ME CASE CON MI SUEGRA ... PARTE 1
Victoria, La atractiva madre de Virginia mi mujer y de
Jenny, en la �poca de este relato contaba con cuarenta y tres muy bien
cuidados a�os, con un f�sico que poco o nada ten�a que envidiar a sus
agraciadas hijas, muy por lo contrario, La madre era m�s alta y esbelta que
sus estupendas hijas, con unas caderas amplias y un trasero digno de
esculpir, adem�s de un par de tetas prominentes y erotizante, delgada no lo
era, pero tampoco le sobraban kilos. Era de esas maduras que cualquier
hombre deseaba tener para s� y que no pasa desapercibida. Cuando sal�an de
Shoping las tres parec�an hermanas, aunque los hombres se giraban para
contemplar las buenas bondades de la madre.
Ella, mi querida suegra, hab�a tomado la buena costumbre de
visitarnos cada dos meses y se quedaba una o dos semanas con nosotros, antes de
retornar a su ciudad de residencia. Mi mujer se pon�a muy contenta en su
compa��a ya que las un�a una amistad y confianza especial. ---- Y yo aunque
ustedes no lo crean, tambi�n disfrutaba mucho de su estad�a, pues pose�a una
sensualidad y madurez que me andaban trayendo excitado todo el d�a.
En esa oportunidad y motivo de mi relato debi� concurrir por
una repentina enfermedad de Virginia, su querida hija, donde �l m�dico recet�
reposo absoluto por una neumon�tis y como si esto fuera poca cosa se le present�
un cuadro de infecci�n urinaria por lo que para mi fue un verdadero castigo ya
que le suprimieron las actividades sexuales con marido y eso cuando reci�n
hab�amos cumplido dieciocho meses de casados donde el sexo para nosotros era m�s
importante que nuestra diaria alimentaci�n por tanto su enfermedad me
significaba un verdadero suplicio, pues nuestra cuota llegaba a dos por la noche
y una por las ma�anas y ahora llevaba una semana en cero. Ve�a una mujer
interesante en la calle, la segu�a con una lasciva mirada, produci�ndome una
auto excitaci�n y cuando llegaba a casa en vez de tranquilizarme, mi querida
suegra se me mostraba cada d�a m�s provocativa, deseable y atractiva.
Esa noche llegu� m�s temprano que de costumbre y despu�s
de pasar un rato junto a mi mujer que ya empezaba a dar muestras de mejor�a,
maliciosamente me deleitaba tambi�n observando los deliciosos muslos de
Victoria que acompa�aba a su hija de rodilla sobre la cama y al usar una
corta falda dejaba relucir todas sus bondades hasta poder observar el
peque�o calzoncito de lycra blanco que usaba esa noche, que al ser tan
diminuto permit�a ver parte de su vellosidad pubiana. Esas visiones me
calentaban a full y ard�a de deseos por lanzarme sobre ella, quitarle sus
prendas de vestir con mis propias manos y extasiarme de esas apetecibles
carnes de su bien desarrollado cuerpo, penetr�ndola repetidamente como ella
se lo merec�a, por provocarme de esa forma.
Muy sobre excitado esa noche, prefer� abandonar el cuarto
de mi mujer, llev�ndome grabado en la mente, la er�tica imagen de mi suegra.
Me dirig� al cuarto de servicio, lugar elegido como mi espor�dico dormitorio
pues acus� mucho agotamiento por la dura jornada laboral del d�a, pidi�ndole
a Victoria, que antes de irse ella a la cama me pasara a dejar una taza de
leche tibia, a lo que la buena mujer accedi�.
Camino a mi nueva alcoba, me llev� media botella de
Whisky y dos vasos, este s�lo echo indicaba a todas luces que esa noche algo
extraordinario que ven�a tramando desde mucho tiempo, estar�a a punto de
ocurrir
Victoria continu� acompa�ando a su hija, --- Y seg�n supe
despu�s --- decidieron ver una pel�cula en la Televisi�n, haciendo saping en
el cable se encontr� con una pareja en escenas de cama, optando por dejarla
anclada ah�. Las escenas y la trama se fueron haciendo cada vez m�s
excitante por su erotismo y contenido hasta que pasado veinte minutos se
notaba a las dos mujeres inquietas de excitaci�n hasta que Virginia pidi� a
su madre cambiara de canal por que si no, tendr�a que llamarme forzosamente
para que le calmara la calentura.
