Andr�s para esa �poca ten�a unos 25 a�os, es un tipo alto de
cabello negro, bastante velludo, tanto que el cuello de la camisa no le alcanza
a tapar su abundante pelaje, tenia ojos negros, un cuerpo espectacular ya que se
cuidaba mucho, toda vez, que es modelo de varias revistas. Ese d�a hab�amos
decidido que no llevar�amos a nuestras novias porque nos �bamos a emborrachar y
a desordenar de tal forma que una vieja ser�a un obst�culo para cualquier plan
que se presentara.

Andr�s ten�a un �xito envidiable con las mujeres a donde
llegaba causaba sensaci�n y m�s de una se lo ped�a sin ning�n asomo de
verg�enza, era gigol� completo, esa noche tomamos hasta el fondo, todo lo que
nos pasaban nos lo beb�amos.

A eso de las 1 de la ma�ana ya est�bamos bien tomaditos, esa
noche yo hab�a contado con suerte y me hab�a levantado una viejita que era muy
caliente y de la que ya conoc�a sus antecedentes, me dijo que si nos escap�bamos
al segundo piso, que si quer�a lo pasar�amos muy rico, obviamente yo acepte,
pero me puso la condici�n de que invitara a mi amigo, ya que le gustaban los
juegos con mas de 2 personas, la verdad lo dude porque yo nunca hab�a
participado en un grupo pero al ver a la ni�a acepte y le propuse a Andr�s que
nos acompa�ara, entre la borrachera que ten�a no lo dudo un solo instante y nos
fuimos a buscar una habitaci�n para los tres.

Despu�s de una ardua lucha para encontrar un cuarto vaci�,
que por cierto no encontramos ya que todos estaba ocupados, llegamos un cuarto
en donde hab�a una pareja, la cual al vernos, nos invitaron a hacerles compa��a,
para ese momento todo era valido y mucho mejor formar un grupo mas grande
pesaron mis hormonas, sin ning�n pre�mbulo comenzamos nuestro juego amoroso, la
ni�a que estaba en la habitaci�n comenz� a bailar de una forma muy, pero muy
sensual, y la vieja que iba con nosotros la acompa�o, fue muy excitante verlas
bailar, verlas como se tocaban y se manoseaban todo su cuerpo, velas como se
miraban, en ese momento el tipo que estaba en la habitaci�n comenz� a
masturbarse y a decirles cosas a las bailarinas, Andr�s y yo solo �ramos
espectadores simplemente.

El tipo se quito la camisa y comenz� a bailar con la viejas,
de un momento a otro se le lanz� sobre la vieja con la que estaba y comenz� a
agredirla, a insultarla, la quer�a golpear, la situaci�n hab�a cambiado de rumbo
ostensiblemente, en ese momento intercedimos por la mujer indefensa, la cual
asustada gritaba de p�nico, la situaci�n se hab�a salido de las manos y comenz�
a ponerse m�s y m�s hostil, no se dejaban de insultar y mandarse golpes, motivo
por el cual apenas pudo la bailarina salio corriendo de la habitaci�n seguida
por la vieja que yo me hab�a levantado, que empute sent�, este tipo se hab�a
tirado mi noche pens� .

Sin entender que hab�a pasado el man se quedo callado, nos
miraba con furia, pero ya m�s calmado comenz� a contarnos sus razones, de
repente se levanto y de un caj�n saco un botella de licor y nos ofreci�,
comenzamos a tomar con el desconocido y terminamos de compadres despu�s de un
tiempo.

Ya con unos tragos en la cabeza y como quiera que el tipo se
hab�a quedado en b�xer comenz� a bailar al son de la m�sica que estaba sonando
se tocaba por todas partes, era un man de unos 30 a�os m�s o menos, cabellos
rubio, ojos claros, de cuerpo delgado, una cara fina, lampi�o totalmente, en ese
momento Andr�s, una maquina para atrapar viejas se levanto y comenz� a bailar
con �l de una forma insinuante, yo que estaba convencido que mi amigo solo
jugaba en uso solo bando no le daba cr�dito a lo que ve�a, verlo bailar con un
tipo en b�xer y de una manera er�tica, fue tan extra�o, tan emocionante, tan
excitante, verlo mover como lo hac�a, verlo tocarse por encima de la camisa,
apret�ndose el bulto, verle la cara de arrecho que ten�a me pon�a a mil, aunque
ya muchas veces lo hab�a visto bailar y me lo hab�a imaginado en un situaci�n
parecido nunca lo hubiera cre�do, poco a poco se comenz� a quitar la camisa
dejando al descubierto su espectacular cuerpo, sus m�sculos bien marcados, su
estomago partido en cuadritos los cuales brillaban con la luz de la habitaci�n,
su cuerpo comenzaba a sudar, las gotas de sudor le ba�aban la cara y el pecho,
el tipo que nos acompa�aba comenz� a tocarlo con cara de deseo, sus manos
comenzaron a recorrer el pecho velludo de Andr�s, y su boca se comenz� a perder
en la selva de pelo de mi amigo.

