�A este t�o me lo follo!
Me hab�a costado un poco llegar a tomar la decisi�n,
reconozco que no fue f�cil, pero ahora lo ten�a clar�simo. �Qu� iba a pensar
Mar�a si se enteraba? Conoci�ndola, seguro que se pon�a celosa e, incluso,
querr�a la misma experiencia. No me importaba, estaba acostumbrada a compartir
con ella absolutamente todo.
Quiz�s deber�a explicar un poco mejor de que iba toda esta
historia...
En casa viv�amos mi padre, mi hermana Mar�a, mi gemela y yo.
Aclaro que somos gemelas id�nticas, adem�s, siempre nos arreglamos y vestimos
igual, para desconcierto de la gente y cachondeo nuestro. Esto nos ha llevado,
como he dicho antes, a compartir absolutamente todo, incluso los t�os. Mam�
hab�a muerto de c�ncer hac�a algo m�s de un par de a�os, dej�ndonos m�s solas
que la una. Un palo tremendo. Desde entonces hab�amos cuidado las dos solas de
nosotras y de pap�. Nunca ha vuelto a ser el mismo
Ten�amos un hermano mayor, fruto de un matrimonio anterior de
nuestro padre. Se divorci� cuando Luis tendr�a unos seis a�os, se cas� con
nuestra madre y luego nacimos nosotras. El se hab�a quedado a vivir con la suya,
viendo a pap� cuando le tocaba seg�n el r�gimen de visitas. Pocos a�os m�s tarde
nos fuimos, por motivos de trabajo, a vivir a la capital, con lo que solo
ve�amos a nuestro hermano en vacaciones. M�s tarde, cuando se fue haciendo
mayor, ni eso.
Sin embargo, todo hab�a cambiado hac�a un par de meses. Hab�a
terminado la carrera de medicina, aprobado el MIR y estaba haciendo la
residencia en nuestra ciudad. L�gicamente, se vino a vivir con nosotros. Hac�a
muchos a�os que no nos ve�amos y fue una aut�ntica sorpresa cuando apareci�. Yo
apenas le recordaba, solo de algunas fotos de la playa, las �ltimas con unos 15
a�os, junto a nosotras que tendr�amos 7 a�itos de nada. Ahora que �l ten�a 25
estaba hecho un joven de lo m�s apuesto.
El d�a que lleg� nos quedamos pasmadas. �Qu� t�o! Estaba como
un quesito, alto, fuerte, con una personalidad arrolladora. Nos dej� a las dos
con el culo hecho pepsicola. Enseguida empezamos a hacerle nuestras t�picas
bromas intercambiando papeles, pero en lugar de enfadarse se lo tomaba con
much�simo humor, nos hac�a rabiar un poco y se re�a con nosotras. �D�nde se
hab�a metido todo este tiempo?.
Al cabo de unas semanas ya estaba totalmente integrado en la
familia, lo que en principio parec�a un horror se hab�a convertido en una
delicia. Era discreto, amable como nadie, simpatiqu�simo con nosotras, en fin,
lo ten�a todo. Encima, ven�a a buscarnos a veces al cole por la tarde, cuando
sal�a pronto del hospital. Ah� si que �ramos la envidia de todas nuestras
amigas, se quedaban flipando con nuestro hermano. Ni siquiera nos trataba como a
cr�as, sino como a iguales, a pesar de ser m�s de 8 a�os mayor. Esos d�as
siempre nos invitaba a merendar e incluso nos dejaba fumar como la cosa m�s
normal del mundo. Solo nos dec�a que el tabaco no era bueno, pero como �l
tambi�n fumaba no ten�a muchos argumentos en contra.
Nos hac�a sentir mayores, creo que era lo que m�s nos
gustaba, eso y que no ten�a novia. En vez de salir con chicas o con amigos a
ligar, los fines de semana sal�a con nosotras, no siempre, pero s� muchas veces.
Nos colaba en discotecas, aunque alguna vez nos pillaron; siempre caus�bamos
sensaci�n, dos chicas bastante monas (seg�n mi hermano, preciosas) con un t�o
que estaba buen�simo. Aunque Luis nos animaba a ligar con chicos,
realmente no nos apetec�a, no hab�a nadie como �l.
Poco a poco, esta relaci�n fue derivando en lo inevitable. Me
fui enamorando de mi hermano. �C�mo no hacerlo? Era todo lo que buscaba de un
t�o, aunque un poco mayor. Yo no le ve�a ning�n defecto... Me imagino que Mar�a
tampoco, �ramos tan parecidas hasta en el car�cter... Yo un poco m�s seria que
ella, nada m�s. Si yo me estaba quedando con Luis como una gilipollas, supon�a
que ella tambi�n.
Que yo supiera, y lo sab�a de primera mano, las dos
conserv�bamos nuestra virginidad de una manera relativa. No hab�amos follado
nunca con un chico, pero s� hab�amos mantenido relaciones, no completas, claro.
Sexo oral, toqueteos, cosas as� y, �ltimamente, hab�amos descubierto una nueva
relaci�n entre nosotras. Me refiero a que ten�amos relaciones entre nosotras, de
lo m�s morboso y placentero.
Todo hab�a sido a ra�z de una broma que nos hicieron nuestras
amigas en nuestro �ltimo cumplea�os. Nos hab�an regalado entre todas un
consolador, de esos que se sujetan con un arn�s para que una t�a se folle a
otra. Era una especie de braguita de cuero, tipo tanga pero con hebillas para
ajustarla, con una polla de l�tex en su parte delantera. Es de ese tipo de
regalos para hacer la co�a.