�Ah! � Que bien dijo Victoria y a m� quien me socorre. -
Si quiere te paso un set de consoladores que me regal�
George, dicen que son fabulosos, pero yo no he tenido necesidad de usarlos
todav�a, por que mi hombre no me deja pensar en ello, � Hay madrecita, no me
quiero ni imaginar cuanto estar� padeciendo el pobrecito, cuando siempre a
esta hora todas las noches le daba su "papita".
�Hay! �Dios m�o, perd�name hija --- en estas ocasiones es
donde hecho de menos a un hombre. --- Replic� Victoria a su hija.
No te podr�a creer, que desde que falleci� mi padre, no
has tenido relaciones con alguien.
Por favor no me hagas hablar cosas, porque si te contara,
tendr�as que llamar a gritos a t� marido, que no s� por qu� se fue tan luego
a dormir.
Yo creo que mi pobre George su fue luego a su cuarto,
pues t� lo dejastes medio trastornado de caliente vi�ndote todo sobre la
cama.
�Oh! � No me di ni cuenta�pobrecito � replicaba Victoria,
solicitando a su hija que le mostrara los consoladores que reci�n le hab�a
ofrecido, recibiendo las intrusiones de �sta para ubicar la caja que se
encontraba dentro del armario.
�Uy! � Qu� maravilla, pero si son verdaderos penes
flexibles y carnosos, mira ese grandote y --- � Porqu� tienen esos cables
el�ctricos? --- Preguntaba Victoria.
Para producir la vibraci�n que te da el gustito pues
tontita � le respond�a Virginia.� Y haciendo que esta fijara su atenci�n en
otros aparatos le informaba: Mira estos tres unidos por cables, el m�s
grande te lo insertas en la vagina, el m�s peque�o te lo metes en el trasero
y el mediano te lo llevas a la boca y as� hechas a volar tus fantas�as y
simulas estar fornicando con los mejores tres tipos a la vez, �Qu� org�a mas
linda Dios m�o!�termin� comentando Victoria, para despu�s seguir con su
habido interrogatorio sobre la materia:
�Y cual es el que m�s se asemeja al de George?�Pregunt�
expectante la excitada mujer.
As� como �se que tienes en la mano � contest� r�pidamente
su hija, sin siquiera llamarle la atenci�n por el inter�s demostrado por su
madre en la intimidad sexual del matrimonio.
�Ah! ---Qu� fabuloso tama�o --- Respondi� Victoria, a la
vez que abr�a desmesuradamente sus ojos color miel, para luego continuar
preguntando:� Y t� se lo aguantas bien o te hace doler?
Para nada mujer, siempre le pido m�s.--- Ri� con ganas
Virginia.
T� eres igual que yo, pero a t� padre no pod�a pedirle
m�s porque lamentablemente no fue favorecido en el reparto de penes, pero
con lo poco que ten�a, reconozco su apasionamiento con que me lo hac�a.
Pero te olvidas cuando te escapabas con Esteban, su
chofer , de quien dec�an se gastaba un feroz garrote y llegabas muerta a
casa.
No me recuerdes esas cosas que son tiempos ido y la
p�gina ya la di vuelta.
�Y tambi�n diste vuelta la p�gina de mis compa�eros de la
secundaria Byron James y Christian Gordimer? --- Quienes despu�s me
molestaban exigi�ndome que les dijera pap�.
�Ah! � Pero para entonces yo ya hab�a enviudado y su
madre que ha sido mi amiga de toda una vida me implor� ayuda y aunque no fue
la total soluci�n en algo le cooper� hasta donde pude .( Nota: Esta historia
se encuentra relatada en detalles en "Madre Adoptiva pide Auxilio" Categor�a
Confidencias) cont�ndosela Victoria a su hija con lujos de detalles, para
concluir que:
Es de escucharte y no creerlo --- dec�a Virginia, con
asombro por los relatos escuchados ---- C�mo es posible que un par de
mujeres casi cuarentonas, se dejaran manipular por unos ni�os de catorce o
quince a�os, ustedes que pod�an haber sido sus abuelas y no me explico como
unos "pendejos" tan menores supieran tanto de sexo como para hacerlas acabar
a ustedes as� c�mo t� me cuentas.
