Nacida para Coger
Identificaci�n con mi Prima Quetzalli
Por Georgina del Carmen
Hab�a sido invitada a una fiesta que se celebrar�a en la casa
de mi t�o Alejandro, hermano de mi madre y quien vive a unas 20 calles de
nuestra casa, en la colonia contigua, �l esta casado con la t�a Flor y tienen
dos hijos, Sergio quien es de la misma edad de mi hermano Carlos y Quetzalli que
es un a�o mayor que yo, por supuesto, como com�nmente se conoce, somos
primos-hermanos.
Antes de aquella noche yo y Quetzalli nos frecuent�bamos muy
poco a pesar de la cercan�a en que viv�amos, debido tal vez a que asist�amos a
diferentes colegios y nuestro circulo de amistades, provenientes la mayor�a de
la escuela, era diferente, no as� Carlos y Sergio quienes eran muy unidos y
formaban parte del mismo grupo de amistades y casi se puede decir que eran
inseparables, por lo que a Sergio lo ve�a muy frecuentemente en mi casa y por
cierto nunca ocult� los deseos que tenia por mi cuerpo y a decir verdad �l
tambi�n me atra�a sexualmente.
Para la noche de la aludida fiesta mis padres me hab�an dado
permiso de quedarme a dormir en casa de mis primos para no correr riesgos por la
noche al terminar la fiesta, ya que conoci�ndolos se preve�a terminar�a muy de
madrugada, Quetzalli me hab�a invitado a quedarme en su recamara lo que acept�
de buen grado ya que siempre nos hemos llevado bien solo que, en aquel tiempo,
no muy continuamente.
Durante la fiesta mi prima se dedic� la mayor parte del
tiempo a atender a las amistades que ella hab�a invitado y yo me dedicaba a
bailar con los chicos que me solicitaban para ello, entre ellos mi primo Sergio,
quien al bailar no desaprovechaba la oportunidad de acercarme su verga a mi
vientre y su pecho a mis tetonas, yo lo permit�a fingiendo no darme cuenta de
sus intenciones pero disfrutando el momento. Ya avanzada la fiesta conoc� a un
chico muy guapet�n en el que centr� mi atenci�n, seguramente atra�do por la
min�scula minifalda que vest�a el chico se desviv�a en atenciones para m�,
despu�s de algunos tragos ambos nos fuimos desinhibiendo y poco despu�s ya me
repegaba su miembro en el vientre que se le sent�a en erecci�n y yo en
compensaci�n tambi�n le dejaba sentir mis tetonas en el pecho y mi pelvis en su
pene, pronto nos empezamos a besar y sus manos acariciaban mi espalda y cintura
amagando con bajar a mis nalgas, los besos en la boca iban subiendo de tono y
sus manos bajando de mi cadera en busca de mis gl�teos.
En esos momentos yo ignoraba que el chavo en cuesti�n ven�a
acompa�ado de un amigo igual de hermoso que �l y que estaba en plena conquista
de mi prima Quetzalli, me di cuenta cuando nos reunimos los cuatro y empezaron
las presentaciones de rigor y cuyos nombres no reproduzco por que la verdad
ahora no los recuerdo, hecho lo cual y copa en mano nos fuimos a un rinc�n poco
concurrido del amplio jard�n de su casa, arropados entre los �rboles que ah�
existen, donde en principio platic�bamos los cuatro pero al correr de los
minutos nos separamos un poco y cada quien platicaba con su cada cual, la sesi�n
de besos se reanud� y lo mismo hacia mi prima con el otro chico.
Los besos del gal�n ya me hab�an puesto cachonda y permit�a
que sus manos recorrieran mis nalgas por encima de la minifalda y yo con mi
pelvis frotaba su hinchado pene, tratando de guardar discreci�n ante la cercan�a
de Quetzalli, pero cuando volte� a verla me llev� una grata sorpresa, mi prima
era tan cachonda como yo, el tipo le tenia metida la mano por la pretina debajo
del pantal�n acarici�ndole las nalgas y la mano de ella, aunque no la ve�a,
estaba a la altura de la verga de �l mientras se besaban en la boca.
Ante tal hecho me descar� un poco y ya directamente le
acariciaba con una de mis manos la verga a mi pretendiente, y �l con una mano
segu�a masajeando mis nalgas y con la otra mis chiches, poco a poco la mano que
tenia por detr�s de m� fue bajando hasta alcanzar la orilla de la minifalda y
meti�ndola por debajo de �sta fue subiendo por mis muslos hacia mis nalgonas
para acariciarlas directamente en virtud de que las breves pantaletas tipo tanga
que portaba, que aunque ya ten�a las propias tan sensuales como las de ella,
eran un "pr�stamo" de Irene pues me segu�a excitando ponerme las pantaletas
sucias de ella imaginando que quiz� en ellas hubiera estado la verga de mi
hermano Gerardo, y estaban metidas entre mis asentaderas permitiendo la libre
caricia de su mano sobre mis nalgonas.