Unos cuantos d�as, o semanas, despu�s, estando las dos en
nuestra habitaci�n, justo al acostarnos, sacamos el artilugio para re�rnos un
rato. No s� como nos fuimos calentando, empezamos a acariciarnos, la temperatura
sub�a, enseguida Mar�a me bes�, primero en la boca, labio contra labio...
Intent� introducir la lengua, me daba cierto asco, era mi hermana...
Meti� la mano por debajo de la camiseta con la que dorm�a, me
acarici� los pechos, etreteni�ndose especialmente en los pezones, excit�ndolos
con los dedos, poni�ndolos como pitones. Me fui abandonando... Abr� la boca para
recibirla, nuestras salivas se mezclaron, mi respiraci�n aumentaba, jade�bamos,
dirig� una mano hacia su conejito, lo ten�a igual de empapado que yo...
Le acarici� los labios tiernamente, notando como se abr�an
como p�talos, ofreci�ndome toda su intimidad. Acarici� su cl�toris con suavidad,
sin frotar fuerte para no hacerle da�o... En un segundo ella me prodigaba las
mismas caricias en mi tierno bot�n. Poco a poco los dedos de ambas se fueron
perdiendo en el interior de nuestros respectivos co�os, nos est�bamos
masturbando en toda regla.
La calentura pod�a m�s que cualquier prejuicio que pudiera
tener, le quit� su camiseta y acab� de bajarle del todo las bragas. Teni�ndola
desnuda frente a m�, me di cuenta de lo guapa que era, ten�a un cuerpo divino,
terso, suave... Me dirig� a sus tetas, quise chup�rselas enteras, succionaba los
pezones, raspaba suave con los dientes, estaba disfrutando de verdad. Tard� poco
tiempo en bajar hacia la parte m�s sensible de su cuerpo, bes� sus muslos, me
entretuve durante un ratito en sus ingles... Finalmente met� toda la cara entre
sus piernas y busqu� su entrada con la lengua. Met�a y sacaba, chupaba, mord�a
con cuidado los labios... Cuando chup� su cl�toris dio un gran suspiro de
placer, me dediqu� a hacer c�rculos r�pido con la lengua, luego lo cog� con los
labios y, succionando como con los pezones, restregaba toda mi cara por su zona
genital.
No quiso ser menos que yo, me tumb� en la cama, se coloc�
encima de m� e hizo lo mismo que le estaba haciendo. Jade� con fuerza cuando me
chup� mi cl�toris, me meti� un dedo en la vagina que me hizo ver las estrellas.
�Como me estaba poniendo la cabrona de ella!. No pod�a m�s, no sab�a si estaba
comi�ndole el co�o a mi hermana o no, solo notaba como me ven�a un orgasmo
incre�ble.
Efectivamente as� fue, me corr� como una burra, parec�a que
no se acababa nunca, creo que grit� del placer que estaba sintiendo. Quise
corresponder a Mar�a acelerando mis caricias, como hab�a hecho ella le met� un
dedo en el co�o, adem�s me atrev� a meterle otro en el culito. Con un poco de
esfuerzo lo consegu�, as� como que tuviera un orgasmo como el m�o.
Todav�a jadeante me quit� a mi hermana de encima, cog� el
famoso consolador y me lo puse. Mar�a me mir� con una mezcla de espanto, deseo,
lujuria... Unt� bien el chisme con su flujo e intent� met�rselo, costaba
bastante, la postura que ten�a, encima de ella, no me estaba ayudando en
absoluto, el consolador se me iba para todos lados y no era capaz de dirigirlo.
Mi hermana se quejaba cada vez que intentaba un ataque y se me iba hacia fuera.
La hice ponerse a cuatro patas, no hac�a m�s que repetirme que tuviera
cuidado...
-Leti, por favor, con cuidado, no me hagas da�o...
-No te preocupes, cielo... Voy a ser la suavidad
personificada -Le contest�.
Cog� un bote de leche corporal, embadurn� bien el consolador,
me puse de rodillas detr�s de ella y, ayud�ndome de una mano, fui
introduci�ndolo en su co�ito... ya no se me escapaba, su altura era la justa...
Apret� poco a poco, gracias a la leche entraba sin mucha complicaci�n... Mar�a
resoplaba, daba peque�os quejidos pero apretaba su culo hacia atr�s. En un
momento hab�a metido todo en cacharro hasta el fondo. Me dec�a que le dol�a
dentro de la vagina cuando apretaba, as� que empec� un suave vaiv�n sin empujar
demasiado. Al cabo de un ratito le estaba dando con m�s fuerza, le frotaba el
cl�toris continuamente, de vez en cuando me tocaba el m�o por debajo del arn�s,
pero no me resultaba c�modo. Seguimos as�, dale que te pego, ella jadeaba cada
vez m�s pero yo me estaba cansando.
Me puse boca arriba en la cama para que continuara ella misma
la faena. Se sent� encima de m� empal�ndose hasta dentro... Botaba como una
loca, estaba totalmente desenfrenada, sus tetas bailaban, me hac�a mucha gracia,
yo se las cog�a y pellizcaba sus pezones... Se volvi� a correr con otro grito de
satisfacci�n, prolongaba su orgasmo frotando el cl�toris contra mi cuerpo,
bes�ndome en la boca, mordi�ndome en el cuello.
Cuando se relaj� me mir� con una cara de cari�o
impresionante, nunca nos hab�amos sentido tan cercanas como entonces, creo que
me corr� solo con verla disfrutar...