Pero porqu� te ha de extra�ar eso ni�a por Dios, T� bien
sabes que las mujeres empezamos con nuestras reglas a partir de los once o
doce a�os y eso significa que la mujer est� en condiciones de previa una
fornicaci�n el poder ser madres. Bueno a los muchachos a esa misma edad se
le empiezan a despertar los instintos y deseos sexuales y �l sabe que es la
mujer qui�n puede aplacar esos deseos, por lo tanto la mujer se transforma a
temprana edad en su objeto de placer y el muchacho con el miembro tieso de
deseos no le importa la edad de la mujer para buscar su deleite. Y es tan
verdadero lo que te cuento que al respecto contaba mi hermano Mat, que �l a
los doce a�os se iba a meter al cuarto de nuestra mucama que ten�a
veintiocho y yo que en �se tiempo ten�a catorce, lo sorprend� una tarde en
que no hab�a nadie m�s en casa, c�mo Nat , siendo tan ni�o la fornicaba de
tal manera que ella llegaba a chillar y cuando los vi acabar, me dio tanto
susto pues pens� que a ella le hab�a dado alg�n ataque de tipo epil�ptico y
sal� corriendo a encerrarme en mi cuarto.
Fue la primera vez que ve�a hacer el amor, hasta que seis
meses despu�s nos fuimos de vacaciones a casa de t�a Dorothy y ah� me agarr�
mi primo Willyams, que ten�a diecisiete y lleg� a hac�rmelo hasta tres veces
por d�a. Bueno, pero volviendo a lo de nuestra mucama, ella le confesaba a
Nat, que �l la hac�a gozar en mejor forma que cuando lo hac�a con mi padre
que tambi�n se le met�a en su cuarto a la muy bribona, o sea un muchachito
de apenas doce a�os haciendo acabar a una mujer de casi treinta, as� como
hay ni�itas de doce o menos que se acuestan con hombres de cuarenta y los
estrujan.
Con raz�n, yo y Jenny, llevamos t� herencia de
ninf�manas. Yo cuando me caliento al igual que t�, pierdo la cabeza y me dan
unas ansias locas de tener un gran pene dentro de m� --- argumentaba
Virginia, con la mayor naturalidad del mundo.
�Bien! --- Dijo finalmente Victoria a su hija ---lo de
ninf�mana tendr�amos que verlo, pero para m� eso es fuerte. Este es un
secreto entre t� y yo y nadie m�s por lo tanto te pido la reserva del caso,
as� otro d�a te cuento otras cositas porque ahora con el s�lo echo de
recordar esas cosas tengo mi sexo ardiendo de placer, por lo que s� me
prestas esas maravillas f�licas que t� tienes, ver� si alguno es capaz de
desahogarme. Ahora me voy a mi cama, te dar� tus remedios y tus pastillas
para que duermas bien y yo me llevar� estas maravillas a ver si pasa algo �
dijo Victoria � se�alando el set de consoladores.
D�jame uno a m�, que con tus calientes aventuras me
siento super excitada�dijo Virginia al momento de tomar uno de buen tama�o.
Ya en su cuarto, Victoria se meti� a la ducha antes de
irse a la cama, despu�s se dio una sesi�n de masajes con cremas, mientras
los consoladores se encontraban ordenadamente expuestos sobre la cama, se
tendi� en ella de espalda, tom� el m�s peque�o recordando a su marido, lo
unt� con algo de crema e inici� tocaciones sobre la zona de su sexo y sobre
los pezones de sus senos hasta empezar a sentir una avasalladora excitaci�n.
Ya hab�a logrado enchufar el que seg�n Virginia era el que correspond�a a
mis medidas, cuando se record� que me hab�a prometido camino a su cama,
dejarme un vaso de leche antes de irse a la cama.
Cubriendo su desnudo cuerpo con un bat�n y calzando
pantuflas, se dirigi� a la cocina y retorn� portando el vaso de leche para
su excitado yerno, no sin antes entrar a observar a su hija a quien encontr�
durmiendo profundamente, mientras la l�mpara de la mesa de luz se encontraba
encendida, pudiendo apreciar que mi joven mujer, desprovista de ropa de cama
que la cubriera, manten�a sus piernas apretadas y casi entrelazadas,
mientras el consolador aunque apagado, permanec�a a�n introducido
completamente en su vagina, intent� retir�rselo, pero ella instintivamente y
sin despertar lo volvi� a su sitio, manteniendo su mano junto a �l. Su madre
la cubri�, apag� la luz y abandon� con una sonrisa la habitaci�n.