Ya eran las primeras horas de la madrugada y muchos de los
asistentes se hab�an retirado o se preparaban para ello y los que aun
permanec�an estaba dentro de la casa, por lo que en el jard�n solo estabamos mi
prima y yo acompa�adas de nuestros respectivos galanes de ocasi�n, cada cual
estaba en "lo propio" y no prest�bamos atenci�n a lo que hacia la otra, solo de
vez en cuando volteaba para ver que hacia Quetzalli pero segu�a metidisima en el
cachondeo, tal vez sin que me diera cuenta ella tambi�n volteaba a verme a m�.
El caliente chavo encontr� el resorte de las pantaletas y
tir� de ellas hacia abajo dej�ndomelas entre el inicio de los muslos y la parte
baja de las nalgas y metiendo su mano por debajo de los gl�teos me dedeaba la
vagina y ya mojado su dedo con mis flujos intentaba meterlo en mi culito, presa
de la lujuria se lo permit�a e irreflexiva le baj� el cierre de la bragueta
liber�ndole la erecta verga y se la "chaqueteaba", en tanto �l con la otra mano
me manoseaba la tetonas por dentro de la blusa y por abajo del brassiere.
Volte� para atisbar a Quetzalli y me impresion� de ver a mi
prima empinada de frente al chico mam�ndole la verga, mientras �ste segu�a con
la mano metida bajo el pantal�n de ella d�ndose gusto con sus nalgas y tal vez
con su culo, lo que me anim� a seguir adelante con mi lujuriosa actividad, mi
casual pareja dejaba por momentos mis chiches para manosearme la vulva
frot�ndome el cl�toris y acari�ar mi abundante vellosidad pubica y pretend�a
cogerme ah� mismo poniendo su falo entre mis muslos pretendiendo ensartar mi
vagina lo que lograba por instantes solo con su glande pero se sal�a con
facilidad ya que la pose y la situaci�n no era lo mas c�modo, am�n de que las
pantaletas donde las ten�a era un escollo mas pero no quise quit�rmelas por
temor de ser descubierta por los dem�s familiares, en aquella candente lucha por
ensartarme me vino el orgasmo entre ayes de placer y momentos despu�s el chico
se "vino" en mi entrepierna mojando con su esperma mi vellosidad, las pantaletas
y mis muslos.
Supuse que mi prima le habr�a succionado el esperma a su
pretendiente y quiz� tragarlo y tal vez ella misma se hubiera "venido", pero
casi al mismo tiempo nos empezamos a arreglar la ropa y a disponernos a entrar
en la casa, no sin antes quedar de acuerdo, cada cual por su lado, con el chico
respectivo para el d�a siguiente vernos e ir a coger en forma c�moda en alg�n
motel o lugar tranquilo.
Los chicos se despidieron y ella y yo no hicimos ning�n
comentario mientras dur� lo que restaba de la fiesta, los comentarios y
confesiones intimas fueron una vez que ya estabamos en la recamara compartiendo
la mullida cama de Quetzalli, c�nicamente nos hicimos un relato sucinto y por
dem�s detallado de todo lo sucedido previamente y durante el tiempo que
estuvimos en el jard�n, as� como infinidad de detalles de nuestro comportamiento
y gustos de �ndole sexual, lo que nos identificaba a ambas como un par de
cachondas adictas a la verga y toda clase de juegos er�ticos y por �ltimo que
ambas hab�amos hecho cita para el d�a siguiente ir a coger con estos chicos.
Al d�a siguiente al filo del medio d�a estaba llegando a mi
casa convencida que hab�a sido una noche redonda, tanto por la conquista del
chico con quien ir�a a coger esa tarde como por la sorprendente e importante
identificaci�n que hab�a tenido con mi prima Quetzalli en un aspecto tan intimo
como es la sexualidad, todo parec�a indicar desde entonces que juntas pasar�amos
los momentos mas excitantes de nuestra existencia, tenia la esperanza, como lo
ha sido, de tener una amiga con quien compartir mis mas �ntimos secretos
sexuales, sin ser solo de palabra sino participando juntas en experiencias que
la mayor�a de las personas calificar�an como aberrantes, inmorales o
pecaminosas.