-Te toca -Me dijo baj�ndose de encima. Me quit� las bragas de
cuero y se las puso ella. La miraba expectante, yo estaba saciada y no me
apetec�a demasiado que me metiera aquello. Adem�s, le hab�a dolido al
principio...
Volvi� a echar leche corporal en aquella polla de pl�stico,
me puso como yo a ella, a cuatro patas, se situ� entre mis piernas, me las
abri� bien y, coloc�ndose en la entrada de mi co�o, apret�. No hab�a pensado en
mi virginidad hasta ese momento... �Joder, qu� da�o!
-�Mar�a, para! �Para, me est�s haciendo polvo! -Me dej� caer
sobre la cama qued�ndome tumbada boca abajo. Mi hermana, que me sigui� en la
ca�da, sigui� apretando sin hacerme caso...
-�MARIA! �QUE ME EST�S HACIENDO DA�O, CO�O! -Realmente me
estaba doliendo much�simo.
-Aguanta, Leti, aguanta. Ya ver�s como se te pasa
enseguida...
�Y una leche! Aquello no se pasaba ni a la de tres, intentaba
quitarme a mi hermana de encima sin demasiado �xito, me ten�a sujetos los brazos
y aprisionada con su cuerpo; aquello era una tortura, se me saltaban las
l�grimas del dolor...
De repente dio un golpe fuerte de caderas taladr�ndome hasta
el fondo
-�HIJA DE PUTA! -Chill�. Me hab�a destrozado, sent�a un dolor
que no me dejaba ni hablar, lloraba a raudales, me dol�a por dentro como si me
hubieran metido un hierro al rojo vivo...
Mar�a se qued� quieta con el consolador clavado en mis
entra�as, d�ndome besitos en la nuca, en las orejas... Me aplastaba con su peso
tap�ndome la boca con la mano para evitar mis gritos, pero casi lo agradec�a, me
acariciaba un costado, intentaba relajarme... No s� el tiempo que estuvo as�, me
ard�a todo el co�o, la vagina, me llegaban calambrazos hasta las tetas. Solo
pensaba en que sacara eso de m�, que acabara todo de una puta vez.
-�Por favor Mar�a, s�calo, por favor, qu�tame eso! -Dec�a
entre hipos -�Me duele much�simo, por favor, qu�talo!
No me hac�a ni caso, me segu�a besando, intentaba colar una
mano debajo me m� para frotarme el cl�toris, pero juro que no estaba disfrutando
nada �Qu� suplicio! �No pod�a imaginar una tortura mayor!
Se incorpor� un poco sobre sus rodillas para aliviarme del
peso de su cuerpo, intent� coger todo el aire que me faltaba, como pude me ech�
hacia delante liber�ndome del martirio, estaba derrotada. Sin embargo no se dio
por vencida. Me levant� de las caderas, cre� que solo me quer�a acariciar y me
dej� hacer, tampoco ten�a fuerzas para seguir resisti�ndome.
Inesperadamente me volvi� a penetrar.
-�AAAAYYYYY! -Fue un aut�ntico alarido
�Co�o! �No se daba cuenta de que no pod�a seguir? �No s�
donde le encontrar�an el gusto a esto! �Porqu� a ella no le doli� tanto?
-�D�jame! �Mar�a, d�jame!
Pero Mar�a era persistente, teni�ndome levantada se dedic� a
acariciarme el cl�toris... Al cabo de otro rato, de aguantar estoicamente,
empec� a sentir un gustillo que se irradiaba desde el co�o a toda la tripa. No
me quitaba el dolor pero lo hac�a soportable. El gustillo iba in crescendo, la
delicadeza de mi hermana era maravillosa, por fin disfrutaba...algo. Empec� a
mover mis caderas intentando sincronizarme con sus acometidas, el co�o me ard�a,
ten�a los pezones sobreexcitados, Mar�a se mov�a cada vez m�s r�pido, me frotaba
el cl�toris con m�s fuerza...
Explot� en un orgasmo bestial, mezcla de placer y dolor... Mi
hermana sigui� d�ndome hasta que volv� a caer deshecha en la cama. Joder, joder,
joder �Qu� corrida! La mayor y m�s intensa de mis 17 a�os �Tremenda! No s� como
mi padre no se enter�.
A partir de entonces, cada vez m�s frecuentemente, Mar�a y yo
us�bamos aquel artilugio para nuestro disfrute. Quien nos viera, siempre dir�a
que �ramos amantes, pero no, no lo �ramos, simplemente nos gustaba disfrutar
juntas.
As� las cosas, la aparici�n de nuestro hermano supuso una
peque�a revoluci�n entre nosotras. Yo quer�a a Mar�a m�s que a m� misma, era
parte de m�, �ramos indisolubles, pero con Luis era distinto. Aunque, como he
dicho antes, no me importar�a compartirlo con ella, en ese momento reconozco que
prefer�a no hacerlo.
La siguiente cuesti�n era que, por muy enamorada que
estuviera o estuvi�ramos (estaba convencida de Mar�a sent�a lo mismo), quien se
lo iba a decir. Era como ponerle el cascabel al gato. No se me ocurr�a nada
aparte de intentar coquetear con �l, cosa que se tomaba siempre como una de
nuestras bromas. �C�mo se ligaba a un t�o de 25 a�os? Ni idea. �Y si es tu
hermano? Menos. Si no me daba prisa mi hermana se me iba a adelantar, o
cualquier pelandusca que encontrara por ah�, que Luis estaba muy bueno. Me
devanaba los sesos buscando soluciones, pero nada, no encontraba la manera
�Alguna ten�a que haber!
