Sali� de la ducha y observe la evoluci�n de un buen vino,
nacido de una deliciosa uva hab�a mejorado con los a�os, casi me sent� con el
orgullo de un marido al saber que llegar�a al comedor de su brazo, si embargo no
tardo en pasar por mi mente Mari, ella tampoco llegar�a sola a la cena, me mor�a
por ver su pareja y su cara ....lo que dar�a por saber que hab�a pasado en
aquella habitaci�n desde que me dejo con aquel tierno hasta luego, un par de
ideas me pasaron por la mente, sab�a que al igual que yo no vendr�a a la cena
sin haber probado un trozo de carne. El vuelo de mi imaginaci�n no tardo en
reflejarse en mi paquete, d�ndome un aspecto un poco rid�culo con aquel tanga y
mi capullo a medio salir

Estuvimos un rato charlando hasta que por fin mi pene volvi�
a quedar en su sitio, salimos del brazo y saludamos a varias parejas que como
nosotros iban al comedor, todos cumpl�an las normas del er�tico protocolo que se
hab�a dictado, ropa interior y nada mas, nada escapaba al morbo en aquel lugar,
desde luego, pense, +d2 sabe como organizar una fiesta.

Llegamos al comedor, un espacio amplio en una planta baja que
daba al jard�n; el acceso desde la planta calle se realizaba por una escalinata
que permit�a ver todo su interior, pude observar tres mesas rectangulares de
gran tama�o , la primera mas peque�a repleta de bebidas, en la segunda un gran
surtido de platos con diferentes canap�s, a modo de buffet, ocupaba la totalidad
del espacio hasta casi rebosar y por ultimo una tercera mesa de gran tama�o que
extra�amente permanec�a vac�a. Por otro lado una quincena de personas de todas
las edades se encontraban ya en su interior conversando con la bebida en sus
copas:

de una agradable cena sin el menor de los pudores. No tarde
en descubrir mi objetivo, tenia unas ganas locas de ver a mi mujer, de saber
como estaba, con quien estaba, que hab�a hecho en mi ausencia, me hice paso
entre saludos y calientes presentaciones con besos apasionados hasta donde ella
estaba.

Jos� era un treinta�ero de cuerpo normalito y mediana
estatura, con una sonrisa amplia y aspecto afable.

Ante mi asombro y con el rubor del chaval apareci� ante mi el
pene fl�cido mas grande que hab�a visto en mi vida, un miembro que aun en su
flacidez dejaba claro que en su m�ximo esplendor deb�a ser descomunal.

- "Casi me parte en dos" me susurro Mari al o�do mientras un
pinchazo de celos me recorr�a toda la espalda, "aunque nunca lo sabr� usar como
tu" continuo mientras me acariciaba el paquete y me besaba la mejilla

En cualquier caso la imagen de ese falo se quedo atrancada en
mi retina y deseaba que la noche avanzara para poder ver e incluso, �porque no?,
probar aquel instrumento.

La cena transcurri� entre risas, y buen ambiente. No tarde en
percatarme que la disposici�n de la comida muy apretada en una sola mesa
favorec�a el roce de los cuerpos a la hora de servirse los canap�s, todo era un
continuo ir y venir de "perdona", "lo siento", "me permites" entre caricias
toqueteos y alg�n leng�etazo descarado aumentando el calor de la noche. Por otro
lado la bebida abundante y suave empezaba ha hacer mella en los invitados
creando un clima cada vez mas caliente, todo era como una gran bomba a punto de
estallar en una org�a que jamas habr�a imaginado, solo faltaba el detonante, un
detonante que no tardar�a en aparecer.

Los platos ya escaseaban cuando las luces se apagaron de
repente, el murmullo inevitable se silencio con una musiquilla intrigante que
sonaba en el equipo de audio, todos nos quedamos boquiabiertos al ver la puerta
de las cocinas abri�ndose de par en par, dejando at�nitos mis ojos dos bandejas
con un delicioso postre; Dos chicos fornidos portaban cada una,
sorprendentemente en cada una de ellas nos esperaba un suculento manjar, dos
cuerpos, uno claramente femenino y el otro masculino con sus rostros
enmascarados estaban cubiertos por frutas, nata y sirope, el para�so de
cualquier goloso, y desde luego aquel d�a todos lo �ramos.

Las manos no tardaron en avalanzarse, su sabor, el contraste
de las frutas fr�as sobre la piel caliente, las reacciones de aquellos
enmascarados ante cada leng�etazo, cada caricia, desbord� todo el erotismo que
se hab�a acumulado dando lugar a una org�a que yo jamas hubiera imaginado.