Al llegar a la puerta del cuarto que ocupaba yo, por fin
la escuche abrir sigilosamente la puerta, pensando que yo estaba dormido. La
verdad que tambi�n hab�a sintonizado en la TV., La misma pel�cula que hab�a
despertado el erotismo de las mujeres, por lo que afectado por la trama, me
entretuve en ello, por lo que idee darle una sorpresa a mi querida suegra y
la esper� desnudo y con el miembro erecto porque estaba decidido esa noche a
d�rselo como fuera, por lo tanto al pasar los minutos mis deseos se fueron
acrecentando, afortunadamente mi o�do agudo, detect� como se abr�a la puerta
y entraba un as de luz exterior, r�pidamente quit� la ropa de cama que me
cubr�a y simul� estar dormido, mientras pod�a entrever su apetecible silueta
que avanzaba a mi lado con paso felino y cuando vi que esta dejaba el vaso
de leche sobre la mesa de luz, con voz dormida pregunt�: �Mi amorcito! �Eres
T�?�Virginia querida ---- No hubo respuesta ---- Victoria, qued� paralizada
y a pesar de la semi oscuridad del cuarto; ella descubri� mi total desnudes,
con mi imponente miembro apuntando al cielo mientras estiraba mis manos para
tomarla de la bata atray�ndola a mi lado. .
Despu�s supe que la visi�n del gran falo de su yerno hizo
estremecer su excitado f�sico de los pies a la cabeza, quiso salir corriendo
de la habitaci�n , pero su prolongada excitaci�n la hac�a desear fuertemente
el goce carnal, raz�n suficiente para no oponer resistencia a los
acontecimientos y sin pensarlo dos veces dej� que yo la tomara por las manos
y la hiciera inclinarse junto a mi.
La bata que la cubr�a se desliz� de su cuerpo pos�ndose
en el piso, al momento en que se met�a a la cama desnuda para ser acogida
por mis fuertes y ansiosos brazos, de inmediato sent� que se encend�an en mi
mente mil luces de todas las tonalidades al palpar la calidez y armon�a de
su delicada piel y las caricias y besos sobre la mujer no se hicieron
esperar, ella con cierto pudor y temor en un principio, trato de safarse de
mi, pero tambien al contacto con mi varonil desnudes, m�s el agobio de mi
dura y potente verga, la hizo ir cediendo lentamente. Una leve corriente de
aire se encarg� con complicidad de cerrar la puerta de la habitaci�n,
volviendo la oscuridad total.
El cierre de la puerta la hizo reaccionar pero
positivamente para mis desatadas intenciones, con pasi�n respond�a uno a uno
mis besos y fren�ticas caricias a todo ese cuerpo que esper� tener por tanto
tiempo, ahora me deleitaba al tenerla a mi voluntad. Producto de las r�pidas
caricias por sus grandes senos y por el pubis, las piernas de Victoria, se
separaron voluntariamente y su vulva lubricada y preparada para el acto
sexual, sinti� como era penetrada hasta lo m�s profundo de ella, empezando a
sentir r�tmicas y fuertes clavada que la hac�an gemir de deseos. Yo estaba
euf�rico por tener a la madre de mi mujer a mi entera disposici�n. No se si
la palabra "placer " , logra interpretar en toda su extensi�n, todo lo que
yo sent�a en ese momento al penetrar profundamente a tan rica hembra y
extasiarme con las bondades de sus movimientos, sus er�ticos gemidos y la
forma en que respond�a a mis incontrolables exigencia sexuales.
�George! --- Por favor, suave, suave, que me matas ---
suplicaba ella ---- mientras sus piernas se entrelazaban presionando con sus
talones mis desnudas y agitadas nalgas de su caliente yerno que la
estremec�a de cada clavada que le daba sin respiro ni descanso.
�Mamacita, querida! --- Al fin te tengo, m� zorrita
linda---- murmuraba yo junto a su o�do, mientras mis voluminosos test�culos
rebotaban contra la velluda vagina de la ardiente mujer,.
Ella empez� a gemir con inusitado descontrol, dando
brincos que lo �nico que hac�an eran obtener penetraciones de m�xima
profundidad, lo que envolvi� a ambos en un estado enloquecedor. Yo no quer�a
que me sorprendiera tan r�pido mi eyaculaci�n, por lo que ante su inminente
presencia, le retiraba el pene de la vagina para prolongar por mas tiempo mi
�ntimo contacto con las bondades de mi suegra, pero de inmediato recib�a las
s�plicas de ella, pidiendo ser penetrada con mas unci�n.
