FUEGOS ARTIFICIALES
"No temer� al miedo. El miedo mata la
mente.
El miedo es la peque�a muerte que conduce
a la destrucci�n total.
Afrontar� mi miedo. Permitir� que pase sobre
m� y a trav�s de m�.
Y cuando haya pasado, girar� mi ojo interior
para escrutar su camino.
All� donde haya pasado el miedo ya no habr�
nada. Solo quedar� yo".
Letan�a contra el miedo de las Bene Gesserit.
Frank Herbet-Dune.
Me llamo Lucia, tengo 33 a�os, 172 CMS, soy soltera,
funcionaria, cara graciosa m�s que bella, melenita corta y morena, pechos firmes
de tama�o normal y bastante culona, cosa que me acompleja. Estoy un poco salida,
la verdad sea dicha, aunque mis amigas dicen que un mont�n y que soy una... . Si
quer�is saber m�s os remito a:"La licencia", relato de mi amiga Carmen, que es
quien me publica a m� bajo su identificaci�n de Cal�ndula. Yo les discuto
diciendo que soy llana y franca, en cambio ellas, como la mayor�a de la gente,
se callan y luego son peores que una. A las pruebas me remito del citado relato.
Esta ocasi�n que os cuento, tendr� que admitir no obstante, que me pas� un poco,
o mejor lo juzg�is vosotras / os. Solo espero que en el trabajo nadie nos
relacione con los nombres falsos que damos, pues Carmen le recomienda
.com a todo el mundo.
I
Suelo veranear en un pueblo sin playa de Valencia, cuyas
fiestas son en agosto. Paso all� un par de semanas todos los a�os y echo una
mano a mi hermano con los ni�os. Procuro hacer coincidir estas vacaciones con
las citadas fiestas patronales. Me quedo pues en el chalet de mi hermano Jorge
junto con su mujer (que es oriunda del pueblo), sus dos hijos menores de 5 y 7
a�os, y alg�n que otro sobrino adolescente que viene tambi�n a las fiestas.
Uno de los principales atractivos de las fiestas patronales
son sus fuegos artificiales que tienen lugar como m�nimo 3 noches.
El verano del 2001 fueron sin duda los mejores fuegos que he
vivido: Que colorido, que variedad, que sudores, que fuego,�vaya cohete el de mi
sobrinito!.
Sin m�s pre�mbulos los hechos fueron as�.
En 3 ventanas de las habitaciones superiores del chalet, se
hab�an juntado la 1� noche de los fuegos alrededor de 16 personas entre mi
hermano, su mujer, sus hijos, otros sobrinos y alguno m�s que no s� que leches
pintaba all�. Los cr�os se arremolinaban, queriendo subirse a sillas los m�s
peque�os, tratando de asomar la cabeza los m�s mayores y sujetando los adultos a
aquellos para evitar una desgracia.
El juego para los m�s peque�os era soltar una exclamaci�n:
�Oooohhh! Cada vez que explotaba un cohete y aumentar el grito cuanto m�s grande
era la explosi�n. �OOOOHHH!.
Asomada a la ventana sujetaba por detr�s a dos peque�os en
una silla. Recostada sobre mi espalda pod�a sentir a Ana (sobrina de mi cu�ada)
que asomaba su cabeza, para tener mejor visi�n, por encima de mi hombro
izquierdo( a su edad es ya m�s alta que yo y con mejor tipo �que asco de
ni�as!�C�mo se alimentan hoy d�a co�o!). Sus pechos grandes y duros me
aplastaban la espalda y el brazo. ��Pero ser� posible?!.Las tetas tambi�n las
tiene mejor que yo-pens�-. �Bueno no !. Son demasiado grandes, mientras que las
m�as son ideales, ah� te gano �ni�ata!. Su mano derecha me sujetaba la cintura.
�Oooohhh! Segu�amos todos a coro.
As� se suced�an las cosas, y algunos cambiaban de ventana
tratando de encontrar mejor visi�n. De pronto noto que la mano de Ana est� algo
m�s abajo de la cintura, en mi culo m�s bien. No le di ninguna importancia (
�qui�n se iba a imaginar que una sobrina de 20 a�itos estaba disimuladamente
meti�ndole mano a su t�a? ).Minutos despu�s de cambiar varias veces la mano de
sitio pero siempre en mis generosas posaderas se despeg� de m�. Sin embargo al
momento volvi� con m�s presi�n sobre mi espalda. Ten�a la impresi�n de que cada
vez me apretaba m�s el gl�teo con su mano y que incluso me estaba acariciando. �
Estar�a yo equivocada?.Para nada, ahora estaba claro. Me estaba metiendo mano.
Nunca me hab�an atra�do las mujeres ( hasta entonces), as� pues estaba inc�moda
y para nada excitada.
De pronto mis sentimientos cambiaron: o estaba borracha o la
otra nalga me la estaban presionando con algo duro. All� hab�a un misterio por
resolver. Claro �pens�- ya lo resolv�: se le han ca�do las tetas a la
entrepierna y me presiona con ellas, porque no noto bultos en mi espalda y s� en
mi trasero. Si la hip�tesis no os parece convincente, a m� tampoco me lo
pareci�, as� que.... Volv� la cabeza y le vi: All� estaba Mario, y no Ana como
yo pensaba. Como quien no quiere la cosa, miraba al cielo al tiempo que se
restregaba contra m�.
-�Oooohhh!
Y � quien era Mario?. Pues otro sobrino. Este de mi concu�ada
Mamen y primo de Ana, 18 a�itos, guapo hasta reventar desde el �ltimo estir�n
que dio, morenazo, 182 CMS, caradura ( por lo que estaba viendo, ya que yo le
hab�a considerado hasta ahora un t�mido y apocado). Lo que me presionaba el
trasero sin embargo, era cualquier cosa menos A-POCA-DA. Al ir vestida
con un pantal�n de fina tela de hilo, a rayas verticales verdes y amarillas, que
me calza como un guante, al ir vestida con una braguita peque�a, el contacto era
m�ximo. �l lo ten�a que estar disfrutando y a m� se me encendi� la p�lvora en
las venas. Pero, �qu� pod�a hacer? Echarme m�s adelante no, so pena de aplastar
a los peque�os Rub�n y Carlitos, adem�s solo hubiera servido para empinar m�s el
culo, al estar la silla contra mis rodillas. Salir huyendo s�, pero disimulando
como si no pasara nada, para no dar un espect�culo y luego ya le cantar�a las
cuarenta.
�Oooohhh!
As� segu� un minuto con la intenci�n de retirarme, pero de
s�bito comenz� a hablarme:
-�te gustan los fuegos , t�a?
-��Eh?!. -No reaccionaba-.... s�, son muy bonitos.
-A m� me resulta un espect�culo fascinante. C�mo sube una
d�bil luz que parece poca cosa, que no parece dar� para tanto, o que se apagar�
antes de su cometido. Pero termina en un final explosivo que te sorprende porque
no esperabas algo as�. Y es que las cosas hay que verlas y probarlas para que te
sorprendan.
Yo si que estaba sorprendida. Y no solo por sus palabras ya
de por s� atrevidas y cre�das, sino por su tono de voz, el cual aunque no os lo
puedo transmitir, os aseguro que era de los m�s seductores que he o�do. El muy
cabr�n hablaba con su tono grave y bajando progresivamente la voz.�Dios m�o!, me
hab�a mojado toda solo con o�rle. Pero es que adem�s continuaba con su mano en
mi trasero. �Que escalofr�os! �qu� temblor de piernas!. No sab�a como
reaccionar, estaba paralizada. Era un ni�o, era pr�cticamente mi sobrino. Era un
jeta que me estaba metiendo mano sin m�s. Sin mi consentimiento � qu� hostias �.
�Que gusto !. Me di cuenta de que estaba fuera de control, un poco asustada. Y
desde hacia tiempo hab�a aprendido a controlar las situaciones y mis emociones.
As� que recurr� a mi viejo truco de las brujas Bene Gesserit : " no temer� al
miedo. El miedo mata la mente, El miedo es la peque�a..."Es una letan�a contra
el miedo, de una novela de Frank Herbet. que siempre me dio muy buen resultado
desde que la le� cuando ten�a 13 a�os.
Recapitul� mis pensamientos: ya no era tan ni�o, lo que ten�a
entre las piernas no parec�a que fuera un troncho sino una estaca, y no hab�a
consanguinidad, as� que no era mi sobrino(ya puestas me hubiera dado igual).
�bamos a ver quien met�a mano a quien y ver�amos quien seduc�a a quien. Jugaba a
adulto, pues �bamos a jugar.
-�Oooohhh! Segu�an a coro los ni�os.
Al encontrarnos en el extremo izquierdo de la ventana y ser
los que est�bamos m�s atr�s (los cohetes explosionaban hacia el lado derecho),
nadie pod�a vernos. Siempre y cuando no se volvieran claro est�. Por un momento
dej� mi culo e introdujo sus manos bajo mi blusa. Una por delante acariciaba mi
tripa y sub�a peligrosamente a por mi pecho y la otra mientras tanto acariciaba
la espalda con primor (el chico ten�a escuela �la verdad!, ten�a que haber dado
m�s de un estacazo por ah�).Me estaba encantando y pod�a haberle dejado hacer un
poco m�s pero pas� a la acci�n.
-�Cu�les os gustan m�s ni�os ?-pregunt� al tiempo que
sacaba culo y lo mov�a para restregarme m�s.
-las tracas..., a m� las bombas,... a m� los gusanitos que
caen despacito.
Me dijo al o�do: " a m� los cohetes bien gordos".�Qu�
obvio no?, �Vaya alarde de imaginaci�n la de sus dos neuronas!. Entonces me
acerc� ambas manos a los pechos por debajo de mi blusa y comenz� a amas�rmelos
por encima del sujetador y a pellizcarme los pezones. Estaba en la gloria, y
mojadita como una esponja, cuando avanc� mis dos manos hacia atr�s y comenc� a
sobarle el paquete por encima del pantal�n. Volv� la cabeza un momento hacia
atr�s y estaba con cara de triunfador y de seguridad total en s� mismo. Segu�
as� un rato y �l me meti� una mano por debajo de las piernas frot�ndome la vulva
por encima del pantal�n. Le desabroch� los botones de la bragueta y metiendo la
mano bajo el slip saque el miembro (ansioso por decir aqu� estoy yo), con
maestr�a. M�s que un miembro parec�a toda una junta de representantes. Pero
probad a hacerlo con las manos a la espalda como yo, y ver�is que no es tan
f�cil. Me lam� las manos y comenc� a masturbarle lentamente y a jugar con la
punta de su pene entre mis dedos. Estaba como un toro y perd�a liquido
preseminal que yo usaba para masturbarle. �l se separ� un poco, para que yo
pudiera manejar mejor, y se limitaba a acariciar mi trasero. M�s tarde me
comentar�a que lo que tanto me acompleja a m�, a �l le perd�a.
