caf�, a lo que ella
contesto si solo tomar�amos caf�.
El resto del d�a yo anduve como loco esperando que pasara la
hora. Solo pensaba en Susana y en las fantas�as er�ticas que hab�a tenido con
ella.
Como a las ocho de la noche llegue a mi departamento, me
encontr� una nota de mi madre que dec�a que se hab�a ido a ver a mi abuela a la
casa de mi hermana, pues se encontraba un poco aquejada de mala salud. Pense
para m�, que esta era mi oportunidad, as� que me ba�e, me afeite, me puse un
jeans ligeramente suelto, un slip sunga, una camisa bien suelta con botones por
sobre el pantal�n y unos zapatos de temporada sin calcetines. F�sicamente me
encontraba preparado para una incursi�n de sexo, y mentalmente tambi�n. Sab�a lo
que tenia que decir y hacer.
Llegue a su casa, estaba preparando caf�, nos bebimos un
caf�, casi sin hablarnos, solo nos mir�bamos a los ojos. En un momento mire la
hora y le dije que podr�amos ver las noticias, ella me contesto que dl televiso
de abajo estaba malo (cosa que yo sab�a), pero yo le conteste que vi�ramos
arriba. Ella me contesto que bueno, pero que nada de cosas raras, que ella
podr�a ser mi madre, a lo que yo conteste bueno "mamacita". Se ri� y subi� la
escala, yo detr�s de ella le ve�a sus piernas su trasero movi�ndose para los
lados, mi pene ya andaba por lo menos a 100.
Nos recostamos en la cama, pero en lugares cambiados a los
que hab�amos estado en la ma�ana. Ella acurrucada a mi espalda, empez� a
rrascarme la cabeza muy suavemente, mientras yo trataba de ver noticias; en un
comercial de las noticias, yo le dije que me dol�a mucho la espalda, as� que por
que no me hac�a un masaje. Ella accedi� y con sus manos de �ngel empez� a
realizar tal maravilla. Luego de un rato le pregunte si quer�a cambiar de
posici�n a lo que ella accedi�. Se puso de "guatita" y yo al costado de ella
empece por frotarle la espalda, luego las piernas y volv� a su espalda, le dije
que para que ambos estuvi�ramos m�s c�modos me incar�a sobre ella, me contesto
que yo era el masajista y que viera la mejor posici�n para hacer mi trabajo, a
m� que me dijeron me arrodille dejando su cuerpo entre mis piernas, y apoye toda
mi zona genital sobre su trasero, empece suavemente a masajear su espalda, luego
mis manos llegaron hasta sus gl�teos, no hubo ninguna mala reacci�n, as� que mi
pr�ximo paso fue sacar su blusa de la falda mini que llevaba puesta, a estas
alturas yo pod�a ver el comienzo de un cuadro color negro con encajes, mi
erecci�n no daba mas, y yo creo que ella pod�a sentirla en su trasero, empece a
pasar mis manos nuevamente sobre su espalda, pero esta vez por debajo de su
blusa, en forma premeditada me enrede en el el�stico de su sost�n, por lo que le
dije que lo soltar�a para poder hacer mejor mi trabajo, me respondi� que yo
sab�a lo que hac�a. En ese momento me di cuenta que sobre su velador hab�a un
tubo con crema liquida para cuerpo, le pregunte si quer�a que le echara crema, a
lo que Susana respondi� que le parec�a genial, pues Juanito jamas hac�a ese tipo
de cosas y muchas m�s.
Ahora empezar�a mi gran jugada, le dije que se soltara toda
la blusa y dejara su espalda al descubierto, lo hizo pero sin sacarse
completamente la blusa. Empece mi trabajo de masajista, pero esta vez con crema
en su espalda, cada vez que yo pasaba mis manos por su espalda, aprovechaba de
empujar mi pene contra su trasero, y como �nica respuesta escuchaba un quejido
de �hummm que rico!