Como siempre, las soluciones llegan cuando menos te lo
esperas. En este caso no fue as� pero si consegu� lo que, m�s tarde, result� ser
un avance.
En una de nuestras salidas de fin de semana, Luis prometi�
llevarnos a cenar a un sitio bien para despu�s ir a alguna disco de moda. Era un
plan fant�stico, me hac�a mucha ilusi�n lo de la cena, aunque hubiera preferido
que fu�ramos solos los dos.
Nos dijo que nos pusi�ramos guapas y bien arregladas. Como
siempre, despu�s de mucho cavilar, cada una por su cuenta, acabamos vestidas,
peinadas y maquilladas exactamente igual. Minifalda negra, medias negras, camisa
blanca fantas�a, zapatos de tac�n, collar de perlas, el pelo recogido con
prendedores, discreto maquillaje, bolso a juego con los zapatos... Al ver a mi
hermana me pareci� estar reflej�ndome en un espejo. No estaba guapa, guap�sima.
Elegante, discreta, pero con un toque sexi de lo m�s sugerente... Evidentemente,
yo estaba igual.
Luis se qued� estupefacto...
-Chicas, est�is preciosas! Desde luego, voy a ser la envidia
de todo el mundo.
Ten�a raz�n, hac�amos un tr�o de lo m�s curioso. �l se hab�a
puesto un traje de chaqueta azul marino que le sentaba de impresi�n, rodeado por
dos t�as igualitas de lo m�s llamativo.
El restaurante estaba muy bien, la cena fue agradabil�sima,
Luis era un conversador nato, muy ingenioso, nos hac�a sentir realmente a gusto.
Repart�a sus atenciones por igual entre las dos y, cada una, hac�amos aut�nticas
virguer�as para ser la elegida. Aunque supongo que �l no ten�a nada que elegir.
Hubo un momento en que Mar�a y yo nos empezamos a mosquear
entre nosotras, nos est�bamos convirtiendo en rivales. Nos lanz�bamos pullas e
indirectas, cada vez m�s subidas de tono. Hasta Luis se extra��.
Me levant� de la mesa para ir al ba�o... Era una excusa, si
segu�a sentada all� iba a estrangular a mi hermana. Desgraciadamente, ella se
levant� conmigo.
Fuimos al tocador, estaba vac�o, mejor.
-�Se puede saber que pretendes t�a? -Le dije a Mar�a con
bastante mal humor. - Est�s continuamente coqueteando con Luis, parece que te lo
quisieras ligar. Te recuerdo que es nuestro hermano.
-�Y tu? Est�s haciendo exactamente lo mismo que yo. �Qu�
pasa? �Qu� te gusta o qu�?. Pues si te gusta te jodes porque a m� tambi�n. �A
ver qui�n gana!
Adem�s es solo medio hermano. �O no hemos hecho cositas tu y
yo? Mira Leticia, Luis es lo m�s, no creo que haya otro t�o como �l as� que, me
lo voy a follar como sea.
Como supon�a, hab�a llegado a la misma situaci�n que yo.
Ahora bien �C�mo iba a elegir entre nosotras si �ramos iguales? Las diferencias
de car�cter apenas se notaban... No ve�a una soluci�n satisfactoria, tampoco
cre�a que pudi�ramos competir entre nosotras. En fin, si no puedes vencer a tu
enemigo, �nete a �l.
-Vale, vale. Ya supon�a que te pasar�a igual que a m�. Estoy
por Luis como t�, pero no veo como se puede decidir por una de nosotras pasando
de la otra, as� que he pensado que lo compartamos, como hemos hecho toda la
vida.
Mar�a se qued� un momento pensativa. Finalmente dijo
-Creo que tienes raz�n, ser�a in�til discutir entre nosotras.
Bueno �C�mo se lo decimos?
-�Est�s loca? �C�mo le vamos a decir una cosa as�! Yo creo
que tiene que ser �l el que se lance... Le provocamos, le engatusamos... Seguro
que al final cae.
-Me parece que no. Si no fu�ramos sus hermanas, puede, pero
como s� lo somos, no se va a fijar en las provocaciones que le hagamos.
Pues s� que est�bamos bien... Lo �nico claro es que ahora
est�bamos de nuevo juntas.
Volvimos a la mesa, Luis se levant� como un caballero hasta
que nos sentamos. Me hac�a gracia que se comportara as� con nosotras, a fin de
cuentas, aparte de ser sus hermanas �ramos unas cr�as.
-�Hab�is tardado un poquito, no? -Nos dijo al llegar -Casi
termino de cenar yo solo, imaginaros, quedarme sin las dos mejores bellezas de
toda la ciudad.
Nos re�mos como dos tontas. Era continuamente as�, galante
hasta lo esperp�ntico.
La verdad es que yo estaba un poco alucinada �Por qu� en vez
de salir con chicas o con amigos lo hac�a con nosotras? Cuanto m�s tiempo pasaba
m�s extra�o me parec�a. �No tendr�a a nadie? Si era simpatiqu�simo, estoy segura
de que todo el mundo en el hospital le adoraba. Hab�amos ido un d�a a buscarle
porque hab�amos quedado y todas las enfermeras y compa�eras m�dicos beb�an sus
vientos. No se... Me lanc� a saco
-Oye Luis, �Por qu� sales con nosotras? Nos invitas a cenar,
a bailar, vienes a buscarnos al cole... �No tienes ning�n amigo?
Se me qued� mirando muy sonriente. Mar�a parec�a que me
quer�a asesinar...