-�Oooohhh! Clam�bamos todos a coro, excepto Mario que ya no
ve�a nada m�s que por su poya. Empec� a aumentar el ritmo (siempre de espaldas a
�l) y con la otra mano le acariciaba los huevos. Estaba feliz como un beb� con
su chupete con az�car. Pero �hasta donde querr�a llegar el pipiolo? �Pensar�a en
correrse encima de m�?. Solo le faltaba saludar al tendido y en plan torero
proclamar: va por ustedes. Por mi parte estaba m�s salida que la punta de una
plancha, pero mi intenci�n no era precisamente dejarle que me pusiera perdida,
sino que pagara su prepotencia. Atenta como estaba a todo lo que pasaba
alrededor, enseguida me di cuenta de que se vendr�a encima de m�. Avis� a
Ernesto de que sujetara a los peque�os porque me iba a la cocina a beber agua .
As� que en el preciso momento en que una gran explosi�n iluminaba el cielo
acompa�ada de un tremendo �OOOHHHH! Apret� los huevos de Mario con fuerza para
que nos acompa�ara en el coro con un horripilante �AAAAAGGHHH! Que asust�
a Dr�cula. Los ni�os se volvieron atemorizados para ver la cara de idiota que
pon�a. Tratando de disimular con una mueca, que pretend�a ser una sonrisa, se
tapaba como pod�a. Carlitos se echo a llorar. "�Que le hab�is hecho al ni�o?"
Se oy� decir en otro cuarto."Es que Mario le ha asustado,... pareces
idiota Mario". "Era una broma", dec�a mientras me buscaba con una
mirada feroz de mala hostia. Pero yo ya abandonaba la habitaci�n con direcci�n a
un aseo de la planta baja. Al pasar por el pasillo vi que Ana me miraba con cara
interrogante. Me refugi� en el ba�o donde me refresque la cara y sentada sobre
la tapa del retrete termin� el juego de los suspiros al ritmo de los
cohetes.�Aaahh! Gem�a con dos dedos en mi co�ito, una pierna sobre la ba�era
para encontrar la postura y otros dos dedos, que previamente hab�a chupado para
degustar el semen de Mario todav�a presente en ellos, atacando mi cl�toris. No
tard� en explotar y relajarme. �Jodido ni�o cabr�n!,�C�mo me hab�a puesto!�Que
gusto me hab�a dado!.
Cuando sal�, los fuegos hab�an terminado y no hab�a rastro de
Mario por ning�n lado, �pero tampoco de Ana!.
II
Aqu�lla noche sal� con unas amigas a tomar unas copas. Iba
como en una nube y me notaron que estaba un poco ida. Al pasar por delante de un
bar vi que en una mesa de la terraza estaba Mario con sus amigos. Pas� al lado
de �l, pero al estar de espaldas a m�, no me ve�a.
Hablaban (de que iban a hablar si no) de f�tbol, mientras
com�an como cerdos, patatas fritas y carne, con las manos. La conversaci�n era
de esta guisa:
-han perdido porque el tridente defensivo (�sabe Dios que
ser� eso!) No ha funcionado.
-el carrilero era mal�simo.
Son sorprendentes estos hombres �pens�- no saben lo que es el
cuchillo y tenedor y saben lo que es un tridente .Quise castigarle un poco m�s.
-�Vaya chicos, que manera de comer!. �Os gustaron los
fuegos?, A Mario le han encantado , �verdad Mario?,Sobre todo el final.
Me mir� con tal cara de cordero degollado que debo reconocer
me dio pena.
-�Ale! A pasarlo bien.-Y continu� adelante con mis
amigos. Pero todav�a o� decir detr�s de m�:
-� Que le pasa a tu t�a?, Est� un poco rara, �no?.
-A tu t�a s� que le daba yo tridente en ese culazo que tiene,
pero ofensivo, Ja Ja. -Eran de un gracioso que me parto, �pero por qu� no
pueden dejar en paz a mi culito?, Que no le ha hecho mal a nadie-.
�As� concluy� esa noche?, Eso cre�a yo, pero al acostarme no
pude evitar triscarme de risa pensando en lo sucedido. Me dio un poco de pena y
me sent� un poco cruel, pero al mismo tiempo caliente y hube de enfriarme de
nuevo batiendo mi almejita con los dedos. As� me qued� profundamente dormida.
III
Al d�a siguiente, tras desayunar, me fui a la piscina del
pueblo a pasar un d�a de sol. Me puse mi bikini, una faldita, camiseta, la bolsa
con los b�rtulos y lista.
Estaba all� con dos conocidos tomando el sol y ba��ndome,
cuando a eso de las 12.30 h. lleg� Mario acompa�ado de su prima Ana, con quien
se lleva muy bien y tienen mucha relaci�n. Yo tambi�n me llevaba muy bien con
Ana a pesar de la diferencia de edad, pues hab�a una cierta complicidad entre
nosotras a pesar de mis celos hacia su f�sico. Y en m�s de una ocasi�n hab�a
dormido conmigo, cuando los visitantes eran demasiados en fiestas y no hab�a
cama para todos. Pero la llegada de ellos era ciertamente inusual porque se
acuestan de madrugada y caso de ir a la piscina era por la tarde, que es cuando
se llena de Pepsicolos. Normalmente se hubieran puesto a mi lado, pero me
pareci� que ella le animaba a venir y �l se negaba. Optaron por quedarse a unos
20 m debajo de otra sombra. Ana me salud� desde all�.
Rato despu�s me daba yo un ba�o, cuando al salir del agua por
la escalera, veo que est� a pocos metros mir�ndome el culo ensimismado y con
cara de lelo. Ya he contado lo de mis caderas, y las que padec�is el mismo
problema sab�is de que hablo y de lo dif�cil que es encontrar ropa de nuestra
talla que nos quede bien. Por lo que termino casi siempre con bikinis de
braguita peque�a que me muestran todo el trasero en cuanto me descuido. Ese era
precisamente el caso al subir la escalera, le mostraba el culazo en casi todo su
esplendor.
