Relato: Venganza







Relato: Venganza

Soy aficionado a los ordenadores y a internet, sobre todo
al material pornogr�fico. Cuando vi esta p�gina y los relatos incestuosos que
se relataban en ella me decid� a contar mi historia, HISTORIA 100\% REAL, que a
mi prima (la tengo aqu� al lado mientras escribo este documento) y a m� nos
encantar�a ver publicada. Tambi�n est� para refrescarme la memoria sobre
partes de la historia, ya que aunque hay cosas que recuerdo como si hubieran
sucedido hoy (sobre todo como comenz� todo esto) hay detalles sobre otras que
est�n algo borrosas. Prefiero mantener el anonimato, cosa que me gustar�a que
siguiera siendo as� y he cambiado los nombres de los dem�s protagonistas. En
esta secci�n public�is fundamentalmente historias de incestos, entre ellos de
una madre y su hijo, de primos, de t�a y sobrino, etc... Pues bien, yo adem�s
de joder con mi madre lo hago con mi t�a y mi prima. Pero a diferencia de las
historias que se publican aqu� yo no lo hago por amor. Y a diferencia de los
que lo hacen solamente por lujuria yo tengo que a�adir la venganza, que es
precisamente el t�tulo que he escogido para relataros mi vida. Mi historia es
larga, pero creo que si se publicara en la web muchos internautas la
encontrar�an sobradamente interesante. Y despu�s de este peque�o pr�logo paso
a relataros mi experiencia.


La verdad es que nunca en mi vida pens� que mis problemas
se acabar�an resolviendo de esta manera, y menos con todo lo que hemos pasado,
pero as� es la vida. Creo que para que pod�is entenderlo es mejor que comience
por describiros a las otras tres protagonistas.


Comenzar� por describir a mi madre. Aunque ella se niegue a
admitir lo zorra que es, es una mujer tan cachonda que no sabe d�nde ponerse
para que algo se le meta entre las piernas. Y claro, el hijo ha salido a la
madre, tan ardiente que no s� d�nde colocarme para observar sus piernas, sus
tetas o su perfecto culo. Pero claro, antes no me fijaba en estas cosas, m�s
bien pasaba el tiempo maquinando en la forma de deshacerme de ella y de mi
t�a. Pero no adelantemos acontecimientos, centr�monos en c�mo es el f�sico de
mi madre. Es una mujer de largos y sedosos morenos cabellos, de suave y fina
piel, de grandes y firmes tetas, hermosa de rostro, con un culo redondo y duro
y con una figura que har�a las envidias de cualquier modelo. A esto hay que
a�adirle que apenas nos separan trece a�os de edad, por lo que para m� es una
hembra sobradamente apetecible.


La otra puta es mi t�a, hermana gemela de mi madre (aunque
f�sicamente tienen poco en com�n). Se llama Ana y �sta es rubia. Es m�s bajita
que mi madre pero tambi�n est� de muerte: tiene una cara preciosa que parece
una quincea�era, unas tetazas grandes y duras con unos pezones rosados y
puntiagudos, y un pandero que se mueve como si siempre me estuviera pidiendo a
gritos que le metiese mi polla hasta los cojones.


La �ltima, mi querida y hermosa Sandra, se parece
f�sicamente bastante a su madre, aunque sea m�s delgada y tenga el cabello de
color casta�o rojizo. Lo que s� ha heredado son sus esculturales l�neas
femeninas y sus grandes globos de carne (refiri�ndome tanto a sus tetazas como
a su trasero). Ahora que lo pienso siempre he tenido a esta chiquilla a punto
de caramelo. Ver�is, siempre hemos estado muy unidos, ya que el �nico apoyo y
cari�o que ten�amos ambos era el que nos proporcionabamos el uno al otro. Creo
que ahora s� ha llegado el momento de contaros nuestra historia, pero para que
comprend�is c�mo hemos llegado hasta esta situaci�n tenemos que remontarnos
atr�s en el tiempo, a una �poca en la que ni tan siquiera hab�a nacido.


Ver�is, mi abuelo era un important�simo y recto hombre de
negocios que ten�a a las dos primeras individuas mencionadas por hijas. Era un
hombre chapado a la antigua, miembro af�rrimo del Opus, que quer�a la mejor
educaci�n para sus "puras" y "virginales" hijitas, por lo que las meti� a las
dos en caro y estricto colegio de monjas para inculcarles una mentalidad y
disciplina cat�lica. Ahora que sab�is c�mo era la personalidad de mi abuelo,
poneos en su lugar e imaginaros c�mo reaccionar�a una persona con esa
mentalidad cuando se entera de que sus dos "inocentes" hijitas est�n pre�adas
con apenas doce a�os de edad. Y sin saber ninguna de las dos qui�n es el
padre, no por haber sido violadas, sino por que se han tirado a tantos t�os
que no saben cu�l es el que las ha dejado en estado. Por lo que pude saber
hace poco incluso se montaban org�as en las cuales compet�an entre ellas para
ver cual era la que m�s polvos aguantaba. Y claro, tal puligato exig�a una
cantidad considerable de machos.


Bueno, pues el pobre hombre casi se vuelve loco al caerle
una noticia "bomba" como esa. S� que ambas recibieron una buena paliza cada
una, y que luego las amenaz� claramente con echarlas de casa si alguna de
ellas tocaba en lo que les quedaba de vida a alg�n macho. Las sac� del colegio
y no volvieron a estudiar en ning�n sitio.


