Noche de Bar II 01
Hola, nuevamente les saluda Laura Ovalle de Estrada y de
May�n, para continuar con mi historia. �Leyeron mi relato anterior, "Noche de
Sexo, Sudor y Semen"? Con el llegu� a los 100 relatos publicados. Pues si no la
leyeron, les contar� a grandes rasgos lo que sucedi� me di cuenta que estaba
embarazada y que era de Alberto. Claro, aquello signific� un terremoto en mi
familia, Kike se sent�a morir, y lo peor es que no me pod�a reclamar nada. Y yo
estuve a punto de caer en una nueva crisis como la que casi acaba con mi
matrimonio. Fueron unos meses intensos, muy intensos, llenos de cambios en mi
vida, pero tambi�n de grandes satisfacciones.
La oportuna intervenci�n de Bianca me abri� los ojos, ten�a
que hacer algo, tomar las riendas de lo que me estaba pasando, no dejarme ir a
la deriva. Y como primera decisi�n que tom� fue irme a vivir con mi mam� y mi
hermano a la capital. Necesitaba estar sola, pues tanto Beto como Kike estaban
constantemente detr�s de mi, el primero para que me volviera su mujer, el
segundo para que no lo hiciera.
Todas las personas importantes de mi vida que conoc�an mi
forma de vida se enteraron de mi nueva gestaci�n, las que no me conocen tanto
les dije que era de Kike. A mam� la enga�� dici�ndole que Kike se hab�a metido
en un negocio que le obligaba a ausentarse hasta 2 semanas cada mes, y como no
quer�a quedarme sola en la casa, me fui con ella. Creo que la logr� enga�ar,
aunque se qued� con algunas dudas� pero mami siempre fue cr�dula.
Sin embargo yo esperaba que ella me hiciera compa��a en la
casa, ninguna de las 2 trabaj�bamos, quer�a establecer v�nculos m�s fuertes y
duraderos con ella, pero justo 2 d�as despu�s de mi llegada ocurri� algo que la
acapar� por completo. A mi me dijo que estaba ayudando a vender comida a una
vieja amiga suya por ma�anas y que, como ya se hab�a comprometido, no se pod�a
echar para atr�s. Claro, yo le cre�, mama no sol�a decir mentiras, pero de todas
maneras me molest� mucho que me dejara sola por las ma�anas.
A la ma�ana siguiente, totalmente sola, acompa�ada solo por
mis nenes, decid� ponerme a leer y a preparar el almuerzo, pues ambos iban a
regresar para almorzar conmigo. Al medio d�a comimos y platicamos de varias
cosas, pod�a ver a mama triste, pero solo me dijo que le dol�a un poco la
cabeza. Por su lado, Juanca, sin que mam� nos oyera, me invit� a salir de
parranda por la noche con sus amigos. Me dijo que ser�a una salida "diferente".
Le dije que si, no ten�a nada m�s que hacer aunque tampoco andaba muy de humor
para una parranda.
Kike me llam� como a la hora de que mi mam� y mi hermano
salieran de nuevo� bueno la que me llam� fue Kika. Me dijo que andaba con Javier
por la capital y que si yo no ten�a nada m�s que hacer, podr�an sacarme por la
noche a cenar algo. Ese "si yo no ten�a nada m�s que hacer", se refer�a
espec�ficamente si no andaba con Beto, je, je, je. Pero no, Beto me llam� para
decirme que hasta el d�a siguiente se reunir�a conmigo, pues ten�a una cosa muy
importante que hacer. Les dije que si, pero que despu�s ir�a a bailar a un bar
con mi hermano y algunas amigas de el. Me dijeron que no hab�a problema, que
ellos me llevaban a la noche. As� quedamos.
Lleg� la noche, le dije a mam� que iba salir y me fui, esper�
a Kike y a Javier en un conocido centro comercial, obviamente no quer�a que mam�
viera a mi esposo convertido en una calenturienta mujer, no obstante el se
vistiera de una manera muy convincente.
Pasaron puntualmente por mi, iban en el pick up de Javier, un
enorme armatoste que no se como pod�a manejar bien. Me sent� al lado de Kika,
que me bes� cari�osamente en los labios para recibirme. Javier, como todo un
caballero, tom� mi mano y me dio un beso en ella, dici�ndome "buenos d�as Laura,
benditos sean los ojos que la miran". La verdad es que aun sent�a sentimientos
encontrados en cuanto a Javier. Es cierto, me ca�a muy bien y siempre estaba
dispuesto a ayudarnos, pero en el fondo resent�a como absorb�a a mi marido.