-Claro que tengo amigos. Lo que pasa es que me apetece estar
con vosotras, recuperar los a�os en que no nos hemos visto. �Qu� tiene de malo
que quiera estar con las dos chicas m�s maravillosas que conozco?
No creo que las amapolas sean tan coloradas como la cara que
se nos puso a Mar�a y a m�.�Joder! �Se me estaba haciendo el chisme agua! Tuve
que continuar...
-Pues porque somos tus hermanas peque�as, demasiado peque�as
�No?
-S� -Continu� mi hermana -No es normal. Todav�a no somos ni
mayores de edad...
-Ya, ya lo s�. Pero no veo que tenga nada de malo. Cuando voy
con vosotras siempre causamos sensaci�n. Es una situaci�n que me encanta. La
verdad es que disfruto cuando estamos juntos, es cuando mejor me lo paso. Y os
lo he dicho, sois maravillosas.
Si segu�a as� me iba a lanzar encima de �l en cualquier
momento. Estaba derretidita del todo ��l si que era maravilloso! Me tuve que
beber un baso de agua para que se me pasara el sofoco.
Volv� a pensar lo mismo del otro d�a �A este t�o me lo follo!
�No pod�a m�s! Mar�a le miraba con una cara que lo dec�a todo...
No nos fuimos a una discoteca sino a un pub m�s tranquilo, de
esos de m�sica suave lleno de carrozas. Nos sentamos en una mesita, luz tenue,
conversaci�n relajada, alguna parejita d�ndose un morreo, grupos de
treinta�eros...
Pedimos, a indicaci�n de Luis, caf� irland�s. Nunca lo hab�a
probado, a m� que no me sacaran del gin-t�nic. Realmente estaba buen�simo y
entraba que daba gloria. En un momento ya �bamos por el tercero, Mar�a y yo muy
achispadas, que esto pega lo suyo. Luis, mucho m�s sereno, se le ve�a
acostumbrado a tomarlo.
Habl�bamos de todo, de an�cdotas familiares, de cuando �bamos
a la playa en vacaciones, de su carrera, de su residencia en el hospital, de
nuestros profes del cole... Intent�bamos mostrarnos maduras, como chicas m�s
mayores, aunque nuestra conversaci�n dejara un poco que desear. Sin embargo,
Luis se re�a con nuestras cosas, con las chorradas que siempre hac�amos
intercambiando papeles, c�mo nos hab�amos cambiado en alg�n ex�men... Hasta las
confusiones de pap�. Lo raro es que, por alguna extra�a raz�n, Luis jam�s nos
confund�a y eso que nos hab�a visto much�simo menos. A pesar de que se lo
preguntamos, no quiso decir como nos diferenciaba siempre.
Seguimos as� toda la velada, estaba cada vez m�s convencida,
era encantador... Era el hombre de mi vida. Me puse triste un momento pensando
que nunca podr�a tenerle definitivamente �Hab�a tantos obst�culos!
Unas horas despu�s decidimos ir a bailar un rato para matar
la noche. Luis quiso ir a una discoteca tranquila donde no hubiera mucho
chun-chun y se pudiera hablar algo. Nos confes� que le horrorizaba la m�sica a
todo volumen que pon�an ahora en todos los sitios. A nosotras, con tal de estar
con �l, nos daba igual que nos llevara a la Luna.
Yo no sab�a ni que existieran sitios as�, pero mi hermano nos
llev� a un sitio que no estaba mal. Pon�an m�sica discotequera antigua y tambi�n
m�sica para bailar lento. �Cre�a que eso solo lo hac�an en las verbenas de los
pueblos!
Nos lo est�bamos pasando genial, bail�bamos haciendo el
idiota y nos re�amos de lo mal que lo hac�a nuestro hermano. Agotados nos
sentamos. Pusieron m�sica lenta, estaba bien, as� pod�amos descansar un poco.
Mar�a se me adelant�, le pidi� a Luis que la sacara a bailar.
Por si acaso les dije que luego iba yo, no fuera que me dejaran all� tirada.
Les ve�a en la pista con envidia, hac�an una pareja
estupenda, estaban bastante juntos, mi hermana hund�a la cabeza en su cuello, de
vez en cuando la levantaba un poco para decirle algo, �l sonre�a. De pronto,
ella le bes�. Casi doy un bote del sill�n donde estaba. �Ser� zorra! Le estaba
sujetando de la nuca para que no se le escapara �Qu� put�n! �Se me hab�a
adelantado!
Luis se separ� al cabo de un momento, la mir� extra�ado,
hablaron algo y siguieron bailando un rato m�s. Finalmente vinieron a la mesa,
no parec�a que hubiera pasado nada pero la cara de Mar�a era un poema, la viva
expresi�n de chica enamorada, le miraba con ojitos de carnero degollado.
Antes de que pudiera cambiar de opini�n le ped� a mi hermano
que me sacara a la pista. Esta vez no le vi tan decidido pero lo hizo. Hubiera
matado a la mosquita muerta de mi hermana.
Era una gozada bailar con �l, totalmente pegada... Estaba en
la gloria...
-�Has visto lo de antes? - me pregunt�. Me hice un poco la
sueca
-�El qu�?
-Lo que ha pasado cuando est�bamos bailando Mar�a y yo
Prefer� no decirle nada
-No �Qu� ha pasado? No he notado nada - Le dije, sin
referirme a nadie en concreto - �Os ha pasado algo?
-No, que va, nada. Era una chorrada
Volvi� a pegarse a m�, yo intentaba restregar mis tetas
contra su pecho pero sin que se notara demasiado, como si fuera casual.
