UNA EXPERIENCIA NO DEL TODO CONSENTIDA EN
UN CINE PORNO
Una de esas cosas que mis compa�eros de trabajo, amistades,
familia y dem�s no conocen era una de mis fantasias er�ticas m�s recurrentes,
que volv�a a mi mente una y otra vez, pero que nunca hab�a llevado a cabo.
Entrar en una sala de cine x, travestido, y all� dedicarme a una sesi�n de sexo
oral, tanto activo como pasivo, con todo aquel que estuviese dispuesto a ello.
Me vengo masturbando con esa idea desde los 15 a�os, pensando en como podr�a ser
esa experiencia, rodeado de desconocidos, dando y recibiendo placer entre
varones. Nunca he tenido experiencias homosexuales ni me considero como tal,
pero esa era una de las cosas que estaba en mi lista de sue�os que cumplir antes
de los cuarenta. Casado y con dos hijos, nadie dir�a que el serio y ordenado
odot�logo del Segundo Derecha ans�a el d�a en que pueda entrar con su vestidito
en esa sala oscura y grasosa, con una docena de preservativos en el bolso. Y la
ocasi�n al final lleg�... Un viaje profesional a Berl�n, una de las capitales
del vicio mundial. Las tradiciones depravadas centroeuropeas, mezcladas con un
alto nivel de vida y la sociedad desestructurada de un Pais dividido por el Muro
hasta hac�a solo diez a�os. Tom� el avi�n dispuesto a volver a casa con ese
deseo realizado. Hab�a tomado la decisi�n que tanto tiempo hab�a retrasado.
Llegu� con medio d�a de antelaci�n, lo suficiente para llevar
a cabo los preparativos necesarios, presa de una excitaci�n sin l�mite. Adquir�a
mi "ajuar" femenino para transformarme en la Ardiente Lola, y llevar a esa gris
ciudad un poco de salero hispano. Entr� pues en unos grandes almacenes, donde al
contrario de lo que ocurr�a en mi ciudad pod�a comprar lo que me diese la gana
sin temor al qu� dir�n. Me la sudaba lo que pensasen de mi dependientes y
cajeras, eran gente de otro pais a los que no iba a volver a ver en mi vida. Iba
bien provisto de planos e informaci�n tur�stica sacada de internet. Evite los
lugares frecuentados por turistas, escogiendo unos grandes almacenes de los
usados por la clase obrera. No queria vestirme de marca... sino m�s bien de
fulana. Que cuando me travistiese todos supiesen lo que era y lo que sent�a. De
todos modos, no pude evitar escoger con cuidado y mariposear entre vestidos y
complementos. Me hice con una blusa de manga larga de color verde botella, nada
escotada por la sencilla raz�n de que no ten�a nada que ense�ar en el escote.
Una falda negra que me iba muy justa, de imitaci�n a cuero negro. Muy de puta.
Unas medias igualmente negras. Liguero, zapatos rojos con un poco de tac�n, que
me cost� encontrar debido a que calzo un 42. Un bolso hermoso para llevar mis
cosas. Unas braguitas negras transparentes, y un sujetador a juego. Algod�n para
el relleno. Lapiz de labios color rosa. Sombra de ojos oscura. Una peluca
morena, en plan arquetipo de mujer espa�ola. Recib� miradas disimuladas y
risitas, pero eso me pon�a cachondo. Precisamente lo compr� todo junto para que
esos alemanes an�nimos para mi lo supiesen, para que pensasen la fiestecita que
me iba a montar. Me sent�a puuuuta, y eso me encantaba.
Al dia siguiente acud� al Congreso como si nada. Duraba dos
d�as, y entre ambos iba a realizar mi sue�o. Me salt� la �ltima conferencia,
para con mis compras dirigirme a un hotelito de los que no se interesan mucho
por lo que hacen sus clientes. Cerca de una zona de cines x, peep shows y dem�s.
No iba a salir vestida de mujer de mi repetable y anodino hotel, por Dios.
Alquil� un peque�o cuarto para una noche, al lado de un neon rojo que le daba un
toque peliculero que me pon�a aun m�s. Ya llevaba seis d�as sin correrme, para
tener los huevos llenos y poder correrme varias veces, si era posible. Y har�a
todo lo humanamente en mi mano para que as� fuese. Me di una duchita r�pida,
evitando tocarme los genitales m�s de lo necesario. Ya ten�a las piernas
depiladas, debido a que me gusta praticar el ciclismo. Una tapadera estupenda, �
no creen ?. Me vest� despacio, disfrutando cada segundo y del roce de la ropa.
Puede que no lo hiciese m�s veces en mi vida, o tal vez s�. De todos modos deb�a
ser una noche especial. Primero mis braguitas, como me apretaban el paquete, me
admire en el espejo del cuarto. Mmmmmm. Liguero. Medias. Zapatos. Di unos pasos
para acostumbrarme un poco, aunque me bamboleaba. Me ajuste la falda, como me
marcaba culo. Estaba fant�stica. Rellen� las copas del sujetador y me lo coloqu�
con cuidado. Tuve que hacer varias pruebas con el relleno, no me quedaba
natural. Asi que pas� casi media hora preparandolo y equilibrandolo. La blusa.
