Todo por Puta
Hola mis amigos, nuevamente les saluda Laura Ovalle de
Estrada, la Garganta de Cuero. Y nuevamente les traigo una historia m�s de mi
peculiar y extra�a vida.
Quiero agradecerles por sus cartas de aprecio, especialmente
por las que recib� luego de la publicaci�n de mis �ltimos relatos, titulados
como "Javier" 1 y 2. Si los leyeron, recordar�n como fue que mi esposo volvi� a
caer con su primer amante, el hombre que lo tom� por primera vez hace varios
a�os por pura necesidad (pueden leer esa historia en "Mi Esposo se Entreg�").
Comprender�n que me sent� muy mal luego que pas� todo aquello
en Panajachel. Estaba temerosa de perderlo, de que no quisiera volver a su
hogar. Kike me ama, siempre estuve segura de ello, pero Kika� Kika, el alter ego
de mi esposo, pareciera que pensara sola a pesar de ser la misma persona.
Les cont� que nos separamos un rato, fueron casi 2 semanas.
Arturo, mi cu�ado, me hab�a puesto las cosas en orden, haci�ndome ver que esa
situaci�n, el regreso de Javier a nuestras vidas, era algo no solo previsible,
sino casi inminente, y que desde un principio hab�a decidido seguir con eso,
cuando, talvez, lo m�s aconsejable era acabarlo. As�, tom� la decisi�n de
volver, continuar y no darle final a nuestra relaci�n. Pero fue algo muy
dif�cil, Javier no perdi� tiempo y trat� de acaparar a mi esposo casi de
inmediato, trat� de llev�rselo a vivir con el, como Kika. Fueron momentos de
verdad dif�ciles.
Creo que un factor que ayud� a agravar las cosas era el
fallecimiento de mi padre y de la madre de el. Ambos est�bamos bastante
sensibles y susceptibles, especialmente yo por lo mala que era mi relaci�n con
mi padre. Ya les habl� de eso en "Javier 01".
Nos costaba hasta vernos a los ojos, y a veces hasta
parec�amos desconocidos. Mis familiares se dieron cuenta de aquello, mis
hermanas me preguntaban que qu� pasaba, y a Kike las suyas. Y para poner las
cosas peores, dada nuestra forma de vida tan liberal, yo dej� de tener ciertas
precauciones en esas aventuras que siempre tenemos. En parte, creo yo, para
vengarme de el. Sin embargo, una peque�a aventura se puede convertir en algo muy
peligroso, como comprob� en cierta excursi�n.
Nos fuimos a las playas de Monterrico, que tanto nos
apasionan y nos encanta, y nos trae tantos recuerdos, pensamos que nos har�a
bien estar all� por un fin de semana completo. En realidad la idea hab�a sido de
Luc�a, mi hermana, y de su esposo Arturo.
Una vez instalados en el chalet, decidimos salir por all�, a
tomar unas copas y pas�rnosla bien. Kike r�pidamente consigui� compa��a, para mi
desgracia y amargura, un guapo turista franc�s que se encontr�. Fue algo torpe y
tonto de su parte, pues se supon�a que �bamos para reconciliarnos del todo, pero
creo que el estaba tan confundido y asustado de la situaci�n como yo. Me qued�
sola un rato m�s, hasta que un jovencito como de 16 o 17 me lleg� a hablar, su
nombre era Elber, y ten�a acento brasile�o.
"Hola, �c�mo est�s?" me dijo el muchacho de la nada y con las
hormonas a flor de piel. Me hizo gracia que me llegara a hablar de esa forma, y
me halag� un mont�n, pues para el yo deb�a ser una vieja (bueno, no tan as�,
apenas andaba cerca de los 25). Simpatizamos r�pidamente, result� ser un
muchacho alegre y extrovertido, bastante parrandero y gracioso, era muy
entretenido platicar con el. Adem�s, era bastante guapo, m�s o menos 1.70,
delgado pero de porte atl�tico, ojos oscuros y una cara guap�sima, enmarcada en
un cabello marr�n. Despu�s de hablar un rato ya nos est�bamos besando y
manoseando en medio de ese concurrido bar.
Mi esposo solo me ve�a de lejos, platicando con su conquista,
yo quer�a que me viera actuar como una verdadera mujerzuela, el despecho me
hac�a actuar de formas inusuales en mi. Esa noche estaba caliente, me sent�a
como la m�s grande de las putas y quer�a demostrarlo. No es com�n en mi, pues,
por lo general, la puta es Kike y no yo. Y con ese �nimo acept� irme a caminar
con �l, ya estaba preparada para una sesi�n de sexo caliente y apasionado, me
erotiza enormemente hacerlo bajo la luz de la luna y sobre la tibia arena de la
playa. Ni me imaginaba lo que me esperaba�
Caminaba descalza sobre la arena tomada de su mano. Ese da
llevaba una minifalda negra, con una tanga azul que mi caliente hermana me
prest�. �Debieron ver los ojos con que me miraban los hombres cuando entraba al
mar! Por encima, tra�a una playera blanca con la otra parte del traje de ba�o
abajo.