Luego busque una toalla que estaba sobre una c�moda, y se la
puse sobre su trasero, me sent� en un piso a un costado de la cama, y empece a
echarle crema en sus piernas, masajee sus rodillas, sus pantorrillas y cada uno
de los dedos de sus pies, luego le abr� un poco las piernas y empez� mi trabajo
un poco m�s arriba en sus muslos, me eche bastante crema en las manos y me
dispuse irme a sus muslos, mis manos corr�an suavemente sobre la ya suave
textura de la parte alta de sus muslos. Ella se estremec�a cada vez que yo
pasaba casualmente mis manos cerca de sus entrepiernas, en varias ocasiones,
alcance a tocar la orilla de sus cuadros. Yo estaba que reventaba de excitado,
me dieron ganas de bajarle sus cuadros y as� mismo penetrarla, pero era algo que
pod�a resultar molesto para Susana y se pod�a acabar toda la magia del momento.
En eso se me ocurri� una idea, le pregunte si quer�a que
masajeara sus piernas por delante a lo que ella accedi� inmediatamente, mientras
estaba en esa tarea le pregunte si le gustaba mucho, y me contesto que le
encantaba, en ese momento hice la pregunta �de verdad "te" gusta? Yo jamas la
hab�a tuteado y ahora por primera vez me atrev�a.
Ella me miro a los ojos y me respondi� con una mirada en que
se notaba su excitaci�n que si que le gustaba mucho y que por favor siguiera. Yo
volv� a sus muslos, esta vez sin toalla de por medio, y me aventure un poco m�s
arriba. En eso decid� incarme nuevamente pero esta vez sobre sus muslos y empece
a masajear su estomago, luego abr� un poco su blusa dejando al descubierto sus
hombros que tambi�n quedaron llenos de cremas. Su cara se ve�a llena de
excitaci�n as� que me la jugu� definitivamente.
Llene nuevamente mis manos con crema y me abalance sobre su
estomago y mis manos pasaron directamente sobre sus senos echa reacciono un poco
asustada, pero mis manos ya recorr�an sus senos y pellizcaban suavemente sus
pezones, me abalance sobre ella la bese en la boca, luego en el cuello, hasta
que me apodere de un l�bulo de su oreja, mientras ella me dec�a que no, que
estaba mal, que qu� dir�a Juanito, y yo no la escuchaba, yo solo le dec�a "te
deseo, te deseo". Por fin mis labios encontraron un lugar final, uno de sus
pezones, se lo besaba, se lo chupaba hasta se lo mordisque un par de veces.
Susana a esas alturas ya estaba a mil tambi�n, su mano jugaba con mi pene sobre
el pantal�n, el ritmo de sus manos m�s el tiempo que yo ya llevaba excitado, me
hicieron eyacular, pero una gran eyaculaci�n, mientras una de mis manos afirmaba
su seno, la otra se encontraba en su entre pierna, mientras Susana segu�a
toc�ndome de una manera descomunal y me repet�a al o�do que esta cosita,
masaje�ndome el pene jamas entrar�a donde yo tenia mi mano.
Era tanto lo mojado que tenia mi pantal�n que me aparte un
poco y le dije a Susana lo que me hab�a ocurrido, ella me dijo que mejor me
limpiara y me fuera luego a casa. Pero antes me pidi� que la besara en los
labios, como despedida, me acerque a su boca, y ella tomo mi cabeza y me dio un
gran beso nuestras lenguas se retorc�an una contra otra, a m� me faltaba hasta
la respiraci�n. En eso me solt� y me repiti� nuevamente que me fuera a limpiar.
Y que al salir cerrara la puerta y olvidara lo que hoy hab�a ocurrido.
Yo baje al ba�o me limpie, me arregle un poco y me acerque a
la puerta, la abr�, y la cerr�, pero yo me quede dentro del departamento.
Sub� la escala sin zapatos para que no me escuchara, me
agache al llegar a la puerta, y la vi a medio vestir estirada en la cama, sus
manos tocaban su entrepierna, y ella se mord�a los labios con los ojos cerrados.
Se estaba masturbando. Hab�a quedado con ganas.