Vamos a ir a un restaurante que le est�n ofreciendo a mi
viejo � Kika le dec�a a Javier "mi viejo" � Es una parrillada muy buena�
Bueno, eso dicen� en realidad vamos a irlo a comprobar. �
dijo Javier.
�Se va a lanzar al negocio de los restaurantes Javier? �
pregunt�.
Bueno, todav�a no s� Kikita me ha convencido de que lo
mejor es la diversidad, que no ponga todos mis huevos en una sola canasta.
Adem�s, con lo loco que est� el tiempo, nunca se sabe cuando puede bajar una
sequ�a de la gran puta.
�y con lo seco que es Zacapa. � termin� de decir Kika.
Llegamos al lugar, result� ser un restaurante con apariencia
de casa vieja, antig�e�a (colonial), pero que a la vez daba la sensaci�n de
descuido, la verdad pod�a mejorarse un poco por fuera. Adentro mostraba que
ten�a mucho potencial, pues era un lugar amplio y con apariencia �ntima y
rom�ntica, un lugar tranquilo para irse a relajar.
Pedimos la comida, el servicio era bueno, pero pod�a ser
mejor, a la comida no hab�a nada que objetar, le hab�an dicho a Javier que el
cocinero jefe era muy bueno y ten�an raz�n. Mientras tanto, Javier era todo
atenciones con Kika, se notaba que la ten�a muy mimada y consentida. Y ella lo
ve�a constantemente con ese precioso par de ojitos celestes cautivantes. Cuando
recordaba que se trataba de mi esposo Kike, me pon�a celosa.
Terminamos la cena y salimos, Javier se le notaba pensativo.
"Est� haciendo n�meros" me coment� Kika en voz baja, ya se estaba decidiendo a
comprar el local. Subimos al carro y nos fuimos.
�A d�nde Laurita? � pregunt� Javier.
A esta direcci�n porfa� � le dije, d�ndole un papelito.
�Es el mismo al que �bamos antes? � pregunt� Kika.
No, ese lo cerraron�
�No!� �qu� pas�?
No s�, parece que el due�o tuvo problemas con la ley�
adem�s, hab�a deca�do mucho el nivel, seg�n me cont� Luc�a.
�Qu� l�stima!
Llegamos, al lugar, ya se iban empez�bamos a despedirnos,
cuando una hermosa muchacha se me acerca, estaba hablando por celular afuera,
pero cuando me vio, se me lanz� para saludarme. La verdad no la reconoc�, se me
hac�a familiar, pero no daba en d�nde la hab�a visto antes. Era rubia, con el
cabello hasta los hombros, muy delgada y bajita, con ojos azules y una carita
muy hermosa.
�Lalita, qu� gusto volver a verte! � mi rostro de
interrogaci�n le dio a entender que no sab�a quien era ella � No te preocup�s�
no me molesta que no me reconozc�s aunque en realidad si nos conocemos, yo soy
Diana�
�La amiga de Juan Carlos?� mucho gusto.
El gusto es m�o mujer� �qu� linda te pusiste Lalita!� pero
pasen, adentro est�n todos, solo voy a terminar esta llamada y los acompa�o.
Javier y Kika pensaron que no ser�a malo que pasaran por una
copa antes de regresar a su hotel, as� que, despu�s de estacionarse, entramos.
Aquel d�a era un mi�rcoles, y a pesar de eso el local estaba abarrotado. Lo que
ocurre es que en la ciudad capital, los d�as entre semana que no sean viernes o
jueves, la comunidad gay acostumbra salir a reunirse en los diversos bares y
discotecas, al abrigo de que la mayor�a de heterosexuales no acostumbran salir
m�s que viernes y s�bados, algunas veces los jueves.
Inmediatamente divis� la mesa de mi hermano� perd�n, de
Felicia, desde donde nos saludaba. Fuimos y se sorprendi� de ver a Kika y a
Javier, y de mi tolerancia a verlos juntos y en acci�n. Y luego, a lo lejos, una
pesada, pero sonriente figura avanz�, era Omar, acompa�ado de Ludvin, su amor
del momento. M�s bien era Ludwika quien lo acompa�aba, pues andaba como un
hermoso Lady Boy. Se imaginar�n que el escenario ya estaba puesto para una org�a
hist�rica, �no picarones?