Elber no dejaba de mirarme con lascivia, se le notaba que lo
calentaba. Y no era para menos, a pesar de que mido apenas 1.62, soy muy
hermosa, modestia aparte. Tengo piel morena, labios carnosos y ojos grandes y
redondos, oscuros, muy vivaces; mis rasgos son muy finos, mi nariz peque�a y
delgada, parezco una mu�equita. Llevaba el cabello sobre los hombros, negro y
rizado. Soy delgada, pero de senos grandes y redondos, terminando con un pez�n
oscuro en las puntas. Cintura estrecha y culito redondo y bien paradito, piernas
torneadas y lindas.
Platic�bamos de muchas cosas, el aprovech� que me hierve la
boca para echarme casaca, de manera que no me percat� de d�nde est�bamos, me
llev� a un lugar bastante apartado y solitario. All� par�, me rode� de la
cintura y empezamos a besarnos, ya estaba caliente, y me puse peor cuando una de
sus manos baj� y se comenz� a deslizar por encima de mis apetitosos gl�teos.
Poco a poco las fue metiendo debajo de la falda, subi�ndolas hasta rozarme el
culito. Y yo me dejaba hacer, despu�s de todo, para eso �bamos, �o no?
Poco despu�s mi falda estaba tirada a mis pies y mi playera a
su lado, esa �ltima me la hab�a quitado yo. Elber tambi�n estaba ya sin camisa.
Ch�pamela� � me dijo con la calentura en los ojos.
Despu�s beb� mejor segu� bes�ndome�
�Ch�pamela! � insisti�, pero con m�s agresividad, entonces
not� algo malo.
Esperate un ratito amor�
�Ahorita! � me volvi� a insistir con una clara mirada de
enojo.
Entonces todo lo tuve claro: me llev� a un lugar muy
apartado, oscuro y solitario, no lo conoc�a y se estaba poniendo abusivo, �c�mo
ser� de idiota! Y cuando vi que otros 3 hombres aparec�an de detr�s de unos
�rboles, termin� de comprender: aquello era una trampa.
Los tipos hablaban en portugu�s, mientras me ve�an con
lujuria, una lujuria que me daba miedo. Trat� de recoger mis cosas e irme de
all�, pero Elber no me dej�, tom�ndome de la cintura me tir� al suelo, sobre la
arena.
Est�s buena. � me dijo el mayor de todos, un moreno canoso
y algo pel�n, con un acento que delataba su nacionalidad.
Me la quiero coger. � agreg� Elber, el viejo volvi� su
mirada hacia mi de nuevo.
Puta, si te dej�s y cooper�s, no te vamos a matar� si no� �
y realiz� una mueca de cortarse la garganta con un dedo.
Los tipos me rodearon y empezaron a manosearme, llorando,
trataba de taparme in�tilmente, el traje de ba�o que mi hermana me prest� apenas
si lograba cubrir lo absolutamente indispensable. Les suplicaba que pararan,
pero eso solo los animaba a seguir, olvid� que lo que excita a un violador es el
miedo y el dolor de la v�ctima, no el acto sexual en si. Estaba llorando, sab�a
lo que me esperaba y sab�a que ser�a horrible� pero todo era culpa m�a.
�Desn�date perra! � me gru�� el m�s viejo, mansamente
obedec�.
�Qu� buena est�! � dijo otro.
�Buen�sima! � le respondi� el cuarto � Elber la hizo bien
ahora. � luego empezaron a hablar en portugu�s y ya no los pude entender.
Sin m�s, sujet�ndome de la cabeza, Elber me oblig� a
arrodillarme. R�pidamente se sac� la verga y me la empez� a restregar por toda
la cara,. Yo ni me pod�a resistir, el era muy fuerte. De todas maneras tampoco
iba a poder sola contra los otros 3. Coloc� entonces la punta de su miembro
sobre mis labios, otro por atr�s me tom� de las quijadas y me oblig� a abrir la
boca, me hizo da�o. El muchacho lanz� un gemido y me clav� completamente,
afortunadamente no la ten�a muy grande y pude alojarla entera en mi garganta.
�Chupa, perra!� �ZAP! � o� que me gritaron desde atr�s, y
un fuerte fuetazo se descarg� sobre mi espalda desnuda caus�ndome gran dolor.
��AAAAHHHH!! � grit�, lo que provoc� que me golpearan m�s.
�ZAP! �ZAP! �ZAP! �ZAP!� �C�llate o te matamos a riatazos!
� tuve que morderme los labios para aguantar los �ltimos 5 que me calleron
encima.
