Relato: Daniela y un cornudo complacido
Daniela y un cornudo complacido
Despu�s de la pelea y discusi�n con mi esposo (
""), en la
cual se enter� que ya otro me hab�a hecho suya, me sent� de veras muy mal, me
dol�a haberlo enga�ado.
El domingo en la ma�ana, me levant� me percat� que estaba
sola en casa. Me di una buena ducha y me arregl� como suelo hacerlo. Trat� de
ocultar el moret�n que tra�a en la barbilla con maquillaje, eso me record� el
coraje que a�n ten�a en contra de mi esposo.
Como me encontraba sola, as� que despu�s de arreglarme decid�
ir a ver a mi mam�. Busqu� mi bolso de manos y por m�s que lo busqu� no lo
encontraba; no recordaba haberlo puesto en otro lugar que no fuera sobre mi
peinador� Hasta que se me ocurri� ir al estudio de mi marido y sobre su
restirador estaban regadas las chucher�as que suelo guardar en mi bolsa de mano.
Me di cuenta que mi esposo hab�a estado esculcando mis cosas, y con algo de
p�nico me di cuenta que en mi cartera no estaban mis tarjetas de cr�dito ni mi
dinero, solo un triste billete de a cien pesos me hab�a dejado�
El muy cabr�n me hab�a dejado sin un peso, y por m�s que le
di vueltas al asunto, no encontr� la forma de saber en donde hab�a ocultado mi
dinero y mis tarjetas. A�n as� me fui a casa de mi madre� Regres� ya entrada la
noche y me lo encontr� viendo un programa deportivo y con una copa de licor en
la mano.
�Ya vienes de putear, cabrona?� -, me dijo al entrar.
Hice caso omiso a sus insultos y me fui a mi dormitorio, de
inmediato entr� tras de m� y volvi� al ataque:
Siempre supe que eras igual de puta que la que te pari�
-
Deja en paz a mi madre, �si?; que ella ni mi familia te
piden nada... �
�Qu� no?... �Quieres que te lo recuerde?... �
Ni los buenos d�as te deben� -
Ya se te olvid� a qui�n le deben todo lo que tienen� Pero
apuesto que no sabe la clase de piruja que tiene por hija, �o si?... Yo me
voy a encargar de platicarles a todos los que te conocen la clase de perra
que eres, cabrona�, dijo arrastrando las palabras por efectos de la bebida.
Fing� no escucharlo, pero me agarr� del pelo y me estamp� una
bofetada que me hizo trastabillar�
Siempre supe que eras una puta y que te encanta la verga;
y ahora vas a demostrar lo bien que te mueves en la cama para ganarte lo que
te tragues porque no pienso darte un centavo� -
No te olvides que la mitad de todo lo que hay aqu�, me
pertenece� -, dijo llorando.
�Mira donde est� tu mitad!... -, dijo restreg�ndose el
bulto de la bragueta.
�Aunque ironices papacito, la mitad de esto es m�o!... -,
lo ret�.
Sigue crey�ndote eso, que te voy a mandar a chingar a tu
madre y que est�s a donde perteneces, pendeja; a un prost�bulo donde est�n
los de tu raza� -
Me valen tus amenazas, afortunadamente estuve con mi
familia y ellos me brindaron todo su apoyo, ya que no pienso vivir al lado
de un alcoh�lico enfermo� -, dije mintiendo.
�Chinga tu madre!... -, me dijo d�ndose la vuelta.
Igualmente, est�pido� -, dije y me ech� a llorar.
En la ma�ana del d�a lunes, me levant� antes que se fuera a
su oficina.
Me dejas mis tarjetas y mi dinero, por favor; si no
quieres que levante un acta por agresi�n y despojo� -
�Estas pendeja!, todo me pertenece� -
Ya lo veremos� -
Deb� haberme imaginado que me quitar�a todo lo de valor, pero
mis acertados pasos me llevar�an a ganar la partida. Despu�s de ducharme, y
desayunar, fui a su estudio y ah� estaban mis cosas, creo que no faltaba nada.
Despu�s de desayunar le marqu� a Ver�nica pero no la encontr�, era con la que
mayor confianza ten�a; ella deb�a de saber como deb�a yo proceder ante tales
acontecimientos. A mis otras amigas no les cont� nada, �para qu�?, nada m�s se
concretar�an en escucharme y hacer el chisme m�s grande.
Pasaron tres d�as sin que nada cambiara, sin dirigirnos la
palabra y mucho menos intentar la reconciliaci�n. En realidad yo estaba inquieta
y al mismo tiempo, confundida, aunque suene poco cre�ble yo lo quiero, y eso me
ten�a muy preocupada. Mientras tanto me dedicaba a leer, a pensar en lo que
ser�a mi vida cuando mi marido se cansara de esta situaci�n. El mi�rcoles habl�
con Vero y me aconsej� que no pod�a verme, pues andaba ocupad�sima pues iba a
ser madrina de pastel en una boda, pero que ya habr�a tiempo; mientras tanto me
aconsej� a actuar con cautela y que cuando todo pintara mejor, hablara con mi
marido, que en realidad �l ten�a la culpa por tenerme tan abandonada y yo siendo
tan fogosa� Total que no saqu� nada en claro.
Quer�a hablar con alguien, pues me sent�a sola y vac�a; a mi
familia no la quer�a preocupar hasta que tuviera algo en claro. As� que le
marqu� a Julio, pero la secretaria me contest� que andaba de viaje con unos
ejecutivos, trat� de hablar con Juan Emilio pero me respondi� Luis, quien me
dijo que por qu� no nos ve�amos y hablar�amos. Le dije que me sent�a muy
deprimida y que necesitaba me reconfortara como amigo. Lo cit� en un parque que
est� a unas cuantas cuadras de mi casa, que me buscara pues necesitaba hablar
con alguien.
