Llevaba poco tiempo en aquella empresa y aun no ten�a claro
mi permanencia en ella, yo era el m�s joven de todos, aunque eso no me imped�a
tener una buena relaci�n con los dem�s.
Normalmente me sol�a quedar a trabajar hasta altas horas,
solamente qued�bamos unos pocos con trabajo por delante. Cuando la empresa
estaba desierta llegaban las limpiadoras, eran dos muchachas (hermanas), cuando
llegaban a nuestro despacho mis compa�eros ni se inmutaban y creo que las
consideraban como inferiores a ellos, la verdad es que su actitud con ellas no
me gustaba demasiado, aunque el trato era cordial; yo intentaba facilitarle su
tarea ayud�ndole a retirar la papelera de debajo de mi mesa, papeles, etc.
Una de ellas era poco m�s o menos de mi misma edad y era
normalmente la encargada de nuestro despacho mientras que la otra se encargaba
de otras partes de la empresa en donde no hab�a nadie, pienso que lo har�an as�
por que a esta joven le daba un poco de miedo.
Pasaron unos meses y en navidad la empresa tiene costumbre de
celebrar una cena en la propia sede de la empresa, se habilito un sal�n de
actos, a ella acudieron los socios, directivos, trabajadores y por �ltimo se le
invitaba a estas dos limpiadoras.
Como no me toco estar frente a la limpiadora mas joven, con
la que tuve el privilegio de estar hablando toda la cena, hablando entre
nosotros como si quisi�ramos evadirnos de aquella deprimente cena de empresa.
Todo era muy escalonado, se notaba la diferente posici�n que cada uno ten�a en
la empresa y por aquel entonces yo era el �ltimo mono acompa�ado de las dos
limpiadoras.
Una vez que cenamos y nos levantamos para tomar unas copas
pude descubrir la silueta de la joven limpiadora que estaba engalanada con un
bonito vestido de un color verdoso, ce�ido, por abajo largo por una parte y
mucho m�s corta por la otra, llevaba el pelo recogido dejando su hermosa carita
de ni�a dulce, en fin era una imagen muy distinta a la que estaba acostumbrado a
ver de ella cada tarde cuando llegaba a limpiar.
La cena transcurri� como lo previsto y poco a poco se fueron
largando los m�s altos ejecutivos, quedando solo la parte media-baja de la
empresa, con lo cual el tono de la cena cambio radicalmente, teniendo un tono
m�s jocoso, divertido y sarc�stico, sobre todo hac�a los altos mandos, jajajaja.
Al final irremediablemente hice buena amistad con aquella
chica de la limpieza y con unas copas de m�s empezamos a bailar, a re�r, etc.
Llev�bamos algunas copas y decidimos evadirnos un poco de
all� y subimos a la azotea para despejarnos y poco con el aire fresco de la
noche y sin llegar a hablar mucho el alcohol hizo su efecto y empezamos a
besarnos casi sin darnos cuenta de lo que hac�amos, de repente sent� una de sus
manos palp�ndome mi paquete, deseosa de liberarlo del pantal�n, me frotaba de
arriba abajo mientras me mordisqueaba el cuello con relativa delicadeza,
comprend� que aquella joven limpiadora era dota una fierecilla y yo por supuesto
no le iba a dejar que pasara esa noche hambre.
Pos� mis manos en su trasero, que por cierto me causo
impresi�n al palparlo ya que lo ten�a bien durito, se notaba que hac�a deporte
(me encanta una mujer que hace deporte) pod�a comprobar el peque�o tanga que
llevaba puesto y la acerque a mi cuando pude, a ella le encanto y quit� su mano
de mi paquete para que nuestros cuerpos se frotaran lo m�ximo!!!
Despu�s de varios mordiscos en la oreja y unos cuantos
susurros bajamos de la azotea hasta mi despacho donde sin dilaci�n la sub� sobre
mi mesa, apartando un poco todo el papeleo y de manera bastante alocada
empezamos a comer el uno del otro, la coloque sobre el borde de la mesa
dispuesto a gozar de su cuerpo, sub� hasta la cintura su vestido y despu�s de
despojarla de su min�sculo tanta ella saco mi rabo aviv�ndolo con el tacto de
sus manos (cosa que no era muy necesario), ni que decir tiene que guardo un buen
recuerdo cada vez que voy a trabajar, pero la situaci�n nos incomodaba a ambos y
decidimos despu�s de aquel buen polvo continuar de manera m�s relajada y
desenfrenada en su casa.....
Cada uno sali� de la cena por sitios distintos para no
despertar sospechas entre los compa�eros, una vez que llegamos a su casa
est�bamos deseosos por seguir con el segundo de la noche y as� fue, nada m�s
entrar nos tiramos en el sof� del comedor, nos desnudamos tirando la ropa por
todo el suelo, jugando un poco al gato y al rato (me encanta ser un depredador)
hasta que al final call� sobre mi, se mov�a lentamente de arriba a bajo
clav�ndose todo mi rabo hasta toparse con las paredes de su cueva, absolutamente
penetrada, sus lentos jadeos me encantaban eran muy sensuales y me excitaban
much�simo.
