Era la mayor de siete hermanos, en casa no
es que faltase de nada, pero los caprichos estaban prohibidos, mis padres
pasaban mil apuros para conseguir llegar a final de mes, y desde luego estudiar
en un buen colegio, era un lujo, que no estaba a nuestro alcance.
Pero yo parec�a espabilada y entre mi
profesora y el alcalde del pueblo me consiguieron una beca de estudios.
Me internaron en un colegio de religiosas,
la mayor�a �ramos ni�as que por un motivo u otro ten�an a sus padres lejos, y
pas�bamos incluso las vacaciones con las hermanas.
All� conoc� a Imelda, era una ni�a menuda,
morena, la primera vez que la vi. estaba en el despacho de la directora, mis
padres se desped�an de mi y la directora le pidi� que me acompa�ase a la
habitaci�n, cogi� una de mis maletas y nos fuimos, era la primera vez que me
separaba de mis padres y estaba muy triste ,ella me cont� que era canaria y
sus padres hab�an emigrado a Venezuela, llevaba internada desde los 7 a�os y
ahora ya ten�amos doce.
Nos hicimos inseparables, nuestras camas
estaban juntas y nos convertimos en el terror de las hermanas, no hab�a d�a
que no hici�semos alguna diablura pero las dos �ramos buenas estudiantes y
sac�bamos los cursos sin grandes problemas.
Pasaron tres a�os ella acababa de cumplir
los 15 y a mi apenas me faltaban 4 meses, se acercaba la Semana Santa, Imelda
recibi� carta de sus padres, una hermana de su madre tambi�n emigrante vendr�a
a pasar un mes a Tenerife, y vendr�a a visitarla, cargadita de regalos, se
pasaba el d�a habl�ndome de ellos sobre todo de su primo Alex al que no ve�a
desde que tenia 11 a�os y ya entonces lo encontraba guap�simo.
Yo estaba tan emocionada como si las
visitas fuesen para mí……..
Lleg� el d�a tan esperado, la llamaron por
el altavoz que ten�a visita, est�bamos juntas y vi. como se alejaba y sub�a
las escaleras, me sent� sola, y me sent� en un banco, estuve mas de media hora
pensativa, cuando la vi. Volver con una gran sonrisa.
- corre ven tenemos que vestirnos, mis t�os nos invitan a comer-
- Ella hab�a pedido a sus t�os que yo les acompa�ase y no pusieron
ning�n inconveniente, nos vestimos con nuestro uniforme de fiesta (all� no
ten�amos otra ropa) y contentas volvimos a la sala donde nos esperaban sus t�os
y su primo Alex�..
Alex era alto, moreno, unos ojos verdes
preciosos y un acento dulce y sensual, que hizo que mi coraz�n se alborotase,
ten�a 18 a�os pero aparentaba mas, se le ve�a seguro y siempre ten�a una
palabra ocurrente o una broma para hacernos re�r.
Durante la comida, no pod�a apartar mi
mirada de �l y creo que se dio cuenta, despu�s de comer fuimos a un parque,
jugamos, corrimos, nunca lo hab�a pasado tan bien� cuando por la noche nos
acompa�aron al colegio, se despidieron con un beso y me pareci� o quiso
parec�rmelo que conmigo se entreten�a algo mas y me sent�a dichosa.
Los t�os de
Imelda hab�an alquilado una gran casa cerca de la playa y quer�an que pasase las
vacaciones con ellos, creo que yo le guste a Alex porque pidi� a sus padres que
yo tambi�n les acompa�ase. Faltaba una semana y telefonearon a mis padres para
pedirles permiso, mis padres se sent�an culpables por no poder venir a buscarme
y no pusieron objeci�n alguna, y agradecidos quedaron en enviar una maleta con
mi ropa, Imelda y yo nos pas�bamos los d�as haciendo planes, yo le preguntaba
cosas de su primo, era el primer chico que hab�a llamado mi atenci�n, creo que
mis hormonas estaban receptivas.