Durante los nueve meses de embarazo de esas dos se dedic� a
supervisar la obra de la que iba a ser nuestra casa: un chalet de dos plantas
independientes, construido en una parcela de terreno que ten�a en un monte,
relativamente cerca de su casa de campo. La verdad es que el chalet est� muy
bien, con todo tipo de lujos. Tan s�lo tiene un inconveniente: que la
carretera m�s cercana est� unos cuatro kil�metros andando por el bosque. La
casa m�s cercana es la del abuelo, a unos trescientos metros andando por un
caminito de tierra. Aqu� fue donde nos hemos criado desde que nacimos mi prima
y yo. De casa al cole y del cole a casa, en el coche del abuelo. El abuelo
instal� su despacho en su casa de campo y se fue a vivir permanentemente a
ella, para controlar a mi madre y a la t�a, desde el cual daba las �rdenes
necesarias. De vez en cuando se marchaba a la nave industrial para comprobar
la buena marcha de la f�brica, pero la mayor parte del tiempo la pasaba en la
casa.


Y claro, imaginaos c�mo se comportar�an esas dos con
nosotros cuando hab�an perdido su estatus social, la libertad, el dinero, el
respeto y la confianza de su padre "por nuestra culpa". �sa era una frase que
a mi prima y a m� nos repet�an constantemente esas zorras, que si no
hubi�semos nacido ellas no se encontrar�an en esa situaci�n.


Sandra y yo nos criamos con gritos, insultos,
humillaciones, bofetadas y dem�s por parte de nuestras progenitoras. Y Sandra
a�n lo pas� peor que yo, ya que yo al menos ten�a algo de protecci�n por parte
del abuelo cuando se enteraba de lo que pasaba, pero ella ni eso. Adem�s de
tener esa mentalidad retr�gada era muy machista y aprobaba el que la trataran
a palos. Cuando le comentaba que le pegaban a Sandra, el abuelo respond�a "Es
una mujer, algo har�a para merec�rselo". Entre ella y yo naci� una gran
complicidad debido al mal trato que recib�amos, ya que nos apoy�bamos y
defend�amos mutuamente. As� fue como nos enamoramos el uno del otro. Crecimos
so�ando que nos fug�bamos, que las ech�bamos de casa, que las elimin�bamos y
las enterr�bamos en el jard�n... ten�amos fantas�as de todo tipo en las que
consegu�amos vengarnos y ser libres, viviendo luego juntos como una pareja
normal. Y as� fue nuestra vida hasta que cumplimos los trece a�os.


Cuando cumpl� los trece a�os hac�a alg�n tiempo que no me
aplicaban castigos corporales, yo estaba ya muy desarrollado f�sicamente y
seguro que las muy putas ten�an miedo a que se los devolvieran. Claro est� que
lo que s� que continuaba era la "guerra psicol�gica", pero lo que no me
esperaba es que hasta eso iba a cambiar, gracias a un golpe de suerte.


Ese mismo verano fue cuando ocurri� todo. Hac�a un calor
insoportable que no me permit�a dormir por la noche, por lo que permanec�a
despierto tumbado sobre la cama, con la luz apagada y con la ventana abierta
tan solo unos mil�metros para que entrara algo de aire del exterior. No era
capaz de dormir y con casi todo en silencio el m�s m�nimo ruido era bien
perceptible. Se sent�a las ramas de los �rboles mecerse con la escasa brisa,
el canto de los grillos... �y unas pisadas en el jard�n?. En un primer momento
cre� que eran imaginaciones m�as, pero tras agudizar bien el o�do (y ver que
no me lo estaba imaginando) y pensar en lo f�cil que ser�a robar por la noche
en una casa perdida en medio del monte, totalmente asilada, como la nuestra
(�qui�n nos iba a o�r pedir auxilio?) sal� corriendo a por el tel�fono
inhal�mbrico a oscuras. Cuando lo cog� repar� en que la c�mara de v�deo estaba
al lado, y se me ocurri� una idea mejor. Pens� que si eran ladrones lo mejor
era tener algo con lo que acusarlos, por lo que volv� a mi habitaci�n con
ambos aparatos y prepar� la videoc�mara, conect�ndola a la red el�ctrica (ya
que estaba sin bater�a), insertando una cinta y tapando el piloto rojo del
frontal con un trozo de cinta aislante para que no me delatase mientras
grababa.


Alguien estaba en el jard�n como yo pensaba, pero no eran
ladronzuelos como yo hab�a supuesto, sino algo mucho mejor.


Tras encender la videoc�mara, colocarla en la modalidad
nocturna y enfocar con el zoom hacia las dos siluetas que se observaban en la
oscuridad me llev� la mayor alegr�a de mi vida. Aunque la claridad de la
imagen no era la ideal (esto ocurri� m�s o menos hace diez a�os, para que os
hag�is una idea) se pod�a distinguir perfectamente los rostros del hombre y la
mujer que se encontraban all�, y lo que estaban haciendo. Eran la cabrona de
mi t�a y D. Eladio, un empleado de la empresa de mi abuelo, y no estaban
precisamente jugando a las cartas. M�s bien a "esconder la salchicha", como
digo yo. Grab� con todo detalle el espect�culo que me estaban dando sin que lo
supieran, pero dur� menos de lo que me esperaba. Aquel t�o se corri� muy
r�pido y el polvo apenas dur� minuto y medio, pero era suficiente para
vengarme al menos de una de las dos putas.


Pas� casi toda la noche en vela. En un primer momento
trataba de explicarme la forma en que se hab�an conocido. No dur� mucho ya que
no era importante para m�. Lo que s� que era importante era el hecho de que
ahora ten�a un instrumento de venganza por todos los a�os infernales que hab�a
pasado, y maquinaba en la mejor forma de jugar mis cartas.


Mi primer pensamiento fue ir corriendo junto al abuelo y
ense�arle lo que hab�a filmado. Sab�a que si no le daba un infarto con las
im�genes la echar�a de casa inmediatamente. Al menos me deshar�a de una de
dos, pero luego recapacit� y pens� que lo mejor era elaborar un buen plan con
calma. Si hab�a aguantado toda mi vida en esta situaci�n esperar un poquito
m�s no iba a cambiar nada pero me pod�a reportar unos beneficios mayores.


