Relato: Familia totalmente unida Tengo 38 a�os, estoy casado desde hace dieciocho (de penalty)
con una mujer sexy y maravillosa y tenemos 4 hijos, los dos mayores mellizos:
Javier y Ana de 18, Marina de 14 y Alejandra de 10 a�os. La historia comenz�
hace cuatro a�os. Siempre hemos sido muy abiertos en nuestra familia. Anabel, mi
mujer y yo nos hemos besado y acariciado sin ning�n pudor delante de los chicos.
Incluso desde que las ni�as eran muy peque�as, las he ba�ado much�simas veces,
que aunque iban creciendo y pod�an hacerlo ellas solas, casi siempre me llaman
para ba�arlas, y les encanta. Cuando los mayores cumplieron los 14, decidimos
que ya era hora de que disfrutaran del sexo.
Mi mujer ense�ar�a a Javier y yo a Ana. Una noche, en que
Anabel estaba disfrutando con Javi, me met� en la habitaci�n de Ana mientras
dorm�a. Con cuidado, le quit� el camis�n. La chiquilla se despert�, pero no del
todo, y al ver que era yo, se qued� tranquila. Empec� a chuparle y a lamerle los
pezones que se pusieron duros como piedras. Tiene unos pechitos peque�os pero
deliciosos. Mientras me deleitaba con sus pechitos, baj� mis manos hacia su sexo
y empec� a acarici�rselo. Ella, medio dormida, empez� a temblar y a gemir.
Entonces baj� mis labios hasta su cl�toris. Estaba ya empapada, mientras yo
chupaba, lam�a, met�a mi lengua en su vagina y entonces tuvo su primer orgasmo,
mientras yo me tragaba sus riqu�simos jugos. Yo estaba totalmente excitado y
cuando estaba a punto de eyacular, no pude resistir la tentaci�n de met�rsela un
poquito y que el semen quedara en su interior. Antes de empezar las relaciones
con los chicos, hab�amos decidido entre todos que quer�amos m�s beb�s en la
familia. No importaba si yo dejaba embarazada a mi mujer o a mi hija y si Javi
dejaba embarazada a su madre o a su hermana. Al d�a siguiente volv� a hacer lo
mismo. Dos d�as m�s tarde, Ana ten�a aerobic despu�s de las clases y la recog�
yo. En el coche, al parar en un sem�foro, se acerc� a m� y me bes� en la boca
apasionadamente.
--Eres un pap� guay �me dijo.
Llegamos a casa y se meti� en el ba�o. Me llam� para ayudarla
como siempre. Me desnud� y me met� en la ducha con ella. Cog� un poco de gel y
empec� a lavarle el cuerpo con mimo. Incluso ella empez� a hacer lo mismo
conmigo. S�lo de verla desnuda junto a m� me hab�a puesto a cien. Ten�a una
erecci�n de campeonato. No tengo una polla muy larga pero s� gorda, al contrario
que mi hijo. Me puse a su espalda y primeramente le lav� la espalda, luego su
culito precioso y resping�n, las piernas, luego masaje� sus pechitos, su
est�mago, y por �ltimo su sexo. Cuando ya no pude m�s, la hice ponerse de
rodillas y la penetr� mientras mis dedos acariciaban su cl�toris.
Ella gem�a y gritaba de placer. Tuvimos un fenomenal orgasmo.
En cuanto salimos del ba�o, nos secamos el uno al otro, la cog� en brazos y la
llev� a la cama matrimonial.
La tumb� sobre la cama y la bes� en la boca, luego el cuello,
los pechos y por �ltimo su sexo. Volv�a a gritar de placer. Me puse encima de
ella, pero en el otro sentido y le ense�� a hacer un 69. La ni�a, chupaba y
saboreaba mi polla como si fuese un chupa-chups, y dentro de su ingenuidad y con
imaginaci�n me hizo una fenomenal y maravillosa mamada, mientras se tragaba todo
mi semen. La volv� a penetrar, esta vez por delante. En ese momento me di cuenta
de que ten�amos espectadores. En cuando nos corrimos, descansamos unos momentos
y se nos unieron Javier y Anabel. Javi, tambi�n quer�a disfrutar con su hermana.
Volvimos a penetrarla, Javier por delante y yo por detr�s. Entonces, Anabel por
fin se uni� a nosotros. Se puso de tal forma que mientras Javi le chupaba las
tetas, yo le lam�a el co�o.
Hace unos cinco meses, le toc� el turno a Marina. Su hermana
la hab�a instruido ya dici�ndole lo maravilloso que era todo esto. Ese d�a, mi
mujer y yo ten�amos una comida de la que no pod�amos escaquearnos. Al llegar a
casa, nos encontramos a Ana y Javier follando como locos y a Marina mirando.
Anabel y yo nos excitamos tambi�n y empezamos a hacer el amor. Mientras
recuperaba el aliento, le pregunt� si quer�a aprender en ese momento. Dijo que
s� y entre su hermano y yo la desvestimos. No le importaba que la excit�ramos
entre los dos, pero quer�a que la primera follada fuera s�lo m�a. Es una ni�a
deliciosa. Menos la peque�a, las otras tres mujeres de mi vida est�n
embarazadas. De Anabel y Ana, podemos ser Javi o yo, pero Marina nos confes�,
que tambi�n lo hab�a hecho con el ginec�logo al que la lleva mi mujer y con uno
de sus maestros, por lo que cualquiera de los cuatro puede ser el padre de este
beb�.
Aunque todav�a es demasiado joven para ser madre, toda la
familia estamos encantados de volver a tener beb�s en la familia. Ana espera
tambi�n mellizos, Anabel espera otra ni�a y de Marina todav�a no sabemos lo que
es. No me importa que vengan chicos, ya que lo importante es que vengan bien,
pero prefiero que vengan m�s ni�as...
De hecho, cuando disfrutamos ense�ando a Marina, tuvimos de
espectadora a la peque�a Alejandra. Aunque todav�a es demasiado peque�a para
follarla, nos pide ella misma que la acariciemos y besemos como a sus hermanas.
De hecho ya ha aprendido a hacer un 69 con su hermano.
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Relato: Familia totalmente unida
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