Yo ya estaba s�per parolo, mi pene ten�a ganas de salir de la
c�rcel de mi pantal�n pero no me atrev�a, a�n sabiendo y viendo lo que estaba
pasando frente a m� me daba verg�enza, nunca me hab�a imaginado estar con mi
mejor amigo bailando y desnud�ndome, pero la carne es d�bil y mientras los ve�a
bailar comenc� a consentirme sobre el pantal�n, desabrochando poco a poco la
camisa y dejando al descubierto mi pecho, me tocaba las telillas, las apretaba
en busca de placer, mis manos se perd�an entre mis piernas, mi legua comenz� a
jugar con mis labios, mientras tanto los dos nuevos amigos ya se estaban
descubriendo se besaban lentamente trazaban caminos distintos en sus cuerpos, lo
hac�an sin af�n como si tuvieran toda la vida para explorarse, el ambiente del
cuarto comenz� a calentarse, ver a mi amigo jugando con su lengua en el cuerpo
de otro hombre era un sue�o, sus movimiento eran bruscos parec�an que estuvieran
marcando cada uno su territorio, los gemidos de placer que escapaban de sus
bocas era excitante, era m�sica que me deleitaba, escucharlos y verlos como se
mov�an, como se recorr�an de arriba abajo me estimulaban, sin darme cuenta ya
estaba desnudo mi mano me estaba produciendo un placer incomparable, era la
mejor pajeada que me hab�a dado en tiempos, las gotas mi liquido seminal me
ba�aba la mano y dejaba escapar su exquisito aroma.

Andr�s tom� la iniciativa, le bajo el b�xer a su compa�ero de
aventura, poco a poco comenz� a saborearle la verga, lo hac�a de una forma
tierna como deseando que ese momento durara toda la noche con una calma y
tranquilidad angustiante, pasaba su lengua entre sus labios como buscando
descifrar el sabor de aquella verga, lo hac�a tan bien que el tipo comenz� a
gritar, su respiraci�n entrecortada denotaba la felicidad que estaba sintiendo,
no paraba de gemir y pedir m�s y mas, no pare, no pare, m�s, m�s, era la �nico
que dec�a era casi un plegar�a, una suplica. Yo apenas pasaba saliva con ganas
de participar, Andr�s no era un novato en el asunto, pens�, se ve�a que lo sab�a
mamar y muy bien, sus manos comenzaron a abrir aquel cuerpo que vibraba de
placer poco a poco comenz� a irrumpir entre las entra�as del bailar�n, los
gritos aumentaban, el placer cre�a, la habitaci�n ol�a a sexo, era espectacular,
poco a poco los dedos de Andr�s fueron penetrando al man que gritaba de placer.

Yo no aguante m�s, quer�a participar, me acerque al tipo
ca�do en la cama, sus gemidos de placer eran una invitaci�n que no pod�a
desaprovechar, formamos el tr�o que esa noche hab�a so�ado, lo comenc� a besar,
sus labios carnudos eran un manjar, sus tetillas estaban duras y erectas, mi
boca quer�a recorrer el camino que mi amigo me hab�a trazado, de reojo ve�a como
Andr�s segu�a disfrutando de esa verga que deb�a saber a gloria, despu�s de un
rato y de alternar el pecho con la lengua, el cuello con las orejas nuestro
compa�ero se arrodillo y pido que lo penetr�ramos, yo me sent� en un sof�,
nuestro nuevo amigo comenz� a chuparme el pene sediento de la leche que le pod�a
ofrecer, lo hac�a de una forma brusca que me produc�a cierto dolor pero placer
la vez, mientras tanto Andr�s le preparaba el culo se lo comenz� a chupar y a
moj�rselo con saliva, de vez en cuando le met�a un dedo lo cual hac�a brincar de
felicidad al desconocido, una vez listo, y sin previo aviso Andr�s calvo a este
tipo, el placer los sentimos los dos ya que apret� con fuerza la boca y me hizo
sentir un fuerte dolor que fue placentero, Andr�s lo embest�a con fuerza, como
con furia, como vengando a la mujer de hace un rato, el bailar�n de vez en
cuando le ped�a que no le diera tan duro, pero mi amigo estaba enojado y lo
clavaba con mas fuerza cada vez.

El paisaje que ten�a al frente era �nico, mi mejor amigo
desnudo comi�ndose a un tipo y mostr�ndome su hermoso cuerpo, su pecho perfecto,
su cara de placer que era ba�ada por sudor que le recorr�a su espectacular
humanidad era un espejismos lo que estaba viendo, no dejaba de pensar, de
repente de un momento a otro y por primera vez en toda la noche nuestros ojos se
encontraron, me olvide que me lo estaban chupando, Andr�s disminuyo la fuerza de
sus embestidas, nuestras miradas se cruzaron como intentando entender que era lo
que est�bamos viendo, ambos sab�amos que no era nuestra primera vez que
est�bamos con un hombre, ambos sab�amos que no era cosas de tragos, ambos
sab�amos que est�bamos disfrutando lo que est�bamos haciendo, ambos sab�amos que
el que ten�amos al frente era nuestro mejor amigo, pero ninguno, ninguno de los
dos sab�a que ten�amos los mismos gustos, nuestra mirada era de desconcierto,
pero a la vez de alegr�a de habernos descubierto un secreto que nunca pensamos
en compartir el uno con el otro.