Descans� y dorm� un poco durante el d�a, ya que esa noche
ten�a intenci�n de pasarla con los ojos bien abiertos. C�mo no, la escena se
repiti�. Sin embargo, al enfocar de cerca con el zoom, me qued� perplejo al
observar que uno de los "jugadores" hab�a cambiado. El hombre era el mismo,
pero la mujer no. Y la hembra no pod�a ser otra que la zorra de mi madre.
Apenas pod�a contener mi gozo �ahora ten�a bien cogidas a las dos! Y por
supuesto repitieron las mismas jugadas que con mi t�a la noche anterior. Esa
fue otra noche que pas� en vela. Las horas se me hac�an largas, esperando a
que llegase el amanecer. Pero entonces fue cuando se me ocurri� la genialidad.
Pens� "�Qu� castigo peor podr�a haber que el que las echasen de casa? �Pues el
que sufran lo que yo he sufrido todos estos a�os!". El camino a seguir era el
m�s l�gico: �el chantaje!. La �nica pega era el Sr. Eladio. era un hombre
corpulento y atractivo que me pod�a crear m�s de un problema, as� que me ten�a
que deshacer de �l. Yo no ten�a fuerza o poder para echarlo, y tras darle
muchas vueltas s�lo se me ocurri� intentar manipular al �nico que s� ten�a
alg�n tipo de poder sobre el individuo, o sea mi abuelo, su jefe. La �nica
opci�n era, por desgracia, tambi�n la m�s arriesgada. De todas maneras �qu�
era lo peor que pod�a pasar, que el plan saliese mal y en lugar de que estar
bajo mi yugo las pusiese de patitas en la calle?.


A la ma�ana siguiente sal� para casa del abuelo con una
copia (que me dediqu� a hacer, junto con unas cuantas m�s, el resto de la
noche) de las juergas nocturnas de las dos golfas. Repas� mi plan por el
camino. B�sicamente consist�a en ense�ar solamente a una de las dos (la
seleccionada fue mi madre) en un primer momento, plante�ndoselo no como un
polvete sino como un enamoramiento (aunque yo sab�a que reaccionar�a mal
igual) y tratar de descargar la culpabilidad sobre �l, para que ella se
quedase y a �l lo echase. Si no funcionaba eso intentar�a colar adem�s que
nuestra relaci�n hab�a mejorado much�simo y que ahora la necesitaba conmigo. Y
si eso tampoco serv�a para hacerlo razonar, entonces le ense�ar�a la cinta
completa para que los echase a los tres.


Cuando vio dichas im�genes en la televisi�n se enfureci�
tanto que no pens� que la iba a echar, sino que la iba a matar. Pero poco a
poco fui calm�ndole. Puse en marcha mi plan tal y como lo hab�a ideado y
obtuve cierto resultado, pero no con toda la contundencia que yo esperaba,
aunque no hizo falta ense�arle las escenas de mi t�a. Entonces puse en marcha
mi ingenio y sutilmente encamin� la conversaci�n hasta la idea de que ser�a
mejor evitar un enfrentamiento directo y castigarla de forma m�s sutil. No
recuerdo muy bien qu� argumento esgrim�, creo que algo sobre la mejora de
nuestra relaci�n y sobre una posible fuga con el dichoso Eladio. Y a�ad� el
"qu� dir�an" si alguien conocido de mi abuelo (por ejemplo sus empleados) se
enterasen de esto. Eso le gustaba a�n menos que el que ella se hubiese
comportado (a sus ojos) como una puta al acostarse con aquel hombre. Accedi� a
no decir nada, lo que me dio v�a libre para el chantaje �Incluso me agradeci�
el hab�rselo contado! Mientras me alejaba hacia la salida �l estaba cogiendo
el tel�fono, supongo que para trasladar al fulano a la oficina m�s alejada o
para despedirle �Eso le pasa por meterse en gallinero ajeno!


Regres� a casa impaciente por comenzar mi plan. Decid� que
la primera a la que se la iba a "aplicar" era a mi t�a. Me la encontr�
tendiendo la ropa en el balc�n. Mi madre hab�a salido a buscar agua al pozo,
por lo que consider� que era el momento m�s propicio.


�Hola, t�a! �Juegas conmigo a algo? Me aburro mucho.


�Oye, vete a molestar a tu madre o a tu prima! �No ves que
estoy ocupada?- me contest� de forma brusca.


�Vamos, t�a! No encuentro a ninguna de las dos... �adem�s,
yo quiero jugar contigo como jugaste con el Sr. Eladio hace dos noches!


Se par� en seco. Dej� lo que estaba haciendo y nos metimos
en el interior de la casa.


��Qu� has dicho?!


�Pues lo que has o�do! Yo me entero de todo lo que pasa
�qu� te hab�as cre�do! �Si no te importa hacerlo con cualquier extra�o,
tampoco te va a importa hacerlo conmigo!


��No se lo habr�s dicho a nadie, verdad?!


A�n no... �pero si no haces lo que te mando al abuelo le
llegar� una cinta de v�deo con ciertos jueguecitos tuyos y de ese cabr�n! �Te
imaginas cuales ser�an las consecuencias para ti?


Se puso p�lida, con una expresi�n de terror en la cara.


Estaba cogida y lo sab�a, al igual que sab�a que no me iba
a limitar simplemente a echar un polvo. Ella era consciente de que si el
abuelo se enteraba de aquello no dudar�a en ponerla en la calle, o algo peor.
Si mi t�a en aquel momento tuviese el conocimiento de que el abuelo ya estaba
al corriente de sus actos, creo que me hubiese guillotinado. Tras unos
segundos de silencio por fin contest�:


Est� bien, t� ganas... �Pero me tienes que prometer que
nadie sabr� nada, ni de esto ni de lo de Eladio, y que esa cinta desaparecer�,
�entendido?!


Nadie sabr� nada, pero esa cinta es mi seguro �mientras
hagas lo que te mande, no tengo ni la m�s m�nima intenci�n de ense��rsela a
nadie!