Al caer la tarde el sujeto cuyo nombre he olvidado pas� por
m� y luego de tomar un par de copas en un bar me llev� a un motel en donde
disfrut� de cada palmo de mi cuerpo y me cogi� por todos los lados y poses
imaginables, d�ndome el inmenso placer de gozar con su sabrosa verga de varios
orgasmos que disfrut� al m�ximo, siempre pensando que el que me estaba cogiendo
era mi hermano Gerardo que aunque aun no hab�a nada con �l segu�a provoc�ndolo
de acuerdo al plan que previamente hab�a trazado para seducirlo, en mis
pensamientos tambi�n estaba mi prima Quetzalli tratando de imaginar como le
estar�a yendo con el amigo del personaje que estaba conmigo d�ndome verga como
desesperado y yo entregada a los placeres de Afrodita chup�ndole la verga reci�n
salida de mi culo y tragando encantada su esperma.
Entrada la noche, ya en casa, son� el tel�fono, era Quetzalli
que al igual que yo estaba llena de curiosidad de saber como me hab�a ido con mi
gal�n, duramos hablando casi dos horas cont�ndonos mutuamente los detalles
pormenorizados de las respectivas cogidas que nos hab�an dado, ambas
reconoc�amos que tan solo el hecho de platicarnos esta experiencia ya nos hab�a
puesto cachondas nuevamente y a Quetzalli se le ocurri� la excitante loquera que
bien podr�amos cambiar de pareja o mas cachondo aun podr�amos coger entre los
cuatro.
La idea me atrajo de manera muy especial solo de pensarlo ya
estaba deseosa de verga y para ultimar los detalles le propuse que al d�a
siguiente se quedara a dormir en mi casa, ya que siendo lunes tanto por la
ma�ana como por tarde ten�amos cosas que hacer empezando por asistir a la
escuela, hacer la maldita tarea escolar y algunas otras cosas, ella acept�
pidi�ndome que alertara a mis padres por si los de ella llamaban a los m�os para
verificar que pasar�a la noche conmigo.
Al caer la tarde lleg� mi prima Quetzalli a casa, malet�n en
mano con la ropa que usar�a esa noche y al d�a siguiente, vest�a de pantal�n a
la cadera dejando ver la tanga roja que tra�a puesta, blusa ombliguera luciendo
el arete que pende de su ombligo y altas sandalias, la verdad hacia gala del muy
buen cuerpo que tiene, dejando boquiabierto al caliente de mi hermano Carlos que
ahora tendr�a doble espect�culo er�tico para alimentar su libido, mi prima y yo.
Lo primero fue instalarla en mi recamara, luego bajamos a
cenar y para m� a continuar con mi labor de seducci�n de mi hermano mayor
dej�ndole ver mis "encantos" bajo mi peque�a minifalda y el amplio escote de mi
blusa por donde asomaban de manera generosa mis crecidos senos, ya la estrategia
empezaba a dar frutos pues Gerardo ya se fijaba con mas frecuencia en mi cuerpo,
incluso Quetzalli lo hab�a notado en los primeros momentos de su estancia en
casa y posteriormente me lo comentar�a.
Ya en la intimidad de mi habitaci�n, mientras nos
desnud�bamos para ponernos nuestros respectivos baby-doll, el de ella rojo y el
m�o blanco ambos trasparentes, retomamos el tema de los chicos que el d�a
anterior nos hab�an cogido, haciendo gala de la amplia experiencia que ella
tenia f�cilmente me dijo que no hab�a mucho que planear, que simplemente le
llamaria a su "gal�n" y se lo propondr�a para que �l lo comunicara a su amigo.
As� lo hizo, llam� por tel�fono y se lo solt� sin traza de pudor y qued� con el
chico en que mas tarde �l le llamar�a para concretar la cita ya que su amigo
seguro lo aceptar�a, me dej� impresionada y me aconsej� que las cosas hab�a que
hacerlas en caliente, consejo que tom� relacion�ndolo con mi hermano Gerardo, si
lo deseaba ten�a que hac�rselo saber de forma directa.
Nos metimos a la cama y la pl�tica vers� sobre las
experiencias sexuales de ambas, sin duda ella tenia mucho m�s experiencia que
yo, me daba un gusto enorme poder contar con una amiga como ella que era tan
cachonda como yo y seguramente aprender�a mucho de sus vivencias, toqu� el tema
del incesto y aunque por el momento no me hizo ninguna confesi�n era evidente
que no lo sat�nizaba y por el contrario opinaba que en materia sexual estando de
acuerdo las partes no hay nada imposible, ni sucio, ni pecaminoso, ni inmoral,
en pocas palabras apoyaba el incesto como el placer sexual de los dioses como la
m�xima expresi�n de la sexualidad. Poco tiempo despu�s sabr�a porqu� de su
liberal opini�n. Ya entrada la noche nos dormimos despu�s de masturbarnos una
frente a la otra ya que la pl�tica nos hab�a puesto calientes en exceso.
