Relato: Rosal�a es ya una mujer

Rosalia es ya una mujer.



Su hermanita de diecisiete a�os era su adoraci�n y cuando descubri� su
temperamento ardiente disfrut� de su compa��a mas de lo que creia.



Rosal�a cumpli� 17 a�os y todos en casa estaban felices su fiesta fu� un �xito,
todas sus amigas acudieron y la llenaron de regalos. Ella eligi� hacer una
fiesta solo con amigas evitandose la pena de los grandes trajes, chambelanes y
valses pues dijo que siempre habia odiado eso. Algo triste en su mirada me decia
que habia algo mas.



Rosal�a es mi hermana y ya es toda una mujercita con un muy bien formado cuerpo
de 1.65, me daba coraje que los chavos que a ella le gustaban no la pelaban y
siempre andaba sin gal�n, lo contrario de c�si todas sus amigas. Ella me decia
que pensaba que el problema era que ella era demasiado fresa, demasiado sosa. A
mi nunca me ha parecido as�, es una nena tan dulce que es mi consentida de la
casa.



Yo tengo 21 a�os, me llamo Pedro y ya voy a la universidad en una ciudad vecina
donde tengo que alquilar un departamento junto con un par de amigos, pero como
solo tengo clases cuatro d�as a la semana trato de pasar el tiempo con mi
familia. Tengo otra hermana mayor de 25 a�os y una hermanita de 12, y por
supuesto Rosal�a, mi consentida.



Tengo �xito con las mujeres, no lo niego, mido 1.79, delgado, soy moreno claro y
nada feo, pero nunca he encontrado a la novia perfecta, nunca me he sentido
satisfecho y no s� porque, si soy bien caliente, o no saben como besar o son
como piedras a la hora del magreo. Por eso trato de no pensar mucho en ello pues
siempre he creido que alg�n d�a voy a encontrar la mujer perfecta para casarme.




Pero todo esto cambi� un d�a hace meses, despu�s del cumplea�os de mi hermana.




Le llev� de regalo un enorme ramo de rosas pues no se me ocurr�a que comprarle.




Cuando se lo entregu� se le iluminaron los ojos y su sonrisa era tan grande que
cre� que nunca iba a dejar de sonreir. result� que el regalo fu� para mi al
verla tan feliz con unas simples flores.



"Nunca me lo hubiera imaginado" me dijo "es el mejor regalo que me han hecho.
por fin soy mujer y por primera vez me regala flores un hombre" se puso a dar
vueltas como bailando, abrazando su ramo de rosas mientras yo me reia de las
tonterias de mi chiquita. Cuando se detuvo me vio de nuevo, me abraz� y me
apret� contra su cuerpo para darme un fuerte beso en la mejilla. el abrazo dur�
tanto que me empec� a poner incomodo, pod�a sentir su pecho contra el mio y
claramente sentia su forma y turgencia, sent� el calorcito de su vientre y por
un segundo me olvid� de donde estaba y la abraz� tan fuerte como ella me
abrazaba.



Cuando por fin me solt� y le vi su carita alegre automaticamente me olvid� de lo
que acababa de pasar, fu� algo pasajero y f�sico, normal pens� pues no estaba
pensando en ella en particular. Luego se volvi� a acercar y me di� un besito en
los labios "Mi hermanito querido!!" me dijo y se fu� corriendo a ense�arle las
flores a sus amigas. Yo me retir� pues no queria importunarla en su fiesta con
sus amigas y me fu� a beber con mis amigos.



Esa noche cuando llegu� a casa ya era muy tarde por lo que lentamente y sin
hacer ruido me dirig� a mi recamara en el segundo piso donde cada uno de mis
hermanos y yo teniamos nuestros cuartos mientras mis pap�s tienen su recamara en
el primer piso para tener mas privacidad. En el segundo piso estan el cuarto de
estudios, el de la televisi�n y el cuarto de costura de mam� por lo que las
recamaras estan separadas una de otra y podemos hacer lo que nos de la gana,
incluso oir m�sica a todo vol�men.



A pesar de �sto, estaba tan tomado que cre� que lo mejor era no llamar la
atenci�n y sin encender luz alguna llegu� a mi habitaci�n. Una vez que entr�
encend� la luz de mi cuarto y me encerr� con llave pues no pensaba levantarme
hasta las diez de la ma�ana. Al darme la vuelta me sorprend� de ver a Rosal�a
con su carita adormilada sentada en mi cama y viendome expectante. Vest�a la
camiseta que usa para dormir y me imagino que bajo ella llevaba los shorcitos de
lycra con estampado de conejitos que tanto le gustan. Al verla as� con los ojos
entrecerrados me di� tremenda ternura y me olvid� de rega�arle por estar en mi
recamara, despierta a tales horas de la madrugada.



"Hermanito !!!" me dijo emocionada pero con apenas un hilito de voz. "Ay
chaparra" le dije tratando de ocultar que estaba tomado "que haces aqui solita,
vete a dormir chiquita, ma�ana tienes que abrir todos tus regalos" "Que tonto
eres Pedro, que no te diste cuenta que mi mejor regalo ya lo habia visto? fueron
tus flores menso" Sonriendo me sent� en la cama junto a ella y le d� un beso en
su mejilla calientita por haber estado dormida un minuto antes. "Rosal�a, no lo
hagas mas grande de lo que es, lo que pasa es que no supe que querias que te
regalara y fu� lo �nico que se me ocurri�, me d� pena contigo, sabes que te
adoro y eres mi chiquita, mi hermanita favorita, me perdonas?" Rosal�a se
acomod� sobre la cama para acercarse hincada cerca de mi y mientras me veia a
los ojos me decia "Que tonto eres Pedro, nunca voy a olvidar las primeras flores
que me regal� un hombre, que mejor que hayas sido t�, mi mejor hermano, mi
heroe. Como crees que me puedo enojar contigo por eso?".



"Pero entonces, que es lo que haces aqu� a estas horas?" Rosal�a baj� el rostro
y se acomod� el borde de la camiseta sobre sus rodillas. "Es que s� me enoj�
contigo. Porque te fuiste con tus amigotes? yo queria que te quedaras conmigo y
mis amigas, te queria presumir ante ellas. No sabias como me habia imaginado que
bailaras conmigo para que a ellas les diera envidia." "Pero chiquita, me da pena
con tus amigas, ustedes son muy chicas y yo ya soy adulto, como crees que me iba
a quedar con ustedes?" Rosal�a frunci� el ce�o y me vi� furiosa, de sus ojos
parecia que iba a salir fuego.