El trato estaba cerrado, y ya no hab�a vuelta atr�s.
�Estaba que no meaba de j�bilo! �Ten�a a mi merced a una de mis m�s odiadas
enemigas, y encima la iba a convertir en mi esclava sexual! �Acaso pod�an ir
mejor las cosas?


Nos dirigimos hacia su dormitorio. Una vez all� comenz� a
quitarse la ropa. No la detuve hasta que qued� al descubierto la ropa
interior. Ah� s� que la par�. �La ropa interior quer�a quit�rsela yo como
s�mbolo de mi victoria sobre ella! Y mientras lo hac�a magreaba y aplastaba
sus enormes globos, sobaba su culo y su co�o... Repasaba cada cent�metro de su
piel, notando c�mo se estremec�a y temblaba, quiz�s del placer pr�cticamente
olvidado o quiz�s de temor. Y al mismo tiempo apretaba mi miembro erecto
contra sus duras nalgas.


En cuanto se qued� tal y como vino al mundo la sent� en la
cama de un empuj�n, quedando a la altura de mi bragueta. Me desabroch� el
pantal�n y al bajarme el calzoncillo mi polla sali� fuera con tanta furia que
la golpe� en la mejilla.




�M�mamela, putona! �M�tetela en tu puta garganta,
zorra!




No dijo nada. Tan solo la cogi� con su mano con una
expresi�n de resignaci�n y se la acerc� a la boca. Sus labios comenzaron a
acariciarme la polla, y yo empec� a recorrer un mar de placeres. Empez�
recorri�ndola con la lengua, desde el perineo hasta la punta del glande,
mientras que con la otra mano me sobaba los cojones. La caricia se prolong� un
buen rato, hasta que la agarr� por los pelos y se la met� de golpe hasta las
am�gdalas.



- �Dije que te la tragases toda, puta! �Ahora te voy a
joder por la boca hasta hartarme! �Te vas a tragar mi leche sin desperdiciar
una sola gota, y cuidado con los dientes, �entendido, zorra?!



Realic� tales embestidas que notaba como mi glande se
aplastaba contra lo m�s profundo de su garganta, de forma fren�tica, �nunca
hab�a sentido nada igual, tan maravilloso! Me la estaba follando por la boca,
y mientras lo hac�a de su garganta solamente sal�an gemidos ahogados,
intentando suplicarme que parase. De sus ojos sal�a un r�o de l�grimas.
Aceler� mis movimientos hasta el l�mite de mis fuerzas, con lo que mi cipote
se li� a vibrar y escupi� largos chorreones de leche que no le qued� m�s
remedio que tragarse. Se la dej� dentro durante unos minutos y luego la saqu�.
Al hacerlo ella cay� a un lado de la cama, tosiendo.


Estaba tan excitado que mi polla no perdi� dureza. Todo lo
contrario, ahora que me hab�a vaciado, la follada pod�a pod�a prolongarse todo
lo que deseara. �Y es que quer�a meterme en sus tres agujeritos!


Abr� sus piernas con mis manos, las separ� y me met� entre
ellas. Se resist�a, me suplicaba, pero no pod�a evitar que metiese mi polla
dentro de su co�o. Estaba muy cerrado y sin lubricar, lo que me excit� a�n
m�s. A base de fuerza bruta y con la saliva de la mamada, logr� meter la
cabeza de mi poll�n en su co�o. Peg� tal alarido de dolor que casi me deja
sordo, pero que me anim� mucho a seguir. Segu� presionando sobre aquella
cerrada gruta y consegu� introducirla lentamente hasta que toqu� fondo. A�n me
quedaba un trozo de polla fuera. Ella me clavaba las u�as en los hombros,
suplic�ndome en vano que no siguiese. Comenc� el bombeo dentro del vientre de
mi t�a. A los pocos minutos aquel co�o empez� a lubricarse, supongo que por el
rozamiento con el cl�toris, y comenz� a distendirse permitiendo que la follada
fuese m�s fuerte y r�pida. Los gritos de dolor de mi t�a se transformaron en
aut�nticos aullidos de placer. Segu�a suplic�ndome, pero esta vez pidiendo que
no parase. Me rodeaba con sus brazos y sus piernas y se mov�a fren�ticamente.
Su conejo espasme� de forma violenta en cinco ocasiones, la �ltima
simult�neamente con mi corrida. Mi leche sali� disparada y llen� todos los
recovecos del co�o; sali� tal volumen de esperma de mi polla que rezum� al
exterior, resbalando hacia el culo.


Cuando recobramos el aliento, acert� a preguntarme:


Yo... nunca hab�a sentido algo as�... ni tan intenso, ni
tan prolongado... �c�mo es posible que haya gozado m�s con un chaval de trece
a�os que con un t�o de cuarenta a�os?


Pues es bien simple, t�a: soy m�s joven, m�s apuesto, con
m�s vigor y con una polla mucho m�s grande, gorda y resistente que la del
fulano �se. Y estoy seguro que te ha dado morbo que haya sido tu sobrino el
que te ha dado tanto placer �con lo puta que eres no me extra�ar�a nada!


�Cabr�n! �Yo no soy una puta!


�C�mo que no, cacho puta! �Si no lo eras antes lo eres
desde ahora! �Las putas se venden por dinero o por favores, �y qu� acabas de
hacer si no es venderte por un favor?!


Y, cuando se dio cuenta de que le estaba diciendo una
verdad como un templo, rompi� a llorar. Me lav� en el cuarto de ba�o y una vez
vestido me limit� a comentar:


Deseaba romperte ese bonito culo de puta que tienes y as�
llenarte por tus tres agujeritos, pero estoy demasiado cansado. �A�n as� no te
preocupes, que ma�ana ser� otro d�a!


