Hola, de nuevo soy yo, Zoof�a, como creo que puedo llamarme
ahora ...
Tengo diecinueve a�os y supongo que soy muy deseable para m�s
de uno, en la escuela o fuera de ella ... Pero si ahora tengo un amante o un
novio, tal vez, se llama Tino y lo tengo en mi propia casa ; a veces adentro y a
veces dando sus vueltas por el jard�n. Aunque por supuesto nadie sabe sobre
nuestra relaci�n, yo apenas vuelvo del colegio intento tenerlo conmigo en mi
cuarto, cepillar o acariciar all� su largo pelo gris y negro, y tambi�n darle de
comer.
Unos d�as antes de mi segunda vez con el Siberiano, �l se me
apareci� en medio de un sue�o ... Y all� - si bien en esta realidad es dif�cil
lograrlo - nos d�bamos los besos de lengua m�s ricos que podr�a haber imaginado.
En el sue�o, pues, Tino s� abr�a su boca lo suficiente para que nuestras
respectivas lenguas pudieran llegar tan adentro como quer�an.
No necesito decirles que eso precisamente fue lo que me llev�
a desear estar nuevamente a solas con �l ... Y al final de ese mismo d�a, supe
que estaba decidida a lograr mucho m�s que en la primera relaci�n.
Mi segunda vez con Tino, entonces, iba a ser el jueves de esa
semana ; pas� el martes ... Ni siquiera en la escuela pod�a dejar de pensar en
mi Tino ; vino el mi�rcoles ... Apenas si pod�a pensar en otra cosa que : "S�lo
falta un d�a, y vuelvo a estar junto al amor de mis sue�os".
Por supuesto me cost� tener que esperar, cuando a�n faltaban
m�s de dos d�as - con Tino acercando peligrosamente su nariz - con mi padre por
ah� cerca -, y yo rogando que no se descubriera nuestro secreto.
Y cuando lleg� el jueves, la oportunidad tan esperada de
hacer otra vez el amor con mi perro me hizo sentir a punto de convertirme en
carb�n acabado de encenderse. Cuando termin� el desayuno y sal� fingiendo
nuevamente que iba a la escuela, esper� casi hasta las nueve de la ma�ana. Hice
una llamada s�lo para verificar que la casa ya estuviera lista para los dos
solos ; sonaron como doce timbrazos ... Ya pod�a volver.
"Ven�, mi amor, vamos adentro", lo llam�, y Tino entr� detr�s
de m�.
Estaba todo listo : mi dulce perrito y yo ten�amos cuatro
horas enteras para nosotros ; me desvest� inventando un baile de odalisca y Tino
empez� a investigar olfateando ... Cuando me qued� �en cuatro patas�, yo ya era
su perra siberiana, por lo cual dej� que lamiera y olfateara donde mejor le
pareciera.
Y gateando a su lado llegu� con �l a la cocina para estar en
su terreno, en lugar de llevarlo al m�o, del cuarto y las s�banas.
Sin hacer caso del fr�o en el piso de la cocina, comenc� a
hacer como perra de verdad, olisqueando y lamiendo a Tino ; luego me tend� de
costado, siempre ignorando el hielo de las baldosas, y �l volvi� a ser por unos
minutos mi beb�, tratando de amamantarse como un cachorrito.
En cuanto decidi� que hab�a terminado, para volver a ser mi
due�o y amante, yo por mi parte fui otra vez su siberiana, y as� ( apoyada sobre
codos y rodillas ) nuevamente se produjo una serie de lamidos mutuos ...
Mientras �l se dedicaba a hundir su lengua en mis expuestas intimidades, yo
pasaba la m�a por el lado interior de su pierna y - tanto como pod�a estando en
esa posici�n - por su bajo vientre. �Y dije que era su perra ? ... Pues en
cierto momento no habr�a podido asegurarlo, porque estuve ara�ando el piso casi
con tanta fuerza como para romperlo.
Pero si no era su siberiana ( y quer�a serlo ) esa vez pod�a
ser su gata. Con Tino sigui�ndome fui gateando por toda la cocina hasta que me
dej� alcanzar ... Su cuerpo me cubri� casi por completo mientras su miembro ya
se encontraba bien adentro, y pude contar hasta siete descargas calientes ... De
ah� en adelante perd� la cuenta y, en el momento de mayor locura, no me
importaba si Tino me dejaba embarazada aunque despu�s tuviera que pensar en la
posibilidad de huir de casa.
M�s tarde me resultar�a obvio que todo depend�a de mi ciclo
mensual, pero de cualquier modo hoy me har�a las pruebas en privado. Claro que
si llegaban a dar positivo ...
"Aaaaah, s�, mi amor ... Segu� as�, por favor, todo el tiempo
que quieras ... Todo lo que quieras ... ; hacelo hasta que dentro de m� pueda
engendrar hijos tuyos, perritos iguales a vos ; y si me dej�s embarazada me voy
con vos a cualquier parte ... No me importa d�nde, pero va a ser con voooos
...".
Eso fue m�s o menos lo que dije en esos momentos, sacando los
"Aaaaaaah, oooooh, s������, mi amooooor ...", etc., que generalmente decimos por
la excitaci�n.
Cuando me pareci� que Tino ya hab�a volcado ...Vaciado,
derramado todo su caudal dentro de m�, �l sigui� a�n unos minutos m�s aunque la
fuerza de la penetraci�n empezaba a disminuir ; Tino dio media vuelta levantando
su pierna y en esta nueva posici�n estuvimos otros cinco o seis minutos.
Luego �l hizo un movimiento como para ir a limpiarse a otro
lado y descansar, pero yo quer�a que tambi�n esto lo hiciera conmigo ; luego de
ir con �l a un lugar m�s apropiado ( la alfombra del living ) tras un �ltimo
intercambio de lamidos mutuos en el rostro y caricias de mi parte, dormimos
hasta las once y cuarto, despertando igualmente juntos ... Ya como si fu�ramos
dos reci�n casados.
Entonces me levant� para abrazar a mi Siberiano por �ltima
vez, en ese d�a hermoso que pude pasar a su lado, antes de ir a ba�arme y salir
a caminar por ah� hasta despu�s de la una de la tarde.
... Y esta fue la segunda experiencia que disfrut� en
compa��a de mi �nico amante, a quien espero poder seguir perteneciendo por
muchos a�os.