Relato: Mini market: hiper gordo (3)





Relato: Mini market: hiper gordo (3)


MINI MARKET: HIPER GORDO (3)


�LTIMO CAP�TULO: EL GRAN CAMBIO.




Mir� sorprendido y del agujero por encima de sus bolas,
brotaba un chorro tremendo de esperma.


No pod�a salir de mi asombro.



"Y esto?" Pregunt� sin ocultar mi sorpresa.




No contest�, pero se ruboriz� mientras continuaba sin apartar su vista de la
m�a, al mismo tiempo que su semen abundante y extremadamente espeso segu�a
chorreando por mi mano y ca�a acariciando sus test�culos hacia el piso.



No me sac� los ojos de encima en ning�n momento, a pesar de
que los ten�a a medio cerrar por el cansancio y por su estado alcoh�lico.


Cuando las �ltimas gotas asomaban del umbral de su
inexistente pene, llev� mi mano mojada hacia mi rostro y le tom� el aroma.


Era muy fuerte.

No lo podr�a asegurar, pero todo hac�a suponer que hac�a much�simo tiempo que
estos l�quidos no sal�an de su cuerpo.


Su mirada se podr�a traducir como que ten�a varias
sensaciones al mismo tiempo: sorpresa, temor, verg�enza, agradecimiento y
finalmente resignaci�n.


Cuando finalmente le termin� de higienizar, lo ayud� a que se
levantara para llevarlo hasta su dormitorio e instalarlo en su cama, donde se
sent�.


Nunca dej� de mirarme al rostro, en ning�n momento. Segu�a
estudi�ndome constantemente.


Lo dej� s�lo en su habitaci�n y volv� al pasillo donde
termin� de lavar el piso, fui a enjuagar los baldes y lavar las toallas, los
pantalones y los calzoncillos de Pedro, los cuales colgu� en una cuerda para que
se secaran.


Cuando volv� al dormitorio, Pedro estaba a�n desnudo y ahora
acostado sobre la cama, y aunque todav�a se ve�an los efectos de su borrachera
continuaba pendiente de mis movimientos en todo momento.


"D�nde est� la cocina?" Pregunt�.


"Para qu�?" Me pregunt� a su vez.


"No te lo voy a decir. S� que te cuesta mucho confiar en la
gente, pero despu�s de lo que hemos compartido hoy, no te perdonar� si no
comienzas a rever esa postura." Dije sin estar seguro de presionarlo de ese
modo.


"La primera puerta de la derecha." Me dijo y me hizo sonre�r.




A los quince minutos, volv� con una jarra repleta de caf�, y
dos tazas.


"Pedro, no te parece que ya es hora de que comiences a
confiar en m� y teniendo en cuenta lo que yo he hecho por ti y que te ten�a
preocupado el saber c�mo poder retribu�rmelo, me gustar�a decirte ahora la forma
en que yo quisiera que me lo agradecieras." Dije y cerr� la puerta de su
dormitorio, qued�ndome a solas con �l.









Dos horas m�s tarde, abr� la puerta del dormitorio.


"Pedro, me gustar�a que me dieras tu autorizaci�n. No har�a
nada con tu esposa a tus espaldas, pero necesito tu consentimiento." Le dije sin
dudarlo. "Jam�s lo har�a si t� no lo apruebas."


"S�, Zesna. Por supuesto." Me dijo con una sonrisa en su
rostro. "Me queda muy clara tu intenci�n. No puedo creer que esto me est�
sucediendo y despu�s de haberte tratado tan mal como lo hab�a hecho. Estoy
completamente avergonzado por c�mo me port� contigo antes de conocerte."


"No, Pedro. Aunque realmente si debieras avergonzarte por
algo, eso debe ser por c�mo trataste a Cristina. No por m�." Dije convencido de
mis palabras. "Crees que podr�s ir a buscarla por el departamento como en una
hora y media, m�s o menos?" Agregu� pensando en que supon�a que me alcanzar�a el
tiempo.


"S�, el caf� me hizo muy bien. Ya estoy sobrio." Contest� con
una sonrisa.


"Bueno, recuerda que tu mujer no debe enterarse lo que
sucedi� hoy aqu�. Por lo menos yo no se lo dir�." Dije y me dispuse a volver al
edificio. "Puedo ir con tu esposa ahora, que est� en mi departamento?"


"S�, Zesna." Dijo contento. "Ahora s� que puedo confiar en
ti."


"Nos vemos dentro de una hora y media, entonces?" Le record�.
"No antes, pues necesito de ese tiempo."


"S�."


Me dispuse a dejarlo, despu�s de asegurarme de que ya estaba
todo bien all�.


"Zesna!" Me grit� con su voz gruesa.


"Qu�, Pedro?" Pregunt�.


"Gracias, amigo. Muchas gracias por lo que has hecho hoy por
mi." Dijo emocionado y me regal� una sonrisa sincera.






Sal� del almac�n con l�grimas en los ojos, aunque sonriendo y
con una satisfacci�n interior muy dif�cil de explicar y not� que ya estaba
amaneciendo.


Mir� el reloj que indicaba que faltaba un poco para las 7 de
la ma�ana.


La mierda!


C�mo pas� el tiempo!


Estaba cansado, pero hab�a algo que ten�a que hacer ese mismo
d�a, sin dejar pasar ni un minuto m�s.




Llegue al quinto piso, abr� la puerta del departamento y
entr�.


Las luces de la sala de estar segu�an encendidas, pero
Cristina no estaba all�.


Fui hacia el dormitorio y la vi acostada sobre la cama
gigante.


Estaba despierta.


Sonre�.


