Ocurri� hace 8 a�os. Mi familia lleva una finca de labranza.
En ella viviamos mis padres y mis dos hermanos mayores, una chica y un chico. Yo
soy el menor. Mi hermano estaba haciendo la mili. Y estaba de permiso. Y trajo a
casa a pasar el permiso que suelen dar a los soldados en verano a un amigo suyo
como invitado, que hac�an la mili juntos, aunque el amigo era de Asturias.
Un d�a, desde la casa, vi. a mi hermano y a su amigo que
caminaban por la finca hacia el pajar. Y all� entraron cerrando la puerta.
-�A qu� co�o habr�n ido all�!- me pregunt�. Y hasta pens� muy
mal.
Y procurando ir por donde ellos no podr�an verme desde
dentro, rode� el pajar para fisgar, por alguna de las ventanas, que estaban
haciendo all�. Y tuve suerte, porque una de las ventanas traseras estaba un poco
abierta. Y aunque las pacas tapaban la visibilidad al interior, con mucho
cuidado me col� dentro, procurando no hacer ruido. Porque, �qu� podr�an estar
haciendo aquellos dos all� dentro, en un pajar lleno de paja y hierba, a no ser
�que lo dudaba- se fueran a echar una siesta?. Eran las cuatro de la tarde. Y o�
cuchichear. Por ello me d� cuenta en qu� lugar estaban. Pues es un pajar grande
todo lleno de pacas de hierba. Y consegu� verles a los dos desde una distancia
de unos seis metros parapetado por las pacas. Ellos dif�cilmente podr�an verme a
m�. Y no estaba equivocado. Lo que hab�a pensado, aquello era.
Los dos estaban totalmente desnudos, revolc�ndose y
dici�ndose palabras que no entend�a bien, el uno al otro, mientras se
revolcaban, acariciaban y besaban. ����Mi madre!!!!!, c�mo me puse yo. Saqu� la
polla con el fin de mene�rmela , porque no era para menos. Pero ten�a miedo que
se me oyera respirar o hacer alg�n ruido. Por eso no hac�a m�s que acariciarme
el pene y los huevos. �����Qu� hambre estaba pasando yo!!!!!. El caso es que
nunca hab�a tenido un roce con ning�n tipo. Pero aquello me abr�a el apetito
sexual. Cuando se volvieron para mam�rsela el uno al otro, haciendo lo que luego
supe era un 69, casi me corro sin m�s. Y cuando not� que hab�a corridas por el
movimiento y los jadeos de los dos, trat� de salir con mucho cuidado por donde
hab�a entrado. Trat� de esconderme y vigilarles desde lejos cuando salieran.
Tardaron bastante. Pero por fin salieron del pajar.
El primero en sacar la cabeza para vigilar si hab�a alguien
fue mi hermano. Pero por all� nunca pasa a nadie. Es terreno de nuestra
propiedad y solamente se va dos veces por semana para recoger alguna paca para
el ganado. Y salieron desnudos completamente los dos para limpiarse la paja y
con la ropa agarrada en la mano. Desnudos estuvieron sacudi�ndose la hierba de
sus cuerpos. Yo les observaba con mucho cuidado desde mi escondite. Y a�n se les
notaba que ten�an las pollas morcillotas. Con un pa�uelo se limpiaban la polla y
los huevos el uno al otro. ����Qu� cabrones!!!!!! C�mo se lo montaban. All�
mismo, mientras ellos se limpiaban, yo me la mene�. Y, con toda mi cara, me
sent� fuera, cerca de la puerta del pajar. Ellos tendr�an que verme forzosamente
al salir de all�. Y as� ocurri�. Mi hermano, al verme fuera sentado, o mejor
dicho, tumbado sobre la hierba debajo de un �rbol que me daba sombra, me
pregunt� algo nervioso:
- �Qu� haces ah�?.
- Nada, tomando la fresca.
No quise decir m�s porque mi hermano estaba nervioso. Adem�s
se les notaba como sofocados, posiblemente el rato de excitaci�n que estuvieron
pasando dentro, a�n se les reflejaba en la cara. �Sospechar�an que yo sospechaba
algo?
Mi hermano no las tenias todas consigo. Para �l, encontrarme
a m� tomando el fresco a la puerta del pajar, era sospechoso. La conciencia no
le dejaba tranquilo. Y fue una hora m�s tarde, mientras merendaba su amigo en la
cocina del caser�o y charlaba con mi madre, mi hermano me cogi� por un brazo y
me llev� fuera, y me dijo:
- Me tienes que decir qu� hac�as t� a la puerta del pajar
-�Qu� te pasa que estas tan nervioso?. �Es que no pod�a estar
yo all�?
-No es por eso, es que me choca que estuvieses all� sin m�s.
Y es cuando yo le pregunt�
-�Y qu� hac�as vosotros all� dentro?. Tan raro es que yo
estuviese all� tumbado a la sombra del �rbol como que vosotros estuvierais all�
dentro.
Y al decir esto, me sonre� con cierta malicia.
Mi hermano, poniendo su mano cari�osamente sobre mi hombro me
dijo:
-Si has visto algo o sospechas algo, d�melo, ya sabes que t�
y yo siempre nos hemos llevado bien, estoy intranquilo.
No quise hacer sufrir m�s a mi hermano y le cont� la vedad.
Lo que v� y c�mo me las arregl� para verlo. Y el me dijo
-Prom�teme que no vas a decir nada a nadie.
-Prometido, le dije yo, pero a condici�n de que tambi�n lo
hagas conmigo. Me hab�is puesto muy caliente y cuando hemos entrado al caser�o y
me he retirado de vosotros es porque no pod�a m�s y he ido a hacerme una paja.
-Prometido, dijo mi hermano.
Como pasaban los d�as y mi hermano no me dec�a nada, fui yo
quien le dije
-�qu� hay de lo que prometiste?
Y el me dijo que no hab�a tenido oportunidad porque estaba su
amigo y no le iba a dejar solo. Y que aquella noche, cuando su amigo se fuera a
acostar, yo ir�a a la habitaci�n de mi hermano y all� lo har�amos.
Y as� fue. Y tanto me agrad� aquella mi primera experiencia
que hasta que se fue de nuevo al cuartel lo hicimos cinco veces. Cuando vino
licenciado lo pudimos hacer con m�s libertad.
Mi hermano se cas� hace a�o y medio y vive en otra ciudad. Yo
ahora tengo 24 a�os y tengo novia. Pero eso no quita que tenga mis encamadas con
mi hermano cuando viene a visitarnos a casa.