Dejamos a nuestros amigos y seguimos camino para nuestra
casa. Al llegar como era tarde, y casi se manera rutinaria la deje a mi esposa
al volante mientras yo me encargaba de abrir las puertas del garaje y asegurarme
que estuviera todo tranquilo. Abr� las puertas y un olor a transpiraci�n
bastante fuerte sacudi� mi nariz, pero pens� que la ropa sucia estar�a h�meda y
de ah� el olor. Mi esposa entr� el auto y detr�s de ella cerr� las puertas,
cuando ella baj� del auto salieron de la oscuridad dos hombres. Mi cara de
sorpresa debe haber sido grande, despu�s alarido de mi esposa que casi termino
de helarme la sangre, cuando dej� de gritar, ya est�bamos enca�onados. Ambos de
tez trigue�a, jeans remera y chamarra. Nos gritaron que entremos a la casa a
punta de pistola, a mi esposa la agarraron del pelo y la arrastraron mientras
gritaba como loca, y el otro me di� un culatazo en la cabeza para que entendiera
quien manejaba la situaci�n. Al entrar nos tiraron al piso y nos ataron las
manos con cinta de embalaje. Me preguntaban d�nde estaba el dinero y las joyas,
mientras nos apuntaban en la cabeza, amenazando con fusilarnos, le explique que
en la habitaci�n hab�a una caja fuerte en el closet, pero le dije que no hab�a
tanto dinero. La respuesta no se hizo esperar y otro culatazo en la cabeza, un
hilo de sangre delgado ca� por mi nuca a la espalda, mi esposa no dejaba de
llorar y rogar que no nos mataran, nos subieron a ambos a la habitaci�n, y a
ella la tiraron en la cama y a m� en piso cerca de la caja. Me preguntaron la
combinaci�n pero me confund�a con los n�meros, estaba aterrorizado y no los
recordaba pero nuestros captores me ayudaron a recordar. Otro culatazo en la
cabeza y unas patadas en el est�mago del otro hijo de puta, pusieron mi memoria
en su lugar.

Al abrir la caja se dieron cuenta que no hab�a dinero, como
les dije, apenas unos poco pesos y las joyas de mi esposa, lo que irrito mucho a
unos de ellos, el m�s joven que no dejaba de mirar a mi esposa y tocarle las
piernas, por mi cabeza pasaban mil pensamientos pero viendo que el hijo de puta
le tocaba las piernas pens� lo peor.