�l lleg� en su coche despu�s de las siete de la noche.
Estuvimos platicando dentro del carro, pero en realidad no paraba de acariciarme
los muslos bajo mi vaporoso vestido, dici�ndome lo buena que estoy, pero sin
escuchar lo que yo dec�a, sobre mi situaci�n; claro que no le habl� claro, solo
que me sent�a muy triste� �l por su parte intentaba atraerme para besarme y yo,
sutilmente lo rechazaba. Yo intentaba encontrar consuelo a mi desdicha, a mi
decaimiento, pero �l ten�a en mente otra cosa� Termin� por colar su mano entre
mis muslos y empez� a acariciar mi almeja por sobre la pantaleta�
�Por favor Luis, no estoy de �nimos!... �
�Mamita, ve c�mo me pones!... �, dijo se�alando su
bragueta.
Hay ni�os y nos pueden ver� Otro d�a, te juro que otro
d�a lo hacemos, hoy no por favor� -, pero mientras m�s me resist�a, mayor
empe�o pon�a.
Nadie nos presta atenci�n� �Por favor nena, no me dejes
as�!... �
Quiz� fue la depresi�n que sent�a, el caso fue que puse mi
mano sobre su verga, la sent� erectarse y de inmediato un cosquilleo naci� en mi
pubis. Le suger� hacerle una chaqueta, la cual acept� encantado. Le saqu� la
verga y empec� a frot�rsela.
�M�mamela putita!... �
Me llev� a la boca su �rgano venudo y proced� a chup�rsela
con ah�nco, quer�a evadir mi triste realidad y olvidarme de toda aquella mierda
en que se hab�a convertido mi vida� Cuando Luis ya no aguant�, pr�cticamente me
arranc� las pantaletas y hundi� su rostro entre mis piernas; en ese momento dej�
de importarme mi marido, la algarab�a que hab�a en nuestro alrededor, la
posibilidad de que nos descubrieran o que la polic�a nos descubriera�
Cuando se cans� de leng�etear mi almeja, se baj� los
pantalones hasta los tobillos y me pidi� que me sentara en su erecta macana. Me
acomod� de espaldas a �l, vigilando que nadie apareciera, mientras sub�a y
bajaba sobre su falo y apretaba los labios para no gemir escandalosamente. �l se
afianzaba a mis chichitas mientras me sacud�a a cada embestida que me daba, su
verga entraba y sal�a de mi pucha y por lo apretados que est�bamos, la fricci�n
era m�s intensa. Entre gemidos le ped� que no me echara la leche adentro, pero
cuando ya no aguant� m�s, lo sent� ponerse r�gido, en ese momento intent�
levantarme, para no recibir su esperma en mis entra�as, pero me sujet� tan
fuerte que todo su semen se anid� en mi interior.
Le recrimin� su actitud y ni siquiera me desped� como hubiera
querido, pues me urg�a llegar a casa y levarme� Luis intent� alcanzarme y
disculparse, pero yo estaba bastante encabronada, pues no me estaba cuidando y
pod�a quedar pre�ada� Lo dej� ah�, vociferando en voz alta. Cuando llegu� a
casa, escuch� que mi esposo ya se encontraba, no quer�a encontrarme con �l, pues
sab�a que estaba despeinada y toda batida de semen. Una vez m�s hab�a metido la
pata� Pens� qu� hacer, pero no se me ocurri� nada, respir� hondo y me dije que
lo que ten�a que pasar, pasar�a�
Cuando abr� la puerta, se me qued� viendo, ya no ten�a caso
tratar de pasar directamente al ba�o como era mi intenci�n, lo ten�a casi de
frente.
�De d�nde vienes hija de la chingada?... �De revolcarte
con tus amantes?... �
Intent� escabullirme hac�a mi cuarto, pero me jal� del brazo
y se qued� viendo mi rostro de labios despintados y con toda la pinta de haberme
besuqueado con otro hombre� Por instinto me ech� hac�a atr�s pero no pude evitar
la cachetada que se estamp� en mi mejilla izquierda�
�Contesta perra, �de d�nde vienes?!... �
�De acostarme con otro cabr�n!... -, dije presa de la
rabia y llorando.
�l se qued� at�nito, creo que no esperaba que fuera tan
directa.
�S�, y no sabes lo mucho que lo goc�!... -, vi que su
mand�bula temblaba y la frente se le perlaba de sudor.
Dej� la copa sobre la mesa de centro y fue aproxim�ndose
hac�a m�, sent� que todo estaba perdido y que me sacar�a de la casa a
empellones. Sab�a que todo lo hab�a perdido, as� que qu� m�s daba hacerlo
rabiar, quer�a humillarlo como el pensaba hacerlo frente a los m�os�
�Mira!� -, le dije levant�ndome el vestido, -a�n traigo
muestras de su leche de la tremenda cogida que me dio� �Es semen!, pues se
vino en mi interior a�n sabiendo que pod�a dejarme panzona� -, dije ya sin
medir las consecuencias�
�Y se la mamaste, puta?... -, me pregunt� enronquecido,
no sab�a si de coraje o de placer, pues as� me habla cuando est� s�per
encabronado o muy excitado�
�Claro!, si no, no ser�a la puta que soy, la que no te
coges y la que siempre anda urgida por una buena verga� -, le dije a�n con
el vestido levantado y con mi calz�n a un lado para demostrarle las huellas
de esperma que a�n brillaban en mi ensortijado pubis.
