LAS REVISTAS DE PAPA
Hola, amigos de . Despu�s de llevar un tiempo
leyendo vuestras historias, por fin me he decidido a escribir la m�a. En primer
lugar, me presentare: Me llamo Elena, tengo 27 a�os y vivo en Madrid. Lo que os
voy a contar sucedi� hace ya muchos a�os.
Cuando yo tenia aproximadamente 10 u 11 a�os, mi madre
comenz� a trabajar, y cuando mi hermano Fran y yo volv�amos a casa, nos
qued�bamos solo durante unas dos horas, hasta las siete m�s o menos, que era la
hora la que mi madre volv�a del trabajo. Mi hermano tiene unos 3 a�os mas que
yo, as� que en aquella �poca deb�a tener 13 o 14, as� que mi madre estaba
tranquila, ya que �ramos lo suficientemente mayores para que pudiese confiar en
nosotros.
Una tarde, escuche que mi hermano andaba buscando algo en la
habitaci�n de mis padres, as� que, deje mis deberes y me acerque a ver lo que
estaba haciendo.
-�Qu� buscas?- le pregunte desde la puerta. Fran hab�a
abierto la mesita de noche de mi padre, y estaba revolviendo bajo la ropa. Al
verme, se enfado bastante.
-�Qu� haces t� aqu�, enana?- me chill� -�Vu�lvete a tu
habitaci�n!
- Dime lo que estabas buscando en la ropa de papa
- �D�jame en paz!- dec�a mi hermano, furioso. Ten�a la cara
roja, y yo me di cuenta de que se tra�a algo entre manos, porque siempre se
pon�a de esa forma cuando lo pillaban en alguna travesura.
- Si no me dices ahora mismo lo que estabas haciendo, le digo
a mama que estabas revolviendo su habitaci�n- dije (tengo que aclarar que yo era
un poco resabidilla en aquella �poca).
Mi hermano miro unos segundos al suelo, como sopesando la
situaci�n. Finalmente, dijo.
- Vale, pero esto es algo muy fuerte, as� que luego no te
pongas a llorar ni nada de eso �Vale?
- Vale, hombre.
- No, t�a, que te conozco. Y nada de chivarse. Como le digas
algo de esto a alguien te sacudo.
Yo no dije nada, solo me acerque a donde �l estaba. Entonces
volvi� a abrir el caj�n de la mesita de noche, levant� la ropa que hab�a, y saco
unas revistas hab�a debajo.
- �Esto que es?- pregunt� yo.
- Revistas porno.
- Que listo eres, eso ya lo sab�a.
- �Y como sabes tu lo que son revistas porno?
- Porque en el kiosco de al lado del cole las tienen, y salen
t�as con las tetas al aire, que yo las he visto. Me refiero que por qu� papa
tiene esto aqu�.
-�Y yo que se, ni�ata?- contest� mi hermano � No se porque
est�n aqu�. Pero lo que si te digo es que salen mas cosas que t�as en tetas.
- �Qu� sale?- pregunte yo, agarrando una, impaciente.
- �Seguro que quieres verlo? Mira, que luego no quiero que me
digas que si que asco, que si siempre te hago de rabiar�
Yo no le hice ning�n caso. Abr� la revista que hab�a en mis
manos, y entonces vi una imagen que no se me ha borrado de la mente desde
entonces: Una chica estaba sentada encima de un hombre, con una enorme polla
dentro de ella, mientras chupaba otra polla. Los ojos se me abrieron como
platos. Me quede como hipnotizada, y comenc� a pasar las hojas.
- �Qu�?- se ri� Fran -�Esto tambi�n lo hab�as visto en el
kiosco del cole?
Yo no dije nada. Tan solo pod�a seguir pasando p�ginas y
asistir a aquel desfile de pollas gigantes y chicas que se lo tragaban todo por
todas partes. En un momento determinado, vi. unas fotos en las que un hombre se
corr�a sobre la cara de la modelo. Yo ya sab�a lo que era aquello, lo hab�a
estudiado en Naturales, pero no sabia que a la gente le gustase hacer eso con el
semen.
- Es asqueroso � dije, por fin, soltando la revista muy
avergonzada.
- �Jaj� jaj�!- se re�a mi hermano - �Lo ves como te lo dije?
Ya te dije que no te iba a gustar ver esto. De todas formas no digas que es
asqueroso. Seguro que cuando seas mayor, t� tambi�n les har�s esto a los chicos.
- T� eres gilipollas- dije, muy ofendida, y me march� a mi
habitaci�n. Pero antes de marcharme, pude observar como a mi hermano se le
notaba un gran bulto en el pantal�n del ch�ndal.