Admir� esa gorda sobre la cama donde duermo todas las noches.


No pude dejar de excitarme.


No pude quitar mis ojos de sus gordas tetas. C�mo se las
chupar�a salvajemente!


Y ese culo inmenso...! Me gustar�a com�rselo, lamerlo y
meterle mano.


Y c�mo ser�a esa concha? Posiblemente muy profunda y jugosa.



"Hola, no te o� entrar." Me dijo interrumpiendo mis
pensamientos. "No pude dormir ni un segundo. Qu� fue lo que sucedi�?"


"Mira, no te hagas ning�n problema ya que est� todo bien.
Demasiado bien." Le inform� para darle tranquilidad. "Pedro sabe que est�s
aqu�."


"�l sabe que estoy en tu departamento y que t� ven�as para
ac�?" Pregunt� asombrada.


"S�." Contest� con una sonrisa.


"No entiendo." Dijo sin disimular su sorpresa. "Es que �l es
muy celoso."


"No te preocupes, �l me ha dado permiso para estar aqu�
contigo por una hora y media." Contest� y cerr� la puerta del dormitorio.







A la hora se�alada, son� el portero el�ctrico.


Abr� la puerta del dormitorio.


"Ah� viene Pedro para buscarte. No te negar�s a volverte con
�l, verdad?" Pregunt� mientras confirmaba que era el gordo, y le permit�a el
acceso.


"No, Zesna." Dijo emocionada. "No podr�a negarme a nada de lo
que t� me pidieras."



Pedro lleg� al quinto piso, le permit� entrar al departamento
y apenas vio a su esposa fue a su encuentro, ambos se abrazaron y se dieron un
beso en la boca.


"Por favor, me perdonas por todos estos a�os que he sido un
est�pido?" Pregunt� �l mientras ambos lloraban.


Ella le respondi� con otro beso en los labios.


La mierda, yo tambi�n me emocion�.


"Gracias, Zesna." Me dijeron ambos gordos casi al un�sono.


Estas cosas son las que me llenan el alma







S�BADO.


9:30 AM



Pens� que no llegar�a puntualmente al trabajo esa ma�ana,
pero lo hice.


Le expliqu� a mi jefe acerca de lo que iba a realizar el fin
de semana y que deb�a vender unos n�meros para una rifa cuyo primer premio era
una canasta con no menos de 20 art�culos que conten�an productos enlatados,
botellas y paquetes de galletitas entre otros, y 19 premios m�s con distintos
descuentos de compra.


Le expliqu� para qu� era la rifa y le solicit� permiso para
intentar vender los n�meros a los empleados de la tienda, ya que tan s�lo sal�a
$10 cada n�mero, lo que era muy conveniente.


"Por supuesto." Me dijo. "Cu�ntos n�meros llevas vendido?"


"Reci�n voy a comenzar ahora, y s�lo me vend� yo mismo los
primeros 30 n�meros." Dije sonriendo.


"Cu�ntos n�meros son en total?" Consult� interesado.


"Trescientos." Contest�.


"Bueno. Vende todos los que puedas y tr�eme el resto que te
los comprar� yo, ya que me gusta la causa por la que lo haces."


"Gracias, jefe." Dije sorprendi�ndome por su cooperaci�n. Ya
descontaba de antemano que lo har�a, pero no de esa forma. No comprando todos
los n�meros restantes.


Todos los que trabajaban en la tienda me compraron un n�mero
como m�nimo. Lo cual agradec� a todos por igual.


Cerca de las 11 am, tom� el tel�fono para hacer mi primera
llamada. Daba ocupado. Marqu� otro n�mero.


"Miguel, puedes venir para la tienda a la hora de cerrar? No,
es un trabajo particular para mi....Muy bien, te espero."


Hice el llamado anterior. Nuevamente ocupado.


Realic� un nuevo llamado.


"...s�, Gerardo, esp�rame en la puerta de tu casa a las 2 y
media... S�, ponte tu ropa m�s vieja."


Me dispon�a a llamar una vez m�s a donde me daba ocupado,
cuando son� el tel�fono.


Era el llamado diario de las 6 de la tarde, aunque los
s�bados siempre los hac�a a esa hora.


"Oye, no quiero que te enojes, pero hoy no puedo. Estoy muy
ocupado. Tengo mucho para hacer. Pero por favor no dejes de llamar el lunes en
tu horario habitual." Dije y sin esperar un segundo para que no puteara, cort�
la comunicaci�n con el dedo manteniendo el tubo en mi o�do.


Otra vez me daba ocupado, por lo que decid� hacer otra.


"Hola, la casa de electricidad? Si, le paso una lista para
que me haga un presupuesto?" Y comenc� a detallarle lo que necesitaba. "Por
favor ll�meme apenas tenga el total." Le dije y le pas� mi n�mero de tel�fono
antes de cortar.


Nuevamente volv� a marcar el n�mero anterior.


Ahora s� sonaba.


"Hola?" Me dijo, y supuse que era Junior, ya que nunca hab�a
hablado con �l por tel�fono.


"Hola, Junior. Habla Zesna." Dije.


"..."


"Junior, verdad?" Repet� ante el silencio que inundaba la
l�nea.


"S�." Contest� simplemente.


"Qu� te pasa?" Pregunt� ante la posibilidad que hubiera
ocurrido alguna cosa en lo de Eduardo, ya que no lo not� con la calidez de otras
veces.


"No, todo est� bien." Contest�, pero a�n no era el Junior que
conoc�a. "Mi pap� no est�." Dijo.


"En realidad quer�a hablar contigo." Dije para que se pusiera
contento.