A la ma�ana siguiente nos metimos a ba�ar juntas, pude ver su
hermoso cuerpo totalmente desnudo, en verdad estaba "buenota", es guapa de su
rostro, de piel morena clara, sus senos son algo peque�os, comparados con los
m�os, su cintura es breve muy bien delineada contrastando con su amplia cadera y
sus paradas y grandes nalgonas, con firmes muslos carnosos pero perfectamente
moldeados, as� como sus pantorrillas, su vello pubico estaba recortado en forma
circular, creo que de la cintura para abajo es un "mangazo", solo le falta un
poco de senos para estar perfecta, aunque no tengo tendencia lesbia su cuerpo me
llamaba mucho la atenci�n y al parecer tambi�n el m�o a ella, pues me miraba
constantemente haciendo comentarios en especial de mis chichonas.
El d�a pas� entre pl�ticas de experiencias sexuales y cosas
de la familia o la escuela y comentarios de nuestros respectivos novios.
Por fin lleg� la hora en que pasar�an por nosotras para irnos
a coger, Quetzalli se puso un minivestido ajustado a su cuerpo en el que se
marcaban las pantaletas tipo tanga negras, brassiere del mismo color y las
sandalias destalonadas que hab�a tra�do, yo me puse tambi�n un minivestido que
dejaba al descubierto casi todos mis muslos, no me puse ropa interior sin
embargo me puse pantimedias y unas zapatillas de tac�n alto.
Los chavos pasaron por nosotras y desde el primer momento
Quetzalli impuso la diferencia al subirse al asiento trasero del auto, lugar en
donde viajaba el chico que me hab�a cogido a m� la vez anterior y yo abord� en
la parte delantera con el chavo que se hab�a cogido a mi prima.
Durante el trayecto nos indicaron que ir�amos a la casa de
uno de ellos ya que sus familiares estaban de viaje, aceptamos de buen grado.
Durante el viaje el tipo que conduc�a el auto no perd�a el tiempo y enseguida
puso su mano sobre mis muslos acarici�ndolos, yo me dejaba complaciente y
tambi�n puse mi mano sobre el bulto que hacia su tiesa verga bajo el pantal�n y
cuando los sem�foros nos marcaban el alto entonces me acariciaba mis crecidas
tetonas; Quetzalli no se quedaba atr�s y se besuqueaba con el fulano que estaba
a su lado permitiendo que le metiera la mano entre sus piernas y ella le
agarraba la verga.
Llegamos a una casa muy c�moda, enseguida los sujetos
pusieron m�sica y empezaron por servir unos tragos de licor, luego de los
primeros sorbos empezamos a bailar, ambas pas�bamos las manos por la nuca de
ellos repegando nuestros vientres contra sus hinchadas vergas roz�ndolas
continuamente, ellos ten�an ambas manos en nuestras nalgas, en lo que se conoce
como bailar de "cart�n de cerveza", mientras nos bes�bamos en la boca
compartiendo nuestras lenguas, la temperatura corporal estaba en aumento,
s�bitamente cambiamos de pareja a instancia de Quetzalli, repitiendo las
condiciones anteriores pero ahora con el otro chavo, as� fuimos rolando pareja
durante dos o tres piezas musicales, la diferencia era que el manoseo era cada
vez mas atrevido, ya nos ten�an el reducido vestido hasta la cintura
acarici�ndonos las nalgas, a mi prima al natural ya que la tanga estaba entre
sus gl�teos y a m� sobre las pantimedias.
Descansamos un momento para tomar otros sorbos de la copa,
pero sentadas en las piernas de los fulanos que no cesaban de acariciarnos el
cuerpo con toda desfachatez y nosotras nos dej�bamos en plena desverg�enza
moviendo nuestras nalgonas sobre las erectas vergas de los galanes.
La calentura estaba en su m�xima expresi�n y las pantaletas
de mi prima y mis pantimedias ya estaban a mitad de nuestros respectivos muslos
y las manos de los sujetos metidas en la entrepierna de cada una acariciando
nuestra vellosidad y vulva metiendo sus dedos en nuestros sexos para frotarnos
el cl�toris, poco a poco nos fueron despojando de la ropa hasta dejarnos
completamente encueraditas y ellos tambi�n se desnudaron exhibi�ndonos sus
erectas y sabrosas vergas.
