Pues todo comenz� un d�a que de paseo por la marquesa decid�
subirme a las cuatrimotor y por desgracia me fracture la pierna derecha. Y el
doctor al que fui me puso un yeso color amarillo fosforescente muy padre.
Todo transcurr�a normalmente, iba a clases y toda la cosa
pero a la hora de recreo me tenia que quedar en el sal�n porque las clases eran
en el 2do piso. (Iba en una escuela llamada el salesiano de santa julia, un
colegio particular solo para hombres, e iba en segundo de secundaria) as� que me
quedaba solo. Muchas veces me quedaba dormido en mi banca.
Pero al la semana los profesores se empezaron a preocupar por
la forma en que me iban a evaluar en educaci�n f�sica.
Un d�a me dijeron:
julio, como no puedes hacer ejercicio te vamos a repetir
tu calificaci�n de educaci�n f�sica de el bimestre anterior pero debes
ayudar a tus compa�eros que van mal en los recreos. �O.k.?
pues� esta bien.
Entonces ma�ana te vamos a enviar al primero
bueno
Y as� fue pero no quedamos en cual de los dos. Yo supuse que
en el largo pero en la clase de antes no llego el maestro, por eso es que a
todos los dejaron bajar a jugar football y me quede solo de nuevo y decid�
dormir un poco antes de tener que darle clases a quien sabe quien.
Aunque ya me ten�a mis sospechas pues, prefer� dormirme.
Mientras dorm�a sent� que alguien me estaba llamando y as� era. Despert� y era
un compa�ero llamado Gracia Guzm�n Pascual pero todos le dec�amos pato. Yo
estaba que no me lo pod�a creer. No era un chavo tonto pero si muy guevon y muy
guapo.
No era muy alto (1.40), es api�onado, cabello casta�o claro,
ojos verdes, unos labios carnosos y unas nalgas de campeonato y no se si era
lampi�o, todav�a no le sal�an los vellos o si se rasuraba pero cuando se tenia
que quedar en shorts se le ve�an las piernas completamente sin vello. Y como
todos a esa edad en la parte de atr�s del sal�n que era donde se sentaba se
organizaban las competencias de ver quien se masturbara mas r�pido, de quien la
tenia mas grande, etc. Aunque nunca participe siempre me asomaba para ver.
Y vitore�bamos al ganador. El no la tenia muy grande pero
siempre nos dec�a que se la rasuraba y si es cierto no dejaba que le crecieran
ni un bello. Era un buen deportista as� que ten�a un buen cuerpo y era el m�s
calenturiento de todos. Siempre que uno volteaba se la estaba jalando y si se te
ocurr�a agacharte siempre te la arrimaba sin importar quien fueras. Y se le
notaba un poco que le gustaban los hombres aunque no se sab�a si era por gusto o
si solo era una broma. A veces no usaba calzones y te arrimaba las nalgas y
cosas por el estilo as� que siempre te dejaba con la duda de si era o no. Pero
continuando despu�s del breviario cultural.
Era el quien me despert� para decirme que a el es a quien le
iba a ayudar en mate. Y yo estaba encantado. No pod�a dejar de mirarlo. Solo
faltaban 2 o 3 d�as para el examen as� que ten�amos que empezar a toda
velocidad. Yo soy un cerebrito de las matem�ticas as� que la ayuda le call� de
perlas y el viernes que fue el examen el me dijo:
pato- estuvo muy f�cil con tu ayuda gracias
yo- no, de que.
P-�Y me podr�as ayudar otro poco la siguiente semana?.
Y-Claro
As� que todo el fin de semana estaba impaciente pero por fin
llego el lunes y no me pod�a aguantar las ganas de que fuera el recreo y solo
esperaba que llegara asi que cuando son� la campana todos se salieron pero
nosotros nos quedamos y el me dijo: bueno, todav�a falta mucho por ver.
As� es- le dije y nos sentamos en las mismas bancas de la
semana pasada. Pero el estaba distra�do y le dije: si no te puedes concentrar
platiquemos un rato.
P-no, no te preocupes.
Yo-sigamos.
Y as� continuamos pero el no se concentraba muy bien ese d�a
y cada que volteaba el me estaba mirando y se hacia el disimulado y volteaba a
ver el techo o algo. Pero ya me supon�a que algo se tra�a. Para que se
distrajera y relajara le dije que se esperara un rato que iba al ba�o pero el me
dijo: te ayudo a llegar al ba�o.
Yo-bueno
Llegamos al ba�o y el insisti� en ayudarme a acomodarme, As�
que me dejo en un mingitorio y espero en los lavabos. En eso perd� el equilibrio
y casi me caigo, el corri� a ayudarme y evito que me pegara pero me estaba
cargando. En eso se me quedo viendo y se acerco a mi cara y me dio un beso.
Nunca nadie me hab�a besado y menos un chavo y que chavo tan guapo. Se aparto y
me dijo espera, me acomodo en el suelo y se paro y camino hacia la puerta. Pens�
que se iba a ir pero solamente fue a poner el seguro a la puerta e
inmediatamente regreso y me dio otro beso. As� estuvimos como 10, minutos
bes�ndonos. Los dos �ramos inexpertos pero el sabia mucho m�s que yo.
En eso el me dijo espera y me ayud� a ponerme de pie porque
parado ya estaba, si ustedes me entienden. Y me sent� en uno de los escusados y
el se sent� sobre mi y nos seguimos besando pero ahora no acarici�bamos
completamente. En eso ciento que el me restregaba las nalgas sobre mi pene y se
sent�a genial. El se despego de mis labios para decirme con que ya estas parado
eh cabron. Y yo no hab�a dicho nada desde que hab�a empezado todo y no iba a
decir nada hasta mas tarde y en eso que se para y me empieza a besar de nuevo
mientras intentaba desabrocharme el pantal�n cosa que le costo mucho trabajo por
la posici�n y por el yeso pero lo logro.
Obviamente no iba a poder bajarme los pantalones as� que solo
los bajo unos cent�metros y me bajo un poco mi trusa blanca y vio que ya estaba
mas caliente que el sol. As� que como siempre le hab�a dicho de broma se bajo
por los chescos �sea que me empez� a dar una mamada y muy sabrosa les he de
decir.
Nunca nadie me hab�a dado una mamada y me la estaba dando
este muchachito que siempre me hab�a tra�do loco. No lo pod�a creer pero era
genial y se notaba que a el le gustaba tambi�n. El primero me empez� pasando la
lengua por todo mi glande. Enfoc�ndose en el hoyito y comi�ndose todo mi precum.
Luego empez� a chuparme el tronco y pasando la lengua por todo mi pene. En eso
que me dice: te gusta �verdad? Y por primera vez hable de nuevo solo para
decirle: si, no pares.
No tarde en venirme y el no paraba. Segu�a chupando pero en
eso toco la campana que nos dec�a que el recreo hab�a acabado as� que se separo
y me ayud� a arreglar mi ropa y a no vernos tan despeinados. Y el me ayudo a
llegar al sal�n donde me dio una hojita con su tel�fono y su direcci�n y me dio
una mordidita en la oreja y me dijo te espero en la tarde. Viv�a a menos de una
cuadra de la escuela as� que fue genial� pero esa es otra historia.
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