De verdad que no me esperaba la reacci�n que tuvo, en un
arrebato me atrajo hac�a �l y me bes� en la boca y yo respond�, sent� su verga
muy parada restregarse a mi pierna y esto me hizo temblar, sus besos en mi
cuello me empezaron a calentar tal como �l sab�a que me ocurr�a; me abraz� y una
de sus manos se fue directamente a mis nalgas, gem� y me segu� retorciendo. Me
subi� el vestido y cay� de rodillas y lamiendo todo el jugo que brillaba en mis
pelitos. Lo agarr� de la cabeza y se la restregu� contra mi chocha, �l gimi� y
me empuj� sobre el sof� donde ca� sentada, me recost� y abr� de par en par mis
piernas�
Daniela, mi vida� -, yo solo me acomod� y lo abrac�
mimosa.
Pasa esto porque no me complaces� �Qu� necesidad tengo de
buscar lo que tengo en casa?... �
Una de sus manos baj� a mis muslos que yo abr� complacida,
haciendo a un lado mi tanga, introdujo un dedo en mi rajita y lo sac� empapado
de semen, eso me estremeci�. Acto seguido fue bajando con su boca por los muslos
y me meti� su lengua en mi cueva como tanto le gusta. Me abr� lo m�s que pude
d�ndole mi co�o en flor; de esa manera, su lengua se hundi� hasta el fondo y me
empez� a chupar la panocha como un desesperado. Esto solo logr� que yo me
pusiera m�s ardiente que nunca, era nuestra forma de empezar a reconciliarnos.
Papi, deja que me lave� -
�Aghhh, dime que te la meti� en la pucha!... �
�De verdad papi, te juro que me cogi� y se vino en mi
interior!... �Y eso que sale de m�, es su leche!... �
Sin embargo mi marido absorb�a como aspiradora el esperma a�n
fresco de Luis junto con mis jugos.
�C�mo te cogi�?... �
En su carro mi vida� Me sent� en sus piernas y as� me la
meti� -
�C�mo la tiene?... �
�La verga?... �
Si� -
�Muy grande papito, hasta me hizo gritar cuando me la
met�a toda!... �
Cuando se cans� de mamarme la papaya, se separ� de m� y me
pidi�:
Ch�pame la verga, mamita-, yo complacida y lo hice.
Me sorprend� al sentirla tan dura, as� que se la mam� por un
buen rato, despu�s de esto me abri� de piernas y me quit� la tanga dej�ndome
abierta ante s�. Se acomod� y me meti� la verga de un golpe, se la sent�
deliciosa y le rode� con mis piernas para atraerlo y sentirlo aplastar mi
cuerpo; �l se las arregl� para sacarme las tetas y me empez� a chupar mis
pezones que parec�an piedras. Me besaba el cuello, los labios y me cog�a
delicioso. Esto me puso al borde del orgasmo y un poco despu�s, me contraje en
una deliciosa venida, �l lo sinti� y se empe�� m�s, sac�ndome la verga me hizo
poner de rodillas d�ndole mis nalgas, las cuales me bes� y aprovech� para lamer
mi gruta. Me la meti� de nuevo as� como me ten�a y empez� a decirme:
�Te gusta as� mi vida?, dime como te gusta que te cojan,
d�melo por favor Daniela� -
�As� chiquito, c�geme as�, m�tela muy profundo!... �T�
sabes c�mo me gusta mi rey!... �
Desde luego que �l estaba ardiendo al igual que yo y entonces
vino lo inesperado� Se vaci� en mi interior en grandes chorros de leche, pero lo
m�s curioso es que su verga no perdi� la erecci�n; me volte� de prisa y se puso
a mamarme la pucha de la que me escurr�a su leche, me dijo que sab�a rico, que
le gustaba mi vagina enlechada y me hizo explotar con sus chupadas y
leng�eteadas� Me abri� de nuevo las piernas y me enterr� su verga nuevamente.
�Qu� delicia era para m� que mi esposo me repitiera la cogida!, solo lo hizo as�
cuando estuvimos reci�n casados; �y ahora estaba irreconocible!...
Me atrajo de la cadera y sent� como me bombeaba con furia, yo
solo alcanzaba a gemir pues me estaba llegando otro orgasmo delicioso, en eso,
�l me pregunt�:
Dime puta, �as� te cog�a tu amante?... Quiero saber como
te la meti�, cu�ntamelo todo� -
En mi arranque de atrevimiento, empec� a detallarle todo. �l
me bombeaba m�s y m�s, estaba transformado y me cog�a con verdadera furia, creo
que nunca lo hab�a sentido de esta forma. As� que en mi delirio sexual, le segu�
narrando la cogida que me hab�an dado�
Mi cueva se contra�a de gusto al sentir sus bombeos, y un
extra�o placer me inund� y le cont� con lujo de detalles la cogida con mi
amante...
�Y qui�n fue el que te cogi� cuando me fui a ciudad
Altamirano?... �Es el mismo?... �
No papi� -
�Dime qui�n es, lo conozco?... �
Si lo conoces mi vida, pero no te dir� quien es� -
D�melo Dany, te lo suplico. Dime su nombre e imagina que
yo soy �l� -
Esta nueva solicitud me prendi� m�s, este era uno de nuestros
juegos al coger, pero antes todo hab�a sido fantas�a, ahora mi esposo me estaba
pidiendo que lo llamara con el nombre del tipo que me hab�a penetrado por
delante y por atr�s, y al verlo tan ardiente, no dud� en hacerlo...
