Cristi�n me ten�a agarrado bien fuerte. Mientras me dec�a
cosas al o�do me segu�a frotando descaradamente su bulto por el culo. Yo mor�a
de placer. El disfrutaba de la situaci�n. En un momento dejo de agarrarme
fuertemente y tomo mis caderas con las que jug� un rato. Me llevaba para
adelante, para atr�s, para los costados, todo para que le parara la pija que
mucho no tard� en volver a despertarse.
C: Ves? La trolita de tu novia no me sac� toda la leche que
ten�a encima. Vas a tener que terminar el trabajo que empezaste hoy. � Cuando
termin� de hablarme dej� sus movimientos y se tir� en la cama. Se sobaba
descaradamente el bulto mir�ndome.
Yo me qued� inm�vil frente a esta situaci�n, realmente no
sab�a que hacer. Pero el si sab�a lo que quer�a y comenz� a desvestirse. Al
sacarse las zapatillas que llevaba me las tir� a la voz de "esquivalas porque si
te tocan te cojo". Obviamente, si bien ten�a dudas, algo dentro m�o hizo que no
esquivara ninguna zapatilla. Cuando me peg� con la primera se r�o y me dio otra
oportunidad. La segunda tambi�n me peg� y me dijo.
C: Entiendo, te gust� lo que viste y queres que te lo haga a
vos. Ven�! Busc� lo que queres comerte como cena.
Yo me acerqu� y me sent� en la cama para estar c�modo y el se
enoj� y me empuj�.
C: La cama es para mi, para que yo est� c�modo, vos en el
piso como los perros. Y arrodillado, no te pongas de pie porque sino no te cojo.
Yo me acomod� frente a �l, arrodillado como me dijo. El puso
su bulto frente a m� y me se�alo que le desabrochara la bermuda. Mientras yo
hac�a ese trabajo me comentaba sobre sus relaciones con mujeres.
C: Hoy me la cog� a tu novia por primera vez, antes solo me
mamaba la verga. Pero quise cogermela, para regalarte una muy buena cornamenta.
Ella es una de mis tantas novias sexuales. Tengo varias. Tengo una novia para
coger, otra para el pete, otra para el ano, y hasta una para el voyeur. �
Termin� de decir eso con una sonrisa en su cara. � Lo que nunca tuve es un
putito que hiciera todo eso en uno y que este dispuesto para cuando yo quiera
cogermelo y humillarlo.
Yo escuchaba atentamente, mientras desabrochaba su bermuda,
cuando deje libre su verga me dijo que no me la tragara toda de una, que jugara
con ella. Su verga estaba para jugar todo el d�a, la recorr�a con mi lengua
mientras le hacia una muy lenta paja. Acariciaba sus huevos, el se estaba
volviendo loco. En un momento me agarra fuerte, me levanta y me tira contra la
pared. Yo qued� con mi cabeza contra la pared y el vino con su pija apuntando a
mi boca, me agarro con una mano de mi pelo y con la otra se sosten�a la pija.
C: No tengo ganas de que me hagas un pete, tengo ganas de
cogerte por la boca. Sabes como es?
Y: No, no tengo idea.
C: Bueno, te va a gustar, es como aguantar 10 minutos la
respiraci�n bajo el agua. As� que preparate. Primero me vas a chupar bien la
cabeza para volverme loco. Prepara tu lengua. � Me puso la cabeza de su pija en
mi boca y yo comenc� mi lamida � Segundo, te la voy a dar bien hasta el fondo.
Prepara tu garganta.
Cuando termin� de decir esas palabras, agarrandome de los
pelos me obligo a trag�rmela toda. Era realmente muy violento. Mi cabeza
golpeaba contra la pared con cada envestida suya y el se re�a y disfrutaba.
C: No es f�cil satisfacerme putito, no sabes en lo que te
metiste. Abr� m�s que te la voy a meter bien hasta el fondo.
Yo abr� m�s la boca y logre sentir que su verga se hac�a
espacio en mi garganta. No sab�a que ten�a tanta capacidad, lo descubr� esa
noche.
C: Uhhhhhh, que hijo de puta que sos, nadie me la hab�a
podido comer entera. A vos te hicieron justo para esto, para comerte mi pija.
Como te voy a sacar el jugo a vos tambi�n.
Despu�s de unos minutos, disminuy� la violencia y me dijo que
pod�a disfrutar de su pija, que se la chupara tranquilo. Comenc� a chuparsela
como si fuera la ultima vez. Me la met�a de un saque hasta el fondo y despu�s
iba sac�ndomela lentamente, apretando bien mis labios contra su falo. Cuando
llegaba a la cabeza me quedaba ah� un buen rato. Se la cubria con toda mi boca y
jugaba con mi lengua en la boquita de su pija. Mientras tanto le hac�a una paja
y cada vez que le tra�a el cuerito para arriba aprovechaba para hurgar con mi
lengua por debajo del prepucio, en uno de los lugares m�s placenteros. Cristian
acompa�aba mi mamada con caricias en mi cabeza y palabras fuertes.
C: Sos un puto tiragoma que no vale nada. Segu� chupandomela,
bien, as� putito, disfrutalo. Que bien la chupas. � y cada vez que me deten�a en
la cabeza de su pija me dec�a � As� que te gusta chuparme la cabeza, chupala
tranquilo que dentro de poco te va a dar un regalito.
Realmente esperaba ese regalito que se me hab�a truncado con
la llegada de Bel�n hac�a unos minutos. Pocos minutos despu�s sent� como el
comportamiento de Cristian cambiaba y tarde poco en darme cuenta que estaba por
acabar.
C: Supongo que ni te tengo que preguntar. Vos te vas a tragar
toda la lechita que tengo acumulada en mis huevos. Sac� la lengua que quiero ver
cuando te acabo.
Yo saqu� la lengua y el comenz� a masturbarse. Cada vez m�s
fuerte. Mi panor�mica era �nica, aquel macho pajeandose frente a mi con fuerza y
yo esperando que derramara todo su semen en mi boca. Mi recompensa no tardo en
llegar. Acab� sobre mi lengua una gran cantidad de semen blanco, viscoso y
sabroso. Me qued� mir�ndolo a los ojos mientras terminaba de acabar en mi
lengua. Con la �ltima gota en mi lengua comenc� a tragar su semen y el gozaba.
Ahora quer�a que lo limpiara y me met� nuevamente su verga en mi boca para
limpiarlo. �l lo disfrut� mucho. Yo atin� masturbarme pero Cristian se dio
cuenta.
C: No seas tan puto, si te queres pajear pajeate en tu casa,
ac� el �nico que acaba soy yo, asi que esconde esa pijita rid�cula que tenes. �
la tuve que esconder � Muy bien, me gusta que seas bien sumiso, as� tenes que
ser. Ahora ven�, tirate ac� a mis pies que todav�a tengo que terminar mi
trabajo.
Efectivamente, el se sent� nuevamente frente a la computadora
para terminar el trabajo que ten�a que entregar al d�a siguiente. Yo me ubicaba
justo bajo �l, a la altura de sus pies, acostado como �l quer�a. Desde esa
posici�n pod�a vislumbrar su grandesa, un macho con todas las letras y yo un
sumiso regalado que s�lo ten�a valor cuando le daba placer a �l.
En un determinado momento dej� de sentirse el ruido de las
teclas de su teclado y hubo un peque�o silencio antes de que Cristian me
dirigiera la palabra. Me mir�, me indic� que me arrodillara y yo obedec�. Su
verga estaba nuevamente al aire libre. A lo que yo me dije a mi mismo: "que
aguante".
Pero esta vez su pija estaba flacida y su mirada perdida en
mi boca. No entend� nada hasta que Cristian me oblig� a comerle su pija, tal
cual estaba. Yo atin� a chupar pero recib� un golpe en mi cabeza.
C: No chupes! S�lo espera con la boca abierta. Te va a gustar
la sorpresita que te tengo preparada.
Al poco tiempo comienzo a sentir algo caliente que corre por
entre mis labios. Un sabor algo particular, pero a mi me gustaba. Me estaba
meando en la boca.
C: Dale tiragoma, tragate todo mi meo. Es rico dale. Hacele
ese favor a tu amigo que tiene un poco de fiaca como para ir al ba�o.
Realmente me estaba meando. Vaci� toda su vejiga en mi boca y
obviamente me obligo a tragarme todo. Al terminar su descarga, volvi� a su
trabajo y yo al piso. De vez en cuando me miraba para ver como estaba y apoyaba
sus pies en mi rostro. Yo aproveche para besarle los pies, era innato en mi
humillarme, a �l parece que le gust�, porque empujaba su pie para que con cada
beso que le daba me lo tragara un poquito. Me oblig� a lamerle entre los dedos,
su sudor corr�a entre mis labios y yo alucinaba.
C: Como te gusta humillarte, no vales nada puto! � A lo que recib� un golpe en
mi pecho � Segu� bes�ndome los pies, que soy tu amo y merezco respeto.
Yo segu� bes�ndole los pies. Estuve as� una hora, tirado a
sus pies, bes�ndoselos, humill�ndome, hasta que termin� el trabajo y me dijo.
C: Anda a la cama y sacate todo, que tengo ganas de hacerte
el orto. Acostate boca arriba con las piernas abiertas. � me dio una pomadita �
Y pasate esto por el orto.
Obviamente obedec� las indicaciones de mi amigo y ya
despojado de mi ropa comenc� a pasarme la pomada por mi cola, penetrando con
algunos dedos para ir facilitando las cosas. Mientras yo hac�a eso Cristian me
miraba y se re�a.