"Conmigo?" dijo, pero no demostr� ninguna alegr�a.


"Te sucede algo, Junior? Est�s enojado conmigo por algo?"
Pregunt�.


"No." Dijo simplemente, pero me pareci� que me ocultaba algo.


Le expliqu� el motivo de mi llamado, y en ese momento se
entusiasm�, y volvi� a ser el Junior que sol�a ser ante mi presencia.


"Entonces te paso a buscar despu�s de las 2 de la tarde?"
Quise confirmar.


"S�, Zesna. Por supuesto." Me dijo, y ya me dej� tranquilo de
que todo lo que estaba pensando eran en realidad suposiciones infundadas.


"V�stete con tu ropa m�s vieja y gastada." Le advert�.



Me llamaron de la casa de electricidad para darme el
presupuesto y lo acept�.


Cerca de la hora del cierre, vino Miguel, el electricista de
la tienda.


A las 2:10 PM pas� a buscar a Junior, y de all� conduje hacia
la casa de Gerardo muy cerca de nuestro destino.


Los cuatro llegamos al edificio de mi departamento, fui a
cambiarme de ropa, poni�ndome lo m�s viejo que encontr�, mientras ellos me
esperaban en el autom�vil y cuando volv�, fuimos directamente al almac�n de
Pedro.


Apenas el gordo y Cristina nos vieron, me vinieron a saludar,
mirando a los dem�s en forma por dem�s sorprendida.


"Aqu� lleg� el escuadr�n de la limpieza." Dije riendo.


"Zesna... Pero..:" Comenz� a decir Pedro.




"No, ustedes no se preocupen por nada." Les dije.


Y comenzamos la tarea.







EP�LOGO.





DOMINGO.


11:58 PM


"No les dije que terminar�amos el domingo?" Pregunt� con una
sonrisa de oreja a oreja.


Pedro y Cristina estaban abrazados llorando por la emoci�n.


No pod�an creer el local que estaba ante sus ojos.


Y simplemente hab�a corrido mucha escoba y plumero por all�,
bastantes litros de agua, algo de pintura, y el electricista que hab�a hecho su
trabajo.


El ex almac�n ahora estaba por lo menos diez veces m�s
iluminado que antes.


Un verdadero lavado de cara al ex MINI MARKET: HIPER GORDO.


Hasta el cartel hab�a cambiado.


Ahora era sobre fondo negro, y las letras en color blanco con
sombras rojas, dec�a: HIPER MINI MARKET: PEDRO.


Estoy orgulloso de c�mo me hab�an quedado las letras, que
aunque no soy un dibujante profesional, me defiendo bastante bien.


Me acerqu� al gordo que no paraba de llorar de la emoci�n.


"Ahora lo �nico que deben hacer es esperar a que la gente
haga fila para entrar al local." Dije sonriendo sinceramente.


"Zesna, nunca me voy a olvidar lo que has hecho por
nosotros." Dijo Pedro.


"Si, y adem�s est�s invitado para ma�ana a la noche que es el
cumplea�os de Pedro." Lo hablamos juntos y realmente queremos que vengas a tomar
algo con nosotros por lo menos.


"Muy bien, yo traigo el pastel de cumplea�os." Les dije para
que no se pusieran en gastos.


"Toma." Me dijo Pedro, devolvi�ndome el dinero que sobr� por
la venta de las rifas, luego de abonar los artefactos de iluminaci�n que hab�a
comprado, lo correspondiente a Miguel, el electricista de la tienda por hacer su
trabajo y la pintura que utilizamos para dar un aire de novedad al local.


"No, de ninguna manera." Le dije. "Eso que sobra es para que
compren m�s productos para el almac�n."


Pedro me abraz� y casi debemos llamar a una ambulancia,
porque estuve a punto de asfixiarme contra su tremendo pecho.


"Cuidado, Pedro, que lo vas a ahogar." Le advirti� Cristina.


"Deja que abrace a mi amigo." Dijo, y me hizo lagrimear.




LUNES


8:45 PM


Antes de volver al HIPER MINI MARKET, porque ya no era un
almac�n, fui a uno de los edificios de enfrente, donde funcionaba un local que
nunca antes hab�a conocido en mi vida.


Media hora despu�s, fui al flamante local, y no lo pude
creer. Estaba repleto de gente.


Apenas entr�, Cristina me se�al� y una se�ora me mir� y me
sonri�. Seguramente estaban hablando de mi en ese momento. Le devolv� la
sonrisa.


"Est� Pedro?" Le pregunt� a su mujer entreg�ndole el paquete
que conten�a el pastel prometido.


"S�, est� en el dormitorio. Pasa si quieres." Dijo.


Me gratifiqu� por dentro ya que finalmente me hab�a
convertido en amigo de la familia.


La puerta del dormitorio estaba cerrada, as� que golpe�.




"Soy Zesna." Dije.


"Pasa, querido." Me dijo la voz terriblemente gruesa.


Abr� la puerta y me qued� anonadado.


Pedro estaba afeitado completamente. Ni barba ni bigotes y
con el pelo corto y prolijamente cortado.


Parec�a otro.


Mi pene comenz� a ponerse duro.




"Feliz cumplea�os, Pedro." Le dije y se acerc� para darme la mano.


Le tom� la mano, pero le di un beso en la mejilla y �l me lo
devolvi�.


"Esto es para ti." Le dije y le entregu� tres de los cuatro
paquetes que ten�a en una bolsa.


"No te puedo aceptar esto." Dijo con l�grimas en los ojos.
"Despu�s de lo que has hecho por nosotros, encima te pones en gastos?"


