A principios del a�o 2003, mi esposa Gloria y yo le�mos un
relato donde dos hombres hacen gozar a la mujer de uno de ellos. Esto me gust� y
excit� tanto que le propuse a mi esposa que hici�ramos algo parecido. Su rostro
no reflej� malestar o enojo, al contrario, me respondi� que el hecho de pensar
en eso le calentaba, pero que no estaba segura de aceptar esa idea. Sugiri�
sigui�ramos nuestra vida normal y si se llegaba a presentar una oportunidad
entonces ah� lo valorar�amos nuevamente. Nuestra vida continu� normalmente al
igual que nuestras relaciones sexuales. Tenemos 20 a�os de matrimonio, nuestras
aficiones y gustos son similares, vamos al gimnasio, cine, nos fascina leer,
etc. Ambos somos profesores universitarios, pero laboramos en diferentes
escuelas. En otras ocasiones volvimos a tocar el tema, el riesgo de envolvernos
sentimentalmente con otra persona nos deten�a a incluir a un tercero en nuestra
relaci�n. Adem�s, no conoc�amos a qui�n invitar. Sospechaba que Gloria se sent�a
atra�da por Andr�s un compa�ero de trabajo, pero no hall� como proponerle este
potencial candidato. Ella es blanca de cabello negro, ojos claros, su cuerpo es
muy bien formado y proporcionado, no dir� que es miss universo, pero a sus 38
a�os, lo bien conservado de su embarnecido cuerpo, es envidia de nuestras amigas
y deleite de los amigos. En especial me encantan sus senos que son de buen
tama�o y firmes con unas areolas caf�s grandes. Es muy caliente sexualmente,
sobre todo si se le estimulan sus pezones, siempre anda intentando nuevas
posiciones y formas para satisfacerme, por eso le propuse estar con otro tipo.
Yo soy siete a�os mayor que ella, con el cabello gris por la herencia familiar
que hace verme, seg�n comentarios entre bromas de algunas alumnas, un se�or
interesante. El gimnasio me ha ayudado a conservar la l�nea, me gusta conversar
y ser ameno con la gente.

El verano pasado tuve que asistir a un seminario en
Cartagena, Colombia, junto con otros profesores de la escuela: Andr�s y Claudia.
Estar�amos dos semanas en la ciudad. Andr�s y yo hab�amos pensado llevar a
nuestras esposas, Claudia es separada, quien por cierto esta guap�sima. Sin
embargo, por motivos de trabajo, no le fue posible asistir a la esposa de
Andr�s. Llegamos con tres d�as de anticipaci�n al seminario, los organizadores
nos presentaron diferentes opciones de alojamiento. Result� m�s conveniente
compartir el costo de un departamento amueblado que pagar tres habitaciones de
hotel. Vimos un departamento en una buena zona de la ciudad, era espacioso y
c�modo, ten�a tres recamaras amplias con ba�� independiente, una terraza con
vista a la ciudad, dos cuartos ten�an acceso y ventanas a la terraza, en fin,
m�s que aceptable pasar las dos semanas ah�. Claudia tom� la habitaci�n m�s
aislada, Andr�s y nosotros, los cuartos junto a la terraza.

La segunda noche que estuvimos ah� fue calurosa, tomamos un
ba�o para mitigar el calor y nos fuimos a la cama. Yo estaba completamente
desnudo y Gloria vest�a su panty y un top corto de algod�n. Para refrescar un
poco la habitaci�n, Gloria se levant� a abrir la ventana de la terraza, dejando
las cortinas un poco abiertas. Al regresar me coment�:

Andr�s es mas joven que yo, bien parecido y muchas mujeres se
sienten atra�das por su f�sico. �Por qu� no iba a gustarle a Gloria? Pens� que
si ten�a sexo con Gloria, era posible que Andr�s nos observara por la ventana,
lejos de atemorizarme, eso me calent�, por la posibilidad de que esta pudiera
ser la oportunidad que esper�bamos. Comenc� a besar y a acariciar a Gloria, me
puse a besarle las tetas de la forma que yo se que se calienta mucho. Ella me
detuvo:

La mirada de Gloria tuvo un brillo especial, de excitaci�n
evidente. Me bes� ardientemente, confirmando que si quer�a que Andr�s se la
cogiera. Ella estaba a mi lado derecho, recostada sobre m�, por lo que no se
dar�a cuenta si Andr�s nos espiaba, nuestros pies estaban cercanos a la ventana,
como a un metro.