Y tras soltar estas palabras sal� de la habitaci�n, con los
llantos de mi ahora esclava como despedida �m�sica para mis o�dos! Me sent�a
algo cansado y desde luego m�s que en forma para joderla por atr�s, pero me
march� con esa excusa pensando en otra presa, ya que si con �sta hab�a
funcionado con la otra no iba a ser menos. Descans� el resto del d�a y dorm�
parte de la tarde, reponiendo fuerzas tanto por el sue�o atrasado como por el
agotamiento de los dos polvos que le hab�a echado a mi t�a. Quer�a estar al
cien por cien para la noche.


La verdad es que no me quedaban m�s ganas de jueguecitos,
as� que le entr� directamente.


Os he visto joder a ti y a D. Eladio � le coment� nada m�s
terminar de cenar. En un primer momento lo neg� todo, pero enseguida aflor�
esa personalidad de puta que tiene.


�Qu� dices? �Es que est�s borracho o qu�?


Borracha deb�as estar t� para follar con un "pichacorta"
como �se �no te hagas la idiota, que lo tengo todo grabado en v�deo! Dime,
�qu� crees que pensar� el abuelo?


�No, hijo! �No me hagas esto, mi ni�o!


Era la primera vez en toda mi vida que me dec�a una sola
palabra cari�osa. �Me jodi� mucho que fuese tan puta o tan subnormal como para
intentar algo tan rastrero a estas alturas!


As� vas mal...


Entonces tendr� que intentar convencerte de otra forma �no?


Caliente, caliente...


Y con voz claramente insinuante, mientras se pon�a
"c�moda", me dec�a:


�Y de qu� forma podr�a yo intentar convencerte, "cari�o"?


Ese camino est� mejor.


Ya no le dej� decir nada m�s, simplemente la agarr� por el
pelo y met� mi lengua en su boca. La ten�a bien aprisionada, y cada vez
apretaba mis labios contra los suyos con m�s fuerza. As� estuve un rato,
saboreando mi mayor triunfo hasta que me separ� repentinamente de ella.


�Ahora vamos a tu dormitorio, putilla!


Me mir� de forma lasciva, sonri� y se dirigi� a la
habitaci�n, contoneando las caderas de tal manera que se me puso dura de
golpe.


Dame un minuto y entra, semental.


Al abrir la puerta la imagen que vi quedar� para siempre
grabada en mi retina. Estaba tumbada sobre la cama, con las piernas abiertas y
toc�ndose el co�o con una mano. Ve�a su cuerpo escultural, bell�simo, en todo
su esplendor, tal y como vino al mundo.


Me puse de lo m�s cachondo en menos de un segundo.


�Vamos cari�o, ven! �Tu mamita te va a dar gusto!


Me desnud� y me acerqu� a ella. Sin decir nada y con una
sonrisa de oreja a oreja me agarr� la polla, que estaba dur�sima, y agachando
la cabeza se la meti� de golpe en la boca.


De nuevo me invad�an oleadas de placer. Lam�a y relam�a,
acariciaba y mimaba mi picha con su lengua y con sus labios, al mismo tiempo
dec�a cosas como "qu� bien sabe, mi amor" o "es la polla m�s grande que nunca
hab�a visto", y cosas por el estilo. No s� cuanto tiempo estuvimos as�, pero
me iba a correr y quer�a hacerlo en otro lugar. Se la saqu� de la boca
y la agarr� de los pelos.


�Vas a hacer lo que yo te mande, so puta, no lo que te
apetezca!


Claro que s�, mi hombre. Har� todo lo que me pidas, tan
solo ord�namelo.


�Pues arrod�llate en el suelo y apoya el vientre en la
cama, que te vas a enterar!


As� lo hizo. Apoy� la cabeza sobre la almohada mientras con
una mano se sobaba los pezones y con la otra separaba los labios de su co�o.
Pero se equivoc� al hacer esto �ltimo, ya que mi intenci�n era hacer con ella
lo que me qued� pendiente con mi t�a, aunque a esa puta desde luego tambi�n se
lo iba a hacer.


Me coloqu� tras sus posaderas, mientras ella me dec�a
frases cari�osas y lascivas. Agarr� mi polla y apunt� directamente hacia el
ojete. Con la otra mano la sujetaba de las caderas para evitar que intentase
escapar. Y sin esperar ni un segundo la empuj� con todas mis fuerzas contra
aquel min�sculo agujero. Todo su cuerpo se tens� s�bitamente y de su garganta
sali� un chillido desgarrador. Se agarraba a las s�banas, al colch�n, al
cabecero de la cama, a lo que fuese con tal de escapar. Pero no era posible,
la ten�a cogida y bien cogida. Segu� presionando brutalmente de la misma forma
que hab�a hecho con mi t�a por el co�o y consegu� que entrase el glande,
gracias a la saliva de las lamidas que me hab�a hecho antes. Gritaba, lloraba
y suplicaba que la sacase, ante lo cual me limit� a contestar:


�Acaso no ibas a obedecerme, puta? �Pues toma, te doy por
el culo!


Segu� perforando en aquel estrecho y marr�n canal
lentamente. Costaba moverse dentro de su agujero culero ya que no ten�a
lubricaci�n alguna. La poca movilidad que ten�a era por la saliva y a�n as�...
Una vez metida del todo, lo cual tuve que hacer con varias embestidas a lo
bestia, comenc� el bombeo. Me apretaba la polla como si me la estuviese
escurriendo, lo que me daba un placer incre�ble. Con la mano que me quedaba
libre me dediqu� a sobarla por las tetas y el co�o, y despu�s introduje en su
agujero delantero dos dedos. Tambi�n me cost� bastante meterlos, tuvieron que
entrar a presi�n. Y una vez metidos puede comprobar varias veces (creo
recordar que fueron cuatro) c�mo se corr�a, aprision�ndolos con fuerza. Sin
embargo segu�a chillando de dolor, por lo que pens� que a �sta tambi�n le iba
la marcha violenta. Tras m�s o menos una media hora de encularla
concienzudamente me vino el placer y la inund� de mi semen por las tripas.


