Quiero relatar mi experiencia para ni�as y chicas jovencitas
que por curiosidad incursionan en estas p�ginas y que muchas veces, adquieren
una idea equivocada del sexo y sobre todo del despertar sexual, por lo que si
alguien espera una historia de grandes penetraciones y exageradas
potencialidades, de una vez les invit� a buscar otra historia, ya que esta
siendo real, seguramente los decepcionar�.
Mi t�o, me prest� su correo electr�nico, realmente se llama
Alejandro Magno y no se puso as� en el mail, para impresionar con fantasiosas
potencialidades es el protagonista de esta historia para ni�as y jovencitas con
curiosidad y tal vez precocidad sexual, es un hombre normal tiene 40 a�os y es
serio y formal, arquitecto de profesi�n se dedica a su esposa y dos hijas
mayores que yo.
No se cuando se inicia esta historia, me pusieron Alejandra
en honor a mi t�o que es una gran persona y ocupa un cargo importante en M�xico,
desde que recuerdo, sent�a yo una atracci�n muy grande, casi como un im�n por mi
t�o, mis primeros recuerdos, son siendo una ni�a de tal vez 6 o 7 a�os, flaca,
rubia y ojos azules, esperando que mis t�os vinieran a visitarnos para
abrazarlo, sentarme en sus piernas, besarlo y que me acariciara, lo cual me
provocaba un v�rtigo impresionante.
Mis pap�s me cuentan que desde que era una ni�a de dos o tres
a�os, quer�a que mi t�o me lavara la colita despu�s de ir al ba�o, poniendo a mi
t�o en verdaderos aprietos ya que se sent�a incomodo de mi inocente petici�n.
Mi familia es muy liberal, me permit�an andar desnuda por la
casa y era normal ba�arnos mi hermano un a�o menor que yo y mis pap�s todos
juntos, por lo que mi actitud hacia el sexo era la gran atracci�n que mi t�o me
causaba y que me hizo jurar desde los 10 hasta los 16 a�os que estaba locamente
enamorada de �l.
Tengo que agradecer a mi t�o, la gran ense�anza que me dio en
materia sexual y del amor, ya que de haber abusado de mi, aprovechando mi
inocencia y confusi�n seguramente me hubiera da�ado profundamente, por otra
parte si me hubiera rechazado fr�amente o con el moralismo del parentesco,
podr�a haber sufrido una gran frustraci�n.
Mi t�o me besaba, me cargaba, me dejaba sentarme en sus
piernas inclusive en medio de reuniones familiares y de amigos y me mimaba con
gran amor, pero solo �l y yo sab�amos que era nuestra relaci�n algo mucho m�s
all� que una simple relaci�n de t�o y sobrina, era de una mujer, peque�a pero
mujer al fin, y un hombre maduro.
Al sentarme en sus piernas, con siete u ocho a�os, con mi
faldita de ni�a, sent�a una excitaci�n sexual muy grande y me sentaba de tal
forma de sentir en mis piernas primero, en mis nalgas despu�s y posteriormente
en mi vagina, su pene calientito y duro. Jugando con �l o con alguna mu�eca que
me llevaba para disimular me las arreglaba para moverme intensamente y sentir
unas ricas cosquillitas en mi colita.
Cuando visit�bamos su casa, le ped�a a mi t�o que fuera a
jugar con los ni�os, mis primos mi hermano y yo, aprovechando cualquier
oportunidad en los juegos para que me hiciera cosquillas, me cargara o acercarle
mis nalguitas y vaginita a cualquier parte de su cuerpo, manos o pene.
La verdad no se su era con plena conciencia, necesidad de ser
amada y mimada o simplemente una sexualidad probablemente prematura, la verdad
es que esperaba con ansias el fin de semana.
A los 10 a�os me convenc� que estaba enamorada de �l y
teniendo m�s conciencia de la sexualidad, quer�a que me hiciera el amor y me le
insinuaba, pregunt�ndole si me quer�a, si yo le gustaba, si estaba bonita y �l a
todo me respond�a que si. Una tarde jugando Strega, juego de T.V., estaba
sentada junto a �l y cada vez que yo perd�a me tiraba de espaldas en un sill�n
tomando su mano y poni�ndola en mi rajita que estaba caliente y h�meda, no hab�a
forma de que el no lo notara y as� fue, segu�amos en el juego y el me acariciaba
dulcemente la entrepierna.
Me sent� en sus piernas sin poder aguantar m�s, a prop�sito
deje que mi faldita quedara encima de mis piernas, por lo que qued� sentada con
s�lo mi pantaletita sobre su pene que ya estaba tambi�n a tope, a�n hoy recuerdo
que colorada y sudando lo cabalgu� hasta tener mi primer orgasmo.
A partir de ah� busque quedarme a dormir en su casa en donde
me acostaba en medio de los dos, pero dando las nalgas hac�a mi t�o, tomaba su
mano y la llevaba a mi culito, me encantaba que me hiciera un masaje y con 11 o
12 a�os, me sum�a en un sopor que me llevaba a orgasmos riqu�simos.
