� �Hola! �C�mo estas? � Me pregunt�.

�Bien, y �t�? � respond�.

� �Qu� haces? �

�Pues estaba esperando a una amiga que pasar�a por m�, pero
se le ha atravesado un problema y llegar� dos horas mas tarde. �

� �Est�s sola? �

�Si �

� �Y tu familia? �

�Han salido�

�Si, un poco� segu� respondiendo a una serie de preguntas
cortas que dejaban ver en su tono que no era una conversaci�n como otras
anteriores, algo ten�a en mente y se estaba cerciorando de que no hubiera
problemas que impidiera vernos con tranquilidad.

�No lo s� tal vez una hora y media o dos. �

� �Puedes subir a mi casa, entonces? �

�S� � respond�

�Bien, aqu� te espero�

Sub� con unos nervios enormes, pues su timbre de voz en esa
peque�a conversaci�n, (la primera peque�a que tuvimos desde que nos conocimos)
era distinto al de los otros d�as.

� �Hola otra vez!� me dijo al abrirme la puerta

� �Hola! �

�Pasa, estas en tu casa. �

�Gracias. �

� �Quieres tomar algo? �

�Si, un vaso con agua por favor. �

�Enseguida te lo traigo, mientras pasa a mi estudio y
si�ntate �

�OK� entr� con el coraz�n lati�ndome a 1000 por hora, creo
que se me sal�a del pecho, pues nunca hab�a entrado a su despacho y ten�a una
curiosidad enorme por saber como era, pero m�s por saber como iba a ser ese
encuentro entre �l y yo ah� solas.

�Toma, aqu� tienes tu vaso �

� �Qu� amable! �respond�, no se me ocurri� algo mejor que
decir, para tapar un poco mi nerviosismo.

� �Te gusta? Mi rinc�n particular �

�Si, es�no s�, �raro? � Le dije esto, pero fue sin pensar,
pues de verdad me parec�a raro, pero no quer�a ofenderle con esta palabra, aqu�l
despacho estaba lleno de artilugios que en mi vida hab�a visto, ten�a en una de
las paredes la imagen de un Cristo, pero no era la habitual que todos conocemos,
era distinta, hab�a una rosa en donde generalmente esta el coraz�n en llamas y
ten�a una estrella en la cabeza, en lugar de la t�pica aureola, por otro lado
hab�a una figura de Merl�n con un drag�n que era un tanto espeluznante,
realmente produc�a impresi�n verla, hab�a un �leo en el que hab�a pintadas
varias puertas y en cada una de ellas hab�a im�genes diferentes, pero hab�a que
prestar atenci�n para percatarse de ellas, eso en las paredes y por otro lado,
ten�a un librero muy grande el cual estaba a rebozar de libros, un sof� peque�o
cerca de la ventana que era cuadrado, una mesita con un candelabro al lado y
unos cuentos no recuerdo de qui�n por encima, y el tel�fono con el que hablaba
conmigo por las noches; hab�a varias cosas mas puestas por aqu� y por all�, pero
fue esto lo que me llam� la atenci�n.

�Ja, ja, ja, te gusta esa palabra �no? � y me mir� con una
sonrisa mientras me lo dec�a.

�Perd�n, no pretend�a ofenderte� respond� con verg�enza y
agachando la cabeza.

�T� no me ofendes� Me lo dijo y tom� con su mano mi cara para
mirarme a los ojos. Bueno!!, cuando hizo eso y me mir� de esa manera las mallas
que tra�a se me fueron al suelo. �Eres una ni�a preciosa y s� que tu no me dices
las cosas para ofenderme, solo sueltas lo que piensas y eso esta bien, no me
gusta que me mientan� se�al� mientras manten�a sus ojos clavados en los m�os.

�Me muero� pens� mientras le segu�a absorbiendo la mirada, �
como siga hablando en ese tono tan encantador y fijando sus ojos en m�, creo que
el vaso va a ir a parar al suelo�

� �Qu� te parece la imagen de Cristo que tengo en la pared? �
me pregunt� rompiendo la fr�gil telara�a de la que me encontraba suspendida en
ese momento.

�Es diferente a la que conozco y no s� por qu� respond�
disfrazando mi alteraci�n con una serenidad visiblemente forzada.

� �Sabes por qu� es diferente? �

�No, no lo se�

�Ven y m�rala m�s de cerca � me dijo mientras me tomaba de la
mano y me llevaba hasta estar frente a ella. Me explic� que era el Cristo
gn�stico y que esa era la imagen a la que rend�an culto los "Rosacruces" logia a
la que �l pertenec�a y de la que tanto me hablaba, me dijo la raz�n de por qu�
estaba colgada en esa pared justamente y no en otra.