Pronto regres� de la pista Carla, a la que ya conocen, que en
cuanto vio a Kika se le iluminaron los ojos y a ella tambi�n. Todos estaban
dispuestos a pasar la mejor de las noches. Yo vest�a una falda negra corta,
hasta medio muslo, blusa blanca escotada, que por el tama�o de mis pechos
lactantes se ve�a muy sensual, chaqueta negra y maquillaje a juego. Kika iba con
un vestido amplio y flojo, azul pastel, con sandalias rosas y collar de conchas
y caracoles. Asimismo llevaba una peluca rubia y un maquillaje liviano, se ve�a
muy hermosa. Javier andaba con pantal�n gris de algod�n, camisa de mangas largas
color crema y chaqueta gris, se ve�a muy atractivo.
Por su parte, Felicia vest�a un vestido blanco ce�ido al
cuerpo, resalt�ndole el culo redondo y mostrando sus largas piernas morenas.
Diana y Carla si andaban como unas putas, la primera con una faldita blanca que
parec�a un pa�uelo, el�stica y que apenas lograba cubrir lo estrictamente
necesario. Arriba un top verde, bajo una chaqueta blanca. Carla tra�a un
pantal�n negro de tela el�stica, ce�ida a su curvil�neo cuerpo. Arriba, una
blusa de espalda descubierta, sujeta al cuello, pero resaltando su enorme par de
chiches duras.
Omar iba de pantal�n de lona, camisa normal y chumpa de cuero
negro, muy Omar. Ludwika llevaba un pantal�n de lona, celeste de cintura blanca,
blusa rosa de tirantes dejando su ombliguito al descubierto, y un maquillaje
discreto y muy femenino, se ve�a preciosa.
Inmediatamente todas las parejas saltaron a la pista, Kika y
Javier, Omar y Ludwika, y Felicia y Carla, Diana y yo nos quedamos platicando en
la mesa.
Pues s�, Lala, �todav�a no me has reconocido?
No, disculp�, pero no doy qui�n sos� s� que te conozco de
alg�n lado, pero no te ubico.
�De parte de Juan Carlos, tal vez?
Pues� no, no s�
Francisco�
�Francisco?
El Piojo�
�El Piojo! �Sos Francisco, el amigo de mi hermano!
Si, pero ahora soy amiga� � no lo pod�a creer, Francisco
era uno de los mejores amigos de mi hermano en su ni�ez y adolescencia, pero,
luego de meterse muy adentro de la vida de una puta transexual, abandon� su
casa (leer Esclavo de la Carne).
Me agrad� que no me reconocieras� eso quiere decir que
parezco una aut�ntica mujer.
�Pues claro, est�s irreconocible! �Pero contame, �c�mo
pas�, qu� te hiciste?!
Bueno, anduve rodando mucho por all� la verdad no fue
f�cil. Pero al final, creo que logr� regresar bien� claro, bien convertido en
una mujer�
�Est�s preciosa!
Aqu� les traigo a este viejo� � dijo Kika,
interrumpi�ndonos y llevando de la mano a Javier, que ya no quer�a seguir
bailando, se le daba muy poco.
Es que yo para el baile soy m�s tieso que una tabla�
�Y re-huev�n! � agreg� Kika, alej�ndose en direcci�n al
grupo de Felicia y Carla; Omar y Ludwika bailaban por otro lado, muy
acaramelados, por cierto.
Con Diana, nos pusimos a platicar con Javier, esta se qued�
boquiabierta cuando le confes� que Kika era mi esposo Kike, pero que ahora era
la mujer de Javier. No pod�a creer nuestra actitud tan abierta y liberal, a
veces hasta a mi me cuesta creerla.
Continuamos platicando un poco m�s, de diversas cosas. Javier
le coment� su intenci�n de comprar un restaurante en la ciudad, de las ventajas
que aquello le podr�a traer. Pens� que ser�a bonito tener un negocio propio, y
record� entonces las palabras de Bianca, "hacete cargo de tu propia vida".