Me separ� de ella y ca�mos ambos rendidos sobre la cama.
Tras unos segundos que nos permitieron recuperar el aliento a los dos me
levant� y me lav� la polla en el aseo. Cuando volv� estaba a�n sec�ndose las
l�grimas de las mejillas, pero se forz� a s� misma a sonre�rme y me dijo:


Te ha gustado �verdad mi amor? �Verdad que te ha gustado
dar por el culo a tu mamita? Me ha gustado mucho el que me regaras las tripas,
cari�o. �Verdad que tu mamita se ha portado muy bien con su cari�o?


No respond� nada. Sab�a por d�nde iban los tiros, pero me
divert�a verla sufrir y humillarse de esa manera.


�Verdad que mi ni�o va a ser bueno ahora con su mami, como
ella lo es con �l? �Verdad que me vas a dar esa cinta? Si lo haces, mami har�
siempre lo que el ni�o quiera, pero tienes que ser bueno con mam�.


Result� tan pat�tico que no pude evitar el soltar una
carcajada profunda y sentida. Al verme se dio por aludida, pero a�n as� a�ad�:


�Claro que s�, "mamita", te dar� una copia para que nunca
olvides qui�n manda aqu� ahora! No siento que no te haya salido bien, "mami".
�Pero mira que eres puta, co�o!


Al ver que no hab�a conseguido ablandarme con el numerito
de "la mam� complaciente" intent� el de "la mam� cabreada", "la mam�
indefensa" y "la mam� suplicante", sin obtener resultado alguno. La dej�
continuar hasta el final, viendo c�mo su desesperaci�n se acentuaba cada vez
m�s, hasta quedar totalmente derrotada.


Este d�a no lo olvidar�s, puta; Es el d�a en que yo tomo el
control, el d�a en que comienza tu tormento y mi venganza. �Lamentar�s todas
las penurias que me hiciste pasar, te devolver� todas las hostias que me
regalaste, te humillar�, te joder� y te dar� por el culo como t� me hiciste a
m�, pero yo lo har� de verdad!


Me met� en su cama tal y como estaba. Abr� la s�bana de su
lado y la mir�. No me hizo falta decir nada, se meti� en la cama. Sal� de la
cama y busqu� en el bolsillo de mi pantal�n un par de cintas de tela. Con cada
cinta at� fuertemente sus manos al cabecero de la cama. Despu�s la agarr� por
los pelos con una mano mientras con la otra retorc�a con furia uno de sus
pezones. Enseguida se la met� en el co�o, ya que a�n no se me hab�a bajado de
todo, y dej� caer todo mi peso sobre ella.




Desde ahora y hasta que te mueras vas a dormir as�,
atada y conmigo a tu lado. �Cuando me salga de los cojones te la meter�
por el agujero que m�s me plazca, te violar� de madrugada, har� que te
despiertes asfixi�ndote con mi cipote perforando tu garganta o chillando
en medio de la noche con mi polla reventando tu co�o o tu culo...
lamentar�s haber nacido, puta!




Y tras vislumbrarle su futuro apagu� la luz. Dorm� sobre su
cuerpo, dorm� como nunca lo hab�a hecho, tanto por el agotamiento de tanto
follar como por la satisfacci�n y la felicidad que me hab�a tra�do mi s�dica
venganza. Creo que ella no durmi� tan bien... no s� por qu� ser� (�je, je,
je...!).


Desde luego cumpl� mis promesas como buen Amo de putas
esclavas que soy y las jod� a ambas, sin que ninguna de las dos supiese que me
tiraba tambi�n a la otra. Eso s�, me follaba a mi madre m�s que a mi t�a, ya
que con mi prima de por medio hab�a que tener mucho cuidado de no ser
pillados. Durante todo este tiempo el abuelo no dijo nada sobre lo que sab�a
de lo de Eladio, o por lo menos no dijo nada claramente. Las colaba
sutilmente, como insinuando que lo sab�a, para luego actuar como si no supiese
nada. Ellas quedaban totalmente acojonadas ante la duda, y �l disfrutaba con
su sufrimiento. Pero cumpli�, nunca supieron con certeza si realmente sab�a
algo o eran imaginaciones suyas.


Poco antes de cumplir los diecinueve a�os mi prima comenz�
a mostrarse especialmente cari�osa conmigo sin motivo aparente. Yo estaba algo
mosca, a pesar de lo unidos que Sandra y yo est�bamos (supongo que es normal
despu�s de todos los a�os malos que pas�). Supuse que querr�a algo de m�, pero
no imagin� que fuese al rev�s, que ella me quer�a dar algo a m�, en concreto
el d�a de mi cumplea�os.


Cuando me levant� por la ma�ana el citado d�a me encontr�
que alguien hab�a pasado una nota por debajo de la puerta de la calle, metida
en un sobre con mi nombre. Aunque no estaba firmada era la letra de Sandra.
Ella sab�a que la reconocer�a. El abuelo llevaba dos d�as de viaje por temas
relacionados con su empresa y la nota me citaba en la casa de �ste a media
ma�ana. Al llegar me encontr� otra nota pegada en la puerta que me dec�a m�s o
menos "Tu regalo est� en la habitaci�n peque�a. Espero que te guste. Besos.".
Me dirig� al cuarto y al abrir la puerta lo que no me esperaba era encontrarla
a ella en pelotas con las piernas abiertas y sobando sus tetas y su co�o. Tan
solo me dijo "�Te gusta tu regalo, cari�o? �Soy tuya para siempre, mi amor!".


La bes� y la abrac� con ternura, quer�a que con ella fuese
distinto que con las otras dos putas. A esta le iba a dar mi amor, si ella lo
aceptaba.


Me he "tragado" un par de esas pelis que os gustan a los
t�os. Nunca he hecho nada de esto pero intentar� hacerlo lo mejor posible.