C: Jajajaja ... Miralo al puto unt�ndose el orto, eso es de
maric�n ansioso. �El putito tiene miedo que le haga mal con mi pija? � Dec�a
Cristian mientras se iba pajeando para poner su verga a punto.
Su verga no tard� en reincorporarse a la faena nocturna. Una vez con su pija en
alto se par� y se dirigi� caminando hacia donde yo estaba. Verlo caminar con su
esbelto cuerpo y su descomunal falo me excit� much�simo y aceler� la entrada y
salida de mis dedos en mi cola.
C: Dale, entretenete meti�ndote los dedos en el orto mientras yo me entretengo
con tu lengua de nuevo. � Cristian se sent� sobre mi pecho y puso sus huevos a
la altura de mi boca. � Chupa! Hace de cuenta que son kiwis, la �nica diferencia
es que estos son un poco m�s peludos y tienen olor a huevo. Sentis el olor?
Ven�, acercate. � Se levant� s�lo un poco para poder frotarme sus huevos por
toda mi cara.
Estuvo sobre mi cara un buen rato hasta que se cans� y se
movi� hacia mi entrepierna.
C: Dej� de meterte dedos que ahora viene la prueba real de la
calidad de tu orto. Ser� de buena calidad o se romper� con el primer uso? � Dijo
Cristian acomodando su pija a la altura de mi ano.
Yo estaba un poco asustado porque nunca me hab�an penetrado.
A la vez estaba muy ansioso. Pero el miedo pudo m�s y tuve que coment�rselo a
Cristian.
Y: Cris, podr�as metermelo suavecito?. Tengo miedo que me
lastimes.
C: Iba a ser suave, pero ya que no confiaste en mi y adem�s
no te mantuviste sumiso, te voy a tener que castigar. Tom�, ponete esto en la
boca. � Dijo Cristian alcanz�ndome sus calzoncillos � No quiero que se te
escuchen los gritos.
Y: No, enserio ... � Atin� a decir yo, sin ning�n resultado
ya que esto molest� mucho a Cristian.
Cristian agarr� su ropa interior y me la puso violentamente
en la boca, manteniendo su mano aprision�ndola en mi boca. Con la otra mano
acomod� mis piernas en sus hombros y por �ltimo su pija, que ya estaba en la
puerta de mi orto, s�lo necesito de un empujoncito para entrar en mi.
Lo primero que sent� fue mi culo desgarrarse de dolor. Lo
segundo fueron los huevos de Cristian chocando contra mis nalgas, que le dio un
sentido al dolor, el hecho de tener a mi mejor amigo dentro mio, que me cogiera.
C: Que lindo culito que tenes, bien estrecho, me gusta como
me aprieta la verga. A ver, vamos a cogerte despacio asi se siente mejor. � Con
un movimiento hacia delante me meti� nuevamente su verga hasta el fondo �
Ahhhhhhhhh ... que rico se siente. Ahora veamos como se siente cuando te la
saco. � Me sac� la verga un rato y comenz� a jugar con ella frente a la puerta
de mi culito sin penetrarme.
C: El putito quiere m�s verga? Pidamelo por favor.
Y: Cog�me Cristian. Mi culito es tuyo, r�mpemelo bien roto.
C: Date vuelta y acostate boca abajo.
Yo le hice caso y me acost� boca abajo. Cuando levant� la
mirada pude ver un gran espejo frente a nosotros. La situaci�n era de lo m�s
excitante, verme a mi con Cristian encima sobandome las nalgas.
C: Bueno putito, ahora vas a verte la cara de trolo que me
pusiste reci�n cuando me dijiste que quer�as que te coja . Repetilo! � Me dijo
levant�ndome la cabeza de los pelos.
Y: Cog�me Cristian. Mi culito es tuyo, r�mpemelo bien roto.
C: Yo te cojo, pero vos vas a tener que ver todo. Ni se te
ocurra bajar la mirada.
Cuando termin� de decirlo, dej� de sobarme las nalgas y las
separ� para dejar paso libre a su miembro viril. De un solo empuj�n ya estaba
dentro mio y comenzaba a bombearme a gran velocidad.
C: Dale putito, mira como te cojo, te gusta? Mirate la cara
de puto que pones, puto goloso que quiere pija, pija y m�s pija. Si tanto te
gustaba la pija me lo hubieras dicho antes. Sabes todas las noches que nos
perdimos, te hubiera cogido tan bien cogido desde la secundaria si lo hubieras
dicho a tiempo. � Y agarrandome nuevamente de los pelos se acerco y me dijo al
oido � Pero no importa, ya vamos a recuperar todo el tiempo perdido.
Como disfrutaba ese muchacho haciendome el orto no se puede
explicar con palabras. En sus gestos se notaba el placer de humillarme como solo
los hombres saben hacerlo.
CONTINUARA ...
Opiniones
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