� �Vaya! Todo esto es nuevo para m� le dije con una cara de
interrogaci�n que seguramente era para verme.

�Lo s�, pues este soy yo, o al menos un poco de m�, espero no
asustarte, por ser raro�

�No, claro que no me asustas, me sorprendes sencillamente,
eres el primer rosacruz que conozco y todo esto de la logia tuya y la relaci�n
con los masones me causan sorpresa, eso es todo�

�Mira, este colgante que traigo en el cuello es de mi logia�
Me dec�a mientras se lo sacaba por el cuello de la camiseta.

�Es precioso� le respond�

�Ven te voy a ense�ar un libro con el que me identifico mucho
y cuando me siento mal, lo leo, me lo s� casi de memoria de las veces que lo he
le�do.

� �Caray! Pues si que tiene que gustarte, como para saberlo
pr�cticamente de memoria� y cual ser�a mi sorpresa cuando sac� el libro de
Nietzche.

� �Este es tu libro favorito? � pregunt� muy incr�dula

�Si, es �ste, �por qu�? �no te gusta Nietzche? � pregunt� un
tanto sorprendido, como si el hecho de tener tantas cosas en com�n incluyera a
Nietzche

�No, es que no me guste, es que es un fil�sofo muy dif�cil de
entender, al que no comprendo en muchos sentidos de su vida y en otros no lo
tolero� Le solt� todo eso mientras mi cabeza me dec�a: "imb�cil" tu y tu bocota
que no puedes tener cerrada un segundo.

�Ja, ja, ja, pues eso justamente soy yo, un incomprendido de
la vida, al que muchos critican, y en ocasiones no me toleran, no me tolera ni
mi madre� me dijo entre una sonrisa que no esperaba.

� �De verdad, te consideras igual que Nietzche, te
identificas con �l? �

�Si, claro que s�, es un hombre muy dif�cil de entender, con
una vida llena de problemas y muy criticado por la sociedad incluso hoy en d�a
sigue siendo un incomprendido, y algo muy similar pasa conmigo, su forma de
pensar es la m�a o viceversa, como quieras verlo, te sonar� a rollo y puede que
pienses no solo que soy raro, sino que incluso estoy loco, pero aqu� en este
libro hay una foto suya de cuando era joven, obs�rvala y dime que ves� me dec�a
mientras abr�a el libro en la p�gina indicada.

� �Joder! � Solt� sin pensar. Aquella no era la foto de
Nietzche, era la suya, el parecido f�sico entre los dos era incre�ble, nunca
hab�a visto una foto de �ste filosofo cuando era joven pues hab�a visto fotos
suyas de mayor y el hombre no era muy agraciado, pero justo en esa foto de joven
era muy guapo y lo que ve�a reflejado en ese libro era la cara de Gonzalo, esos
ojos de mirada profunda, eran los mismos que los suyos, lo estaba viendo y no lo
cre�a. �No es posible tanto parecido entre t� y �l�alegu�.

�Te dije, que me identificaba mucho con �l en muchos
aspectos, pues �sta es otra de las razones, �casualidad? No lo se, ll�malo como
quieras, pero a este hombre lo admiro y lo comprendo como si de m� mismo se
tratara. �

�Sus ojos, son tus ojos� Me qued� ensimismada en la mirada de
Gonzalo como la primera vez que habl� con �l de sus plantas y me qued� ah�
parada como idiota observando su mirada, pues esta vez fue igual con la
diferencia, de que ahora ten�a otro par de ojos para compararlos con los
primeros. Aquello me sac� mucho de �rbita, ten�a el libro entre las manos
observando a uno y a otro, sin poder salir de mi asombro.

� �Qu� te pasa?, te me has quedado at�nita� Me pregunt�
mientras me observaba como un bicho raro, nunca mejor dicho.