Momentos despu�s y controlada en algo la situaci�n, baj�
de la cama e hice inclinarse a la mujer sobre el borde de esta, quedando su
hermoso y carnal trasero a mi disposici�n. Ah� la penetr� por su apretado y
delicioso trasero, mientras con ambas manos aprisionaban sus imponentes
senos de hembra madura hasta que no pude contener m�s los deleites que ella
me ofrec�a, el fluido chorro de semen inund� por completo su rico culito, en
los momentos que ella me respond�a con un estrepitoso orgasmo al sentir que
el caliente l�quido su querido yerno inundaba hasta lo mas profundo su
delicioso trasero.
Nuestros cuerpos quedaron exhaustos y unidos por largo
rato, reinando un prolongado silencio en la habitaci�n.
Dicen que la noche es para locuras. --- Coment� Victoria
--- Cuando ya la tranquilidad hab�a vuelto a su ardiente cuerpo.
Pero esta es la locura m�s rica que he tenido en muchas
noches y te he gozado tal como te so�� tantas veces --- le respond� en voz
baja, mientras mi fornido y desnudo cuerpo segu�a apegado al de mi suegra,
sobre la cama.
�As� es que so�abas conmigo? --- Dec�a inocentemente ella
�Y porqu� se puede saber?
Porque de s�lo estar cerca de ti, me calientas tanto o
m�s que mi mujer y por mucho tiempo desee poder disfrutar de este momento.
�Que conste! --- me dijo--- que yo nunca he hecho nada
por excitarte. Ahora lo he hecho por mi querida hija, aunque ella
directamente no me lo ha pedido, pero antes que te metas con cualquier otra
mujerzuela por ah�, yo prefiero sacrificarme, pero te pido que no se lo
vayas a contar a menos que la preparemos para darle la noticia
D�jame a m�, buscar la formula,--- murmuraba yo ahora al
o�do de Victoria, deberemos ponernos de acuerdo para que todo quede como una
lamentable equivocaci�n y ella lo acepte.
�Hay George!, Tendremos que ser muy cuidadosos de aqu� en
adelante, por lo que yo me voy a mi cuarto de inmediato y ma�ana veremos que
hacer.
�C�mo te vas a marchar ahora�? --- dije con asombro ---
Esta noche es nuestra mi amor y tendr�s que gritar por auxilio, si te
quieres escapar de m�.
� No es eso tontito� --- Por m� te lo dar�a toda la
noche, pero se puede despertar Virginia y llegar hasta ac�.
Por m�s explicaciones que dio Victoria, yo no estaba
dispuesto que tan apetecible bocado se me escapa as� desnudita como Dios la
ech� al mundo. No se de donde logr� tanta energ�a sexual pero pasamos una
noche inolvidable.
La claridad del nuevo d�a empezaba a inundar la
habitaci�n cuando yo descargaba mi �ltima eyaculaci�n dentro de ella. Esa
noche supe la diferencia f�sica y amatoria que hab�a entre madre e hija y en
la cama tambi�n se notaba esa diferencia, Victoria era una mujer opulenta de
todas partes sin ser gorda, era un poco mas alta y espigada que mi mujer y
pose�a una excitante t�cnica con su cuerpo y su comportamiento mientras
hac�a el amor, y si el hombre no sab�a retenerse, lo hac�a acabar s�lo con
un par de ondulantes movimientos. El reloj despertador me indicaba que deb�a
levantarme para iniciar un nuevo d�a de actividades, a duras penas logr�
ducharme y afeitarme, y antes de retirarme bes� las desnudas nalgas, tetas y
boca de mi amante suegra y me alej� feliz de esa peligrosa pero gran
conquista.
Pero antes de salir de casa pas� por el cuarto de mi mujer,
que dorm�a placidamente, manteniendo entre sus piernas e introducido gran parte
en su vagina, esa hermosa pieza de silicona con la que con toda seguridad,
tambi�n hab�a gozado durante la noche mientras yo fornicaba apasionadamente a su
rica madrecita.
No se pierda la segunda parte de este relato le pondr� a mil.
Adios George.
Me case con mi Suegra .... Parte 2
Eran pasada las diez de la ma�ana y Victoria a�n no
aparec�a con el desayuno para la convaleciente Virginia, cosa que extra�� a
esta, pues todos los d�as se levantaba muy temprano y entre las ocho y las
nueve llegaba con una surtida bandeja, tomando el desayuno junto a su hija.