El mayor me arrastr� hasta el ba�o y me dejo ah� adentro, le
avis� al m�s joven que iba a recorrer la casa a ver que encontraba. El otro
agarr� un pa�uelo de uno de los cajones y amordaz� a mi esposa para que dejara
de gritar y llorar, mientras segu�a acarici�ndole las piernas y metiendo la mano
bajo su falda. Ahora con los gritos m�s ahogados por el pa�uelo en la boca, el
joven delincuente saca una navaja gigante de su bolsillo, estilo marinera de
hoja cuadrada y grande, la meti� por el escote del vestido y de un solo tir�n lo
abri� de arriba a bajo dejando el cuerpo de mi amada s�lo con la micro tanga. El
m�s viejo irrumpe en la habitaci�n y le pregunta al m�s joven que estaba
manoseando a mi esposa que hac�a, muy fresco le contest� que la iba a empalar,
que se hab�a calentado mir�ndola. El viejo se me acerc�y me dijo -disfruta del
espect�culo!!!, de c�mo se iban a culear a tu esposa!!!. Mis l�grimas por la
impotencia brotaban como catarata. Ri� burl�n se dio media vuelta y se fue. Los
gritos sordos de mi esposa, mientras la ataban a la cama, eran desgarradores en
mi furia pate� el armario donde est�n guardadas las cosas del ba�o, la puertita
se abri� y cay� todo lo que hab�a en los �ltimos estantes, entre ello las
hojitas de afeitar que usaba mi esposa para sacar punta a sus cosm�ticos. Tome
una y cort� la cinta que me ten�a maniatado y me qued� quieto mientras el hijo
de puta se baj� los pantalones y se tir� encima de mi esposa a mamarle las
tetas, las apretaba y las mord�a por lo que los gritos de ella eran terribles y
cada tanto le preguntaba si le gustaba como el mord�a las tetas, ella no dejaba
de gritar y llorar y sacudir su cabeza, hasta que luego de preguntarle si le
gustaba le dio con el pu�o cerrado en el ment�n y la noque�. Le desat� las
piernas, se sac� el pantal�n y el calz�n, se subi� a la cama le levant� las
piernas, las separo escupi� sobre su verga y se la meti� de un saque en el culo
virginal de mi amada esposa. Luego de un rato de estar bombeando y agarr�ndole
las tetas ella empez� a mover la cabeza como volviendo en si. El hijo de puta le
preguntaba si le gustaba como le estaba dando por el culo, se escuchaba como
chocaba contra las nalgas en cada embate y los gemidos de dolor se alternaban en
cada movimiento de repente entra el viejo y le dice que esperara que lo iba a
ayudar y se subi� sobre el abdomen y d�ndole la espada, agarr� las perfectas y
delicadas piernas de mi amada para facilitarle el trabajo al otro que le segu�a
dando por atr�s sin piedad. Los movimientos se hicieron m�s veloces hasta que de
repente comenz� a gritar y bufar, le estaba llenando el culo de leche, jade� un
poco m�s y luego se sali�.ten�a la verga llena de sangre, el hijo de puta la
hab�a desgarrado.

Burl�ndose de que la hab�a partido se re�a y lo invitaba a su compinche a seguir
con la faena de cojersela. El m�s viejo se levant�, soltando las piernas de mi
mujer, se par� y se baj� los pantalones dici�ndole que la iba a llenar de leche
por adelante y que disfrutar�a como nunca. Mientras el m�s joven se acerc� al
ba�o para agarrar una toalla para limpiarse, todav�a ten�a la pija llena de
sangre y de paso a patearme el est�mago y decirme si hab�a disfrutado de c�mo la
hab�a violado por el culo sin piedad. Volvi� a la habitaci�n y le dijo al m�s
viejo que ir�a a la cocina a ver que pod�a comer, su socio no le dio mayor
importancia mientras terminaba de atar las piernas de su victima que lloraba con
la cabeza volteada mir�ndome como pidi�ndome perd�n por lo que hab�a ocurrido.
Sin ninguna compasi�n le meti� dos dedos en la vagina que hizo que arqueara el
cuerpo del dolor y un sordo alarido le hizo saltar mocos de la nariz, su
atacante entre tanto le dec�a que la ten�a que abrir un poquito para no
lastimarla porque ten�a un aparato demasiado grande.

Entre tanto logr� cortas la cinta de mis manos y la de mis
pies sin llamar la atenci�n pero tenia que esperar que estuviera indefenso para
poder atacarlo. Desde la cocina se escuchaba como el otro estaba destrozando
todo. Cuando termin� de meterle los dedos se puso en posici�n y blandiendo una
descomunal pija de casi 20 cm y un grosor que jam�s vi en mi existencia la
penetr�. Los gritos sordos por el dolor de semejante barra de carne revent�ndole
el canal vaginal no se hicieron esperar, completamente pose�da busco chuparle la
teta derecha, d�ndome la espalda por completo. R�pidamente me incorpor� tom� el
banquito que ten�amos en el ba�o y fui a la habitaci�n y con toda mi fuerza le
di con el banco en la cabeza, se escuch� un golpe a madera y como si estuviera
hueco, comenz� a salir sangre como si hubiere abierto una canilla, agarr� la
pistola y me fij� si ten�a la bala en la rec�mara, estaba lista para disparar.
Desde abajo el otro comenz� a los gritos y como no le contestaba subi� la
escalera, me met� en el cl�set y espere hasta que entrara en la
habitaci�n.cuando entr�, lo enca�on� y le saqu� el arma, con la culata le d� en
la nuca y cay� de rodillas quedando atontado pero despierto, tome la cinta de
embalaje y lo at� de manos y piernas, junt�ndolas en la espalda. Luego saqu� al
m�s viejo de encima de mi esposa y lo at� de la misma forma, ahora ambos estaban
en el piso y completamente maniatados. Solt� a mi amada, la abrac� no paraba de
llorar, estaba desconsolada. Pas� m�s de 2 horas hasta que dej� de llorar.

