Julia regreso a su casa muy nerviosa, como era posible que
una se�ora como ella se hubiera prestado a semejante humillaci�n, masturbarse
frente a su yerno, mientras este lo hacia frente a ella, subiendo las escaleras
cruzo en silencio hasta su habitaci�n, sent�a que sus entra�as le quemaban, ella
una mujer madura, con sus principios, su elegancia, completamente entregada a
los actos mas sucios, y delante de El, precisamente delante de El, su yerno, ese
joven de aspecto vulgar, si tenia que reconocerlo, vulgar e insolente, pero muy
masculino, cada fibra de su cuerpo reflejaba una virilidad muy excitante, hasta
para una mujer madura como ella, tan segura de sus actos.

Entrando en su habitaci�n, cerro con llave la puerta , y
entonces ah� frente al espejo grande del tocador, se desnudo completamente,
miraba como las prendas iban desprendi�ndose de su cuerpo, su blusa, su sost�n,
su falda, su calz�n, ah� estaba ella una mujer de 50 a�os, a punto de ser
abuela, excitad�sima por un hombre much�simo menor que ella.

Entonces recost�ndose sobre la cama, empez� a acariciar sus
senos suavemente, los estrujaba, deslizaba las yemas de sus dedos sobre sus
oscuros pezones que estaban dur�simos, una de sus manos bajo por su vientre,
despacio, , "Porque, porque tengo que sentir este deseo, cre� que mi deseo hab�a
muerto con mi esposo, que cuando el se fue todos mis deseos sexuales, se fueron
con El, pero no aqu� estoy acarici�ndome, ,� ah, estoy tan caliente, ", bajo su
mano hasta tocar su vagina que se encontraba muy h�meda, sus dedos resbalaron
f�cilmente dentro, sintiendo en sus propios dedos todo ese calor que la quemaba
por dentro, "Si as�.. ah como disfruto", en ese momento la imagen de su yerno
vino a su mente, "Ahhhhhh� si uhhhh" ve�a la gruesa y larga verga de Enso frente
a ella. La ve�a tan grande y dura, deslizando mas profundo sus dedos dentro de
su vagina se acaricio con mas fuerza, mientras era sacudida por una oleada de
placer "ahhhhh� si as� Enso, dame fuerte�UHHHH" gem�a imaginando la potente
verga de su yerno dentro de su raja.

Su cuerpo se retorc�a de placer mientras su orgasmo duraba
era excitante, ver como sus pezones estaba completamente duros, estrujaba sus
pechos, y mientras gem�a escucho un golpe en la puerta de su habitaci�n:

"Mama, te pasa algo?", era su hija, la esposa de Enso,
seguramente sus gemidos hab�an sido muy fuertes y los hab�a escuchado.

Tratando de recobrar la calma, con voz pausada hablo:

"No Hija simplemente me duele un poco la cabeza, por eso me
quejaba, pero estoy bien, d�jame descansar un rato y luego voy a verte"

Julia pens� esto no puede seguir, debo hacer algo para
olvidarme de lo sucedido con Enso y conseguir tranquilidad. Pens� "Ya se lo que
voy a hacer"

"esta bien mama, como digas"

Lina se retiro de la puerta de la habitaci�n de su madre, un
poco extra�ada, ella no era muy conocedora de las artes de amar, pero sabia que
los gemidos que hab�an salido del cuarto de su madre no eran de dolor, mas bien
parec�an de placer.., pero no, como pod�a ella pensar eso su madre, desde la
muerte de su esposo nunca hab�a tenido ninguno otro hombre como ella misma lo
hab�a dicho "Porque no los necesitaba".

Esperar�a que su madre descansara un rato y luego vendr�a de
nuevo a ver como le hab�a ido en su conversaci�n con su esposo, ella lo amaba
tanto y le hacia tanta falta, agradec�a que su madre hubiera ido a buscarlo
bajando su prepotencia y orgullo y esperaba que El regresara a su lado.

Ah� estaba parado frente a la entrada de la gran mansi�n
donde volver�a a vivir con su esposa y su madura y deseada suegra, porque si,
aunque sabia que la mujer era una vieja prepotente y orgullo, tenia que admitir
que la deseaba mas que a nada en este mundo, El que siempre hab�a tenido a todas
las chicas que hab�a querido, estaba mas que obsesionado con aquella madura
mujer, que hacia hervir la sangre en sus venas. Entro en la casa, su mujer
estaba en la sala, cuando lo vio una amplia sonrisa apareci� en su rostro, El
sabia que ella estaba muy enamorada de El, su embarazo estaba casi en su parte
final, estaba muy gorda, la panza redonda sobresal�a en su maternal, ella corri�
y lo abrazo llorando haci�ndole prometer que nunca mas la abandonar�a, El se lo
prometi�, le dijo que estar�a con ella por mucho tiempo, y la beso en la
mejilla.