Cuando no ella no pod�a aguantar m�s arqueaba su cuerpo para
atr�s, apoy�ndose con sus manos sobre mis muslos, para ayudarle yo la agarraba
con mis manos por su espalda para que se inclinara todo lo que ella deseara y
estando en esa posici�n en su cuerpo se reflejaba la tenue luz que entraba por
la ventana del sal�n, y en su cuerpo se formaban luces y sombras que embellec�an
a�n m�s aquel cuerpo bien formado.
Cuando se recuperaba volv�a a moverse fren�ticamente y a
veces yo ten�a regular su velocidad, entonces la agarraba por la cintura para
guiarle en lo que me gustaba y como me gustaba, sol�a susurrarle halagos, cosas
bonitas que se me pasaban por la cabeza y fue mucho lo que le dec�a, para
conseguir que no cesara en su empe�o, pero a�n as� lleg� un punto en el cual
volvi� a arquear su cuerpo para atr�s indicando su cansancio por el esfuerzo
realizado, por momentos se derrumbaba, fue entonces al ver de nuevo su cuerpo
con aquellas luces y sombras de la noche cuando me acorde de varios comentarios
que se o�an sobre si sus pechos eran demasiado grandes para su cuerpo y que el
motivo de ello era la silicona y no iba a perder la oportunidad de
comprobarlo....
La sostuve bien firme con un brazo mientras que con el otro
fui acariciando su exhausto cuerpo, desde su cuello para abajo, muy lentamente
como se fuera de un cristal muy fino a punto de romperse con el roce de mis
dedos.... comprob� como le gustaban mis caricias y mientras segu�a bajando mi
mano hasta llegar a posarla entre sus dos preciosos y voluminosos pechos, con un
solo par de dedos jugu� un poco con ellos; empec� a rodear su pecho izquierdo
cuando le di toda una vuelta pasaba al pecho derecho, describ�a con mis dedos
una elipse en sus pechos, una elipse cada vez m�s conc�ntrica, es decir, cada
vez se aproximaba m�s a sus preciosos pezones, que se notaban deseosos de
recibir mis caricias.
Cada vez que cerraba m�s la elipse en sus pechos ella jadeaba
m�s y apretaba sus manos en mis muslos con mayor fuerza, se�al inequ�voca de que
gozaba y gozaba.
Pero el golpe final se lo iba a dar mi
lengua.................
Me incline un poco sobre ella mientras que con el brazo
izquierdo la sujetaba y con el derecho acariciaba sutilmente su pecho derecho
acerque mi lengua hasta que rozo el pez�n de su pecho izquierdo y en ese momento
creo que ambos sentimos un placer indescriptible!!!
Pod�a sentir en mi lengua como saltaban chispas con aquel
contacto y como su pez�n estaba buen duro, estuve besando, saboreando, jugando
con cada uno de sus pechos alternativamente y aunque ella intentaba mover su
cintura para seguir disfrutando la pobre no pod�a casi ni moverse y menos a�n si
yo no cesaba de chupar, de retorcer, de besar...... sus tiernos pechos.
En aquella situaci�n ella casi llegando al �xtasis final me
pidi� que la tumbara en el suelo, que la siguiera haciendo gozar, que no parara
mi lengua y se dejo de sostenerse en mis muslos para dejar caer su cuerpo sobre
el suelo, yo comprend� que ella ten�a mucha sensibilidad en sus pechos y se me
ocurri� otra idea que ser�a aun m�s la traca final para que tuviera un orgasmo
de campeonato.
No la deje ni mucho menos caer al suelo sino todo lo
contrario, la agarr� bien fuerte la recupere en su postura vertical sobre mi y
nos levantamos del sof�, ella se agarr� a mi cuello y mientras me besaba como
loca me dec�a que qu� iba a hacer con ella, que estaba como loca, nunca
experiment� tal cosa con un chico y no quer�a terminar, yo le dije como pude
entre beso y beso que �bamos a su cama para terminar de hacerla gozar como nunca
se hubiese imaginado, pero era tanta la emoci�n en la que est�bamos que hasta
llegar a su cama tropez�bamos y m�s de una vez la apoye contra la pared y sin
dejar de separar nuestros cuerpos yo le propinaba unas sacudidas algo fuertes
para mantener su cueva bien roja y caliente, para entonces ella estaba muy
receptiva a todo y respond�a d�ndome peque�os tirones de pelo, lo cual hac�a que
mis embestidas fueras a�n m�s violentas y r�pidas, y su ella segu�a bes�ndome
fuerte y casi mordi�ndome los labios y los p�mulos del sumo placer que le
propinaba en su cuevita.
Y entre todo aquello ella segu�a hablando:
Ohh Dios mioooo!!!
Jam jam jaaaammm
TE GUSTA??