Nuestro nuevo amigo pidi� una tregua, Andr�s lo estaba
castigando muy duro y le rog� que se detuviera, que cambi�ramos de posici�n.
Entonces aproveche, me acerque a mi amigo y sin decir nada nos unimos en un gran
beso, nuestras lenguas eran una, nuestros cuerpos se fusionaron, me ba�e en el
sudor de �l, el placer que sent� es inexplicable, sent� su coraz�n latir al lado
del m�o era para morirse, Andr�s el tipo mas bueno que hab�a visto en mi vida me
estaba besando, me estaba tocado, me deseaba, me recorr�a con sus fuertes manos,
me hac�a sentir que yo era el �nico hombre en el mundo, sus besos me sab�an a
miel, era un sue�o inimaginable, sus besos me produc�an corrientazos que
recorr�a cada cent�metro de mi ser, sent�a un cosquilleo extra�o dentro de mi,
me consent�a el cabello con sus manos viriles, me tocaba como descubri�ndome,
como si fuera un juguete nuevo con el que se pod�a experimentar, nuestra
respiraci�n se aceleraba, sent�a que mi sangre iba a mil, nuestras vergas se
estrellaban, se enredaban la una con el otra como perdidas, tambi�n
reconoci�ndose, buscando un camino por donde ir, sentir su pene en mi pecho era
sublime, el olor de mi amigo era divino, me daba miedo soltarlo por temor a que
fuera un sue�o y pudiera despertar, poco a poco comenc� a explorar su cuerpo, mi
lengua lo saboreo todo, el olor que transpiraba era �nico, era un estimulante
para mi, cuando llegue a su bella polla me di cuenta de que era perfecta que
hac�a juego con todo su cuerpo, era un pene circuncidado que dejaba ver
perfectamente esa cabeza roja que ped�a ser comida, estaba ba�aba por peque�as
gotas de liquido pre seminal, su sabor era saladito un placer enviado por los
dioses, era la bebida perfecta, poco a poco comenc� a sentir que sus nalgas
tomaban vida y bailaban a un solo ritmo, me comenz� a penetrar la boca con
fuerza, sentir esa polla dentro de mi era glorioso.

Andr�s gritaba de placer, me apretaba la cabeza como
indic�ndome el camino, cercior�ndose de que no terminara la chupada que le
estaba dando, en esa posici�n decid� penetrar a mi amigo, lubrique mis dedos
para ir abonado el terreno, el placer era demasiado, mi pene esta deseoso de
entrar en acci�n. Poco a poco le met� un dedo, luego dos, luego tres, mi amigo
estaba gozando, el movimiento de su cuerpo era suficiente para saber lo que esta
sintiendo, sin pensarlo le di la vuelta y flash la penetre, comenc� despacio
para no causarle mucho dolor, pero Andr�s no quer�a eso, el placer era tanto que
esta bien dilatado, me ped�a que le diera con fuerza, sentirlo m�o me motivaba,
lo clave con fuerza, disfrutando en verdad, sent�a que cada vez que lo penetraba
apretaba sus nalgas como pidi�ndome, suplic�ndome que no saliera de su cuerpo
que me quedara all� adentro el mayor tiempo posible, saber que era mi amigo me
daba una alegr�a �nica, escucharlo gozar me daba fuerzas para no detenerme.

El bailar�n nos miraba sin decir nada, nos ve�a como si
estuviera observando un espect�culo sab�a que sobraba, que no hac�a parte del
momento, que este tr�o constaba solo de dos y los cupos estaban completos.

Cada clavada era m�gica, el placer se triplicaba cada vez que
se lo met�a, su cuerpo se estremec�a, se pod�a ver perfectamente cada m�sculo de
la espalda, sus brazos tensos eran perfectos para estudiar cada m�sculo del
cuerpo, me ped�a m�s y m�s, su voz entre cortada me excitaba, yo lo consent�a
mientras iba penetr�ndolo, su cuerpo h�medo, el olor a macho era indescriptible,
la atm�sfera que invad�a la habitaci�n era especial, el placer fue tanto que no
resist�, le avise que me ven�a, �l me ped�a que aguantara lo m�s que pudiera, lo
intente pero tanto placer era imposible de aguantar, de repente comenc� a
ba�arle la espalda con mi liquido, mi semen caliente y viscoso le cayo en su
hermosa espalda, ca� desfallecido hab�a sido la mejor noche de mi vida, Andr�s
se me acerco lentamente y sin decir nada me comenz� a besar, me agradec�a la
gran noche que hab�a pasado, yo tampoco dije nada, el momento era irrepetible,
solo con vernos estaba todo dicho, nos fundimos en un fuerte beso y all� termino
la noche, celebramos con unos tragos y pens� en irme a casa con el mejor
recuerdo de mi vida, pero estaba equivocado ya que Andr�s me hizo caer en cuenta
de la hora y ten�a raz�n en lo que me dijo "la noche es joven y apenas
comienza". POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO