UNAS VACACIONES MUY MASCULINAS.
Perdonad de nuevo el retraso. Lo s�, �soy un impresentable!
Espero que os guste y os emplazo a que le�is la primera parte de este relato
publicado en� mayo!!!. Prometo enmendarme y publicar mis narraciones
puntualmente. Espero que os guste y que me envi�is vuestros comentarios a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Cap�tulo 2: Apertura cubana
Cuando me despert�, pap� ya no estaba a mi lado. Lo busqu�
por toda la suite pero no hab�a ni rastro de �l ni del mont�n de la ropa que se
sac� ayer antes de nuestra brutal sesi�n de sexo. Mir� el despertador de la
mesita de noche; marcaba m�s de las 11 y a su lado encontr� un folio doblado en
cuya cara visible figuraba mi nombre escrito con la inequ�voca letra de pap�. Lo
desplegu�, se cay� una tarjeta de cr�dito y le� su contenido:
"He salido a hacer unos encargos a la ciudad, para cualquier
cosa que necesites llama al servicio de habitaciones o usa la tarjeta (procura
no vaciarla que nos conocemos). Llegar� sobre las 2, almorzaremos en la
habitaci�n y tendremos "esa conversaci�n pendiente sobre lo de esta madrugada".
Te quiero mucho hijo. Firmado: �Tu amante pap�???".
Seguramente se avergonzaba de lo que hab�a sucedido la noche
anterior por lo que decid� no pensar en eso hasta la conversaci�n de la hora del
almuerzo.
Me duch� e intent� vestirme pero redescubr� que la �nica ropa
de la que dispon�a, aparte de la que pap� destroz� anoche y del mono de esqu� de
la maleta �que no parec�a demasiado apropiado para andar por el Caribe- , eran
las toallas y albornoces del hotel.
Decid� quedarme desnudo y tomar el sol en la terraza hasta
que llegara pap�. Si se arrepent�a de algo de lo de anoche se iba a encontrar
con la horma de su zapato al verme en toda mi plenitud.
Esa sesi�n de sexo me hab�a dado mucho hambre as� que decid�
llamar al servicio de habitaciones.
Al rato llamaron a la puerta de la habitaci�n. Abr�, mientras
me vest�a con el albornoz del hotel, y me encontr� con el botones de la noche
anterior que conduc�a un carrito con el desayuno hasta el centro de la
habitaci�n. Me volv� a fijar en �l y lo encontr� mucho m�s atractivo de lo que
recordaba, parec�a que su traje violeta hab�a encogido y marcaba m�s a�n su
cuerpo, su culo resping�n y un paquete de puro infarto.
Sirvi� el desayuno en la mesa de la terraza deleit�ndome con
vistas impresionantes de un trasero que parec�a atrapado en ese pantal�n de
mezclilla reci�n encogido. Los botones de su torera parec�an querer explotar
cada vez que se inclinaba par dejar algo sobre la mesa y cuando acab� de servir
el desayuno, mostr� un impresionante bulto en su entrepierna.
Se�or Bardag�s, su padre ha informado en recepci�n de que
no dispone de ropa adecuada. Si usted lo desea, puedo acompa�arle a las
mejores tiendas para turistas, a los sastres cubanos m�s exclusivos o, en
caso contrario, disponemos de una exclusiva" shop zone" en el entresuelo del
hotel.
Ejem! Esto� es que� Perdona que te tutee, �como te
llamas?
�lvaro, se�or a su servicio.
Ver�s �lvaro� actualmente mis �nicas ropas son este
albornoz, unos botines de ante y unos calcetines. Mi ropa, ejem!!, sufri� un
accidente ayer.
No se preocupe, se�or, si me da sus tallas puedo subirle
lo que desee.
Por favor, te agradecer�a que me tutearas y me llamaras
Aleix. Mis medidas son 1,80, 76 kilos, ancho de espaldas y piernas
musculosas
Ejem� yo me refer�a a sus, perdona "tus", tallas de
pantal�n, camisa, zapatos,� Es decir de ropa.
De zapatos un 43, del resto no tengo ni la m�s m�nima
idea.
Pues� -y me mir� con su expresi�n m�s p�cara-� creo que
la �nica soluci�n es que consiga una cinta m�trica y te mida yo mismo para
asegurarme de que subir� la ropa m�s adecuada.
Si me haces el favor, �lvaro, estoy enteramente en tus
manos.
