Hola, me llamo Flora Nelly, pero me dicen simplemente Nelly.
Quiero contarles algo que me sucedi� la semana pasada y que me tiene todav�a muy
excitada, al grado que cada vez que me acuerdo, me masturbo.
Soy bi�loga, tengo 26 a�os y vivo con mis pap�s en
Chilpancingo. He tenido problemas para encontrar trabajo, aunque soy buena
secretaria y s� algo de dise�o gr�fico. Pues bien, buscando en Internet,
encontr� una oferta de empleo en la ciudad de M�xico como capturista en un
peri�dico, envi� mis documentos y obtuve una cita.
Me arregl� lo mejor que pude, me puse una minifalda negra,
medias transparentes, zapatillas, una blusa negra con florecitas doradas y un
saquito negro. Mis hermanos me rega�aron porque dec�an que parec�a prostituta,
pero yo estaba segura de que me ve�a bien. Al llegar a la terminal de autobuses
de M�xico, entr� al ba�o a pintarme y me comuniqu� al peri�dico. Me dijeron que
la cita era a las seis de la tarde y eran apenas las dos y media, pero que a las
cinco y media el carro mensajero pasar�a por m� enfrente del hotel "Boreal" que
est� en la calzada de Tlalpan cerca de la estaci�n del metro "Chabacano".
Tom� el Metro hasta la estaci�n y me baj�. Las miradas en mis
nalgas y los piropos de los hombres eran insistentes y yo me sent�a contenta, me
gusta que me vean y me digan cosas, incluso groser�as, me excita mucho eso.
Encontr� el hotel y vi que hab�a un bar, me met� y ped� una
copa de amareto. Claro que no faltaron los galanteos, invitaciones y hasta
propuestas de todo tipo. Tom� varias copas, no s� cu�ntos, hasta que dieron las
cinco y media. No hubo necesidad de pagar, alguien hab�a pagado mi cuenta.
Cuando sal�, el aire me mare� bastante y me sent� ebria. Me par� a un lado de la
banqueta a esperar el carro del peri�dico, seg�n me hab�an dicho era un
volkswagen negro con el r�tulo. Hab�a varias mujeres como yo, a la orilla de la
banqueta y comenzaron a hacerse colas de autos frente a nosotras. Me di cuenta
que era inevitable que ocultara la pinta de puta, pues me confund�an
constantemente.
Dieron las seis y no llegaba el mentado vocho y comenz� a
llover; de pronto, mientras unos tipos me ofrec�an dinero para irme con ellos,
escuch� un claxonazo, era uno tipos en un vochito negro y sin pensarlo me sub�
entre dos tipos que iban en el asiento trasero. Estaba bastante mojada y uno de
ellos me dio un pa�uelo. Me di cuenta que iban tomando tequila y me ofrecieron
un trago y me lo tom�, pensando que eran los del peri�dico.
El carro avanzaba hac�a Taxque�a, entonces pregunt� que
ad�nde �bamos, me dijeron que a donde yo quisiera. Me extra�� y comenc� a
observarlos mientras uno de ellos me daba m�s tequila. Eran unos hombres
j�venes, treinta�eros, parec�an como empleados de alguna oficina, todos de
traje. Not� que el que iba junto a m�, estaba guap�simo. La lluvia era intensa y
se hizo un embotellamiento, comenzaron a mentar madres y abrieron otra botella
de tequila. El que iba junto a m� pas� su mano atr�s de m� y el otro comenz� a
agarrarme las piernas, me zaf� y les pregunt� que qu� pasaba. El que iba
manejando me dijo que no me hiciera pendeja, que iba a ser con los cuatro.
Yo me espant� y les pregunt� que si no eran los del peri�dico
y se comenzaron a re�r. Yo trataba de explicarles pero los que iban junto a m�
me empezaron a manosear toda. Mis lentes estaban empa�ados y no pod�a ver bien,
los quise limpiar pero era in�til, est�bamos en el embotellamiento y llov�a a
c�ntaros. Por fin los calm� un poco y les expliqu� que era lo que yo iba a
hacer, pero no me creyeron, me dec�an:
Si Chucha, �as� vestida en Tlalpan y buscando trabajo en
un peri�dico? Ja� -
Como les insist�a y no dejaba que me tocaran a su antojo, uno
de ellos me dijo:
Pues �rale pinche piruja; si no quieres con los cuatro,
b�jate. Te �bamos a pagar bien� -, y abri� la puerta.
Quise salir, pero la lluvia era intensa y estaba inundada la
calle. Me volv� a sentar y me qued� quietecita, quer�a llorar pero no pod�a.