Nos recostamos en la cama bes�ndonos y calent�ndonos m�s, yo
dije con voz fuerte, con intenci�n que Andr�s escuchara:

En efecto, Gloria me estaba masturbando muy rico, el hecho de
poder ser observada por otro hombre le hab�a calentado mucho. Di un fuerte
gemido, con la misma intenci�n de ser escuchado. A los pocos segundos, pude
distinguir como Andr�s, con mucho cuidado, intentaba separar las cortinas para
tener mejor visibilidad. Me incorpor� un poco tomando el top de Gloria para
quit�rselo, ella se hinc� y levant� sus brazos para facilitar mi acci�n, en
seguida baj� su panty hasta media nalga, como hab�amos acordado. Gloria cerr�
sus ojos suspirando muy profundo, y as� hincada, me bes� ardientemente. Con su
mano derecha masturbaba despacio mi palo mientras me besaba. Le pregunt�:

Pens� en que Andr�s nos estar�a viendo y escuchando todo, me
puse m�s caliente, si es que pod�a estar m�s. Abr� mis piernas para que Gloria
acariciara mis huevos, eso hizo ella. Gloria comenz� a besar mi cuello bajando
hacia mi pecho y abdomen hasta llegar a la verga. La comenz� a mamar y sent� la
mamada diferente, m�s intensa, le daba muchos leng�etazas a la cabeza de la
verga y la chupaba haciendo ruido. Sabiendo que Andr�s era testigo de como
mamaba la verga, Gloria se esmer�.

Gloria contin�o haciendo sonidos que demostraban como estaba
disfrutando la mamada.

La sigui� mamando por algunos minutos, yo estir� mi mano y
jugu� con su vagina. Gloria estaba mojad�sima, sus labios vaginales que son muy
suaves, se sent�an duros y m�s crecidos de lo normal. Gloria volti� su cara
hacia m�, me gui�� un ojo y en seguida se hinc� en medio de mis piernas,
agach�ndose a seguir mamando mi palo, d�ndole una vista espectacular de sus
nalgas a Andr�s. Su panty segu�a a la mitad de sus nalgas, por lo que Andr�s le
ver�a parcialmente el sexo. Pens� en como Andr�s estar�a deseando hacer a un
lado su panty para mirarle toda la concha. Como si Gloria hubiera adivinado mi
pensamiento, se quit� su pantaleta, separ� sus rodillas lo m�s que pudo y sigui�
mamando m� palo diciendo: - �Que rica verga tienes! �Como disfruto mam�rtela! �
y cosas por el estilo. Luego de unos momentos, par� de mamar, levant� un poco su
pierna y me dijo: �Ahora c�meme t�! Qued� en el mismo lugar, entend� que quer�a
que Andr�s viera como le com�a su sexo. Gir� para quedar con mi cara entre sus
piernas y comenc� a lamer los jugos de su concha y su cl�toris muy suavemente.
Con mis manos separ� las nalgas de Gloria para darle a Andr�s la mejor vista de
la vagina de Gloria. �Que rico! � dec�a Gloria. �Que rico! �Me voy a venir! No
hab�a duda que algo nuevo estaba pasando con nosotros, en todos los a�os de
casados, nunca dijimos palabras mientras cogimos. Era la primera vez que escuch�
hablar a Gloria de esa manera, me gust� mucho que lo hiciera. Movi� su cadera
hacia arriba y abajo muy r�pido mientras se estaba viniendo. Pegu� mi cara a su
vulva meti�ndole mi lengua lo m�s profundo que pude. Sus gemidos eran muy
fuertes. Su cuerpo tembl� y se sacudi� por la venida tan fuerte. �Ahora c�geme
por favor! � me pidi� - en cuanto termin� su orgasmo. Me gir� nuevamente,
apoyando mi espalda en la cabecera de la cama, para que Gloria siguiera de
espaldas hacia la ventana. Me cabalg�, meti�ndose mi verga sin perder tiempo.
Estaba pr�cticamente brincando sobre mi verga, jam�s la hab�a visto que
estuviera cogiendo con tantas ganas. Me abraz� y mordi� mi cuello, yo estir� mis
manos hacia sus nalgas separ�ndolas.

