Relato: encaminado hacia el lado gay Ver�dico. Chico de 19 a�os que es gay. Virgen, pasivo y caliente.
Sigo sin salir del closet. No lo hago porque no me decido, as� de sencillo. La mayor parte de mi vida puedo controlarme y esconder mi preferencia por la pija. Pero cuando estoy como ahora, super caliente, no podr�a resistirme a una. De todos modos ahora estoy frente a la pc entonces las chances de tener una pija para mi son nulas, a no ser que alguien rompiera ya mismo la puerta de mi casa y directamente a darme por la cola. Mi casa...
Vivo solo y esta situaci�n a la larga va a acelerar todo. S� que tarde o temprano la tentaci�n me va a ganar y voy a terminar con un macho d�ndome por atr�s. Tengo 19 a�os y la raz�n por la que vivo sin compa�ia es que el a�o pasado me fui de mi pueblo a cursar mi carrera universitaria.
�C�mo soy? No soy fan�tico de los relatos porno pero leo lo suficiente como para darme cuenta que estas cosas importan; por lo menos a mi me fastidia que el que relata no diga c�mo es. Soy flaco pero no al estilo desgarbado sino atl�tico, no musculozo sino m�s bien el�stico, morocho de un metro setenta (cm m�s, cm menos, qu� importa), ojos grandes con pesta�as largas, nariz estilizada, boca chica a no ser que sonr�a, lampi�o y con una pija que sin ser nada del otro mundo me parece pertenece a la media para arriba y tranquilamente podr�a ser motivo de deseo de mis pares pasivos. Pero pasivo soy as� que dado que no estoy hecho para dar placer, supongo que lo que tengo es un desperdicio. Perd�n por la arrogancia, pero no voy a entrar en relatar indicios, excelentes argunmentos, de por qu� pienso que estoy buen�simo. El que lo crea mejor y sino no es mi problema. Soy 100% pasivo: traduciendo, no me imagino tomando la iniciativa en el sexo. M�s bien espero que al que le toque estar conmigo la tenga clara y me haga calentar al punto de entregarme completamente, sin remordimientos ni trabas del estilo. Que en la cama me transforme en un enamorado de la pija, un putito.
A falta de experiencias completas no me queda m�s camino que contar, omitiendo muchas an�cdotas, el paso a paso de c�mo cada vez estoy m�s cerca de que me entierren una pija en la cola. No s� desde cuando tom� conciencia sobre mi gusto por los hombres. Supongo que es de toda la vida pero cuando llega toda la peyorata del sexo, que uno ya no es m�s un nene, desde ah� s� puedo decir que desde que tengo conciencia sexual me gustan los chicos.
Un fin de semana en mi pueblo, con 12 a�os, sal� con cuatro o cinco compa�eros de la escuela, amigos de aquel entonces, a andar en bicicleta. Pedaleamos mucho y siendo una ciudad chica llegamos al descampado sin esforzarnos demasiado. No me acuerdo c�mo se dio la situaci�n pero en un momento se nos dio por hacernos una paja (masturbarse, para los que no son argentinos). Estuvo tremendo, nunca en mi vida me voy a olvidar de uno de mis amigos, que ten�a una pija hermosa, muy dura, de estandar yendo a larga y muy gruesa (para lo que es alguien de esa edad). El tiempo hizo que dejara de verlo pero m�s de dos a�os despues volv� a encontrarlo y tuve la terrible suerte de volver a versel�. Ya no era la pija de un nene. Con quince a�os ten�a un paquete largo, duro y venoso que si ahora, o en cualquier momento, tuviera chance de volver a verlo me encantar�a darle la mamada de mi vida. Actualmente me pone caliente ver en facebook fotos de su novia. Una mina con tres o cuatro a�os menos que nosotros, de esas que se presume son chetas y aburridas. Pero la flaca en la cama con ese tipo tan fachero y con semejante tranca...: ella se debe entregar gozando como una puta y a mi me da envidia.
Como sea, no fue lo unico este flaco. Entrando en la adolescencia todos los pibes estamos con las hormoas a full y eso lo aprovech�: amigos que se quedaban en casa y nos haciamos una paja (que laburo era incentivar la calentura ajena sin deschabar la propia). Y todo ocurr�a con un grado de inconciencia propio de un nene de catorce o quince a�os...
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Al principio me hac�a la paja pensando que me cog�a minitas de mi edad, despu�s esas fantas�as no fueron suficientes entonces pensaba en las minas que me gustaban cogiendo con los flacos a los que les hab�a visto la pija. Despu�s pas� a pensar en esos chicos haci�ndose la paja tal como me la hac�a yo y un dia en que estaba particularmente caliente acab� con la imagen en la mente de uno que me cog�a. Aunque era todo muy ingenuo fue mi �poca de oro: vi pijas como nunca m�s en mi vida aunque nunca ni se me ocurri� dar un paso para tener alguna para mi.