Segu�amos hablando, Javier y Diana ya iban por la tercer
cerveza, pero no parec�a hacerles mella, cuando volteo a ver a la pista y veo a
Carla, Felicia y Kika encaminarse al ba�o de damas. No le quise dar mayor
importancia a eso, era normal que un grupo de f�minas, aunque estas ocultaran
grandes vergas bajo la falda, entraran juntas al ba�o� aun cuando Carla llevaba
a las otras agarradas de las nalgas. Pero yo, que por naturaleza soy curiosa, y
ahora algo malpensada, supuse r�pidamente que no ir�an solamente a hacer sus
necesidades y a platicar. Esper� unos minutos, y cuando se me hizo demasiado el
tiempo, me disculp� con mis compa�eros de mesa y me dirig� a los ba�os.
No las encontr� en el ba�o, pues, tal y como lo esperaba, las
3 estaban metidas en uno de los cub�culos. Me acerqu� a uno de ellos, del que
sal�an calientes gemiditos que infructuosamente trataban de apagar. Me agach� y
vi las piernas de Carla, sentada sobre el excusado y con el pantal�n en sus
tobillos, con alguien encima de ella, que reconoc� como Kika.
Me met� al cub�culo posterior y me sub� al excusado, apenas
logr� llegar hasta arriba para ver lo que hac�an (como sabr�n, soy mera
chaparra). Las 3 perras estaban gozando como dementes. Carla estaba sentada,
como ya les dije, su diminuta blusa estaba abierta por delante, dejando sus
enormes tetas colgando. Kika se hallaba ensartada sobre su gigantesca verga,
frente a Carla, desnuda con el vestido en el suelo, subiendo y bajando con
fuerza, ayudada por las manos de esa poderosa vestal. Y encima de Kika, sentada
sobre su pene y d�ndole la espalda, Felicia, que ten�a el vestido enrollado en
la cintura, luchando por sostenerse de la parte superior del cub�culo para que
la verga de Kika se le enterrara cada vez que esta subiera para tomar un nuevo
impulso sobre la de Carla. Esta �ltima se hallaba mam�ndole la ver a mi
hermano/hermana, pues le quedaba justo a la altura de la cara.
Yo me excit� much�simo, mientras esas 3 perras gem�an como
locas y desesperadas. Llev� mi mano a mi vulva y me puse a acariciarla por
encima de mi calzoncito. Ellas se hab�an calentado mientras bailaban en la
pista, las 3 se contoneaban al ritmo de la m�sica electr�nica y se restregaban
entre ellas. No pudieron evitar querer desahogarse en ese instante, as� que,
mediante miraditas, decidieron meterse a los ba�os.
En cuanto entraron, Felicia y Kika se trenzaron en un largo y
h�medo beso, gozando del morbo de saberse cu�ados que en ese momento iban
totalmente como mujeres. Carla las ve�a desde atr�s, sabore�ndose de antemano la
gran cogida que iban a tener y despertando su instinto de dominio.
Se les acerca por atr�s, las agarra del pelo con fuerza y las
obliga a hacer m�s profundo su beso. Baja las manos y les agarra el culo a las
2, restreg�ndolos, pellizc�ndolos y estruj�ndolos. Luego vuelve a tomarlas del
pelo y las separa, haciendo que la besen cada una por turnos. Estas aceptan
gustosas su legua, mientras la abraza y acarician su espalda y culo.
Carla las llev� al cub�culo, en donde tom� asiento.
Kika, calentame perra� � orden�, y mi Kika obedeci� de
inmediato, arrodill�ndose frente a ella mientras Felicia vigilaba la puerta.
Kika bes� apasionadamente a Carla, lami�ndole los labios y
las mejillas, jugueteando son su lengua entre su boca, pas�ndola luego por el
cuello hasta perderse entre su revelador escote. Con cuidado lo abri� y dej�
caer la blusa sobre su vientre, liberando esas 2 preciosas tetas que, a pesar de
ser de silic�n, se ve�an muy reales. Kika se prendi� a sus pezones ya erectos,
lami�ndolos y jugando con ellos, jalone�ndolos, mientras comenzaba un vigoroso
frote sobre los gruesos muslos de Carla, que la sujetaba fuertemente de la
cabeza y la enterraba contra su frondoso pecho.
Felicia, ven�a ac�. � dijo.
�Si? � atendi� sol�cita mi hermanita.
Preparale el culo que voy a partir en 2 a esta perra�
Felicia, totalmente desentendida de la puerta, se pone de
rodillas detr�s de Kika y le empieza a levantar la falda, rozando y acariciando
suavemente sus sensibles muslos, hasta llegar a su trasero, cubierto por una
breve tanga celeste que se pierde en medio de sus 2 carnosas nalgas. Felicia
empieza a dar de besos a aquella parte privilegiada de la anatom�a de mi marido,
mientras Kika termina de bajarle el pantal�n a Carla, mostrando una enorme verga
de 12 pulgadas que tantos recuerdos le tra�an.
