Relato: Sexo en la granja En La Granja
Os voy a contar lo que me sucedi� en la granja en la que
trabajo:
Estoy trabajando en una granja desde hace dos semanas.
Trabajo sobre todo con los animales. La ma�ana en cuesti�n iba a llevar uno de
los caballos al establo y me cruc� con un chico desconocido, guapo, alto y
fornido. He de decir que a la granja, que est� situada cerca del mediterr�neo
espa�ol, vienen a visitarnos sobre todo escolares, pero tambi�n recibimos a
excursionistas que quieren pasar unos d�as alejados de su estr�s y ajetreo
diario. El chico y yo nos quedamos mirando unos segundos. Yo llevaba una
camiseta blanca de manga corta, unos vaqueros normalitos y unas zapatillas de
deporte; nada sexy. �l tambi�n iba en camiseta, pero de tirantes, unos jeans que
se le ce��an al cuerpo como una segunda piel (sobre todo a la bragueta, donde
mis ojos se detuvieron m�s de lo debido) y unas botas camperas. Estaba muy
guapo, con su cara de ni�o travieso, el pecho algo velludo, su cuerpo fornido y
esa espesa perilla, mmm� Nos sonre�mos: "Buenos d�as", dije; "Hola" contest�, y
ah� qued� todo.
Cuando llegu� a la cuadra y dej� al animal me di cuenta de
que no hab�a podido dejar de pensar en ese chaval. Me hab�a excitado comi�ndole
con los ojos� As� que cuando acab� mis labores m�s urgentes, me fui a un rinc�n
apartado del establo (un rinc�n que ya ten�a localizado y que no era visible
desde la puerta, ya que era un recodo que quedaba oculto tras una pared ciega) y
me ech� sobre la paja y el heno, a sobarme all� el paquete por encima del
pantal�n, pensando en �l y en su macizo cuerpo de "osezno". Aunque f�sicamente
estaba m�s desarrollado que yo, calcul� que no deb�a de tener m�s de veintid�s
a�os, dos o tres a�os mayor que yo, que tengo veinte reci�n cumplidos� En
seguida me empalm� y not� que el pantal�n me molestaba, as� que me lo baj� hasta
las rodillas. Mi polla estaba dura y h�meda y sent�a el culito dilatado� Empec�
a pajearme con la mano derecha mientras con la otra acariciaba mi pecho y
vientre, o bajaba hasta mis test�culos para acariciarlos, imaginando que era �l
quien me los sobaba�
En plena paja o� un ruido y como pude me sub� los pantalones,
tan r�pido que no me coloqu� bien los slips y todo el tronco de la polla y el
glande se me marcaban a la perfecci�n en la tela de entre las piernas� Me asom�
y era el due�o de la granja. Le dije que estaba preparando las palas y
rastrillos con los que limpiamos las bo�igas de los animales. Qued� satisfecho
con la explicaci�n, pero que casi me pillara con la pija en la mano me cort� el
rollo y no pude acabar de pajearme.
Esa misma noche servimos la cena para los hu�spedes. Result�
que el chicarr�n era el hijo de un matrimonio de mediana edad que ven�a del
norte y que solo iba a pasar con nosotros ese d�a, porque luego pensaban
proseguir su viaje hacia otras ciudades. Eran gente amable y abierta y
congeniaron muy bien con mis jefes, con quienes se quedaron charlando despu�s de
la cena hasta bien entrada la noche. No ten�amos ning�n colegio de visita, as�
que ellos y nosotros �ramos los �nicos residentes.
En un momento dado, viendo que la conversaci�n de los
"mayores" se prolongaba m�s de lo previsto, mi jefe me pidi� que ense�ara la
granja al muchacho, que parec�a aburrido. Acept� encantado.
Cuando salimos fuera me present�: "Me llamo Pablo", "Hola, yo
me llamo Eduardo", "Encantado de conocerle", "No me llames de usted, hombre, que
soy muy joven", "Disculpa, es que es norma de la casa hablar de usted a los
visitantes", "�Incluso a los ni�os de los colegios?", "No hombre, a los ni�os
no", "Entonces me tuteas a m� tambi�n y me llamas Edu, �vale?", "Vale, Edu".
