DOSCIENTAS MUJERES
Extracto del diario personal del capit�n del buque
"Amenidade" encontrado en los archivos de Sagres.
13 de febrero de 1782
Zarpamos de Lisboa hace ya diez d�as con rumbo SSW buscando
el paralelo propicio para tomar los alisios y con todas las precauciones
posibles para evitar las naves de los espa�oles y los bucaneros franceses .
La carga de mi barco es de mas de 200 mujeres que debo
desembarcar en San Salvador de Bahia para aportar "sustento" a nuestros colonos
de la costa brasile�a.
Su Majestad ha tenido a bien limpiar las c�rceles del
Alentejo de esta escoria humana que he de cuidar y mantener viva hasta su
destino. Triste uso para un nav�o de l�nea como el mio.
16 de febrero
Mi apreciaci�n sobre la carga que transporto ha sido un tanto
precipitada, he visto en cubierta algunas jovencitas que merecen mejor destino,
especialmente una pelirroja de abundantes y arm�nicas formas que precisar�a una
atenci�n especial.
20 de febrero
Decididamente, el caso de Amalia (la pelirroja) es muy
lamentable, una serie de hechos desafortunados dieron con ella en la prisi�n de
Faro, es de noble familia, de origen irland�s, culta y muy amable conmigo a
pesar de ser yo su carcelero.
24 de febrero
Hemos rebasado ya las islas Canarias sin contratiempos con
los espa�oles y enfilo hac�a Cabo Verde.
Decididamente: Amalia es una mujer prodigiosa, ver� que pueda
hacer para aliviar su triste situaci�n, aunque hay tambi�n otras mujeres que
requerir�n mi caritativa atenci�n.
27 de febrero
La soledad del mando se vuelve insoportable, he trasladado a
Amalia a mi camarote para que se ocupe-temporalmente- de mi servicio, se precisa
una mano femenina para ciertos menesteres y el buque anda corto de tripulaci�n.
28 de febrero
Hemos fondeado en la isla de Sal para aguada y
aprovisionamiento. Extraordinario recibimiento de las autoridades locales que
nos obsequian con una fiesta en la que no faltan bellas doncellas abor�genes,
desfloro a dos de ellas con mi peculiar habilidad y destreza.
Dejo el tema de Amalia para mas adelante.
1 de marzo
Efectivamente, la soledad del mando es peligrosa .El
provocativo escote de Amalia me ha hecho perder la raz�n .Mientras me serv�a la
comida se ha inclinado inocentemente sobre mi espalda y el contacto de aquellos
duros senos me ha hecho perder la raz�n y la compostura debida. Me he abalanzado
sobre ella, al sentir en mis labios la morbidez de su blanca piel, mi lujuria
se ha desatado incontenible .Le he desatado torpemente el corpi�o mientras
ella-atemorizada por mi burdo comportamiento-ha tratado de ayudarme .La he
pose�do sobre el suelo de mi camarote de una manera animal.
Como mujer de morigeradas costumbres que es, ha soportado con
entereza mis embates y mas aun, me ha sugerido distintas posiciones, que yo
ignoraba, para acrecentar nuestro mutuo goce.
Creo que he obrado rectamente con esta doncella (o lo que
sea).
3 de marzo
A medida que bajamos en latitud, la temperatura se hace mas
insoportable y la pobre Amalia debe permanecer casi desnuda a pesar de su
natural pudor y casta naturaleza. No es por tanto de extra�ar que al bajar del
puente la haya encontrado sobre la cama mostrando sus mas �ntimos secretos . Era
la primera vez que la ve�a de tal guisa, de modo que, venciendo mi natural
repugnancia a este irracional comportamiento, me he arrojado sobre ella llenando
de besos su alabastrina anatom�a, al llegar a la altura de su p�dico sexo, ella
ha guiado con delicadeza( pero tambi�n con firmeza ) mi boca hacia mas debajo de
su roja panocha, como no soy lerdo, he sabido interpretar sus deseos y mi lengua
se ha humedecido con sus fragantes efluvios hasta que los incontrolados gemidos
que surg�an de su garganta me han hecho desistir ante el temor de que la
tripulaci�n sospechara algo que a ellos les tengo totalmente prohibido.