Se levant�, d�ndose vuelta y en cuclillas se volvi� a meter
mi verga. Con mis manos, separ� sus rodillas para que Andr�s viera de frente
como entraba mi verga en la vagina de Gloria. Ella tom� mi mano, la llev� a su
boca y comenz� a chupar mi dedo medio como si fuera otra verga. Mov�a la cadera
como nunca antes lo hab�a hecho. Un calor lleg� a mi cabeza y sent� como mi
esperma se estrell� dentro de su vagina. En cuanto Gloria sinti� mi venida,
tambi�n comenz� a venirse. Gir� su cara y se prendi� de mi boca, abraz�ndome y
bes�ndome apasionadamente, como siempre lo hace cuando tenemos sexo. As� qued�,
sentada sobre mi pubis, se levant� con varios hilos gruesos de espermas bajando
por sus piernas.

No dije nada, me qued� pensando en que si Andr�s habr�a visto
todo. En voz fuerte le dije a Gloria: Voy a abrir la ventana que hace mucho
calor. Desde la ventana llam� a Gloria dici�ndole en voz baja que notara las
trazas de l�quido viscoso en la pared y piso debajo de la ventana.

Gloria sonri� de manera muy p�cara y triunfante.

Durante los pr�ximos d�as no hubo oportunidad de intentar
algo con Andr�s. El jueves, Claudia nos inform� que terminando las actividades
del seminario, del d�a siguiente, saldr�a visitar a unos amigos en Barranquilla,
una ciudad cercana. Estar�a de regreso hasta el lunes. El s�bado nos despertamos
tarde y quedamos platicando en la cama, no escuchamos ning�n ruido en el
departamento por lo que dedujimos que Andr�s hab�a salido y estar�a regresando
por la tarde, tal como lo hab�a dicho el d�a anterior. Le pregunt� a Gloria si
estaba lista para ser cogida por Andr�s. Me contest� con otra pregunta:

Pude ver el brillo de excitaci�n de sus ojos. Su pregunta era
en realidad una afirmaci�n.

Gloria movi� la sabana de sus piernas abri�ndolas y me ense��
su concha mojada.

Aunque Andr�s era mi compa�ero de trabajo por varios a�os, yo
no ten�a la confianza suficiente como para hacer la propuesta directamente.
Gloria me dio algunas ideas:

Pensamos muchas de formas de c�mo hacer que Andr�s aceptara
participar con nosotros, no cre�mos que fuera tan dif�cil. Finalmente concluimos
que Gloria vestir�a muy sexy y a ver que se nos ocurr�a, a lo que respondi�:

Los dos re�mos en complicidad, parec�a que hab�amos
encontrado como envolverlo.

Ya avanzada, la tarde, Gloria y yo est�bamos muy nerviosos.
Nos ba�amos juntos y pude ver como las tetas de Gloria estaban erectas. Intent�
besar su pez�n y ella me detuvo diciendo que estaba muy sensible y cachonda, si
le tocaba algo no parar�a hasta tener su orgasmo. Al igual que yo, no hab�a
dejado de pensar en nuestro plan. Empezaba a oscurecer cuando Andr�s lleg�,
nosotros est�bamos en la sala viendo la televisi�n. Ven�a con cajas y bolsas de
diferentes tiendas comerciales.

Cuando Andr�s estuvo listo, Gloria y yo fingimos tener un
debate en la sala. Fuimos interrumpidos:

Gloria regres� con las piezas de lencer�a y las coloc� sobre
los sillones. Puso la pantimedia rosa y brassier tipo cors� sobre el sill�n m�s
grande, arreglados en orden. Sobre la mesa de centro, orden� el otro juego.