Escuch� que alguien dijo:
No que no, mamacita-
Me dieron otros tragos de tequila y volvieron al manoseo. Sus
comentarios me desconcertaban, nunca hab�a escuchado que dijeran de m�:
�Qu� buenas patas tiene esta cabrona!, �Qu� culo!, �Qu�
chichotas de mujer!, �Est� sabrosa la putita!, �Hasta parece una puta
intelectual con esos lentes! �
Por mi cabeza pasaban muchas cosas, se estaba haciendo noche,
yo casi no llevaba dinero y no podr�a pagar un hotel para quedarme, est�bamos en
medio de una inundaci�n y embotellados en la calzada de Tlalpan, no me atrev�a a
bajarme del carro y esos tipos estaban convencidos de que yo era una puta.
Se puso m�s oscuro, la luz se hab�a ido. Sent� unas manos
desabroch�ndome la blusa, movi�ndome la copa del brasier y luego una boca
chup�ndome un pez�n y una mano acarici�ndome el otro; otra mano entre mis
piernas rompi� mi pantimedia buscando mi conchita y otra m�s en mis nalgas.
Hasta entonces escuch� m�sica y la voz de Jos� Jos� en el est�reo. El tipo guapo
era el que me estaba ya dedeando bien rico y comenz� a besarme en la boca y el
cuello, mientras el otro no soltaba mis senos. Los dos agarraban mis nalgas. Me
puse flojita, flojita y la vez que recordaba que en una ocasi�n en que estaba
mam�ndosela a un amigo en su carro, me pregunt� que si quer�a otra verga y yo
pensando que era el momento le dije que s�, y el llam� por su celular a uno de
sus cuates y luego lleg� y lo hice con los dos.
En �se momento me vine, fue un orgasmo riqu�simo, el tipo que
me ten�a dede�ndome les dijo a los otros:
Esta vieja ya se vaci�-, y todos comenzaron a re�rse.
Los carros comenzaron a avanzar y casi instintivamente
comenc� a buscar con mis manos la verga de cada uno de los tipos que ten�a a los
lados, el de la izquierda era de tama�o normal, pero el otro era m�s grande.
Comenc� a jadear y uno de los de adelante dijo:
Ap�rate, hay que aprovechar que esta puta est� bien
caliente-
Se metieron a un hotel, subimos por el elevador y los que me
ve�an no dejaban de observarme, me di cuenta que estaba despeinada, con la
pintura de los labios y la de los ojos corrida, ten�a la blusa desabrochada y el
brasier tambi�n, la falda m�s arriba de lo normal y las medias aguadas. Entramos
al cuarto y el del hotel les dijo que no hab�a cuartos para cinco, pero le
contestaron que nada m�s me cog�an y nos �bamos y le dieron su propina. Por fin
pude ver bien a todos, eran altos pero sobresal�a el tipo guapo. Ellos tambi�n
me vieron de arriba abajo y uno dijo:
�Est� buenota esta hija de la verga!, vamos a darle-
Me pasaron la botella de tequila y le di varios tragos
grandes. Uno me agarr� del brazo y me llev� hasta la cama, otro dijo:
Pido mano-, yo les dije que iba al ba�o.
Estaba confundida pero el alcohol me hab�a alborotado la
hormona, estaba caliente, no me imaginaba que iba a suceder pero me arregl� un
poco, me pint� mientras escuchaba su conversaci�n; se estaban poniendo de
acuerdo, unos quer�an de uno en uno y otros no. Sal� y como me vieron arreglada
se pusieron m�s calientes. La televisi�n estaba en un canal porno y por
coincidencia una chava estaba con varios hombres y me imagin� que era yo.
Me tom� otros tragos de tequila y me sub� a la cama y trat�
de bailarles un poco, pero no dur� mucho tiempo as�, me tumbaron y comenzaron a
manosearme y alguien me dio su verga en la boca. Me perd� en el tiempo, sent�a
sus penetraciones, las disfrutaba, sus manoseos, sus bocas mamando mis senos y
sus trancas hasta la garganta. Volv� a sentir vergas en mi ano como cuando me
violaron, y lo m�s rico, la doble penetraci�n como la sent� antes con unos
amigos, aunque ahora era triple porque siempre tuve una en la boca. Se las mam�
lo mejor que pude y les obedec� en todo lo que me pidieron, incluso a algunos le
lam� el trasero. Tuve tantos orgasmos que la cama qued� empapada de mis juguitos
y de nuestro sudor.
Pero al que m�s disfrut� fue al guapo, su verga era enorme,
lo pude identificar en mi vagina y especialmente en mi culo y en la boca. Pero
lo m�s excitante fue tragarme sus eyaculaciones. Siguiendo la trama de la
pel�cula que estaba en la tele, les ped� que se vinieran en mi cara y as� lo
hicieron, incluso mis lentes se llenaron de semen y disfrute lami�ndolos hasta
dejarlos limpiecitos. Tragu� mucha leche y me gust�.
De pronto todos quedamos exhaustos, eran las once y media de
la noche. El tequila se hab�a acabado y comenzaron a vestirse. Como ve�an que yo
no me levantaba de la cama, me dijeron que si me iba a quedar, pero que ellos no
iban a pagar el resto de la noche. Les volv� a explicar quien era y porque
estaba ah� donde me hab�an recogido, les ense�� mis papeles y hasta mi
identificaci�n. Por fin me creyeron.