Llev�ndose esa verga a la boca, Kika rememoraba su sabor, su
textura, su aroma. Aquel glande grueso y con forma de hongo, que chupaba como si
fuera un helado, aquel par de huevos gordos, que tomaba con una mano y lam�a con
pasi�n. Y mientras tanto, ella sent�a la c�lida lengua de su cu�ada repas�ndole
toda la raya del culo, intentando hurgar adentro de su ano, que lat�a en espera
de un deseado miembro. Mientras tanto, acariciaba suavemente su miembro,
despacio, arranc�ndole espasmos a Kika, pero sin llevarla al cl�max.
Felicia, ponele esto. � le dijo Carla, d�ndole una cinta
negra.
Felicia la amarr� alrededor de los huevos y verga de Kika,
as� manten�a erecto ese pene y evitaba que llegara al orgasmo con demasiada
facilidad.
Kika, no traemos cond�n, pero te aseguro que con nosotras
no ten�s nada que temer, todas estamos sanas�
�Ser� que no nos metemos con cualquier hijo de puta! �
agreg� Carla.
Felicia levant� a Kika, poni�ndola de pi� pero agachada, y la
penetr�, entrando dentro de ese foguead�simo ano como cuchillo en la
mantequilla. Ambas compart�an penes de dimensiones similares, 16 cm de largo, 17
a lo mucho, nada del otro mundo pero tampoco poco. Mi hermano/hermana se puso a
penetrar a mi esposo/esposa con fuerza, sujet�ndola de las caderas, d�ndole
nalgadas, mientras Carla manten�a su boca pegada a su poderosa tranca, Kika
mamada sin parar, recibiendo por ambos lados y con la incapacidad de acabar por
tener huevos y verga amarrados, algo que la volv�a loca.
�Te voy a partir en 2 perra! � exclam� Carla, sac�ndole la
verga a Kika de la boca y jal�ndola del pelo para besarla con fuerza.
Sin perder tiempo Kika se trep� sobre el fuerte cuerpo de la
dominatriz, guiando su poderoso m�stil, con ayuda de Felicia, hacia la abertura
ya dilatada por esta �ltima. No era la primera vez que ten�a algo as� adentro,
pero igual una nunca se acostumbraba del todo. Sinti� que se part�a en 2 pedazos
cuando la gruesa cabezota de hongo comenzaba a separar el esf�nter de su ano,
distendi�ndolo por la fuerza, abri�ndolo hasta el l�mite. Y luego, cuando fue
bajando, Kika juraba que pod�a sentir cada vena de esa enorme verga.
Apiad�ndose de esa su perra de turno, Carla se qued� quieta
por unos minutos para que el culo de Kika se acostumbrara al invasor. Mientras
tanto, Felicia desat� la cinta de los genitales de ella y se trep� encima de las
2 mujeres, ensart�ndose en el m�s que caliente falo de mi esposo/esposa de
frente a Carla, que sin perder tiempo captur� su pene moreno entre sus labios.
As� fue como las fui a encontrar yo, Felicia colgada de los
bordes superiores del cub�culo, para quedar m�s o menos en el aire y permitirle
la penetraci�n a su ser al falo de Kika, cuando esta sub�a y bajaba. Kika
penetraba a Felicia al subir con las caderas, sac�ndose un poco el largo y gordo
tronco de Carla, el que se ensartaba hasta las bolas cuando se dejaba caer. Y
mientras tanto, Carla mamaba como una ni�a golosa el pene de mi hermano/hermana,
succion�ndolo casi hasta la base, para sac�rselo poco a poco hasta quedar tan
solo con la punta adentro, para volverlo a meter hasta el fondo.
Las 3 mujeres gem�an como posesas, ya no les importaba ser
encontradas. Yo tampoco, mi mano estaba empapada entre mis piernas y me hab�a
desentendido por completo de lo que ocurriera afuera, en medio de un creciente
placer que cada vez me llevaba m�s cerca del cl�max.
����UUUGGGHHH!!!! ����UUUGGGHHH!!!! ����UUUGGGHHH!!!! �
gem�a Kika, que, por la intensidad de sus quejidos, estaba a punto de llegar
al orgasmo.