"Es que t� no sabes lo mucho que significan para mi los
amigos." Le dije. "�brelos, por favor."


Primero abri� el paquete que conten�a la camisa, luego el del
pantal�n y por �ltimo el que pose�a el cintur�n.


"Tengo dudas con el cintur�n, pero creo que ser� de tu
medida." Le dije muy confiado. "Si te queda corto, te prometo que te mando hacer
uno m�s grande para la semana que viene."


Sus l�grimas no dejaban de correr mejillas abajo y fui a
cerrar la puerta del dormitorio con llave para que no nos interrumpieran en ese
preciso momento.


"Por qu� haces esto, Zesna. Por qu� eres tan bueno conmigo?
Si t� sabes que yo no puedo darte lo que t� buscas. Yo no soy homosexual." Me
dijo apenado.


"Lo s�." Dije sonri�ndole. "Lo hago porque quiero tu
felicidad y la de Cristina. Por eso mismo, tambi�n te traje este otro regalo." Y
le entregu� el otro paquete.


Pedro me mir� sin comprender.


Rasg� el envoltorio, y abri� los ojos como si fueran a
salirse de sus �rbitas.


"Qu� es esto???" Dijo entre sorprendido y espantado.


"Esto es un pene de latex." Le dije.


"Y qu� voy a hacer yo con esto?" Dijo sorprendido.


"Estoy seguro que encontrar�s un uso adecuado. Por qu� no lo
hablas con tu mujer y lo disfrutan juntos?" Dije dando por descontado que les
ser�a de una gran utilidad.


"Yo, no s�..." Balbuce� mi amigo.


"Pedro, quiero que sepas que yo los amo mucho, a los dos y me
gustar�a que vivieran su sexualidad lo mejor posible. Estoy seguro que a ella le
gustar� y que t� estar�s mucho mejor con ello. S�lo t� vas a ser el que le va a
dar placer a ella."


Se ruboriz�.


"No hay de qu� avergonzarse. T� no pod�as satisfacerla,
verdad? Pues, ahora s� puedes."


De pronto sonri� mirando ese pene de latex.


"Ahora ve a guardarlo y le das una sorpresa esta noche. S�?"


Pedro vino hacia mi y me abraz� nuevamente, aunque esta vez
tuvo m�s cuidado.


"Zesna..."


"No digas nada, Pedro." Lo interrump�. "S�lo teniendo tu
amistad, me doy por satisfecho.


Me mir� a los ojos y m�s l�grimas rodaron por sus gordas
mejillas.











FIN DE ESTE RELATO REAL.




BONUS EXTRA:


ESCENAS EDITADAS Y BORRADAS DEL RELATO.



(ESCENA 1)






"Hola, no te o� entrar." Me dijo interrumpiendo mis
pensamientos. "No pude dormir ni un segundo. Qu� fue lo que sucedi�?"


"Mira, no te hagas ning�n problema ya que est� todo bien.
Demasiado bien." Le inform� para darle tranquilidad. "Pedro sabe que est�s
aqu�."


"�l sabe que estoy en tu departamento y que t� ven�as para
ac�?" Pregunt� asombrada.


"S�." Contest� con una sonrisa.


"No entiendo." Dijo sin disimular su sorpresa. "Es que �l es
muy celoso."


"No te preocupes, �l me ha dado permiso para estar aqu�
contigo por una hora y media." Contest� y cerr� la puerta del dormitorio.







"Qu� sucede, Zesna?" Dijo preocupada. "En verdad no entiendo
nada."





"Nada malo, al contrario." Dije para
que se calmara. "Me cost� mucho convencer a tu marido, pero finalmente lo
logr�."


"Sigo sin entender!" Dijo sin ocultar que lo que dec�an sus
palabras era la verdad.


"T� me has dicho que se est� fundiendo el almac�n, verdad?"
Dije con una sonrisa.


"S�."


"Pues bien, estoy convencido que deben hacer una reforma. El
local que tienen es muy amplio, pero no est� en las condiciones adecuadas para
que los clientes se sientan atra�dos para ir a comprar all�, ya que ahora tienen
una competencia muy grande a unas cuadras. La gente adem�s de precios bajos,
busca comodidad, confort, lugares agradables y muy bien iluminados. Supongo que
el sal�n necesita muchas m�s luces de las que tiene. Adem�s precisa mucha
limpieza, pintura, etc." Dije y vino su pregunta que por supuesto ya estaba
esperando.


"Lo s�, Zesna. Pero no tenemos el dinero necesario para hacer
una reforma de esas proporciones." Dijo preocupada, pero no dej� de notar que
estaba de acuerdo conmigo.


"No se preocupen por eso. Yo los voy a ayudar." Dije
satisfecho.


"No, Pedro no ser�a capaz de aceptar tu dinero para hacerlo."
Dijo anticip�ndose a mi explicaci�n.


"Lo s�, ya lo he hablado con �l, y no era esa la idea en
realidad." Y le expliqu� lo que ten�a en mente. "Har�amos una rifa con un primer
premio de una canasta con productos del almac�n y con varios premios m�s con
descuentos especiales para los ganadores. Con eso pagaremos los gastos y
posiblemente sobre alg�n dinero a�n para comprar mercader�as."


Se emocion�, y me pidi� m�s detalles de la reforma.


Estuvo de acuerdo con casi todo.


No lo estuvo sin embargo, con el cambio de nombre del local
ya que "GORDO" era como conoc�an a su marido todos los clientes durante tantos
a�os. Eso fue un requisito sin e qua non para que yo los ayudara. Prefer�a que a
partir de ahora esos mismos clientes y los muchos otros que seguramente fueran a
tener de aqu� en m�s, lo comenzaran a llamar como siempre tuvieron que llamarlo:
"PEDRO", que era su nombre.