Intentaba tambi�n situar una de sus piernas entre las m�as para que sintiera mi
pubis, pero no era nada f�cil. Finalmente me decid� por la misma estrategia de
Mar�a, por lo menos me dir�a lo mismo que a ella, as� me enterar�a tambi�n de
cuales eran las intenciones de Luis.
Separ� un poco la cabeza, al notar el gesto �l inclin� un
poco la suya, como si fuera a decirle algo, estaba a cap�n, le sujet� por la
nuca y estamp� mi boca contra la suya, mi lengua intent� avanzar encontr�ndose
con sus dientes, cre� que en ese momento me rechazar�a. Me equivoqu�, su lengua
fue al encuentro de la m�a, sus dientes mordieron mis labios... Me dio un repaso
completo. Cuando se separ� me dirigi� una sonrisa encantadora.
-Est�is locas, locas las dos. �No crees que esto no deber�a
pasar?. Se lo he dicho a Mar�a, sois preciosas, sois maravillosas, pero sois mis
hermanas y, por nada del mundo, os har�a da�o. Si esto continuara nos
destrozar�amos entre todos...
-�Pero por qu�?
-Porque sois mis hermanas y, aunque no lo fuerais, no podr�a
mantener una relaci�n con dos mujeres a la vez. Ten�is 17 a�os, toda la vida por
delante, seguro que encontrar�is a unos chicos que os har�n felices, ya lo
ver�s.
-Pero yo no quiero a otro chico, te quiero a ti. No lo puedo
remediar -Le dije con l�grimas en los ojos. Me hab�a entrado una congoja
tremenda.
-Todav�a sois muy j�venes para daros cuenta. Ahora, el amor
es todo un mundo para vosotras, cre�is que es para siempre, que es imposible
volver a enamorarse. Lo entiendo, tambi�n he pasado por eso. Adem�s, Leti, �como
piensas que podr�a funcionar? Os entrar�an celos entre vosotras, os pelear�ais
por m�, eso es precisamente lo �ltimo que desear�a. Sois las gemelas m�s unidas
que haya visto nunca, jam�s me meter�a en medio de eso.
Yo solo lloraba en silencio, sab�a que ten�a raz�n pero no
pod�a asimilarlo. Solo viv�a por �l �Qu� ser�a de mi? �Qu� ser�a de nosotras? �Y
si me estaba diciendo esto porque prefer�a a Mar�a? Ella no hab�a llorado...
No lo pude soportar, volviendo a sujetarle le intent� dar
otro beso que demostrara todo mi amor. Mis labios le buscaron �vida, mi lengua
encontr� la suya, mord�, me mordi�, bes� mis l�grimas... Cuando se separ� me
ten�a totalmente a su merced.
-Vamos Leti, vamos a sentarnos
Le segu� d�cilmente hasta la mesa donde nos esperaba Mar�a.
Me miraba con sorpresa al ver mis ojos llorosos.
-Mirad chicas -Dijo Luis -Hoy ha pasado algo que creo no
deber�a seguir as�. Me da la sensaci�n, bueno, la sensaci�n no, s� que os hab�is
enamorado de m�. Quiz�s sea culpa m�a por trataros m�s como chicas mayores que
como jovencitas, por salir con vosotras... No s�. La cuesti�n es que no puede
ser. Reconozco que me gust�is las dos, os quiero much�simo, a las dos igual,
sois como dos �ngeles para m�. Pero sois mis hermanas, os quiero como tales,
desear�a que siguiera siendo as�, sino me ver�a obligado a irme de casa. No me
apetece, pero no me quedar�a otro remedio.
Ahora �ramos las dos las que llor�bamos, nuestros corazones
destrozados, nuestras ilusiones juveniles por los suelos... �Que injusta es la
vida!
Al cabo de un rato, algo m�s calmadas, nos fuimos a casa. En
el taxi �bamos todos en silencio. Si no fuera por lo que hab�a pasado, me
estar�a muriendo de risa con la cara del taxista. Miraba por el retrovisor de
reojo, deb�a pensar en como hay t�os con tanta suerte, con dos bombones
id�nticos para �l.
Bastante cariacontecidas, nos fuimos a nuestra habitaci�n.
Luis se fue a la suya despu�s de habernos dado un beso, nos sonri� comprensivo,
nos hizo una caricia cari�osa en la cara pero no nos dijo nada m�s.
Hablamos un poco entre nosotras sobre lo que hab�a pasado.
Estaba intrigada por lo que le hab�a dicho a Mar�a
-Solo me ha dicho que estaba loca y se ha sonre�do. Cre� que
era una forma de aceptarme �Que decepci�n! �Tengo ganas de morirme!
Se abraz� a m� llorando otra vez, tambi�n a m� se me
escapaban las l�grimas...
-Oye - Le dije -Esto no puede quedar as�. Yo no estoy
dispuesta a renunciar a Luis porque sea mi hermano, ni porque sea mayor que
nosotras, ni porque �l piense que somos unas cr�as. �Le voy a demostrar lo
peque�a que soy!
-Leti �qu� vas a hacer? -Me pregunt� enjug�ndose el llanto
-Ahora mismo me pienso ir a su habitaci�n y me voy a meter en
su cama. Te juro que me lo voy a follar como me llamo Leticia. �A ver si es
capaz de resistirse!
-�Est�s loca! �Y si se entera pap�?
-Pap� no est� �Te acuerdas? Se fue esta ma�ana de viaje a no
se donde.
-Es verdad, se me hab�a olvidado. De todas formas, no puedes
ir al cuarto de Luis y meterte en su cama.