���DALE KIKA, DALE!!!� ����AY!!!! ����AY!!!! ����AY!!!!
����AY!!!!� ���PARTIME EN 2, PEGAME DURO!!!� ����AY!!!! ����AY!!!!� �
exclamaba Felicia, que ya andaba por las mismas - ���CARLA, CHUPAME LAS
ENTRA�AS, SACAME EL ALMA POR LA VERGGAAAAAA!!!
La sensaci�n de ser ensartada por atr�s y mamada por adelante
precipit� el cl�max de Felicia, que, en medio de convulsiones y fren�ticas
sentadillas sobre el falo de Kika, descargaba toda su leche dentro de la boca de
la otra, de Carla, que no perdi� un una sola gota. Luego le lleg� el turno a
Kika, que sujet�ndose fuertemente del pecho de Felicia, descarg� casi con furia
dentro de su ano, todo el contenido de sus test�culos.
Me baj� del inodoro, sintiendo como el orgasmo me llegaba
tambi�n, pero como no quer�a ser vista (y hasta el momento lo hab�a conseguido),
me tap� la boca con una mano, mientras la otra no paraba de pellizcarme el
cl�toris hasta que este me regal� un rico y largo orgasmo que empap� mi
calzoncito. Tuve que limpiarme con un poco papel higi�nico para evitar que se
notara.
Al salir, vi a Kika y Felicia arrodilladas, adorando el
imponente falo de Carla. Para poder acabar, esta las baj� de encima suyo y les
orden� que se la chuparan. Yo me asom� y aun pude verles los culitos a las otras
2, redondos y gorditos, uno moreno y el otro blanco, con un par de nalgas
carnosas y jugosas cada uno.
Felicia estaba pegada del lado izquierdo, de su ano sal�an
gotas de semen, una tras otra a cada movimiento que daba, sent� deseos de
arrodillarme y lamerlas y lo hice, asustando a las 3 amantes, pero
tranquiliz�ndose cuando vieron de quien se trataba. Al mismo tiempo le lam�
sobre los genitales de mi hermana, acariciaba su pene y el de Kika, cuyo ano
estaba abierto como un reposadera. Tambi�n all� met� mi lengua y acarici� con
suavidad.
Carla no tard� mucho m�s en acabar, apart� las cabezas de las
otras 2 y apunt� hacia mi pecho, yo la ayud� abri�ndome m�s el escote hasta que
mis senos hinchados casi se me salieron, para recibir las largas y abundantes
descargas de la enorme verga de Carla. 4 grandes chorros fueron a dar de lleno
sobre mis lactantes chichotas morenas, el quito fue capturado antes de salir por
la �vida boca de Felicia, que se bebi� el resto de ese delicioso semen.
Kika me tom� de la cintura y me jal� hacia ella, hundi� la
cara en medio de mis tetas y se dedic� a lamer con frenes� cada gota de esperma
que encontraba en el camino. Luego la tom� de la cabeza y se la ech� hacia
atr�s, bes�ndola profundamente, recogiendo del interior de su boca toda la leche
que pod�a tomar, lami�ndole los labios y las mejillas, llenas de semen tambi�n.
En voz baja, le susurraba "te amo, te amo", y ella me respond�a con lo mismo.
Sent� que alguien me jalaba el pelo por atr�s, oblig�ndome a
ver hacia arriba. Era Felicia, que con la boca rebosante de esperma de Carla,
empez� a escupirlo despacio dentro de mi boca abierta, y yo sabore�ndolo como el
mejor de los manjares.
Me puse de pi� y me alej� un poco, me extra�aba que nadie
hubiese entrado. Las vi all�, a las 2 tiradas a los pies de Carla, agotadas,
sudadas. Felicia ten�a el vestido enrollado en su cintura y Carla el pantal�n en
los tobillos y la blusa en su vientre. Tan solo Kika, dado el tipo de ropa que
llevaba, estaba aun vestida.
Me limpi� el escote, arregl� un poco mi cabello y retoqu� mi
maquillaje.
Todav�a me deben una buena cogida las 3, �oyeron? � les
dije y sal� del ba�o, en direcci�n a la mesa.
Al llegar a ella, la encontr� vac�a, ya no estaban Javier y
Diana. �A d�nde habr�n ido y qu� estar�an haciendo?
Continuar�
Garganta de Cuero.