"Yo no soy chica. Ya cumpl� 17 a�os, que no sabes que ya soy una mujer? Que no
sabes que ya puedo tener hombres a mi disposici�n?..." Tras decir esto Rosal�a
pareci� que se habia traicionado a si misma. Se di� cuenta de lo que habia dicho
y baj� de nuevo la vista quedandose callada.



Yo no supe que contestarle, pero no me gusta verla sufrir, la vi que estaba a
punto de soltarse a llorar y hasta la borrachera se me baj� del susto.



"Rosy, chiquita, perdoname, ya s� que eres una mujer, si me di cuenta, si estas
preciosa. Huy los hombres se van a volver locos por ti. Creeme, ya eres toda una
mujercita." Solo eso se me ocurri� decirle para levantarle el �nimo, pero esto
tuvo un efecto inmediato e inesperado en ella.



Levantando el rostro entusiasmada se me qued� viendo a los ojos con la mirada
esperanzada. "De verdad Pedro? de verdad crees que soy una mujer?" yo le
contest� que si sonriendo y ella se me colg� del cuello con un abrazo que me
sofoc�. "De verdad volver� loco a cualquier hombre? tu crees que pueda?" me dijo
al oido sin dejar de apretarme.



Le contest� que si y le ped� que me soltara riendo. Luego le ped� que se fuera a
su cuarto porque estaba muy cansado y tenia mucho sue�o. La verdad los ojos ya
se me estaban cerrando solos y sabia que al poner la cabeza en la almohada me
quedaria dormido.



Pero Rosal�a me tom� de las manos y me pidi� casi rogandome que si se podia
quedar a dormir ahi conmigo pues tenia miedo. Yo me qued� extra�ado y no s� si
fu� por el sue�o o que pero no supe que contestarle y solo asent� con la cabeza.




Rosal�a, feliz de la vida y sonriendo se arrop� con mis sabanas y puso su cabeza
en mi almohada, cerrando los ojos dispuesta a dormirse. Yo para ese momento, con
todas las cosas que estaba haciendo mi hermanita se me fu� el sue�o a pesar de
estar tan cansado. Me recost� junto a ella sin desvestirme y sin taparme,
esperando quedarme dormido.



Los minutos pasaban y cada vez tenia menos y menos sue�o. No podia dejar de
pensar, que seria lo que pasaba por la cabeza de mi hermanita. Porque actuaba
tan raro? porque se apoyaba tanto en mi? Seria que de verdad se estaba
convirtiendo en mujer y las hormonas estaban haciendo presa de su
comportamiento? Sumido en mis pensamientos me puse de lado olvidando que ella
estaba ahi, dormida junto a mi. Al hacerlo su cabello qued� cerca de mi rostro.




Sonre� para mi mismo, pas� mi brazo sobre su cuerpo y cerr� los ojos intentando
dormirme otra vez. El olor del perfume de su shamp� me lleg�. Era un shamp�
herbal el que usaba, me hizo gracia pues era la clase de olor que esperaria de
una joven mayor, como de mi edad. Me gustaba ese olor, no era solo el perfume,
sino algo mas, quiz� porque como dicen que cada perfume reacciona diferente
seg�n la qu�mica de la persona. Y mi hermanita siempre olia fresca y dulce, su
olor natural mezclado hacia ese perfume tan atrayente. No podia dejar de
aspirarlo, algo en �l me incitaba a seguir haciendolo.



Acercando mi nariz a su cabello aspir� con ganas su olor, era delicioso, era
embriagante, como que aligeraba mi cabeza. Cre� por esto que ya estaba
quedandome dormido y como mi hermanita ya lo estaba me quit� los pantalones y la
camisa quedandome en mis boxers y me met� entre las sabanas. Y de nuevo me
acomod� a su espalda para que no tuviera fr�o pues la veia como acurrucada. La
abraz� de nuevo y cerr� los ojos aspirando el olor de su cabello. Me estaba
quedando dormido con el relajante perfume, con el calorcito de su cuerpo, su
espalda estaba bien calentita. Me acerqu� mas a ella y ella, dormida tambien se
acerc� mas a mi, moviendo su cuerpo hacia atr�s.



Me sentia relajado, satisfecho, sintiendo el calorcito de su cuerpo. y me qued�
dormido.



Me despert� no se a que horas, habia una extra�a luz, como cuando va a salir el
sol pero todavia no lo hace. Al notar de nuevo el olor del cabello de Rosal�a me
relaj�, podia sentir su calorcito , mi erecci�n contra sus turgente culito y mi
mano bajo su camiseta, sujetando uno de sus calientes pechos. En cuesti�n de
segundos, al pasar lista de la situaci�n me d� cuenta de lo que estaba haciendo.




Me asust� y lo mas lentamente que pude retir� mi mano y me alej� de ella hasta
el otro lado de la cama. No lo podia creer, dormido, en sue�os estaba magreando
a mi hermanita querida y lo peor es que a pesar de estar ya bien despierto mi
erecci�n no se amilanaba, seguia tan dura y grande como nunca antes la habia
tenido. Era inconcebible para mi. Con cuidado me cercior� que Rosal�a seguia
dormida, al verla con los ojitos cerrados me calm� un poco y me dorm� ya de
cansado un par de horas despues.



Me despert� a las doce, me sentia todo desorientado, al buscar a mi lado en la
cama por supuesto no encontr� a Rosal�a pues era lunes y se habia ido a la
prepa. me levant� y puse el seguro a la puerta y me volv� a acostar. Por alguna
raz�n me sentia caliente y al mismo tiempo preocupado por lo que habia pasado
horas antes. Comenz� a pensar que seria lo que me pasaba y porque mi hermana se
comportaba tan raro. Imagin� que un poco por lo que hacia mi hermana y un poco
por estar dormido pas� lo que pas� y que no tenia mucho que ver con ella el que
yo me hubiera excitado, pens� que se debi� probablemente a su perfume.



Pens� que a lo mejor lo que le hacia falta a Rosy era un novio. Trat� de
imaginarmela con algun compa�ero de su escuela, saliendo al cine y cosas as�.
Sin darme cuenta me estaba frotando el pene sobre el boxer. Me estaba
imaginando, sin querer, que el compa�ero de Rosy, imaginario pos supuesto pues
no conocia a ninguno de ellos, me lo comenc� a imaginar que le quitaba la blusa
a mi hermanita. Quiz� eso le hace falta pens�, por lo que no se me hizo raro, ni
malo imaginarmelo. Me lo imagin� luego bajandole la faldita hasta los pies,
besando su cuerpo en el camino. luego subiendo, besando su barriguita, su pecho
todavia con el bra y luego metiendo su lengua en su dulce boquita. Para ese
momento ya me habia sacado la verga y me estaba masturbando con fuerza.