-Mario hijo. � No has tenido bastante?. Enrojeci� y bajo
la cabeza como un toro noble. Yo volv� a la toalla y me tumb� cuando mis amigos
se levantaban, para ir a tomar algo a la cafeter�a, dej�ndome sola. No me hab�a
secado del todo bocabajo cuando oigo la voz de Ana diciendo:" Vamos vamos sin
miedo, hazme caso".
Apareci� a mi lado Mario, sent�ndose a una distancia
prudencial de 70 CMS. Ven�a con dos helados " s�ndwich" de Frigo, que son mi
perdici�n. Me ofreci� uno balbuceando "ti...ti...t�a yo ... quer�a hablar
contigo".
-� Ser�s capaz sin usar las manos?. Y volvi� a bajar la
vista, pareci�ndome que se le iban a saltar las l�grimas. Ante lo cual me puse
tierna y desist� de martirizarle.
-Cu�ntame �qu� pasa? O �qu� te pas�? Y muchas gracias por el
helado, es mi preferido.
-Ya lo s�.
-Veo que te fijas mucho en m� �ltimamente
-Luc�a es que t� me vuelves loco, perdona que te lo diga si
te molesta, pero es as�. Me pareces muy guapa, simp�tica e interesante.-�Ale
todo eso as�, de corrido y sin complejos!, �Vaya disculpa! pens�, pero ya no
cab�a en la toalla de gorda que me hab�a puesto. �ltimamente no me dec�an ning�n
piropo-. Y adem�s...(se call�).
-�Adem�s qu�?
-Pues que tu trasero me vuelve loco y...
-Pero Mario, vamos a ver- dije en plan did�ctico- t� tienes
18 a�os y yo 33 (como s� eso impidiera algo pens�, pero �qu� le iba a
contar?).
-Para m� el amor no tiene edad.
-Mario cielo, no digas frases manidas que hayas o�do por ah�.
Pareces un ni�o. No ves que lo que te conviene es una chica de tu edad...
-Si no quieres que me comporte como un ni�o, no me trates
como a tal.
-Touche�, (o como diablos se escriba, que yo era de
ingl�s, �Carmen luego me lo corriges si est� mal escrito!).Perd�name t� a m�
ahora. Vamos a hablar en serio. Mario, el que yo te atraiga, convendr�s conmigo
que no te justifica para abordarme como lo hiciste.
-S�, s�, es cierto y te pido perd�n por ello otra vez.
- Piensa que hay chicas m�s guapas que yo y de mejor tipo que
seguro no te ponen reparos como yo.
-T� eres la mujer m�s voluptuosa que he conocido y me callo,
no digo m�s no sea que te enfades-�No era un encanto de chico?,me hab�a
subido la moral y la l�bido a las nubes en un momento- .Perd�name.
-Vale, no insistas. Est� bien as�. Vamos a olvidarlo y no ha
pasado nada.
-Pero, es que hubo una raz�n.
-� y cual? Si se pude saber.
-Los dos �ltimos d�as en la piscina, cuando estabas tumbada
en la toalla, me parec�a que me provocabas abriendo y cerrando las piernas y
coloc�ndote una y otra vez la braguita.
-Pero Mario yo no hago eso a prop�sito. -Dije poni�ndome
colorada de pensar que hab�a calentado al chico sin querer-.
-Ya lo s�. Me lo dejaste muy claro anoche con el cohete. Pero
en esos momentos mi imaginaci�n y mis deseos me dec�an otra cosa. Me he
comportado como un adolescente est�pido. Ayer a �ltima hora yo te miraba y cre�a
que t� te hab�as dado cuenta. Cuando te pusiste a colocarte el bikini, lo que
lograste es ense�arme todo. Pens� entonces que te gustaba y que me lo ense�abas
adrede.�Que verg�enza y complejo de culpa me entr�, pero lo que contaba era
verdad. Ana fue quien me avis� nerviosa: " que me est�s ense�ando el chichi-
como ella dice-, me vas a poner tierna"-. M�s tarde...
-Pero �hay m�s?.- Dios m�o que hab�a hecho yo con este
chico, no me extra�aba que hubiera pensando aquello-.
-S�. Cuando te ibas, te quitaste la braguita del bikini con
la falda puesta y te pusiste otra limpia. Al sub�rtela se te alz� un poco la
falda y de nuevo pens� que te me estabas insinuando ense��ndome el...
�Con lo que me gusta!.
-Mario. Te juro que ...
-Ya ya, ya lo s� pero es que cre�a lo que quer�a creer.
-Vamos a dejarlo aqu�. No pens� que algo as� pudiera estar
ocurriendo. No sab�a que te pon�as as� conmigo. Disculpas aceptadas. Ven dame
dos besos.�Anda!.- Le cog� la cabeza con ambas manos y le di un beso en cada
mejilla (encantada y orgullosa de m� misma por causar semejantes pasiones en un
adolescente) y un tercero en los labios (solo un piquito, no soy tan mala y no
quer�a confundirle m�s). Esta noche te espero de nuevo en los fuegos como dos
adultos,�vale?.(Que estupidez como si no follaran los adultos).
-Vale.
Ah� se qued� la cosa, y mejor, porque con sus explicaciones
me hab�a puesto caliente de nuevo. �Joder con Mario!.. Se fue a dar un ba�o,
pero antes me dijo:
-Una �ltima cosa, Lucia. Creo que eres una Diosa y lamento no
gustarte aunque solo hubiera sido un poquito. -Me pon�a a cien y �l creyendo
que no me atra�a-.