�C�geme Julio!... �As� mi vida, d�jame bien cogida as�
papito, c�geme!... �Soy una puta para ti, y bien lo sabes!... -, le dec�a a
mi marido con gran insistencia, sin dejar de pronunciar el nombre de Julio,
imaginando que era �l quien me la met�a y no mi marido...
Mi esposo me bombe� con m�s fuerza al escuchar mis palabras
indecentes dici�ndole el nombre de mi amante...
�Te refieres a Julio el chofer?... -, me pregunt�
entrecortadamente sin dejar de penetrarme una y otra vez.
�Si mi vida!, �l fue quien me estuvo cogiendo� -, ya no
fueron necesarias las explicaciones.
Cu�ntame todo Daniela, dime c�mo pas� todo, cu�ntame con
detalles y dime si te hizo gozar� -
Claro que le empec� a describir todo�
Dime, �te cogi� muy rico?-
Si mi vida me cogi� muy sabroso, y tiene una verga
riqu�sima� -
�Quieres seguir cogiendo con �l?-
�Ay papi, sabes que me encantar�a que me cogiera de
nuevo, muchas veces!... �Nada m�s de imaginarlo!... �Pero que vergota se
carga!... �
�Quieres seguir siendo su puta?... �
Si mi rey, quiero ser su puta y tu putona, quiero que los
dos me disfruten mucho, quiero andar de puta� Me encanta ser una ramera,
tuya y de �l y de muchos otros� -
Creo que el escuchar eso de mis labios fue el colmo del
placer para mi marido, pues apret�ndome las ancas me empez� a embestir m�s
fuerte y m�s r�pido hasta que me hizo venirme y al mismo tiempo �l se derram� de
nuevo en mi panochita que se contra�a apretando su verga intensamente.
Sudorosos nos quedamos abrazados, eran cerca de las ocho de
la noche.
�Oh papito, te quiero much�simo!... -, le dije yo muy
melosamente mientras lo besaba con ternura. � �Nunca me dejes, no soy nadie
sin ti!...
�l me devolvi� el beso y me contest�:
Dany, perd�name; s� que yo he sido culpable de todo, no
te quiero perder mi reina, y de ahora en adelante nos llevaremos mejor�
Puedes hacer lo que t� quieras, creo que no hace falta pedirte que seas
discreta� -
�Mi propio marido me estaba dando permiso de darle las nalgas
a quien yo quisiera, y eso me encendi�!... Sigui� habl�ndome, pero mi cuevita
era una catarata de jugos�
Lo he pensado mucho en estos d�as, s� que eres muy
caliente y no te puedo llenar como antes, adem�s he reflexionado que el
saberte cogida por otro hombre me calienta como nunca lo imagin� -
�En serio?... �No te molesta que me acueste con otros?...
�
Me excita, se me pone la verga bien parada, a�n sabiendo
que me enga�as con otros cabrones�
Pero sabes que solo a ti te quiero, �no?... -
Esta confesi�n de su parte me estremeci�. Sab�a de o�das que
a muchos hombres les encanta tener una vieja tan puta, pero nunca me imagin� que
mi propio esposo me estuviera dando el permiso de coger con otros y para
reafirmarlo me dijo:
�Quieres traer a tu amante hoy mismo?... �O a alguien
m�s?... �
Yo me quede sorprendida, pero el ofrecimiento de mi esposo
casi me hace estallar de la fiebre que albergaba mi conchita�
�T� quieres?... �Quieres que me vaya a coger con otro, mi
vida?... �
Si nena, quiero que me demuestres lo putona que eres, que
te coja tu amante, o quien tu quieras, que te vayas a la calle y regreses
bien cogida para volverte a coger yo� -
Se qued� en silencio pero su m�stil luc�a retador y
amenazante, su rostro reflejaba una excitaci�n como en los primeros a�os de
casados, y su voz, estaba enronquecida por el deseo.
�Quieres coger de nuevo con Julio?... -, me pregunt�
s�per excitado�
No s� -
�Con qui�n quieres salir, entonces?... �
Pens� en est�pido de Luis y su comportamiento, y me promet�
jam�s volver a verlo�
Se me antoja que me invitara otro� Tal vez t� me digas
quien te gustar�a que me metiera la verga-, le conteste disfrutando ese
lenguaje de puta callejera.
Mi marido me dijo entonces:
�En serio quieres que yo te diga con qui�n?-
Si mi rey, tu dime con quien y le doy las nalgas muy
rico� -
En estos d�as te he imaginado revolc�ndote con alguien
que en verdad te haga gritar cuando te la est� metiendo� Eso me pone loco� -
�Qui�n?... -
Sin dejarme decir m�s me contest�:
Mira...se de uno de los tipos de la constructora que
tiene fama de vergudo, �te animar�as con �l?... Yo te llevo donde
seguramente �l est� ahora... �
Sin pensarlo mucho acept� entre curiosa y caliente y m�s a�n,
al ser ofrecida por mi propio marido para coger con otro hombre...
Si papi, si t� quieres que est� con �l, lo har� -, le
dije caliente.
Ese fin de semana estaba radiante de felicidad, me duch� y me
perfum� todo el cuerpo, al salir mi esposo me ve�a con gusto, me dijo que me
vistiera muy putona; as� que eleg� un liguero azul marino, un brasier
transparente y una tanga brev�sima del mismo color que el liguero; medias
transparentes, un vestidito color marino y unas sandalias de tac�n del mismo
color que el vestido, de esas que solo se atan a los tobillos por una delgada
tira de piel. Me esmer� en mi arreglo como nunca, me puse mi perfume favorito, y
algo nerviosa tom� un trago de tequila y fum�. Mi esposo bebi� conmigo, me
acariciaba las piernas y sus dedos se fueron a mi bollo h�medo y caliente. Me
levant� por un segundo trago y regres� a su lado.