Esta al no sentir ning�n ruido, toc� con un objeto la pared que divid�a sus
alcobas y le llam� en voz alta, al segundo intento escuch� la respuesta de
Victoria que le promet�a estar en un instante con ella.
Al poco rato apareci� algo nerviosa ante su hija, con la
bandeja pidiendo las disculpas por su atraso: Hay, mi amor � dijo ---
mientras se acomodaba a su lado, haciendo lo mismo con la bandeja. --- He
pasado una noche p�sima, me tuve que levantar varias veces con un dolor como
vesicular terrible y s�lo gracias a mis remedios vine a conciliar el sue�o
muy de madrugada.
�Ah s�, pobrecilla � --- Se te nota en el rostro �
Manifest� Virginia --- �Y qu� te habr� ca�do mal?
Hay, no s� mi amor, pero no te preocupes pues ya me
siento bien � respondi� su madre acariciando el rostro de su hija.
� Y t� como dormiste? � Pregunto ahora mucho m�s
tranquila.
�Uf! --- Dorm� regio, ni sent� a George cuando se pas� a
despedir.
�Entonces funcion� bien t� consolador ? ---Dijo sonriendo
maliciosamente Victoria.
�Y qu� sabes t�, si lo us� o no?
Bueno � respondi� su madre � Porque cuando vine a buscar
la leche para t� marido, te pase a ver y te encontr� dormida, destapada y
con el aparato metido al fondo de t� vagina, incluso te lo quise quitar,
pero entre sue�os te rehusaste y te vi que involuntariamente llevabas tu
mano sobre �l y te continuabas moviendo sin abrir tus ojos, te observ� que
lo disfrutaba de tal forma, por lo que me limit� a taparte y me march� sin
hacer ruidos. Ahora dime � C�mo estuvo eso?
�Uy� -- incre�ble, lo necesitaba tanto, con lo caliente
que me dejaste con esa historia de los muchachos, que me imaginaba
haci�ndolo con ellos y durante la noche continu� en mis sue�os teniendo
fantas�as.--- � Qu� delicia mujer, qu� delicia �!�repet�a una y otra vez
Virginia --- para despu�s preguntar a su madre: � �Supongo que con tus
malestares no pas� nada contigo? -- � O s�?
No, si los malestares vinieron despu�s � se apresur� a
decir --- la p�cara Victoria.
� Y con cual probaste?
� Con cual te imaginas t�?
�No me digas que te gusto el similar al de George? �Mam�!
Lo bautice como mi "Geor".�Respondi� Victoria.
O sea � dijo con espanto Virginia � Tuviste fantas�as con
mi marido toda la noche.
� Y que quer�as?--- Si t� misma me dijiste que el aparato
era igual al de tu marido, con qui�n iba a fantasear si no con �l. Y te dir�
que se port� tremendo y muy amoroso.
�Mi Dios! Qu� descarada eres madre, si no te conociera
como te conozco, dir�a que lo �nico que andas buscando con tu jueguito es
que te agarre mi marido y te baje todas esas calenturas que tienes dentro de
tu cuerpo, con ese respetable miembro que tiene.
Tu bien sabes que les tengo verdadero terror a los penes
grandes pues tu padre no era de los bien dotados y no quisiera ni pensar que
algo me pueda pasar con tu marido y menos con lo celosa que debes ser tu.
�Celosa yo � --- dijo asombrada Virginia --- Con cualquiera
otra mujer menos contigo madrecita, sabes que todos los d�as te compadezco por
estar tan sola, con ese cuerpo y con lo rico que es hacer el amor ,no sabes como
desear�a que tu tambi�n tuvieras un hombre que te llene de placeres y te haga
fundir a "cachas", no te imaginas lo que me har�a feliz ---y a prop�sito
madrecita,---- perm�teme que te quiera confesar una cosa.
De que se trata querida.--- pregunt� Victoria --- mostrando
un vivo inter�s por lo que su hija pudiera decirle.
He so�ado vi�ndote hacerlo con George, y no te imaginas lo
que disfrut� con ese sue�o.
Pero mi amor, eso es s�lo un sue�o que dicta mucho de la
realidad y la realidad pasa por tres persona, la una, es que tu lo aceptes, la
dos es que yo lo admita y la tres, es que George est� de acuerdo con las
fantas�as de su mujercita ---- Ahora yo te pregunto ---- � T� lo aceptar�as?