Hice que se ba�ara mientras pensaba que hacer con los
delincuentes, si llamaba a la polic�a iban a quedar libres en unas horas y lo
m�s probable era que volvieran a vengarse.

Cuando sali� mi esposa del ba�o, ya cambiada con un pijama
pas� por al lado de ambos y le dio una terrible patada en la cara al m�s joven
mientras le -dec�a esta es por la pi�a que me diste. !!! Hijo de puta!!!!

El m�s viejo empezaba a volver en si gimiendo como un animal,
el m�s joven le pregunta �viejo estas bien? A lo que yo me acerco y le pregunto
-que dijiste? con insultos me respondi�, me dio mucha bronca y le d� con la
culata de la pistola en la cara y le abr� la ceja que sangraba mucho.

Mi esposa tom� unos calmantes y luego me pregunt� que
har�amos, a lo que el m�s joven le dijo que llamara a la polic�a as� podr�an
volver ma�ana a matarnos, los ojos de mi esposa se tornaron rojos de furia, me
mir� y me pregunt� si era cierto, a lo que le respond� afirmativamente. Pas� por
al lado del m�s joven y volvi� a patearlo, saliendo de la habitaci�n y diciendo
que ya volv�a. Escucho que baja al garaje y cierra la puerta, unos minutos
despu�s volvi� y me dice � tengo una idea, vamos a bajarlos. Me marc� que agarre
al m�s joven, que era un poco corpulento y lo arrastr� hasta el descanso de la
escalera. Cuando me incorpor� para ver al otro, mi esposa se acerc� y poni�ndole
un pie en el pecho lo hizo rodar escaleras abajo, cayo como una bolsa de papas
ante mi mirada at�nita por la actitud de mi esposa. Con voz firme me dice �ahora
el otro!! El viejo no era tan pesado como el m�s joven, pero si pesaba, cuando
lo acerqu� al descanso de la escalera, lo agarr� de los tobillos y lo hizo dar
una vuelta hacia atr�s, rodando escaleras abajo y quedando sobre el m�s joven,
pero sin conocimiento, le dije �lo desnucaste lo desnucaste!!! �Qu� vamos a
hacer ahora? Con su peor mirada me clav� la vista y me dijo �son delincuentes,
no ni�os de kinder y me acaban de violar. No dije m�s palabra, eso fue
suficiente.los arrastramos hasta el garaje, en donde tengo mi tallercito para
manualidades, me hizo soltar las cintas que les ataban los pies y las manos por
la espalda y sentarlos en dos sillas del jard�n que hab�a entrado, para eso no
s� como hab�a hecho para meterlas puesto que eran de fundici�n de hierro y muy
pesadas. El m�s joven pateaba para zafarse, pero estaba muy atado, mientras
dec�a que nos iba a matar. El mas viejo estaba inconsciente, mi esposa le dijo
que se callara, a lo que el otro respondi� �puta te romp� el culo y cuando me
suelte te voy matar pero antes voy a hacer que me la chupes hasta llenarte el
est�mago de leche, puta!!!!. Mi esposa lo mir�, abri� un caj�n de mi mesa de
trabajo, sac� una bolsa de supermercado y se la puso en la cabeza sell�ndola con
una vuelta de cinta de embalaje por el cuello, le estaba haciendo submarino
seco, una de las tantas t�cnicas de tortura usadas durante algunos gobiernos de
facto en Sud Am�rica. Sin pensarlo tom� el cable de una vieja plancha y separ�
los cables de uno de los extremos, lo m�s que pude y los at� a la silla del m�s
viejo, fui por la manguera que ten�a la pistola que usa mi esposa para regar sus
flores, cuando volv� el m�s joven hab�a logrado romper la bolsa que le hab�an