Me acerque silenciosamente hasta la orilla de su cama, me
tend� de lado, tome sus manos y las afirme contra sus piernas, y empece a pasar
mi lengua contra su vulva, ella quiso cerrar sus piernas, pero no pudo, pues mi
cabeza no se lo permit�a, mientras yo me deleitaba trag�ndome sus jugos
productos de la excitaci�n, luego de un par de pasadas m�s ya no se resist�a,
saque mi cabeza de entre sus piernas, la mire a los ojos y con una sonrisa en
mis labios le dije que no me gustaba irme de una casa debiendo algo. Ella no
dijo nada y yo volv� a esconder mi cabeza entre sus piernas, mi lengua se
deleitaba jugando con su cl�toris, yo sent�a toda la fragancia de su sexo en mi
nariz, en mi cara.
Mientras ella se mov�a de placer por lo que estaba sintiendo,
me pregunto si me hab�a limpiado bien, a lo que yo respond� que m�s o menos.
Ella me dijo que como ella era la responsable de eso, a ella
le correspond�a limpiar, desabrocho el bot�n de los jeans y bajo el cierre, mi
pene sali� bruscamente de su encierro y ella lo ten�a frente a su cara, primero
lo tomo con una mano, luego le beso un costado al glande, despu�s de eso, solo
recuerdo sus labios subiendo y bajando a trav�s de mi endurecido pene, lo
besaba, le pasaba la lengua por todas partes, me masajeaba con sus manos mis
test�culos, que tambi�n conocieron sus labios y su lengua. Estaba tan caliente
el momento, que decid� abrazarla y ponerla sobre m�, y nos dejamos llevar por el
juego y la excitaci�n, finalmente, ella apret� sus piernas a mi cabeza, mientras
sus labios y su lengua hac�an maravillas en mi pene. En ese momento, ella
exploto de placer, y yo recibi todos sus jugos en mi boca, yo le limpie su
vagina hasta dejarla solo con la humedad de mi lengua, mientras ella segu�a con
mi pene en su boca haciendo y deshaciendo con �l. Hasta que lleg� el momento en
que no aguante m�s y descargue por segunda vez mi semen, pero esta vez no en mi
ropa interior, sino que dentro de su boca, con su lengua limpio todo mi semen.
Luego de eso me tomo de la mano me levanto de la cama, me termino de desvestir
mientras nos bes�bamos, se saco su ropa y me invito a ducharnos.
En la ducha seguimos con nuestros besos, nos besabamos
locamente, como unos chiquillos, en un momento ella me dijo que su esposo era
tan fome que jam�s lo hac�an en otra parte que no fuera la cama. No hubo
necesidad de decir m�s; la abrace, le apoye la espalda en la muralla, tome sus
piernas las puse en mi cintura y puse sus pies en el borde de la tina, y
empezamos de nuevo, yo le met�a mi pene con toda mi fuerza, era un animal en ese
momento, y a ella le gustaba, se apreto a mi cuello y me ped�a m�s, me ped�a que
se lo enterrara con mucha m�s fuerza, entre sus gemidos y mis empujes terminamos
nuevamente.
Salimos mojados de la ducha y nos sentamos en la alfombra de
su living y apoyamos nuestras espaldas humedas en el sofa. Luego yo me tend� en
el suelo y nos pusimos a conversar.
Yo le contaba que ten�a varios sue�os er�ticos, pero los que
m�s ansiaba era que me hicieran un masaje en el cuerpo con los senos, y el otro
era uno que hab�a visto en una pel�cula porno, que era despertar mientras me
hac�an sexo oral. Ella sonr�o y empezo a cumplir el primero de mis sue�os.