La he pose�do de nuevo pero tapando su boca con un pa�uelo de
encaje de R�tterdam (obsequio de mi dulce esposa) y que ha amortiguado lo
inevitable ante mi destreza amatoria.
5 de marzo
Con mimos y caranto�as he intentado acceder al cuerpo de mi
amada, ella se ha negado en redondo aduciendo que se encontraba en el periodo
hemorr�gico mensual .
Otra vez han aflorado en mi comportamientos poco caballerosos
y presa del deseo carnal, he lubricado su orificio anal con la manteca del
repostero y la he pose�do de nuevo con gran alborozo por parte de los dos.
He de aprender a controlar mis impulsos.!!!
6 de marzo
La tripulaci�n se muestra levantisca, mis confidentes me han
hecho saber que mi comportamiento produce malestar entre los hombres. No saben
que solo pretendo ayudar a esta pobre desventurada.
7 de marzo
Ante la tensa situaci�n-agravada por la falta de viento-y que
pod�a desembocar en un mot�n de impredecibles consecuencias-he accedido a las
exigencias de la chusma y el fornicio se ha adue�ado del barco.
La hermana peque�a de Amalia se ha refugiado en mi camarote
ante el temor de un abusivo comportamiento de la tripulaci�n.
8 de marzo
Seguimos sin viento y el calor es insoportable.
Rosalia (la hermana de Amalia) se ha mostrado comprensiva
conmigo y ha accedido a compartir mi lecho en estos graves momentos. Ellas son
mi mayor consuelo pues con sus inocentes juegos er�ticos distraen mi tedio.
9 de marzo
Que deliciosa menina �,con solo quince a�os se muestra
totalmente subyugada por mis innegables encantos. Alumna aventajada donde las
haya, consigue, con la desinteresada colaboraci�n de su hermana, mantener mi
miembro inhiesto todo el d�a.
11 de marzo
Se ha entablado el alisio, el barco navega alegremente con un
buen andar de 6 nudos . Tengo dificultad para organizar las guardias y el
trabajo en los masteleros pues mi tripulaci�n es de solo 60 hombres que deben
multiplicarse para evitar el mot�n de las mujeres insatisfechas. Yo mismo, dando
muestras de mi gran solidaridad, he decidido acoger en mi camarote a otra
jovencita desamparada que tem�a perder su virginidad a manos de la soldadesca.
Finalmente, la ha perdido pero ha sido con el "savoir faire" y la delicadeza del
capit�n del barco.
12 de marzo
Temo haber sido presa del escorbuto, de otra manera no me
explico la debilidad que me tiene postrado en el lecho. Estas desventuradas
tratan de aliviarme y fortalecerme con el furor uterino que las invade
oblig�ndome a poseerlas alternativamente pero yo creo que esto me debilita
todav�a mas aunque ellas se niegan a aceptarlo.
La menina capitanea a las otras dos en sus juegos.
14 de marzo
Hemos sido abordados por un buque filibustero ingl�s que ha
desistido r�pidamente de sus prop�sitos ante las procacidades y gestos obscenos
que les han dirigido desde la cubierta de mi barco las doscientas mujeres.
15 de marzo
Todos mis hombres y yo mismo, estamos aquejados del "mal
franc�s" .
He ordenado encerrar a todas las mujeres bajo cubierta, a
pesar de sus airadas protestas, y de la feroz resistencia de mis protegidas .
La tripulaci�n, totalmente agotada no ha tenido fuerzas para
oponerse, mas bien, parece que lo ha agradecido.
28 de marzo
Cumpliendo las ordenes recibidas, he desembarcado las
doscientas mujeres en la rada de San Salvador con gran jubilo de la guarnici�n
all� acantonada.
No saben lo que les espera.!!!
29 de marzo
Rumbo al golfo de Guinea con ordenes de embarcar doscientas
doncellas mandinga para las plantaciones de Brasil.
Pues as� lo quiere el Rey, as� se har�.!