Mi piel estaba seca completamente, salvo de un sitio, y
tomaba el sol bocabajo cuando aparece Ana chorreando agua y tumb�ndose encima de
m�. Yo grit�. As� de t�pica la bromita, pero as� de real.
-Ana, me cag�en tu padre.
-�Ya hab�is hecho las paces?.
-�Qu� paces?
-Lo s� todo, ti�ta.
-�Te lo ha contado?.
-Claro. Vino anoche todo compungido haci�ndome pucheros. Yo
le anim� a explic�rtelo y pedirte perd�n. Mario es muy buen chico. Se lo tiene
un poco cre�do pero es humilde al mismo tiempo. Lo que pasa es que la t�a Luc�a
es una pervertidora de menores y le pone como un toro. �No te da verg�enza ,
cochina?.
-Ana yo no le provoqu�. Fue su imaginaci�n calenturienta.
�Ana! Que me est�s restregando los pechos.�Qu� est�s haciendo?.
-�Uy, que fina ella!. Los llama pechos.�Qu� pasa que te pones
caliente?.�Tambi�n me vas a seducir a m�?.�Viciosa!.
-Basta demonio, que eres una putilla-dije quit�ndomela de
encima y d�ndome la vuelta. Pero ella se volvi� a echar encima de m�. Esta vez
por delante. Y vuelta a restregarse. Esto me pareci� demasiado, notaba no solo
sus pechos que se frotaban contra los m�os, sino tambi�n su voluminoso monte de
venus contra el m�o. Ten�a que replantearme mis gustos sexuales a mis 30 a�os,
porque me estaba excitando.
-Perdona bonita. Pero yo no soy una putilla, sino una
guarrilla (dicho que asum� desde entonces, como sabr�is si hab�is le�do el
relato de Carmen). Me hac�a, adem�s, cosquillas para que no me pudiera enfadar,
y yo que soy muy cosquillosa me estaba quedando sin respiraci�n.
-Quita de encima tortillera.
-�tienes algo contra nosotras?.-��estar�a bromeando?!
pens�-.
-O sea que me estas metiendo mano.
-�Es que no se nota?.�Te lo tengo que poner m�s claro?
-No, pero ya vale. Me cogi� las tetas con las dos manos.
-La culpa de que te meta mano es tuya porque ayer me
ense�aste el chichi, y me provocabas,-dijo imitando la voz de Mario. Nos
re�mos las dos a carcajada limpia. Entonces vimos que Mario se acercaba y hab�a
visto el magreo. Un bulto en el ba�ador le delataba. Se dio media vuelta
asustado y se zambull� en el agua de nuevo.
-Ya le has puesto caliente otra vez. �Luc�a hija no paras!.
Con lo caliente que se ponen los hombres con los numeritos l�sbicos.
-�Guarrilla! has sido t�, y no me hagas sentir m�s culpable
todav�a.
-O sea que te ves culpable. El que se pica ajos come.
Que f�cil era sentirse bien con Ana. Todav�a recuerdo ese
momento como si fuera ayer y �c�mo echo de menos esos ratos!.
-Pobre Mario. Que dolor ten�a anoche. Si yo no le alivio ...
. �No te da pena?.
-Ana, �est�s hablando en serio? �Le hice mucho da�o?.�T� le
aliviaste?.
-Quiz�s.-Me dijo con un tono muy extra�o.-Pero, no me
digas que:
1�. � No fuiste muy cruel con �l dej�ndole as�?. Porque lo
del apret�n vale que se lo merec�a, pero �Chocho Loco!, No ayudarle a terminar
no es de muy buena cristiana, hay que perdonar.
2�� No fue un desperdicio no aprovecharte de semejante rabo?,
y
3� No me digas que no te pusiste cachonda y que Mario no vale
la pena.
-Ana, me voy a comer.-�Qu� iba a hacer?. Con tanto
argumento estaba derrotada. Sal� huyendo.
En la tarde volv� a la piscina y ya no se volvi� a hablar del
asunto, pero yo no par� de repetirme los reproches de Ana, abogando por su
primo. Mi calentura iba en aumento y para las 8 de la tarde, que dejaba la
piscina, estaba decidida a todo. Me cambi� la braguita cuando Mario estaba justo
detr�s de m� para que tuviera una buena perspectiva de mi culo. �No quer�a
caldo?, Pues ah� ten�a tres tazas de culazo levantando la falda. Suspir�.
-Adi�s chicos, hasta la noche, os espero para ver los
fuegos.- Y mir� por ultima vez a Mario con cara picarona dej�ndole
totalmente confundido-. Se volvi� hacia su prima como esperando una respuesta.
IV
Para pon�rselo m�s f�cil y convencerle de que me abordara de
nuevo, me puse esa noche un top azul marino holgado que facilitaba la
intromisi�n de las manos. Una faldita corta y suelta, para facilitar tambi�n el
acceso y un tanguita, que solo uso en ocasiones especiales, pues me resultan
molestos. La ocasi�n sin duda la merec�a. L�piz de labios y de ojos (no uso m�s
maquillaje)completaban el atuendo.
Poco antes de las once (hora de inicio de los fuegos) ya
estaba toda la sobrinada. Creo que hab�a m�s gente que el d�a anterior. Cuando
lleg� Ana me miro de arriba abajo con una mirada c�mplice, me hizo un gesto
desaprobador y moviendo los labios me pareci� que me dec�a zo-rr�n. Entonces
lleg� mi Romeo. Nos subimos todos a las habitaciones del primer piso, pero
cuando iba a entrar en una de las habitaciones veo que Mario se va a introducir
en otra distinta.�Es que no estaban claras mis intenciones?. Si ya estaba
salida.