Me imagin� a Rosy acostandose lascivamente sobre una cama, llevando puestos solo
su ropa interior y sus zapatos escolares. Su compa�ero entonces se acerca a
ella, mientras Rosy se va quitando el bra, liberando sus hermosos pechitos, sus
pezones bien parados. el tipo entonces se acerca mas a ella y comienza a bajar
sus braguitas por las piernas de Rosy.



"Si, eso es" pens� "necesita que se la cojan y duro" ya el ritmo al que me
masturbaba era fr�netico, me retorc�a en la cama de placer.



Entonces me imagin� al tipo poniendose entre sus piernas dispuesto a meterle su
verga a mi hermanita y al acostarse sobre ella me vine yo, cegado por los
espasmos, el esperma me botaba de la verga cayendome en el pecho a chorros
abundantes. Estaba tan caliente que los espasmos me duraron un largo rato,
mientras yo estaba ahi sobre mi cama con los ojos apretados, imaginandome el
cuerpo desnudo de Rosy.



Al volver en mi, me limpi�, me di un ba�o y como ya era la una de la tarde com�
algo. Aunque no tenia que irme a la otra ciudad hasta el martes siguiente tom�
mi maleta y me fu� despues de comer sin dar muchas explicaciones en casa. La
verdad me sentia sucio y no creia tener el valor de ver a Rosy a los ojos cuando
volviera de la escuela. En el cami�n tuve tiempo de meditar y, quiz�
justificandome, llegu� a la conclusi�n de que realmente lo que necesitaba mi
hermana era un novio para que le bajara los impetus. Ya en fr�o me dolia el
pensar que pudiera estar en los brazos de un hombre, pero era lo normal y, me
parecia lo mejor. As� que me decid� a buscarle un novio af�n.



Ya en el apartamento, en un ambiente diferente me olvid� de todo y me dediqu� a
preparar trabajos escolares que ten�a pendiente, sabiendo que iba a estar solo
pues mis compa�eros no llegarian sino hasta el mediodia siguiente como era
costumbre. Como a las ocho de la noche tocaron a la puerta y en shorts y
camiseta como estaba me levant� de la computadora para abrir. Al hacerlo me
qued� helado del susto, ahi frente a mi estaba mi hermana Rosal�a con un
mochila. Me mir� de pies a cabeza con una sonrisa p�cara. "Asi que as� te la
pasas cuando no estas en casa?" me dijo y entr� sin siquiera pedirme permiso,
practicamente haciendome a un lado para poder entrar.



No supe que decirle, la verguenza por lo que habia pasado la noche anterior
habia regresado y solo atinaba a verla con los ojos bien abiertos. Parecia como
si se hubiera vestido para ir a la playa. Llevaba un short cortado de un
pantal�n de mezclilla deshilachado que apenas le cubria las nalgas y una blusita
de tirantes que le dejaba los hombros desnudos.



Rosal�a se di� cuenta que la miraba con atenci�n y bajando su rostro para verse
levant� el rostro sonriendo. "Es que le dije a mam� que iba un par de dias a la
playa con unas amigas y sus padres, ahora que los examenes habian pasado. Me
crey� y bueno... aqui estoy" Yo solo la miraba con cara de interrogaci�n. Ella
sonri� aun mas, me dijo que esperaba encontrarme en casa esa tarde pues queria
platicar conmigo, me dijo tonto est�pido por irme sin necesidad. "No te
preocupes" me dijo "s� que Jaime y Carlos no llegan hasta ma�ana as� que puedo
dormir en tu cama". Not� un brillo extra�o en sus ojos y algo malicioso en su
sonrisa al decir eso. "Cual es tu cama para dejar mi mochila ahi?" me dijo
entrando a una de las recamaras compartidas. En cada una habia dos camas y a mi
me habia tocado compartir recamara con Carlos mientras que Jaime, como lo
echamos a las suertes, le toc� tener su cuarto solo.



Le indiqu� con la mano mi cama a Rosal�a y ella puso su mochila sobre ella.
Luego se agach� para abrirla y sacar algo. Al hacerlo, la entrepierna de su
shorcito se meti� entre sus nalgas y por primera vez pude ver sus bien formadas
nalgas, apretadas y suaves a la vez. "Que estas viendo hermanito?" dijo ella sin
levantarse. Yo no pude evitar sonrojarme. "No sabes que es malo verles el culito
a las hermanitas? te puedes calentar y luego que haces?" No podia creer como me
hablaba Rosy, y lo peor es que me estaba calentando, esa noche iba tener que
masturbarme para poder dormir. "Ahora quieres salirte tantito Pedro? me tengo
que cambiar" Yo, como un tonto, no pude responder nada, calladamente me sal� y
Rosal�a cerr� la puerta tras de mi. Algo mas poderoso que yo estaba luchando en
mi interior y venciendome hizo que me agachara y me asomara por el agujero de la
cerradura. Tenia que ver su cuerpo completamente desnudo aunque solo fuera una
vez, ya habia visto practicamente sus nalgas y habia sentido uno de sus pechos,
tenia que saciar mi curiosidad y saber como lucia su cuerpo desnudo.



De espaldas a mi Rosal�a se quit� los tenis y calcetas y luego lentamente,
agachandose poco a poco se baj� los shorts. Para mi sorpresa no traia ropa
interior, as� que sin aliento pude ver sus rotundas nalguitas en pleno, no podia
creerlo, mi hermanita de verdad era una mujer hecha y derecha y me estaba
provocando tremenda erecci�n.



Luego se sac� la blusita por la cabeza, llevaba un peque�o brassiere y al poner
sus manos en la espalda para abrir el seguro se di� la vuelta y casi me caigo de
rodillas al ver la mata de pelos negros y ensortijados que cubrian su pubis. Era
lo mas hermoso que habia visto en mi vida, una verdadera mata tupida en la que
cualquiera se perderia y seria la perdici�n de cualquier hombre. De verdad ella
podia volver loco a cualquier hombre y tenerlo a su disposici�n. Luego levant�
la vista justo en el momento en que se sacaba el bra y liberaba sus tetitas, Que
visi�n !!! sus chichitas tenian un tama�o mediano, tan turgentes y paraditas que
daban ganas de comerselas a mordidas, sus pezones estaban parados, oscuritos y
se notaba que estaban bien duritos, como a mi me gustan.