�C�mo me veo, papi; crees que le gustar�?...
Daniela, te ves como puta de primera mamacita, �est�s
riqu�sima!... �
Yo le sonre� y acerc�ndome melosa, le di mi lengua entre sus
labios cuidando de no correrme el labial; mi marido me levant� el vestidito y me
introdujo nuevamente sus dedos en mi bollito ya m�s mojado...
�Quieres que me lo traiga a coger aqu� mi vida?... -, le
pregunt� muy puta y atrevida.
�Lo har�as, cabrona?... �Te lo coger�as aqu� en la
casa?... �, dijo d�ndome una nalgada.
Si papi, si t� quieres lo dejo que me coja en tu cama...
�Te gustar�a ver como me la mete?... �
Si mi reina, me muero de ganas por verte de puta con �l y
que se la mames� -, me contest� sin dejar de frotar con sus dedos mi panocha
cada vez m�s mojada.
Mi esposo sac� el auto de la cochera, me sub� junto a �l y
abr� mis muslos; �l me miraba de reojo y lo escuchaba percibir mi perfume de una
manera discreta, hasta que me dijo.
De seguro que ese cabr�n te har� disfrutar� -
Empez� a conducir hacia el centro de la cuidad, llegamos a lo
que parec�a un bar bastante agradable, acordando de antemano que yo me sentar�a
sola en una mesa y mi esposo estar�a con el hombre del que hablamos y al que yo
no conoc�a, por lo tanto entr� mi marido y yo lo hice despu�s. El lugar estaba
m�s bien vac�o, dos o tres mesas estaban ocupadas, pero de inmediato vi a mi
marido con su amigo; la verdad no me decepcion�, era un hombre bastante
atractivo, pero con las luces tenues no lo aprecie muy bien. Los hombres que
estaban en el bar me miraron y yo haci�ndome la ingenua ped� una mesa.
El mesero me gui� a una en un rinconcito, le ped� un trago y
se march�, mientras ve�a c�mo mi esposo le dec�a algo al tipo aquel que se me
qued� mirando de manera muy insistente. Mi marido se puso de pie y sali� del bar
despu�s de despedirse de su amigo, me mir� de un modo especial y supe que algo
le hab�a dicho, sali� y como hab�amos quedado se fue a casa. Despu�s supe que me
hab�a presentado como su comadre y que necesitaba de mucha acci�n cosa que por
respeto, �l no lo har�a por ser mi compadre.
Yo miraba mi reloj insistentemente, como si estuviera
esperado a alguien y este nunca lleg�, este detalle no pas� desapercibido para
el tipo que tanto me miraba. Entonces se levant� de su mesa y lo venir hacia m�,
me hice la tonta y llegando a mi lado se present�:
Hola, me llamo Juan Arturo, no me tomes por atrevido pero
desde que llegaste te he estado mirando y me pareces lind�sima, y por lo que
veo te han dejado plantada� -
�As� parece!-, le contest� mir�ndolo de pies a cabeza.
-Esperaba a mi marido pero de seguro que tuvo m�s trabajo, �c�mo siempre!...
-, le coment� con ingenuidad pero haci�ndole saber de inmediato que estaba
casada... �
Si me permites te puedo acompa�ar e invitarte una copa,
desde luego si no te causo molestia� -, sonre� pero le rechac� su
invitaci�n.
�l regreso a su mesa, pero me segu�a mirando, yo me hacia que
no lo notaba, y ped� un tercer trago que junto con los dos que tom� en casa ya
eran cinco, mir� de nuevo mi reloj, mir� al tipo y le sonre�. Me levant� para ir
al ba�o y Arturo me sigui�, al salir all� estaba esper�ndome. Me hizo la pl�tica
de nuevo, y me invit� una vez m�s; acept� pero a condici�n de que tom�ramos algo
ligero. �l estuvo de acuerdo y me acompa�� a la mesa, pedimos de beber y
empezamos a charlar... Al cabo de un tiempo le ped� me acompa�ara a hacer una
llamada telef�nica pues estaba "preocupada" por mi esposo... Hice la farsa de
llamar, y �l a mi lado escuchaba y entend�a que mi esposo no llegar�a por m�.
�Quieres que te lleve a tu casa, o nos tomamos otros
tragos?... -, me dijo muy amable, le acept� otro trago y de nuevo en la
mesa.
Me miraba muy intensamente, yo ya algo bebida, le roc� con mi
pierna su pierna, creo que entendi� todo muy bien. Se acomod� m�s junto a m� y
su mano atrevida se pos� en uno de mis muslos, y no hice nada por retirar su
mano, as� que la subi� un poco m�s, hasta llegar a donde mi media dejaba de
cubrir; me estremec� y mov� mi pierna. �l me dijo entonces que estaba yo
preciosa y no entend�a como es que mi marido me dejaba all� sola plantada, yo le
coment� entre insinuante que eso era com�n por su trabajo y que constantemente
me la pasaba yo sola en casa y que incluso siempre llegaba tomado y casi
amaneciendo...
