LUCRECIA (II)
(Quien no haya le�do la primera parte, sugiero la busque en
mi historial)
Pas� un buen tiempo sin que hubiera ni siquiera menci�n de
nuestras aventuras, en parte porque mi conciencia no me lo permit�a y en parte
porque no hab�a habido ocasi�n propicia. Mi ni�a ya ten�a 9 � a�os.
En eso, un d�a dice mi esposa: "F�jate que me encontr� a
Fulanita y Zutanita, quienes se re�nen mensualmente para divertirse sin maridos
y me invitaron a reunirme con ellas, as� que al menos una vez al mes te
abandonar� un rato" Le contest�: "No puedo casi aguantar las l�grimas,
pero�c�est la vie!"
Ese d�a llegu� temprano a casa y me sent� en el sill�n mayor
de la sala; ella vino y se sent� a mi lado; le dije: "Amor, nos vamos a tener
que pasar la tarde y parte de la noche solitos"
Not� una chispa picaresca en su mirada y me dijo: "�Ahora s�
me dar�s gusto?"
Yo me hice el que no entend�a y le pregunt�: "�Qu� quieres
decir?"
"Quiero que me toques y te toque yo como la otra vez"
"�Ay, amor-le contest�-parece que no quieres aceptar que eso
no est� bien entre nosotros!"
"�Pues no me importa-me dijo desafiante-me gust� mucho! A
menos que a ti no te haya gustado��.
"No, mi cielo-le contest�-al contrario, pero ese es
precisamente el problema"
"�Ya lo sab�a-me dijo animadamente-y me prepar�: mira!"
Se levant� su faldita: �estaba sin calzoncitos!
Sent� el preludio de una erecci�n inmediatamente y se lo
dije: "�Ya ves, mira como me pones!"
Se acerc� a m� y empez� a bajarme la cremallera del pantal�n;
yo la tom� de su barbilla y le di un tierno beso en su boquita, lo cual la hizo
reaccionar con sorpresa
"�No te gusta?" pregunt�
"Es que nunca me hab�as besado asi" contest�
"Pues es que siento que somos m�s que padre e hija" le dije
Se sonri� y sacando mi pene del pantal�n me dijo p�caramente:
"Si, �verdad?" Me lo pel� hasta dejar el glande al descubierto y me dijo: "Mira,
sale un l�quido diferente" "Eso es un lubricante", le dije. "�Lubricante para
qu�?" pregunt�. "Despu�s te lo explicar�" contest�.
Met� mi mano entre sus piernitas, que ella inmediatamente las
abri�. Le acarici� con la yema de mis dedos la parte interna de sus muslos hasta
llegar a sus labios vaginales. Not� que ya estaba ligeramente h�meda y le dije:
"Mira, tu tambi�n est�s lubricada, eso es rico, porque as� te podr� acariciar
mejor". Me dijo: "P�, aqu� es medio inc�modo, �no? Mejor vamos a la cama, como
la �ltima vez"
Asent� y nos paramos; ella me tom� del pene y me jal� hacia
la rec�mara: "Para que no te vayas a escapar", me dijo.
Llegamos a la cama y le dije: "Amor, la ropa es estorbosa,
�no?. D�jame desvestirte" La volte� y baj� la cremallera de su vestido; ella,
mientras tanto, se hab�a despojado de sus zapatillas, as� que qued� s�lo con su
corpi�ito de algod�n y sus calcetas. Me alej� un poquito para contemplarla:
"�Que linda mu�eca eres!", le dije.
Era menudita de cuerpo, en su carita resaltaban sus ojos
chispeantes, una nariz respingadita pero peque�a, labios hermosamente
delineados. Sus pechitos ya se notaban, con pezoncitos como diminuto bomboncito
y sus areolas color chocolate, resaltando con lo rosado de su piel. Su cuerpo
empezaba a embarnecer, delineando unas caderitas que acentuaban su cintura; su
pubis ense�aba unos labios vaginales ya medio hinchados por la excitaci�n pero
con s�lo la pelusilla tipo durazno brotando. Me acerqu� y le quit� el corp��o;
luego la sent� y le quit� sus calcetas.
"Amor,-le dije-�que tal si nos ba�amos? Tus patitas est�n
sudorosas."
Ri� nerviosamente y dijo: "Pues es que hoy tuvimos Educaci�n
F�sica. Pero ahora me toca desvestirte"
Me afloj� el cintur�n y el pantal�n baj� f�cilmente, ya que
la bragueta estaba libre. Yo empezaba a quitarme la camisa pero ella me lo
impidi�: "Yo hago todo" me dijo.
Me quit� la camisa y la camiseta. Me empuj� hacia la cama y
me quit� zapatos y calcetines. Volte� a verme y me dijo: "Si es buena idea
ba�arnos" Me par� y me quit� la truza. Mi pene estaba semi erecto. Volte� a
verme y me dijo: "As� no me gusta tanto". Solamente me sonre� y la llev� al
cuarto de ba�o. Nos enjabonamos mutuamente, pero como con prisas, y luego nos
enjuagamos. Al salir le sequ� el cuerpo con una toalla y ella hizo lo mismo,
despu�s. La cargu� en mis brazos, tratando de acunarla, pero ella se prendi� de
mi cuello y pas� sus piernas sobre mis caderas, apret�ndose fuerte en mi cuerpo;
as� llegamos a la cama.
La acost�, pero ella se incorpor� y me pidi� que me acostara
de espaldas; entonces mi Lucrecia empez� a examinar todo mi cuerpo: me pas� sus
dedos por mis labios y luego baj� sus manitas hasta mi pecho. Sorprendida me
dijo: "�Oye, P�, la puntita de tus bubis est�n bien duras y paradas!" Me re� y
le dije: "�Pues mira las tuyas! Me ganas por mucho" Entonces la atraje hacia m�
y le empec� a besar sus pezoncitos; ella dio un brinquito y me dijo "�Ay, P�,
eso tambi�n se siente muy rico!"
Me incorpor� y la puse de espaldas a la cama, empezando a
acariciar su pubis con la palma de mi mano; ella, casi autom�ticamente, extendi�
su mano para tomarme el pene y as� empezamos a acariciarnos mutuamente; mientras
hac�amos eso, empec� a besar los l�bulos de su orejita, luego sus cejas, la
punta de su naricita y al final, sus labios: primero tom� su labio superior y lo
succion� suavemente, luego el inferior para despu�s besar ambos labios. Ella no
sab�a que hacer, s�lo se dejaba hacer, pero despu�s reaccion� y empez� a imitar
mi accionar. �Qu� hermoso sent�r ser besado as� por mi propia hija!
Para esto, no hab�amos dejado de acariciarnos y se me ocurri�
una cosa. Como sin quererlo, le pellizqu� la superior del mens pubis. Ella dio
un brinquito y se quej�. "�Perdona, amor!, �te lastim�?" le dije. Ella asinti�
con su cabecita, como resentida. "�Perdona, cielo, no me di cuenta!-le dije-pero
espera, ahorita sentir�s como te curo"
Deje de acariciar su conchita y me deslic� entre sus piernas,
haciendo que ella soltara mi pene. Le abr� m�s sus piernitas y le bes� entre su
ingle y el muslo y luego me pas� al otro lado. Ella solt� una risita y me dijo:
"All� no fue" "�No? D�nde entonces?" Me tom� de la cabeza por las orejas y me
dirigi� justo arriba de su peque�o cl�toris, que ya se notaba. "aqu�", me dijo.
Me acomod� mejor entre sus piernitas y la empec� a besar donde hab�a dejado mi
cabeza, bajando luego por toda su rajita. A llegar abajo, le abr� sus labios con
mis manos y empec� a lamerla de arriba a bajo. Su cuerpecito empez� a
convulsionarse, pero suavemente. Me alej� un poquito, para ver bien su vulvita
bien abierta. Su color era rosa tirando a rojo. Cre� ver su h�men, con un
peque�o agujerito al centro; volv� a lamerle la vaginita, metiendo un poco la
lengua, y le empec� a lamer el cl�toris; ella dio un brinquito, pero apret� mi
cabeza a su cuerpo. Recorr� alrededor de su cl�toris, que ya estaba m�s durito,
la punta de mi lengua. Empez� a secretar m�s humedad y a respirar
aceleradamente; su piel se puso como "piel de gallina" y de repente plant� sus
peque�os pies sobre el colch�n, empujando la cadera hacia arriba y empez� a
bombear su cuerpo hacia mi cara, sin control. Sent� que unos peque�os r�os de
l�quidos inundaban mi boca y los empec� a chupar insaciablemente. �Mi ni�a
estaba teniendo otro orgasmo! Met� la punta de la lengua lo m�s profundo que
pude entre sus labios y pude sentir las contracciones de sus m�sculos vaginales
Su cuerpo se desmadej� y se qued� inerme, pero con una
sonrisa de pura satisfacci�n. Me qued� donde estaba, s�lo que recost� mi cara
sobre su pubis, mi mejilla justo encima de esa caliente vulvita: pude oler sus
efluvios ligeramente almizclados mezclados con el olor del jab�n, que a�n
persist�a. Me retir� lentamente y la bes�, acostado a su lado; le dije: "Mira, a
eso hueles y a eso sabes" Me olfate� y dijo: "no huele mal, �verdad?" Me chup�
un labio y me dijo: "Tampoco sabe mal, s�lo un poco saladito"
Me retir� un poco, para disfrutar la vista de ese precioso
cuerpecito, que iniciaba su transformaci�n de ni�a a mujer. Soy un pervertido,
pens�. Pero c�mo me fascina sentir estas sensaciones con una ni�a que es,
adem�s, mi hija y que, para colmo, ella lo goza.