Comenz� a quitarme la ropa lentamente, y mientras lo hac�a
pasaba sus manos sobre mi pecho, sobre mi abdomen, hasta llegar a mi polla,
que ya se encontraba dura como el hierro. Se arrodill� y me la bes�
suavemente, recorri�ndola con sus labios mientras que con la mano que le
quedaba libre me acariciaba los huevos. Lami� hasta llegar al glande, en el
cual se recre� largo rato, y posteriormente se la engull� toda. Se notaba que
lo estaba haciendo todo de memoria, pero no estuvo nada mal para ser su
primera vez.


La detuve, hice que se incorporara y la bes� con dulzura.
Baj� hasta sus enormes y duras tetas, y comenc� a mamarlas con suavidad y
delicadeza. No pudo evitar el comenzar a suspirar y gemir del placer que
sent�a en sus pezones, y su co�o empez� a volverse caldoso. Como he dicho con
ella quer�a que fuera distinto, quer�a que gozara al m�ximo y sufriera lo
m�nimo, por lo que me decid� ha hacer algo que nunca hab�a hecho con las otras
dos; le iba a mamar el co�o. Restregu� mi mano por su co�o durante unos
minutos de forma lenta y suave. Busqu� el cl�toris y con la yema de los dedos
lo magre�, consiguiendo que su chocho se encharcase totalmente.


�Ay... pero qu� me est�s haciendo mi amor... para...
aahh... para, por favor... que me desmayo...!


No hice ni el m�s m�nimo caso y segu� llen�ndola de placer.
Met� la puntita del dedo �ndice dentro del co�o, con cuidado de no hacerle
da�o, y comenc� los leng�eteos en el cl�toris. Y en ese mismo instante le
sobrevino su primer orgasmo. Temblaba y sudaba a mares. Dej� el pez�n y la
virginal gruta y volv� a su cara. Se me comi� a besos y me dijo lo feliz que
la estaba haciendo.


�Hazme lo que desees... quiero que me folles el co�o y el
culo... que me ba�es con tu leche... que me rompas por todos sitios... te
quiero, quiero ser tuya ahora!


Realic� sus deseos con la m�xima delicadeza de la que fui
capaz. La desvirgu� por el co�o y por el culo, y no fue un impedimento para
ella el tragarse mi leche tras haber tenido mi cipote dentro de su trasero.
Fue un polvo de esos que hacen �poca. Durante un largo rato estuvimos tumbados
desnudos, abrazados el uno al otro. Luego me confes�:


S� que te follas a mi madre. Hace un par de a�os os v�,
pero no os disteis cuenta de mi presencia. Vi c�mo se la met�as por el culo de
golpe, c�mo la jod�as hasta correrte dentro. Me cabre� mucho, pens� que me
hab�as traicionado, pero cuando recapacit�, cuando record� c�mo esa perra
lloraba del dolor, c�mo se humillaba ante ti... no pude evitar sentirme bien.
No s� porqu� no se rebela, supongo que la has estado chantajeando, pero no me
importa. �Yo no voy a ser un obst�culo; te amo y quiero ser tuya, pero quiero
que sigas haci�ndola sufrir!


En vista de lo sucedido a m� tambi�n me dio un arrebato de
sinceridad, aunque no tan fuerte como a ella. A�ad� que mi madre estaba en la
misma situaci�n que la suya, y acerca del chantaje le expliqu� la versi�n
censurada, en la cual no se nombra para nada lo que hablamos el abuelo y yo
pero s� las corredur�as de esas dos, la existencia de una cinta de v�deo y la
amenaza de destaparlo todo.


Todo esto debe quedar en el m�s estricto secreto. Si el
abuelo se enterase de algo de esto, ahora estar�amos todos jodidos � a�ad�.


No te preocupes, sabes que s� guardar un secreto mi amor.


Desde aquel d�a tambi�n jod�a con mi hermosa prima. As� que
sus agujeros se acostumbraron a las dimensiones de mi cipote comenzamos a
joder de forma asidua, a escondidas, sin no por eso dejar de follar con mi t�a
y con mi madre.


Cuando pasaron unos meses empez� a pedirme que la jodiese a
la fuerza, que la violara y que la insultara mientras lo hac�a, que la
mordiera en las tetas... Yo sab�a casi con certeza que ten�a miedo de que me
cansase de ella, ya que ten�a a tres mujeres con las que echar un polvo y que
disfrutaba mucho sacudiendo a las otras dos mientras me las tiraba. Trat� de
hacerle entender porqu� quer�a que con ella las cosas fuesen distintas a c�mo
eran con su madre y la m�a, pero pod�a m�s con ella el miedo que la raz�n.
Cuando la jod�a con amor y delicadeza se echaba a llorar, dici�ndome que
acabar�a cans�ndome de ella porque a los t�os nos gustaba violar a la fuerza a
las mujeres, por lo que por desgracia acab� por tratar a las tres igual,
debido a lo cual mi amor por ella se diluy� quedando tan s�lo una ternura
hacia ella aunque en la actualidad mi prima goza de unos privilegios que ya os
contar�. Para m� fue un fracaso muy grande, ya que con ella solo deseaba tener
una relaci�n de PAREJA NORMAL, SIN VIOLENCIA Y CON TODO EL AMOR QUE NOS
PUDI�SEMOS DAR, como so��bamos cuando �ramos ni�os.


Al pasar de los veinti�n a�os el abuelo enferm� gravemente
y pronto muri�. Estaba bastante acojonado, ya que no sab�a a qu� me pod�a
atener ahora. Todo depend�a de lo que hubiese dejado en el testamento.


El d�a que nos reunimos las partes interesadas el notario
procedi� a la lectura del testamento, en el cual tan solo nos dejaba unos
sobres a nuestro nombre, uno para mi t�a, otro para mi madre y un �ltimo para
m�. Cada sobre conten�a en su interior una nota. No s� que pon�a en la de las
dos fulanas, pero me qued� frito al leer la m�a. Seg�n ese papel apenas unos
meses despu�s de nuestro famoso encuentro se decidi� a poner todas las
propiedades a mi nombre, as� como la f�brica, las cuentas corrientes y dem�s.