Finalmente acept�.




Organizamos los horarios, planificamos la ubicaci�n de los artefactos de
iluminaci�n, nos pusimos de acuerdo con los colores a utilizar, y todo lo dem�s
con referencia al nuevo look que le dar�amos al local.


"Qu� debemos hacer nosotros?" Dijo ya que todo lo iba a
organizar y realizar yo.


"Ustedes deben descansar, ya que cuando hagan la apertura el
lunes, vendr�n tantos clientes,
que no lo podr�n hacer a partir de
entonces." Dije y re�.


Tambi�n me encargar�a en conseguir algunas personas para que
nos pudieran ayudar con el trabajo de la limpieza.


Ultimamos todos los detalles, pintura, electricista, cantidad
de artefactos, todo lo concerniente a la rifa, y nos pusimos de acuerdo en que
ellos vender�an los n�meros en el barrio, y yo me encargar�a en hacerlo fuera de
�l.


"Gracias, Zesna." Dijo y me dio un beso en la mejilla,
traspas�ndome una gran cantidad de energ�a con el roce de sus labios.




A la hora se�alada, son� el portero el�ctrico.


Abr� la puerta del dormitorio.


"Ah� viene Pedro para buscarte. No te negar�s a volverte con
�l, verdad?" Pregunt� mientras confirmaba que era el gordo, y le permit�a el
acceso.


"No, Zesna." Dijo emocionada. "No podr�a negarme a nada de lo
que t� me pidieras."







(ESCENA 2)




"Pedro, no te parece que ya es hora de que comiences a
confiar en m� y teniendo en cuenta lo que yo he hecho por ti y que te ten�a
preocupado el saber c�mo poder retribu�rmelo, me gustar�a decirte ahora la forma
en que yo quisiera que me lo agradecieras." Dije y cerr� la puerta de su
dormitorio, qued�ndome a solas con �l.




Apenas entr�, se tap� los genitales con parte de la s�bana,
sin embargo sigui� mir�ndome, estudiando mis movimientos, como lo hab�a estado
haciendo durante largo rato y mientras tomaba grandes sorbos de caf�.


"Ya eres consciente de que yo te quiero ayudar, verdad?"
Pregunt�.


"S�, pero a�n no s� por qu� lo est�s haciendo?" Pregunt� a su
vez.


"Me caes bien. Me has ca�do bien desde la primera vez que te
vi. Y cada vez que te conozco m�s, me caes a�n mejor. por m�s que t� no me
quer�as ni saludar." Dije sonriendo.


"Dime una cosa, a ti no te dio asco todo lo que has hecho
hoy?" Me pregunt� sorprendi�ndome de repente.


"No, Pedro." Dije honestamente. "Por lo menos, no
haci�ndotelo a ti. Y te juro que lo har�a una y mil veces m�s si es que t� lo
necesitas. Quiero que te quede claro que no hay nada que yo no har�a por ti."


"No entiendo por qu�!?" Dijo desconcertado.


"Es que no puedes creer que alguien te tenga afecto?"


"Esto no tiene nada que ver con el afecto." Dijo sin dejar de
tener raz�n.


"Es verdad, pero s� tiene que ver con lo que yo siento por
ti." Dije sincer�ndome.


"Pero si ni siquiera me conoces?"


Le tom� la mano.


Se produjo un Shock el�ctrico que ambos sentimos.


Intent� soltarse de mi mano, pero se lo imped�.


"No necesito conocerte para saber que siento una muy fuerte
atracci�n por ti, Pedro." Confes�.


Neg� con la cabeza, y ahora s�, logr� zafarse de mi mano.


"Hace mucho que no eyaculabas, verdad?" Le pregunt� a
bocajarro.


"C�mo sabes eso?" Pregunt� sin disimular su sorpresa.


"Pedro, yo s� muchas cosas de los gordos. S� lo muy dif�cil
que es la vida sexual para muchos de ellos." Dije buscando las palabras
adecuadas para hacerlo sentir m�s c�modo conmigo. "Por qu� no conf�as en mi, que
lo �nico que quiero es ayudarte?"


"Es muy dif�cil para mi confiar en la gente." Confes�. Me han
hecho mucho da�o." Dijo con amargura.


"Supongo que s�. Y si luego de lo que hemos compartido hoy,
a�n no conf�as en m�, posiblemente nunca puedas confiar en alguien m�s." Le dije
para que fuera consciente de mis deseos de ayudarlo. "No tienes ninguna clase de
relaciones sexuales con tu esposa?" Pregunt� convencido de que no me iba a
contestar.


"No!" Contest� sorprendi�ndome.


"Por qu� no?" Quise averiguar.


"Porque no puedo." Dijo sin dejar de mirarme.


"Por qu� no?" Ahora estaba �vido de informaci�n. "Ella me
dijo que te ama. T� no?"


"La amo con todo mi ser." Dijo con l�grimas en los ojos.
"Pero soy incapaz de satisfacerla."


"Y qui�n te dijo eso?" Pregunt�.




"Mira, no quiero hablar contigo de este tema." Me confes�.


"Y por qu� no? No te has dado cuenta a�n que yo quiero
ayudar?" Rogaba para que me lo permitiera. "Por favor, Pedro. D�jame ayudarte en
todo lo que pueda. Estoy seguro de que lo puedo hacer."


"No puedo satisfacer a mi esposa." Dijo lament�ndose y
poni�ndose nervioso.