Me sent� en el suelo sin aliento. Imaginandome el infierno que pasaria esa
noche, teniendo a tan apetitosa hembrita a la mano y no poder hacer nada al
respecto. Iba a tener que masturbarme por horas hasta poderme dormir. Me levant�
de nuevo para asomarme por la cerradura y la vi bailando desnuda, contoneando
provocativamente su cuerpo, sus piernas torneadas y fuertes, su barriguita y
ombliguito bien formados, su culito apretado, sus pies perfectos y su tremenda
mata de vellos p�bicos. Tuve que cerrar los ojos unos segundos para aclarar la
vista y al volver a abrirlos ella ya no estaba. Moviendome trat� de localizarla
pero de pronto vi su rostro cerca de la puerta sacandome la lengua para soltar
luego una risita maliciosa que me hizo estremecer, pero de placer prohibido.
"Que estabas haciendo cochino?" me dijo todavia riendo. "te estabas calentando
viendome verdad? pues para que te lo sepas ya lo sabia y el bailecito fu� en tu
honor". Rosal�a se ri�, su risa abierta, franca y excitante, como de mujer con
voz de ni�a, me estaba volviendo loco. "Esperate" me dijo mas calmadamente "Ya
s� que quieres entrar a hacer algo pero todavia no termino de vestirme". Me
recargu� contra la pared tratando de recuperar la compostura y el aliento,
mientras esperaba que mi hermanita saliera.



Cuando por fin sali� me qued� con la boca abierta, mi hermana llevaba puesto su
uniforme escolar, solo que arreglado para verse mas caliente. La faldita
tableada mas corta, la blusa blanca desabotonada y amarrada sobre el ombligo,
dejando su terso vientre al descubierto y sin bra, pues notaba sus pezones
paraditos a trav�s de la blanca y ligera tela. su cabello negro lo llevaba
arreglado con dos colitas, llevaba sus zapatos escolares con tobilleras de
encajes y estaba maquillada como putita. Mi verga estaba practicamente luchando
por salir de mis shorts y ella lo not�, bajando la vista vi� mi bulto y
sonriendo satisfecha y nerviosa me dijo que se habia vestido as� para mi, que se
habia fijado como se me paraba cuando veia a sus amiguitas con uniforme y ella
sabia porque.



Luego, dejando la puerta abierta volvi� a agacharse sobre la cama para sacar
algo de su mochila. Pude ver como su faldita era lo suficientemente corta para
dejar al descubierto sus nalguitas cubiertas por una casi inexistente braga de
encajes negros. Ella volvi� el rostro hacia mi sin levantarse.



"No sabes que est� mal verle el culito a tu hermanita chiquita?" me dijo y yo me
apen� por mi excitaci�n y trat� de disculparme pero antes de que pudiera decir
palabra ella me interrumpi� "No tontito. Ay hermanito, no sabes que esta mal que
veas a tu hermanita as�, comiendotela con los ojos, tragandote su culito con la
mirada, calentandome a mi tambien y que no hagas nada al respecto?" Yo solo abri
la boca en sorpresa y ella se avalanz� sobre mi besandome y forzando su lengua
contra la mia.



Yo sentia como todo mi cuerpo se electrizaba, pero estaba paralizado de miedo y
de deseo. Mi verga estaba mas dura que nunca, mi cuerpo me pedia corresponder
mas pero mi mente estaba toda revuelta. El sentir de mi cuerpo contra mis
razonamienots me confundian aun mas. Rosal�a se fu� separando poco a poco,
bajando la intensidad de sus besos. Pareci� darse cuenta de mi actitud y mis
dudas. Respirando con dificultad se sent� en el borde de la cama, observandome
con mirada preocupada.



"Que pasa?" me dijo no evitando hacer un puchero con su boquita roja. El lap�z
labial embarrado mas alla del l�mite de sus labios por el tremendo beso que
acababa de darme, esto la hizo verse aun mas caliente para mi.



"Que te pasa Pedro?" repiti� al ver que yo no contestaba, asustado y extasiado a
la vez de verla en ese estado de calentura y ofreciendo calmar la mia. "Mira
Pedro, yo cre� que ya todo estaba entendido. O que crees que soy una ofrecida
nomas porque si?" Una gruesa l�grima comenz� a surcar su mejilla. "Pues que pas�
anoche? yo me qued� esperando que siguieras y no se si te quedaste dormido o
que. Porque crees que me qued� a dormir contigo?". Lo que me decia Rosy me iba
confundiendo mas y mas por lo que tom� el valor de preguntarle a que se referia.




"Anoche" -me dijo casi molesta- "cuando comenzaste a acariciarme, era lo que
queria. Mira, esper� a llegar a mis dieciseis a�os para ser toda una mujer y
pudieras considerarme, y poder entregarte todo lo que soy, siempre lo he
deseado, no se porque, pero desde que cumpl� doce a�os y comenc� a menstruar, mi
cuerpo comenz� a cambiar y tambien mi mente" Mientras hablaba Rosy se frotaba
nerviosamente las rodillas y veia alternadamente al piso y los lados. "Fu�
cuando comenz� a darme cuenta de como te veia realmente, dej� de solo admirarte
para empezar a verte como el hombre guapo que eres, alguien a quien veia todos
los d�as, a quien tenia cerca para siempre ayudarme, apoyarme y protegerme, para
abrazarme cuando lloraba"-. Lo que me estaba confesando me estaba enterneciendo,
la verdad no me daba cuenta de que tanto ella me tomaba en cuenta y lo que
significaba en su vida.



"No te voy a decir, todo lo que creo que sabes" -Continu� diciendome- "Pues
siempre cre� que te dabas cuenta de cuanta atenci�n te ponia, como eres especial
para mi, mas que mis hermanas o nuestros padres. Y ya que cumpl� 17 a�os yo cre�
que tu lo esperabas tanto como yo, el momento en que ya podia considerarme mujer
y anoche que me acost� contigo, cre� que entendias lo que queria y esper� a que
hicieras lo que tenias que hacer... O sea, tu sabes Pedro, hacerme mujer de una
vez por todas..." Nunca me lo hubiera imaginado y contrario a lo que ella
pensaba no me habia dado cuenta de nada hasta los ultimos dias. Pero si era
verdad entonces todo empezaba a encajar en mi mente. Sus atenciones desmedidas
hacia mi, el que no tuviera novio siendo tan bonita, inclusive el hecho de que
mi ropa interior desapareciera del cesto de la ropa sucia y apareciera despues
limpia en mis cajones, cuando yo soy el encargado de lavar mi propia ropa
interior.