Gloria tom� la lencer�a y se coloc� detr�s de nosotros.

Andr�s no supo que decir, nuestros movimientos r�pidos no le
dieron chance de decir algo. Palideci� incr�dulo de que Gloria se estaba
desnudando a nuestra espalda y la ver�a con esa ropa puesta.

Desde la cocina pude observar a Andr�s sentado en el sill�n
como estatua, ni siquiera parpadeaba.

Dijo en voz baja, pero con suficiente volumen para que Andr�s
escuchara. Regres� con dos tragos y una botella de tequila, me sent� junto
Andr�s y le di su vaso. Lo bebi� de un sorbo, yo hice lo mismo, volv� a servir.
Gloria pidi� que cerr�ramos los ojos.

Gloria se solt� el pelo, y agit� su cabeza para alborotarlo,
cruz� ligeramente sus pies y levant� lo m�s que pudo sus brazos cruz�ndolos un
poco tambi�n. La pantimedia y el brassier eran como una segunda piel que
delineaba las curvaturas del cuerpo de Gloria. Sus pechos se ve�an imponentes,
mostrando orgullosos sus areolas y pezones erectos. La transparencia de la tela
no dejaba nada a la imaginaci�n, salvo que era menos transparente en la zona del
pubis y vulva, pero se notaba claramente su oscuro nido de amor. Gloria camin�
lentamente de un lado hacia otro, modelando su lencer�a. Andr�s segu�a
estupefacto, otra vez bebi� su tequila de un solo trago. Gloria trajo una silla
del comedor, la puso muy cerca de nosotros a escaso medio metro, se sent� frente
a nosotros con sus piernas cruzadas y sus manos en la cintura, haciendo su pecho
hacia delante para levantar sus frondosas tetas.

Andr�s no pod�a hablar. Lentamente Gloria separ� sus piernas,
hasta dejarlas en cada esquina de la silla. Pude observar como la pantimedia ya
tenia una peque�a zona mojada. Seguramente que Andr�s tambi�n lo not�. Gloria se
levant� y se sent� d�ndonos la espalda. Ten�a su abdomen en el respaldo de la
silla, descans� sus brazos sobre el respaldo y arque� su espalda. �Que b�rbara!
Sus nalgas y cintura semejaban una pera gigante, gir� su cara y ri� con
picard�a. Se sent� frente a nosotros nuevamente

Sin dar tiempo a discutir m�s, Gloria estir� sus manos
pos�ndolas sobre nuestros miembros y palp�ndolos para estimar su erecci�n.

Andr�s, no dijo nada, segu�a incr�dulo con su cara roja de
pena o excitaci�n.

Gloria, camino al �vestidor� improvisado detr�s del sill�n.
Andr�s apresur� otra copa y se dirigi� a m� hablando con dificultad.

Fuimos interrumpidos.

Gloria, vest�a la lencer�a blanca, camin� sobre las puntas de
sus pies de perfil hacia nosotros. �Se ve�a fenomenal! Sus tetas con los pezones
erectos se balaceaban al ritmo de sus pasos, gir� para quedar junto a la silla,
frente a nosotros, y nuevamente cruz� sus pies y sus brazos levant�ndolos. �Wow!
El liguero era diminuto, la tanga apenas y cubr�a un poco el pubis de Gloria,
pr�cticamente estaba desnuda frente a nosotros. Se sent� con las piernas
abiertas en la silla, tal como lo hab�a hecho anteriormente, despu�s, se puso de
pie, y nos dio la espalda, el tirante posterior de la tanga dejaba sus gl�teos
completamente descubiertos. Se agach� y coloc� sus manos en el respaldo de la
silla, permiti�ndonos apreciar como el tirante de la tanga apenas cubr�a su ano
y su vagina. Con movimientos muy lentos, abri� sus piernas, arque� su espalda y
levant� su cola lo m�s que pudo mientras se sentaba en la silla. Nos dio una
vista maravillosa de sus partes �ntimas. Volti� su rostro a nosotros cuando
termin� de sentarse, bes� la palma de su mano y le sopl� para lanzarnos el beso.
Comenz� a balancear su cadera hacia delante y atr�s, tratando de mostrarnos cada
vez m�s su sexo. La parte de la tanga que cubr�a su vagina y los pelos alrededor
estaban muy mojados. Pens� que Gloria estar�a igual o m�s caliente que yo. Se
volti� sent�ndose con las piernas abiertas nuevamente, sostuvo en cada mano una
de sus tetas y las subi� hacia su boca para tratar de pasar su lengua sobre sus
pezones. Mi verga estaba que romp�a mi pantal�n para liberarse. Finalmente,
alcanz� una teta e hizo varios c�rculos con su lengua sobre la areola y pez�n.