-Mario, deja ah� a los peque�os que puedan ver mejor � hombre
!. T� eres alto y puedes asomarte desde el estudio.- Vino entonces detr�s de
m�, pero se mantuvo a distancia, desconcertado.
Nos pusimos detr�s de la gente, pero yo a un lado y �l a
otro. Yo estaba lanzada como una bala de ca��n y nada dispuesta a perder el
tiempo. Me puse detr�s de �l y le abrac�, acerqu� mi boca a su oreja, le mord�
el l�bulo y le susurr� al o�do:
-No me gustas ni un poquito, me vuelves loquita que no es lo
mismo.
-Luc�a � me dijo con voz tr�mula-�no te estar�s riendo
de m� y me volver�s a hacer lo de ayer?.
-Tranquilo cari�o, que hoy lo trataremos bien- le dije
d�ndole palmaditas en su pene, que ya se le estaba poniendo tibio-. �T� crees
que me he puesto de esta guisa para ver la pirotecnia?.-Le a�ad� al tiempo
que le pon�a sus manos en mis caderas. Nos invertimos las posiciones como el d�a
anterior, yo delante y �l detr�s. Inmediatamente saqu� el culo y empez� a
acariciarlo aunque con miedo. Entonces levant� la falda para que sus manos
contactaran con mi piel desnuda.�Que manos mas calientes!, parec�an querer
abrasar y abarcar mis gl�teos en toda su magnitud acariciando y amas�ndolos.
�Que placer!. Ech� una mano atr�s y le cog� el paquete. Dio un respingo
asustado.
-Tranquilo campe�n. Ven.-Le cog� de la mano y me lo llev�
escaleras abajo. Nos metimos en un aseo.(el menos usado porque queda alejado)
sabiendo que todo el mundo estar�a arriba.
Con las luces apagadas e iluminados �nicamente por un
ventanuco que daba al exterior, me inclin� sobre el lavabo y le dije "ven".Se
acerc� despacio, como queriendo disfrutar poco a poco, y me ley� el pensamiento
cuando se agach�, y poniendo una mano en cada tobillo las fue levantando poco a
poco por las pantorrillas gir�ndolas suavemente. Lleg� a las rodillas y sigui�
subiendo lentamente. Pos� su boca y lengua lo m�s abajo que le permiti� su
altura, y fue subiendo la lengua tras las manos, que acariciaban el interior de
los muslos. Lleg� a las nalgas y echando la falda hacia arriba, se dedic� a
acariciarme el culo como si estuviera ante un altar y fuera el m�s devoto de los
creyentes. Me cubri� de besos al tiempo que, con las palmas de las manos muy
abiertas, me acariciaba en toda la superficie del trasero. Yo le ve�a a trav�s
del espejo del ba�o la cara de admiraci�n, de religiosidad, que ten�a. "Eres
una Diosa" me dijo por segunda vez ese d�a, con una cara de p�nfilo que en
otra ocasi�n me hubiera movido a hilaridad, pero que en ese momento solo me
animaba a bendecir a tan devoto feligr�s.
-Mario, quiero sentir esa herramienta, fr�tamela en el culo y
c�geme las tetas. -Me saqu� el top y el sost�n, liberando mis pechos a lo
que contest� : " �Madre m�a! Y comenz� a chuparme los pezones. Le cog� la cabeza
con las dos manos y se la met� entre mis senos como la estanquera de Amarcord de
Fellini (mis tetas no son tan grandes que conste, �menudo horror!). �l chupaba y
lam�a cuando not� que algo me bajaba por la ingle. Era mi flujo. No recordaba
algo as�. Me meti� la mano entre las piernas y me apart� el tanguita. Frot� sus
dedos en la vulva se los llevo empapaditos a la boca. Pero yo segu�a queriendo
lo que le hab�a dicho. Me volv� a inclinar sobre el mueble del lavabo a la
espera. Subi� mi falda de nuevo ech�ndomela a la espalda, se quit� su camiseta.
�Por Dios , que horror! No me hab�a dado cuenta hasta ahora: era de Marilin
Manson.�Por Dios que maravilla de pecho! �Que abdominales!, se los hab�a visto
mil veces en la piscina pero la situaci�n era bien diferente. Estos chicos con
el baloncesto se ponen que es la hostia
-Viva Michael Jordan y la NBA.
-�Que dices? �dijo pensando que me hab�a vuelto loca-.
Me quit� el tanguita. Sac� su miembro y me lo peg� a la raja
del culo. Frotaba este por todos lados y entre mis labios sin penetrarme. Estuvo
as� un par de minutos en que solo sent�a el roce de su miembro en mis labios y
cl�toris, sus manos en mis pechos y pezones, los suspiros de Mario confundidos
con mis jadeos y las explosiones de los fuegos con los ni�os de fondo:
�ooohhh!,�ooohhh!.
Se separ�. � que iba a hacer? Yo quer�a sentir su miembro
ahora en mi boca y en mi co�ito. �Mierda!,�el cond�n!-pens�.
-Mario. �Tienes preservativos?
-Pues claro.-Que susto, pens�-.