"Por qu� no?" Insist�.


"T� ya viste que casi no tengo pija." Me dijo preocupado. "No
sirvo como hombre."


"qui�n te dijo eso? Eso no es verdad. T� eres muy hombre, y
tu esposa te quiere por eso." Dije para que se calmara, ya que estaba perdiendo
el control.


"No tenemos ninguna actividad sexual." Dijo sin demostrar
tristeza, pero posiblemente consciente de que todo era producto de una rutina
que ya estaba instalada en su hogar. "Es que no tengo erecciones, y por eso no
puedo penetrarla." Dijo, sorprendi�ndome nuevamente, ya que inexplicablemente lo
not� m�s dispuesto a confiar en mi.


"No creas que s�lo la puedes satisfacer penetr�ndola." Dije
convencido. "Y ella qu� hace por ti, sexualmente hablando?"


"No te andas con vueltas, verdad?" Pregunt�. "Vas al centro
del tema sin rodeos."


"Ya te dije, que quisiera ayudar en todo lo que pueda, pero
para ello debes confiar en m�. Debes convencerte que no te voy a defraudar si lo
haces." Volv� a insistir.


"No creo que puedas ayudar con esto." Dijo resignado. "No
tenemos vida sexual desde hace muchos a�os. Eso no impide que nos amemos, tanto
como no mucha gente ama a su pareja."


"Lo s�. Te juro que noto lo mucho que se aman." Dije
honestamente."Pedro, el tama�o no es lo m�s importante. Adem�s hay muchas otras
cosas que se pueden hacer sin penetrar a tu pareja. T� por ejemplo, alguna vez
le has lamido la vagina?"


"Por Dios, no." Contest� aterrorizado.


"Y por qu� no?" Le pregunt�.


"Es que no creo que a ella le gustar�a." Contest�.


"Se lo has preguntado alguna vez?" Quise saber.


"No. Nunca." Confes�.


"Entonces por qu� supones que no le gustar�a?" Insist�.


"Supongo que el motivo es que ella es muy cat�lica." Dijo
convencido que esa ser�a la raz�n.


"O sea que ella porque es cat�lica no va a mear ni a cagar?"
Dije ir�nicamente. "Eso no tiene nada que ver, Pedro. T� nunca le has preguntado
si ella no quisiera que t� le lamieras o le chuparas all� o bien el culo?"


"No." Contest� mir�ndome como si yo estuviera hablando en un
idioma extranjero, completamente irreconocible para �l.


"Y a ti, te ha chupado alguna vez?" Pregunt� seguro de
causarle alguna incomodidad.


"No." Dijo simplemente sin agregar m�s.


"Nunca? Ni siquiera una mamada?" Pregunt� anonadado.


"No." Repiti�.


"Y ti te gustar�a que te chupe?" Pregunt� sabiendo que estaba
siendo perverso.


"No s�... creo que si." Contest� dubitativamente.


"Pedro, si me lo pidieras a mi, te lo conceder�a ahora
mismo."


"Nooo!" Exclam�.


"No te preocupes, estaba bromeando. Mira, vi c�mo eyaculaste
apenas te acarici� mientras te higienizaba. Ella te ha acariciado alguna vez de
esa forma?"


"No."


"Por qu� no se lo pides?" Iba a contestar, pero se lo imped�.
"Por qu� no le dices lo que quieres que te haga? Por qu� no le dices que te
gustar�a que te acaricie? Que lo necesitas? Que te chupe el pene si as� lo
deseas, que te pase la lengua por los test�culos o por el culo, si quieres que
as� lo haga? Pedro, ella te ama y estoy muy seguro que har�a todo eso, y mucho
m�s por ti, absolutamente todo lo que le pidieras s�lo para verte feliz, y
satisfacerte. Y tambi�n tengo la certeza de que a ella le gustar�a tener tu pene
en su boca, de acariciarte todo lo que a ti te excite, tus tetas, tus
test�culos. Estoy seguro que hasta te masturbar�a si se lo pidieras y en
compensaci�n, t� podr�as preguntarle a ella qu� es lo que le gustar�a que le
hicieras. Si quiere que le mordisquees las tetas, muy bien. Si quiere que le
chupes la vagina, o el culo si t� te animas, eso tambi�n estar�a bien. As� como
a ti te gustar�a que te sacara la leche, a ella tambi�n le gustar� que le metas
mano o alg�n dedo, que veo que los tienes gorditos." Y le tom� uno con mi mano,
se lo acarici�, y lo sacudi� para que no siguiera haci�ndolo. "Por qu� nunca
hablan entre ustedes acerca de qu� es lo que m�s les gustar�a hacerse uno al
otro sexualmente hablando?"


"No lo s�." Contest� siendo absolutamente honesto.


"Est�s excitado?" Dispar� sin previo aviso.


No me contest�.


"La tienes parada?" Insist�.


Tampoco hubo contestaci�n.


Met� la mano por debajo de la s�bana para saberlo, pero
r�pidamente �l me la apret� contra su muslo para evitar que avanzara y la
mantuvo all� sin dejar de mirarme.


"Est�s hirviendo, Pedro." Dije aventurando una respuesta a mi
pregunta. "Est�s muy excitado, verdad?"


"S�." Contest� finalmente, lo que me hizo regodearme y
reconocer que yo estaba por el camino correcto.


"S�lo dime si la tienes dura en este momento, por favor."
Rogu�.


"S�." Reconoci�.


"Una �ltima cosa: D�jame v�rtela parada aunque sea una sola
vez, y te prometo que no te molesto m�s con eso." Dije sin estar seguro de
cumplir con mi promesa.