Seria imposible describir lo que ve�an mis ojos, a cada lado
me rodeaban escenas de sexo que hac�an rebosar mis instintos, sin mas me dedique
a succionar el pez�n recubierto de nata de aquel cuerpo femenino, estaba
h�bilmente coronado por una fresa roja que por unos instantes guarde en mi boca,
un pensamiento me abordo, no hab�a visto a Ana ni a Luis en toda la cena, me
acerque a la boca de aquel delicioso postre compartiendo con ella la fresa que
guardaba con celo.

Permaneci� quieta disfrutando de las caricias que el resto de
invitados le daban, un se�or mayor con el cr�neo afeitado se enterraba entre sus
piernas disfrutando de la mejor parte del dulce en que se hab�a convertido Ana,
sus jadeos aumentaban por momentos anticipando el orgasmo que no tardo en
llegar, los malavarismos de aquella lengua en su cl�toris y un tumulto de manos
recorriendo su cuerpo y hurgando en sus intimidades desembocaron en un agudo
grito de �xtasis.

Medio atontado por lo glorioso de al escena volv� en mi con
el tacto de una mano en mi erecta polla.

Mari comenz� a descender mi tanga, rozando con delicadeza mis
gl�teos mientras Jos� se situaba delante y acompa�aba su movimiento, en apenas
unos segundos tenia mi cuerpo expuesto sin ninguna prenda.

Mientras Mari deshac�a su boca en mi cuello Jos� comenz� ha
descender por mi vientre hasta mi verga, yo estaba extasiado, poco a poco se
dedic� a engullir mi polla rodeando mi glande con su legua, era delicioso, casi
insoportable, sus manos estrujaban mis huevos con fuerza y delicadeza a la vez;
Mari que disfrutaba de mis jadeos pens� que no era bastante y descendi� con su
lamiendo por mi espalda arranc�ndome un escalofr�o, su legua recorr�a el final
de espalda hasta perderse entre mis nalgas encontrando el tesoro que buscaba.

Hundi� su boca taladr�ndome con su lengua experta, yo no
pod�a mas, las piernas me temblaban haci�ndome dif�cil la vertical, mientras
ambos en cuclillas provocaban en mi el mayor de los placeres.

Mari se acomodo a cuatro patas en el suelo, lugar que ya casi
todos los asistentes disfrutaban en diferentes posturas.

La actitud dominante de Mari me sorprend�a, no era su
car�cter habitual, aunque nada de lo que all� ocurr�a era habitual; ni que decir
tiene ambos acatamos sus ordenes, no tarde en met�rsela de un golpe en su
lubricado co�o

Segu� bombeando mientras observaba at�nito como pod�a meterse
aquella verga descomunal en la boca, cada uno de mis empujones produc�a una
arcada, aquel falo forzaba toda su cavidad hasta la garganta y ella parec�a
disfrutarlo.

Supe que si segu�a me iba a correr, era mas de lo que pod�a
aguantar en un solo asalto, pero no quer�a defraudar a mi mujer, tortur�ndome a
mi mismo interrump� el movimiento tomando unos segundos para relajarme

No tarde un segundo, me chupe bien un dedo ba��ndolo en
saliva y lo puse ante su entrada meti�ndolo con delicadeza.

Se estaba comportando como un autentico zorr�n desbocado, me
encantaba, y yo le iba a dar lo que me ped�a, dirig� mi miembro a su ano y poco
a poco se lo fui hundiendo, no tarde en chocar mis huevos con su cuerpo notando
la humedad de su almeja.

Me sorprend�a y me excitaba su comportamiento poni�ndome aun
mas cachondo si cabe, la bombeaba fuerte y sin control, pose�do.

Sin dar casi un segundo solt� la polla de Jos� y se giro para
com�rmela, con delicadeza, paladeando su sabor, un sabor logrado con esfuerzo y
placer, fue lamiendo los flujos que quedaban entorno a mi nabo. Jos� se acomodo
como pudo, enterrando su boca entre las nalgas de ni mujer, yo sabia lo que
quer�a, sorb�a, degustaba los restos que emanaban de su ano.

Para mi todo era impresionante, casi irreal, una alta dosis
de morbo y una falta total de pudor y escr�pulos me rodeaba. Casi hab�a perdido
en mi polvo la conciencia de que estaba rodeado de gente que practicaba un sexo
tan desenfrenado o m�s que el m�o; Me detuve un segundo a observar mientras
recuperaba fuerzas, me rodeaban escenas hetero, bisexuales, anales, orales,
ning�n tapujo hacia mella esta noche.

Jos� se levanto acerc�ndose con su polla desafiante

Saque mi lengua recorriendo t�midamente el glande de aquel
m�stil, acarici�ndole los huevos con una mano.

Aquello me encendi�, quer�a demostrar lo que sabia hacer,
como un poseso engull�a aquella verga hasta provocarme a mi mismo arcadas, no
consegu�a tragarla toda, aquello me frustraba mas y me calentaba, lanz�ndome con
mayor fuerza en cada chupada.

Se situ� detr�s de mi perdiendo su lengua e mi ano al tiempo
que me acariciaba los huevos, era magnifico, un placer delicioso.