Aquella noche casi no pude dormir. Solo pod�a pensar en lo
que hab�a visto. Cuando logre conciliar el sue�o, reviv�a las escenas que hab�a
visto en la revista, solo que yo era la chica que chupaba pollas sin parar y a
la que le echaban un mont�n de lefa (como dec�an despectivamente los ni�os de mi
cole) por la cara y por los pechos.
Algunas semanas despu�s, observ� que mi hermano, casi todas
las tardes, entraba en la habitaci�n de mis padres y se encerraba all� un rato.
Yo sabia lo que estaba mirando, pero me daba tanta verg�enza que yo me quedaba
en mi cuarto. Hasta que un d�a la curiosidad pudo m�s que la verg�enza y, al
rato de encerrarse en la habitaci�n de mis padres, entr� yo.
Mi hermano estaba arrodillado frente a la cama, de espaldas a
la puerta. Ten�a una revista abierta sobre la cama, y su brazo derecho sub�a y
bajaba en su entrepierna a gran velocidad.
- �Joder!- grit� al o�r la puerta que se abr�a. Se cerr�
r�pidamente el pantal�n y se levanto del suelo. Estaba rojo como un tomate -
�Pero que co�o estas haciendo, imbecil!
- �Qu� hac�as?- pregunte yo.
- �Y a ti que co�o te importa? � me grit� �l - �Fuera de aqu�
o te doy una hostia!
- Te estabas haciendo una paja. Los chicos de mi clase dicen
que se hacen pajas, y t� te estabas haciendo una.
- �Que te vayas de aqu� te digo, idiota!
- No.
- �C�mo que no? �Quieres que te zurre?
- No. Quiero que me lo ense�es.
- �Qu� te ense�e el qu�?
- Tu pito- dije yo muy seria.
Mi hermano pas� de estar rojo a ponerse blanco. La verdad es
que no sabia por que estaba haciendo aquello, supongo que, desde que hab�a visto
las revistas, estaba deseando ver una polla de verdad.
- �Vete a la mierda!
- Te lo digo en serio. Ens��amelo. Quiero verlo- repet� yo
-�Qu� pasa, te da verg�enza?
- No, no, es que�- ahora era mi hermano el que estaba
avergonzado.
- No me chivo, te lo prometo.
Mi hermano se qued� callado unos segundos. Despu�s, muy
despacio, se abri� la bragueta y se desabroch� el bot�n. Los pantalones se
escurrieron hasta el suelo. Luego se bajo el slip un poco, y apareci� su pene.
No se si seria porque era el primero que ve�a, pero me pareci� enorme. Lo tenia
bastante peludo, y de la abertura de la piel asomaba un capullo amoratado.
- T� no lo tienes igual que los de la revista- fue todo lo
que se me ocurri� decir.
- �Por qu� lo dices?- pregunt� mi hermano, levantando la
vista un poco.
- Porque estos � conteste se�alando la revista -, tienen la
punta colorada, y tu la tienes con piel.
- Es que esto se echa para atr�s � dijo Fran-. Mira
Y se echo la piel hacia atr�s, apareciendo su glande. En la
punta brillaban unas gotitas. Me resulto curios�simo, que mi hermano tuviera una
cosa que a mi me parec�a exactamente igual que las de los t�os que sal�an en las
revistas.
- Sigue haciendo lo que estabas haciendo antes- le ped�.
- �El qu�?
- Sigue haci�ndote la paja.
- Joder, t�a, t� est�s fatal. Vete a la mierda � pero segu�a
con su polla, dura como una piedra, en la mano.
- Va, venga. Quiero ver como es.
- Vale, yo sigo, pero entonces t� me tienes que ense�ar lo
tuyo � contesto por fin, se�alando mi falda.
- No, eso no � conteste yo, avergonzada.
- Es justo �No? Yo te ense�o lo m�o, t� me ense�as lo tuyo.
Me daba mucha verg�enza, pero el ver a mi hermano
masturb�ndose me estaba calentando much�simo. Yo no sabia que era aquella
sensaci�n, pero un calor intenso me sub�a por el pecho y algo me picaba entre
las piernas. As� que, sin pensar que estaba haciendo, me sub� la falda.
- Ahora b�jate las bragas.
Obedec�. Me quite las bragas, y las tire a un rinc�n. Volv� a
subir la falda, y pude ver como mi hermano miraba embobado mi pubis.
- Vaya, ya tienes pelitos � dijo Fran.
- Si. Como las de las revistas � y me re� un poco. Mi hermano
se hab�a arrodillado, como a medio metro de m�, para no perder detalle, mientras
segu�a apretando su polla arriba y abajo.
- �Te gustar�a hacer como las de las revistas? � pregunt�
- �El qu�? � pregunte, asustada.