Entonces Elber me agarr� de la nuca y me volvi� a clavar la
verga hasta el fondo, mientras otro m�s me tomaba del pelo y lo ayudaba a
moverme la cabeza adelante y atr�s. Otros m�s me sujet� las manos atr�s y me las
amarr�, de manera que me era imposible cualquier intento de escape ya. Y yo,
segu�a llorando y sollozando aterrada. Elber ya no aguant� mucho y eyacul� en
medio de un largo y fuerte bufido, ahog�ndome por la gran cantidad de semen que
me echo en la garganta. Cuando me la sac�, empec� a toser, tratando de recuperar
aire, cayendo mucho de su semen sobre mis tetas y piernas.
�No vuelvas a tirar al suelo nuestro semen, perra! � me
grit� el m�s viejo y descarg� 3 latigazos m�s en mi espalda.
El dolor de los golpes me hizo caer de espaldas sobre la
arena, �desgraciado! Pero para mi verg�enza, estaba muy mojada y ellos se dieron
cuenta, pero no les entend� lo que se dec�an. Me levantaron del pelo y me
colocaron a cuatro patas en la arena� bueno, m�s bien arrodillada, con el t�rax
pegado al piso y el culo paradito. Uno de ellos elev� mi parte superior y me
meti� de un solo golpe toda su vergota en la boca en mi boca, mientras la cabeza
de otra se pon�a en la entrada de mi sexo. Era la talega del viejo, que de un
golpe seco, me penetr�, grit�ndome cosas que sab�a eran insultos soeces y
obscenos.
No lo comprendo, supongo que Kike si me lo podr�a explicar,
pero me puse tan caliente mientras era violada que alcanc� el orgasmo a los
pocos minutos. A su vez, eso excit� al viejo pel�n, quien, sac�ndome la verga,
eyacul� entero en mi espalda. El que me violaba por la boca tambi�n lleg� al fin
de su camino, inund�ndome la cavidad oral con sus largos y abundante chorros de
semen.
Inmediatamente, el 4to, y el �ltimo que todav�a no me hab�a
cogido por ning�n lugar, tom� su lugar en mi boca, meti�ndome la verga, me la
sacaba para untarla del semen que aun ten�a en la espalda, y me la volv�a a dar,
as�, hasta que me hubiese limpiado la grupa. Todos los dem�s, sentados a mi
alrededor, me gritaban cosas sucias y obscenas que, como me las dec�an en
portugu�s, no entend�a. Al final, el que estaba masturb�ndose con mi boca acabo
adentro, cayendo rendido junto a sus compa�eros y dej�ndome a mi saboreando su
semen.
Todos estaban satisfechos, pero aun ten�an ganas de m�s, y la
segunda vez no fueron tan "gentiles". Aun amarrada, me hac�an sentarme sobre la
verga de uno de ellos, que se pon�a a succionarme y morderme los senos con
fuerza. Un segundo me penetraba desde atr�s, sodomiz�ndome como un animal,
mientras los otros 2 se peleaban para meterme la paloma entre la boca. Reconozco
que me violaron con salvajismo y que el dolor era insoportable, pero delicioso
al mismo tiempo, no pod�a dejar de excitarme y ellos lo notaban. Uno por uno
fueron acabando en mi cara, primero los dos que me estaban barrenando como
animales, inund�ndome por completo la boca. Poco despu�s fueron seguidos por la
otra pareja a la que se las estaba mamado, uno de ellos acab� en mi cabello, el
otro sobre mis mamas.
Al final, los 4 degenerados orinaron encima de persona, al
mismo tiempo. Y as�, me dejaron tirada sobre la arena, empapada con una mezcla
asquerosa de semen, orina y arena. Qued� echa un asco. Tard� aun varios minutos
en reaccionar luego que se fueron, y cuando lo hice me met� al agua para
limpiarme un poco. Una patrulla de polic�as me encontr� y me llev� al chalet.,
mis violadores se hab�an llevado mi ropa. Kike se puso el grito en el cielo
cuando me vio en esas condiciones. Voy a obviar los detalles posteriores, solo
dir� que los 4 brasile�os fueron detenidos, Kike y Arturo les propinaron una
buena paliza, pero no los acus�, no quer�a que nadie m�s se enterara. De todas
maneras yo me expuse a eso� y lo termin� gozando.
Kike cay� en una depresi�n, sent�a que aquello hab�a sido su
culpa. Y, aunque bien podr�a culparlo, todo ocurri� porque yo lo permit�, fui lo
suficientemente est�pida como para irme sola con ese desconocido. Por supuesto
que aquello no nos ayud� en nada, m�s bien nos puso peor, especialmente a mi,
que ya no alcanzaba a ver ni el leve destello de la luz al final del t�nel. Lo
que pas� despu�s en mi matrimonio, se los cuento m�s adelante. Mientras, y como
siempre, me gustar�a leer los comentarios que tengan sobre esta historia a mi
correo electr�nico,
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO. Gracias y besos
Garganta de Cuero.