Qué tal, mi nombre es Carlos
radico en el puerto de Veracruz tengo 20 y la historia que les contaré
me pasó un fin de semana cuando fui de viaje a la ciudad de México,
al ver los relatos me decidí en contar mi experiencia, quién
no quisiera contar algo tan rico y además si es tan especial bueno
ya saben en las vacaciones de apenas saliendo de la escuela llego a mi
hogar una tarde tranquila de viernes me dijo mi familia que iríamos
a visitar a mis tíos que radican en la ciudad de México,
vaya el clásico arruinarme mi tarde pero bueno en fin no tenía
nada más que hacer ya que salimos en la madrugada del sábado
ya estando allá lo primero que quise hacer fue ir a una tienda departamental
para comprar algo y bueno para salir a descubrir a ver si algo había
cambiado desde mi ultima ida y claro que cambiaria y rotundamente, fue
algo que me hizo cambiar mi modo de ser, bueno ya sin preámbulo
al llegar a la tienda aunque más que tienda era ya un supermercado
, éste encuentro fue con una mujer de unos 40 a mi parecer desde
que la vi entrando a la sección de frutas y verduras no pude dejar
de observarla ya que bueno con esta descripción creo que nadie que
fuera de carne y hueso podría resistirse, era morena , de ojos color
miel, labios carnosos sensuales su aroma denotaba mucha sensualidad, bueno
fue lo que me dio a entender ya que olía a ese típico perfume
que cuando una mujer pasa junto de tu lado te hace voltear no sé
si para seguir ese aroma o para fijarse en quién lo usa pero yo
veo las dos cosas, bueno ella no era muy alta le mido 1.60, los senos muy
duros y grandes y eso lo puedo decir con seguridad ya que en la blusa que
traía al agacharse o al girar no se veía que se movieran
vaya gravedad y no había visto un trasero así tan parado,
un sábado de diciembre, al estar escogiendo la fruta para los ponches
bueno ya saben, para el día, la observé al frente mío,
al principio fue mi mirada a recorrer en un parpadear esa figura tan hermosa,
ella lo notó, y me regaló una sonrisa en eso se la cayó,
y bueno le ayude a recoger ese fruto ya que en ese momento no pensaba nada
más que estar en su mirada y saber qué estaba pensando, del
estante de la fruta unas cañas que resbalaron caminé dos
pasos y le ayudé a levantarlos ya que tenía la mano derecha
ocupada con el bolso y la otra en el carrito, al agacharme, pude ver sus
piernas y al mismo tiempo ya que estábamos en la esquina de la Sección
de frutas. Ella acercó su pierna derecha y la frotó contra
mi rostro, lo único que pude hacer en ese momento fue darle un beso
en la rodilla fue un acto que creo que ella quería y yo también
que pasara a más, y así pasó pero no en ese lugar.
Al levantarme me dio las gracias
y me dijo que si quería ayudarla con las bolsas a llevarlas hasta
su casa, entre mi me dije que bueno que iba solo y sabía estar en
la ciudad de México, bueno ella no podía cargar todo eso,
y después de escuchar eso y lo que había pasado unos segundos
atrás y más que iba solo no me negué en ningún
instante, al estar pasando las cosas por la caja registradora ella me dijo
que pasara al otro lado para recibir las bolsas y bueno para poder pasar
al otro lado tuve que hacer por su espalda, a lo que ella se repegó
y pude sentir ahora ese enorme trasero pude sentir sus curvas por arriba
de la tierna seda de su vestido que me hubiese gustado que lo tuviera más
corto ya que le llegaba debajo de rodilla (algo muy conservador ) me fue
pasando las cosas ya que la señorita de la caja se le estaban atascando
los productos por la mesa , al momento de pasarme una lata de de leche
en polvo, a lo cual por unos instante pensé que era de su hijo,
a lo que le pregunté y para mi sorpresa me dijo que no que le gustaba,
en eso al pasarme otra cosa estiró de más el brazo y me dijo
que agarrará la botella que estaba enfrente suyo y al hacerlo se
inclinó.
Y pude sentir por más de
2 minutos sus enormes senos que placer y también oler aquel aroma
sentí el canal de sus senos ella sólo sonrió a lo
que fue algo mucho muy alentador. Salimos como pude cargaba esas enormes
bolsas caminamos unas tres cuadras me presenté con ella, me dijo
que era viuda y que no tenía hijos, al llegar a su casa ella traía
una bolsa de papel que le cubría el pecho, al dejarla en la mesa
le dije que dónde ponía las bolsas que traía ella
me dijo que debajo de la mesa, al agacharme ella se volteó y me
repegó su vagina en mi rostro y digo eso porque ella traía
una falda negra casi de seda debajo de la rodilla y pude sentir su canal
en mi boca, casi me ahogaba de gusto, a lo que decía bueno niño
qué bonito me hiciste sentir.
Ya no pude resistir mas eso y más
al ver que me agarró de la cabeza y me frotó hacia ella.
Me lancé a agarrar su trasero por debajo de la falda, y al momento
bajé su prenda.
Ella gemía muy entrecortado
y me empezó a quitar la camisa, ahí estaba yo arrodillado
besando el sexo de una mujer que apenas y había conocido en la cocina
de su casa.
Ella me levantó y me dijo
que quería sentir mi calor dentro de ella, al oír eso contemplé
por unos instantes sus labios entreabiertos su respiración en mi
pecho la abracé por el cuello le acerqué mis labios y sin
más ella me juntó los suyos fue un sabor tan dulce había
una guerra de lenguas acaricié su cabellera larga de color negro
pude observar sus ojos color miel casi al borde de mi barba, empecé
a besar su cuello, a oler su perfume, nos besamos por largo rato jugábamos
con nuestras lenguas, era una sensación única ya que fue
muy rápido para mi parecer todo lo que estaba sucediéndome
y eso que solo fui de paseo que creí que seria realmente aburrido
pero en fin, ya en el relato no pude contenerme más y de repente
le quela esta le di le quite la falda y prácticamente le arranco
el brasier junto con la blusa, me dio un beso que nunca había sentido
antes ya que me succionó, me quité el pantalón, ella
me dijo que lo hiciera suave.
Al oír esto me refregué
contra ella ya desnudos y la llevé a la alfombra de la sala ahí
ella me dijo que me acostara boca arriba mi pene estaba ya más que
duro se acostó encima de mí me besaba y no sentí en
que momento se deslizó hacia atrás que sin querer aún.
La ensarté, fue muy rápido
ella sólo movió la cabeza de abajo hacia arriba , sus caderas
en verdad me estaban haciendo un licuado en mi sexo se movía muy
rápido y circularmente.
Me incliné para besar sus
senos en eso habrían pasado unos 2 minutos cuando me dijo que lo
hiciéramos en la mesa, nos levantamos ella se acostó boca
arriba en la mesa abrió sus piernas que créanme estaban muy
torneadas y se veía que hacía ejercicio, al verla así
no resistí más y alcé sus piernas a tal grado que
las tenía cargando y al instante volvió a entrar mi sexo
en su cueva que no tenia ninguna dificultad para entrar en eso sentí
algo caliente en todo momento ella me decía "así, así
, vamos chico, " pero ahora gritó y se desplomó en la
mesa , se movió giró y ahora la veía de frente se
paró de la mesa y se cruzó de piernas a tal modo que tuve
que cargarla estuvimos como unos 30 minutos, así y tuve que apoyarla
en la pared para seguir en eso sentí un escalofrío electrizante
y le avisé que me venía ella salió de mí y
se agachó agarró los vellos de mi sexo y casi me los arranca
para poder atraerme hacia su boca solté mi líquido, vi que
la embarré el rostro pero la boca tragó la gran cantidad
sentí hasta su campanilla de la garganta se levantó y me
dijo que quería que se repitiera, a lo que le dije que sí
estuvimos recorriendo nuestros cuerpos ya sudorosos me embriagué
prácticamente de ella ya después de terminar seguimos en
el baño Tomando una ducha, pude oler más su coño ya
que me me puso hincado, me dijo -ven cómeme porque ya no aguanto
más...
Eso fue una súplica que me
puso a mil , bueno ya que estaba bien excitado, viendo el agua recorrer
esas curvas de color canela los pezones oscuros que no paraba de comer
y de mover en círculos sentía su aliento en mi cabellera
y se escuchaba en las cuatro paredes cómo retumbaban sus jadeos
y gritos que de vez en cuando daba.
No podía contenerme más
y le manché las nalgas de semen, fue algo que me hizo electrizarme
en todos mis sentidos y espero algún día que se volviera
a repetir, salimos en una toalla enrollados nuestros vellos púbicos
se enfrascaban entre nuestras piernas y tenían más ganas
de unirse nuestros sexos para seguir.
Pero ya se hacia tarde y tuve que
retirarme ayudándola a vestirse y diciéndole que la Volvería
ver y en efecto así fue pero tuve que regresar al puerto jarocho.
No la volví a ver ya que
ya no he ido al d.f. y me encantaría tener una aventura igual aquí
en mi tierra ya que soy muy apasionado y pienso que a las mujeres es la
creación más bella que se haya hecho en esta tierra.
Su amigo del puerto de Veracruz
Carlos Mi mail es: POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
para preguntas y si quieres ayudarme a revivir la fantasía.