Al cabo de un rato, se desperez� un poco y volte� a verme la
entrepierna. "�Mira, no est� muy grande y no tienes ag�ita en las piernas, como
la vez pasada!" "No, amor-le contest�-quise dedicarme por completo a ti" "�Pero
entonces s�lo yo sent� rico!" "Bueno, por esta ocasi�n s�", le dije
"No me parece bien eso-me dijo-me gusta sentir c�mo brinca tu
cosa"
"A mi tambi�n, cari�o-le dije- quiz� alg�n otro d�a"
Hizo un puchero y me dijo: "No, yo quiero ahorita"
"�Y qu� piensas hacer?"
"T� me dijiste que lo mismo que siento yo, sientes t�,
verdad?
"En t�rminos generales, es cierto", le contest� divertido
"Entonces d�jame lamerte yo a ti"
Qued� boquiabierto: nunca imagin� esos alcances, pero a la
vez un escalofr�o recorri� mi cuerpo e inmediatamente empec� a sentir los
embates de la excitaci�n.
"�Qu� quieres hacer?", pregunt�
"Tu acu�state como estaba yo" me dijo
Me acost� boca arriba y ella se meti� entre mis piernas; me
tom� el pene y empez� a lamer la piel, lo cual me pareci� delicioso, pero
aparentemente intentaba repetir mi accionar. Le dije, "Amor, lo que se hace con
un hoyito no es lo mismo que lo que se hace con un palito"
Me mir� inquisidoramente: "�Y c�mo le hago, pues?" Le dije:
"Los hombres sentimos mucho cuando la cabecita est� descubierta" Asinti�, me
dej� el glande al descubierto y me empez� a lamer, pero como si fuera una
paleta. Le dije: "As� es muy rico, pero hay otras formas, cielo; �quieres que te
diga c�mo?" "�Si, Papi, dime c�mo te gusta m�s!"
Le dije: "Mira, te voy a hacer una demostraci�n" le tom� un
dedo de la mano y lo llev� a mi boca. "Has de cuenta que tu dedo es mi pene" Le
lam� la yema desde su �ltima articulaci�n. Luego absorb� su yema en mi boca y lo
empec� a succionar, girando mi lengua a su alrededor. Despu�s me fui metiendo
poco a poco su dedo hasta tenerlo todo en la garganta, mientras succionaba como
si quisiera derretirlo en mi boca, al mismo tiempo lo met�a y sacaba casi
totalmente, sin dejar de succionarlo.
"���Mhhh!!!, hasta yo siento rico" me dijo. "A ver, d�jame
hacerlo"
Ya mi pene estaba completamente erecto, en toda su extensi�n
[(a propos, ver nota al final)]
Me tom� el pene entre ambas manitas, me pel� el glande (yo
sent�a hasta su respiraci�n en �l) y empez� a lamerlo, quiz� intuitivamente
empezando por el frenillo, luego empez� a meterlo lentamente en su boca. Le
dije: "S�lo ten cuidado con los dientes, amor, porque es muy delicado" Asinti�
con un movimiento de cabeza y un inarticulado "mmjjj" y poco a poco lo fue
metiendo en su boca. Lleg� a un punto donde quiz� era molesto y empez� a mover
la cabecita de atr�s hacia delante y viceversa, tomando la base con sus dos
manitas, mientras succionaba, un par de veces haci�ndolo en falso. Obviamente,
yo ya estaba en el quinto cielo; tom� una de sus manos y la puse en mis
test�culos y le dije: "Acar�ciame, amor, pero con cuidadito, porque tambi�n son
muy delicados, como huevitos de codorniz"
No pudo evitar un remedo de risa, pero despu�s sigui�
seriamente en su tarea. Con mis manos empec� a establecer un ritmo creciente,
teniendo cuidado en que no la incomodara, meti�ndosela demasiado, Me excitaba
m�s y m�s, hasta que sent� que llegaba mi eyeculaci�n. Justo a tiempo logr�
sacarla y explot� casi en una de sus orejas, cayendo un poco en su cabello, pero
el resto en mi cuerpo. Puse una mano encima de las suyas y la apret� fuertemente
a mi falo, haciendo que mi glande fuera presionado hacia abajo y ella sintiera
las contracciones. Ella ve�a con curiosidad lo que pasaba y luego me mir�; debe
haber visto mi cara de deleite, porque me pregunt�:
"�Te gust�, Papi?"
�Quieren que contin�e? H�ganmelo saber
*Con respecto a la nota: seg�n estad�sticas recientes las
dimensiones de pene com�n de los cauc�sicos (de 12.5 a 17 cm), es mayor que la
de los negros (de 12 a 16 cm) y obviamente los que llevan la de perder son los
asi�ticos (de 8.5 a 14). Sin duda, existen excepciones, y creo que la mayor�a de
los que escriben aqu� son esas excepciones.