puesto en la cabeza y hab�a vuelto a poder respirar y segu� con sus insultos,
con cuidado moj� sus prendas, sin hacer un gran charco, en especial la espalda y
el pantal�n. Cambie el cable que hab�a atado a la silla del viejo y la puse en
la del joven, mi esposa me dijo que la dejara a ella, tom� una pinza que ten�a
las patas aisladas, agarr� el cable que estaba suelto y me pidi� que lo
conectara, lo hice sin decir nada. Lo miro al m�s joven y acercando la pinza con
el cable de la corriente, le dijo -te acordas que me reventaste el culo, bueno
ahora yo, te lo voy a fre�r!!!Apoy� el cable en la camisa mojada y el maleante,
que ahora era su v�ctima, comenz� a temblarle todo el cuerpo y hacia unos ruidos
guturales muy particulares. Levanto la pinza, �l la insult� y maldijo, le clav�
la mirada y apoy� la pinza a la altura del pez�n. El cuerpo comenz� a saltar
como pose�do, lo dej� demasiado tiempo y dejo de sacudirse, hab�a hecho saltar
la llave del tablero en donde estaba enchufada la improvisada picana, el
torturado no dejaba de putearla y decirle que la iba a matar pero que antes la
violar�a. Volv� a subir la llave y otra vez, ahora la teta del lado izquierdo.
El cuerpo saltaba y temblaba, un sonido raro sal�a del torturado, levant� la
pinza y el delincuente rompi� en l�grimas, sin decir nada el viejo estaba
recobrando el sentido preguntando que hab�a pasado. Qued� sorprendido viendo a
su compa�ero que estaba llorando como una criatura y miraba a mi esposa con la
pinza en la mano, mientras ella dec�a �y ahora hijo de puta, te voy a fre�r los
huevos, y sin misericordia apoy� la pinza sobre los test�culos y otra vez al
baile de sambito. El violador ahora ten�a su merecido, de su boca sal�a una
espuma blanca. El viejo interrumpi� diciendo a mi esposa: por favor! Ya deja a
mi hijo, lo vas matar, por favor! Ya basta. Con una sonrisa, lo mir� y le dijo:
as� que tu hijo, agarr� la manguera, ba�� al viejo mientras se deshac�a en
alaridos sabiendo lo que le esperaba, pidiendo misericordia.cambi� el cable a la
silla del viejo mientras lo duchaba, tom� un trapo de arriba de la mesa lo moj�
y lo puso sobre sus genitales, y otra vez agarr� la pinza con el polo positivo
mientras dec�a �Viejo hijo de puta, te acord�s de c�mo me partiste la concha, no
te van a que dar ganas de joder a ninguna otra mujer en tu vida y directamente
baj� la pinza a los test�culos y el viejo comenz� a temblar, ahora el hijo era
el que ped�a por favor basta, otra vez le dio con tanta sa�a que hizo saltar la
llave. El cuerpo dej� de temblar �sub� la llave, subila, subila!!! Gritaba como
loca,

-basta amor esto no esta bien. Por favor! Basta!!! Me clav�
la mirada, con los ojos inyectados en sangre y venganza -me violaron a m� estos
hijos de puta y si te lo hac�an a ti que har�as? Sac� el cable de la pinza y
rode� al viejo por atr�s y de repente el viejo empez� a gritar como si le
estuviesen arrancando el coraz�n, levant� la pinza ensangrentada con algo, la
acerc� a la cara del viejo y le pregunt�conoces esta u�ita, hijo de puta? Otro
alarido y l�grimas pidiendo perd�n, y otra vez � y esta otra tambi�n la
conoces?, fueron los dedos que me metiste ahora ya no van a raspar m�s cuando lo
quieras usar en alguna otra concha!!!

