Mi prima es una belleza de 18 a�os con un buen trasero y unas
bell�simas tetas. es rubia y no muy alta, de ojos verdes y una figura perfecta.
su trasero es redondito y bien levantado, muy provocativo. Sus tetas no son muy
grandes pero s� bien levantadas. Siempre so�� desde los 14 a�os con ese culito
tan bello y esas teticas hermosas y siempre me masturbaba pensado en ella. Ahora
tengo 18 y todav�a me sigo masturbando por ella.
En estas vacaciones se le ocurri� a mi mam� invitar a mi
prima a nuestro apartamento de la playa. Cuando �bamos hacia el apartamento, me
toc� ir a su lado. A mitad de camino me hice el dormido y me recost� sobre su
hombro. Me sent�a muy caliente. As� llegamos al apartamento.
El edificio tiene piscina, un bar en el medio de la piscina y
muy buena vista al mar. Nosotros nos quedamos en el tercer piso. La primera
noche acomodamos todas las cosas en el apartamento y a m� me toc� dormir en el
mueble. Esa noche no pod�a dormir pensando en ese culito tan bello. Me despert�
como a las 3:00 AM. Todos dorm�an. Cuidadosamente entr� en el cuarto donde
estaba durmiendo mi prima y v� que vest�a unos peque��simos short y estaba en
sostenes. Al verla, no pude aguantar mi erecci�n y me acerqu� a ella. Le pas� mi
mano por sus tetas, levemente para que no se despertara, y casi me corro sin
masturbarme. Sent� una sensaci�n que nunca hab�a tenido, tal vez fue por los
muchos a�os que hab�a pasado dese�ndola.
Baj� mi mano hasta llegar a su culito. Me sent� en las nubes
y me tuve que masturbar inmediatamente. Me corr� sin querer en la s�bana de la
cama pero no lo tom� mucho en cuenta y me fui a dormir. Esa noche dorm� como un
�ngel.
A la ma�ana siguiente mi pap� busc� la lancha y nos fuimos a
una isla llamada Playa Mero. Al llegar, bajamos todo y armamos nuestro peque�o
campamento. Vi c�mo mi prima se quitaba la ropa, quedando en un traje de ba�o
muy peque�o. La parte de arriba le tapaba un poquito esas hermosas tetas.
Colocamos unas toallas en la arena.
Ella se estaba echando bronceador cuando me dijo que le
echara un poco en la espalda. Se acost� boca abajo y le empec� a echar el
bronceador en la espalda. Cuando termin� con su espalda, sin decirme nada, le
empec� a echar en las nalgas. Ella se movi� levemente, como asombrada, pero no
le hice caso y le puse el bronceador en todo su grandioso culo. Segu� con sus
piernas hasta abajo. Ten�a una erecci�n con E may�scula. Mi short no aguantaba
m�s hasta que me dijo que quer�a caminar un rato por la isla.
Recogimos las toallas de la arena y fuimos a caminar. Cuando
est�bamos bastante alejados del campamento, ella me dijo que hab�a visto la
erecci�n que ten�a al echarle el bronceador. Yo, sin saber qu� decir, le
contest� que estaba muy excitado. Entonces ella me dijo que tambi�n estaba muy
caliente. Nos fuimos entre unos �rboles y tendimos la toallas.
Ella se quit� la parte de arriba del traje de ba�o, dejando
ver sus hermosas tetas. Comenc� a mam�rselas y a mordisquear sus pezones bien
erectos, mientras ella met�a su mano entre mis short agarrando mi verga, que
estaba como una barra de acero. Despu�s de haber saboreado sus grandiosas tetas,
baj� hasta su bikini, que quit� desesperadamente, y comenc� a saborear sus jugos
vaginales chupando su cl�toris hasta dejarla gimiendo de placer, y le dije que
mamara mi verga, lo cual acept�.
R�pidamente, comenz� a mamarme mi verga que estaba que
explotaba. Sintiendo su lengua entre mi verga le acab� en su boca y ella se lo
trag� todo sin dejar caer una gota. Despu�s de mamar mi verga un buen rato, me
pidi� que me la cogiera, lo cual hice sin pensarlo. Le dije que se pusiera en
cuatro y comenc� a cog�rmela. Sent�a sus jugos vaginales correr entre mi verga,
que estaba disfrutando de toda esa mujer que tanto hab�a so�ado. Ella gritaba de
placer y yo gozaba de ese co�o.
Me la cog� por un buen rato hasta que le dije si pod�a
cog�rmela por el culo. Ella no estaba muy segura porque nadie antes se la hab�a
cogido por ah� pero, sin darle mucho tiempo a que lo pensara, sub� un poco mi
pene hasta llegar a la entrada de su culo. Primero le met� un dedo. Ella grit�
de placer. Luego le met� dos y se qued� callada. Cuando le met� mi verga, grit�
de dolor y se quej� pero al rato esos gritos fueron cambiando de dolor a placer
hasta que le acab� dentro de su culo.
Fue el mejor d�a de mi vida. Despu�s de lo ocurrido ella me
dijo que desde hac�a tiempo tambi�n me deseaba. Ahora, cada vez que quiero
follar, voy a casa de mi prima y pasamos unos momentos calientes.