Durante unos minutos disfrute de aquella placentera tortura,
Mari hurgando en mi interior mientras yo tragaba aquella polla a duras penas.

Se coloco detr�s de mi apuntando su verga al centro de mi
orificio, miles de pensamientos pasaron por mi cabeza pero todos dec�an lo
mismo, aquel monstruo no cabria en mi. Poco a poco se fue abriendo pas� en mi
recto arranc�ndome quejidos y suplicas.

Jos� segu�a empujando su tit�n parti�ndome en dos, por fin
note su huevos contra los m�os anunci�ndome el final. Permaneci� unos segundos
quieto mientras mi intestino se adaptaba a su presencia; comenz� el retroceso
despacio, regresando a mi, meti�ndola de nuevo tras unos cent�metros

Mari se acomodo debajo de mi tomando mi polla inflamada,
comenz� a lamer con glotoner�a; Jos� cumpl�a mis ordenes empujando con
delicadeza, notaba cada mil�metro que entraba y sal�a de mi

"Ahhh..dios..."la mamada de Mari y esa verga descomunal en mi
ano me estaban matando de placer, "dame fuerte, correte dentro de mi" suplique
ante mi inminente venida

El bombeo de Jos� aumento a un ritmo duro, cada empent�n me
proyectaba mas a la garganta de Mar�, una mezcla de dolor y placer me inundaba.
Un golpe fuerte de Jos� anuncio su corrida, se descargo dentro de mi
empuj�ndomela al fondo, oblig�ndome a met�rsela a Mari hasta la garganta.

Laura comenz� a darle un morreo descomunal a Mari que
permanec�a quieta y at�nita, fue besando y lamiendo los restos de corrida de su
rostro al tiempo que iban entrelazando sus lenguas.

Jos� y yo observ�bamos extasiados la escena de aquellas dos
mujeres lascivas, Laura descend�a con su lengua recorriendo los pezones de mi
mujer, mordisque�ndolos, succion�ndolos hasta obtener toda su dureza; La cabeza
hacia tras de Mari y sus jadeos demostraban su estado y la habilidad de mi
amiga; Fue descendiendo por su vientre, jugueteo unos instantes con su ombligo y
continuo su descenso, unos fuertes leng�etazos cayeron sobre las ingles
convulsionando a Mari.

La imagen era fant�stica, mi mujer aprisionada entre las
piernas de Laura, devorando cada cent�metro de su co�o, empap�ndose de su sabor,
en un incre�ble 69; Ninguna de las dos daba tregua a la otra , varios dedos se
perd�an en sus orificios mientras se chupaban y lam�an; Laura paladeaba el
cl�toris de mi mujer retorci�ndolo en sus labios, estirando en ligeros
mordisquitos que arrancaban suspiros incontrolables en Mari.

Aquello estaba consiguiendo que mi pene fl�cido creciera
pidiendo guerra de nuevo y vi que a mi compa�ero tambi�n se hab�a repuesto
viendo las dos perras en celo.

Tirando de su brazo la acerqu� hacia mi incorpor�ndola, un
morreo fundi� nuestras bocas, mis manos alcanzaban su culo estruj�ndolo.

Se coloco en cuclillas sobre mi cuerpo dirigiendo con sus
manos mi polla hasta la entrada de su orificio, dejando su peso caer se fue
metiendo toda la extensi�n de mi verga, yo la ve�a desaparecer con el mayor de
los placeres, no tardo en engullirla toda para volver a dejarla escapar hasta la
punta; De un golpe se dejo caer de nuevo comenzando un mete-saca fren�tico, ve�a
sus jugos lubricar mi falo, los jadeos se suced�an cada vez mas r�pidos y
fuertes acompa�ando el ritmo que marcaba mi compa�era.

A mi lado mi Mari recib�a con dificultad el tremendo rabo de
Jos� que no dejaba de empujar, acercando su boca hasta Laura se fundieron en un
beso que desencadeno mi corrida, inunde a placer la cavidad provocando el
orgasmo de Laura que se derrumb� sobre mi; Juntos ya derrotados presenci�bamos
los movimientos de mi mujer y su amante.

En un ultimo golpe clav�ndosela hasta los huevos compartieron
el orgasmo que persegu�an, dej�ndose caer sobre el piso sin tan siquiera sacar
la polla.

Nos dirigimos del brazo hacia las escaleras observando las
parejas que quedaban en la sala, algunas todav�a en acci�n, otras conversando
aletargadas en el suelo. Desde luego hab�a sido una noche fren�tica y
apasionada.

Subimos hasta la habitaci�n y como si fu�ramos un matrimonio
convencional dormimos abrazados hasta el d�a siguiente sin tan siquiera
movernos.

Si quieren leer mas o simplemente les ha gustado espero sus
comentarios a los que prometo responder en: