DEL PLACER DE LA VENGANZA

Tres meses despu�s del sepelio y la lectura del testamento,
que por supuesto declaraba a Serena como �nica heredera y due�a de la fortuna y
de la empresa, luego de tomar posici�n en la junta y botar a la calle de
inmediato a la pelite�ida, aun quedaba pendiente la venganza de Susana con su
novio y su nueva hembrita de la far�ndula.

De com�n acuerdo decidieron armar paseo para las islas, sin
que nadie tuviera la m�s m�nima idea de lo que ten�an Serena super agradecida y
Susana� en mente.

Invitaron a Alberto, a su presentadora de T.V., a Natalia su
amiga del colegio, la prima de Susana y obviamente al negro como �nico apoyo
para que las ayudaran.

El plan hab�a sido dise�ado de tal manera como para que nadie
sospechara nada. Susanita y sus amigos sab�an de qu� se trataba, pero
disimularon para lograr el objetivo trazado, sin levantar� sospechas.

Contaban de ocho d�as para ejecutar� el plan trazado.

A las ocho de la ma�ana de un lunes lluvioso se citaron todos
en la terminal de aviones ejecutivos y Jets privados del aeropuerto El Dorado.

Puntuales llegaron y muy amables se saludaron, Susanita, con
su ex novio Alberto, acompa�ado de su reci�n adquirido trofeo farandulero reci�n
ba�ados.

Susana, el negro y su amiga Nattie, junto con su prima
llegaron por aparte cuando Serena quien fue la primera en llegar, se hallaba
conversando con el piloto de su avi�n particular: Un Turbo Comander 1.000 de ala
superior con capacidad para ocho pasajeros bien acomodados en medio de una
carlinga repleta de lujos.

En fila india fueron entregando sus c�dulas a los inspectores
de polic�a mientras que los encargados de las maletas, las entraban en las
peque�as bodegas.

Poni�ndose c�modos, en sus respectivos lugares, Alberto se
ubico de copiloto, invitando a su noviecita la Diva a conocer la cabina
descrest�ndola con sus precarios conocimientos de piloto frustrado, pues nunca
hab�a acabado los cursos de pilotaje que sus padres le pagaron.

Salieron de inmediato en medio de un aguacero por el que
tuvieron que volar por instrumentos en direcci�n a la ciudad de Cartagena a
donde llegaron sin ning�n problema dos horas y cuarto de vuelo m�s tarde.

En el camino, Tania la prima de Susana saco una botella de
brandy de una pimpina de plata distribuy�ndola entre todos, lo que sumando a la
altura y a la felicidad de emprender la aventura, los puso muy contentos.

En el aeropuerto de Crespo todo esta dispuesto para que los
recogieran en una buseta de full aire acondicionado y llevaron al piloto a l
hotel el Dorado, con instrucciones precisas de estar atento al momento en que lo
llamaran para iniciar el regreso, que pod�a ser en siete u ocho d�as, de acuerdo
a lo bien, como la estuvieren pasando.

Se dirigieron a los muelles del club n�utico en donde los
esperaba, ya preparada para el viaje, una cigarreta roja, la m�s grande, larga y
lujosa de todas, con dos motores dentro de borda, aire acondicionado central en
la cabina y una pieza con una cama redonda en cuero blanco, que cualquiera,
desear�a tener en su alcoba principal.

Se acomodaron alrededor del piloto y algunos adelante;
subieron lo que hab�an tra�do de la Capital y adem�s de las cosas personales el
mercado, viandas, licores y juegos, partiendo raudos hacia la isla del pirata.

Con buen sol y buena mar al pasar por Boca Chica, con mucha
prudencia por los pelaos que all� se atravesaban a recoger monedas de las
profundidades que los turistas les tiraban a su paso, los motores rugieron y
formaron detr�s de ellos una columna de agua parecida a la parte trasera de un
jet, hasta que una hora despu�s divisaron las casas que a simple vista flotaban
en las islas.

Despu�s de ser bien venidos por criados acostumbrados a
tratar muy bien a sus patronos, lo primero que hicieron fue decidir el orden en
el cual se acomodar�an en los cuartos.

Por su puesto y sin lugar a dudas, el principal en el segundo
piso para la due�a de casa, sola. Pero los otros disponibles, al contrario a lo
que aspiraban Alberto y su bella acompa�ante, por democracia participativa,
fueron divididos en uno para mujeres y otro para hombres, poniendo a dormir al
negro con Ricardo y a su novia farandulera con las dem�s hembras.

Aceptando a rega�adientes y como para no ser problem�ticos,
el primer d�a cansados del viaje as� durmieron cada uno en sus respectivas camas
y�. separados.

En la tarde a eso de las dos P.M. todos salieron a asolearse,
encontr�ndose con que Susana y Natalia estaban acostadas completamente desnudas
dejando que los rayos solares entrando por todas partes, hicieran de las suyas.

A Albetro casi se le pierde un ojo entre los pelitos rubios
de Natie, que a esas horas ten�a su cosita abierta de tal manera, que el sol
calent�ndola la ten�a sudando, mientras en cambio Susanita asoleaba sus redondas
y perfectas nalgas debajo de las cuales se pod�a vislumbrar una rajita coqueta
que de igual manera sudaba como si se tratara de una florecita rosada lloviznada
con g�ticas de rocio ma�anero.

Ricardo y su pareja de t.v. y novelas, haci�ndose los que no
vieron nada, se acostaron al lado, muy dignos, ella con su tanga y el con su
pantaloneta de New yorker puestas.

Ella no pudo dejar de suspirar al ver semejantes bellezas, la
rubia y la morena de 20 a�itos; sin cirug�as, ni defectos, pero se hizo la muy
recatada y disimul� lo que estaba sintiendo tal cual se lo hab�an ense�ado en la
escuela de teatro.

Se quito el sost�n dejando ver sus redondas tetas de
silicona, dej�ndose los panties que a la vuelta de media hora, estaba mojados
por la acci�n del sol y la simple excitaci�n de ver a tremendas mamacitas.

Preparadas y de com�n acuerdo, Natie y Sussie, que como
estrategia para la venganza hab�an decidido comportarse odiosas con Alberto,
pero amoros�simas con la Diva, inmediatamente se le vinieron a esta encima y
cada una por su lado, cari�osamente le refregaron Hawaian tropics por todo el
cuerpo.

En forma descarada, pero disfrazada de amistad y de
inocencia, a cuatro manos, suave y firmemente, le fueron untando el aceite, por
la espalda arqueada, las redondas tetas y por la mitad de los muslos y las
nalgas hasta llegar a sus tobillos.

Al instante sus pezones sin sospechar a�n que esa frotada era
mal intencionada se pararon al m�ximo y sinti� sensaciones inesperadas que le
gustaron a pesar de que no dijo nada.

As� pasaron el d�a hablando de todo y nada hasta que llegado
el atardecer entre Blodie Marys y tequilas decidieron regresar, a sus
respectivas habitaciones para prepararse para la cena.

A las duchas se metieron las tres juntas, prest�ndose los
champ�s de esencias florales y enjuagues de cabello; sin pretender ser
evidentes, dejaron entrever a la invitada que entre ellas hab�a miradas y
actitudes picaronas que indicaban mayores intimidades, y como si se tratara de
un juego le pidieron que les dejara tocar las tetas con el �nimo de saber como
se sent�a la silicona, lo que ella permiti� sin ning�n misterio.

Al terminar el ba�o, las tres se arreglaron y se pusieron
absolutamente divinas alist�ndose para lo que viniera.

Despu�s de cenar, magn�ficamente atendidas, langosta y frutos
del mar, acompa�ados de patacones pisados, pusieron m�sica y bailaron hasta el
amanecer. El negro a petici�n de Serena, le hizo un masaje en frente de todos
para quitarle tensiones en cuello y espalda, a lo que ella se mostr� encantada.

Natie y Susana, junto con Tania su prima, bailaban las tres
solas, mientras que acababan unas tras otras, las copas de Margaritas que a
todos los presentes les serv�an.

Alberto de cuando en vez se robaba a su nuevo tesoro, y se la
llevaba a la vuelta de en donde los otros estaban, para darle besos de lengua,
chuparle afanosamente las tetas, dici�ndole acaloradas frases de pasi�n,
mientras le met�a sus dedos por entre los panties, pidi�ndole que por favor se
perdieran de una, que estaba demasiado arrecho, como para quedarse toda la noche
solo... con el negro.

Ella, cerrando los ojos y haci�ndole m�s f�cil el camino a
sus dedos, entre abriendo un poco sus piernas mientras lo apretaba contra sus
tetas, se dejaba masajear complacida , y le daba su lengua por unos segundos,
dici�ndole que se mor�a de la pena, de perderse con �l, por lo que su suegra y
los dem�s fueran a pensar, pues era la primera vez que se encontraban reunidos y
seria demasiado evidente y de entrada, no la quer�a embarrar.

As� se la pasaron toda la noche, hasta que Alberto enojado y
muerto del sue�o, no aguanto m�s y solitario se fue a dormir al cuarto de los
hombres.

Ella, que ya se encontraba mareada por los efecto de los
tragos, lo intento persuadir para que se quedara, pero al percatarse que su
suegra los miraba, decidi� que no pod�a acompa�arlo, cosa que muy h�bilmente
aprovecharon Susana y Natie, quienes le dijeron tranquila dejara que su novio se
fuera, que ma�ana se reconciliaban en cualquier playa solitaria, anim�ndola a
quedarse bebiendo las mujeres solas hasta el amanecer, pues seg�n ellas la iban
a pasar mejor sin la presencia de ning�n macho.

En un abrir y cerrar de ojos, el negro, Tania y Serena, se
perdieron, del lugar sin que nadie se diera cuenta para donde cogieron. Entonces
Natie y Susana, aprovecharon el momento mientras muy cari�osas y muy sensuales
bailaban canciones de ( ) abrazando a su visitante, haci�ndola sentir tan bien
que se le olvido su novio y cualquier otra cosa.

Llenando de nuevo sus copas de Margaritas, llevando m�s, en
una coctelera helada y lim�n y sal suficientes, la invitaron a ver el amanecer
en una playa hermosa de la isla, a lo que ella mareada no le vio problema y por
el contrario le encant� la idea.

Felices y absolutamente borrachas, las tres hembras llegaron
a la playa blanca, cuando ya clareaba lo suficiente como para verse a sus
rostros y ojos, deseosos de que pasara lo que fuera. Sin pensarlo dos veces,
Natie y Susanita, tomando cada una por las manos a (xxx) se metieron vestidas y
muy divertidas al agua, jugando entre todas, a mojarse completamente, lo que las
revivi� de su borrachera y les permiti� ver que sus vestidos se pegaban a sus
tetas dejando ver los pezones parados por el fri� de cada una de ellas.

Para este momento la invitada, por los juegos er�ticos de
toda la noche con su novio, y la belleza invitadora de sus acompa�antes, andaba
ya en una arrechera tal, que le hubiera abierto las piernas a cualquiera que
atrevidamente le hubiera mandado la mano a su sexo negro y peludo.

Susanita y Nattie, mas que por venganza, con verdaderas ganas
al ver medio desnuda y en trasparencias, a una de las m�s divinas divas de la
televisi�n nacional, que se acostaba empapada y sonriente despu�s de dar muchas
vueltas en la arena, no esperaron un instante y acerc�ndosele decididas,
iniciaron su ataque total y definitivo, desnud�ndose por completo, la
desvistieron sin ning�n problema dej�ndole solamente, sus peque�os calzoncitos
empapados que dejaban ver el abultado vellaje que se sal�a por la parte de
encima y por todos los lados,

Xxxxxxxxxxxxxx

Sin m�s prevenciones, Nattie, fue directamente a besarle los
labios y darle su lengua de diez y siete cent�metros, que se la introdujo hasta
tocarle la campanilla, mientras sus h�biles dedos por encima de los panties le
recorr�a aquella abultada y peluda, chimba.

La mujer no pudo m�s que cerrar los ojos y abrir las piernas.

Como Susana quer�a participar, sin pensarlo un segundo m�s,
le lami�, la oreja derecha, masaje�ndole el pez�n izquierdo que gustoso se
sinti� aludido de inmediato y cuando Nattie termino su beso de lengua
prolongado, ella se acerco a tomar el turno, lo que la actriz famosa agradeci�,
sacando la lengua, lo que permiti� que las tres hicieran lo mismo iniciando un
duelo de espadas calientes enfrentadas.

Susana se uni� a los dedos de Nattie en la exploraci�n de
aquel encantador paquete y apartando el pantie se le fueron metiendo, suave, y
r�pidamente, con muchas ganas, lo que ella agradeci� de inmediato apretando las
nalgas y ofreci�ndoles como regalo su vagina dispuesta, ech�ndose hacia delante,
como buscando que aquellas manos no se fueran a separar de ella ni un segundo,
mientras que dejaba escapar un sonoro suspiro.

Deteni�ndose por un momento y cayendo en cuenta de lo que
estaba haciendo, se levant� y les dijo, con la respiraci�n entrecortada,
suplicante: Muchachas, por favor, no me hagan esto, yo no soy gay y tengo a
mi novio que es todo un hembro. Esta es la primera vez en mi vida que me dejo
acariciar de hembras en vez de machos. Ustedes son divinas y yo no puedo
aguantar m�s..

Ellas, como si estas palabras fueran una invitaci�n urgente y
necesitada, le respondieron, sac�ndole el pantie y meti�ndole sus lenguas
adentro del co�o y de la raja del culo, respectivamente, mientras que cada una
se apoderaba de su respectiva teta de silicona.

La chuparon con tal ganas que se tomaron todo el agua de mar
y los jugos vaginales mezclados que les supieron mejor que los margaritas que
tra�an preparados. La hembra no pudo m�s que dejarse hacer por unos cuantos
minutos y antes de sentir su primer orgasmo, les pidi� que se detuvieran por un
instante que ella tambi�n quer�a probar a que sabe.

As� lo hicieron, y as� las cosas, las tres se levantaron,
prepar�ndose tres margaritas m�s, para luego, meterse nuevamente en el mar.

Sabiendo ya que todas estaban dispuestas a hacer lo que
fuera, y sin necesidad de tener que convencer de nada a su invitada, dejaron las
copas y ella muy ilusionada con aprovechar el momento y aprender lo que mas
pudiera de aquella experiencia con aquellas hermosas ni�as, de pie las tres, y
muy cerquita, bajo el agua meti� ambas manos en los respectivos co�itos, que la
hab�an tenido moj�ndose todo el d�a. Frot�ndolos y metiendo sus dedos m�s
largos, hasta el final de cada t�nel, como levant�ndolas del piso, mientras que
cada de una de ellas dejaban escapar grititos de placer, que eran como miel a
sus o�dos mientras cada una le chupaban sus tetas, sinti� verdadera necesidad de
arrodillarse en el lecho marino y tragarse el mar entero apretando su boca al
cl�toris de Susana primero y de Nattie despu�s. Con tantas ganas lo hizo que las
dos empezaron a sentir orgasmos apretando su cabeza, contra sus respectivos
co�os.

Antes de terminar la dicha, les pidi� que se fueran para la
habitaci�n, porque no quer�a que fueran vistas.

Abandonando las copas vac�as y las prendas tiradas por todas
partes, las amantes se fueron desnudas directamente a sus habitaciones a las que
el aire acondicionado central de la casa manten�a bien fr�o y llegaron a ba�arse
de nuevo en las duchas, lo que todas aprovecharon con muchas ganas para quitarse
la arena de mar que se les hab�a metido por todos los resquicios, utilizando
champ�s y b�lsamos restreg�ndolos r�pidamente, por todas partes y a seis manos,
que por su puesto les permitieron a todas sentir oleadas interminables de
orgasmos.

Al terminar, la ducha se secaron y la tres se metieron en la
misma cama dispuestas a cerrar con broche de oro la faena de aquella jornada.

Cerradas puertas y ventanas, ahora quedaba, regalarle la
oportunidad de gozarse a la invitada, aquellos cuerpos torneados y magn�ficos.

Lo primero que ella pidi�, fue que le dejaran chuparles los
senos, cosa que felices aceptaron, para luego de media hora mordiendo, chupando
y sintiendo, Natie se recost� en la cabecera de la cama y se dispuso de tal
manera, que sus piernas se abrieron de par en par ofreci�ndole a su invitada una
magnifica oportunidad de entrar en su co�ito delicioso.

Esta no se hizo esperar y explor�ndolo con gran necesidad, lo
recorri� palmo a palmo, por todas partes, sintiendo su textura y sobre todo su
sabor. Le supo delicioso.

Mientras tanto y viendo a esta hermosa hembra en "cuatro"
tendida atendiendo a su amiga, a su vez ofreciendo su vagina y nalgas, Susana,
se dedico a lamerle, el hoyo del culo meti�ndole tres dedos en la vagina, y la
lengua toda penetrando como taladro, ano adentro.

La mujer sent�a orgasmos repetidos como nunca en su vida,
unos por lo que estaba viendo, otros por lo que estaba oliendo, aquellos por lo
que estaba degustando y estos por lo que a ella le estaban haciendo.

Agradecida con Susana por lo que esta le hizo, se voltio
hacia ella pidi�ndola en turno y con sinceras ganas de hacerle sentir lo mismo,
se introdujo con su lengua en las nalgas de aquella hasta probar el dulce sabor
de la mierda junto con el salado agridulce de aquella deliciosa almeja.

Mientras esto suced�a Nattie no se quedaba quieta,
introduci�ndole al mismo tiempo dos dedos de su mano derecha por el culo y tres
de su mano izquierda por la vagina, apretando a su paso el cl�toris de esta
entre sus dientes y labios, lo que termino en un sonoro orgasmo que a esta mujer
en su vida jam�s le hab�a hecho sentir macho alguno.

Hipersensible por la cantidad infinita de orgasmos y
temblores, que ya no le permit�an aguantar ninguna clase de toque por aquella
noche, les imploro que no hicieran nada m�s y cayendo desmadejada en la cama las
invito a dormirse, asegurando de introducir sus manos en los co�os rosaditos que
satisfechos ya, deseaban relajarse.

Cuando despert� como a las dos P.M de su cansancio bien
ganado, se encontr�, desnuda y sola, en su agradable habitaci�n a la que a
trav�s de magnificas y blancas cortinas penetraba el c�lido sol.

Sin embargo, comprob� que la agradable temperatura, que le
proporcionaba el aire acondicionado central, la ten�a toda "arrozuda" por el
fri� que emanaba, a pesar del calor que seguramente hac�a afuera desde tempranas
horas de la ma�ana.

Boca arriba mir�, como, dos redondos pezones rozagantes, de
tama�o mediano y parados como pu�ales, sobresal�an de sus tetas puestas en el
quir�fano y observ�ndolas se dijo, " Que bien me quedaron, potentes y grandes
como todos los hombres las prefieren" agarrandoselas por un instante de
inmediato record� el empe�o, los contrastes de suavidad y pasi�n en los momentos
precisos, como sus anfitrionas las trataron tan s�lo hac�a pocas horas.

"Como nunca" � mentalmente se habl� � "Esta claro que
lo que sabemos las mujeres respecto de nosotras mismas, muy pocos hombres lo
descubren; y algunos muy tarde, generalmente con el pasar de los a�os, cuando la
energ�a de su juventud ya se les ha escapado." "Nada es perfecto en esta vida"
� en voz alta concluy�.�

Estirando sus extremidades y desperezando el cuerpo,
arqueando su espalda al m�ximo, lo recorri� lentamente con sus manos, mientras
recordaba lo que le hab�an regalado aquellas hermos�simas ni�as con quien a bien
tuvo la primera experiencia homosexual de toda su vida.

Al llegar al monte de venus, abriendo de par en par sus
piernas sinti� como, sin tocarla, su vagina se expand�a como si tuviera memoria
propia sintiendo de nuevo, por el simple recuerdo, exactamente lo mismo que en
ella le hab�an hecho. Un calambre repetido le contrajo el abdomen por un
instante, placentero e involuntario temblor que le hizo soltar un sonoro suspiro
al tiempo que apretaba suavemente su labio inferior e indistintamente repasaba
su lengua h�meda otra vez por los alrededores de su boca.

Sonri� recordando todas y cada una de las escenas vividas con
sus divinas amigas mientras oprim�a suave pero firmemente su vagina, sin
pretender masturbarse, sinti� m�s bien por encontrarse felizmente segura, que
era su vagina dispuesta, la que le oprim�a sus dedos, hasta que un pensamiento
oscuro y pesado se le atraves� por la mente:

" La Cagu�" - dijo en voz alta mientras de un solo brinco
sali� de la de la cama y empez� a recorrer de extremo a extremo el cuarto.

Y si me hacen quedar como un zapato?; y si no se quedan
calladas y comienzan a decir que entre las dos se comieron a la presentadora m�s
popular de estos momentos? Y si lo hicieron para hacerme quedar mal frente a
todos y sobre todo para da�ar mi futuro matrimonio con el soltero m�s codiciado
y si....?. �Se llen� de pensamientos negativos y confusos, inquietudes
dolorosas y dudas en s�lo unos segundos.

Sintiendo una enorme necesidad de aclarar, resolver y conocer de inmediato la
realidad de la situaci�n, se ba�� r�pidamente en agua helada y al terminar se
puso un vestido de ba�o entero y se�orero como con af�n de ocultar visualmente
todas las partes que el d�a anterior quedaron totalmente descubiertas para sus
descubridoras, sali� en busca de la verdad que le esperaba.

Llegando al sitio donde sus dos camaradas igual de frescas ,
felices y asole�ndose desnudas, se encontraban, acompa�adas de la suegra y la
prima sin que por ninguna parte se viera en donde estaban el negro y su novio
que por supuesto, era con quien ella m�s deseaba conversar, saludo amablemente,
midi�ndose hip�critamente para tantear la situaci�n sin levantar sospechas del
enorme desasosiego que para ese entonces ya estaba sintiendo.

Sin embargo, su mente, dominada por la inseguridad de un
sentimiento de culpa cada vez m�s grande, no le permiti� ser verdaderamente
espont�nea, ni mucho menos disimular.

De entrada se mostr� intranquila y nada le sali� como se
hab�a ordenado a s� misma cuando en su mente escribi� el libreto que quer�a
frente a todos actuar.

Insisti� en preguntar sobre el paradero de su novio, mientras
que rechazaba los cari�os y atenciones de sus amantes, que le quer�an untar
bloqueador en el rostro y Hawaian Tropic en el resto del cuerpo, al tiempo que
le ofrec�an un Blodie Mary que sin darse cuenta, casi, de mala manera rechaz�,
c�mo queriendo poner distancia y dejar constancia que lo que hab�a pasado era
�nicamente cosa de tragos y no se volver�a a repetir.

Por su suegra se enter�, que ni el negro ni su hijo, se
hab�an despertado a�n y que por el volumen de la m�sica, que apagaron a las doce
del d�a, supon�an que ambos hac�a poco se hab�an dormido, por lo que estaban muy
seguras que hasta muy entrada la tarde, volver�an aparecer.

Las dos anfitrionas de la noche anterior, en poco tiempo se
dieron cuenta de la mala energ�a que esta mujer tra�a y dejaron de insistir en
atenderla, cambiando del todo la pel�cula y poni�ndose de acuerdo, ahora s�,
para acelerar entonces y ejecutar de una vez por todas, su bien trazado plan de
venganza, que iba a pedir de boca, olvid�ndose ya, por la pura solidaridad que
existe entre las grandes amigas, de lo delicioso que la hab�an pasado con esta
"apetecida Diva " a la que ellas, siendo las �nicas y las primeras, se hab�an
gozado ya, a m�s no poder.