Desabroch� mi cintur�n y cierre del pantal�n mostr�ndole mi
verga completamente parada, ya no la pod�a tener aprisionada.

Gloria abri� sus piernas, se�alando lo mojado de la tanga.
Luego hizo a un lado la tanga para mostrarnos descaradamente su sexo, separ� con
sus dedos los pelos que cubr�an su entrada y nos ense�o sus labios vaginales muy
inflamados con el cl�toris erecto. Todo su sexo se ve�a rojo y brilloso con
mucho liquido. �Que caliente estaba Gloria!

Andr�s, no sab�a que decir, le sorprendi� que Gloria le
pidiera eso.

Gloria se hinc� frente a Andr�s, con cuidado y suavidad baj�
el cierre de su pantal�n, meti� su mano y la sac� con la verga en ella. Andr�s
ten�a un miembro de tama�o casi igual al m�o. Cuando Gloria lo solt�, para ver
su erecci�n, la verga cay� fl�cida sobre la pierna de Andr�s.

Gloria tom� la verga de Andr�s y la comenz� a acariciar muy
lento. �l se recarg� en el sill�n, cerr� sus ojos y abri� sus piernas, dej�ndose
hacer. Gloria ve�a como la verga crec�a y crec�a conforme la acariciaba. �Que
grande se puso! � dijo Gloria al momento que la tom� para masturbarla. La verga
de Gabriel alcanz� su erecci�n m�xima, fue imposible no compararla con la m�a,
de plano era m�s grande. Unos momentos despu�s, Gloria cambio de mano y se movi�
ligeramente para poder alcanzar mi verga tambi�n. Mir� el rostro de Gloria,
reconoc� esos gestos que hace cuando esta muy caliente. Pens� que faltar�a poco
para que la estuvi�ramos cogiendo Andr�s y yo. Mientras nos masturbaba, nos
pidi� bajarnos los pantalones. Yo lo hice de inmediato, pero Andr�s segu�a con
los ojos cerrados, gozando de la mano de Gloria. Al parecer no oy� la petici�n
de Gloria, por lo que ella le dijo:

En efecto, Andr�s ten�a unos test�culos de tama�o inusual, su
verga era grande, pero sus bolas mucho m�s. Gloria contin�o bajando los
pantalones de Andr�s hasta los tobillos. Gloria separ� las piernas de Andr�s,
pero al ver que los pantalones imped�an abrirlas completamente, le quit� los
zapatos, pantalones y truza. Yo tambi�n me quit� la ropa.

Andr�s obedeci� sin chistar. Gloria contin�o masturb�ndolo
con una mano, mientras con la otra acariciaba los cojones.

Puso un test�culo en cada una de sus manos, intentando saber
qu� tan pesados eran, apenas y cab�an en las peque�as manos de Gloria. Apret�
suavemente los huevos. Mir� la verga de Andr�s tan cerca a su cara que por
instinto dirigi� su boca hacia la verga. Abri� su boca y justo antes de
met�rsela, se detuvo y me mir�. Andr�s levant� su camisa para ver la acci�n de
Gloria. Al verla con la boca abierta casi con la cabeza de su verga adentro,
movi� su cadera hacia delante diciendo:

