ANTES DE COMENZAR ESTA 5 PARTE QUIERO AGRADECEROS LA GRAN
AVALANCHA DE MAILS DE APOYO QUE ME HABEIS ENVIADO, NO HAY PALABRRAS EN MI
VOCABULARIO PARA AGRADECEROS ESTO, A TODOS LOS LECTORES OS DEDICO ESTA 5 PARTE.
Pense que aquel tren no arrancar�a nunca, en mi asiento, con
mi mano enganchada a la de Jaime y mi mirada perdida en los andenes de la
estaci�n me sent�a libre, la libertad que da el momento, la libertad del preso
que ansia pasear por un parque, as� me sent�a, y eso que yo nunca he estado
preso, y siempre he gozado de gran libertad, pero dif�cilmente superar�a en mi
vida encontrar�a momentos en los que sentirme as�.
Pero como en una buena carrera, cada momento es mejor que el
anterior y cuando por fin comenz� el traqueteo del tren, cre� desvanecer, voltee
mi cabeza para mirar a mi peque�o amor, y en mi cabeza se congelo la imagen de
nuestro beso, todo el vag�n nos miraba, miradas de asco como la del se�or
cincuent�n que encend�a su puro despreciando la salud de los dem�s y haciendo
caso omiso al cartel de prohibido fumar, miradas c�mplices, como aquella se�ora
de larga melena rubia con mechas cobrizas que sosteniendo a un hermoso bebe en
su regazo me sonr�o ampliamente al cruzarnos las miradas. Miradas al fin y al
cabo, miradas que no me importaron para nada pues el beso de Jaime me abstra�a
de los dem�s, quiz�s por eso le estaba empezando a amar, por que a �l nunca le
importaron las miradas ajenas. Nuestros labios se separaron.
- Nunca cre� que fuera capaz de esto es incre�ble � me
gritaba sin complejos Jaime � dios me siento en el para�so, t�o, t�o, t�o, nos
vamos a Valencia, tu y yo.
Con mis dedos �ndice y coraz�n acaricie sus labios.
- No hables, solo b�same.
Y vaya si lo hizo, nuestros besos eran apasionados, o
rom�nticos, o sencillos, seg�n el momento, pero todos ten�an algo en com�n, el
amor, la sinceridad, un beso que no sale del coraz�n no vale la pena, un beso
sin amor es una mentira sin posibilidad de remendar, por eso en nuestros besos
pon�amos todo, lo d�bamos todo y aun as� seguimos queriendo mas para el
siguiente.
Jaime era un chico muy activo, demasiado para mi ritmo,
ser�an como las doce de la noche y creerme, necesitaba dormir, pero Jaime, era
imposible pegar ojo con aquel chiquillo al lado, toma esto, dame aquello, pon la
m�sica, cambia el cd, mis p�rpados no pod�an mas, y mi mente tampoco, aquel d�a
hab�a sido muy duro y empezaba tambi�n a notar dolores por la brutal lecci�n que
me dio Manu.
- oye nen, yo voy a dormir un poco �te importa? � le pregunte
muy suavemente.
- venga va, jolin si tienes raz�n estar�s muy cansado y yo
aqu� d�ndote la plasta quieres que te de un beso de buenas noches � se hecho a
re�r a carcajada limpia.
Le sonre�, y cerr� los ojos no sin antes recibir un breve
beso y un gracias, GRACIAS, no me hacia falta un gracias, gracias a �l por haber
confiado en mi, gracias a �l por compartir sus momentos, pero no, me daba las
gracias �l, realmente estaba perdiendo la cabeza por aquel muchacho.
Cuando despert� vi dormido a Jaime, vaya leche pense, ahora
que tengo yo ganas de conversaci�n va y se duerme �l, as� que resignado puse mi
compacto y empece a escuchar m�sica, no paso mucho rato cuando sent� que
necesitaba ir al ba�o, con mucho cuidado me levante para no despertar a Jaime y
emprend� mi camino.
Mis primeros pasos fueron para desentumecer un poco mis
m�sculos agarrotados por la siesta, pero despu�s de eso note malestar en mi
culo, sabia perfectamente de que era y es que el amigo Manu, en fin, me hab�a
dejado hecho piltrafa, entre al servicio y cerr� la puerta, me alivio ver que en
mis calzoncillos no hab�a sangre, pero el dolor era muy intenso, cuando termine
de mear alguien toco la puerta.
- Ya salgo un momento por favor.
Cuando abr� la puerta vi a Jaime.
- Corre t�o que me estoy meando mucho � no me di tiempo ni a
salir cerro la puerta conmigo dentro.
- �y tu? No estabas dormido � le pregunte.
- Si, pero es que macho, a ver si te levantas con mas cuidado
que has despertado a medio vag�n.
- No me jodas, que corte macho � puse cara de extra�ado y me
eche a re�r.
Era una escena poco habitual para mi, Jaime meando, yo a
carcajada limpia y todo en un habit�culo extremadamente reducido, cuando Jaime
termino de mear se dispuso a abrir la puerta pero yo lo detuve.
- Espera, creo que me apetece � le dije, era mi momento
quer�a demostrarle que yo tambi�n era lanzado y pasional.
Le agarre del culo con mis manos y le aprisione contra mi,
nuestros paquetes se buscaban y nuestras lenguas ya lo hab�an hecho, en mi
creci� r�pido la excitaci�n, tal vez por el momento y el lugar, el caso es que
me notaba muy caliente, el beso fue profundo y mis manos ya frotaban con deseo
la espalda de mi compa�ero, la suyas hac�an lo propio con la m�a, pero el era el
mas fogoso y en lo que yo segu�a ensimismado frotando aquella musculosa espalda,
el me met�a ya la mano por dentro de mi chandal para acariciar la piel de mis
nalgas, reaccione con una inmediata erecci�n y pellizc�ndole los pezones.
