Aquella reuni�n era muy importante para mi marido, a media
tarde cuando hab�amos salido del trabajo cargamos las maletas en el coche, nos
esperaba un largo viaje por carretera, llegar�amos al d�a siguiente al mediod�a.
El viaje era muy tranquilo y pronto se nos hizo de noche, hablamos sobretodo de
la reuni�n, lo que me hizo descubrir que mi marido estaba aun m�s preocupado de
lo que yo pensaba.
A mi marido lo conoc� en la facultad, yo fui su alumna y tan
pronto lo vi entrar en el aula me enamor� de �l. Era casi 9 a�os mayor que yo
as� que ahora estaba a punto de cumplir los cuarenta, lo cual le preocupaba m�s
que aquella reuni�n. Un hombre s�per elegante, casi siempre vest�a de traje. Me
encantan los hombres con mucho estilo tanto en su forma de ser como vistiendo,
si yo a mi misma me exijo lo m�ximo en ese sentido no voy a ser menos con quien
me acompa�e. Siempre he sido muy presumida y no me importaba nada gastarme todo
mi sueldo, que es bastante, en ropa. Es m�s, una amiga m�a del trabajo y yo
sal�amos casi todos los fines de semana de compras a acabar con las tiendas, no
es que presuma de ello pero sin duda es un rasgo de mi personalidad. Mi marido
era pr�cticamente el �nico hombre con el que hab�a estado, hab�a tenido alguna
que otra relaci�n antes que la suya pero siempre muy cortas, el era el hombre de
mi vida. Y yo de la suya.
No sab�amos en que hotel parar a descansar, ni siquiera en
que ciudad, hab�a salido todo muy r�pido y no ten�amos nada planeado as� q
acordamos parar cuando el estuviera cansado de conducir. Eran ya las 8.
-�Est�s cansado cari�o?-le pregunt�.
-No mucho, pero vi se�alizada una ciudad a 15 kil�metros de
aqu�, ser�a bueno parar all�- me contest�.
Me recost� en el asiento y estuve dormitando un rato, no
sabia siquiera si hab�a logrado dormir cuando me dijo.
-�Mira! hay un desv�o para un hotel un poco antes de la
ciudad,�lo cojo?
-Como veas, respond�-.Gir� hacia la derecha cogiendo el
desv�o y a lo lejos vi un cartel luminoso enorme que dec�a"Hotel".En principio
no ten�a muy buena pinta ser�a de unos 7 u 8 pisos, no es que necesitara un
hotel de s�per lujo pues solo �bamos a pasar la noche all� y salir r�pidamente a
la ma�ana siguiente, pero si quer�a que fuera limpio, soy bastante exigente con
eso.
Nos atendi� un recepcionista muy amable. La verdad es que el
hotel no ten�a mala pinta. El botones se apresur� a subirnos las maletas, no
hac�a mucha falta porque s�lo llev�bamos ropa para 2 d�as, nos ense�� la
habitaci�n, mi marido le dio la propina y el chico dijo:
-El restaurante est� en el piso menos uno y el bar en el
menos 2-, y nos deseo una feliz estancia.
Yo no aguantaba m�s y me met� en la ducha corriendo, estaba
todo muy limpio y eso me gust�, cuando yo acab� mi marido tambi�n se duch�, nos
arreglamos y decidimos bajar al restaurante a tomar una cena r�pida. Comimos
algo muy ligero y al acabar mi marido me pregunt�:-�quieres bajar al bar a tomar
una copa?-,no era lo que m�s me apetec�a pero aun no eran ni las once, pens� que
tomar una copa tranquila estar�a bien, que equivocada estaba.
Bajamos al bar y al verlo me llev� una decepci�n porque no
era lo que yo esperaba, era muy grande, amplia. Era m�s bien una discoteca,
estaba formada por un c�rculo que era la pista, y alrededor de �sta la barra y
m�s elevado ,hab�a que subir tres escalones, unos sof�s negros enormes que
formaban semic�rculos cada uno alrededor de su correspondiente mesita de
cristal. Afortunadamente no hab�a casi gente y la m�sica estaba bastante baja.
Me apresur� a sentarme en uno de esos sof�s, me puse en un extremo mientras mi
marido ped�a en la barra, cruc� mis piernas y le esper�. Trajo 2 copas y vino a
sentarse a mi lado, tuvo que dar toda la vuelta a la mesita porque sab�a de
sobra que a mi me gustaba sentarme en los bordes y me pregunt�:
-�Que te parece?-,est� bien, pero creo que esto se llenar� de
gente dentro de muy poco, parece m�s bien una discoteca,�no?-
.-Bueno si se llena mucho nos vamos y ya est�-.
Eso me tranquiliz�, no hab�a mucha gente, habr�a como quince
personas en la pista y m�s de la mitad de aquellos enormes sof�s en los que
cabr�an al menos 6 personas estaban desocupados.
-Hace mucho calor- suspir� mi marido. Ya lo creo que lo
hac�a. Mientras se despojaba de su chaqueta son� un m�vil. Era el suyo.