Termin� mi trago y le dije que me iba a casa, que tomar�a un
taxi, pero de inmediato se ofreci� llevarme, claro que yo acept�... Al subir a
su autom�vil, sub� mi vestido m�s de la cuenta mostr�ndole mis muslos y lo que
tra�a debajo... �bamos ya camino cuando le ped� si me invitaba otro trago,
pasamos a una licorer�a, se estacion� y sali� del auto a comprar, regres� y me
ofreci� un c�ctel embotellado; me lo beb� casi de un trago y le ped� otro, me lo
dio y llegamos casa. Detuvo su auto y bebimos all� en el interior, entonces
empez� lo rico�
Me acerc� su rostro y me bes�, yo le abr� mi boca y le di mi
lengua, me empez� a meter mano entre las piernas y me abr� para permitirle
llegar a mi cosita, me hizo a un lado la tanga y me dio dedo en mi raja ya
mojada, as� tambi�n se las arregl� para sacar uno de mis senos del vestido y
liber�ndolo del brasier me empez� a besar y a chupar el pez�n. Me estremec� con
este tratamiento y le di mi lengua lo mejor que pude, me encantaba el tipo, as�
que le toqu� su verga, y por el volante del carro, se acomod� y se la sac�
imp�dicamente; me tom� una mano y coloc�ndola en su fierro me dijo:
�Chaquet�ame mamacita!... -, yo lo hice encantada, pero
al sentir su verga enorme crecer, me atrev� a m�s, y agachando el rostro se
la empec� a chupar y mamar con gusto.
La ten�a muy dura y gorda, en especial la cabezota, pues era
muy gruesa, y eso me agrad�. Me imagin� de inmediato lo que ser�a tener ese
monstruo en mi papaya. Juan Arturo pareci� leer mi pensamiento, sac�ndome la
verga de la boca me dijo:
Ven mami, m�ntate en m� que te la quiero meter, �ya no
aguanto m�s!...
Pero, �aqu�?... -, le pregunt� cachonda.
Si mi reina, �aqu� mismo te voy a coger!... �, ya no dije
m�s.
Me quit� la tanga y mont�ndome sobre �l, me jal� y me la
ensart� haci�ndome dar un grito, �era enorme su verga!... Me entr� de golpe ya
que al sentarme en su le�o, me jal� y me la clav� hasta el fondo produci�ndome
algo de dolor pero muy agradable. Empec� a mover mi cadera de forma que me
entraba y sal�a muy sabroso, mientras Arturo me chupaba las tetas y me
acariciaba y apretaba las nalgas que quedaban entre el volante y �l. Yo me
estremec�a y empec� a gemir y gozar con ese monstruo en mi cueva; me ard�a
porque me la meti� sin lubricarme mucho, pero estaba deliciosa y yo me segu�
moviendo:
�Qu� rica verga tienes, est� enorme, no me deja ni
respirar!... �
�Te gusta, puta?... �
Me encanta papi c�geme duro� -
�Qu� rico te mueves Dany, que estrecha tienes tu
panochita, y que nalgas tan sabrosas, duras y suavecitas tienes!... Me vas a
hacer explotar, cabrona� -
No papi a�n no te vengas, entremos a casa quiero que me
la metas muy rico y que me disfrutes mucho� -
Me desmont� de �l y sal� del auto sin darle tiempo a negarse,
abr� el port�n y el lleg� mi lado, lo tom� de la mano y lo gui� al interior de
la casa. En la sala me acost� abriendo las piernas, �l se arrodill� y me chup�
la pucha, enseguida me abri� de piernas y sin quitarme siquiera la ropa me clav�
su enorme verga de jal�n, grit� de nuevo� No sab�a donde estaba mi marido, pero
de seguro nos estaba observando, y eso me calent� mucho m�s; as� que empec� a
pedirle m�s verga a Juan Emilio. Ahora los empujones de su tranca me llagaban
hasta lo m�s profundo de mi vagina, me la estaba clavando delicioso y yo gem�a
escandalosamente como una perra, mientras me entregaba toda.
Le ped� que se detuviera, me sac� su chile lleno de mi
l�quido vaginal, me quit� el vestido y le ped� se desnudara; me vio y
r�pidamente se quit� la ropa, estaba totalmente velludo, era fornido y fuerte y
me gusto mucho m�s, en especial su enorme verga que se mostraba orgullosa y
parada (como me hab�a dicho mi marido), con esas gruesas venas que me encantaron
al sentirla en mi interior. Se la mam� de nuevo, y volte�ndome le ofrec� las
nalgas poni�ndome como perrita para �l. Me atrap� por las pompas, me puso su
verga en la entrada de mi cuca y me la dej� ir nuevamente, arranc�ndome un
quejido de lujuria.
Me empez� a coger brutalmente, meti�ndomela y sac�ndola, lo
que me hizo venir sabros�simo, y entonces empec� a decirle palabrotas:
�C�geme con todo lo que tengas, cabr�n!... �Cl�vame toda
tu verga que la tienes deliciosa!... �Papito, qu� gorda la tienes, mi vida;
siento que me revientas por dentro!... �Sigue, dame m�s, m�s, as�!... �
As� me ten�a clavadota cuando vi a mi marido, m�s bien lo
intu�. �l estaba en la penumbra de la escalera a la segunda planta; no se ve�a,
pero vi su silueta. Estaba disfrutando viendo como ese hombre me ten�a bien
empalada... Vi una se�a que me hizo, quer�a que nos subi�ramos a la rec�mara.
Entend� de inmediato...
Ven, cari�o� -, le dije a mi amante. - Ll�vame a la
rec�mara, all� me coger�s mejor y como t� quieras� -, lo tom� de la mano y
as� pr�cticamente desnudo �l y yo en ropa �ntima, lo llev� a mi cama.
Me acost� de espaldas y me abr� de piernas...
�C�geme como quieras, papi!... �Soy una se�ora puta que
le encanta la verga!... �P�rteme la madre con tu garrote!... -, le dije
presa de lujuria.
Juan Arturo se me trep�, me abri� m�s los muslos y me la
meti� de nuevo, yo sudaba y me mov�a con su verga adentro, me retorc� y le dije.