- Mira, esto- y me ense�o unas fotos donde sal�a una chica
sola, desnuda, tumbada con las piernas abiertas.
- �Quieres que haga esto? � dije, mas tranquila
- Si, por favor. Quiero verte.
Me tumbe en la cama de mis padres, y me remangue la falda
hasta la cintura. Luego abr� bien las piernas. A pesar de llevar puesta toda la
parte de arriba de la ropa, me sent�a completamente desnuda. Solo pod�a mirar a
los ojos de mi hermano, que segu�a masturb�ndose velozmente, mientras miraba
alternativamente mis ojos y mi co�ito bien abierto. Yo me sent�a muy caliente,
como si tuviese fiebre. Sabia que estaba haciendo algo malo, pero el que
estuviera prohibido no hacia sino que me gustase mas. Tras unos segundos, mi
hermano solt� un gemido, puso un gesto como de dolor, y se guardo su polla
dentro de los calzoncillos. Hoy s� que se acababa de correr, y que se guardaba
su pene para que no lo viese, por verg�enza. Pero entonces yo no sabia nada, y
me preguntaba que hab�a pasado. Despu�s mi hermano, se levanto, se subi� los
pantalones y se marcho a su cuarto.
Despu�s de aquello repetimos de vez en cuando la misma
historia: El venia a mi cuarto, empezaba a hablar conmigo, y me empezaba a
acariciar. Al final, el se masturbaba, y yo le ense�aba mi co�ito, o mis pechos
que por aquel entonces empezaban a desarrollarse. Un d�a me dijo:
- Elena �Te molesta si te toco?
Yo le dej�, y el comenz� a tocarme las tetitas, mientras se segu�a masturbando.
Luego, otro d�a comenz� a tocar mi culo, y por �ltimo mi co�ito.
- �No quieres tocarme t� a m�?- me dijo un d�a.
- No se�- dije yo, pero en realidad lo estaba deseando. Como
si leyera mis pensamientos, Fran me agarro una mano, la llevo a su pene, y me la
cerr� en torno a �l. Yo se lo acaricie un poco, y el puso cara de estar en la
gloria.
As� pasamos un mont�n de meses: Nos toc�bamos, pero sin
llegar a masturbarnos. Cumpl� 12 a�os, y mi hermano no dejaba de seguirme, muy
excitado, en cuanto nos qued�bamos solos. Me hab�a desarrollado
considerablemente, y Fran estaba obsesionado con tocar a todas horas mis tetitas
y meter sus dedos entre mi co�ito, que ya tenia un mont�n de pelos. Yo a veces
le dejaba de buena gana, y otras, cada vez mas frecuentemente, le dec�a que me
dejara en paz y que se cortara un poco. Y es que algo en mi cuerpo estaba
cambiando. Necesitaba algo m�s que lo que hac�amos, y no sabia si dar ese paso
con mi hermano o no.
Hasta que un d�a decid� probar algo que me apetec�a mucho
hacer.
Esa tarde, como siempre, Fran comenz� a intentar sobarme en
cuanto nos quedamos solos. Yo me deje hacer. Le desnude y comenc� a acariciar su
polla, que estaba ya como un hierro. El me desabroch� la falda, me quito la
camiseta y tambi�n mi conjunto de ropa interior, recuerdo que era blanco y con
encajes, uno de los primeros conjuntos de "mayor" que me hab�a comprado mi
madre. Cuando yo tambi�n estaba desnuda, comenz� a sobarme las tetitas. Yo
estaba muy excitada, y le dije:
- �Por qu� no vemos las revistas de papa? Hace mucho que no
las miramos.
Los dos, desnudos, nos dirigimos al dormitorio de mis padres.
Nos tumbamos en la cama y comenzamos a mirar las revistas. Recuerdo que mi
hermano me tocaba y mi respiraci�n se agitaba, al ver a aquellas chicas ser
penetradas por varios hombres a la vez, y luego recibir su leche por todas
partes. Entonces le pregunte a mi hermano:
- �Qu� es lo que mas te gusta de estas revistas?
- No te entiendo �Lo que m�s me gusta? Las chicas, claro.
- Digo que, de lo que hacen, que es lo que m�s te gusta.
- No se� �A ti que es lo que te gusta?
- Cuando ellas les chupan el pito a ellos- conteste muy
seria.
Y acto seguido me separe de sus brazos y baje por la cama
hasta situarme entre sus piernas. Apoye la cabeza en uno de sus muslos, con su
enorme y dura polla a pocos cent�metros de mi cara. La mir� embobada y comenc� a
acariciarla, arriba y abajo, como sabia que a �l le gustaba.
- �Qu� haces? � pregunt� �l, extra�ado.