Andr�s record� la forma como Gloria mama la verga. Ella la
empez� a mamar sin soltar los test�culos. Levant� la vergota hacia el abdomen de
Andr�s, le bes� y lami� los huevos, con su lengua recorri� todo lo largo de palo
varias veces, desde abajo hasta arriba, terminando con un beso en la cabeza.
Contin�o chap�ndole el palo, en cada mamada Gloria se introduc�a un poco m�s,
volvi� a mirarme y al darse cuenta que yo me masturbaba, agarr� mi verga. Eso
era lo que yo quer�a, ver a mi esposa dando placer y gozando a dos vergas. Unos
momentos despu�s se cambio a mamar mi palo, masturbando a Andr�s. Proced� a
quitarme la camisa, al igual que Andr�s. Nos acercamos para que Gloria
intercambiara las vergas f�cilmente. Gloria parec�a ni�a con juguetes nuevos,
mam�ndolas alternadamente.

Estir� mi brazo para tomar una de las tetas de Gloria, Andr�s
tom� la otra. Gloria se levant� diciendo: -�H�ganme lo que quieran! Nos pusimos
a besarle las tetas y acariciarle su cuerpo. La mano de Gabriel se fue
directamente a su concha, sob�ndole y tratando de meter su dedo. Gloria abri�
m�s sus piernas cuando sinti� que el dedo de Gabriel buscaba su vagina e hizo a
un lado la tanga. Yo tambi�n mov� mi mano para acariciar su concha, pero sent�
como Gabriel ya ten�a su dedo dentro de ella. Presion� sobre la mano de Gabriel
para que el dedo se fuera m�s adentro. Gloria gem�a y suspiraba demostrando como
le gustaba la dedeada que Gabriel le daba. Estaba tan caliente, que con esto
alcanz� su primer orgasmo. Sus gemidos aumentaron indicando que se segu�a
viniendo. Movi� y gir� su cadera, poniendo sus manos sobre las nuestras para que
no se saliera el dedo. Su orgasmo fue muy fuerte, grit� en medio de su venida.
Despu�s Gloria retir� nuestras manos, se quit� la tanga y se hinc� en el sill�n,
dejando una rodilla en el asiento y subi� la otra rodilla al respaldo del
sill�n, qued� de frente a m�. - �Ven Gabriel que quiero mam�rtela! Tu Andr�s,
hazme lo que quieras. � Nos dijo. Gloria se agach�, levantando su cola, dejando
a Andr�s la opci�n de comerle su concha o meterle la verga. Ella se agach� a
mamar mi palo. Andr�s, se masturb� la reata prepar�ndola para penetrar a esa
caliente mujer. Con una mano le abri� su sexo y creo que al mirarlo, lo vio tan
sabroso que desisti� en meterle la verga. Separ� las nalgas de Gloria y le
empez� a comer la concha. Yo pod�a ver como la lengua de Gabriel recorr�a el
sexo de Gloria, desde abajo hasta terminar con su ano. Gabriel se peg� tanto a
las nalgas, que apenas pod�a respirar. Gloria se sac� mi verga de la boca para
decir mientras volteaba hacia Andr�s: - �Qu� me estas metiendo? Se dio cuenta
que era la lengua de Andr�s lo que tenia dentro de la vagina. - �No la saques
por favor! �C�meme hasta adentro! �As�, as�! Nuevamente Gloria estaba
vociferando mientras sub�a y bajaba su espalda restregando su sexo en la cara de
Andr�s. Otro orgasmo se hizo presente en ella. Cuando termin�, aun segu�a
caliente. � M�teme tu vergota Andr�s! �M�temela por favor! �Quiero saber que se
siente tener ese animalote adentro! Andr�s se incorpor�, separ� nuevamente las
nalgas penetrando lento la vagina de Gloria. Por el tama�o de la verga, hubo un
poco de dificultad para meterla. Andr�s tuvo que dar algunos empujones fuertes
para que su verga entrara. Gloria se puso con ambas rodillas en el sill�n, en
posici�n de perrito. Gloria se olvid� de mi verga y se detuvo de mi cintura para
resistir los embates de Andr�s, quien poco a poco, la fue metiendo hasta que
entr� toda. Andr�s comenz� a meter y sacar su verga. Casi sal�a toda la verga y
la volv�a a meter con fuerza. Esto hacia que en cada metida, sus grandes huevos
se estrellaran contra el cl�toris de Gloria. Ella daba peque�os gritos de placer
y comenz� hablar gesticulando por el placer sentido. -�As�, as�! �Duro, p�game
duro con tus huevotes! �As�, as�! �Me voy a venir otra vez! Gloria dej� de
hablar, porque se meti� mi verga en su boca. Gloria se mov�a much�simo,
disfrutando la cogida y la mamada. Yo me sent� de una manera incre�ble, por fin
el deseo de ver a mi mujer gozando con dos vergas se hab�a cumplido. Ella ped�a
m�s. �As�, as�! �H�ganme lo que quieran! Gabriel dej� caer saliva sobre el ano
de Gloria y poco a poco fue introduciendo un dedo. Gloria nunca me hab�a
permitido que yo le penetrara el ano, pero ese d�a era diferente, estaba tan
caliente que su mente estaba perdida por la cogida que le est�bamos dando. Ahora
el dedo de Andr�s entraba y sal�a del ano de f�cilmente. Gloria habl� otra vez:
�Deja tu verga hasta dentro por favor! �Quiero frotar tus huevos contra mi
cl�toris! Andr�s obedeci�, tampoco sac� el dedo del ano, ella pas� su mano entre
sus piernas y hac�a movimientos que indicaban que estaba frotando en su vulva
los test�culos de Andr�s. Gloria cerr� sus ojos y su rostro figur� muecas de
placer nunca vistas en ella. Se detuvo de mi cintura para gemir y gritar por el
nuevo orgasmo, estaba hecha una mujer lujuriosa. �M�s! �Quiero m�s, cabrones!
�Denme m�s! Gloria se sent� en la orilla del sill�n y abri� sus piernas.
-�C�geme Gabriel! Obedec�, puse una pierna sobre mi hombro y le met� mi verga.
Andr�s se sent� junto a Gloria con su verga mirando al techo. Tan pronto lo
sinti� cerca, ella estir� su mano para agarrarle la verga. Gloria cerr� los
ojos, mov�a lentamente su cabeza de un lado hacia otro, suspirando
profundamente. Abri� los ojos, mir� como mi verga entraba en su concha y como su
mano recorr�a toda la verga de Andr�s. Volvi� a cerrar los ojos.