Lentamente se quit� las s�banas que lo cubr�an, se levant� la
panza con una mano, y con la otra los rollos que ocultaban lo que quer�a ver, y
cuando lo hizo, s�lo pude apreciar una cabecita rosadita erecta que me miraba y
goteaba bastante. �l la oblig� a que me saludara, haci�ndola saltar por dos
veces consecutivas.




"D�jame tocarla ahora, por favor." Supliqu�.


"No. Pero es que siempre ir�s a pedir algo m�s? Ya te permit�
verla. Si te la dejo tocar, qu� seguir�a a continuaci�n?" Pregunt� soltando su
panza y ocult�ndome toda su entrepierna de mi vista.


"Te rogar�a que me la dejaras chupar." Dije sinceramente.


"Vete a la mierda!" Dijo apenas saqu� la punta de mi lengua y
volvi� a cubrirse con la s�bana sin dejar de mirarme a los ojos en ning�n
momento, como estudiando mis reacciones continuamente.


"Entonces, ahora que veo que todo lo que te he dicho te ha
excitado sobremanera, le har�s a ella todo eso para que lo disfruten juntos,
verdad?" Pregunt� para conocer si realmente se animar�a a hacerlo ahora que
confirm� que todo eso hab�a logrado casi la misi�n imposible de pon�rsela dura.


"No creo. Es que es muy dif�cil que ella me pida que yo le
haga todo eso." Dijo apenado.


"Lo importante es saber si a ti te gustar�a hacerlo? Que
est�s realmente convencido de que en verdad lo quisieras hacer." Pregunt�.


"Suena divertido, no?" Dijo despu�s de pensarlo por unos
instantes.


"Jajajajajajajajajaja! S�, seguramente ser� muy divertido."
Dije muri�ndome de la risa por su ocurrencia. "Pero no me contestaste, a ti te
gustar�a hacerlo?"


"Supongo que s�. Por lo menos me gustar�a intentarlo. S�...
definitivamente me gustar�a probarlo." Dijo ahora entusiasmado con la idea.


"Bueno, si yo estuviera en tu lugar, y suponiendo que mi
esposa nunca me pidiera que le hiciera todo eso, sabes qu� le dir�a? Cuando
estuvi�ramos en la cama a la noche, primero la comer�a a besos y luego le
susurrar�a al o�do, bien despacio, muy despacio para evitar que algunos
micr�fonos ocultos pudieran escuchar: �Querida, ven que tengo algo nuevo para
hacer juntos� o bien �Querida, tengo algo para ense�arte�. A las mujeres les
gustan las cosas nuevas. Les gustan esas demostraciones de afecto y de loca
lujuria. Y te aseguro una cosa. M�s vale que te guste lo que haces, porque luego
te suplicar� que lo vuelvas a hacer una y otra vez." Por supuesto que en
realidad esto no lo sab�a entonces, pero fue un planteo bastante coherente ya
que ten�a presente mis relaciones con los gordos, y supuse que todo lo que yo
les hac�a a ellos deber�a tambi�n gustarles a las mujeres.


A qui�n no le gustar�a en realidad? S�lo era cuesti�n de usar
el sentido com�n.


"Es que alguna vez le has dado siquiera un beso en la boca?"
Continu�. "Me refiero a uno de verdad. Meti�ndole la lengua dentro, y
jugueteando con la suya? Llen�ndola de tu saliva y saboreando la de ella?"


"?�?�?�?�?"


Silencio.


Su cara me lo dijo todo.


"Pero Pedro. Por qu� no despiertas?" Dije acompa�ando mis
palabras con una peque�a sacudida luego de tomarle ambos brazos con las m�as?
"No puedes seguir durmiendo de esa forma. Se te va la vida Pedro, tu mujer te
ama y t� no reaccionas."


M�s l�grimas brotaron de sus ojos haci�ndome sentir un poco
inc�modo al principio, pero luego cuando comenz� a asentir con la cabeza
lentamente, me sent� satisfecho, porque por lo menos �l reconoc�a que algo de
raz�n ten�a con mis dichos.


Le toqu� la mejilla con mi mano.


Por Dios, c�mo quer�a partirle esos labios gruesos con los
m�os, s�lo con el fin de ense�arle c�mo hacerlo.


Bueno, para ser honesto, eso no es cierto.


Quer�a romperle la boca con un beso porque se ve�a muy
apetecible, y cuando lo ve�a as�, llorando con sus m�s de 300 kilos
desparramados sobre la cama, lo ve�a tan fr�gil que quer�a ser su protector por
el resto de su vida brind�ndole todo el cari�o, todo el afecto, todo el amor,
todo el placer que fuera capaz de darle y que seguramente �l estaba necesitando
urgentemente.


Est�pido como siempre, hice esfumar mis deseos como por arte
de magia, porque mi miembro comenzaba a despertar.




Cuando sus l�grimas suspendieron la estampida, le expliqu�
acerca de mi idea de hacer una reforma en su muy deca�do almac�n y ya todo fue
muy f�cil para m�.


"Zesna, luego de lo que has hecho hoy aqu�, no tengo m�s
excusas para no confiar en ti." Dijo.


Se abalanz� sobre m� para darme un fuerte abrazo. Lo acept�
con mi mayor gusto y apret� mis brazos torpemente por los costados de su cuerpo.



Una vez que nos separamos, estuvo de acuerdo con realizar
todo lo que fuera necesario para salvar su negocio pero se lament� de no poder
hacer demasiado porque no ten�an dinero para ello.


Le expliqu� que la soluci�n ser�a organizar una rifa y le
gust� la idea, pero me dijo que de la parte comercial del almac�n se encargaba
su esposa.