De pronto sent� un contacto h�medo y fresquito en mi
entrepierna. Me estaba lavando con una esponja de la ducha. Me unt� de gel el
ano y me lav� introduciendo un poco el dedo. Escoc�a. Luego me lav� solo con
agua y se me pas� el picor. Se agach� y me levant� una pierna que me hizo apoyar
en un taburete facilitando as� el acceso. Pas� toda su lengua desde la vagina
hasta el ano y ah� se qued�. � Que gusto! �Aaaahhh! Gem�a. �Por Dios, �pero que
les ense�an a estos chicos en la escuela hoy d�a?!.
-Ma�ana me matriculo en el instituto.
-Pero � qu� dices?.
-T� sigue, no te preocupes.
Nunca me hab�an hecho un beso negro, me daba asco adem�s solo
de pensarlo, pero al haberme lavado tan concienzudamente y estar yo m�s lanzada
que los cohetes que explotaban en el cielo, se me quit� todo el reparo que
pudiera tener. Y todav�a descubrir�a m�s cosas en esos d�as. Me introdujo su
lengua en ni ano y sub� m�s alto que cualquier otro cohete. �Qu� gusto!.
Entonces me cogi� en sus brazos, me sent� en el mueble del lavabo y abri�ndome
de piernas, me introdujo dos dedos en la vagina movi�ndolos acompasadamente al
tiempo que rozaba su lengua en mi cl�toris.
-Sigue, sigue, sigue, aaahhh,- gem�a,. Era superior a
todo lo que pod�a ya soportar. El vuelo termin� en una inmensa explosi�n. Mi
fuente manaba agua, que �l beb�a.
-Ya, ya . Para. Yo te bendigo en el nombre... .
-��� Pero que dices?. Me est�s asustando, dices cosas muy
raras!!
-Tu no te asustes Amor. Son cosas m�as. Ven aqu� que te
sienta. Mi adorador.
-Deja, que te quiero seguir comiendo la conchita.
-Deja t� mi conchita tranquila un ratito.- Me abrac� a �l
fuertemente poniendo mi cabeza en su pecho.
Descans� unos segundos as�. Entonces me puse de pie en el
suelo. Le bes� apasionadamente y �l me correspondi� mientras me acariciaba el
culo, siempre el culo.� Que obsesi�n!. Este chico le quitaba a una todos los
complejos. Parecer� mentira, pero hasta ese momento no nos hab�amos besado. Daba
igual, este momento supl�a con creces los preliminares habituales de besitos y
caricias.
-� Que era eso de que me bendices?.
-�No dec�as que era una diosa?, pues te bendigo.�Sabes lo que
beb�an los dioses de Grecia?
-Ambros�a.
-Chico que nivel.
-Vaya guasa que te traes t� conmigo. No s� si piensas que soy
idiota o que...
-No Cari�o, perdona. -La verdad es que me hab�a
sorprendido, porque da la impresi�n de que los j�venes no saben hacer la O con
un canuto con el sistema educativo de hoy d�a-.
-�Y?.
-Tengo sed, quiero mi ambros�a.
Me arrodill�, le lav� con la misma esponja, le empuj� contra
la pared del ba�o peg�ndole el culo al m�rmol.
-Lucia, que esta helada.
-Ya lo s�.
Y puse mis cinco sentidos en la felaci�n: lengua para arriba,
lengua para abajo, masaje�ndole los huevos con una mano y con la otra me moj� de
mis jugos para lubricarle el culito poco a poco. Le di varios chupetones en el
capullo.
-No succiones as� que no lo aguanto.
-�C�mo, as�?.
-���Aaayy!!!. Bruja.
-�Ya he dejado de ser tu diosa?.
-S�, quiero decir no... esto... sigue por favor.
Ahora era el momento. Empec� a trag�rmela todo lo que pod�a.
Que no era mucho debido al tama�o de la escopeta. Llevaba dos minutos alternando
mi boca con mi mano lubricada de mis jugos y saliva. Gem�a cuando de pronto y
sin haberlo advertido (�qu� estar�a yo pensando?, con lo bien que se me da
esto), sali� el cohete, que me dio en el ojo con toda la fuerza. Ah� entend� lo
que les dec�an a los chicos de que se pod�an quedar ciegos por masturbarse, otra
como esa y a vender cupones. Solo me dio tiempo a decir: "�joder!",
met�rmela en la boca para apurar las siguientes sacudidas y penetrarle el dedo
gordo en la puerta trasera.
-�Aaahhh! �Aullaba-, Lucia que me estoy corriendo.-�Co�o
c�mo si no me hubiera dado cuenta!-. Menos mal que su voz qued� ahogada por una
traca. Quedo derrengado y se sent� sobre la taza del vater.
-Ven aqu�.-Me dijo, y me sent� a horcajadas sobre sus
piernas abraz�ndole. Me bes�. Estaba atolondrado y me miraba estupefacto-.
-�Te lo has tragado?
-Como una ni�a buena.
-Eres �nica. Nunca me lo hab�an hecho, por eso te avis�, para
que te la sacaras.
-As� que a tus amantes no les gusta.
-Dicen que les da asco.
-Bueno no es que sea un Protos, pero en el sexo hay que
entregarse un poquito y a vosotros eso os vuelve locos, �a que s�?.
-Pues no s�, s� que me dio morbo la verdad. �Qu� es un
Protos?
-Un vino, un ribera del Duero. T� me has sorprendido a m�
tambi�n much�simo,
-�Por qu�?
-Por tus atenciones a mi puerta de atr�s.
-Ah.-Dijo henchido de orgullo-. Fue un placer.
-Lo mismo digo.
-Cuando me has metido el dedo cre� que me daba un desmayo del
gusto, se me aflojaron las piernas y fue de los m�s intensos que he tenido.
-S� suele pasar.... �Mario!
-�Qu�?.
-No se te ha bajado.
-No.
-�Pero esto te ocurre a menudo?.