Ponme de patitas al hombro mi rey, as� es como me
encanta� -
�l se acomod� y me la meti�, as� me llegaba hasta la matriz y
me hacia relinchar como una yegua, y no s� como aguant� tanto� Me bombeaba
incansablemente y empez� a hacerme venir, me escurr� y me vine a c�ntaros,
mientras le gritaba que me cogiera como a su puta y �l lo hacia. Me mov� de
nuevo y me la saqu� yo misma, lo volte� de espaldas y me dediqu� a chuparle la
verga con gusto. Yo estaba m�s que pose�da de cachondez, me lo com� todo, me
mont� en su firme vergota y dej�ndome caer me invadi� de nuevo la calentura. Me
mov�a, bajando y subiendo por su palo, me lo estaba cogiendo deliciosamente. Lo
hac�a para m�, para �l y para el cornudo de mi marido que seguramente ve�a desde
alg�n lugar como se cog�an a su esposa...
Arturo no aguant� m�s mis movimientos y se empez� a venir al
mismo tiempo que otro orgasmo me avasall�; me vine con �l; y mientras m�s me
mov�a, m�s contra�a mi co�o como orde��ndole la verga hasta que toda su leche
fue m�a� La sent�a escurrir entre los labios de mi panocha, me dej� caer sobre
�l, agotada y sudorosa, abandon�ndome a sus caricias. �l se acomod� de nuevo, me
vio y quedando de lado hacia m� me besaba con cari�o; me acariciaba las nalgas,
me puso bocabajo y empez� a besar mi espalda; de inmediato me estremec�, pues
sab�a c�mo encender a una hembra tan putona como yo.
Fue recorriendo mi espalda, buscando mi enorme culo, y sent�
renacer mi calentura, cuando me dio suaves nalgaditas, comentando lo nalgona que
estoy. Abr� mis piernas y con esto tambi�n mis pompas, sent� su lengua por el
canal de mi culo y su lengua me invadi� despu�s. Lo sent� hurgar mi culito
contra�do, y me imagin� lo que estaba pensando mi marido cuando lo sent� abrirme
m�s las cachas del trasero, las piernas y poni�ndose en medio de m�, me lam�a el
ano y la papaya alternadamente� Ya no pude m�s y me empec� a venir de nuevo con
sus lamidas, me abri� con ambas manos las nalgas y enterr� sus cara entre ellas,
su lengua me perforaba el culo, me lo mamaba como nadie, incluso me lo
mordisque� suavecito haci�ndome gritar de gusto.
Entonces vino lo que esperaba, se acomod� sobre m�, su
enhiesta verga busc� mi orificio anal y me la intent� meter.
�Papi, por ah� no!... Lo tengo sin inaugurar... -, a �l
le vali�.
Me la quiso meter y me doli� mucho, me mov� y le imped� que
siguiera, me mor�a de ganas por probar su verga en mi culo y ya tendr�a
oportunidad de que me la metiera, pero no quer�a provocar alguna reacci�n
negativa en mi marido que nos ve�a no s� de donde...
�C�geme por delante papi, lo tengo delicioso y s�per
empapado!... �
�Nena, d�jame met�rtela por atr�s!... �
Nunca me han cogido por ah� -, le dije haciendo
pucheritos.
�l me entendi� y levant�ndome de la cadera me par� de nalgas
ante �l, me chupo de nuevo la papaya as� como me ten�a y al poco rato me
embisti� nuevamente. Era terrible coger con este bruto, me hacia gritar
sucesivamente y me la met�a a gran velocidad; me hizo derramarme una y otra vez,
pues sent�a lo duro que me la met�a; hasta que mis brazos perdieron apoyo y me
deslic� hasta quedar con mis mejillas en el colch�n, mientras mi redondo culo
oscilaba en el aire y mi ardiente amante me nalgueaba con su endurecida verga,
hasta dejarme roj�sima de las nalgas.
Cuando se cans� de nalguearme, me detuvo de las ancas y
empez� a bombearme incansable. Alcanc� otro orgasmo y �l segu�a sin venirse, la
vagina me ard�a ya de sus metidas, pero le ped�a y le suplicaba que me diera
m�s...
�Emp�jamela toda mi rey, dame m�s, mucho m�s!... �C�geme
como ni el pendejo de marido me lo hace!... �Emp�lame completa, soy tuya,
soy tu puta!... �
Sab�a que mi esposo me escuchaba y trate de ser la puta m�s
puta. As� que mov� mi buen par de nalgas y a cada embestida yo me empujaba hacia
atr�s para sentir m�s profundamente su garrote, esto le encant� a Juan Arturo...
�Qu� rico te mueves, hija de la verga, eres una puta
deliciosa!... �
�Si papi, soy una putona y mi marido no lo sabe!... �Dime
que soy una perra; d�melo y c�gete a esta puta que adora la verga!... �
Sin esperar mas, me vine y �l me trababa con m�s br�o, me la
empujaba y me entraba toda, as� una y otra vez me enfundaba su verga en mi
panochita expandida por su gorda tranca; hasta que se vino violentamente,
inund�ndome de nuevo� Toda su leche me entr� y lo sent� contraer su verga y sus
chorros de leche me llenaron el bollito. Pero me segu�a limando todo sudoroso,
yo le daba las nalgas as�, y �l me disfrutaba� Se dej� caer sobre m� y con su
reata a�n dentro de mi cueva. Me aplast� por la espalda y mis duras nalgas
fueron su soporte, me estremec�a de tenerlo as� aplastando mi culo...
Su verga fue perdiendo la erecci�n, me la sac� y sent�
escurrir por mi panocha su leche caliente. Respir� aliviada sin su peso, me
lami� la nuca, me bes� las mejillas y me agradeci� lo rica que fui al
entregarme. Se levant� y fue por su ropa, yo con mucho trabajo me puse de pie y
fui tras �l. Mi co�o escurr�a su leche, lo acompa�� a la sala, as� desnuda; �l
se visti� y con un beso se despidi� de m�, no sin antes darme su n�mero de
tel�fono y promet� llamarlo muy pronto... Lo acompa�� a la puerta as� como
estaba, no me importaba que alg�n vecino me viera, pues me sent�a puta y gozada
y sab�a que mi marido ya estar�a esperando para darme m�s verga... En el port�n
me entretuve bes�ndome con Juan Arturo, y por fin sali� y se fue...
Entre a la casa y all� estaba mi marido, desnudo, paje�ndose
y al verme entrar me dijo:
�Eres la puta m�s deliciosa que existe, nunca me imagin�
que tuvieras tanta gracia para el sexo!... �
�As� me quer�as ver, no?... -, dije sorbiendo un trago de
licor.
S� que te cogi� delicioso, lo vi., eres sensacional
Daniela� Pero ahora quiero tenerte� Quiero lamer esa panocha de puta repleta
de leche de tu amante� -
Se puso de pie y fue hacia m�, me bes� descaradamente
meti�ndome la lengua en la boca, chupando mi saliva con sabor a licor, sus dedos
entraron en mi papaya, me sinti� enlechada y se prendi� m�s. Me arroj� sobre el
sof� donde me hab�a cogido antes mi amante, se apoder� de mi cuca con su boca y
sorbi� los jugos que manaban de mi interior, junto con el semen de mi amante. El
chapoteo de su lengua en mi vagina, sus dedos en mi culo, y la forma tan cerda
de entregarme a Juan Arturo a quien acababa de conocer, me hizo prenderme de
nuevo.
Cuando mi marido se cans� de dejarme seca la crica del el�xir
que de ella brotaba, me la meti� y me doli�; estaba yo muy irritada, pero me
gust� este dolor. Me empez� a bombear enloquecido, me dec�a puta hija de la
chingada y me besaba, me chupaba la lengua, me apretaba las nalgas y me mamaba
mis erguidas tetas apret�ndolas y caus�ndome algo de dolor, pero me encantaba lo
que estaba pasando con mi marido. Entonces me la sac� y se dedic� a chuparme el
co�o nuevamente, trag�ndose mis jugos y los pocos residuos que a�n quedaban de
la leche de mi amante. Lo vi tragarse los l�quidos de mi panocha, me la meti� de
nuevo y se movi� m�s; me la sac� otra vez y me chup� nuevamente mi cosita, me
volte� de perrito y me cogi� nuevamente. Me la sac� por en�sima ocasi�n y me
chup� el bollo, hundi�ndome su lengua muy intensamente.
Finalmente no aguant� m�s y me la meti� fuerte, mientras me
dec�a perra, hija de tu reputa madre. Me encantaba que me hablara sucio y yo le
hacia lo mismo...
�C�geme cabr�n, c�geme marica!... Gozaste viendo como me
trabaron, �verdad puto?.... �
�Si cabrona, fue maravilloso verte cogida!... �Me tienes
encendido como nunca, eres una perra deliciosa, quiero que te cojan mil
hombres hija de la chingada!... �
Si mi vida, quiero tener muchas vergas para mi sola, para
ser m�s puta de lo que ya soy, y agradecerte por dejarme ser as� Quiero
hacerte el m�s cornudo y que te agrade ser el due�o de una puta a la que se
cogen todos... �
�Si puta, si perra caliente quiero que te cojan hasta por
el culo!... Que te lo desfloren para siempre y que te den verga por todos
lados... �
Sin dejarnos de decir tantas perradas, me hizo venir y �l se
vino tambi�n, mi papaya estaba repleta de leche, estaba inundada y abierta,
irritada de tanto coger, hinchada de tanta verga, pero lo disfrutaba. Me
encantaba el ardor de mi panocha y se lo dije a mi marido al terminar de
vaciarse en m�...
Pero eso quer�as, �no?-
�Ay papi, fue demasiado!... �
Acostados en el sof� fum�bamos placidamente abrazados...
�Quieres seguir puteando?... �
Si me dejas, �por qu� no?... �
Quiero que cojas mucho con otros, te doy permiso de coger
con quien t� quieras y que me hagas cornudo las veces que lo desees. Solo te
suplico que seas discreta y que me lo digas para gozar junto contigo, y
cogerte despu�s que los dem�s� Siempre que quieras coge con quien desees,
pues quiero ser el due�o de la puta m�s guapa y caliente� -
�Puedo seguir diciendo lo que le dije a Juan Arturo?... �
�Qu�?... -
Eso que soy casada y que mi marido no me llena y me tiene
abandonada� Eso los pone loquitos� -
Por supuesto� Me enciende pensar que mi esposa es la m�s
puta� �Qu� ricura de puta tengo en casa!� -
�Ay mi vida, pero me encanta decirles que eres un pendejo
y que te pongo los cuernotes con quien se me da la gana!... �
Y es cierto, �no?... -
Si mi vida, pero quer�a que me dieras permiso; adem�s,
ser� la m�s puta y t� el m�s cornudo, mi rey� -
Desde luego que lo que ha seguido en mi vida ha sido coger y
coger pero cada vez con m�s atrevimiento, contando desde luego con el permiso de
mi marido... Pero esos ser�n los siguientes relatos...
Daniela