Regreso en unos minutos, se�or� Ejem, perd�n Aleix.
En pocos minutos llamaron de nuevo a la puerta. Justo cuando
acababa de zamparme el copioso desayuno. De nuevo era �lvaro pero esta vez ven�a
acompa�ado de otro joven de casi 2 metros vestido con un trajo negro muy
ajustado que guardaba un parecido m�s que razonable con el botones.
Se�or� esto� Aleix, te presento a mi hermano Carlos, es
el encargado de la secci�n de moda juvenil del hotel.
Encantado Carlos, vas a medirme t�.
No se�or, �contest� Carlos- hemos subido slips, b�xers,
ba�adores, camisetas, camisas, pantalones y diversos zapatos y calcetines
del n�mero 43 para que usted elija a su gusto. Si me lo permite entraremos
la ropa y puede probarlo todo ahora mismo.
Perfecto. Adelente.
Los dos hermanos se dirigieron al pasillo y regresaron con un
carrito y dos grandes perchas cargados de ropa. Me fij� m�s atentamente en
Carlos, era muy parecido a su hermano pero tenia la piel ligeramente m�s clara,
su cuerpo era una gran mole de m�sculos perfectamente harm�nicos y sus manos
eran extremadamente grandes pero con unos dedos largos y muy delgados. Pese a su
estatura, se mov�a de una manera casi felina con movimientos lentos y casi
calculados.
Muy bien �dijo �lvaro- Cu�ndo desees�
Vamos all� � dije mientras me deshac�a del albornoz y me
quedaba en cueros ante ese par de desconocidos que, pese a eso, no
parecieron inc�modos ante mi desparpajo mediterr�neo.
A partir de entonces Carlos se convirti� en el due�o de la
situaci�n. Sac� una libreta y un peque�o bol�grafo del bolsillo derecho de su
chaquetilla y se loa dio a �lvaro, mientras de la izquierdea sacaba una cinta
m�trica y se dirig�a hac�a mi contemplando discretamente mi miembro en reposo.
Rode� mi cintura con sus manos fuertes y masculinas mientras extend�a la cinta
m�trica por mi cintura. De repente y como todo un profesional espet�:
Apunta, �lvaro talla de pantalones, una 30 , que
corresponde con la 40 en Europa: talla M de interiores. de camisa una L, si
es ampulosa una M, de chaqueta una 42�. Cuando quiera se puede acercar a las
perchas e ir eligiendo los modelos m�s acordes con sus preferencias.
Podr�amos empezar por los interiores se�or.
Sal� de mi enso�aci�n y me dirig� a la boutique improvisada
que los cubanos hab�an montado en la suite. Al pasar entre ellos mi calent
Joder Carlos - articul� a decir_
Sentirme desnudo, y eligiendo diversos slip ante esos dos
excelentes ejemplares de hombre que parec�an extasiados mirando mi cuerpo y
contemplando, solo de reojo, mi total y desinhibida desnudez mientras sus
entrepiernas delataban, aunque hicieran todo lo posible por ocultarlo, sendas
incipientes erecciones que a esas alturas eran totalmente indisimulables; sobre
todo en el caso de �lvaro cuyo pantal�n, en la zona de la entrepierna, estaba a
punto de explotar por culpa de una inhiesta tranca de un tama�o casi incre�ble
que desaparec�a bajo su chaquetilla perfectamente abrochada.
Rebusqu� entre la ropa interior y encontr� diversos tangas
que parec�an de lo m�s sexy. Me prob� el que me pareci� m�s atrevido y mir� a
Carlos y �lvaro:
�Como me queda? �Os parece que es de mi talla?
Perd�n... -dijo Carlos, como despertando de una especie
de letargo y mientras se levantaba y se acercaba balance�ndose hac�a m� con
una expresi�n totalmente lasciva- Si me permites� creo que te queda un poco
peque�o pero�
Se puso detr�s de m� y empez�, sin cortarse un pelo, a
deslizar dos de sus dedos sobre la estrecha tira de licra que cubr�a mi ojete
para despu�s ir pasando a mi cintura y a la comisura de mis ingles mientras
ped�a a su hermano que se acercara para darnos su opini�n sobre si el tanga era
o no demasiado estrecho.
