Una tarde despu�s de estarla viendo e imaginando que lo hac�amos de muchas formas, no me percate de la hora en que estaba ya so�ando medio despierta todav�a. La so�aba llegando a mi vistiendo un baby doll rosado que hacia contraste con el celeste que vest�a yo. Sent� la suavidad de sus manos cuando me comenz� a acariciar el cuello y las mejillas...
Yo viv�a obsesionado por las bragas de mi vecina colgadas en el tendedero. Aunque sab�a que pertenec�an a un travest� negro, me excitaba robarlas, pon�rmelas e imaginar su culo de chocolate, sus senos como melones e interminables tardes de sexo casero.
Un serio profesional de viaje de negocios en Berl�n decide que, por una noche, dar� rienda suelta a la ardiente Lola que lleva en su interior, en medio de la depravaci�n de una de las capitales del vicio.
Un hombre casado aprovecha la ausencia de su mujer para saciar su sed de sexo y montarse un tr�o desenfrenado con dos lascivas transexuales mulatas que le dar�n mucho m�s de lo que pod�a esperar.