-A menudo no. Es por ti, me pones a mil.-Hab�a o�do
muchas veces de hombres a los que no se les baja despu�s del orgasmo pero en mi
experiencia solo he conocido a uno: Mario.-
-�Pues que viva la NBA.!, �que energ�a!. No me mires con cara
de susto. Son bromas m�as.�D�nde est�n los preservativos?.
-En mi pantal�n.-Los busqu�-.
-Dile a Johnny que siga firme, que me espere.
-�Johnny!, ya has o�do a la se�orita-. Le puse el cond�n.
Me puse sobre �l y le mir� a los ojos.
-�Listo?
-Cuando quieras mi diosa.
Le bes� y fui bajando lentamente empal�ndome en �l. Comenc� a
hacer movimientos circulares al tiempo que sub�a y bajaba el culo abrazada a �l
durante un rato. Despu�s me incorpor� y comenc� a subir y bajar en vertical
impulsada por mis piernas y apoyando mis manos en sus hombros (al d�a siguiente
tendr�a agujetas seguras). Me la sacaba casi entera para dejarme caer de nuevo
en vertical. Los pechos me botaban y �l los miraba absorto, con los ojos
inflamados de deseo y las manos en mi cintura.
-�A que esperas?, c�gemelos
As� hizo, me faltaba muy poco y las caricias en mis pechos
fueron el encender de la mecha, se encendi� la p�lvora, empec� a subir al cielo
y explot� entre gemidos clav�ndole al mismo tiempo las u�as en los hombros."
Aaahhhh".(Silencio)
-Cielo t� no te corres.-Le dije despu�s de descansar en
sus brazos un poquito-. D�jame a m�.-Pero me sujet� por la cintura.
-Lucia.-con cara de s�plica-, quiero pedirte un favor.
-Pide por esa boquita... . Vamos �de qu� se trata?.
-Es que me da un poco de ... -�en qu� estar�a pensando
este pervertido?.- Es tu culo.- �Ay Dios que me lo ve�a venir!.-
�Puedo hac�rtelo por detr�s?
Esto era nuevo para m�. Aunque me lo hab�an pedido en varias
ocasiones siempre me hab�a negado.��Qu� se habr�a pensado de su t�a?!. Aunque
soy activa sexualmente hablando, y lo practico siempre que me apetece y puedo,
no soy tampoco la m�s experta. Me hizo dudar, aunque la atenci�n que me hab�a
dedicado le hac�a merecedor a �l de ello y no a otro. Al menos as� lo vi en ese
momento.
-Si te da miedo lo entiendo y me conformar� con eyacular
encima de tu culo, pero es que es mi principal fantas�a contigo y adem�s...
nunca lo he hecho.-Me dijo con una voz dulc�sima y profunda a la vez. Hab�a
dicho la palabra clave: miedo.
-Yo tampoco.� C�mo lo hacemos? (�vaya pregunta!).
-Aqu� hay aceite corporal y no ser� dif�cil. T� culito est�
muy distendido ya. Solo rel�jate. �chate en el lavabo.-As� hice-." No temer�
al miedo. El miedo mata la mente..."
Comenz� a lavarme de nuevo y me relaj� inmediatamente. Me
empez� a lubricar con un dedo, luego dos y luego tres. Era placentero aunque no
como para correrme.
-�Te importa que me quite el preservativo?. Quiero sentirte
mejor.
-Vale pero ag�rrame las tetas-eso siempre me gusta-.
Tras volver a meterme los dedos y sacarlos de nuevo, sin
darme tiempo a arrepentirme, cosa que no hubiera hecho, me meti� de un empuj�n
la tranca. No me doli�, debo reconocer, porque ten�a el ano muy dilatado y
lubricado, pero �l me tranquilizaba diciendo que era lo m�s grueso y dif�cil y
que ahora ser�a m�s f�cil. Le dije que no se preocupara y siguiera. Me agarr�
los pechos y como si remara en una barca comenz� a bombear lentamente. Se le
escapaban los gemidos de gusto y satisfacci�n que sent�a. Al o�rle no pude sino
ponerme a cien y comenzar a masturbarme yo tambi�n con la esperanza de correrme
al tiempo. No hubo opci�n, a poco de empezar se derrumb� sobre m�, haci�ndome
sentir su semen caliente en mis entra�as y su asfixiante peso encima.
-�Que me aplastas Mario!.
Poco m�s aconteci� esa noche. Algo que debe quedar en la
intimidad �nicamente. Aunque el final de la historia es el t�pico que os gusta a
los t�os leer y escribir en los relatos de la p�gina web, as� ocurri� realmente.
No estuvo mal la penetraci�n anal, pero tampoco fue como para tirar cohetes.
Para m� �claro est�!, porque Mario estaba como loco. Hasta hoy no he repetido
con nadie.
Tras lavarnos, y jurarme devoci�n eterna, salimos
disimuladamente. �l march� con sus amigos y yo con los m�os a tomar una copa.
Aunque quer�a que hubi�semos salido juntos yo me negu�, y me acost� temprano esa
noche.
La feligres�a de Mario durar�a poco: ni un d�a para ser
exactos, aunque fue sustituida por otro bastante m�s devoto y fiel. Pero eso os
lo contar� en la 2� parte si os apetece leerla porque menuda brasa que os he
dado. Y es que tan largo explicarlo y tan corto el gustito.
�Ay! Lo buena que estoy y lo poco que follo.
PD. Ojal� que este relato sirviera para romper el conjuro con
que el monstruo del pozo doblega y sumerge en sus tinieblas a Tere. Con todo el
cari�o que tengo, te lo dedico.