"Chiquita" -le dije con voz temblorosa, indeciso todavia- "no lo sabia,
perdoname pero yo..." -ella levant� su mano interrumpiendome "Y anoche Pedro,
cuando te quedaste dormido y me dejaste bien prendida yo cre� que te habias
quedado dormido porque llegaste tomado, y te perdon� por eso. As� con tu mano
quieta sobre mi pecho y sintiendo tu erecci�n contra mi culito tuve que
masturbarme imaginando lo que hubieras hecho si no te hubieras dormido" -La
imagen de mi hermanita masturbandose junto a mi, en mi cama y con mi mano en su
pecho desnudo, fu� demasiado para mi, me daba cuenta de que mi hermanita
realmente se habia convertido en una ardiente mujercita. Sentia mi verga latir
en mis shorts -"Pero cuando llegu� a casa de la escuela y me dijeron que te
habias ido, me enfurec� pues me di cuenta que no ibas a cumplirme"- sigui�
diciendome ya mas calmada, levantando el rostro hacia mi.



"Pero eso ya est� en el pasado y me oblig� a actuar de manera diferente. Primero
pens� en vengarme de ti, pero al pensarlo bien me di cuenta que no podria hacer
nada para lastimarte. Admito que si cambi� mis planes, al ver que te
acobardaste, y decid� de todas maneras complacerte calmando tu calentura y al
mismo tiempo que me dieras lo que mas quiero en la vida, aparte de algun
regalito que yo misma me he dado ardida por tu huida, cuando todavia pensaba
vengarme de ti. Pero ahorita y primero que nada quiero que me des lo que deseo
tan ardientemente, que me hagas tu mujercita" No pude evitar sonrojarme ante las
palabras de mi hermana, me estaba retando, y estaba resultando mas hembra que yo
macho.



Al verme apenado ella se ri� -"Si hermanito te he oido hablar con tus amigos y
que a pesar de que a mi siempre me has respetado y te refieres a mi con cari�o,
como si fuera yo algo dulce y delicado, te he escuchado hablar de otras mujeres
y como te refieres a ellas como putitas y mujercitas calientes. No te imaginas
como me calentaba oirte hablar as�, y deseaba que me vieras como una de esas
mujercitas calientes para que calmaras en mi las erecciones que te provocaban
mis amigas." -Rosy me vi� a los ojos- "Te deseo est�pido, que no ves que el que
me hagas tu mujer es lo que mas deseo en la vida?" Yo aceptando para mis
adentros lo caliente que estaba por ella baj� el rostro. Ella me llam� a su lado
y yo, obediente como un ni�o, camin� hasta quedar parado a su lado. Luego vi
como su mano temblorosa se acercaba a mi short y lentamente comenzaba a bajarlo.
De alguna manera sus palabras me hicieron sentir culpable. El hecho de no haber
notado sus atenciones y sus deseos por tanto tiempo y el hecho de haberla hecho
sufrir por ello no me lo perdonaba. Y la forma en que ella me lo habia dicho me
habia convencido de ello. tenia que recompensarla de alguna manera y en mi
calentura y aturdimiento pens� que lo mejor seria dejarla hacer lo que quisiera
conmigo. Ya para ese momento lo que ella deseaba era lo mismo que yo queria con
todo mi coraz�n Temblorosa de deseo mi hermana baj� mi short hasta que mi verga
bien parada sali� como resorte de �l. Por un momento pareci� como dudar tocarlo
y levant� la vista hacia mi rostro, tenia como una sonrisa en los ojos pero no
en la boca, se veia que estaba muy nerviosa. Yo, para calmarla, le dije que eso,
mi erecci�n, ella la habia causado y por lo tanto era su due�a y podia hacer con
ella lo que quisiera. Al oir esto ella sonri� timidamente. Tomando mi verga con
una mano volvi� a levantar el rostro hacia mi y me sonri� mas ampliamente, como
satisfecha. Se veia hermosa como nunca antes la habia visto y en ese momento, al
verla como toda una mujer, con su hermoso rostro vuelto hacia mi, sujetando mi
erecci�n con ternura, la am� mas que nunca.



Con la otra mano recorri� con la punta de los dedos la extensi�n de mi verga muy
suavemente, sent� como cosquillas y mil sensaciones mas, cre� que en ese momento
me iba a venir pero me control�. Baj� la mirada otra vez hacia ella y la vi
riendo satisfecha por la reacci�n que me habia arrancado y abriendo la boca sac�
su lenguita y con ella recorri� tambien mi verga. No puedo describirles lo bien
que se sentia aquello, parecia que mi hermana habia planeado tanto eso que
parecia una experta. Ya completamente concentrada en ello con los dedos de una
mano acariciaba mis huevos mientras que con la otra sujetaba mi verga para
seguirla lamiendo. Con delicadeza pos� la puntita de su lengua sobre mi glande y
yo tembl� de placer.



Con suavidad abri� su boca y se meti� mi glande para comenzar a mover su lengua
alrededor de �l. Aggghhh estaba conociendo el paraiso, me estaba volviendo loco.




Luego altern� el movimiento de la lengua para de vez en cuando sorber mi glande,
chupandolo con fuerza. As�, poco a poco, con cada sorbida se metia mas y mas de
mi dura verga en su boquita. Sentia en mi erecci�n su saliva y lo caliente del
interior de su boca, los chupetones que me daba y su lenguita moviendose
locamente alrededor de mi verga.



"Parate, parate Rosy" le dije conteniendome para no venirme. Ella se di� cuenta
de mi situaci�n y sonriendo se puso de pie y poniendo y entralazando sus manos
en mi nunca comenz� a besarme apasionadamente, nuestras lenguas jugando la una
con la otra, saboreando yo su saliva mientras ella bajaba las manos para seguir
bajando mis shorts, cuando estos quedaban fuera del alcance de sus manos pues yo
no dejaba que parara de besarme, us� sus pies para bajar mis shorts hasta mis
pies donde yo mismo los saqu� moviendo mis piernas. Entonces con su mano sigui�
masajeando mi verga y mis huevos.



Tomando valor la separ� de mi y le empuj� sobre la cama. ella sonri� al ver que
ya estaba mas que dispuesto a complacerla en sus caprichos de ni�a-mujer. Por
unos segundos disfrut� la imagen que se me presentaba. Mi hermanita vestida de
colegiala putita. Con colitas en el pelo, la blusa amarrada al vientre y la
falda tan corta que en la forma en que cay� a la cama pod�a ver sus negras
bragas de encajes. "Dilo, quieres decirlo verdad?" me dijo sonriendo "Yo lo se,
de eso se tratataba. Dilo, di que me veo como una caliente putita" "Ay Rosy" -le
contest� con el aliento entrecortado y tragando saliva, se me hacia agua a la
boca- "de verdad, de verdad que te ves bien putita hermanita. Nom�s ve como me
tienes la verga de dura". Rosal�a baj� la vista hasta mi verga y se ri� como
ni�a otra vez. Me tenia bien caliente, as� que sin pensarlo dos veces me hinqu�
en la cama, sobre ella, mis rodillas a cada lado de sus caderas. Lentamente
desat� el nudo de la blusa y v� por fin sus bien formados y parados pechos ante
mi. Me agach� y me prend� de ellos, mordiendo y besando y lamiendo uno y otro
alternativamente. Rosy habia cerrado los ojos y gemia quedamente mientras
acariciaba mis muslos y nalgas.



"Pedro, mi amor, que feliz soy!!!"- me decia mordiendose los labios y moviendo
la cabeza de un lado a otro. Me dediqu� a morder uno de sus pechos mientras que
con los dedos retorcia el duro pez�n del otro, Rosy empez� a gemir mas fuerte,
con la boca abierta y apuntando su barbilla al techo. Con cada nueva caricia iba
descubriendo lo caliente que era mi hermanita y no dejaba de sorprenderme.
"Quitame las bragas" -me dijo cesando. Y yo, muy obediente me desmont� de ella y
me baj� de la cama para agacharme y acercar mi rostro entre sus piernas
abiertas. Al sentir mi respiraci�n en sus muslos Rosy ri� roncamente, por lo que
me dediqu� a lamerlos hasta que llegu� a su braguita. Por sobre la tela de
encaje aspir� el olor de su montecito excitado y no pude evitar darle una lamida
a la telita h�meda. El sabor, el olor y lo peor, el saber que era la rajita de
mi hermanita mas querida y que me lo estaba ofreciendo, me puso mas caliente, ya
no tenia inhibici�n alguna, tenia ante mi una hembra muy caliente y estaba
dispuesto a desahogar en ella todas las fantasias que he tenido sobre putas
dispuestas a todo, y evidentemente, mi hermanita era una puta dispuesta a todo
por satisfacer su cuerpo.



Mas caliente que nunca, de un jal�n le arranqu� la braguita a mi hermana que
grit� de sorpresa y excitaci�n. El roce de la tela le dej� unas marcas rojas en
las caderas y me dediqu� a lamerlas, besarlas y consentirlas. Rosy, afiebrada,
no dejaba de gemir y retorcerse. Luego le abr� mas las piernas y me dediqu� a
admirar esa vulva rosada, palpitante y abierta que se me ofrecia, no tenia mucho
vello alrededor de los labios, lo contrario de su p�bis, pero lo tenia bien
dispuesto, incluso pude distinguir unos finos vellitos dorados en su culito.
Ella se di� cuenta de que me tardaba en complacerla y levant� la cabeza para
verme. "Que pasa?" -me dijo- "No te preocupes, aunque nunca he estado con ning�n
hombre no quise entregarme a ti como una est�pida ni�ita. Por eso desde hace
tiempo me masturbo. primero me metia lo que encontraba en el ba�o, cepillos, el
mango del trapeador, luego llevaba zanahorias de la cocina, pero nada demasiado
grueso para seguir siendo tu virgencita apretada que pudieras desflorar. Por lo
que no tengas miedo, mi h�men ya no existe y puedes penetrarme como quieras que
ya no me va a doler." Imaginarmela afiebrada metiendose cosas, encerrada en el
ba�o me encendi� mas y decidido le met� un dedo para mojarlo en sus juguitos.
Rosy c�si grit� de nuevo y jal� las sabanas para morderlas mientras se retorcia
de placer. Sacando mi dedo esparc� sus juguitos por toda la vulva y luego me
agach� a olerla. Que delicioso perfume de hembra !!! Que para�so !!! nunca voy a
olvidar la primera vez que aspire el aroma de mi hermana directamente de su
sexo. Me llen� la cabeza, me intoxic� y me hizo sentirme de su propiedad, su
esclavo de por vida.



Afiebrado acarici� su vulva con mis mejillas y luego saqu� la lengua para probar
el jugo de sus labios mayores. Separandolos luego con mi lengua prob� sus labios
menores y los succion� ligeramente, metiendolos en mi boca mientras oia a mi
hermana gemir. Como un gatito que toma su leche comenc� a lamer al interior de
su vulva, sobre la entrada de la vagina y tuve que acomodarme de nuevo pues mi
hermana reaccion� levantando sus caderas en el aire, apoyando sus pies en la
cama. Con mis manos, muy delicadamente la tom� de las caderas y la empuj� hasta
que quedara sobre la cama otra vez. Volv� a hacer la misma maniobra de lamer la
entrada de su vagina y cuando ella estaba a punto de levantar las caderas otra
vez la sujet� y la mantuve sobre la cama. Con mi pulgar sujet� los labios de su
vulva a un lado y pude meter mi lengua mas profundamente, haciendo circulos con
ella en el borde de la entradita de su vagina. Rosal�a se quejaba y gemia de
placer y seguia tratando de levantar sus caderas por lo que con mi mano libre la
sujet� con mas fuerza, tratando de concentrarme en meter mi lengua en su
apretada vaginita. Pero como Rosy no dejaba de moverse la calentura me hizo
enojarme. "Calmate pinche puta y dejame cogerte"- le grit� con la cara roja de
deseo. Para lograr que se calmara, y como mi pulgar ya estaba empapado de sus
jugos lo forz� en su culito y Rosy grit� de placer, casi aullaba yo diria y con
esto comenz� a moverse de atras a adelante, muy lentamente, como metiendose mi
dedo, as� pude seguir lamiendo su chochito mas calmadamente pues ese nuevo
movimiento me facilitaba las cosas Con esfuerzo pude meter la mitad de mi lengua
en su chochito y not� que tenia un orgasmo por sus contracciones y por que sus
juguitos aumentaron en cantidad. Como loco trat� de lamer y beberme lo mas que
pude, y el lengueteo la hizo enloquecer a ella tambien, luego me dediqu� a
complacer su durito cl�toris y lo chupe y lam� hasta que supe que le habia
arrancado otro orgasmo. Satisfecho de haberla hecho venirse levant� el rostro y
pude ver el suyo, sonrojado, su expresi�n embobada de placer, sus labios
turgentes y paraditos, bien rojos, respiraba por la boca y parecia murmurar
algo. Me mov� sobre ella para acercarme a sus labios para besarla y luego
escuchar lo que decia. Al acercar mi oido a sus labios mi temperatura subi� al
doble pues, muy bajito, casi imperceptiblemete Rosalia repetia solo una frase
-"C�geme hermanito, C�geme hermanito, C�geme hermanito..." Mas enfiebrado a�n me
levante y buscando que hacer a continuaci�n vi que aun tenia puesta su corta
faldita escolar por lo que se la arranqu� como lo habia hecho con las bragas,
luego le arranqu� la blusa que solo habia abierto para tener acceso a sus pechos
y arroj� los pedazos de tela a un rinc�n de la habitaci�n. Y me solac� todo un
minuto de verla desnuda sobre mi cama, a mi hermanita favorita, jadeando, con
sus colitas y sus zapatos negros colegiales y sus calcetas adornadas con
encajes. Era una fantas�a de carne, era un sue�o hecho realidad, era una
colegiala caliente y era mi hermana mas querida. Que mas podia yo pedirle a la
vida? Blandiendo mi dura verga me tend� sobre ella y mord� sus pezones una vez
mas.-"Ahora si amorcito, mi putita, vas a ser mia, vas a ser mi mujer"- al
decirle esto Rosy abri� los ojos y levant� el rostro para verme con lagrimas en
los ojos, sonriendo y mordiendose los labios. Apunt� mi verga a su chochito y
para hacerla sufrir de placer pase� mi glande por toda su vulva sin metersela.




Acariciando en circulos con ella su cl�toris y empujando de vez en cuando, muy
ligeramente, sobre la entrada de su vagina.- "Ya cabr�n"- protest� ella con voz
ronca "C�geme maldito, o voy a explotar de lo caliente que estoy".



Ahora era yo el que se reia de su calentura y desesperaci�n. Pero mi calentura
era tan grande como la de ella, por lo que acomodandome le d� un gran beso para
luego acomodar mi verga en la entrada de su vagina y lentamente la forz� en su
interior, delicadamente, muy dulcemente, por lo apretada que estaba a pesar de
su lubricaci�n natural. Cuando sent� que estaba cerca del final de su vagina se
la met� de un jal�n y los dos gemimos con fuerza, ella casi gritando. Mi cabeza
explot� de placer, era como si escuchara las partes mas emocionantes del himno a
la alegria de Beethoven, retumbando dentro de mi cerebro. Como si el universo se
hubiera reducido a nuestros sexos, el de Rosy y el m�o, y palpitaran por un
segundo al ritmo de las estrellas mas brillantes.



Que felicidad, que calentura !!! Que puta es mi hermanita !!! As� me estuve
moviendo en su vagina por varios minutos, con r�pidez como perrito faldero, mi
pene chocando cada vez contra su cervix y ella abrazandome apretadamente con sus
piernas, sus zapatos rozando mis nalgas y muslos, enrojeciendolos, poniendome
por esto mas caliente y reforzando mis arremetidas salvajes contra su apretado y
delicado chochito, su rozagante chochito.



Cuando sent� que se acercaba mi venida comenz� a bajar el ritmo para evitarla y
Rosy levant� el rostro con dificultad- "No pares"- me dijo- "Crees que soy
pendeja? tengo tiempo tomando pastillas esperando este momento. Vente en mi
hoyito, llename de leche hermanito, cogeme como a una buena puta...aghh"- Yo
volv� a aumentar el ritmo de mis embestidas empujado por sus palabras ardientes
mientras ella, mi hermana, no dejaba de hablar y animarme. -"Aghhh, cogeme
hermanito, c�geme, siiiii argghhhh, no pares, llename, metemela toda, sueltame
la leche cabr�n, asi..." De pronto no pude mas, mi vista se nubl� y mi cabeza se
llen� con el sonido de los gritos y gemidos de mi hermana que me pedia mas y mas
leche, enloquecida en medio de su propio orgasmo. Al ir bajando de mi venida y
sentir nuestros cuerpos ardientes entrelazados comenc� a aceptar que yo tambien
estaba enamorado de ella y que esa noche me habia enganchado de por vida, que
ser�a y har�a lo que ella quisiera, cuando ella lo quisiera.



Mas tarde tambien me ofreci� la virginidad de su culito, sacando de su mochila
un frasquito de vaselina me la embarr� en la verga y luego me di� el frasquito,
guiandome me dijo que untara un poco alrededor del ano y que luego con un dedo
le metiera otro poco en el recto. Y as� esa noche tambien prob� su parte mas
prohibida en una relaci�n ya prohibida de por si.



C�gimos en todas lo posiciones posibles y a ratos retozabamos jugando como ni�os
sobre la cama. As� estabamos, yo de espaldas a la cama y ella sobre mi, boca
abajo, cuando o� un ruido y de improviso entraron mis amigos Carlos y Jaime, mis
compa�eros de departamento. Traian botellas de tequila en la mano y al vernos
desnudos y en tal posici�n, hermano y hermana, se quedaron at�nitos, mudos de
sorpresa y me d� cuenta que tambien de excitaci�n pues el trasero abierto de mi
hermanita apuntaba hacia ellos y claramente pude ver el bulto de sus erecciones.




Rosal�a tambien lo not� y se ri� contagiandome de su risa.- "Pasen y sientense"
- les dijo risue�a indicandoles dos sillas que estaban contra la pared de la
habitaci�n.



Luego besandome una y otra vez me explic� que ese mediodia, cuando estaba
enojada conmigo, entro a mi email pues hacia tiempo sabia mi clave y siempre
checaba mis mensajes y sabia todo de mi vida privada, por lo que aprovechando
esto, en mi nombre cit� a Carlos y Jaime a esa hora en el departamento y su plan
era que ellos se la cogieran y yo los descubriera, pero despues cambi� de plan y
se olvid� de eso. Por lo que ahora solo los dejar�a disfrutar del espectaculo
pues eso la calentaba horrores y.. -"tal vez despues..."- agreg� con una sonrisa
picara. -"Pero antes cogeme otra vez para que vean lo calientes que pueden ser
unos hermanitos"- Lo hicimos de nuevo un par de veces, ella estaba superexcitada
al saberse observada pero a mi la verdad me cohibia la presencia de mis amigos.




