Os dir� que soy hijo �nico de una familia econ�micamente
bastante acomodada. Mi padre ten�a una empresa inmobiliaria (que luego hered�),
que es propietaria de 7 edificios de apartamentos que tiene alquilados ( poco
mas de 200 apartamentos) y tambi�n de 2 aparcamientos tambi�n de plazas
alquiladas ( mas de 300 plazas). Su trabajo consist�a en la gesti�n de dichos
alquileres y con los beneficios ir aumentando el patrimonio con la adquisici�n
de alguna nueva propiedad.
Mi madre es economista y trabaja en un gran banco en el
departamento de gesti�n de transacciones internacionales, es un buen puesto de
trabajo y con un muy buen sueldo.
Mis padres se divorciaron cuando yo ten�a 17 a�os. Mis padres
de llevaban bastantes diferencia de edad. En mis 17 a�os, mama tenia 37 y papa
57. Ninguno de los dos ha tenido una nueva relaci�n estable y aunque divorciados
su relaci�n siempre ha sido muy correcta y buena. Yo me qued� a vivir con mama
A los 22 a�os, despu�s de haber cursado estudios
empresariales, me incorporo a la empresa de mi padre. Es una oficina desde donde
se gestiona los pagos de los edificios y las reparaciones que se tienen que
hacer en ellos, los contratos con los inquilinos, etc. Solo trabajamos all� mi
padre, una administrativa y yo. Desde hace algunos a�os mi padre est� un poco
delicado de salud (coraz�n), siempre dice que el negocio ser� un d�a para mi
cuando el muera.
Yo desde los 15 o 15 a�os he aprovechado cualquier
oportunidad para probarme ropa de mama, sin que ella se diese cuanta (eso
pensaba menos). Mi gran ilusi�n era poder vestir ropas femeninas, lencer�a de
mama e imitar los gestos y maneras de las mujeres, no hab�a tenido ninguna
novia, me gustaba la compa��a de las chicas, pero m�s como admiraci�n de su
feminidad, que como deseo sexual hacia ellas.
En casa viv�amos bien, en una casa unifamiliar de un buen
barrio. Mi madre tiene un buen sueldo, mi padre le ha pasado siempre
puntualmente una buena pensi�n para la casa y para mi y desde que trabajo con
papa me ha estado pagando un sueldo bastante bueno.
Un dia de confidencias entre madre e hijo, mi mama se
interesaba por si ya tenia alguna novia, pues acababa de cumplir los 22 a�os.
Despu�s de bromear un rato, le confes� con mucha verg�enza, que no me interesan
las chicas como novias, que lo que realmente me interesa es poder vestirme de
mujer, actuar como una mujer y que me gustar�a ser una mujer no un hombre.
Con sorpresa por mi parte, no pereci� alarmarse. Me confes�
que ya lo sab�a hac�a a�os, pues se hab�a dado cuenta que alguien (yo) se
dedicaba a tocar su ropas, su lencer�a y sus cosas personales.
Me dijo que me ayudar�a en todo lo que ella pudiera. Me
aconsej� que de momento no dij�ramos nada a mi padre, pues aunque es una buena
persona, tiene una mentalidad bastante cl�sica en lo que se refiere al sexo. Me
dijo que me ayudar�a a ser una mujer, primero en la intimidad de nuestro hogar y
despu�s ya ver�amos.
Quedamos que ella me comprar�a lo necesario para mi primera
transformaci�n completa.
A los 22 a�os mi f�sico era de 175 cm. de alto, tirando a
delgado, poca cintura y quiz�s como si fuera una premonici�n de futuro mis
caderas eran un poco mas anchas que la cintura, vaya un poco femeninas, hac�a
algunos a�os que llevaba el pelo bastante largo, de color casta�ito, bien
arreglado y a veces recogido en una cola, ten�a poco pelo en el cuerpo y muy
poca barba,
Al d�a siguiente el llegar a casa mi madre a�n no hab�a
llegado. Al cabo de un rato o� como llegaba al garaje de casa, me llam� para que
le ayudara a subir las bolsas que tra�a, yo pens� que hab�a pasado por el
supermercado a comprar cosas para casa, pero me di cuanta que eran bolsas de
tiendas de ropa, de lencer�a zapater�a de la ciudad.
Cuando llegamos al sal�n me dijo "Todo esto es para ti,
espero que te guste", empec� a abrir bolsas, era un sue�o, hab�a todo lo
necesario para convertirme en una linda chica, or dir� todo lo que hab�a
comprado mi madre:
. 2 conjuntos de lencer�a de braguita y sost�n, uno blanco y
otro negro.
. un par de pr�tesis de pecho de silicona.
.2 ligueros una blanco y otro negro.
. diversos pares de medias de diferentes colores.
. diversas pantymedias tambi�n de diferentes colores.
. 2 vestidos, uno corto hasta encima de la rodilla y otro de
mas largo.
. 3 faldas de diferentes largos y cinco blusas y jerseys.
. 3 pares de zapatos, 2 de negros ( de 5 y 8 cm.) y unos de
blancos ( de 7 cm. )
. 2 camisas de dormir de color rosa
. y todo un surtido de maquillaje, pintura labial y crema
para depilaci�n
Parec�a la cueva de Ali Baba, era fant�stico
Siguiendo las indicaciones de mama empec� por la depilaci�n
de todo mi cuerpo, despu�s un buen ba�o y una crema hidratante para el cuerpo.
Despu�s vino la sesi�n de maquillaje, mi madre era una verdadera experta, ella
se arreglaba muy bien cada dia para un al trabajo, despu�s de mas de media hora
de trabajo en el maquillaje y en el pelo, me permiti� mirarme al espejo y me
asombre de lo bien que me hab�a dejado,
Me sugiri� que me pusiera el conjunto de ropa interior de
color negro, con medias finas del mismo color, una falda por encima de la
rodilla de color negro, una blusa abotonada de color marfil y los zapatos de 8
cm. Ella mientras ir�a a preparar la cena para "las" dos.
Al cabo de unos minutos baje al comedor convertida en una
linda chica de 23 a�os, las pr�tesis de silicona se ve�an perfectas en las copas
del sost�n, al andar notaba como se mov�an como de un pecho de verdad se
tratara, tambi�n era un nueva sensaci�n el notar la suavidad de las medias en
mis piernas depiladas, as� como la tirantez de los ligueros que sujetaban las
medias. Me hab�a acostumbrado pronto a los zapatos de 8 cm. de tac�n, pero para
bajar las escaleras tuve que ayudarme de la baranda, a�n me faltaba practica
Despu�s de comer nos sentamos en el sof� del sal�n, para
hablar, me dijo que estaba muy bien, muy femenina. Me propuso que de momento
podr�a ser Maria (este fue mi nombre escogido para mi rol femenino), desde
cuando llegara a casa despu�s del trabajo, hasta la ma�ana siguiente al marchar
al trabajo, yo acepte encantad. Tambi�n me dijo que como me ve�a muy bien, muy
femenina, pronto saldr�amos las dos a la calle como madre e hija, para ir de
compras o a cenar en alg�n restaurante si yo quer�a. Esto me asust�, pero me
tranquiliz� "Pareces una chica de verdad, muy femenina", quedamos que lo
volver�amos a hablar dentro de unos d�as y que hiciera pr�cticas cada d�a con el
maquillaje y los zapatos de tac�n.
Durante todo el fin de semana estuve en casa convertida en
Maria, de vez en cuando me iba cambiando la ropa, las medias, la lencer�a, los
zapatos, etc....
Durante las dos siguientes semanas fui a trabajar normalmente
y cuando llegaba a casa me convert�a en Maria hasta la ma�ana siguiente, los dos
fines de semana los pas� en casa como Maria.
El siguiente s�bado me levante y fui hacia la cocina para
desayunar, mi madre ya hab�a preparado el desayuno y ella ya hab�a empezado. Al
poco me dijo "Esta ma�ana Maria y yo saldremos de compras y comeremos en alg�n
restaurante del centro, necesitas mas lencer�a, ropa y zapatos". Me alarm�, me
puse nerviosa, no estaba preparada para salir a la calle, pero me mimador me
tranquiliz� "Estate tranquila Maria, pareces una mujer y nadie va a ver nada mas
que una madre y una hija que van juntas de compras".
Me maquille con esmero, las semanas que llevaba de practica
se notaban. Primero una base de maquillaje, sombra de ojos, mascara, un color de
color en los p�mulos y l�piz labial de color fucsia, mi madre me ayud� con el
peinado, que moldeo ligeramente para dar un poco mas de volumen, despu�s a
sugerencia de mi madre me vest� con un conjunto de lencer�a y ligueros de color
negro, medias del mismo color, zapatos negros, pero de 5 cm. (tendr�amos que
andar bastante y ten�amos que ir c�modas. Un conjunto de falda y chaqueta negros
(la falda 10 cm. por encima de la rodilla) y un jersey de color hueso que se
adaptaba a mi busto como una segunda piel. Iba femenina, elegante y sexy. Ella
se visti� con un traje de chaqueta de color crudo, medias claras y zapatos crudo
de medio tac�n.
Primero fuimos a la secci�n de lencer�a del El Corte Ingles
(para los que no sean de Espa�a, es la cadena de grandes almacenes mas
importante de Espa�a, suelen tener productos de calidad media y alta y de
grandes marcas). All� con la ayuda y la discreci�n de mi madre me prob�
infinidad de lencer�a, al final me quede bastantes conjuntos de braguita y
sost�n, diversos ligueros, algunos bodys, un body con ligueros, bastantes medias
y pantymedias.
Dejamos las compras en el autom�vil y nos dirigimos a una
tienda de Zara (otra cadena de tiendas), me prob� bastantes cosas, como uso una
talla 38 � 40, no tuve ning�n problema en encontrar cosas de mi agrado. Me
compre faldas, blusas, jerseys, vestidos, trajes chaqueta y hasta alg�n pantal�n
de talle femenino. Tambi�n lo dejamos en el autom�vil y nos fuimos a comer a una
agradable pizzer�a, fue una comida agradable que discurri� hablando de ropa y
moda, como dos mujeres
Despu�s de comer fuimos a comprar zapatos, primero fuimos a
una zapater�a de una zona comercial, all� compre 4 pares, despu�s fuimos a otra
donde compramos 3 pares mas. Ninguno de todos los pares de zapatos que hab�amos
comprado era de menos de 5 cm. y de mas de 8 � 9 cm. Pero yo quer�a tener unos
zapatos con tac�n tipo estiletto, se lo dije a mama y me llev� a otra tienda.
Ten�an zapatos de noche y de fiesta, compre un encantador par de raso negro con
puntera afilada de 12 cm. de alto. Prob�ndolos en la tienda me parec�a que ser�a
imposible andar con ellos. No tuve problemas con el numero, pues uso un n�mero
39 y en Espa�a no hay problema para encontrar zapatos femeninos hasta el n�mero
40.
Hacia media tarda llegamos a casa cargadas de bolsas hasta la
cabeza. Mi madre me dijo " Esta noche vamos a salir, te invito a cenar a un buen
restaurante, para que puedas lucir algunas cosas de las que hemos comprado".
Acepte encantada, me arregle con mucho esmero, me puse el body con ligueros que
hab�amos comprado, medias negras muy finas, un vestido rojo que se pegaba al
cuerpo como una segunda piel realzando mi figura, encima una chaqueta tambi�n de
color rojo, labios igualmente rojos. Fuimos a un buen restaurante de la zona
mar�tima, all� comimos como dos elegantes damas.
Despu�s por la noche ya en casas, mientras tom�bamos una
copa, pens�bamos en lo emocionante que hab�a sino mi primer d�a como Maria a la
vista de todo el mundo. Charlando, mama, me pregunto si me sent�a atra�da
sexualmente por los hombres. "Si, ....aunque no haya tenido experiencias con
ninguno", " Bueno, esto habr� de solucionarse" me contest� de forma picara. Pero
ya era tarde y nos fuimos a dormir
Las siguientes semanas continuaron con mi ya habitual rutina
establecida. A llegar a casa a las 18 h. me convert�a en Maria y as� hasta las
7h 30� de la ma�ana siguientes que dejaba mis ropas femeninas para vestirme de
var�n.
Al cabo de unas semanas, un viernes por la tarde al llegar a
casa, sub� a mi habitaci�n para cambiarme de ropa. Encontr� un paquete envuelto
en papel de regalo encima de mi cama con una tarjeta que dec�a "Para Maria, tu
madre que te quiere.
Nerviosa empec� a abrirlo, pero primero decid� transformarme
en Maria, ya que era un regalo para Maria
Abr� el regalo, casi me desmayo de la sorpresa, hab�a un
surtido de dildos de diferentes formas y tama�os. Desde el mas peque�o de 15 cm.
le largo por 2 cm. de di�metro, hasta los dos mas grandes de 22 x 4 uno y 25 x 5
el otro. Tambi�n hab�a unas bolas chinas de 3 cm. de di�metro y unos tubos de
crema lubricante y una caja de microenemas (para quedar bien limpia por dentro.
Dentro del paquete tambi�n hab�a una peque�a carta de mama que dec�a
"Maria, cari�o, todo esto es para que vayas practicando, para
poder ser gozar como una mujer de verdad. Esta noche volver� tarde, voy a cenar
y tomar alguna copa con unas amigas del trabajo. Tienes la casa libre para ti,
te sugiero que empieces por el m�s peque�o, tu esf�nter anal se tiene que ir
acostumbrando paso a paso. Un abrazo, tu madre que te ama.
En primer lugar me apliqu� una par de los enemas, quer�a que
mis intestinos quedaran limpios, espere que hicieran efecto y ya estaba lista
para hacer uso de los regalos. Me saque la ropa, pero quede con sost�n, ligero,
medias y zapatos, as� me sent�a mas sexy, me instal� encima de la cama. Unt� mi
ano con crema lubricante y empec� a introducirme el mas peque�o de los dildos
(15 x 2 ), entro bastante suave, escalofr�os de placer recorrieron cada rinc�n
de mi cuerpo, pase un rato con movimientos de entrada y salida. Luego pas� al
segundo dildo (17x 3 ), este ya me costo un poco mas, pero una vez dilatado el
esf�nter, entr� todo sin mucha dificultad. Mi pene ten�a una d�bil erecci�n que
termino con una eyaculaci�n de abundante leche blanca. Descans� un rato, con el
dildo a�n dentro de mi. Decid� que tenia que probar con el de 22 x 4, lo unt�
bien de crema lubricante, saqu� el que a�n tenia dentro de mi y apoy� la cabeza
del mayor en mi culito, tuve bastantes problema en alojar la cabeza del dildo en
mi esf�nter, me dol�a mucho, pero tambi�n me daba placer. Lo ten�a introducido
solo unos 10 cm., Dios, que dolor, lo deje as�, sin moverlo, ni moverme, estuve
como 10 minutos, el dolor hab�a desminuido, solo era una peque�a molestia,
despacio fui introduciendo cent�metro a cent�metro ese enorme (para mi virgen
culito) aparato en mi interior, consegu� entrar unos 20 cm., me sent�a llena,
penetrada, me sent�a cada vez mas mujer, luego consegu� empezar con unos
movimientos de entrada y salida de ese maravilloso dildo. Ya me entraba y sal�a
con una relativa facilidad, otro maravilloso orgasmo llego a mi s�mir�gido pene,
eyaculando un poco mas de blanca leche, en ese momento me sent� la mas feliz de
las mujeres
Despu�s de descansar un buen rato con el dildo en mi
interior, lo saqu� despacio, suavemente. Mi ano quedo abierro durante bastantes
minutos. Tard� bastante en cerrarse, me hab�a quedado dilatado, la sesi�n de
dilataci�n progresiva hab�a durado casi 2 horas. Despu�s me di un relajante ba�o
de agua caliente. Y aunque iba a cenar sola, me vest� para la cena. Lencer�a,
pantymedias, una falda y una blusa, zapatos de 6 cm.. Antes de subirme las
pantymedias, me introduje las bolas chinas de 3 cm. de di�metro, as� mi esf�nter
se acostumbrar�a a estar dilatado para cuando fuera necesario.
Paso el tiempo, ya ten�a 23 a�os, con mi rutina de vestirme y
de juegos con los dildos. Mi culito segu�a virgen para todo lo que no fueran mis
juguetes. En mi trabajo ya hab�a asumido la direcci�n de la inmobiliaria de
papa, pues este cada vez estaba peor de su dolencia del coraz�n y se hacia mayor
(63 a�os) e iba bastante poco por la oficina.
Un d�a que sab�a que mi padre no ir�a a la oficina (deb�a
guardar reposo por orden del medico) y que la administrativa se hab�a tomado
unos d�as de vacaciones, acud� al trabajo, que est� situado en un gran edificio
de oficinas, transformada en Maria. Entre sin dificultad en el edificio pues por
all� pasa multitud de gente cada d�a. Llegue a nuestra empresa y me instal� en
mi despacho (ya hac�a una temporada que usaba el de papa) que hab�a decorado a
mi gusto. Iba muy guapa elegante, con un look muy profesional. Llevaba un traje
de chaqueta de color morado, con falda a unos 10 cm. encima de la rodilla,
medias finas de color tostado oscuro y zapatos negros de unos 6 cm.. Bien
maquillada y peinada parec�a una joven ejecutiva de una empresa.
A media ma�ana llamaron a la puerta, no esperaba a nadie,
como no pod�a ser ni la secretaria ni mi padre, decid� abrir. Era un apuesto
chico, bien trajeado, de unos 35 a�os, casi 180 cm., moreno, bien proporcionado.
No lo hab�a visto nunca antes. "Hola, soy Ernesto Guzm�n, del estudio de
arquitectura..............., vengo a traer el proyecto de reforma del edifico de
la c/.............que ustedes encargaron por tel�fono". Evidentemente lo invite
a pasar. Me presente como Maria ........... y con mi cargo en la empresa ( era
de gerente de la inmobiliaria)
Se sorprendi�, porque esperaba encontrarse con un hombre de
mas edad y no con una chica joven, pero me elogi� con palabras amables, diciendo
que seguro que ser�a mucho mas agradable tratar conmigo que con mi padre.
Nos sentamos en una mesa grande de cristal transparente que
tengo en mi despacho, donde pudo desplegar sus planos y presupuestos, estuvimos
discutiendo sobre el proyecto de reforma durante mucho rato, algunas veces pude
ver como a trav�s del cristal de la mesa se quedaba mirando mis piernas.
Finalmente llegamos a un acuerdo sobre el proyecto y el presupuesto, era casi
las 14 h.
Me invit� a cenar para celebrar nuestro acuerdo comercial. Al
principio dude un poco sobre la conveniencia de aceptar, pero como insisti�
decid� aceptar. Quedamos que nos encontrar�amos en un restaurante situado en un
club mar�timo de un puerto deportivo a unos 15 km. El quer�a venir a buscarme a
casa en coche, pero prefer� que cada uno fuera con su coche. De momento, no
quer�a que supiera donde viv�a
Quer�a estar fant�stica para esa cita. Me fui a casa
temprano, mi madre no estaba. Hab�a ido a un congreso organizado por el banco en
Madrid durante toda la semana. Me depil� a conciencia, y tom� un relajante ba�o.
Puse especial atenci�n en el maquillaje. Al ser una cita por la noche, me
permit�a un maquillaje mas sofisticado, me aplique sombra de ojos, mascara y una
pintura labial de color rojo fuego. Me puse un conjunto de lencer�a de encaje
negro, con mis pr�tesis de pecho bien instaladas, las braguitas por encima del
ligero (un consejo de mama). Un vestido negro, con alguna transparencia, largo
hasta unos 10 cm. encima de las rodillas y mis zapatos de raso de puntera
afilada y 12 cm. de fina tac�n, estaba divina. Unos pendientes y un collar de
perlas, alg�n brazalete de oro y algunos anillos completaban mi puesta en
escena. Decid� ponerme mis queridas bolas chinas, por si era necesario que mi
culito estuviera un poco dilatado. En una bolsa cog� unos zapatos de poco tac�n
para poder conducir sin dificultad.
Fui hacia el coche, lo estrecho del vestido y los altos
tacones me obligaban a dar unos pasos cortitos, muy femeninos. Sub� al
autom�vil, mejor dicho baj� al autom�vil, puesto que tengo un deportivo biplaza
que es muy bajo de carrocer�a. Deseaba no tener ning�n problema de conducci�n ni
mec�nico, pues era la primera vez que iba a conducir mi coche como Maria. No
quer�a pensar en la posibilidad de una aver�a y tener que llamar a un mec�nico o
peor a�n un accidente o un control de la polic�a de carreteras y tener que
ense�ar mi licencia masculina de conducir.
Cuando llegu� al restaurante, Ernesto me estaba esperando en
la estada del estacionamiento. Lo vi iluminado por las luces de mi autom�vil,
esta muy elegante, traje oscuro, camisa blanca y una corbata muy bonita, estaba
muy guapo.
Aparqu� el veh�culo, el se apresur� r�pidamente para abrirme
la puerta. El vestido se me hab�a subido un poco. Debido a lo bajo del autom�vil
y aunque saqu� las piernas de la forma mas femenina posible (las dos a la vez y
unas rodillas bastante juntas), creo que ofrec� un buen espect�culo a mi
acompa�ante, pues se me vieron el final de las medias y quiz�s algo mas, al
ponerme de pie ya fuera del veh�culo, tuve que bajarme r�pidamente el vestido,
el amablemente cerr� la puerta detr�s de mi.
Entramos en el restaurante, cogidos de la mano, era lujoso.
El maitre que nos acomodo en nuestra mesa, me trato como a una dama, ayud�ndome
con la silla en el momento de sentarme. Fue una cena fant�stica a base me
marisco y un poco de vino, no mucho, pues los dos ten�amos que conducir.
El restaurante era muy �ntimo. Ernesto me comento durante la
cena, que esa ma�ana se hab�a sorprendido al verme en la oficina. En su estudio
de arquitectura (donde ya era un socio ) le hab�an dicho que seguramente
encontrar�a al nuevo gerente que era el hijo del due�o.
Aproveche el momento y le dije que yo era el "hijo"del due�o
y que me perdonara si se sent�a enga�ado. Por encima de la mesa me cogi� de las
manos y delicadamente me beso en una
--Estate tranquila, no me siento enga�ado. Esta tarde he
hecho unas averiguaciones y he sabido que la hermosa mujer con que he estado esa
ma�ana, era en realidad el "hijo"del due�o, te prometo que no me importa, para
mi eres una mujer guapa, elegante y muy sexy.
Le agradec� enormemente sus palabras, continuamos hablando de
temas cada vez mas �ntimos. Me sent�a excitada. La sensaci�n de las bolas chinas
en mi interior aumentaban esa sensaci�n
Los manteles de la mesa llegaban casi hasta el suelo, saqu�
un pie de mi alt�simo tac�n y acerque mi enfundado pie en la delicada media a
sus muslos, le ve�a un poco sofocado, finalmente pese el pie sobre su sexo,
ten�a una notable erecci�n, el suavemente acarici� mi pie y parte de la pierna.
Pago la cuenta y salimos a pasear por el embarcadero, �bamos
cogidos de la cintura, nos paramos, y lentamente nuestras bocas se acercaron
hasta unirse en un apasionado beso, su lengua se enrosco con la m�a. Estuvimos
as� largo rato. Era un hombre que sab�a besar. Quer�a que ese hombre me
desvirgara, que me convirtiera finalmente en mujer. Le dije al o�do
-Si quieres podemos ir a mi casa a tomar una copa, mi madre
est� de viaje y no hay nadie en casa.
- Es una buena idea. Pero voy ha hacerte otra propuesta. En
este embarcadero hay el balandro de mi familia, es c�modo y bastante espacioso,
si quieres, ya que ma�ana es fiesta, nos podemos quedar a dormir aqu� y ma�ana
s�bado podemos salir a navegar- contest�
-Acepto encantada, pero me temo que no tendr� ropa adecuada
para ma�ana, no se sale a navegar vestida de noche�repuse
-No te preocupes, antes de salir, vamos a la zona comercial
del puerto deportivo y compramos no que necesites.
Continuamos andando por el embarcadero hasta llegar al
balandro, no era muy grande, pero muy bonito, parec�a antiguo, con mucha madera.
Me ayud� a pasar la pasarela de acceso, que no era nada f�cil con mis tacones de
12 cm. Nos sentamos en la terrazo de popa, mecidos por el suave oleaje del
puerto. Ernesto desapareci� un momento por unas escaleras que bajaban al
interior del yate, al cabo de poco apareci� con un cubo de hierro con una
botella de champagne franc�s y dos copas. Era un balandro con recursos, abri� la
botella y bebimos. Los fundimos en un beso y un abrazo a la luz de la luna.
"Vamos dentro", dijo. Me ayud� a bajar la empinada escalera
de madera, sin con mis altos tacones ya hab�a sido dif�cil cruzar la estrecha
pasarela de acceso sin caer al agua, no os cuento lo de bajar la escalera
empinada y con estrechos pelda�os escalera. Con su ayuda lo consegu� sin
romperme ninguna pierna
Hab�a un sal�n todo de madera, muy bien decorado, abri� una
puerta y entramos en una habitaci�n asombrosamente acogedora, estaba toda
forrada de madera, con una peque�as ventanas redondas y ten�a una cama de
medidas normales.
Mientras nos segu�amos besando, le saque la chaqueta, la
corbata, desaboton� la camisa y se la saqu�, tenia un torso fuerte. Despu�s le
saqu� los zapatos, calcetines, pantalones y finalmente los boxers. Aunque solo
estaba medio erecto, su pene parec�a de notables dimensiones. El, suavemente me
bajo la cremallera de la espalada de mi vestido, este cayo a mis pies y
suavemente lo apart�. De momento no le permit� que me sacara m�s ropa. As� con
lencer�a, medias y zapatos estaba muy sexy.
Me arrodill� delante suyo, puse su pene dentro d mi boca, no
lo hab�a echo nunca antes, pero con la ayuda de mama y mis dildos lo hab�a
practicado muchas veces para cuando llegara el momento. Fue una sensaci�n muy
bonita notar como su pene crec�a en mi boca gracias a mis est�mulos bucales. Ya
la ten�a erecta y parec�a de las mediadas de mi dildo de 23 x 4.
Me la tragaba con frenes�, el jadeaba, estaba cerca del
final, hizo unas contracciones y recib� en mi garganta los disparos de su
agridulce y viscosa leche, me la tragu� toda, era una sensaci�n nueva para mi,
una nueva sensaci�n de mujer. Despacio le fui limpiando con mi boca su verga
hasta dejarla reluciente. Despu�s con la mano le fui acariciando su pene, que
pronto respondi�, ya volv�a a ponerse regido, su mano iba explorando mi culito
con rapidez, apartando un poco mis braguitas y jugando con el cordel de las
bolas chinas. "Veo que vienes preparada ", dijo. Me sac� las bolas lentamente,
una a una. Con las horas que hac�a que las llevaba, hab�an dejado mi culito
bastantes dilatado, a punto para recibir a mi primer hombre.
De mi bolso saqu� un tubo de crema lubricante, me unt� bien
mi ano y despu�s le chup� el pene hasta tenerlo en forma. Confiaba en Ernesto y
me arriesgu� a tener sexo con el sin preservativo, de todas formas seguro que no
me iba a dejar embarazada.
Me tumb� de espaldas sobre la cama, levante bien mi culito y
las piernas casi sobre mi pecho, con mi lencer�a, medias y tacones estaba sexy y
femenina. Las medias y los tocones excitan a los hombres. El se coloc� entre mis
piernas, apoy� las m�as en sus hombros, nos bes�bamos en la boca, yo no quer�a
sacarme la braguitas, pues no deseaba exponer mi sexo masculino. Ernesto se dio
cuenta, aparto un poco las braguitas y apunto la enorme cabeza de su miembro en
mi esf�nter. Primero cost� un poco. Me dol�a bastante, pero el dolor se fue
convirtiendo en gusto, r�pidamente hab�a engullido la mitad de su aparato, mi
culito estaba entrenado. Despu�s de unos cuando suaves empujones ya que la hab�a
metido toda hasta el fondo, notaba sus test�culos chocar en mi culo. Empez� un
lento movimiento de entrar y salir, que cada vez se convert�a en mas r�pido.
Sacaba su pene casi del todo, para volver a meterlo hasta el fondo de un solo
empuj�n
Al un�sono, nos fundimos en un orgasmo, note como un liquido
caliente invad�a mis intestinos, una nueva sensaci�n de mujer, me pareci� que
hab�a sido mucha cantidad, mi orgasmo fue mas seco, fue un orgasmo anal, puesto
que casi no hab�a tenido eyaculaci�n. Cuando su pene perdi� rigidez, de sali� de
mi y se tumb� a mi lado. Yo a�n continu� un rato con las piernas en alto, si las
bajaba notaba como su leche sal�a de mi culito, no quer�a perderlo de mi
interior.
Pasado un buen rato, me levante y fui al ba�o, era peque�o
pero muy lujoso, me lave el culito, me volv� a poner las braguitas y sal�.
Ernesto estaba tumbado boca arriba, ten�a su miembro fl�cido. Me acerqu� por un
lado de la cama y me lo tragu� todo de golpe, mi lengua jugaba en rotaciones
sobre su prepucio. Aunque solo hab�a pasado poco mas de hora y media desde su
primer orgasmo, su pene ya estaba a punto para su tercer actuaci�n. Esta vez
ser�a yo la que dominar�a la situaci�n, el se dejaba hacer, cuando estuvo
completamente erecto, me puse con las rodillas al lado de sus caderas y
ayud�ndome de una mano introduje su pene en mi ano, separando las braguitas, a�n
estaba dilatada, por lo que no me cost� demasiado quedar ensartada. Levant� las
rodillas, puse los pies planos sobre la cama y quede sentada encima de el con su
miembro dentro de mi hasta el fondo. Yo iba levantado el culito para sacar un
poco su miembro de mi y despu�s me dejaba caer hasta enterrarme su pene hasta el
fondo. No tardamos en tener otro orgasmo los dos simult�neamente.
Las posiciones de penetraci�n tambi�n las hab�amos estudiado
con mama. Ella quer�a que yo llegara preparada para este momento.
Nos quedamos tumbados, abrazados en la cama. Era muy tarde,
las 3 de la madrugada y nos quedamos dormidos.
El s�bado por la ma�ana me despert� a las 11 h, Ernesto no
estaba a mi lado, pero hab�a una nota manuscrita en la mesita, que dec�a.
"Buenos d�as cari�o. He ido al pueblo a comprar desayuno y comida para salir a
navegar. Regreso antes de media hora"
Me duch� y me volv� a meter en la cama, esta vez, desnuda, mi
ropa de la noche anterior no era la adecuada para un d�a de navegaci�n
A las 11h 30� hoy como Ernesto entraba llevando unas bolsas
de comida "Hola buenos d�as, como est� mi princesa" "Bien, fant�stica y feliz"
respond�. Despu�s subi� a cubierta y volvi� a bajar con mas bolsas, con ellas
entr� a la habitaci�n y mes las dio diciendo "Esto es para ti, espero que te
guste y que sea de tu talla"
Abr� las bolsas, hab�a dos ba�adores de La Perla, uno
completamente blanco precioso, muy escotado de piernas y espalda, el otro
tambi�n muy bonito era blanco y negro. Tambi�n hab�a un par de pareos, un
vestidito corto y dos pares de sandalias de solo 3 o 4 cm. de tac�n, Todo era de
buena marca y �todo de mi talla!
"Voy a prepara el desayuno en cubierta, te espero", dijo
saliendo de la habitaci�n, el iba con pantal�n corto y una camiseta`.
Me puse las bolas chinas y el ba�ador blanco, con las
pr�tesis de silicona en los pechos, me quedaba divino, me maquill� ligeramente
con lo que llevaba en mi bolso. El ba�ador que quedaba muy ajustado en la
entrepierna, por lo que disimulaba muy bien mi peque�o pene y mis peque�os
test�culos, por detr�s era muy atrevido y entre los cachetes del culo solo ten�a
un poco mas de tela que un tanga. Me puse las sandalias de 4 cm. y sub� a
cubierta. " Huauuuuu.......estas preciosa"dijo Ernesto al verme "Gracias,,,,,,
debe de ser el ejercicio de anoche" contest�.
"Bien, comemos y despu�s salimos a navegar" dijo Ernesto
Lo que ocurri� el resto del fin de semana os lo contar� en
una pr�xima entrega de esta mi historia real de mi vida.