Siiiii!! Dame dame dame!!
Con sus entrecortadas frases me pon�a a�n m�s caliente, ella
lo notaba y no paro de suplicarme mucho mas.....
SIIII! SIIIII! UMMM UMMMMM UMMM
OH DIOS MIO, ESTOY LOCA, DAME MASSS JAMM JAMMM JAMM
Hasta que finalmente llegamos a su cama y con la emoci�n
ca�mos bruscamente los dos, quer�a verla explotar de placer en mis manos,
mientras que con mi boca y una mano segu�a deleit�ndome con sus pechos con la
otra acariciaba su cueva en busca de su cl�toris, cosa que no me cost� encontrar
ya que para aquel entonces lo ten�a bastante grande, no pas� mucho tiempo desde
que empec� a juguetear con su delicado bot�n cuando de nuevo se volvi� a poner
como loca, jadeando, retorciendo su cuerpo encima de la cama y moviendo su
cabeza de un lado para otro, pasaba sus manos por mi cabeza, por mi espalda
hasta que llegado un momento su jadeos fueron m�s fuertes e intentaba darme con
los pu�os cerrados golpes en mi espalda y luego a intentar ara�arme, al instante
comprend� que estaba llegando al orgasmo y no tard� nada en empezar a regalarme
sus calientes mieles, mi mano que segu�a deleitando a su cl�toris, pudo sentir
como se empapaba de todo aquello, ya estaba totalmente chorreando y fui pasando
toda la palma de mi mano por su cueva y sus alrededores para impregnarla con sus
propias mieles.
Despu�s de ser tan generosa conmigo se seren� bastante, pero
yo a�n estaba con ganas por sentirla y que me siguiera sintiendo a mi...
Le di la vuelta quedando su hermoso, sudoroso y exhausto
cuerpo boca abajo, la puse a cuatro patas como si de una perrita se tratase y
bien en pompa, as� pod�a ver como le brillaba toda su cuevita y sus
espectaculares y h�medos labios, me aproxime al m�ximo a ella y restregu� mi
rabo por toda su h�meda cueva, a ella le produc�a ciertas cosquillas sentir mi
rabo jugueteando con sus labios, en una de esas, me ayud� con una de mis manos
para abrirme paso entre sus grandes labios y sin dilaciones..........
Nuestros dos cuerpos se acoplaron en una uni�n perfecta, ella
dio un peque�o gritito al notar que nuestros cuerpos estaban unidos.
Me incline sobre ella y le murmur� cerca de su o�do:
- tranquila, seguimos disfrutando??
La pobrecita no pod�a casi ni articular palabra y asinti� con
su cabeza r�pidamente. Est�bamos los dos como unos perritos, apoy� mis manos
sobre las suyas y comenc� a moverme para seguir complaciendo a mi compa�era, con
suavidad, aquel vaiv�n nos produc�a soltar peque�os gemidos mientras nuestras
manos se agarraban al mismo comp�s, est�bamos r�tmicamente sincronizados y no
pod�a ser para menos, yo sent�a como nuestros cuerpos eran uno s�lo.
Besaba sus hombros, su espalda....
Notaba como nos aceler�bamos por momentos y era el momento de
dar rienda suelta a la locura, solt� sus manos y mientras me fui incorporando
aparte su cabello y al ver su tierno cuello no me pude resistir a besarlo, mis
manos fueron acariciando sus hombros como si fuese su masajista particular (y
que sesi�n de masajes est�bamos dando) bajaba mis manos por su espalda, casi
como esculpiendo sus curvas hasta llegar a su cintura, donde mis manos encajaban
a la perfecci�n, parec�a que estaba todo hecho a media, en realidad ser�a porque
�ramos uno s�lo supongo.
Y sin m�s aquel movimiento suave paso a un nivel mucho m�s
vigoroso, acelerado, casi da�ino (pero que nos encantaba) ella propinaba
palmotazos en la cama, yo la agarraba bien por la cintura para que aquella uni�n
tan majestuosa no se rompiera, al igual que aquellos fren�ticos movimientos
nuestros gemidos eran acompasados (como no!) y si con todo eso nuestro calent�n
no era suficiente ( PLAFS PLAFS PLAFS PLAFS) con el sonido de nuestros cuerpos
al chocar entre s� era ya la guinda del pastel, dulce pastel por cierto.
Notaba como perd�amos la conciencia de el gran polvo, notaba
como nuestros cuerpos tomaban control de la situaci�n y no quisieran separarse.
�Sab�is porqu�?
Pues muy f�cil........ ERAN UNO S�LO!!!!!
(como siempre, espero que pod�is disfrutar casi tanto de este
relato como yo al protagonizarlo y despu�s al redactarlo con mucho gusto para
vosotros/as, tambi�n deseo mandar un fuerte saludo y un agradecimiento a las
personas que me siguen leyendo y decirles que espero seguir recibiendo sus
"criticas" y que sin duda me encantara responder.
MUCHAS GRACIAS)