Tras entretenerme en su hermoso pecho le baje los pantalones,
con decisi�n met� mi mano en sus calzoncillos y comenc� a masturbarlo, estabamos
muy calientes y quer�amos terminar pronto pues era un ba�o publico, el �nico
para 3 vagones y seguro que pronto llegar�a alguien, me agache, le mire a los
ojos, y ellos me indicaron que adelante, Jaime estaba en otro mundo paralelo al
nuestro, la verdad que siempre vive en sus historias pero cuando ten�amos sexo
aun mas, mis labios acogieron lentamente su glande mientras mi lengua se afanaba
en saborear su frenillo, sus gestos de excitaci�n eran claros, entonces fue el
momento, la introduje toda en mi boca y comenc� una mamada muy r�pida, como
espiritan los ciclistas a todos gas, as� era mi mamada, veloz r�pido, y el
resultado apenas tardo unos minutos en llegar, Jaime me retiro de su pene, y
apunto al water, no se quiso correr en mi boca, y yo no le di mayor importancia,
me sonr�o, me beso y se agacho, parec�a dispuesto a devolverme el favor justo
cuando tocaron el la puerta.
- �hay alguien? � pregunto una voz femenina.
- Si, ya salgo.
Jaime me miro extra�ado, a lo mejor pod�a haber dicho que
esperara, que tardar�a un poco, pero no, yo dije ya salgo, lo que me sali�, y
con todo mi calent�n me vest� disimilando como pude mi erecci�n y pensando como
explicar que estabamos los 2 en el ba�o.
Nos dimos una ultima mirada para ver que todo estaba en orden
y abr� la puerta, dentro de lo malo tuvimos suerte, era la chica rubia con su
bebe en brazos. Su mirada fue claramente c�mplice y los tres nos empezamos a
re�r, fue un gesto muy bello por su parte, no nos conoc�amos de nada pero ella
mostraba mucho cari�o hacia nosotros.
- que rico �c�mo se llama? � pregunto Jaime haciendo alusi�n
al bebe de la se�ora no sab�a que a Jaime le gustaran los bebes.
- Abraham � respondi� la se�ora.
- Abraham, yo soy Jaime y �l es Marcos � Jaime estaba
hablando a un bebe, me parec�a una escena muy tierna.
- Bueno creo que necesita pasar � dije mirando a la se�ora.
- Si, muchas gracias.
- Encantado de conoceros � dijo Jaime.
- Igualmente, supongo que luego nos veremos.
- Hasta luego.
Y la puerta se cerr�, deb� de mirar a Jaime con una cara muy
melosa por que me paso la mano por la barbilla como diciendo se te cae la baba,
tras este escarceo que me hab�a dejado muy caliente, aunque mi excitaci�n hab�a
remitido nos dirigimos a nuestros asientos, all� Jaime y yo compartimos
auriculares para escuchar m�sica y supongo que nos volvimos a quedar dormidos
por que nos despert� nuestra ya amiga de viaje, con su bebe y sus maletas
diciendo que hab�amos llegado, nos apresuramos a salir de all�, metimos las
cosas como pudimos en nuestras mochilas y detr�s de la chica salimos del tren.
- Jolin gracias por avisarnos � le dije a la se�ora � por
cierto usted como se llama.
- por favor solo tengo 29 a�os no me llames de usted, me
llamo Ana y vosotros �sois de aqu�?
- la verdad que no, venimos un poco a la aventura, sin
alojamiento ni nada � respond�.
Bueno, no suelo hacer esto pero se os ve buena gente, en mi
casa hay una habitaci�n, y la verdad desde que muri� mi marido, la casa se me
hace enorme, si quer�is pod�is ocuparla el tiempo que necesit�is, pero si no
sois muy gorrones.
Jaime y yo nos miramos sorprendidos, y cuando yo estaba
apunto de declinar tan amable invitaci�n Jaime la acepto, pero a condici�n de
que nos dejara aportar un dinero, lo cual Ana acepto encantada pues como nos
reconoci� en el taxi de camino a su casa estaba escasa de fondos.
Una vez mas el destino se pon�a de nuestro lado, estabamos en
Valencia y hab�amos conocido a una chica muy simpatiza que nos prestar�a
alojamiento, sin duda el destino nos apoyaba.
En el taxi nos cont� un poco por encima su historia, Abraham
no era tan bebe como pens�bamos pues tenia 15 meses, su marido muri� al poco de
quedarse ella embarazada y a pesar del sufrimiento ella empez� una nueva vida y
no acepto para nada la pena y lucho, la vida ahora la marchaba muy bien, nos
dijo que venia de visitar a sus padres y nos comento que desde que nos vio en el
tren se fijo en lo tranquilos que �ramos l�gicamente no pregunto si �ramos
pareja, era evidente que si, le verdad que el taxista deb�a estar muy
sorprendido, yo me comenc� a sentir algo mal, pues en realidad Ana no sabia que
nosotros nos hab�amos fugado, pero decid� no darle mas vueltas ya habr�a tiempo.
Ana nos inspiraba mucha paz, se la ve�a muy sosegada y con mucho mundo en sus
espaldas.
El taxi se detuvo, Jaime pago y por fin llegamos a nuestro
nuevo hogar.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO PRONTO LA 6 PARTE.