-�Si?,�si? preguntaba, no te oigo, espera-.Tap� el m�vil con
su mano y me dijo:
-Esp�rame un rato cari�o, vuelvo enseguida que aqu� no oigo
nada.
Le llamaban cien veces al d�a, muchas broncas hemos tenido ya
por eso.
-Que remedio-le respond�, no me hac�a ninguna gracia quedarme
sola pero que otra cosa pod�a hacer. Adem�s cuando el me dec�a "un rato" pod�a
ser tanto 2 minutos como dos horas. �l se march� apurado y yo me resign� a mirar
a mi alrededor.
Dieron las once y aquel local dio un cambio inesperado, se
bajaron las luces, subi� la m�sica y empez� a llenarse de gente
-Lo que me faltaba-,pens�. Que ingenua, no ten�a ni idea de
lo que me iba a ocurrir aquella noche. La gente que estaba all� eran todos
adolescentes ruidosos y horteras, vest�an pantalones y deportivas enormes y eran
muy torpes bailando. Me daba la impresi�n de que con cada persona que entraba la
temperatura sub�a un grado. Yo vest�a un conjunto de traje chaqueta negro con
minifalda y medias tambi�n negras, me saqu� la chaqueta y la doble con cuidado
dej�ndola en el sof�, a mi izquierda, al lado del bolso.
Saqu� el tabaco del bolso y justo despu�s de encenderlo o�
una voz que me dijo:
-�Tienes un piti?-Me qued� sorprendid�sima, estaba ante mi un
cr�o de unos 18 a�os vestido con ropa deportiva y una gorra, era corpulento pero
ten�a una cara de ni�o que le delataba, no me hab�a pedido por favor ni parec�a
que fuera a hacerlo.
-�Tienes un piti?-,repiti�. No me apetec�a en absoluto
d�rselo a aquel maldito ni�ato maleducado pero pens� que no me quedaba m�s
remedio sabiendo que ten�a la cajetilla encima de la mesa, pero me propuse darle
un peque�o castigo, cuando se inclin� para cogerlo le ech� todo el humo de mi
cigarro en la cara y le dije:
-�No eres un poco cr�o para fumar?-el chico se quedo
sorprendido y se fue sin decir nada. Le segu� con la mirada y fue a junto de
otros 2 chicos, uno de ellos me llam� la atenci�n, era el m�s alto de los tres y
vest�a unos vaqueros enormes y una camiseta blanca de asas, era un buen morenazo
la verdad, en alguna �poca pasada habr�a ca�do rendida a sus pies, apuesto a que
era el m�s popular de su clase, el otro era normal, parecido al maleducado. Eran
unos pueblerinos y horteras, adem�s ten�an pendientes y piercings en cejas,
orejas y cerca de los labios, unos macarrillas de tres al cuarto. Por la
cantidad de gente de esa edad y los grupillos que se formaban deduje que todo
esto proven�a de una excursi�n de fin de curso o algo semejante. Me despist� un
segundo cuando escuch�:
-�Quieres que te invite a una copa?-.No me lo pod�a creer, el
chico que tambi�n vest�a ropa deportiva hab�a decidido que era el turno de
intentarlo �l.
-�No ves que ya tengo una?-le pregunt�. Si, pero yo si
quieres te invito a otra.
Me enfad�:-mira ni�o pueblerino por que no os busc�is unas
ni�as de vuestra edad y me dej�is en paz-.
Cuando me escuch� reconozco que son� bastante fuerte pero no
estaba para bromas, estaba esperando a que mi marido volviera de una vez.
-Yo solo quer�a invitarte a una copa me respondi�-.
-Bueno pues ya te dije que no, dejadme tranquila.
El chico se fue otra vez a junto de sus amigos que se rieron,
-de que co�o se estar�n riendo pens�- .Al apartarse pude ver lo abarrotado que
estaba aquello, la gente que hasta hac�a poco bailaba lejos de mi ahora casi
pod�a tocarla con la mano, pista y tarima estaban a tope de cr�os, nunca me
hab�a sentido tan fuera de sitio en mi vida. El calor volv�a a invadirme.
Tambi�n llevaba una blusa roja preciosa, car�sima, bastante
holgada que ten�a adem�s unas finas rayas negras diagonales que formaban unos
rombos rojos casi imperceptibles. Era mi blusa preferida, lo malo es que era
casi transparente y no era el lugar m�s adecuado para llevarla. Me encantaban
las blusas, mucho m�s que las simples camisetas, ten�an mucho m�s estilo y en mi
opini�n eran mucho m�s sexys, era fascinante cuando desabrochaba mi blusa poco a
poco dejando ver mi delgado cuerpo, a mi marido eso le volv�a loco y a mi me
parec�a muy sexy. Para colmo tambi�n llevaba un fular negro de seda, me lo
desat� del cuello y lo puse encima de la mesa. Hac�a tanto calor que la blusa se
me pegaba al cuerpo, los cuellos blandos de �sta se me pegaban a los hombros, mi
melena lisa y morena se me pegaba a la espalda y mis pechos se pegaban a la
blusa por el calor, no llevaba sujetador pues me hab�a vestido pensando en tomar
una cena r�pida y volver a la habitaci�n. -Lo que me faltaba ,era justo lo que
necesitaba para llamar m�s la atenci�n de aquellos cr�os, espero que no se den
cuenta- pens�. Pero no aguantaba m�s, desabroch� un bot�n de mi blusita e hice
una coleta con mi pelo sin saber para que la usar�an aquellos animales minutos
m�s tarde.