-�Porqu�? Puedo y lo voy a hacer. -Le contest�. Estaba
totalmente dispuesta a hacerlo, no pensaba en las consecuencias.
-Pues voy contigo.
No se lo pens� dos veces, se desnud� entera y se fue hacia la
otra habitaci�n. �Co�o! Me quit� la camiseta y las bragas sobre la marcha yendo
detr�s de ella. La puerta no estaba cerrada, entramos sin hacer ruido, apenas
ve�amos nada... Nos quedamos quietas acostumbr�ndonos a la oscuridad, al cabo de
un rato distingu�amos perfectamente el bulto que formaba Luis bajo las s�banas.
La cama era grande, de matrimonio, un capricho de nuestro hermano.
Fuimos cada una por un lado, realmente no sab�amos como
actuar, ya saldr�an las cosas sobre la marcha. Nos metimos... No se hab�a
despertado... Nos acurrucamos las dos contra �l... Empezamos a acariciar su
pecho, su tripa... Luis se revolvi� un poco pero sigui� durmiendo... No me
llegaba la blusa al cuerpo del acojone. Claro, tampoco llevaba blusa...
Not� como Mar�a se dirig�a a la polla �Qu� guarra! �Sin
avisar! Hice lo mismo, no iba a ser menos... Entre las dos cogimos el
instrumento, con mucho cuidado, pero estando as�, bastante blandengue, no daba
para dos manos. Me fui directamente a por sus pelotas �Que gordotas! Nunca hab�a
tocado los huevos de un adulto.
En nada de tiempo ten�a el instrumento m�s grande que el
tama�o de nuestro famoso consolador �Menudo aparato! Re�mos nerviosamente,
est�bamos lanzadas, apartando las s�banas intentamos darle una mamadita
conjunta...
Nos altern�bamos para meternos en la boca lo que pod�amos de
aquella polla estupenda, le pas�bamos la lengua al un�sono desde la base hasta
la punta... Al llegar arriba no pod�a evitar darle un beso a Mar�a,
intercambiaba su saliva con la m�a para pasarla luego al miembro de Luis.
Enseguida not� una mano que me acariciaba la cabeza y la
espalda, el culo, poco a poco, desde atr�s, iba hacia mi empapado co�ito... Un
dedo grande, mucho m�s grande que los de Mar�a, fue abri�ndome los labios
vaginales, dej� escapar un suspiro de placer... Se introdujo suavemente, me
estaba dando un gusto tremendo. Lleg� hasta el cuello de la matriz y empez� a
hacer c�rculos alrededor... Cuando frotaba la parte superior de mi vagina cre�a
que me meaba, me iba a correr, me iba a correr solo con un dedo de mi
hermano, estaba m�s caliente que en toda mi vida...
Mar�a grit�, no un alarido sino un gemido fuerte, me estamp�
un beso tremendo, me mordi� un labio, me hizo un da�o de la leche, le devolv� el
favor mientras tambi�n me corr�a patas abajo...
�Qu� gozada! Siempre hab�a disfrutado much�simo de los
orgasmos con mi hermana pero este ten�a una carga emocional a�n mayor.
Seguimos mamando la polla de nuestro hermano, aceler�bamos,
not�bamos que estaba deseando correrse... Empez� a soltar chorros de semen, nos
los repartimos como buenas hermanas... Nunca hab�a probado la leche de un t�o,
ten�a un sabor curioso y un olor fuerte. No puedo decir que me gustara pero
tampoco me daba asco.
Le dejamos como una patena, limpito limpito. Terminamos de
limpiarnos mutuamente Mar�a y yo, los �ltimos restos nos los pasamos con la
boca. Luis deb�a de alucinar...
Nos tumbamos a lo largo, cada una a un costado, nos
acariciaba y besaba alternativamente, la boca, las tetas... Yo ten�a los pezones
que me iban a estallar, me restregaba contra �l todo lo que pod�a, intentaba
frotar mi botoncito contra su cadera...
Un buen rato despu�s parec�a que su instrumento volv�a a
recuperarse �Fabuloso! No ve�a el momento en que me lo metiera, estaba m�s
salida que el pico de una mesa...
Sin embargo, fue Mar�a la primera afortunada, bueno, porque
ella lo busc�. Se incorpor� y, sin encomendarse a Dios ni al diablo, se
fue sentando encima, meti�ndosela hasta el fondo �Pero si no le pod�a caber!
Craso error, le entr� hasta la empu�adura �Qu� bestia!
Realizaba un suave mete saca, m�s que eso, mov�a las caderas
de forma circular con todo el aparato dentro, sin sacarlo... �Joder, que
envidia! Luis le sujetaba de la cintura, le sobaba las tetas, pellizcaba sus
pezones... �Me estaba quedando sin nada!
Me puse a horcajadas sobre la cara de Luis, mirando hacia
Mar�a. Los dos lo entendieron enseguida. Mientras �l me com�a el co�o, por
cierto, de una forma fabulosa, ella me besaba y acariciaba el pecho, muy
necesitado de atenci�n.
La lengua de mi hermano hac�a diabluras, era menos delicado
que mi gemela, sin embargo era m�s fuerte, m�s profundo... Lo que me hizo en el
cl�toris me llev� a un orgasmo en cuesti�n de segundos, mord� a Mar�a en el
hombro, clav�ndole las u�as en la espalda. �Joder! Nunca hab�a tardado tan poco
en correrme otra vez. �Esto era la leche!
Me dej� caer en la cama intentando recuperar la respiraci�n.
Ellos segu�an a lo suyo, parec�a que todav�a les faltaba un rato, estaban
disfrutando como locos...