Y lleg� el
gran d�a����..
Vinieron a
buscarnos temprano, nosotras est�bamos excitad�simas eran nuestras primeras
vacaciones juntas fuera del colegio, so��bamos con Alex y lo bien que lo �bamos
a pasar.
Tuvimos que
salir con el uniforme, porque nuestra ropa ya estaba en casa de sus t�os, nos
sentamos detr�s, en el coche, Alex al centro y nosotras a los lados, por el
camino bromeaba con nuestras faldas, lo largas que eran, nos la sub�a diciendo
que unas piernas tan bonitas hab�a que ense�arlas.
Llegamos a una
gran casa de dos pisos, en el piso de abajo, hab�a un gran comedor, la cocina,
el aseo y la habitaci�n de los t�os, arriba hab�an cuatro habitaciones y un
cuarto de ba�o. En una de las habitaciones dormir�a Alex, y nosotras elegimos
una de las habitaciones de dos camas, no quer�amos separarnos.
La primera
noche no pudimos dormir, estuvimos casi toda la noche hablando, y por primera
vez tocamos el tema del sexo, me pregunto si yo me masturbaba, yo nunca lo
hab�a hecho en esos temas era bastante infantil, solo tenia como un peque�o
recuerdo en la mente de una experiencia de ni�a y no me gust�.
Ella me dijo
que cada noche en el colegio, cuando se apagaban las luces, se tocaba su cosita
y sent�a un hormigueo que recorr�a su cuerpo�
Yo la
escuchaba e instintivamente mis manos bajaron a mi cuevita, empec� a explorar
para ver si tambi�n yo sent�a lo mismo, tocaba y tocaba y no sent�a nada,
introduc�a los dedos como ella dec�a y lo �nico que sent�a era dolor, y pensaba
que vaya una tonter�a esto del sexo, pero bueno, tampoco quer�a pasar por tonta,
por lo que no le dec�a nada, ella me preguntaba lo que sent�a, y yo le dije que
cosquillas, se levant� de la cama y vino hacia la m�a��� d�jame ver!! Ella era
morena, muy velluda y yo ten�a muy poco pelo, solo encima del monte en mis
labios apenas una pelusilla, me dijo que ten�a una cosita muy bonita, que ten�a
que sentir muy rico.
Me mir� y vio
que estaba seca, y se dio cuenta que en realidad no sent�a nada.
-Espera y
veras-me dijo
Se mojo los
dedos con saliva y empez� a frotar mi cl�toris, quer�a que yo le explicase lo
que iba sintiendo, la verdad es que yo no sent�a nada, volvi� a mojarse los
dedos y tocaba todos los rincones�.. Al llegar a un punto, justo encima del
cl�toris, muy escondido entre los labios, sent� un trallazo, como si me hubiese
pasado una corriente el�ctrica, ella lo noto y se dedic� mas intensamente, sent�
oleadas de placer que recorr�an mi cuerpo, mi espalda se arqueaba, mis piernas
se estiraban tanto que las rodillas parec�a que se iban a descoyuntar, mis manos
se aferraban a las sabanas y tuve que girar la cabeza y morder fuertemente la
almohada para no lanzar un grito y despertar a su familia.
Sent� un calor
extraordinario dentro de mi vagina, todos mis m�sculos se comprim�an intentando
oprimir algo que en realidad no estaba, mis gl�teos se mojaron de algo viscoso
que expulsaba mi vagina��
Imelda me
miraba y sonre�a, � Uffffffffff � � que orgasmo �- dijo y yo que pensaba que
eras fr�gida.
Me dio un beso
y volvi� a su cama, ya no pude dormir, solo pensaba en lo que hab�a sentido, lo
que estaba sintiendo a�n, al final ya clareando el d�a se me cerraron los ojos.
Quedaban catorce d�as de vacaciones y no hab�an empezado
nada mal, hubo muchas y diferentes experiencias, pero creo que ya me hice un
poco pesada, ya lo contare en otra historia.