De golpe sali� alguien de entre la multitud y me dijo:
-�Pero tu qui�n te crees que eres maldita abogadilla?-.
Era el chico de la camiseta blanca, de cerca era m�s
imponente. No le respond�.
-�Qu� qui�n te crees que eres?, me repiti� en tono m�s alto.
-Ya te o� la primera vez ni�ato, mira, por que no me dejas en
paz y te buscas una ni�a granjerita de tu edad, �eh?.
-�Maldita puta soberbia! �c�mo te atreves a hablarme as�?-.
La cosa se me estaba yendo de las manos, empec� a tener un
poco de miedo cuando me insult� pero sin embargo mi orgullo sali� a relucir:
�C�mo no me dej�is en paz le dir� a vuestro profe que me
est�is molestando para que os castigue.
Me interrumpi� diciendo:
-A mi profesora ya me la he follado como voy hacer contigo
esta noche, maldita zorrita de ciudad. Los otros dos chicos se rieron.
Le di una enorme calada a mi cigarrillo, estaba un poco
asustada, mir� a mi alrededor, todo estaba lleno de gente pero me sent� sola y
un tanto indefensa. Saqu� otro cigarro e intent� distraerme y no preocuparme. Me
dediqu� a contemplar todos aquellos chavales de pueblo pegando gritos con
aquella m�sica que ya era ensordecedora. Pasaron los minutos y me detuve a mirar
a una pareja que estaba en la pista, se besaban apasionadamente, de forma
exagerada, casi no lograba verlos, ella se parec�a a mi, era m�s alta que la
media, de pelo negro y piel clara y tambi�n bastante delgada pero ella vest�a
como una autentica puta, con botas por encima de la rodilla y un top ajustado
que dejaba ver su ombligo, �l era el chico de la camiseta blanca. Me qued� un
poco sorprendida pero segu� mirando, �l le manoseaba el culo con mucha fuerza
haciendo c�rculos con sus dedos, le mir� a la cara y el me estaba mirando. Ten�a
la mirada fija en m�, mi coraz�n se aceler�. Apoy� la cabeza de la "pobre" chica
en su hombro mientras me sacaba su gorda lengua atravesada por una bola de
metal, Hac�a movimientos groseros en el aire con aquella lengua, yo mantuve la
mirada, no es f�cil excitarme y menos con semejantes guarradas, pero no quer�a
apartar la mirada.
Not� algo en mi brazo, pens� que ser�a alguien bailando pero
para mi desgracia el chico que me hab�a pedido el cigarro me hab�a cogido ahora
mi fular de seda, se lo restregaba por la cara diciendo:
-Umm que bien huele a perfume de zorrita-. Ser� cabr�n
murmur�.
Me mir� de arriba abajo, le pas� el fular a su amigo y me
dijo:
-�Por qu� nos provocas as� maldita engre�da? M�rate.
Pens� que se referir�a a mi blusa transparente pero el miraba
mi pierna.
-Casi puedo verte tus bragas de puta-. Me sobresalt�.
Estaba totalmente descamisada por detr�s y por el lado
derecho, el lado que ellos pod�an verme. Mir� mi pierna, la falda se me hab�a
escurrido hacia atr�s al sentarme de tal forma que ellos pod�an verme la blanca
piel de mi muslito que ni siquiera llegaba a ser tapado por la media que me
cubr�a hasta la mitad del muslo, s�lo estaba ligeramente tapado por la tira
negra de mi liguero. Parec�a una aut�ntica puta.-�Que desastre!-pens�. Me
apresur� a recolocarme.
-�Pero que haces zorrita? si podemos verte tus preciosas
tetitas desnudas a 10 metros.
-�Mierda!-,intent� disimular y vi como su amigo se restregaba
mi fular por dentro de sus pantalones y me mostraba orgulloso su nuevo paquete.
-�Mira lo que hago con tu trapito!-se re�a.
-Est� buena nuestra zorrita �eh?- se dec�an.
Se lo sac� de la entre pierna, me lo tir� a la cara, yo lo
cog� con la mano y me dijo:
-Ahora mi polla huele a ti y tu trapito huele a mi polla,
hu�lelo puta-.
Yo hab�a conseguido calentarlos sin querer y ellos me estaban
excitando a mi. Cada insulto me golpeaba fuerte y me excitaba m�s que cualquier
halago o piropo que hubiera dicho mi marido sobre mi cuerpo. No sab�a por qu�
pero el hecho de que mi fular hubiera estado en contacto con la joven polla de
aquel chico me excitaba un poco. Algo dentro de mi me impulsaba a llevarlo a mi
nariz pero aun me quedaba autocontrol suficiente, lo dobl� y lo met� en el
bolso.