Se me ocurri� una idea genial. Me levant� r�pidamente y fui a
nuestra habitaci�n para coger nuestro compa�ero de juegos. Volv� corriendo con
el aparato y el bote de Body Milk. Segu�an en la misma postura, ella encima de
�l, pero ahora tumbada encima, aplastando esas tetas divinas contra su pecho,
bes�ndose, mejor dicho, morre�ndose.
Me puse el arn�s de cuero, unt� bien de crema el consolador,
me puse tras Mar�a unt�ndole a ella tambi�n su virginal entrada trasera. No s�
si se dio cuenta porque no dijo ni hizo nada. Nada diferente a lo que ya estaba
haciendo. Me decid�, apoy� el aparato en su culo, me aposent� bien en la cama,
lo sujet� fuerte con una man� y apret� de golpe como si me fuera la vida en
ello...
-AAAAAAAAAAAAAAHHHHH HHHHHHHHYYYYYYYYYYYYYY
Porque viv�amos en un chalet pareado que si no se enteran en
toda la ciudad, seguro que se oy� en toda la urbanizaci�n.
-�Me has rajado! �Hija de puta! �Me has rajado! �Joder! �Qu�
da�o!
Luis dio un gemido tremendo de satisfacci�n. Hab�a notado
perfectamente como se la hab�a clavado a Mar�a por el culo.
No quise ser una cerda as� que me qued� quietecita. Iba
echando el Body Milk sobre su culo, refresc�ndolo, suaviz�ndolo. Estando bien
embadurnada empec� a moverme muy despacito, viendo como reaccionaba. Mi hermano
tampoco se mov�a, no hac�a falta...
Parece que se acostumbr� r�pidamente, volv�an sus gemidos,
m�s fuertes que antes, jadeaba con la boca abierta...
-�Me vais a matar! �De gusto! �Me muero!
Aceler� mis movimientos, Mar�a gem�a, Luis intentaba
acompasarse conmigo... El orgasmo de mi hermana debi� marcar un antes y un
despu�s de los orgasmos. Jam�s la hab�a visto correrse de esa manera, totalmente
penetrada por sus dos agujeros, por sus dos hermanos, gritaba como una posesa...
-AAAAAAAAAAAAA AAAAHHHHHHHHHH
Unos instantes despu�s ped�a piedad, no aguantaba m�s la
pobre. Le saqu� el consolador dej�ndola libre, se baj� de encima de Luis.
�l todav�a no se hab�a corrido, como era su segunda vez en
poco tiempo aguantaba much�simo (esto nos lo confes� m�s tarde)
Me quit� aquella especie de braga de cuero, yo ten�a el co�o
chorreando, ten�a unas ganas enormes de sentirlo dentro de m�. Me tumb� boca
arriba, se puso encima y, he de reconocer que con mucho cuidado, me la fue
metiendo enterita. Al llegar al fondo sigui� empujando, llev� una mano hasta su
miembro para ver si faltaba mucho, me la iba a sacar por la garganta.
A pesar de hacerlo despacio me estaba destrozando. Apretaba
los dientes aguantando, no iba a ser menos que mi hermana. Poco a poco mis
m�sculos se dilataron, el dolor dio paso al placer, era la mujer m�s feliz del
mundo, estaba follando con �l, con mi amor, con mi hermano.
Me cambi� de postura, me puso encima, as� sent�a su polla
mucho m�s dentro. Me parec�a imposible. Me acariciaba las tetas, me tumbaba
sobre s� para besarme, no sab�a ni donde estaba.
Ese fue mi error, evadirme de todo, olvidarme de Mar�a, solo
pensar en �l. Sin esperarlo sent� como me abr�an las entra�as. Dicen que el
dolor del parto es el m�s fuerte que hay. La que lo haya dicho dudo que haya
probado esto. Me qued� sin habla, sin respiraci�n.... Cuando pude decir algo fue
-AAAAAAAAAAAAAA AAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
�Joder! �Como dol�a! �La muy cabrona me hab�a roto el culo!
�Me hab�a pagado con la misma moneda!
Tard� un rato en acostumbrarme a tener eso dentro. Poco a
poco el dolor remit�a, el esf�nter me segu�a ardiendo.
Mar�a se empez� a mover, suavemente, echaba leche corporal de
continuo. La verdad es que refrescaba bastante. Me sent�a totalmente llena, no
s� si esa es la palabra, penetrada, empalada... No s�, era una sensaci�n muy
curiosa.
Aceleraron los dos, ve�an que estaba disfrutando... De
repente sent� como Luis se corr�a, sent�a como soltaba sus chorros de esperma,
como se inflaba su polla a golpecitos dentro de m�. Me provoc� un orgasmo de
�poca, no ten�a que envidiar nada al de mi hermana, fue fabuloso, sin poderlo
evitar, un sonoro gemido escap� de mi garganta
-AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH
Qued� medio muerta encima de Luis, Mar�a encima de m�. Nos
separamos empapados en sudor, est�bamos destrozados, destrozados y felices �Lo
hab�amos conseguido! Lo que ambas hab�amos so�ado �Nos lo hab�amos follado!
Naturalmente, seguimos con nuestra relaci�n, por lo menos de
momento. El par de a�os que han pasado han sido de aut�ntica juerga entre
nosotros. Ni quiero pensar en que esto se ha de acabar alg�n d�a.
Quiz�s me decida y tenga un hijo con �l. Qu� pasada �No?
Aunque seguro que Mar�a va y hace lo mismo. Ya veremos. Lo importante es que
seguimos queri�ndonos todos y que mi padre no se ha enterado. Pobre.