"Ella est� en este momento en mi departamento." Le confes�.


Me mir� seriamente.




"Qu�?" Dije sonriendo. "Est�s celoso?" Y fui a tocarle los test�culos por debajo
de la s�bana que los ocultaba de mi vista.


"No." Me dijo retir�ndome la mano de all� con la suya cuando
apenas llegu� a acarici�rselos. "Si eres gay, no tengo nada que temer... Aunque
no pareces ser marica." Puso cara de desconfiado.


"No, no lo soy. S�lo me gustan los gordos." Me sincer�. " Si
alg�n d�a necesitas algo, s�lo me tienes que llamar." Le dije y sonre�.


"No gracias." Me dijo. "Prefiero a mi mujer."


"Qu� l�stima!" Coment�. "Yo soy el que me lo pierdo. Hablando
de tu mujer, a�n no me has dicho si puedo hablar con tu esposa del tema de la
reforma."





Abr� la puerta del dormitorio.


"Pedro, me gustar�a que me dieras tu autorizaci�n. No har�a
nada con tu esposa a tus espaldas, pero necesito tu consentimiento." Le dije sin
dudarlo. "Jam�s lo har�a si t� no lo apruebas."


"S�, Zesna. Por supuesto." Me dijo con una sonrisa en su
rostro. "Me queda muy clara tu intenci�n. No puedo creer que esto me est�
sucediendo y despu�s de haberte tratado tan mal como lo hab�a hecho. Estoy
completamente avergonzado por c�mo me port� contigo antes de conocerte."







�LTIMO PLUS:


(FINAL EXTENDIDO)





De pronto sonri� mirando ese pene de latex.


"Ahora ve a guardarlo, y le das una sorpresa esta noche. S�?"


Pedro vino hacia mi, y me abraz� nuevamente, aunque esta vez
tuvo m�s cuidado.


"Zesna..:"


"No digas nada, Pedro." Lo interrump�. "S�lo teniendo tu
amistad, me doy por satisfecho.






Me mir� a los ojos y m�s l�grimas rodaron por sus gordas
mejillas.






Desde el d�a siguiente al cumplea�os de mi obeso amigo, el
horario de atenci�n al p�blico del HIPER MINI MARKET: PEDRO pas� a ser de 8 a 13
y de 16 a 23 horas.


A partir de ese d�a, se iban a dormir m�s temprano y abr�an
un poco m�s tarde a la ma�ana. O sea, que era obvio que pasaban bastante m�s
rato en la cama.


Me hizo soltar una sonrisa un tanto p�cara, ya que estaba muy
feliz por mis amigos.


Y eso no era todo por supuesto, adem�s me percat� que ahora
tambi�n dorm�an la siesta.





AHORA S�: FIN DE ESTE RELATO REAL.


Comentarios, o email ser�n bienvenidos.



Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Mini market: hiper gordo (3)
Leida: 602veces
Tiempo de lectura: 28minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























Nacida cachorrita zoofiliacoñito lindoRelato de unibersitaria su perro le cojemi padre me desvirgo en mi cuarto relatosrelatos eroticos en una pisina me follaron variosrelatos fantasias sexualesvioladas por ladronesfollando cuñada borracharelatos eroticos de incesto con fotos e ilustradossme cogi una gallinarelatos eroticos mi marido y yo jugando con un arnesrelatos eróticos mi madre enculada por el albañilsuegras.i.yerno.relatosrelatos heroticos me cogi ala nuestra sirvientarelatos porno mi sobrino de 12 me embarazarelatos de chantajerelato erotíco sobrinito analrelatos heroticos de perreohumillacion anal relatosTailandesa anal relatorelatos me violaron y me gudtoespio a mi padrastro relatorelatos porno hija virgenhistorias eroticas de nenas de 10 a 11 gratisilrelatos de sexorelatos eróticos Cuando llegamos mama lo organizo todo, junto con mi hermano, mas o menos por esas fechasmi hijita de 9 añitos relatorelato erótico chica caliente folla con un taxistaHistorias lesbicas filial/relato16451_Me-pone-cachonda-excitar-a-mi-hermanito-menor.htmlporno de lebianasenfermeras muy cachondasrelato erótico mi abuela masturbando relatos eroticos gaysoy gay me encantan que me cojan durmiendo relatosRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gayschicas mamando penesnelly relatos lesbicosRelatos gays j�venes con madurosrelatos xxxx familia feliz follando unidos Relato tu madre es mi putarelatos pornos me coji a la muchachita culona hija de mi vecinaDesvirgue una jovencita relatosmi hijita de 9 añitos relatoRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezDeseo el culo de mi mama relatos pornoporn arabiinocente hijita cuentos cachondosrelatos calientes.com el,pecado,de,mi,madrerelatos pornorelato y arrimones en el metro con mis amiguitasrelatos eroticos hijita de mi amigopadre viola su hija relatos pornorelatos porno sin piedadrelatos eroticos de mi infanciarelatos pornos de abuelos q desbirgaron a nenas de 8 añitosrelatos cuentos porno bdlol.ru mami papiRelatos pornos mi hijo de 8 toma teta y lo masturbogoku y gohan relato xxx gayrelatos xxx incesto forzadocolegialas teniendo sexoRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezrelatos la vergota de mi tio ismaelrelatos eroticos de aidee cojiendo sin salir de casarelatos porno gay españarelatos eroticos manoseada grupalmi hijita de 9 añitos relatoRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysmi hijita de 9 añitos relato/relato37010_me-comio-mi-perro.htmlninas follando con viejos