Fueron ellos quienes iniciaron haciendo los honores a
nuestras mojadas vulvas, nos sentamos en el sof� con las piernas abiertas y
ellos hincados nos chupaban la vulva, el tipo que inici� conmigo bajaba su
lengua hasta alcanzar mi culito haciendo vibrar mi cuerpo, luego de varios
minutos, poni�ndose ambos en pie, nos acercaron sus vergas a la boca, como
atra�das por un im�n se las empezamos a besar, chupete�ndoles y meti�ndolas a
nuestra boca les mam�bamos, luego de algunos minutos se cambiaron para que fuera
la otra quien les mamara, nosotras encantadas lo acept�bamos probando ambas
vergas.
Sin decir nada el tipo al que en ese momento le chupaba el
falo me levant� las piernas hasta sus hombros y puso la cabeza de su pene en mis
labios vaginales empujando poco a poco, la humedad de mi sexo facilitaba la
penetraci�n y en menos de lo que tardo en escribir ya tenia la totalidad de su
miembro dentro de m�, en tanto a Quetzalli la pusieron de "ladito" y la
penetraron por detr�s aunque por su sexo, el vaiv�n de las vergas entrando y
saliendo de nuestras vulvas se generaliz� as� como nuestros jadeos y expresiones
de placer.
Vino un nuevo cambio de pareja, el chico que acababa de
penetrar a mi prima permaneci� sentado mientras yo me mont� en �l ensart�ndome a
m� misma con su rico tolete d�ndome sentones en �l sintiendo su verga entrar
repetidamente en mi ser, a mi prima la tenia en pose de "perrita" hincada sobre
el sill�n y el sujeto tras ella d�ndole verga incansablemente, vino otro cambio
de pareja, pero antes de penetrarnos nos dieron a chupar sus vergas por lo que
indirectamente estabamos probando mutuamente los jugos �ntimos de la otra, me
sab�a rico.
Los cambios de pose y pareja menudearon, as� como los
escandalosos orgasmos que mi prima y yo ten�amos de manera constante disfrutando
al m�ximo de los placeres carnales, en un momento dado a ambas nos pusieron
empinadas en el sill�n y abri�ndonos los gl�teos enfilaron sus macanas al
diminuto agujerito que tenemos entre las nalgas y que todo hombre desea,
complacientes aceptamos la penetraci�n anal, sus endurecidas verga fueron
penetrando lentamente en nuestros culitos que devoraban sus deliciosos pedazos
de carne aloj�ndolos en el intestino.
La entrada y salida de sus duras vergas de nuestros culitos
eran constantes, as� como los cambios de pareja previa chupada de verga,
mientras nos enculaban Quetzalli y yo nos volte�bamos a ver esbozando c�nicas
sonrisas disfrutando de la culeada que nos estaban dando, tiempo despu�s nos
anunciaron que estaban a punto de eyacular, nos indicaron que nos hinc�ramos en
el piso de frente a ellos y nos dieron a mamar sus vergas, de repente ambos
sacaron la verga de nuestras bocas y los chorros de esperma ca�an en nuestro
rostro y boca de forma cruzada de tal manera que ambas recib�amos semen de los
dos personajes que una vez que terminaron de "venirse" aun les chup�bamos la
verga hasta que �stas perdieron la erecci�n.
Como colof�n, con nuestras caras escurriendo de esperma yo y
Quetzalli nos dimos un besito en la boca compartiendo el semen que estaba dentro
de ellas lo que nos consolidaba como un par de cachondas fortaleciendo nuestra
naciente amistad, no quedaba duda ambas �ramos "Nacidas para Coger" y lo mejor
entre nosotras estaba aun por venir.
Pasamos al ba�o para lavarnos, ah� en el ba�o estaba la
lavadora, sin saber porqu� la destap� encontr�ndome la ropa sucia de la familia
y entre ella varias pantaletitas microsc�picas de lo mas sensual, no pude
resistir esa mala costumbre que tengo de robar pantaletas cuando tengo
oportunidad, as� que tom� tres que me parecieron las mas provocativas y las
escond� entre mi vulva y las pantimedias como si fuesen toallas sanitarias y
sal� para irnos a casa.
A partir de ese d�a mi amistad con Quetzalli se increment�
volvi�ndonos casi inseparables y viviendo aventuras de �ndole sexual tan
inusuales y atrevidas como placenteras y narrar� pr�ximamente las m�s
destacadas.
Georgina del Carmen