No sabes cuanto me gustar�a verte en acci�n con �l mam�.
�Verdad que eso te gustar�a? ----- murmur� Victoria
No s�lo me gustar�a, si no tambi�n lo deseo madrecita, ese
cuerpo tuyo necesita que lo estremezcan de placer y tu tienes un hambre de sexo
que se te nota, claro que siempre y cuando t� est�s de acuerdo.
Si tu lo has pensado bien y crees que no te va a afectar y
George no me rechaza, estoy dispuesta a complacerte en lo que tu desees mi
peque�a.
�Oh Madre�--- Sab�a que no te negar�as a mis deseos y mi
George se va a sentir muy feliz con las dos.
Al d�a siguiente dieron el alta a Virginia y cuando llegue a
casa ambas mujeres reci�n ven�an llegando despu�s de haber salido a visitar
tiendas y comprar algunas lencer�as. Aprovechando que mi mujer se meti� al
cuarto de ba�o, logr� abordar a su madre que la encontr� mas llamativa y sexy
que nunca, hac�a dos d�as que no ten�amos sexo y la deseaba m�s que a mi propia
mujer. La bese y acarici� por completo a lo que ella respond�a con cierto
nerviosismo, una de mis manos invad�an su sexo, cuando me dijo al o�do.
Detente George, que tendremos tiempo de hacerlo, Virginia
me pidi� que comparta la cama con ustedes dos ya que me ha confesado que
quiere vernos en acci�n.
No te puedo creer, eso es maravilloso, me meto a la ducha
mientras tu prepara unos tragos que esto debemos celebrarlo � dije a mi
suegra loco de contento.
Mientras me daba un ba�o reconfortante, no pod�a dejar de
pensar en lo que se me ven�a encima, mi buen miembro lo ten�a duro como un
bast�n de b�isbol.
Yo conoc�a a mi mujer y sab�a que por tener sexo y
disfrutarlo pod�a renunciar a mil otras cosas, jam�s e sido celoso con ella
y trato de complacerla en todas sus fantas�as, aunque en ello lleve las de
perder, como tampoco lo es ella conmigo, por lo que nuestra filosof�a de
vida es que seamos felices a nuestra manera y como muestra y sin
avergonzarme le puedo afirmar que, a poco de habernos casado, no te bastaba
s�lo conmigo a pesar de tener un potente pene, sus fantas�as y sue�os eran
hacerlo con dos hombres a la vez. Invitamos a nuestra cama al muchacho que
nos cortaba el c�sped y no se cuanto tiempo lo ten�amos con nosotros fines
de semanas completos. Se aburri� con �l y despu�s vino el polic�a fornido
�se que por evitar que le llevaran detenida por el accidente con un tipo
ebrio, le pago meti�ndose a la cama con �l y yo se lo celebraba. Despu�s
Pinck, ese hermoso perro adiestrado para tener sexo con mujeres y que ahora
lo tenemos en nuestra casa del Lago, con nuestra cuidadora, animal este a
qui�n ten�a a disposici�n las veinticuatro horas del d�a y que se la montaba
tarde, ma�ana y noche.... bueno y ahora le confiesa a su madre, que desea
fuertemente participar conmigo y con ella en nuestra cama. �Y qui�n soy yo
para negarme a complacerla si esa es nuestra felicidad?.
Esa noche el ambiente reinante y los tragos nos ayudaron a
realizar esta hermosa fantas�a que se inicio como una cosa tan normal, que a
pesar que yo sospechaba que algo tramaban madre e hija, no me percat� hasta no
estar envuelto en la trama que me hab�an preparado.
Ellas simularon que se iban a dormir cada una a sus cuartos,
mientras yo me retrase por unos momentos ubicando unos elementos que deb�a
enviar a la oficina al d�a siguiente que por ser s�bado no lo trabajaba. Al
llegar a mi alcoba donde me esperaba Virginia, esta se encontraba a oscuras,
escuchando su voz que me dec�a: No enciendas la luz querido, desn�date y ven a
la cama que esta noche lo quiero hacer a oscuras.