Sus manos subieron hacia mis hombros y mi cuello, acariciando
suavemente mi pelo desde la nuca, aquella sensaci�n de sus dedos entre mi pelo
me volv�a loca, es como cuando acaricias un gato en la cabeza y �ste reacciona
restreg�ndose mas y ronroneando, pues eso mismo me pasaba a mi, ronroneaba de
placer por sentir aquellos dedos masajeando mi cabeza, quer�a que ese instante
no terminara, lo que estaba ocurriendo ah� era sobrenatural, era raro,
nunca mejor dicho, sent� en esa habitaci�n una energ�a sobrenatural que no me
hab�a estremecido antes, poco a poco el me fue llevando al sof� que estaba cerca
de la ventana, pero sin dejar de besarme apasionadamente, iba con sus dedos
acarici�ndome las piernas, el trasero, mi cintura, todo era muy apasionado, pero
a la vez muy tierno, mi cuerpo empez� a temblar, �joder! eso nunca me hab�a
pasado antes, por qu� temblaba tanto en ese momento, parec�a una gelatina a
medio cuajar, me bastaba sentir uno de sus dedos en mi cuerpo para que me
estremeciera al m�ximo, �l not� mis temblores y pens� que me dir�a �Qu� te pasa,
estas bien? Pudiendo cortar el rollo de un momento a otro, pero no fue as�.

�Estas temblando� me dijo en voz bajita, al o�do, con un tono
tan sensual que me desmoronaba todav�a mas.

� Lo siento, no s� por qu� me pasa esto� Le respond� en el
mismo tono bajito, pero con la voz plasmada de verg�enza

� Me gusta sentirte vibrar en mis brazos, a mi tampoco me
hab�a pasado esto con otra chica, lo que siento ahora por ti es m�gico, te dije
que ten�as algo y no me cre�ste � Al decir esto continuo bes�ndome para que no
refutara su opini�n.

Continu� bes�ndome con ternura, con pasi�n, con serenidad,
como si tuvi�ramos todo el tiempo del mundo para estar ah� en esa habitaci�n,
ese beso le gusto tanto a �l como a m�, la magia que �l dec�a, no la ten�a yo,
la ten�a el momento que nos abrasaba en esos minutos. Lentamente levanto mi
vestido y con las yemas de sus dedos iba recorriendo nuevamente mis piernas,
acarici�ndolas y a ratos estruj�ndolas con fuerza y me acerc� con un movimiento
firme a su entrepierna, su miembro estaba dur�simo y en ese momento me asalt� un
temor horrible, pues no sab�a si ser�a capaz de estar con �l en todos los
sentidos, ese beso era especial � �por qu� estropearlo? � pens�. Mi cabeza
estaba confusa otra vez, no s� por que demonios soy tan dif�cil y puedo pensar
que todo se puede venir abajo de un momento a otro, �l se percat� de mi
indecisi�n, fue como si me hubiese le�do la mente y supo que tal vez no estaba
preparada para estar con �l, a�n no, por lo que no hizo por desnudarme, me
tocaba por encima la ropa y se imaginaba todo lo que hab�a debajo de aquel
vestido y eso le provocaba mucha excitaci�n, me recost� sobre el sof� y me
acarici� los pechos muy suavemente, el cuello, los brazos y lentamente se
dirigi� a mi entrepierna, sent�a sus dedos como los mov�a de forma circular
tratando de que yo me relajara y disfrutara de todo aquello y as� fue, yo estaba
que se me encharcaba hasta el alma, se recost� sobre de mi y empez� a moverse
frotando su pene contra mi vagina sin quitarse los pantalones, mientras me
tocaba el pecho y me ve�a con sus ojos negros entreabiertos, esa mirada no era
la que yo conoc�a cuando le ve�a, esa mirada era de complicidad, de pasi�n,
disfrutando verme vibrar a�n ah� sobre el sof�, le gustaba ver mi cara mientras
se mov�a y a ratos cerraba los ojos gimiendo de placer, ambos empezamos a sudar
sin parar, era mucho calor el que hac�a en esa habitaci�n para ser diciembre,
nos entregamos con la ropa puesta y todo aquello me puso a punto de explotar,
era incre�ble, pero estaba llegando a mi orgasmo sin necesidad de la
penetraci�n, la cual deseaba ardientemente, pero no me atrev� a materializarla y
creo que a ninguno de los dos nos hizo falta, por que �l tambi�n lo estaba
teniendo, me di cuenta de ello en lo fuerte de sus gemidos y fue justo en ese
instante cuando�

�riiiiiiiiiiiing� Son� su tel�fono, el cual ten�amos
pr�cticamente en la cabeza, vaya momento m�s oportuno para que sonara el dichoso
aparato. Ambos del susto ca�mos al suelo, pues aquel estrepitoso ruido nos hizo
perder el equilibrio.

�riiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiing, � son� dos veces m�s
cuando Gonzalo se levant� r�pidamente del suelo y lo descolg� para contestar,
pero nadie respondi� al otro lado del auricular