Yo era especialmente bueno en la gimnasia de aparatos y mi
padre ten�a la ilusi�n de que yo estudiara en el Centro de Alto Rendimiento
Deportivo de Los Angeles. Pero para ello necesitaba una beca, ya que el sueldo
de mi padre no era muy alto. La manera de obtener una beca era a trav�s de las
notas y de un informe especial del Departamento de Deportes de mi Colegio.
Tambi�n ten�a que pasar una serie de pruebas pero no hab�a problema para m� en
ese sentido.

Mi padre pidi� a mi profesor de Gimnasia que influyera en los
dem�s profesores para que me subieran las notas (esto era una cosa habitual en
USA) y para que me hiciera �l mismo el informe que necesitaba, pero siempre le
dec�a que yo no estaba lo suficientemente preparado y mi padre sab�a que se me
pasar�a la edad r�pidamente para poder obtener un rendimiento deportivo �ptimo.

Mi profesor ten�a cierta fama en el colegio: se dec�a que le
gustaban los alumnos y que por eso se duchaba siempre con nosotros en lugar de
hacerlo en los vestuarios de profesores. Adem�s a veces nos hac�a formar
desnudos delante de �l despu�s de la ducha para lanzarnos alg�n discursito. Yo
ten�a un amigo que me cont� que a su hermano mayor y otros compa�eros suyos les
hab�a tocado y se les hab�a insinuado, pero que le hab�a llamado la atenci�n el
director y por eso hac�a tiempo que no lo intentaba con nadie. Pero esto eran
s�lo rumores. Un d�a mi padre volvi� a verle para lo de siempre y yo estaba
presente en la conversaci�n. Cuando mi padre vio que era in�til, le dijo:

"Si hace lo que le pido, yo estar�a dispuesto a hacer lo que
quiera� �me entiende?"

El profesor le mir�. Ambos eran muy atractivos: mi padre era
rubio, como yo, con los ojos de color miel (los m�os son m�s oscuros) y el
profesor era moreno con los ojos azules. Mi padre ten�a 39 a�os y el profesor
deb�a ser poco mayor de eso. Entonces dijo el profesor:

"�Y tu hijo estar�a dispuesto a lo mismo?"

Mi padre me mir� fijamente. Yo no entend�a nada.

"�No te basta conmigo?"

"Os quiero a los dos� a la vez"

Mi padre suspir� y dijo: "Si no le haces da�o�"

"No se lo har�"

Mi padre dijo: "Antes quiero que escribas la carta" y el
profesor contest�:

"Lo har�, pero si no cumpl�s vuestra parte, mandar� otra
anulando la anterior. El s�bado en mi casa a las 8 PM"

"OK", contest� mi padre.

Cuando �bamos para casa mi padre no pronunci� palabra, pero
cuando llegamos me dijo: "tengo que hablar contigo. Sabes de lo que est�bamos
hablando tu profesor y yo?" Le dije que no. �l me explic� que si quer�a entrar
en el Centro Deportivo ten�amos que tener sexo con el profesor. Yo me qued�
helado. A m� empezaban a gustarme las chicas (de hecho ahora estoy casado,
aunque le cog� gusto al sexo con hombres y de vez en cuando echo una canita al
aire). Mi padre me vio tan abrumado que intent� convencerme de que eso no era
nada, que seria un secreto, y que pronto se me olvidar�a y que a �l le gustaban
las mujeres y por hacer eso una vez no iba a dejar de ser menos hombre (tan
grande era su inter�s en que yo fuera un deportista profesional).

Por fin, lleg� el s�bado. Cuando mi padre me dijo que me
preparara para marchar tal era mi miedo que empec� a llorar como un ni�o. Me
consol� como pudo y me meti� en el coche, repiti�ndome lo poco importante que
era aquello en relaci�n a lo que �bamos a conseguir. Cuando llegamos a casa del
profesor, este nos mand� sentarnos en el sof� y nos sac� unas bebidas. Entonces
me pregunt�:

"�Supongo que te masturbar�s frecuentemente? Todos los chicos
de tu edad lo hacen." Yo estaba petrificado y no contest�.

"Seguro que no lo haces bien. Tu padre te ense�ar� c�mo se
hace. Ens��ale" Entonces mi padre se baj� el pantal�n y el calzoncillo y empez�
a menearse la polla. Tard� un rato, pero al final se le puso dura. Yo le miraba
estupefacto. Entonces Tim (era el nombre del profesor) le dijo: "muy bien, pero
desn�date y ens��ale en la suya propia". Entonces mi padre se desnud� y se me
acerc�. Me quit� el pantal�n, dej�ndome s�lo con la camiseta y los calcetines y
comenz� a masturbarme. Se me puso dura inmediatamente y mi padre deslizaba su
mano con suavidad a lo largo de mi miembro. Tim se quit� el albornoz que levaba
y empez� a hacerse una paja mientras nos miraba.

"Hazle una mamada" le dijo a mi padre. Entonces pap� se
arrodill� y meti� mi polla en su boca. Comenz� a chuparme y yo sent�a un placer
indescriptible como nunca m�s he vuelto a sentir. Tim dijo: "que se corra en tu
boca, pero no te lo tragues". Y casi inmediatamente me corr� en medio de grandes
espasmos de placer. Nunca hab�a echado tanta leche. Entonces Tim dijo: "dame su
n�ctar" y bes� a mi padre en la boca chuperreteando el semen que mi padre hab�a
guardado para �l. Despu�s me oblig� a darme la vuelta y comenz� a lamerme el
ano. Y estaba como en otro mundo sin entender claramente lo que estaba pasando.

Mi padre grit�: "�No se la metas, por favor!. Si quieres me
la puedes meter a m�". "No te preocupes, no es lo que m�s me gusta" Entonces me
dio la vuelta y me dijo: "Ahora me la vas a chupar como tu padre hizo contigo" y
me meti� su polla, corta pero gruesa en mi boca. Yo sent�a arcadas pero �l no la
sacaba, s�lo me dec�a: "chupa, chupa m�s, pero no te tragues mi leche". Al poco
sent� un chorro en mi garganta y comenc� a escupir. Entonces el profesor se puso
debajo o de mi y yo le escup�a en su cara. Cuando termin� me oblig� a chup�rsela
a mi padre. Y as� lo hice hasta que se corri�. Tengo que reconocer que el
contacto de la piel suave y dura de mi padre hizo que yo me empalmara otra vez.
MI padre se corri� en i cara y Tim se puso a lamer mi cara como un pose�do.
Entonces me tir� al suelo y le obligo a mi padre a chup�rsela, mientras �l me la
chupaba a m�. Volv� a sentir un gran placer sobre todo cuando met�a su lengua
por el resquicio de mi prepucio (yo ten�a fimosis y estaba sin circuncidar) y me
corr� enseguida. Tim se trag� hasta la �ltima gota de mi corrida. Y despu�s se
puso de pi� mientras mi padre segu�a mam�ndosela.

De repente la sac� y se corri� sobre el vello rubio que mi
padre ten�a sobre su tostado pecho. Despu�s se agach� y lami� su propia leche
sobre el pecho de mi padre. Cuando termin� se puso otra vez el albornoz y dijo:
"Voy a ducharme. Vosotros tambi�n pod�is ducharos aqu� si quer�is. Os garantizo
que Jimmy tiene asegurada su entrada ene. Centro de Los Angeles". Mi padre le
dio las gracias y comenz� a vestirse; yo le imit� y marchamos a nuestro coche.
Tengo que decir que nunca m�s Tim volvi� a intentar nada conmigo, aunque, creo,
que mi padre volvi� a visitarle un par de veces.