Seg�n pon�a en la nota lo hab�a hecho para que yo
"pudiese seguir velando por el honor de mi madre y de mi t�a, ya que al
carecer ellas de ninguna fuente de ingresos o de propiedad alguna era f�cil
coaccionarlas"
, a�adiendo que lamentaba dejarme a m� esta responsabilidad,
pero que era la �nica persona decente que quedaba en la familia, que era el
�nico en que de verdad pod�a confiar. En verdad muri� sin saber nada de lo que
ocurr�a en la casa. No s� si esto fue legal, ya que actualmente seg�n la ley
al menos un tercio de la herencia es obligatoriamente para los hijos, pero las
propiedades ahora estaban todas a mi nombre, as� como el dinero y la empresa,
y desde luego ellas no ten�an dinero para recurrirlo con un abogado. He
hablado con un abogado hace poco porque es un tema que me preocupa, y me ha
tranquilizado explic�ndome que los plazos para recurrir el testamento
caducaron hace ya mucho tiempo.


Volviendo al momento anterior, cuando mir� a mi madre y a
su hermana estaban p�lidas de horror. Les deb�a decir de todo menos bonitas.
Se dieron cuenta de que las observaba y al ver la expresi�n de felicidad en mi
rostro casi caen desmayadas.


Al llegar a casa les mand� que recogieran sus cosas, ya que
nos mud�bamos los cuatro a la vivienda de mi abuelo. Una vez all� llam� a mi
madre y a mi t�a, y en presencia de mi sonriente prima les puse las cosas en
su sitio:


Creo que sab�is de sobra a qui�n pertenece ahora todo esto,
hasta incluso la ropa que vest�s. Quiero que me contest�is, �pens�bais que no
me estaba follando a la otra o sab�ais que os jod�a a ambas?


Al ver la expresi�n de ambos rostros supe claramente que
les acababa de soltar una bomba. Sandra simplemente dijo:


�Y no sois las �nicas a quien se ha tirado, perras!


Sabiendo que ten�a mi permiso baj� la cremallera de mis
pantalones y sac� mi polla a trav�s de la bragueta, se arrodill� y comenz� una
suave mamada, delante de su madre y de la m�a, las cuales no fueron capaces de
articular palabra.


Ahora las tres sab�an cu�l era la situaci�n en realidad.
Las obligu� a preparar la habitaci�n m�s grande de la casa tal y como yo les
indiqu�, juntando las dos camas de matrimonio de la casa (la de mi abuelo y la
de la habitaci�n de los invitados) en una sola. Despu�s me encargu� de
fijarlas bien, para que no se separasen, ya que ah� �bamos a dormir los
cuatro. Desde luego �se no fue el �nico cambio que se produjo en la casa.
Prohib� el uso de ropa interior y cualquier tipo de ropa que no fuese de puta
(aunque rara vez dejo que se vistan y las obligo a ir en pelotas todo el d�a
por la casa). Tambi�n las obligu� a llevar el rostro maquillado siempre,
aunque sin cargarlo excesivamente ya que no me gusta. Follo con cualquiera de
las tres delante de las otras dos cuando me apetece y por el agujero que me
apetee. Me gusta mucho joderlas al ba�arnos, ya que el cabr�n del abuelo ten�a
un yacuzzi enorme instalado en el cuarto de ba�o principal de la casa,
comunicado con el interior de nuestra habitaci�n por una puerta. Dormimos los
cuatro juntos y no perd� la costumbre de violar a alguna de madrugada, con la
diferencia de que ahora tengo por la noche nueve agujeros en los que meterla
en lugar de tres.


Como coment� antes a Sandra le di un peque�o privilegio:
una de las veces que fui a revisar el funcionamiento de la f�brica, a la
vuelta par� en un sex-shop y compr� unas bragas con dos consoladores (uno por
dentro y otro como si fuese la polla de un t�o) para mi prima. De vez en
cuando se las dejo poner para que sepa el gustazo que da el violar a
cualquiera de esas dos putas. Aunque alguna vez se lo tiene hecho a mi madre
la mayor�a de las veces se lo hace a la suya. La rompe por todos sitios y se
ve que disfruta mientras lo hace. A veces ocupa un agujero y yo el otro, para
que la esclava sufra el doble mientras mi prima y yo gozamos simult�neamente
de su cuerpo.


Esto me hizo ver c�mo Sandra disfrutaba mandando a las
putillas, por lo que se me ha pasado toda la ternura por mi prima y de vez en
cuando la sacudo a ella tambi�n y la violo le sacudo con furia, no sea que
piense que puede quitarme el mando. Y ella bien que obedece. Bueno, m�s que
obedecer incluso me parece que le encanta.


Y as� hasta la fecha de hoy, entrando en el 2002, en la que
con 23 a�os no podr�a estar m�s a gusto y tranquilo. Si alguien est� en la
misma situaci�n que estaba yo, espero que mi relato le inspire para vengarse.
Pero cuidado, no pretendo hacer apolog�a de la violaci�n ni mucho menos, as�
como del incesto. Mis circunstancias personales me han llevado a esta
situaci�n, y no me refiero a que el pueda se vengue de su madre foll�ndosela o
viol�ndola. �Ojal� yo hubiera podido tener una familia normal, que me diera
afecto y no palizas! �Incluso estos a�os hubieran sido distintos si Sandra no
hubiera cambiado su dulzura por la actitud de puta sumisa que tiene ahora!
Hasta es posible que hubiese dejado en paz a mi madre y a mi t�a. Repito, mi
relato es ver�dico, pero el que se halle en circunstancias similares espero
que las resuelva de otras maneras.


Si por alg�n motivo alguien averiguara la manera de ponerse
en contacto conmigo que no se moleste: no me interesa ning�n contacto con
nadie. Tan solo me he decidido a compartir mis experiencias con los dem�s de
forma an�nima.



Firmado: An�nimo Fern�ndez


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Relato: Venganza
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