Comenzaron a hacerme un mont�n de preguntas, que porqu� era
tan puta, que por qu� me vest�a as�, que si me hab�a gustado, que por qu� no me
hab�a ido. Trat� de contestarles todo, pero cuando les dije que me encanta la
verga, uno dijo:
Si quieren yo me quedo con la chava y pago el hotel hasta
ma�ana-, pero ya todos se estaban arrepintiendo de irse.
Pidieron tres botellas de tequila, tuvieron que pagar otro
cuarto porque los de la administraci�n no quisieron que todos nos qued�ramos en
una sola y comenc� a escuchar sus llamadas a sus casas. Todos eran casados y
como siempre, inventaron de todo para justificarse con sus esposas, incluso uno
le habl� a su mam� para pedirle que le dijera a su esposa que estaba ah� con
ella.
Me ba��, me lav� los dientes y sal� envuelta en la toalla. El
saber que no era una puta, los excit� much�simo; bueno, quise decir una
callejera. Me puse mi pantaletita y mi brasier. Ellos segu�an viendo el canal
porno. Me sent� entre ellos, ya hab�a llegado el tequila y volv� a tomarme
varios traguitos. Nadie me ve�a ni me dec�a nada, luego supe que lo hab�an hecho
a prop�sito. En la pantalla, unos polic�as blancos, se estaba cogiendo a una
negra. Uno de ellos comenz� a masturbarse. Yo no soport� la situaci�n, me par� y
comenc� a sob�rsela al que ten�a m�s cerca, hasta que me agarr� de la nuca y
baj� mi cabeza hasta su verga para que se la mamara, lo que no me cost� ning�n
trabajo.
As� los recorr� a todos haci�ndolos venir en mi garganta
hasta que llegu� con el que me gustaba y ah� me extasi�. Por fin alguien se
anim�, me quit� la pantaletita y comenz� a chuparme mi conchita, luego todos
pasaron por ah� d�ndome una satisfacci�n enorme.
Luego les ped� que me cogieran uno por uno y se vinieran en
mi culo. Fue delicioso, as� nos dieron las tres de la ma�ana. El �ltimo fue el
m�s guapo, quien despu�s de darme la satisfacci�n de sentir su enorme verga en
mis entra�as, me estuvo chupando un pez�n hasta que me qued� dormida.
A las seis son� el tel�fono, era el despertador, pero todos
estaban dormidos, unos conmigo en la cama y otros en la alfombra. El m�s guapo
estaba junto a m� y su tranca esta medio erecta. Yo estaba muy cansada y
adolorida, pero no me aguant� las ganas, me puse a mam�rsela hasta que se le
puso dura y se despert�, entonces me tom� de la nuca con sus dos manos y me la
estuvo bombeando en la boca hasta que eyacul� en mi garganta. Terminamos y me
dijo que se lo hiciera a los dem�s. Ese fue mi desayuno, el semen rico de esos
cuatro hombres que por una equivocaci�n m�a, fueron mis amantes toda una noche.
Ten�an que ir a trabajar, eran las siete y media y se
despidieron de m�, me preguntaron mi nombre y les dije:
Simplemente Nelly-
Cuando cerraron la puerta, me qued� bien dormida hasta las
doce del d�a, que fue cuando me tocaron porque iban a hacer el aseo; a la una se
acababa el tiempo del cuarto. Me ba��, arregl� un poco mi ropa, mis medias
estaban deshechas y no encontr� mis pantaletas ni mi brasier, se los hab�an
llevado. Llam� al peri�dico para hacer nueva cita. Cuando abr� mi bolsa me
encontr� dos mil pesos y cuatro tarjetas, eran de ellos. En una nota me dejaron
un mensaje: �Eres mejor que una puta callejera�.
Sal� del hotel sabiendo que en el DF vestida as� parec�a una
puta, m�s sin ropa interior y lo volv� a comprobar, muchos hombres se deten�a a
decirme y a proponerme de todo. Por fin tom� un taxi, el chofer no dejaba de
verme las piernas y not� que ten�a un espejito desde donde me ve�a, me acomod�
para que lo disfrutara mejor. Llegu� al peri�dico, pero ya hab�an cubierto la
vacante.
Con el dinero que me dejaron los tipos me fui a comer y a
curarme un poco la resaca, camin� un poco por las calles del centro recibiendo
toda clase de propuestas, tom� el Metro, llegu� a la terminal de autobuses y
regres� a Chilpancingo.
Los recuerdos me excitaban y como ven�a sola, me masturb�
varias veces en el camino mientras sacaba cuentas: Dos mil pesos no los gano
como secretaria en una quincena. �Por qu� no me meto de puta? �O no? Al fin no
me cuesta trabajo parecerlo y puedo llamarme simplemente Nelly.