El m�s joven ped�a que por favor basta, que los dej�ramos ir
que nunca m�s sabr�amos de ellos. Mi esposa se dio vuelta, se acerc� al o�do y
le dijo �nos vamos a asegurar que as� sea, pero antes nos tenemos que divertir
un rato todos, te parece? Rompi� a llorar otra vez pidiendo clemencia.

El monstruo en que se hab�a convertido mi mujer se dio
vuelta, me mir� y orden� que la ayudara a poner al m�s joven sobre el banco de
carpinter�a, cort� la cinta de los pies y lo pusimos con el pecho apoyado en la
mesa, agarr� una cuchilla de taller y cort� los pantalones y calzones, dejando
un flaco y marcado culo con los motivos de la silla que hab�a quemado la piel al
aire. At� cada tobillo a las patas de la mesa, manteni�ndolas bien separadas
entr� a la cocina y sali� con los guante de lavar �dame la grasa!! Qued� sin
saber que hacer, agarr� el pote de grasa que uso para mis m�quinas y se lo di.
Miraba sin decir palabra, mi esposa que siempre fue un ser amable y benevolente
era el monstruo m�s despiadado del mundo, meti� la mano en la lata y sac� el
guante lleno de grasa negra se acerc� y separ� las nalgas de su victimario
v�ctima. Busc� la entrada del culo, el violador gritaba y gritaba, el padre
ped�a por favor, junt� los dedos de la mano y empuj� con fuerza, meti� la mano
hasta los nudillos en medios de alaridos desgarradores. El padre gritaba que
dejara a su hijo, mi esposa gir� la cabeza mir� al padre y le dijo �voy a
desvirgar a tu hijo como lo hizo �l conmigo, disfr�talo y no desesperes que
luego te toca a ti!!! Con una sonrisa diab�lica mira su mano y de un empuj�n la
meti� toda adentro, los gritos del empalado cesaron s�bitamente se hab�a
desmayado, unas gotas de semen cayeron de su pene �mira, mira como le destrozo
el culo. mira!!! De repente con toda la fuerza saca la mano cerrada de adentro
rajando el esf�nter. Corto las ataduras y me hizo que la ayude a subir al viejo,
que se resist�a a ser empalado �basta! Por favor! Basta! No m�s no m�s!! Mi
esposa lo mir� y le contest�cuando yo lloraba pidiendo clemencia, tu que
hiciste? me cojiste verdad? Bueno, ahora es tu turno de sentir una violaci�n!!!
Sin m�s separ� las nalgas, busc� el orificio y meti� la mano hasta el fondo sin
parar hasta que entro toda, los gritos eran peores que los de su hijo y otra vez
�mira, mira, como lo parto al hijo de puta!!! Lo estaba disfrutando, se hab�a
convertido en un ogro y de un solo tir�n con el pu�o cerrado sac� su mano
rajando el esf�nter del viejo violador. El piso del garaje parec�a una
carnicer�a, hab�a sangre de ambos, me indic� que los volviera a sentar en las
sillas y que atara sus tobillos a las patas de la silla. Una vez atados, me dijo
que me sacara la ropa. Esta vez estaba aterrorizado, pens� que hab�a enloquecido
y que me har�a lo mismo que a ellos. Agarr� la manguera y volvi� a mojar al m�s
joven para que se despertara, lo que no tard� ni un segundo. Ahora el padre y el
hijo estaban sentados llorando como criaturas, por debajo de las sillas ca�an
gotones de sangre de sus esf�nteres desgarrados. Mi esposa me orden�acostate en
el piso!!