Andr�s tom� suavemente la cabeza de Gloria y la jal� hacia su
verga, indic�ndole que quer�a que la mamara. Gloria volvi� a masturb�ndole y
mamarle acariciando sus test�culos. Poco tiempo despu�s, se dirigi� a m�: -Te
voy a dar lo que siempre has querido! Se levant� y mont� la verga de Gabriel
levantando su cola, hizo su cuerpo hacia delante, pegando sus senos al pecho de
Andr�s, separ� con las manos sus nalgas y me orden� en tono suplicante: �M�tela
Gabriel! �Quiero sentirlos a los dos dentro de m�! No lo pod�a yo creer. Nunca
me hab�a dejado penetrar su ano y ahora me lo imploraba. Acomod� mi verga en la
entrada de su culo e intente met�rsela. A pesar que Andr�s le hab�a metido un
dedo, su orificio no estaba relajado lo suficiente para que pasara mi palo con
facilidad. Tuve que poner mas fuerza y casi entr� la cabeza, lo que cual hizo
gritar a Gloria.

Le puse saliva, como Andr�s lo hab�a hecho, y volv� a
empujar, la cabeza pas� y el resto de mi palo entr� sin dificultad. Cuando
Gloria la tuvo toda adentro, dio otro peque�o grito, mezcla de dolor y placer.