Mi primer experiencia fuerte con otro hombre me lleg� a los quince a�os, de vacaciones fuera del pa�s con parte de mi familia. �M�s detalles? Pas� de noche, en la pileta climatizada de un hotel. Fue la fantas�a para la que todav�a no estaba ni preparado para so�ar. Si bien fue un roze, en esos d�as me result� muy duro porque me presipit� de golpe a saber que lo mio eran los hombres. T�pico de un adolescente que es muy grande para estar con los nenes pero muy chico para estar con los adultos, la termina pasando s�lo mucha parte de su tiempo simplemente porque no tiene d�nde encajar. Creo que mis pap�s se daban cuenta de esa situaci�n porque a la hora de acostarse ten�a permiso para andar por el complejo del hotel mientras los dem�s pon�an sus cabezas en la almohada pensando en qu� ser�a del d�a sigueinte. No por eso piensen que andaba por bares, que tomaba alcohol, o que ve�a stripteases. Nada del estilo. Simplemente iba por los pasillos del hotel, la recepci�n. Las piletas...
El asunto es que estaba en esa pileta practicando saltos. Hab�a una pareja j�ven, un tipo que estaba s�lo y un seguridad del hotel, que por cierto lleg� un punto en que me orden� que dejara de hacer lo que estaba haciendo. El tipo que estaba s�lo, que tendr�a unos 25 o 30 a�os, me pregunt�, en voz baja y tono de comlicidad, si el oficial me hab�a "rega�ado". Us� esa palabra precisa, me acuerdo perfecto, como as� tambi�n de un acento centroamericano. Empezamos a hablar, yo flotando en la pileta y el sentado en una orilla. No s� cuando se fueron del sector de la pileta el seguridad y la pareja, pero qued� frente a frente con aquel tipo, que iba a ser a la brevedad el que me hiciera sentir puto. Cabe aclarar que hasta ese entonces yo ni sospechaba cu�les eran sus pretenciones. En una de esas me propuso jugar a ver qui�n aguantaba m�s sin respirar abajo del agua. Acept� y lo haciamos de a uno por vez y mientras uno estaba abajo del agua el otro cronometraba el tiempo con su reloj. Fue un ida y vuelta de tres veces y cada vez que a �l le tocaba estar abajo del agua se agarraba de una de mis piernas. Cada vez se sujetaba de m�s arriba pero yo segu�a, inocente, sin entender c�mo ven�a la cosa. Al final lo entend� subitamente: en un momento llego tan arriba, por adentro de mi malla (ba�ador, traje de ba�o) que me toc� los pelos de alrededor de mi pija. Pens�: pobre, no s� da cuenta. Pero ah� me cerr� todo, lo estaba haciendo a prop�sito, me di cuenta que mi pija estaba dura y �l me la toc�. Yo, con la cabeza fuera del agua, pude ver mi pija por fuera de mia malla. Me asust� mucho pero a la vez hubo dos momentos, en cuestion de segundos, donde sent� dos corrientes de electricidad que me atravesaron el cuerpo . Sali� a la superficie como si no hubiera pasado nada y me sigui� dando charla, pero yo no quer�a saber nada m�s. Hab�a sido todo repentino y ten�a mucho miedo. Quise burlarlo para irme pero el se�uelo no pic�. De todos modos no era necesaria la trampa, supongo que ante mi primer negativa, e incluso momentos antes, con mi cara de susto por lo que hab�a pasado, el ya estaba m�s asustado que yo. Al fin de cuentas era un mayor calentando a un menor.
Sal� lo m�s r�pido que pude de ah� y volv� sin distraerme hacia el cuarto, en el cual dorm�a con mi mam�. Cuando llegu� me encerr� en el ba�o y empec� a llorar. Ella se dio cuenta de mi llanto y yo no estaba con la entereza suficiente como para disimular lo que me hab�a pasado unos minutos atr�s. No estaba ni cerca de ocultarlo, as� que cuando ella, toda preocupada, me pregunt� qu� me hab�a pasado se lo conte. Obviamente no se lo conte como te lo cuento a vos ahora...
Fue comprensiva y lo ocult� por pedido m�o. Me inst� a buscar al tipo para denunciarlo si yo volv�a a verlo. Volv� a verlo unos d�as despu�s, entre mucha gente. El disimul� el hecho de conocerme y yo no dije nada.
Los dos o tres d�as siguientes a semejante suceso fueron de total desencanto. Aunque por momentos fue muy caliente lo que estoy contando ahora, la verdad es que yo era un chico de 15 a�os, muy inocente por cierto, seducido por alguien que ya estaba en otra etapa de su vida. Por otro lado, aunque doy gracias por salirme de ese momento sin problemas, hace un tiempo que me animo a imaginar qu� hubiera sido de mi si hubiera aceptado quedarme con �l cuando me lo propuso.
En cualquier momento les sigo contando c�mo sigui� mi historia con los hombres...
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Relato: encaminado hacia el lado gay
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