No vacile en cumplir lo pedido y cuando estuve listo me met�
a la cama. El cuerpo desnudo de Victoria, mi querida suegra me envolvi� de
sexualidad y calentura, pero simulando que era mi propia mujer que me esperaba
yo solo atinaba a decirle " � Oh Virginia � --- al fin otra vez mi amor ---
mientras recorr�a todas sus formas armoniosas y deseables, ella nada dec�a,
fuera de sus gemidos iniciales que me indicaban que tambi�n estaba deseosa de
hacer el amor. A los pocos minutos y cuando ya tomaba ubicaci�n entre sus
piernas para proceder a penetrarla con ganas, se encendi� la luz y pude ver a
Virginia debajo de la cama, cubierta con un transparente camis�n, mi pene
imponente lat�a fuertemente de puros deseos.
� Sorpresa � --- Nos grito mal�volamente Virginia.
� Oh � --- �Que es esto por favor Virginia? ---- exclam� yo
haci�ndome el sorprendido.
Esa noche me falt� pene para darles duro a las dos, Virginia
estaba fascinada con la participaci�n de su madrecita y lo bien que lo hab�a
tomado yo (Era que no ). En mi primer encuentro con su madre, en su presencia,
Virginia tuvo una participaci�n espectacular, ella misma se preocup� que
Victoria estuviera preparada cual novia en su noche de bodas, para recibirme en
su ardiente intimidad, notaba la calentura de ambas mientras mi mujer tomaba mi
duro pene y lo restregaba en el sexo de su caliente madre que gem�a de placer
por tenerlo todo dentro de ella, para llenarlo de placer y gozo como ya me lo
hab�a demostrado en noches anteriores, pero que ante su hija, se convert�a en
nuestro primer encuentro. Vi a mi mujer, abrir con sus propias manos los labios
vaginales de su caliente madrecita y tomarme el pene apuntando a su entrada,
mientras llenaba de lujuria los o�dos de mam� que ahora ya ped�a y suplicaba que
la penetrara con todas mis ansias de macho ardiente.
As� lo hice y no puedo describir lo que sent� al ir
invadiendo con mi grueso pene el estrecho y ardiente sexo de mi suegra. Virginia
no se perd�a detalles de las fuertes penetraciones de que era objeto su caliente
madrecita. Yo sent�a la acci�n de su boca y lengua en la misma entrada vaginal
de su mam� absorbiendo los jugos producidos por esa tremenda fornicaci�n,
despu�s casi descontrolada de caliente, la vi ubicarse sobre el rostro de
Victoria, suplicando para que esta le metiera su lengua en su sexo, mientras se
tomaba de mi abraz�ndome y bes�ndome con inusitada calentura, mientras yo
continuaba el mete y saca a su madre que sin dilaci�n la vi saborear la vagina y
cl�toris de su propia hija, en una situaci�n jam�s so�ada por mi. Este cuadro
nos llev� a los tres a sentir que nuestros orgasmos fueran tan sensacionales e
irreproducibles.
Esa noche me monte a dos hembras con una tremenda capacidad
de producir placer y bienestar, entre ambas estrujaron toda ni capacidad de
producir semen, todo se los entregue a mis dos grandes amores, madre e hija.
Ahora ellas se han transformados en inseparables amigas y amantes. Con ellas he
pasado momentos alucinantes, me tienen como su �dolo, nada me niegan y se
esmeran por hacerme gozar al m�ximo. Dormimos los tres en la misma cama y
nuestras relaciones se han transformado en algo de lo mas cotidiano y sin ning�n
roce o mal entendido, me siento como tocado por una "varita m�gica" veo con
asombro que Virginia, a veces se nos duerme despu�s de un par de orgasmos,
mientras con Victoria continuamos fornicando de lo lindo. O en m�s de alguna
ocasi�n soy yo quien llega cansado pidi�ndoles a ellas postergar nuestra acci�n
hasta el d�a siguiente, simulo quedarme dormido y las siento como entre las dos
se entregan a unas sesiones de lesbianismo, que de puro caliente me veo obligado
a intervenir. Ella ya se ha quedado a convivir con nosotros y eso nos tiene
felices, claro que tambi�n ha debido viajar a ver su casa, pero a los pocos d�as
la tenemos de vuelta y con nuevos br�os. Ambos la echamos de menos muy
pronto.... es que es tan buena en la cama como fuera de ella. Yo no me explico
porque tantos varones se quejan de sus suegras, cuando la m�a es una maravilla,
que de solo tenerla a mi lado, me produce unas fuertes erecciones y reconozco
que a veces me falta miembro para dejar contentas a las dos.
Adi�s........ George