Me puso boca abajo y se sento en mis piernas y empece a
sentir sus pechos en mi espalda, sentia como sus pezones rozaban mi columna
hasta bajar a mis nalgas, una nueva erecci�n termino con mi masaje en la
espalda, tuve que darme vuelta, pues la presi�n de mi pene sobre la alfombra me
empezaba a molestar. Una vez de espalda ella sigui� con su masaje, esta vez era
mi cara mis ojos, mi boca, para luego bajar por mi pecho hasta mis tetillas, ah�
se mantuvo un rato, mientras con una de sus manos masajeaba mis test�culos,
luego sigui� bajando con sus senos y lleg� a mi ombligo, la sensaci�n de esos
pezones duros m�s lo terzo de su piel hac�an que yo estuviera nuevamente a mil,
luego sigui� por mi vientre hasta llegar a mi pene, eso ya fue sensacional.
Empez� a pasar uno de sus pezones por la punta de mi pene, y con el jugo de este
se mojaba el resto de su seno, luego cambiaba al otro seno, as� se lo llev� un
buen rato, hasta que se subi� sobre mi, dejando toda su conchita en mi cara, yo
no me hice de rogar y met� mi lengua entre sus labios y su vulva, ella empez� a
darme una mamada de maravilla, se met�a la mitad de mi pene y lo chupaba un
poquito hasta sacar mis jugos preliminares, luego pasaba su lengua rapidamente
por la punta de mi gandle y me volv�a a cada momento m�s loco, yo por mi parte,
con mis dedos le tome sus labios y se los abr�a y pod�a ver en todo su esplendor
una vagina de cuerentitantos a�os en mi cara, emce a morder suavemente su
cl�toris y sus labios los tomaba con los mios y se los mordia suavemente, ella
gem�a de placer cada vez que lo hac�a, luego nos pusimos de lado y en un momento
en que lam�a mis test�culos paso su lengua por mi ano y me dijo que ella tamb�en
ten�a sue�os incumplidos.
Yo entend� inmediatamente y volv� a ponerme de espalda.
Empece a pasar mi lengua por su vagina y en un momento yo tambi�n pase mi lengua
por su ano, su esfinter se recogi� bruscamente y segu� pasando mi lengua por
aquel hoyito, trataba de entrar con mi lengua y ella apretaba cada vez m�s, me
moje mis dedos en sus jugos y empece a meter suavemente uno de mis dedos en su
ano. Ella gem�a con cada intento de mi dedo, mientras ella seguia lamiendo mi
pene y mis test�culos; despues de haber eyaculado ya tres veces, me era dif�cil
hacerlo tan pronto nuevamente, aunque mi pene estaba a tope, Segu�a con mi
lengua en su vagina, mientras ya mi dedo hab�a entrado completamente, y el
segundo ya empezaba ajugar por su orilla para tambi�n entrar, luego de unos
intentos m�s, ya ten�a dos dedos dentro de su anito virgen, ahora le tocaba el
premio mayor.
Le ped� que se parara, la puse en el borde del sill�n con su cara apoyada en
uno de los cojines, con mis manos abr� sus nalgas, y mi pene empez� a forzar la
entrada de su ano, ella segu�a gimiendo de placer y tambi�n me dec�a que le
dol�a bastante, mi respuesta fue que para gozar, primero hay que sufr�r, y
cuando termine mi frase, empuje con todas mis fuerzas, mi pene entro hasta el
fondo, yo ten�a raz�n, pues en el empuje mi pene tamb�en me doli� una
barbaridad. Tome sus brazos, y me afirme de ellos, mientras yo empezaba con un
frenetico mete y saca, en eso mir� su ano y mi pene y ambos estaban rojos de
sangre, yo supuse que era su ano, y segu� en mi tarea, hasta que en un momento
no aguante m�s y termine dentro de su anito, ella al sent�r la explosi�n de
semen en su ano, tambi�n grito y cay� rendida en el sofa, al sacar yo mi pene,
ven�a todo manchado con un liquido medio rosado; era mi semen m�s nuestra
sangre, yo tambi�n me hab�a roto los cueritos de mi pene en el momento de
penetrarla. Ella al ver mi pene as�, lo tomo con sus manos, mientras con su
lengua me hac�a un aseo completo, yo me tire en la alfombra mientras Susana me
segu�a limpiando. En esa forma me dorm�.