Al llegar a la casa, David se encargo de guardar a Kaiser el perro doberman
de Don Pedro que era quien cuidaba la casa y que estos d�as hab�a salido de
viaja a visitar a su hija, repartimos las habitaciones quedamos David, H�ctor y
Luis en una, Brenda, Arhely y Claudia en otra y Judith y yo en la �ltima, una
vez habi�ndonos instalado continuamos bebiendo y contando que nos hab�a sucedido
en la vida.....

Pues con el paso de las horas y alcohol comenz� a subir de tono la pl�tica al
grado que tanto H�ctor, Brenda, Arhely y Judith confesaron hacer uso de coca�na,
ya en confianza comenzaron a consumir coca, yo no sab�a que hacer de modo que
mis amigos me convencieron de consumirla por primera vez en mi vida, as� lo hice
y la situaci�n se puso mejor....aproximadamente a las 3 AM s�lo qued�bamos
despiertos David, Brenda, Arhely, Judith y yo, decidimos irnos a nadar a la
alberca de la casa as� que nos quitamos la ropa y nos metimos s�lo con ropa
interior, el agua estaba helada as� que nos salimos, mientras me secaba pude ver
como tanto Brenda y Arhely estaban besando y tocando a David me hice la que no
vi nada y se fueron a uno de los cuartos....nos quedamos solas bebiendo Judith y
yo, aproximadamente a las 4 AM mi amiga se qued� dormida perdidamente en el
sill�n, yo me sal� al jard�n a tomar un poco de aire, me acerqu� a la alberca me
sent� en la orilla con los pies dentro jugueteando con el agua, en ese instante
me comenc� a sentir un poco mareada todo me daba vueltas a mi alrededor, intent�
regresar al interior de la casa pero no pude, el mareo era enorme tal vez debido
al alcohol y la coca�na que hab�a ingerido, lo m�ximo que pude moverme fue
llegar arrastr�ndome hasta una de sillas de reposo que hab�a alrededor de la
alberca, por m�s que intent� no pude sentarme en ella lo m�s que pude fue quedar
recargada en ella en posici�n de 4 patas, d�ndole todo el panorama en que
estuviera atr�s de m�, permanec� as� por no s� cuanto tiempo, s�lo recuerdo que
me sent�a muy mareada cuando escuche algo extra�o justo detr�s de mi....era
Kaiser el perro doberman de la casa, el que supuestamente David hab�a encerrado
pero que al parecer hab�a encontrado la forma de salir de su encierro, entonces
Kaiser comenz� a olerme no se que ten�a yo pero estaba como inquieto, tal vez
porque en esos d�as deb�a de menstruar, entonces el perro se me trep� en la
cadera dando tironazos, yo no pod�a hacer nada o no quer�a hacer nada ya que lo
que hab�a consumido me hab�a puesto en un estado extra�o, como de ansiedad,
entonces en unas de las tiradas del perro, se baj� de m� y en ese momento su
pata delantera se hab�a atorado en mi panti y cuando baj�....me lo quit� por
completo, y se mont� otra vez en m�, pero no consegu�a el tino necesario,
entonces me mov� un poquito para intentar levantarme y quitar al perro de mis
nalgas, pero no pude, lo �nico que pas� fue que empeor� la situaci�n, el perro
se tir� hacia delante con fuerza y me lo meti�, en ese instante el efecto del
alcohol y de la coca se me bajaron, me penetr� tan violentamente, que fue
imposible no gritar: �Ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy! grit� casi llorando.
El dolor era muy fuerte, pero poco a poco, ese dolor pas� a ser agradable placer
sexual. Gozaba como una perra, sintiendo cada cent�metro del pene de Kaiser. Su
pene desliz�ndose en mi vagina, mis jugos y los jugos del perro se mezclaban
como fluidos para lubricar la penetraci�n, sent� l�quidos correr por dentro de
mis muslos, agach� mi cabeza y me asusto: era sangre de mi menstruaci�n, trat�
de quit�rmelo de encima pero era imposible ya que ahora no era el mareo lo que
me lo imped�a sino la posici�n del perro sobre m�. El animal aumento a�n m�s sus
embates, tratando de meter toda su pene dentro de su mujer-perra, empuj� y
empuj�, y sent� que ten�a a todo el perro dentro de mi. De pronto aceler� a toda
potencia sus movimientos, golpeando sus caderas contra mis nalgas metiendo todo
su pene en lo profundo de mi ser. Cuando menos esper� el perro alcanz� un
orgasmo bestial, al momento que yo tambi�n acababa, empujando mis nalgas contra
su miembro, el perro estaba acabando dentro de mi, sent� el semen del perro,
caliente y lechoso dentro de mi.

El perro jadeaba sobre mi espalda goteando saliva en ella, yo rendida de
tama�a cogida que me di� con el perro encima m�o, unidos por nuestros sexos,
Kaiser trat� de salir de mi pero no pudo: me hab�a metido la bola que se le
forma en la base del pene en lo profundo de mi, tir� y sent� que me dol�a, palp�
con mi mano para saber que suced�a: los labios de mi lastimada y sanguinolienta
vagina no permit�a el paso de tremenda bola. Este sigui� unos minutos, con su
pene incrustado en mi, vertiendo por lapsos semen de perro dentro de mi tratando
de fertilizar a su perra, siguiendo sus instintos, tratando de perpetuar su
especie en la primera hembra que se le ofreciera.

Como a los 5 minutos, Kaiser se baj� de m�, y cruzando su pata trasera
izquierda por sobre mis nalgas, quedamos culo con culo, unidos por su pene el
cual pod�a sentir como palpitaba en mi interior, vertiendo en cada pulsaci�n un
chorro m�s de su semen. Yo estaba preocupad�sima de que alguien me fuese a
ver.... imag�nense lo que pasar�a... una hembra humana, cogida y pegada a su
perro, entreg�ndose al sexo en la forma m�s primitiva y salvaje. Trat� de
colaborar para salir de esa situaci�n, tirando del perro queriendo que su
descomunal bola traspasar� mis labios vaginales, pero no se pod�a, est�bamos
bien enganchados. No hab�a remedio, hab�a que esperar a que culminar�, que todo
el semen de sus test�culos se derramar�n dentro de mi vagina.

A los minutos pude sentir que su pene comenzaba a
deshincharse paulatinamente, y su vertimiento de semen estaba terminando, el
perro, comenz� a tirar, queriendo sacar su pene de mi interior, inmediatamente
colabor� tirando en forma opuesta, y una sensaci�n de vac�o fue llegando a m
vagina, su pene se estaba deslizando en mi interior, y su bola pudo traspasar
mis labios, nos hab�amos desenganchado, inmediatamente intent� ponerme de pie y
lo logre, un poco doloriada y mareada pero lo logr�, me sub� el panty y v� el
pene de mi amante animal luc�a monstruoso, grande, nervudo, goteando fluidos,
los de �l y los m�os, los de su hembra de turno, ensuciando de semen y sangre el
suelo, el perro se ech� a mi lado, lamiendo su pene, acarici�ndolo con su
lengua. Yo entr� a la casa buscando si alguien estuviera despierto para saber si
pudo verme o no, pero nadie se encontraba de pie, me dorm� en la sala con el
semen del perro dentro de mi y con una sensaci�n de placer que no pude
olvidar.... actualmente tengo un perro pastor alem�n aqu� en Canc�n, al cual
llam� Kaiser en honor al doberman que me ense�� la zoofilia, y se ha convertido
en mi mejor amigo......

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