Entro tambale�ndome en la cocina para tomar un t� de algo que
limpie la resaca que una noche de tomar y fumar dej� plantada en mi h�gado y en
mi cabeza, tomo la taza, no sin antes poner el agua al fuego.

Pienso en voz baja mientras me cuelgo en el saquito de te
dentro de la taza, "tengo que dejar de llegar hecho mierda, cada vez me siento
peor luego de estas salidas". El silbido del agua hirviendo me saca del
pensamiento y del saquito de t�, ya esta, la saco del fuego, lleno la taza de
ella y con una cuchara diminuta comienzo a revolver con la intencion de
disolver. "Y encima esta idiota medio drogada en el living". Muevo la cabeza en
se�al de negativa y me siento en el borde de la mesa con la taza entre mis
manos.

"Hola Rodrigo, mama llamo temprano para avisar que hoy no iba
a venir", dijo Naty asomada a la puerta de la cocina, apoyada contra uno de sus
marcos celestes. Debo decir que me costo reaccionar, como ya cont� antes, no era
cosa de todos los d�as que mi hermana me dirija la palabra, y me limite a
mirarla y asentir con la cabeza.

"Gracias por avisarme o, anda a cagar nena... no sabes
hablar?... maleducado", retruc� mi hermana con voz entrecortada y llorosa,
mientras sus ojos se humedec�an a niveles alarmantes. Juro por Dios que pens�,
en ese momento, se ir�a con unas desbordantes ganas de clavarme un cuchillo en
el pecho o en su defecto en mi espalda, pero no, ella permaneci� apoyada
levemente contra el marco de la puerta y continuaba manteniendo tal humedad en
los ojos que parec�a, inundar�an la casa de llanto contenido.

"Perdon�me Nat... es que ultimamente vivo colgado, adem�s,
debo decirte que me toma por sorpresa el que me dirijas la palabra", le dije
mientras aproximaba la taza de t� a mis labios para dar el primer sorbo.

"Rodri, nuestra familia no se ve bien, sin padre, apenas
tuvimos a una madre que desaparece d�as y d�as de casa, y con suerte llama para
avisar el porque de esa ausencia, nos criamos de esa manera, como pretender que
seamos comunicativos entre nosotros?". Asent� con mi cabeza, ella ten�a toda la
raz�n, nunca hab�a hablado sobre este tema con nadie y era mas que extra�o
hablarlo y justamente con mi distante hermana, pero as� se estaba dando.

"Quiero que me disculpes por ser tan distante y por no
intentar un acercamiento en todo este tiempo como vos lo estas haciendo ". Al
decirle eso, mi hermana me miro con una carita inundada de inocencia y ternura,
debo confesar que nunca antes vi esa cara en ella, ser�a quiz� porque la ve�a
como a una perra sin coraz�n. Se aproximo hacia mi, ya con confianza, y ah� pude
descubrir lo que jamas cre�, iba a descubrir... mi hermana, a pesar de sus
apenas 17 a�itos era ya toda una mujer... una mujer hermosa, con unos ojos
almendra por los cuales cualquier hombre dar�a lo que sea con tal de verse
reflejado en ellos, su piel blanca, sus facciones suaves, el cuello delgado y
largo... baje mas la mirada, no pude evitarlo, una musculosa blanca totalmente
ajustada ocultaba casi hasta ahogarlos, a dos pechos peque�os pero bien
formados, redonditos, compactos, hasta imaginaba lo tersos que ser�an, y mis
ojos quer�an mas, mucho mas, por lo cual continu� con mi safari visual llegando
a su pancita plana y un ombliguito digno de postularse a maravilla del mundo,
chiquito pero profundo. Mas abajo una pollerita rosada bastante cortita
desnudaba sus piernas largas, y era obvio que as� ser�an, ella mide algo menos
de 1,70... casi como yo. Pero las mir� sin antes olvidarme de su deliciosa
cinturita, que era la curva perfecta que hac�a de ella una anfora �nica e
irremplazable, el sitio en donde mis manos ser�an capaces de perder la raz�n.

"No nos distanciemos mas hermanito, porfi, necesito sentir
que no estoy sola nunca m�s". Y se pego contra mi fundi�ndose en un fuerte
abrazo... abrazo que puso a los hermosos pechos de mi hermanita contra mi pecho
sinti�ndolos abarcarme en su totalidad, hecho que no pudo evitar que debajo de
mis pantalones una peligrosa erecci�n se hiciera presente. Con mi ment�n apoyado
en su hombro pude disfrutar de una vista inmejorable, la cola de Naty era sin
ning�n lugar a dudas, el mejor culo que hab�a visto. Su redondez era perfecta, y
su pollera rosadita, a la que elevaba por su tama�o, mostraba como los muslos se
abr�an para formar dos deliciosos gl�teos. La visi�n me dejo sin palabras y el
abrazo... wowww, el abrazo sin respiraci�n.

"Bueno Nat, es mejor que sigamos en lo nuestro, ya qued�
claro que vamos a evitar estar distantes y ese fue un paso enorme entre nosotros
dos". Esput� para cortar el clima que mi sucia mente hab�a creado y para que mi
hermana se vaya antes de que mi locura cruce la l�nea sin retorno. Alej� mi
ment�n de su hombro, la mir� a los ojos y sonre�, intent� alejarme pero ella me
abraz� a�n mas fuerte. A esas alturas, la raz�n ya no coordinaba y no entend�a
que es lo que ocurr�a all�.

"Hermanito, necesitaba que me abracen as�... necesitaba
sentir que no estoy solita, que importo". Al decirme eso hundi� su carita en mi
pecho y mi miembro estaba en un estado de petrificaci�n tal que el pantal�n me
causaba dolor. No pod�a seguir con eso, se que no faltaba mucho para perder el
juicio y no quer�a hacer cosas de las que me arrepentir�a de por vida, porque
obviamente, era mi hermana, y siempre ser�a as�.

"Nat, me voy a vestir que debo salir a encontrarme con unos
amigos", dije para tratar de calmar mi sed de un disparate e irme volando a mi
cuarto a dedicarle a tan bella Eva una buena paja.

"Ya ten�s que irte?, si solo falta que te pongas un buzo o
una remera". Y vaya si me faltaba, su carita estaba alojada en mi pecho, piel
contra piel, sintiendo su c�lida respiraci�n en mi carne de su sangre,
despertando cada vez mas al monstruo de mi lujuria.

"Bueno hermana, ya... habl�mos despu�s". Pero ni atin� a
separarse de mi, todo lo contrario, sent� como su pelvis se arrim� hasta rozar a
mi bulto, ya enorme por ese entonces.

"Rodri, porfi, contesta con total sinceridad... te parezco
atractiva?". Abr� los ojos tan grandes como nunca antes.

"Soy tu hermano Naty y no corresponde que conteste a esa
pregunta, pero cae de maduro que sos una jovencita muy atractiva". Le respond�,
oponiendo ya mucho menos resistencia, pero sabiendo que se hab�a llegado al
punto sin retorno.

"Ro... vos...", y el silencio la posey� porque ya dominado
por mis m�s bajos instintos apoye totalmente mi miembro en su pelvis. Pens� que
esa acci�n la asustar�a pero para mi en�sima sorpresa del d�a, un leve y casi
inaudible gemidito se oy� desde sus labios. Eso me puso a mil y ya no habr�a
marcha atr�s, as� que mis manos se posaron en su cinturita y la traje hacia mi.
El resultado fue espectacular, mi hermanita empez� a friccionar su vagina contra
mi miembro, lo hac�a lentamente pero fuerte.

"Hermanito, deseo esto desde que tengo conciencia, cre� que
alejarme de vos ser�a lo mejor pero ya no aguanto m�s". Crashhhhhh... otra vez
se congela el relato, se silencia la sala, se frena la imagen... mi hermana me
dese� siempre... las sorpresas continuaban.

Mis manos bajaron hasta comenzar a acariciar sus muslos por
sobre la pollerita, la abarcaba toda, la apretaba para luego acariciarla
dulcemente y no pude evitar a mis dedos viajando por la linea de su culito.
Llegaron las manos al final de la pollerita y la levante hasta su cintura... si,
su culo qued� desnudo ante mis ojos que lo disfrutaban asomados a su hombro.
Comenzamos a besarnos apasionadamente en los labios, las lenguas recorr�an cada
espacio nuestras bocas sedientas de placer, como nuestros cuerpos. Hasta que mi
lengua comenzo a lamer su orejita, su fino cuellito y ah� pude constatar con
total seguridad que Naty estaba caliente a mas no poder.

"Uyyyyy Rodri, me est�s volvi�ndo loquita". No quedaban
dudas... ya no podr�amos volvernos sobre los pasos caminados.

Le arranque practicamente la musculosa y pude ver sus
hermosos pechos de pezones rosaditos a los que no tarde en lamer y mordisaquear
suavemente. Naty gem�a con mas placer y eso me inspiraba a ir m�s all� sin
pensar en palabras como incesto, amor filial y cosas de ese tipo. La agarre del
culito y sin deshacer el abraz� la pus� contra la mesa, como lo estaba yo hasta
ese momento.

Mis labios besaron su boca y emprendieron el viaje a la perla
de la vida. Cuello, hombros, detenido en los pechos a los que masaje� con mis
dedos mientras los abarcaba con mi saliva c�lida y mi respiraci�n sobre ellos,
que a esas alturas era acelerada, fuera de ritmo, desesperada, como la de ella.

Mi boca se encontraba en su plana pancita cuando inund� con
mi lengua a su ombliguito, pensar que minutos atr�s lo miraba pensando en la
suerte de quien pudiera hacerle lo que yo ya le estaba haciendo.

Y continu� con el descenso, dulce por cierto, hasta toparme
con el borde de la tanguita. La sente sobre la mesa, ella lo hizo sin problemas,
le levante la colita y le quit� la ropa interior. Una vez en mi mano, la revole�
quien sabe hacia donde, y mir� con enorme pasi�n a su conchita, as� qued� como
hipnotizado hasta que mi hermana me quit� de ese impasse de placer visual...
"Rodri, comemel�, quiero que me la c�mas". Sus deseos son �rdenes, como no
hacerlo?, y unos lenguetazos suaves le masajearon los labiecitos rosaditos y
delicadamente depiladitos en su totalidad, para luego moverme en circulos e
introduci�ndo dura la lengua. Que hermoso su sabor, saladito, tan particular...
�oler�a as� la inocencia perversa? �o el pecado imperdonable?... no importaba,
le estaba chup�ndo la concha a una mujer, hermosa por cierto.

Ella comenzaba a mover locamente sus caderas, de arriba hacia
abajo, y sus manos empujaban a mi cara contra su vagina que palpitaba de
calentura y estaba altamente lubricada. Hasta que en medio del dulce y
placentero trabajito all� abajo, escucho casi con tonos de enorme
desesperaci�n... "Ro, coj�me por favor, quiero que me la met�s ya, no te tardes
mas... estoy que vuelo de calentura". Los angelitos tambien deseaban pene.

Me par� frente a ella y baj� mis pantalones hasta los
tobillos... el boxer fue lo de menos, acompa�� a la suerte del pantal�n. Tom� a
mi pija desde su base y la gu�e con mis dedos hacia su cuevita, apoy� el glande
en la entrada de la colorada humedad latente y empuj�... cost� al principio pero
logr� enterrarsela hasta los huevos que golpeaban contra sus firmes y empapadas
nalgas. Empezamos un frenetico mete-saca, digno de la maestr�a sexual... que
placer me estaba d�ndo mi sangre, nunca hab�a cojido con tanta lujuria y a mis
27 a�os eso ya era decir mucho, pues tuve mis batallas, ninguna como esta, claro
est�.

"Mi naty, como me encanta cojerte, princesita, me volv�s
loco", y mi pija se enterraba y se desenterraba de su conchita.

"Dame duro, soy tuya, coj�me hermanito, asi, siiiiiii...". La
saqu�, la di vuelta hasta dejarla con la carita apoyada sobre la mesa y la
colita levantada, mostr�ndome la belleza pal�tante de su sexo. Me agarr� la pija
y la dirij� a su vulva. Otra vez la enterr� all�, pero mi cuerpo se dej� caer en
sus espaldas. Y comenc� nuevamente el mete-saca... "diossssss hermanito, acabam�
adentro, porfis, no me la saqu�s hasta acabar".

La petici�n era peligros�sima, pero, hombres... ante un
pedido as�, qui�n piensa en las consecuencias?. Como pudo ella llev� sus brazos
a mi cintura y me apret� mas contra su cuerpo, mientras mi pija se mov�a en su
interior con desesperaci�n de ahogado en sus �ltimos manotazos antes de hundirse
en el respiro final. Sent� como se vino mi hermana, y a su vez, acab�, como
pretend�a, dentro de su concha.

Exhaustos quedamos en la misma posici�n, ella debajo mio,
chorreando entre sus piernas su orgasmo y mi semen. Mi pija fl�cida descansaba
entre los labios de su conchita.

"Nunca olvidaremos esto hermanito", me dijo. Y claro que as�
ser�a, er�mos hermanos y hab�amos cogido con la locura de amantes lujuriosos.
Desde ese momento, no nos ver�amos como nos vi�ramos, nunca m�s. Para bien o
para mal, quedar�a marcado ese d�a entre nosotros. La taza de t� se enfriaba en
la mesada... en que momento la habr� puesto all� ?.

"Nunca...", respondi mientras mi mirada se clav� en esa
maldita taza de t� ya fr�o y la puta madre que los pari�... que hicimos.