Gloria estir� sus brazos para apoyarse en el respaldo del
sill�n, yo sub� mis pies al sill�n para poder meterle toda mi verga por el ano,
Andr�s la tom� de la cintura y guiaba los movimientos de la cadera de Gloria.
Los dos comenzamos a meter y sacar la verga, produci�ndonos una sensaci�n
chingona, pod�a sentir como mi verga se juntaba con la de Andr�s para recorrer
los canales de Gloria, para luego salir juntas. As� estuvimos unos momentos,
despu�s, puse mis manos sobre la cintura de Gloria con cuidado, para no
interferir con el movimiento de Andr�s y me acerqu� a besar la nuca y cuello de
Gloria, pude ver que Andr�s ten�a metida en la boca una teta de ella. Gloria
gem�a, gritaba y vociferaba. Le puse mi dedo en su boca y lo comenz� a chupar.
Ah� en su oido le dije en voz baja: - �Te gustar�a tener otra verga en la boca?
Gloria cerr� sus ojos y movi� su cabeza asentando y chup� con m�s fuerza mi
dedo. En poco tiempo comenz� a gemir y su cuerpo a temblar, por el orgasmo que
le llegaba. Yo sent�a como su ano apretaba mi verga y como las contracciones de
su vagina, llegaban por el lado inferir de mi palo. Mov� mi cadera rapid�simo
porque las sensaciones por debajo de la cabeza de mi verga eran algo
indescriptible. Esto hizo gritar a Gloria:

No se, si Andr�s se vino primero o fui yo. No lo se, ni me
import�. Solo o� una especie de ronquidos que Andr�s hac�a, los cuales se
mezclaron con mis exclamaciones y las de Gloria, nos est�bamos viniendo los tres
al mismo tiempo. Por mi lado, goc� como nunca esa eyaculaci�n. La sensibilidad
de mi verga estaba muy aumentada, sent� claramente como los espermas llegaban a
mi verga y sal�an en grandes chisguetes. Tambi�n me di cuenta que tir� m�s leche
de la que normalmente aviento. Terminada mi eyaculaci�n, me recost� en el
sill�n, seguido por Gloria, a quien le sal�a mucho semen de Andr�s por su vagina
y le escurr�a por sus muslos. Andr�s qued� en la misma posici�n que estaba, pero
ten�a la verga parada todav�a, como si no se hubiera venido.

Gloria se desliz� sobre el sill�n y tom� la verga con la
mano, estaba muy resbalosa por los espermas que hab�a aventado, esto facilit�
que Gloria pudiera mover su mano rapid�simo. Andr�s apret� su mand�bula y
levant� su cadera, en eso, Gloria se meti� la cabeza de la verga en la boca, sin
dejar de masturbarle. Repentinamente Gloria comenz� a toser y escupi� una gran
cantidad de espermas de Andr�s.

Dec�a Andr�s, cuyo palo segu�a aventando leche. Gloria agarr�
la verga con las dos manos y continu� masturb�ndole hasta que se ya no tir� m�s
mocos. Una gota gruesa de espermas qued� en la cabeza de la verga, Gloria trat�
de levantar la gota con la lengua, y despu�s pas� su lengua por la cabeza de la
verga lami�ndola varias veces. Movi� su lengua muy r�pido en la base de la
cabeza y se la introdujo en la boca para succionar y sacarle m�s espermas. Todo
el cuerpo de Gloria se sacudi� levemente, ella intent� meterse toda la verga en
la boca, lo cual consigui� porque �sta ya se encontraba fl�cida. Gloria agit� su
cabeza, con la verga adentro, acarici�ndole los test�culos a Andr�s. Unos
momentos m�s tarde, fue a recostarse junto a m�.

Andr�s se dirigi� a nosotros diciendo que ir�a a dormir. Le
dimos las buenas noches, �l hizo su cuerpo hacia nosotros, levant� una pierna de
Gloria y le dio un beso muy fuerte en su sexo.

Me mir�, como preguntando �Ahora que? Le dije: No te
preocupes, no pas� nada. Somos adultos de amplio criterio.

�l se retir�, ella y yo descansamos un poco en el sill�n.
Gloria rompi� el silencio:

Terminamos nuestro seminario en Cartagena y aprovechamos para
conocer otros lugares. Andr�s regres� a M�xico, Claudia se uni� a nosotros.
Estuvimos diez d�as m�s en Colombia, lo que pas� con Claudia, eso lo contaremos
en otro relato.

P.D. Gracias a Gabriel y Gloria por su aportaci�n. Cali