-�Que zorra es! pero si lo estaba deseando dec�an- se giraron
y se fueron a carcajada limpia.
-Me parec�a incre�ble pero hab�an conseguido excitarme un
poco, con la de veces que mi marido me tach� de fr�a si le contara esto no se lo
creer�a, mir� el fular y me re� pensando lo que hab�a estado a punto de hacer.
Sin haber descansado mucho de mi peque�a excitaci�n escuch�:
-�Te ha gustado?- era el chico de la camiseta.
Intent� mirarle con desprecio y no le respond�.
-Que zorra eres pero si est� claro que te he puesto cachonda,
tu a mi mira como me has puesto.
No me lo pod�a creer, mire a su entrepierna y vi una silueta
enorme, no pod�a creer que todo aquello que abultaba bajo sus vaqueros pudiera
ser su miembro. Por un momento pens� que me estaba tomando el pelo y se hab�a
metido un vaso de tubo en los calconcillos pero parec�a que no era as�,
claramente no era as�. Era enorme, gord�sima.
-Apuesto a que la de tu maridito es la mitad que la m�a-, no
dije nada pero desde luego que en grosor no estaba del todo desencaminado. Los
otros dos chicos se re�an de m�, mi cara de asombro deb�a ser todo un poema.
-�A que no tienes cojones a sacarla maldito ni�ato?- Esa no
era yo pero incomprensiblemente aquellas palabras sal�an de mi boca. Quer�a ver
aquello, no pod�a creer aquel tama�o, claramente se lo dije sabiendo que no
dudar�a un segundo en ense��rmela.
-Ja,ja, ni lo sue�es maldita zorrita, �crees que voy
desnud�ndome por ah� ante la primera putita que venga?� Te crees que no sabemos
a que has venido? Llevas aqu� sola una hora provoc�ndonos sin parar.
La temperatura de mi cuerpo subi� 10 grados, notaba la sangre
corriendo por mis venas, estaba bastante caliente, llevaba toda la noche
neg�ndolo pero aquellos cr�os hab�an conseguido lo que quer�an ,me hab�an
calentado y de que manera.
-Pero si puedo ver como tus pezones van a reventar tu camisa,
pero mira que eres zorra.
Me mir�, era incre�ble, parec�a que la blusa no ca�a desde mi
pecho hasta mi falda sino desde mis pezones, jam�s los hab�a visto tan erizados,
mis pezoncitos rosados estaban duros como piedras mientras una gota de sudor
bajaba por mi canalillo. Dios m�o, mi marido me matar�a si supiera lo cachonda
que me hab�an puesto estos ni�atos. Me quise tapar.
-�Pero que haces? si nos los llevas ense�ando toda la noche-.
Dej� mis brazos muertos dejando que me mirara, �l me miraba
las tetas, mis puntiagudos pezones y yo le dejaba, mis pechos quer�an escapar de
mi ropa.
Cuando cre�a que ya se iban se acerc�, puso una mano en uno
de mis pechos sobre mi blusa y me susurr� al o�do:
-Te follar�a aqu� mismo si quisiera pero no te voy a dar el
gusto abogadilla engre�da.
No se si fue de excitaci�n, miedo o las dos cosas pero me
qued� paralizada, ni siquiera le apart� la mano, me hab�a encendido de verdad,
suspir� pero apenas cog� aire, tragu� saliva y la gota m�s �ntima de mi cuerpo
abandon� mis braguitas y corri� por mis ingles r�pidamente para morir en mis
medias.
Mir� aquel enorme paquete de nuevo, estaba fuera de mi,
completamente descontrolada.
-�Qu� miras puta? Lo �nico que te queda por hacer aqu� es ir
a hacerte un dedo a tu habitaci�n porque mi polla no la vas ni a oler. Se
marcharon entre risas.
Estaba cachond�sima. El hecho de que me hubieran rechazado
aun me hab�a puesto peor, ya no sab�a que hacer, s�lo imaginarme aquel enorme
miembro entrando y saliendo de mi cuerpo hac�a que los labios de mi concha
quisieran escapar de mis braguitas. No lo dud�, met� mi mano entre mi blusa y mi
falda y llegu� a mi sexo. Estaba chorreando, junt� mis piernas para darme yo
misma el placer que ellos me hab�an negado pero me detuve,�qu� estaba haciendo?
S�lo pod�a hacer dos cosas, mi cabeza dec�a que fuera a buscar a mi marido, mi
co�o que fuera a buscar aquellos chicos Aquello estaba a tope, decid� ir a
buscar a mi marido.