Como era de noche hubo lugares de los que no pude mostrarle
gran cosa: la falda de la monta�a y los huertos estaban totalmente a oscuras, y
en las pistas de baloncesto solo quedaba un farol de luz amarillenta encendido.
"Esta zona ya la conozco", me dijo, "esta ma�ana he estado haciendo un poco de
deporte", "�Ah, s�? No te he visto" respond� (y bien que lo lament�); "�Te gusta
el deporte, Pablo?", "S�, aunque trabajar aqu� ya es bastante agotador para m�
�Y a ti, Edu?", "Me encanta hacer deporte, f�tbol, b�sket� Y hago pesas para
mantenerme, mira, mira�" y diciendo esto se desabroch� la camisa de cuadros que
llevaba y dej� al descubierto su robusto torso. El muy cabr�n ten�a el cuello
ancho, resaltado por una fina cadena de oro, y un tronco poderoso con una capa
de vello bien visible aunque lo suficientemente fina como para no ocultar los
m�sculos pectorales y del abdomen� Uf, era lo m�s viril que yo jam�s hab�a
visto, todo un dios griego con el t�rax al aire y la cintura de los jeans
ci�endo su vientre justo debajo del ombligo. "Y mira mis brazos" dijo, y acab�
de despojarse por completo de la camisa. Comenz� a mostrarme los b�ceps y sent�
que me mareaba cuando me dijo "toca, toca qu� duros est�n". Estaban dur�simos,
pero la piel era fina y suave como piel de melocot�n. Varias veces pas� mis
dedos por la curva del m�sculo hasta el hombro o hasta el nacimiento de la
axila, deleit�ndome con el contacto de la carne maciza bajo la piel. Creo que �l
not� algo, porque, sin venir a cuento, me pregunt� si ten�a novia. "No tengo",
respond� con sinceridad, "y por aqu� la gente est� de paso, as� que es dif�cil
entablar relaciones", "S�, supongo que solo surgir�n relaciones espor�dicas",
respondi�, y quise ver ah� una especie de mensaje en clave, como si en realidad
hubiera querido decir "relaciones sexuales espor�dicas". Me sent�a mareado y
terriblemente atra�do por este chico.
"Vamos a ver la zona de los animales" le anunci�, y Edu, como
chaval de ciudad, se qued� fascinado con las vacas, los pollos y sobre todo con
los caballos, que le encantaron. Una vez en la cuadra, aprovech� la ocasi�n y le
llev� hasta mi rinc�n invisible. "Aqu� vengo a veces, cuando me apetece estar
solo", le expliqu�, encendiendo la solitaria bombilla del techo, "si te fijas no
se ve la puerta, as� que tampoco te ven a ti". Edu, que hab�a vuelto a ponerse
la camisa pero sin abotonarla, se sent� en el rinc�n de la paja y el heno, el
mismo sitio en el que yo hab�a estado pocas horas antes masturb�ndome mientras
pensaba en �l, y asinti� con la cabeza: "S�, supongo que un chico de tu edad
siente a veces la necesidad de�" dijo, sent�ndose despatarrado sobre la paja, lo
que me oblig� a mirar su cuerpo bajo la camisa (macizo y con los pezones
erguidos, no s� si por la brisa nocturna o por efecto de mis caricias sobre sus
b�ceps) y sobre todo lo que emerg�a entre las piernas, un bulto tan grande que
pens� que se le hab�a puesto dura; luego se incorpor� y continu� la frase: "�la
necesidad de estar solo antes que con gente tan mayor, sobre todo cuando no
tiene a nadie de su edad cerca". Uf, este chaval controlaba la situaci�n m�s que
yo, me estaba poniendo a tope con sus insinuaciones. "S�, vengo a menudo", dije,
"si te apetece, Edu, ma�ana tengo que ensillar algunos caballos y orde�ar una
vaca. Te puedo ense�ar si quieres, pero tendr�s que madrugar", "Vale, sin
problema", "Pues a las cinco te llamo". Y as� quedamos al d�a siguiente.
Me sent�a feliz y excitado, como si tuviera una cita con el
hombre m�s sexy del mundo, y para m� Edu lo era en ese momento. Pas� una noche
en la que casi no dorm�, y cuando me levant� lo primero que hice fue desayunar y
ducharme. Para ser tan temprano la temperatura era muy agradable. Me vest� y
sal� hacia la cuadra. Pens� que quiz�, despu�s de todo, podr�a no suceder nada
entre nosotros. Quiz� a �l solo le gustaba provocar y exhibir ese cuerpo de
machito que tanto cuidaba. Pero ayer mi paja hab�a quedado interrumpida, y
estaba demasiado cachondo como para aguantar toda la ma�ana con semejante
exhibicionista a mi lado, as� que decid� ir a la cuadra y pajearme all� antes de
llamarle, para estar m�s relajado cuando �l llegara. Adem�s, tem�a que por lo
cachondo que estaba acabara corri�ndome demasiado pronto si me follaba, y no
quer�a que �l se llevara ese mal recuerdo. Ten�a que pajearme, pasara lo que
pasara despu�s.
As� que antes de llamarle, acud� al rinc�n invisible del
establo, repitiendo la misma escena que hab�a protagonizado el d�a anterior:
sentado en el rinc�n de paja y heno, empec� a sobarme la polla por encima del
pantal�n, pensando en Edu, en su cuerpo varonil, la tersura de sus m�sculos� Y
en ese momento apareci� �l y me descubri�. "�Qu� haces, Pablo?" pregunt�;
"Joder, Edu, disculpa� yo� �ya te han llamado?� no te o� llegar�", "Veo que ayer
no me ense�aste toda la granja, y por lo que veo, tampoco vi lo mejor�" Uff� Yo
segu�a con los pantalones por las rodillas y �l se quit� la camiseta de tirantes
ajustada que se hab�a puesto, dejando al descubierto todo su torso de macho,
magn�ficamente velludo y duro, con la piel brillante y morena por el sol, y tras
el vello vi asomar los pezones, oscuros y duros como dos apetitosos fresones,
ufff�
No hablamos m�s. Directamente me levant�, me quit� los
vaqueros y fui hacia �l con los slips blancos bajados hasta medio muslo,
completamente empalmado. Al llegar junto a �l nos fundimos en un abrazo. Not�
sus m�sculos tensarse a mi alrededor: sus fuertes brazos, sus velludos
pectorales, la polla firme apretando la m�a bajo sus pantalones� Empez� a
comerme los morros a besos, apasionadamente, con sus gruesos labios, mientras yo
jadeaba de emoci�n�
Le quit� los pantalones y los calzoncillos� Sus piernas eran
largas y de muslos anchos y bien torneados� y menuda tranca ten�a el chaval,
uff� Med�a m�s de un palmo y era bastante gruesa, adem�s ten�a la cabeza gorda y
amoratada� Me puse cachondo solo de pensar que iba a tener todo ese poll�n
dentro de mi culito, si �l quer�a� Segu� abraz�ndole mientras le mordisqueaba
los pezones y le lam�a el pecho peludo, al tiempo que �l amasaba mis gl�teos con
sus manos� Joder, no pod�a esperar m�s y me arrodill� para chuparle la polla y
lamerle los huevos�
Durante unos minutos se la estuve mamando y llenando de
saliva con verdadera hambre de polla. A �l le gustaba cogerme la cabeza para
marcar bien el ritmo� ("as� as�"). Tras unos minutos chup�ndosela me separ� la
cabeza de su miembro: "Espera", me dijo, "me encanta que me la mames, t�o, pero
quiero sentir m�s placer�", y se fue al rinc�n donde yo estaba y se coloc� a
cuatro patas, ofreci�ndome el hermoso agujero de su culito. Lo lam� varias
veces, de arriba abajo, con la lengua, hasta llegar a sus pelotas, y le chup�
por detr�s el suave escroto al tiempo que se pajeaba y jadeaba de gusto� Pas�
los dedos y la palma de mi mano por esa apetitosa rajita que formaban los
jamones de su culo� uff� me babeaba la polla, estaba a mil y lo mejor es que �l
tambi�n lo estaba, lo vi en sus ojos, entrecerrados de placer, y lo o� en sus
gemidos� luego restregu� mi polla por su culito mientras chupaba mi dedo anular,
lubric�ndolo de saliva� me agach� de nuevo y le met� el dedo por el ano� Joder!,
moviendo el dedo dentro de su prieto agujero vi c�mo apretaba los pu�os y se
corr�a al ritmo que yo le marcaba, y �sin tocarse la polla!� Nunca hab�a visto a
nadie correrse as�, menuda lechada derram� el t�o�
Muy despacio le saqu� el dedo y Edu se incorpor�. Vi el
brillante sudor c�mo resbalaba por su cara, sus hombros, su pecho y piernas�
�Qu� hermosa visi�n! Cada poro de su piel estaba h�medo de sudor y placer. "�Y
ahora?", pregunt�, porque �l se hab�a corrido pero yo no quer�a que la fiesta
acabase a�n, hab�a esperado esto demasiado tiempo y necesitaba que me diera
ca�a� "Tranquilo, nen", respondi� con seguridad, mir�ndome con sus ojos negros
brillando como ascuas, "c�memela otra vez como t� sabes y se me pondr� dura�"
Dicho y hecho. Me met� su polla en la boca y empec� a
succionar, trabaj�ndole la verga con la lengua y los labios, disfrutando del
sabor salado de su corrida� En pocos segundos la not� reaccionando en mi boca�
Joder, otra vez la ten�a como una piedra� "Eres un aut�ntico semental, t�o�" le
susurr�, y �l medio sonri� con su cara de ni�o malo, sabiendo lo que me
esperaba�
Con el rabo otra vez duro, me levant� y dio la vuelta,
tomando posici�n para lo que mis entra�as tanto estaban deseando� "Te voy a
pegar una follada que no olvidar�s, t�o�" me dijo al o�do con voz ronca, y yo me
alegr� y me puse m�s caliente que una perra en celo.
Me abraz� por detr�s, apretando con sus fuertes manos mis
pectorales, a la vez que frotaba su barra de carne contra mi culo � mmm� sent�a
la ausencia de su verga en mi ojete y se lo hice saber: "necesito que me encajes
tu poll�n, t�o� uff�". Baj� sus manos por mi vientre y las detuvo en mis
caderas; me agach� y apoy� mis manos contra la paja del establo, ofreci�ndole mi
culo; en ese momento aprovech� para quitarme los calzoncillos, que a�n llevaba
bajados a medio muslo� Joder, ya me ten�a a su entera disposici�n, ya ten�a ante
si mi dilatado culito trag�n, "vamos, �a qu� esperas�?" Se entretuvo ara�ando mi
espalda y me incorpor� lo justo para que me mordiera la nuca y me chupara la
oreja� ooohhh� no le har�a falta lubricarme de lo cachondo que estaba�
Me mantuve a cuatro patas. �l se arrodill� detr�s de m� y
comenz� una lamida de ojete que me volvi� loco� me temblaron las piernas de
tanto placer� me daba palmaditas en las nalgas, me pegaba peque�os mordiscos con
los dientes en los gl�teos, me com�a uno de mis huevos, luego el otro, luego los
dos a la vez� "joder, qu� gustazo, t�o�", me babeaba mogoll�n la polla y not�
que mis huevos se contrajeron entre mis piernas, rebosantes de lefa�
Mene� mi culo en c�rculos, jadeando de tanto placer como me
daba con su boca� Luego o� que me susurr�: "ya est�s preparado, cabroncete, a
ver c�mo te portas�"; subi� por mi espalda, lami�ndola con la lengua y dejando
resbalar los pelos de su perilla por mi piel� Yo estaba loco de placer,
entregado a �l, esperando ansioso que me hiciera todo lo que quisiera�
Continuaba a cuatro patas y �l ahora estaba otra vez de pie
detr�s de m�, agarr�ndome fuerte por las caderas, refregando su verg�n y sus
peludas bolas por la raja de mi culo� Sin previo aviso dio un golpe de cadera y
�zas!, sent� que me la hab�a metido hasta el fondo. Qu� dolor� ���pero qu�
desgarrador placer!!! Al fin me hab�a penetrado aquel chavalote recio y
musculado, al fin sent�a su poll�n entrando y saliendo de mi culito, tan duro
que parec�a mentira que se hubiera corrido solo un rato antes. Su polla se hab�a
acoplado perfectamente dentro de m�, y empez� a mover las caderas despacio,
dentro, fuera, dentro, fuera� Era una gozada sentir cada cent�metro de su
miembro taladrarme el ano, y sus huevazos peludos golpe�ndome por detr�s� ufff�
"qu� cabr�n, qu� bien follas�"; a medida que iba ganando confianza sus
movimientos eran m�s r�pidos, las embestidas m�s fuertes� Joder, ahora era a m�
al que le sudaba todo el cuerpo; mi sudor resbalaba desde mi nariz al suelo, y
el suyo me ca�a en la espalda� peque�as gotas que me quemaban de placer como
gotitas de cera caliente�
Fue una enculada tremenda, me encant�, el chaval sab�a c�mo
follar� Sab�a cu�ndo cambiar el ritmo, cu�ndo penetrar suave y cu�ndo olvidar la
dulzura y cabalgarme con fuerza, dando rienda suelta a sus instintos m�s
profundos� "Joder, qu� bien follas, cabr�n..:" repet�; es que era lo �nico que
pod�a decir al ritmo de sus embestidas y con la voz entrecortada de gozo�
Su mano derecha sujet� mi cadera y la izquierda se pase� por
mi espalda, extendiendo su sudor por ella y acariciando levemente cada poro de
mi sensibilizada piel, mientras me segu�a follando� y yo, con los ojos cerrados,
apretaba el culo y me concentraba en las deliciosas sensaciones que su vaiv�n
produc�a en mi interior�
Sent� moverse la verga en c�rculos dentro de mi culo y eso
fue demasiado para m� me incorpor� y me abraz� gir� la cabeza para besarle� y
el contacto de nuestras h�medas lenguas fue demasiado� No pude aguantar m�s pero
a�n le dio tiempo a bajar su mano derecha hasta mi polla y agarrarla con vigor
por la base, presionando mis huevos� y as� atrapada logr� que me corriera�.
(aaahhhhh� aaahhhh� aaaaaaaaaaahhhh�); tres inmensas lechadas saltaron de mi
polla a la paja del establo, pero sigui� mene�ndomela con su mano y salieron
tres m�s� (ooohhh� aaaahhh� aaaahhh�). El chaval me hab�a dejado totalmente
satisfecho y sin leche en los cojones� me sudaba todo y me temblaban las
piernas; sin moverme, empec� a jadear fuerte para recuperar el aliento� y en ese
momento solt� mi polla y me abraz� con todas sus fuerzas, apretando su cuerpo
contra el m�o y gimiendo tambi�n� (aarf� aarf� aarf�), y not� un l�quido viscoso
y caliente llen�ndome el culo� (ooohhh� oooooohhh�), el t�o se hab�a corrido por
segunda vez� y ahora dentro de mi culo� "joder, eres todo un semental, t�o�"
R�pidamente nos limpiamos y vestimos. Acababa de amanecer, y
yo pensaba que se ir�a a dormir, ignorando mi propuesta de ense�arle a orde�ar
vacas. Sin embargo se qued�, y, despu�s de lo que me hab�a hecho, ver su fuerte
mano agarrando una carnosa ubre es otra imagen suya que no olvidar� y con la que
me he pajeado varias veces�
Pero el d�a pas�, y Edu sigui� su camino a otras ciudades con
sus padres. Nos dimos el tel�fono, hemos hablado un par de veces. Y sabe que
espero que vuelva pronto�
Esta es la historia que me sucedi� en la granja. Espero que
os haya gustado y espero vuestros comentarios� Si ten�is unos minutos pod�is
leer tambi�n el relato "Mi amigo Marcos", es m�o pero lo "colgu� cuando no me
hab�a dado de alta a�n, por eso aparece an�nimo. Gracias a todos los lectores y
al webmaster y un abrazo.
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Relato: Sexo en la granja
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