- Te la voy a chupar, Fran. Tengo muchas ganas de hacerlo.
Quiero hacerlo como las chicas de las revistas � contest�, y me la met� en la
boca sin pensarlo.
Supongo que, al ser mi primera mamada, lo har�a fatal. Eso
si, voluntad le puse: Se la chup� arriba y abajo, le lam� el capullo como si
fuera un helado, lam� el tronco de su polla arriba y abajo, le chupe los huevos�
Todo lo que hab�a visto en las revistas, en aquel momento me pasaba por la
cabeza, y yo lo intentaba hacer igual. Me sent�a en la gloria, sent�a como mi
hermano temblaba entre mis manos y mi boca, como se agitaba, como habr�a podido
hacer con �l lo que hubiera querido en aquel momento� Y entonces ocurri� algo
curioso: Estaba tan excitada, que me corr� sola, sin necesidad de tocarme ni
nada. Moj� toda la cama, gem� como una loca y redobl� la intensidad de mis
chupadas. Fran tardo solo unos segundos en correrse: Note como su polla se
hinchaba aun m�s en mi boca, y estall�. Comenz� a brotar semen, y aquello
parec�a no tener fin. Not� como me atragantaba con tanto l�quido en la boca. Me
dio un poco de asco, y abr� la boca, y la leche de mi hermano se empez� a
derramar por las comisuras de la boca, mi barbilla, mi cuello� Cuando me saque
la polla de la boca, mi hermano segu�a corri�ndose, y los �ltimos chorros de
esperma saltaron a mis mejillas y a mi pelo.
Por fin Fran dej� de agitarse, y me mir�, entre alucinado y
agradecido. Yo segu�a apoyada en su vientre, mir�ndole a los ojos, con la cara
llena de semen, y acarici�ndole la polla, que ya empezaba a ponerse blanda, como
si quisiera exprimir m�s zumo.
- �Uf, ha sido la hostia! � me dijo.
- Tenia muchas ganas de hac�rtelo- conteste yo.
- Pues tranquila que si tienes ganas, puedes hac�rmelo las
veces que quieras.
- Vale, pero �Sabes lo que quiero que hagas la pr�xima vez?
- �El que?
- Como en las revistas, que yo te la chupe, pero que luego,
t� te hagas una paja encima de mi cara y que me eches tu lefa por encima�
A los pocos minutos, mi hermano estaba cumpliendo mis deseos:
Ya ten�a la polla de nuevo dura, y comenc� a chup�rsela con todas las ganas del
mundo. El ya no se quedaba quieto, sino que se mov�a arriba y abajo foll�ndome
la boca. Incluso llego a agarrarme la cabeza para marcarme el movimiento. Cuando
vio que se iba a correr, se retiro de mi boca y se puso de rodillas en la cama.
Yo me tumbe boca arriba, y el acerc� su polla a mi cara mientras se pajeaba muy
deprisa. Yo empec� a impacientarme, solo quer�a una cosa: Ver la lefa saliendo
de su polla y que me pringase con ella.
Por fin Fran solt� un gritito y comenz� a correrse. Apunt� su
polla hacia mi cara, y el primer chorro de semen que vi salir impact�
directamente en mis labios. Me lo ech� todo por encima, llen� de semen mi cara,
mis tetitas, incluso salt� a mi pelo. Cuando termin�, yo le cog� la polla y
comenc� a restregarla en su leche, para luego met�rmela e la boca, limpiarle, y
volver a restregarla por su corrida, tal y como hab�a visto que hac�an las
chicas de las revistas. Mi hermano entonces se derrumbo, creo que mareado a
causa de tanta excitaci�n.
Durante los siguientes meses seguimos con aquello: Yo le
segu� haciendo sexo oral, y se corri� en todas partes, dentro de mi boca, en la
cara, en las tetillas, incluso en mi espalda y mi culito. El tambi�n intent�
hacerme sexo oral a m� un par de veces, pero no se le daba muy bien, y me hacia
da�o, as� que al final no le dejaba hacerlo. Solo le hice mamadas, nunca
llegamos a follar, de lo cual me alegro. Creo que, tal y como qued� la cosa, no
me hubiera gustado llegar m�s all�.
Poco a poco, yo me fui interesando por los chicos, y el, a
los 16 a�os, empez� a tontear con las chicas de su edad, as� que fuimos dejando
gradualmente nuestros encuentros.
Hoy, �l est� casado y tenemos una relaci�n normal. Ninguno de
los dos ha vuelto a sacar el tema, ni a recordar lo que ocurr�a en aquellos
d�as. Desde entonces, he probado muchas pollas, pero siempre tendr� un recuerdo
especial para la de mi hermano, la primera polla que prob� y la primera que hice
correrse.