Met� el tabaco en el bolso y cuando me levantaba del sof�
alguien se situ� detr�s de mi, puso una mano en mi hombro y me sent� de nuevo,
col� su otra mano desde arriba bajo mi blusa y empez� a sobarme los pechos ,no
me resist�. Ech� la cabeza hacia atr�s sobre el respaldo y vi que era el chico
que me hab�a "perfumado" el fular, me magreaba con fuerza mis senos pero no hice
nada. Alguien se sent� a mi izquierda ,se baj� un poco su pantal�n deportivo y
meti� la mano bajo mi falda, sobre mis bragas negras, alargu� mi mano izquierda
y agarr� su falo, disfrutaba de cada rugosidad de �ste y echaba su joven piel de
atr�s a delante, la velocidad depend�a de c�mo me acariciaba el co�o.
-Por debajo, cabr�n -,susurr�, peg� un tir�n incre�ble, dud�
si hab�a roto mis braguitas. Meti� dos dedos que habr�an camino a lo largo de mi
chochito de arriba abajo.
-�Joder como est� la muy puta! exclam�.
A pesar de la m�sica pod�a o�r el ruido de mis �ntimos
fluidos restregados por aquellos dedos. Yo gem�a de placer ,me retorc�a y
arqueaba la espalda. O� un ruido a mi derecha, mi preferido estaba de pie y su
enorme polla ya liberada de sus vaqueros me apuntaba amenazante. Me la met� en
la boca. Casi no me cab�a por su grosor pero la chupaba como una loca, gem�a y
chupaba. El chico de atr�s mord�a mi cuello mientras estrujaba mis tetas cada
vez con m�s fuerza, tanta fuerza que por momentos levantaba mi cuerpo del sof�.
Con tanto magreo, bot�n tras bot�n, se iba abriendo mi blusa, estaba
pr�cticamente desnuda masturbando a un chico que met�a sus dedos en mi mientras
ten�a mi boca llena por la polla de otro joven. Cerraba los ojos, aquello era el
para�so, quiz�s esto fuera lo que yo quer�a desde el principio y ahora me estaba
dando cuenta, el chico de la enorme tranca era de alguna manera el que tapaba la
escenita pero no me importaba nada, ni el resto de la gente ni mi marido.
Abr� los ojos por un momento y vi a mi marido abri�ndose paso
entre la multitud. Me sobresalt� y grit�.
-�Largaos de aqu� cabrones!
-�Pero que dices ahora zorra?-, me gritaron mientras se
resist�an a abandonar mi cuerpo. Los apart� y ellos en seguida se dieron cuenta
de lo que suced�a, hab�a perdido de vista a mi marido mientras apuraba a
vestirme. No sab�a si �l me hab�a visto a m�. Me aboton� la blusa y met� las
bragas en el bolso, aquel cabr�n me las hab�a arrancado. Segu�a sin verle y me
puse el fular para disimular aunque pronto me di cuenta que no ten�a mucho
sentido. Me qued� all� sentada, disimulando, con un fular que ol�a a polla y
aire fresco enfriando mi h�meda concha.
-Siento la tardanza-,apareci� de golpe. Suspir� aliviada, no
sospechaba nada.
Empez� a explicarme porque hab�a tardado tanto pero yo no le
escuchaba.
-�Me perdonas?- me dijo. Me sent� terriblemente culpable.
-Es incre�ble como se ha llenado esto, �quieres que nos
vayamos?- pregunt�.
-Si, si cari�o, v�monos de una vez.
Cog� mi bolso, le di mi mano "virgen" e intentamos abrirnos
paso entre la multitud, a cada paso que daba notaba la tremenda humedad de mis
adentros, ten�a que andar con las piernas separadas. Cuando est�bamos a punto de
conseguir salir grit�:
-�Mi chaqueta! Lo siento cari�o, me la he dejado en el sof�.
-No me jodas- resopl� resignado.
-Bueno, venga vamos -me dijo.
-No-, respond�. �Pero que estaba diciendo?,mi marido no
sospechaba nada, era el momento perfecto para irme, sin embargo no quer�a. Algo
en mi interior no quer�a que aquello se acabara, quer�a follar, que me follaran
mejor dicho, y no precisamente que lo hiciera mi marido.-Yo sola llegar� en
seguida, esp�rame en la habitaci�n.
-�Seguro?-,me replic�.
-Si, seguro -.
Me gir� r�pidamente en busca de mi chaqueta deseando con
todas mis fuerzas que estuviera custodiada por aquellos adolescentes. Cuando
hube andado unos pocos metros alguien me agarr�, era el alto, mi preferido.
-�Buscas esto o es que vienes a por m�s?-Le dio mi chaqueta
al ni�o de la gorra y me bes� violentamente. Me agarr� del culo y me impuls�
hacia arriba, yo salt� y lo rodee con mis piernas. No recuerdo pr�cticamente
nada de c�mo llegamos a su habitaci�n, todo eran carcajadas e insultos que a mi
me encend�an a�n m�s. Entramos y me tiraron en una cama. Era una habitaci�n
bastante peque�a sin embargo ten�a tres camas juntas, hab�an puesto pl�stico
rojo en las l�mparas lo que le daba un aspecto m�s l�gubre y para colmo apestaba
a porro, pero no me importaba.