Sin embargo mi t�o no me cog�a, empec� a ser m�s atrevida,
los senos empezaron a crecerme y le ped� que me hiciera un masaje, le cont� que
en la escuela me hab�an dicho que para que crecieran deber�amos buscar quien nos
los estirara, ri�ndose acept� y me dio dulces pellizcos en mis incipientes
pezones rosados, que a mi me daban verg�enza ya que mis amiguitas de la escuela
los ten�an obscuros.
Iniciamos un nuevo juego, una posada en que a mi t�o le toc�
mover la pi�ata, yo lo acompa�� y poni�ndome enfrente de �l, le pegu� mis
nalguitas a su pene haciendo movimiento circular y tomando su mano la llev� a mi
rajita, babeante y suplicante, mi t�o me masturb� por encima de la ropa. A
partir de ah� le ped�a que me acompa�ara a mi recamara y frente al espejo, le
ped�a que me besara el cuello, bajo mi largo cabello rubio, que con una mano me
acariciar� los senos y con la otra la vaginita, mientras yo me repegaba a su
miembro, hasta que me hac�a terminar.
Mis pap�s se divorciaron y me quede a vivir con mam�, se
acent�o mi necesidad de estar cerca de mi t�o y ya con 14 a�os quer�a
desesperadamente que me hiciera suya, mi mam� y mi t�a se hicieron muy cercanas
ya que mi mam� estaba muy afectada por la separaci�n de mi pap� u ahora
est�bamos para mi felicidad m�s cerca de mi t�o. Las hermanas se la pasaban
platicando y yo esperaba a mi t�o desesperadamente para acompa�arnos.
Empec� a acostarme desnuda y cuando o�a los pasos de mi t�o
me destapaba, aunque mi t�o pasaba y me tapaba, hasta que una noche me dijo al
o�do, mas tarde regreso amorcito.
Temblando, me vest� con unas pantaletitas de corazones y un
camis�n de ni�a, sin poder pegar un ojo, me puse a esperar. Escuch� todos los
ruidos hasta que mis t�os se acostaron, ya pr�cticamente viv�amos ah� por lo que
ten�amos una recamara para mi prima y para mi y despu�s de que mi t�o se asegur�
que su mujer se durmi�, vino con su mujercita, me dio un beso en la frente que
ten�a sudorosa y empez� a besar mis mejillas, mis o�dos, mis p�rpados y
alrededor muy cerca de la boca, con sus manos empez� a acariciar sobre el
camis�n mis pezones ya un poco m�s desarrollados y al sentir un beso en la boca,
tuve un orgasmo incre�ble, que me sacudi� en la cama y casi me hace pegar un
grito que hubiera despertado a toda la familia.
Abr� mis piernas y puse instintivamente mi mano en el centro
del mundo, mi t�o sigui� con su tarea, poniendo nuevamente mis sentidos en la
tierra y tiernamente puso su mano en mi mano, haciendo presi�n sobre mi vulva
que explotaba, retir� mi manita y el inici� con tres dedos un masaje alrededor
de mis labios vaginales, el dedo del centro en c�rculos lleg� al cl�toris y yo
al climax nuevamente, levant� el resorte de mi pantaletita suplic�ndole que
metiera su mano, me quitara la ropa y me desvirgara.
Al sentir directamente su mano, con jadeos irrefrenables y
sintiendo un gozo amoroso muy intenso, me soplaba la o�do, amorcito, princesa,
tesoro, palabras que llevo en el coraz�n y que hicieron que el gozo sexual fuera
pleno. Me meti� dos dedos, parando antes del himen, a pesar de que con mi mano
lo invitaba a penetrarme empuj�ndola, el me masturb� sobre el cl�toris y los
labios exteriores e interiores.
En agradecimiento unos d�as despu�s, ante el espejo le
pregunt� si me amaba y el me dijo que mucho, pero que no me confundiera, que �l
era un se�or y yo una ni�a, que incluso lo pod�an meter a la c�rcel por lo que
estaba haciendo, llorando le confes� mi amor y el me contest� que esa es la
�nica raz�n por la que hac�a conmigo "el amorcito" ya que no quer�a que alguien
me fuera a lastimar, que �l s�lo me har�a cosas ricas y que ya llegar�a el d�a y
el amor a quien entregar�a mi virginidad. Le ped� que me dejara ver su pene y
jugar con �l a lo que accedi� y le baje el cierre del pantal�n sacando su
instrumento que me pareci� hermoso, lo acarici�, sub� y baj� mis manos por aquel
pedazo de carne anhelado y le volv� a pedir que me lo metiera a lo que se neg� a
cambio me la puso en la entrada de la vagina y me frot� el cl�toris, sent� lo
m�ximo y le ped� que me la metiera por el culo, lo que tampoco acept� y s�lo me
la acerc�, lo cual fue riqu�simo.
Seguimos teniendo "sexo" y hablando de amor hasta que cumpl�
16 a�os y mi t�o me regal� una beca para estudiar en Canad�, sitio en el que
conoc� a mi pr�ximo esposo, con el que la pr�xima semana perder� la virginidad,
momento en el cual tendr� un pensamiento de agradecimiento para mi t�o Alejandro
magno, que para mi es incre�ble, me dio seguridad en mi misma y autovaloraci�n.
Ni�as no se dejen enga�ar con falsas historias, hay que
esperar los momentos, no se dejen violentar.
Gracias t�o.