�lvaro se arrodill� ante mi y empez� a acariciar ligeramente
la misma zona que segundos antes rozaban los largos dedos su hermano. Mi pene
estaba llegando ya a sus dimensiones de guerra y unos cuantos cent�metros de su
tronco asomaban repletos de l�quidos preseminales sobre la cintura del slip.
Carlos, se acerc� a m�, pas� sus dedos por la goma de la
cintura sin dejar de acariciar levemente esa parte de mi pene mientras �lvaro se
entreten�a acariciando mis ingles y jugando con los pelillos que asomaban por
fuera del slip. De repente levant� la cabeza y me dijo picaronamente:
Creo que deber�as depilarte el sexo antes de usar un
modelo como este
Si, esa sugerencia ya la hab�a recibido antes pero nunca
me lo he propuesto en serio.
Carlos puede ayudarle en esto, Aleix �dijo Carlos desde
atr�s- antes de que le consiguiera el trabajo en el hotel trabajaba de
oficial en una peluquer�a.
Eh, eh. No s�. No me gustar�a que retrasaran sus
responsabilidades por mi culpa.
No te preocupes por eso. �dijo �lvaro- El director nos ha
ordenado que te complazcamos en todo lo que desees y que dediquemos a ello
todo el tiempo necesario.
Umm, esto� Pues de acuerdo. � dije no demasiado
convencido- pero no si si dispondr� de lo necesario.
Se�or, - dijo Carlos- �lvaro me rasura a mi personalmente
todo el cuerpo y le aseguro que es un profesional m�s que competente.
Si, esto� -dijo el botones mientras se ruborizaba- Si as�
lo deseas solo necesito unas tijeras, una cuchilla nueva, espuma de afeitar
y una buena crema hidratante. Mi hermano, si no te molesta ser� mi ayudante.
Creo que pap� lleva todo esto en su neceser. Voy a
buscarlo -le dije m�s resulto y totalmente excitado dirigi�ndome al ba�o
mientras me sacaba el tanga y quedaba de nuevo totalmente desnudo ante esos
dos hombres.
Cuando regres� �lvaro estaba haciendo la cama desnudo de
cintura para arriba mientras Carlos paseaba nervioso por la habitaci�n llevando
solo un viejo y gastado slip blanco.
Perdone se�or �dijo este �ltimo- nos hemos puesto c�modos
para no manchar los uniformes del hotel.
Perfecto, creo que es mejor as� - le dije intentando no
demostrar mi excitaci�n y me dirig� r�pidamente a su hermano- �lvaro, �tu no
vas a quitarte el pantal�n?
No creo que sea conveniente. No acostumbro a llevar
interiores.
Tampoco los llevo yo ahora.
Muy bien se�or, lo har�, mientras te ruego que te tiendas
sobre la cama.
Me tumb� como me hab�a indicado mientras contemplaba como se
desprend�a cuidadosamente de sus zapatos y calcetines y, de espaldas a la cama,
se sacaba lentamente el pantal�n.
Esa imagen de su culo mulato, peque�o y con un ojete de lo
m�s delicioso devolvi� mi pene a su estado de m�xima erecci�n. No era la �nica,
bajo el slip ra�do de Carlos se notaban ciertas convulsiones mientras su mirada
se perd�a tambi�n en ese ojete m�s que apetitoso.
De repente �lvaro se volvio hacia nosotros. Su pene,
totalmente negro, era un monumento carnal y su en estado de semierecci�n med�a
casi mis veinte cent�metros y sus test�culos perfectamente rasurados ten�an un
tama�o que hubieran envidiado muchos porn star.
No pude resistir la tentaci�n. Me incorpor� como un aut�mata
y me arrodill� frente a ese falo maravilloso. Deseaba ese pedazo de carne
llenando mi boca y lo quer�a ya. �lvaro, en vez de aturdirse, se arrodill�
frente a m� y introdujo su lengua en mi boca. Me zaf� de su abrazo, lo empuje
hasta tenderlo en el suelo y como un animal me abalanc� sobre ese oscuro objeto
de deseo y lo introduje en mi boca como si mi vida fuera con ello. Era
deliciosamente salado y ten�a un regusto amargo a orines que me excit� a�n mas
si puede. Me dol�an las comisuras de los labios mientras su polla continuaba
creciendo sin parar dentro de su boca y empezaba a soltar ligeros efluvios que
quemaban mi paladar. No me importaba, queria que ese pene follara mi boca aunque
me fuera la vida en ello.
Continuar