Me acost� ante la mirada llorosa de los maleantes, ella se
desnud� delante de ellos y dijo �ahora presten atenci�n a como se trata a una
dama, se arrodill� en medio de mis piernas, tom� mi verga en sus manos y comenz�
a pasar la lengua hasta que sin mucho esfuerzo estuvo casi dura, se dio vuelta y
se puso en 69 para que le comiera la concha, lo hice con mi mayor esmero
mientras ella segu�a mamandome ante la mirada de los violadores violados que
segu�an llorando pero no dejaban de mirar.

Ya casi a punto de venirse se levant� y se sent� sobre mi
verga despacio con las piernas en cuclillas para que pudieran ver lo que pasaba,
sub�a y bajaba con mucha lentitud, mientras los miraba se mord�a el labio y
masajeaba sus tetas dando peque�os pellizcos a los pezones, aceler� los
movimientos y lleg� al orgasmo, casi exagerado, gritaba y apretaba sus tetas.
Gem�a y ped�a m�s �m�s, m�s, dame m�s papito, as� llename de leche, amor m�o
m�s!!!

Los espectadores entre lloriqueos, comenzaron a tener una
leve erecci�n. Luego de su primer orgasmo, se levant� se puso en cuatro patas
muy cerca de las v�ctimas y me pidi� que la volviera penetrar. Me acerqu�, tom�
sus nalgas, apoy� la cabeza de mi verga en sus labios y otra vez comenc� a
bombear, inclin� un poco la cabeza para ver las vergas de sus victimas, se
incorpor� un poco y comenz� a pajearlos, al mismo tiempo que me dec�a �segu�
papito, segu� que me quiero venir otra vez agarrada de estas dos vergotas. Ambas
pijas estaban casi ya a su m�ximo tama�o, cuando le vino otro orgasmo y gritaba
como nunca lo hab�a hecho antes agarrada de las vergotas que la hab�an da�ado
tanto. Yo no pod�a acabar, eran mucho los nervios y el miedo sigui�
masturb�ndolos, se par�, abri� el caj�n de las herramientas sac� las tijeras de
poder y mir� al m�s joven y le dijo �fue la �ltima vez que cojiste!!! Acerc� sus
labios a los de �l y mientras lo besaba le cort� el pene. Los gritos del pobre
delincuente eran terribles, la sangre y el miembro en el piso semierecto chorros
de sangre intermitentes sal�an del cercenado miembro.

Los gritos del padre se un�an a los del hijo, que no sab�a
que pasaba porque no pod�a ver, ya que mi esposa lo tapaba. Se dio vuelta, se
acerc� al viejo y le dijo �tu hijito ya me pertenece y ahora es tu turno, nunca
m�s vas poder violarte a nadie, mas lo bes� en la boca mientras apretaba la
tijera de podar sobre el cuerpo del pene cort�ndolo limpiamente. El miembro cay�
al piso y detr�s una lluvia de sangre con chorros intermitentes. El joven ya
demostraba s�ntomas de desangramiento y estaba desmayado, tom� uno de los trapos
de taller e improvis� una compresa para detener el sangrado y luego lo mismo con
el viejo, pero no duro mucho, muri� por un paro card�aco. Una mueca de dolor y
terror estaba clavada en su cara. Mi esposa abri� el cofre del auto puso un gran
pl�stico que cubr�a todo y metimos los cuerpos. Entr� a la casa para lavarme las
manos, estaba todo ensangrentado. Cuando vuelvo el garaje, veo a mi esposa con
un frasco en la mano con ambos penes dentro y la botella de alcohol, con una
sonrisa de paz espiritual, mirando sus trofeos. Un escalofr�o corri� por mi
espalda. Ella se puso su ropa, subimos al carro y fuimos a un descampado a tirar
los cuerpos, volvimos a casa y limpiamos todo. No cruzamos una sola palabra,
ella con su sonrisa como siempre. Esa sonrisa hermosa, limpia, de dientes
blancos y maternal. Pero detr�s de esa sonrisa "franca", se escond�a el ser m�s
horrible del mundo.