-�Vaya puta nos hemos tra�do!- se re�an. Se desnudaron
r�pidamente y sus tres j�venes miembros me apuntaban, estaba muy cachonda.
-�Insultadme!- les dije. Se rieron.
-Si ya te dije yo que esta era m�s puta que ninguna, m�rala.
-Esta abogadilla de ciudad va a recibir su merecido,�te
acuerdas lo chula que era hace una hora?
-Que vista tan maravillosa, aquellos falos apuntaban al
techo, no pens� nunca que pudiera una polla apuntar tan hacia arriba. Los tres
eran bastante guapos con esa luz tenue y estaban en forma, delgados pero
marcados, sin ni un solo pelo en sus j�venes y tersos cuerpos. No aguant� m�s,
me levant� de la cama, me dirig� a mi preferido, me agarr� los pechos y le dije:
-�C�meme las tetas por favor!-,por supuesto se volvieron a
re�r.
-Que puta eres, ahora ver�s.
Pas� sus manos violentamente por mi cuello, por el pecho, me
descamis� de mi faldita lentamente, puso sus manos a la altura de mi abdomen y
me abri� la blusa de un zarpazo, como un animal. Varios botoncitos negros de mi
blusa saltaron por el aire y rebotaron haciendo ruidito contra el suelo, grit� y
mis pechos se dispararon hacia delante.
-Joder que buena est� mi putita abogada- dijo mientras me
estrujaba las tetas, me las mord�a, yo gritaba de dolor y placer mientras
intentaba agarrar su enorme falo pero el ech�ndose hacia atr�s lo imped�a.
Alguien se puso detr�s de mi, baj� mi falda de un tir�n hasta mis tobillos y
empez� a sobarme el culo, pronto pas� del culo a mi co�ito que acariciaba esta
vez con delicadeza, y dec�a:
-La zorrita esta no tiene ni un pelo en el co�o-,se
sorprendieron y volvieron a proferirme insultos.
-�Follazme cabrones! � follazme ya por favor!,no aguantaba
m�s.
El tercer chico que todav�a no hab�a entrado en escena me
agarr� y me tir� en la cama, tan fuerte que llegu� hasta la cama del medio Ca�
abierta de piernas, con la blusa rota ,el liguero, un fular que apestaba a polla
y las medias, como una aut�ntica puta.
Todo lo que yo hab�a despreciado toda mi vida ahora lo estaba
haciendo, me hab�a convertido en la chica m�s f�cil del mundo. Estaba
completamente entregada a esos cr�os, podr�an hacer conmigo lo que quisieran, yo
hab�a sido mala con ellos y ahora yo me merec�a su castigo, lo deseaba. Estaban
los tres de pie al borde de la cama cuando uno dijo:
-Ven aqu� zorra y chupanosla a los tres-, fui a cuatro patas
sobre la cama hacia ellos como una aut�ntica perrita sumisa, estaba dispuesta a
obedecer a todo. Me par� ante el primer miembro y me lo met� en la boca sin usar
siquiera las manos, quer�a dejar la polla de mi preferido para el final.
-Ahh, dios como la come esta puta- gritaba.
Lo hac�a con mucho empe�o, m�s que nunca, no creo que le
hubiera hecho a mi marido m�s de 10 felaciones en mi vida, el me lo ped�a pero
yo me negaba dici�ndole que me parec�a asqueroso y vulgar, era incre�ble en que
me hab�a convertido de repente. El otro chico que se parec�a a �ste se coloco de
rodillas detr�s de mi.-por fin-, pens� mientras segu�a mam�ndosela al otro cr�o.
La espera era interminable pero cuando ya not� la punta en mi
co�o era lo mejor del mundo Me la met�a poco a poco, el placer era inmenso,
indescriptible, en seguida me la meti� entera, sus embestidas eran lentas cuando
dijo:
-�Eh, mirad! si hasta trae por donde agarrar-, y empez� a
follarme mientras tiraba del fular casi ahog�ndome. Me era casi imposible seguir
con aquel miembro en la boca pero estaba tan cachonda que quer�a polla, cuantas
m�s mejor. Intent� alargar la mano al culo del chico que me estaba follando para
que fuera aun mas r�pido, lo entendi� al instante y sus embestidas eran tan
violentas que me lanzaban contra la polla del otro chico haciendo que me llegara
hasta la garganta. Consegu� sacarla de mi boca por un momento y grit�:
-�Ahh, sigue cabr�n, quiero o�r tus huevos chocando contra
m�!
El otro chico me la meti� de nuevo en la boca.
-�Ahh, ahh!- intentaba gritar yo pero casi no pod�a por tener
mi boca ocupada, lo que provocaba en ellos m�s carcajadas. No pod�a m�s, me
estaba corriendo sin soltar aquella polla de mi boca, el orgasmo era
interminable, el m�s largo de mi vida, pensaba que no se acabar�a nunca cuando
multitud de chorros ardiendo invadieron mi cuerpo, el chico de atr�s se estaba
corriendo como una bestia y tens� tanto el fular que lo arranc� de cuajo del
cuello, casi lloro del dolor
-Oh, dios, como me la he follado, �jodete maldita puta,
jodete!-,me gritaba.
Antes de que me pudiera recuperar el chico de delante empez�
a gemir como un loco y a retorcerse, yo sab�a perfectamente lo que ven�a, me
agarr� fuerte la cabeza y cuatro o cinco disparos de su leche llenaron mi boca,
por supuesto yo nunca hab�a tragado el semen de nadie y esta vez lo intente pero
no pude, chorros ca�an de mi ment�n a la cama.
-Me he corrido sin que ni siquiera me tocara, nuestra abogada
es incre�ble.-dec�a mientras recog�a el semen de mis labios y me lo volv�a a
meter en la boca
-L�mpiamela bien cabrona- se re�a.
Ca� desplomada, levant� la mirada y vi a mi preferido que se
acercaba con su miembro medio excitado, me sent� en la cama.
-F�llame por favor-,susurr�.
-�Ser�s zorra! �pero no te lleg� ya?
-F�llame por favor-, repet�.
Carcajadas y jaleos invadieron la habitaci�n.
Se tumb� en la cama, mi s�plica hab�a hecho mella en su asta
pero yo quer�a poseerla en su plenitud, a eso hab�a ido, a que me follaran
aquellos macarras y a meterme por fin aquello dentro de mi, quer�a saber si
cabr�a todo en mi co�ito estrecho, as� que met� mi lengua en su ingle despegando
sus huevos de las piernas de un lametazo.
-Ahh, susurr�, agarr� con una mano sus bolas mientras con la
otra notaba como se le iba poniendo dura la polla, no sab�a si era yo misma o la
corrida de aquel cabr�n pero gotas de algo sal�an de mi co�o, el no aguantaba
m�s, yo tampoco, me la met� en la boca. Notaba con la lengua aquella vena enorme
que cruzaba su miembro de arriba abajo. La mamaba como una loca. Observ� varios
cuerpos a mi alrededor.
-Que puta nos hemos tra�do, fijaos como mama.
Esas palabras no hac�an m�s que desear aun m�s ser penetrada,
pose�da, follada.
-�sta seguro que es de estas putas de lujo a domicilio, y
seguro que su maridito no sabe nada, oye nos tienes que dar tu n�mero-, se re�an
mientras azotaban mi culo haci�ndolo arder, pero yo no soltaba aquella
maravilla.
-Ah, para, para-, me dijo .Me apart�, aquello era incre�ble,
jam�s hab�a tenido nada tan duro en mis manos
-�S�bete y cabalga esto maldita puta de lujo!
-Al fin-, pens�.
Me puse encima del d�ndole la espalda como a m� m�s me
gustaba, apoy� las rodillas en la cama. Me la met� lentamente, las paredes de mi
interior se derret�an, cuando a�n no me hab�a metido la mitad me agarr� de las
caderas y me la clav� hasta el fondo.
-�Ahhhhh, ahh me rompes, me rompes!-le grit�.
-�No era esto lo que quer�as jodida puta? �pues toma!-,
Me apoy� en los otros chicos que me rodeaban y me sobaban las
tetas para no desmayarme, afortunadamente empez� a meterla y sacarla poco a
poco, yo gritaba a cada cent�metro, cerraba los ojos, el placer me consum�a,
not� movimientos a mi alrededor y sent� algo en mi cara, abr� los ojos y los
miembros de los dos chicos me golpeaban en la cara, mientras sub�a y bajaba de
aquel enorme falo alternaba a chuparles la polla a los otros dos, primero uno ,
otro, uno, otro ...
Mientras lo hac�a les miraba a los ojos
-�Os gusta como os la estoy mamando ni�os?- les dec�a m�s
lujuriosa que nunca.
Ellos solo gem�an.
El hecho de pensar en como me estaban follando aquellos
cr�os, de c�mo entraba y sal�a aquella polla de mi, en el placer que les estaba
dando con mi co�o y con mi boca hac�a que s�lo con pensarlo fuera capaz de tener
otro orgasmo.
Mi preferido aument� la rapidez de sus embestidas agarr�ndome
por las caderas.
-�Toma, toma, zorrita!-, gritaba mientras sufr�a unos
incre�bles espasmos. Yo no aguant� m�s y me volv� a correr como una guarra
chillando como si me estuvieran matando:
-�Ahhhh, ahhh me corro, me corro, no pares cabr�n, no pares!
Me inund� de tal manera que un mont�n de l�quido espeso
bajaba desde mis adentros por su miembro llegando a la cama .El sali� de mi y me
desplom� de placer.
-�Qu� haces? �Crees que hemos acabado contigo?
Los chicos me incorporaron, me pusieron de rodillas y uno
empez� a follarme la boca. No me ca�a porque el me agarraba de la cabeza, se
corri� en mi boca, esta vez me lo tragu� todo. Mientras casi buscaba a ciegas el
miembro del otro chico para hacer lo mismo escuch�:
-Es la hora del ba�o putita-.Se estaba pajeando a escasos
cent�metros de mi cara, no se muy por que pero no dije nada, simplemente cerr�
los ojos y abr� la boca.
-�Ahh, ahh ah� va!-, grit�.
Chorros de su corrida ca�an con fuerza en mi boca, mi cara,
mis tetas, mi blusa, mis medias... De nuevo me desplom� boca abajo. El muy
cabr�n se hab�a corrido en mi cuerpo y en mi ropa cara, me hab�an humillado
aquellos est�pidos cr�os foll�ndome a su antojo mi co�ito y mi boca, no lo pod�a
creer pero cada vez que me tocaban, que se corr�an, que me insultaban el coraz�n
se sal�a de mi cuerpo pidiendo m�s y m�s sexo. No me consideraba una chica
estrecha pero poco menos, no cre� que el sexo pudiera llegar a esos l�mites pero
aquello no era s�lo sexo. Yo quer�a m�s a pesar de tener mi chochito irritado.
Semejante humillaci�n me estaba volviendo loca, quer�a ser pose�da toda la noche
por aquellos cabrones.
Me qued� tirada unos minutos cuando escuch�.
-Ya ver�is que recuerdo m�s bonito nos vamos a llevar de
nuestra puta de lujo.
El chico alto hab�a puesto una c�mara de video encima de la
mesa apuntando a la cama.
Los otros dos se acercaron a verla, mi preferido se dirigi� a
la parte de debajo de la cama, me agarr� fuerte de mis zapatitos negros de tac�n
y me arrastr� hacia �l.
-�Cre�as que hab�amos acabado contigo? �Crees que has tenido
suficiente?
Me levant�, me puso de rodillas en la cama de espaldas a �l y
volvi� a morderme el cuello a sobarme las tetas, tiraba de mis pezones como si
me los quisiera arrancar. Uno de los chicos se puso debajo de mi boca arriba y
con su verga de nuevo en acci�n
-F�llatela,-o� desde atr�s mientras me tiraba contra el chico
de abajo.
Me la clav� de un solo golpe, yo ten�a las manos sobre su
pecho y el me follaba con unas embestidas potentes mientras me agarraba por el
liguero arranc�ndome varias pinzas que lo un�an a mis medias, el otro chico se
acerc� a mi y me meti� la verga en la boca.
-Come, puta
-�Te voy a romper!-, gritaba el chico de abajo mientras me
embest�a y sus huevos chocaban contra mi.
-�F�llame, f�llame!
-�Vi�lame!-,le gritaba.
Saliva cay� en mi culo.
-Noo, noo grit�.
-�Cre�as que te ibas a marchar de aqu� sin despedirte?
-Noo por favor-, intentaba decir, pero era in�til, lo sab�a
,estaba sentenciada, me iba a sodomizar.
Era imposible que metiera su enorme polla en mi culito
virgen, me lo iba a destrozar. Meti� su lengua en mi culo mientras los otros me
la clavaban, despu�s un dedo, luego otro, hasta tres, estaba tan aterrorizada
como excitada, me agarr� del pelo y meti� la punta.
-Ohh,�no por dios! gritaba.
El no me hac�a caso, en unos segundos me la hab�a clavado
entera, el dolor era enorme pero pensar en que tres j�venes pollas atravesaban
mi cuerpo me excitaba tanto que no sent�a casi dolor. Todo eran gemidos,
gru�idos y lamentos en aquella cama.
El chico de atr�s me cabalgaba tir�ndome de la coleta, el de
abajo destrozaba mi chocho irritado, me mov�an de arriba abajo y se re�an pero
yo estaba en la gloria e intentaba levantar la mirada y ver como disfrutaba el
ni�o que recib�a mi mamada.
Al cabo de unos minutos todos se hab�an corrido dentro de mi,
yo no pude evitar volver a correrme y volver a gritar como una posesa.
Sus cuerpos me abandonaron y me tumb� en la cama mientras
notaba como el semen de aquellos adolescentes ca�a de mi boca, de mi co�o, de mi
culo.
-Lo siento puta, gracias por tus servicios pero ahora si nos
disculpas queremos ver un v�deo.
Alguien me agarr� del pelo violentamente, me sac� de la
habitaci�n y me tir� contra la pared del pasillo, luego me tiraron el bolso, la
falda y el fular a la cara y sin decirme nada la puerta se cerr� de un portazo,
se abri� de nuevo y me tiraron la chaqueta.
Se oyeron gritos de triunfo y victoria tras la puerta.
All� me qued� yo tirada en aquel pasillo semidesnuda, ba�ada
en semen, oliendo a sexo ,con mi blusita destrozada, mi liguero nuevo colgando
de mis medias rasgadas y mi fular de seda partido por la mitad. Aquellos mocosos
me hab�an humillado y yo les hab�a dejado hacer con mi cuerpo lo que hab�an
querido, pero decid� quedarme all� unos segundos recordando el inmenso placer
que me hab�an dado, como me hab�an calentado y utilizado, me qued� all�
disfrutando de mi propia humillaci�n antes de pensar en que absurda historia le
contar�a a mi marido.