Al verlos de reojo de vez en cuando pude ver como seguian bebiendo al mismo
tiempo que se masturbaban. Parecian lobos esperando el momento de comerse a mi
adolescente putita, pero ella era mia, mi puta personal.



A la tercera vez de hacerlo frente ellos nos quedamos dormidos y no supe mas de
mi estaba exhausto y ca� rendido en los brazos de Rosy, mi mujer desde ese
momento Me despert� mas tarde cuando o� gritos y gemidos, todo confundido busqu�
a mi lado y mi hermana ya no estaba. Me sent� en la cama y vi en el piso de la
habitaci�n algo que no esperaba ver. Se me hizo un hueco en el est�mago al ver
como mi hermanita estaba entre mis dos amigos en posici�n de perrita mientras le
hacian una doble penetraci�n. Carlos estaba bajo ella metiendosela por la vagina
mientras Jaime la montaba por detras metiendosela por el culo. Ambos se movian
desenfrenadamente, sin compasi�n taladraban los hoyitos recien estrenados de mi
hermana y la imagen hizo que mi verga se pusiera instantaneamente como piedra.




Pero como buen macho me enoj� y dispuesto a defender a mi hembra, mi propiedad,
salt� de la cama para separarlos. Pero al hacerlo pude oir los gemidos de Rosy,
inequivocadamente de placer, y pude ver su rostro ba�ado en sudor y l�grimas,
sonriendome extasiada. Por su expresi�n supe que no la estaban violando, que mas
bien ella los habia alentado y ahora le estaban dando lo que les pedia.



Sin poder hacer mas me sent� en el borde de la cama a acariciar mi erecci�n
mientras veia a mis amigos solazarse con el cuerpo tierno y adolescente de mi
hermanita. Todo su cuerpo agitado como un pedazo de madera en un mar picado,
llevada por el destino y su calentura. Mas que a mi hermana, mis amigos parecian
estarse cogiendo un pedazo de un carne, una puta barata de la calle en la que se
cobrarian cada peso y centavo que le habian pagado, como si tuvieran derecho a
ello, a ella, a su tierno cuerpo de colegiala. As� estuve observandolos hasta
que termin� jalandome la verga con fuerza y cuando vi que mis amigos se ponian
de acuerdo y cambiaban lugares para pasarse uno abajo con su vagina y el otro
atras a taladrar su culito, una vez que los vi ya tomando su ritmo de bombeo
nuevamente, me acerqu� y met� mi verga en la boca abierta y jadeante de Rosy, mi
querida putita. Ella respondi� apasionadamente mamando y mordiendo mi verga mas
intensamente que antes haciendome venirme en su boca muy pronto. Cuando termin�
de mamarme, a�n con mi esperma chorreando por su barbilla me dijo: "Verdad que
soy una puta de lo peor que puede tener a cualquier hombre a su disposici�n?"-
yo solo sonre� y le contest� que s�, dejandola sola con mis amigos.



Ya mas calmado fisicamente pero aun con la calentura en la cabeza me vest� y me
puse a ver la tele en el recibidor, no me podia concentrar pues hasta all� oia
los gritos y gemidos de mi hermana y los gritos de Carlos y Jaime que,
envalentonados por mi ausencia, se dedicaban a calentarla con sus palabras,
llamandola por todos los nombres despectivos que se les ocurria, desde puta
hasta perra y exigiendole las posturas mas inverosimiles y que complaciera
diferentes partes de sus cuerpos con su lengua. Despues de una hora de estar
escuchando eso no pude soportar mas y sal� a la escuela. Pero aunque entr� a una
clase no pude concentrarme y solo pensaba en Rosy, mi hermana, y lo que le
hacian mis amigos en el departamento.



Despues de dos horas de merodear por la universidad sin hacer nada decid� volver
al apartamento, pues me imaginaba que para entonces ya habrian terminado. Al
entrar ah� me sorprend� el silencio del lugar cuando horas antes parecia un
burdel o un local de org�as. Sobre la mesita del recibidor encontr� una nota
sujeta por una lata fresca de cerveza que aun transpiraba de fr�a. Tom� la
cerveza, la abr� y me sent� en el sill�n a leer la nota mientras sorb�a la
cerveza que por alguna raz�n en ese momento me pareci� deliciosa. La nota era un
mensaje de mis amigos: "Gracias hermano, estuvo cabr�n el regalo que nos diste,
siempre que nos necesites para algo sabes que estaremos a tu disposici�n. Carlos
y Jaime". Sonre� para mi mismo pensando que cada uno de ellos tenia mas de una
hermana de buen ver y hallar�a la forma de que me recompensaran de igual forma.




Luego, animado por beberme toda la cerveza, me levant� para ir a mi habitacion.




Ahi, la visi�n que tuve nada mas cruzar la puerta hizo que se me parara la verga
de nuevo. mi hermana estaba completamente desnuda, su cabello enmara�ado
cubriendole el rostro, despatarrada, las piernas muy abiertas y el sexo aun
escurriendole esperma. Me acerqu� y me hinqu� junto a ella, parecia dormida y
tenia tambien s�men desparramado sobre sus hermosos senos. Me empez� a jalar la
verga cerca de su rostro y, aparentemente por el movimiento, ella se despert�.




"Hermanito!!!!" - me dijo como dormida- "que lindo es despertar satisfecha y a
tu lado" -Baj� la vista a mi verga y me vi� masturbandome y sonri� -"Y que lindo
es que me quieras as�. Quiero que te vengas en mi cara, creo que me lo merezco,
pues dej� a tus amigos hacerme todo lo que quisieran a cambio de que te cedieran
la habitaci�n individual y as� tuvieramos mas privacidad tu y yo..."- "Eres una
puta de lo peor" le dije sonriendo y me vine derramando mi esperma en sus
labios, nariz y ojos. y me acost� a dormir a su lado mientras ella se relamia.




Tiempo despues a mis espaldas ella sigui� acostandose con ellos a cambio de
dinero, pero yo me d� cuenta pues aparte de usar el dinero para sus peque�os
lujos tambien me compraba caros regalos como estereos y buena ropa. ellos
estaban tan enviciados con mi hermanita que no les importaba pagar lo que les
pidiera. A mi no me importaba que lo hiciera pues sabia lo que la excitaba eso
de sentirse putita y si ella era fel�z tambien lo era yo, siempre que tuviera a
mi disposici�n ese cuerpo suyo tan rico, yo seria fel�z.





---



Esta es solo una caliente e inocente fantas�a. Espero que la hayan disfrutado.