Como se comunican s�lo con miradas las que entre ellas no
necesitan hablar, para incomodarla con el �nimo de hacerla colapsar, Nattie se
levant� decidida, pasando muy lentamente, sus nalgas y vagina sudorosas muy
cerca de su cara, de manera que la invitada volvi� a observar con ganas y a la
vez, culpas mezcladas, la delicia de mujer a quien se le hab�a entregado ayer.

Mir� como por instinto hacia donde se encontraba su suegra
sin sostenerle la mirada, como pregunt�ndose, si aquel movimiento descarado, la
har�a sospechar algo de lo que entre ellas hab�a pasado, pero de su suegra tan
s�lo obtuvo una cortes sonrisa que no le quit� ninguna inquietud.

A Nattie, de inmediato la sigui� Susanita, que al levantarse
c�mo en c�mara lenta, le tir� un candoroso besito acompa�ado con una mirada
lasciva a la Diva, quien al ver esto, acostada en el suelo, quiso que se la
tragara la tierra mientras que rogaba cielo que su suegra no se hubiera dado
cuenta de semejante demostraci�n de confianza absoluta.

Sinti� que su estrategia lejos de ayudarla, la estaba
metiendo en graves problemas y deseando seriamente que su suegra no hubiera
sospechado de ella, por lo que sus anfitrionas hab�an hecho, bastante asustada,
no pudo hacer m�s nada que quedarse quieta, sin sospechar siquiera lo que a
continuaci�n se descubrir�a.

Las hembras que detr�s de ella se encontraban, su suegra y la
prima de Susana, desnud�ndose entraron agarradas de sus manos al agua, para irse
a juntar con las dos ni�as que al tenerlas cerca, cada una de ellas, se
aferraron a sus cuellos en un prolongado abrazo, mientras que al tiempo, como
siempre sincronizadas, introdujeron sus respectivas lenguas, Susanita en la de
su amor y amante, ex suegra y suegra actual de la diva y Natalia en los de la
prima de su amiga con quien muchas veces hab�a estado en el pasado, reunida.

Todo enfrente de la invitada que boquiabierta miraba como si
sus ojos se le salieran, levantando su cuerpo hasta sentarse, sin poder creer lo
que en realidad el espect�culo al que estaba asistiendo.

La lujuriosa manera en que su suegra chupaba la lengua de
Susana mientras que con el dedo anular le refregaba el sexo, y le lanzaban a
ella, directas miradas de invitaci�n a poner de una vez las cartas sobre la
mesa, la dej� at�nita y en vez de ganas de participar, sinti� asco, verdadero
rechazo.

Se levant� y corri� hacia la habitaci�n de su novio, d�ndose
perfecta cuenta de que hab�a ca�do en una orquestada celada, como buscando
refugio para atemperar en su amor todo lo que estaba ocurriendo, entrando
agitada y descompuesta, olvidando y neg�ndose a s� misma lo que le hab�a
proporcionado tanta dicha hac�a tan s�lo unas pocas horas.

Lo que vio tan s�lo al abrir la puerta, la hizo devolverse de
inmediato y correr cayendo, vomitando y dando tumbos hasta donde el conductor de
la lancha la esperaba, sin ella saberlo, sospechosamente listo y con el equipaje
de la Diva a bordo, a quien afanosamente le rog� que la sacara como fuera de
aquella isla:

Su rubio novio, se encontraba de medio lado en la cama
dormido y en posici�n de cucharita, abrazado por su espalda de aquel enorme
negro, quien le ten�a su enorme y gruesa verga, introducida, muy adentro del
culo.

Al ver que la lancha se alejaba, las mujeres que quedaron en
la isla aplaudieron al un�sono y levantando copas, celebraron entusiasmadas, el
final de aquella concertada... Venganza.