As� fue como regreso Enso a su vida en aquella casa, lo que
le extra�aba, era que tenia ya varios d�as de haber regresado y en todo ese
tiempo no hab�a visto a su suegra, donde estaba, fue una tarde cuando su esposa
le cont� lo que suced�a:

"NO puedo creerlo, porque despu�s de tanto tiempo", dijo Lina

"Que te pasa?" dijo Enso intrigado

"NO puedo creer lo que me ha contado mi madre, es que siempre
dijo que no necesitaba ning�n hombre a su lado, y mira, sabes que acaba de
presentarme a su "Amigo" "

"De que hablas?" pregunte mas intrigado aun

"De mama, ha tra�do a un se�or a casa y me lo ha presentado
como su amigo, no puedo creerlo!"

Sent� una punzada de celos, como era posible que mi suegra
trajera a alg�n hombre a esta casa, el �nico hombre en el que deb�a fijarse era
en mi, no en nadie m�s.

"Tranquila, debe ser solo un amigo"

"Claro que no, ven�an tomados de la mano" grito Lina

"Ella no tiene derecho a hacerme eso, es una mujer madura, la
voy a hacer abuela en poco tiempo, como se le ocurre traer un hombre a casa"
sigui�

"Ella es una mujer madura, sabe lo que hace, tranquila no te
preocupes, ven bajemos quiero conocerlo"

Tome a mi mujer del brazo y me dirig� con ella a la sala
donde se encontraba mi suegra con su "amigo", con raz�n no la hab�a visto en
estos d�as deb�a estar muy entretenida en su romance. Entramos en la sala y
saludando nos sentamos frente a ellos. Ah� estaba ella como siempre elegante,
regia, y junto a ella estaba un hombre podr�a tener unos 65 a�os, era un hombre
viejo, en realidad mucho mayor que ella, era un tipo bajo, regordete, ja no era
el tipo de competencia que me esperaba.

Ella disimulando su rabia, nos hablo, "Quiero presentarles a
Esteban, El es un amigo, con el cual he estado saliendo y quisiera que lo
conocieran"

As� fue como mi suegra nos presento a su compa�ero
sentimental, y aunque ella dec�a que le agradaba mucho yo sabia que no era
cierto, lo notaba en la forma en que lo miraba, como si lo estuviera usando para
librarse de m�. Yo le demostrar�a que no seria tan f�cil librarse de mi, y que
el �nico hombre que la podr�a satisfacer seria yo.

Por fin llego el d�a esperado, mi mujer empez� a quejarse de
dolores de parto, la llevamos a una cl�nica privada muy prestigiosa, mi suegra,
se encargo de todos los papeles, tres horas mas tarde estaba recibiendo la
noticia de que mi primer hijo hab�a nacido.

Est�bamos ah� los tres en la sala de espera, mi suegra, su
amigo y yo, al escuchar la noticia, Esteban me felicito, y a mi suegra, entonces
aprovechando la ocasi�n, me acerque a ella y abraz�ndola mas de la cuenta muy
discretamente, acerque mi cara a su o�do y le dije "Felicidades Nueva abuela,
esta noche la voy a hacer muy feliz" Y me separe de nuevo, ella me miro con una
cara de susto e intriga.

MI mujer deber�a permanecer en la cl�nica unos d�as en reposo
con mi nuevo hijo, as� que Esteban se ofreci� a llevarnos a casa a mi suegra y a
mi, luego yo sub� a mi habitaci�n mientras ellos permanec�an en la sala
conversando.

Era mi oportunidad, esa noche estar�amos solos mi suegra y yo
en la casa, as� que cuando escuche que Esteban se iba, me desnude completamente
y as� escuchando como mi suegra entraba en su habitaci�n, Sal� al pasillo, mi
verga estaba semi Erecta de imaginar lo que vendr�a, al fin poseer�a a mi suegra
con su voluntad o contra ella. Pagar�a el precio por traer otro hombre a la
casa.

Abr� suavemente la puerta de su habitaci�n y col�ndome dentro
me pare frente a su cama, ella yac�a dormida cubierta por las sabanas, entonces
jalando la sabana fuertemente, la quito de su cuerpo y la arrojo al piso, mi
suegra despierta sorprendida, mira como me acerco junto a ella grita "Que hace?"
mientras de un fuerte tiron desgarro su bata, dej�ndola pr�cticamente desnuda,
sus pechos colgaban suaves y aquella mata de pelos surg�an ante mi vista... ella
me miro con cara de temor, mientras yo me acostaba sobre ella con mi verga
completamente erecta, ella permanec�a inm�vil� como esperando lo que venia.

Continuara�

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