Por �ltimo el maquillaje, bien recargado y de put�n. Lapiz labial que no se iba
por chupar, solo con un desmaquillador, hay que estar en todo. Un poco, mejor un
mucho, de Eau de Put�n, una colonia barata. Y ajustarse la peluca. Tiembla
mundo, Lola ha nacido. Ensay� unas poses ante el espejo, y repas� el poco alem�n
que conoc�a. Ped� un taxi a recepci�n. Nadie me dijo una palabra cuando dej� el
hotel como Lola. El taxista era un tio calvo de unos cincuenta a�os, con pinta
de camionero. Me di� las buenas noches en alem�n muy amablemente, solo con un
poco de sorna. El trayecto era corto, y no me quit� el ojo de encima durante el
mismo. Yo le sonre�, le gui�� un ojo, y cruce las piernas, haciendo que la seda
hiciese su caracter�stico Fru Fru. Al llegar a mi destino, en lugar de aparcar
en la calle lo hizo en un callej�n. Era noche cerrada, y algo temprano aun para
el ambiente nocturno. Apag� el tax�metro, y se se�al� la entrepierna, que estaba
engordando. No deb�a ser yo el primer Trav de paso por Berl�n al que llevaba...
y me pareci� delicioso. Era gordo, pero se le notaba musculoso y vicioso. Y con
una buena polla. Yo saqu� una goma del bolso, para dejarle claro que sin eso
nada. El tan solo dijo "ponmela", mientras se sacaba la polla. Era muy gorda, no
demasiado larga, llena de venas. Una polla basta, no estaba mal. Acerqu� mi mano
a su tranca, pero me la retuvo. Dijo algo en alem�n, no se que fue. Me encog� de
hombros. El tom� otra goma de la caja, la desprecint� y se la puso en un dedo,
pero usando la boca. Entend� perfectamente. Puse mi gomita en la boca,
sintiendome una boba por no haberlo pensado antes. Con gran cuidado la deslice
sobre su pene, mientras el tio gem�a. Yo hab�a pasado al asiento del
acompa�ante, y mi Krautt gem�a ante mis atenciones. No era muy limpio. Ol�a a
sudor. A mi me daba igual. Me decepcion� un poco que no me metiese mano, pero
para el era una transacci�n cliente - puta. Por el precio de un viaje m�nimo yo
me vend�a, y el me trataba como a su puta. Eso nos conven�a a los dos. Creo que
se extra�� de la poca pericia que ten�a al mamarsela, si la met�a hasta la mitad
me daban arcadas, pero me aplicaba con todo mi empe�o. Y el se daba cuenta. Al
principio me cog�a del cuello, pero pronto me dej� a mi ritmo. Yo daba todo lo
que ten�a, me entregaba a la mamada como si me fuese la vida. Lastima no poder
paladear su sabor, pero en la era del SIDA... no quer�a morir por mamar unas
vergas. Simplemente, ese alem�n grandote me dej� tragar a mi ritmo, sin pedirme
nada ni hacerme nada. Le sob� los huevos, jugu� con sus pelillos, y trag� tanta
polla como pude sin vomitar. Cuando not� que le temblaba y que la corrida era
inminente la apret� entre el paladar y la lengua tanto como pude, para notar esa
sensaci�n. Sentir como ese viril germano, tan bujarr�n, se corria en mi boca, me
puso la polla tiesa. Pero no era el tipo de hombre que deseaba me la mamase, ni
creo que me lo hubiese hecho. Una vez acab�, me di� unos afectuosos cachetes en
la mejilla, y abandon� su coche. No me dijo ni su nombre, solo recuerdo su
n�mero de licencia.
Sal� del callej�n, y en la calle hab�a personas que me
miraban. Normal, era obvio que era un hombre, no pod�a disimularlo, ni deseaba
intentarlo. Pero era como si llevase un cartel de "puta en celo". Decid� no
distraerme, y saqu� las entradas, comprandoselas a un anciano taquillero que no
me hizo ni caso. Como yo deb�a ver tantos a lo largo del a�o... La sala era
grandecita, oscura y no muy limpia, como marca la tradici�n. Hab�a unas 400
butacas, aunque no estar�an ocupadas m�s de treinta. Otra de las tradiciones,
hace falta espacio. Disfrute del momento de la entrada, del olor a desinfectante
con aroma de pino, del olor a algunos cigarrillos encendidos. Se que hubo
cabezas que se giraron para ver al nuevo, a ver quien entraba. Era una chica
nueva en el barrio, seguro que iba a llamar la atenci�n. Camin� del modo m�s
sensual que pude hacia una de las butacas de las �ltimas filas, dejando claro lo
que buscaba. Relamiendome, y dejando un pestazo a colonia barata mientras
pasaba. La pel�cula era una de esas bestialidades alemanas, no muy bien
enfocada. Una peli hetero, pero donde predominaban los primeros planos de las
monstruosas pollas de unos negros que le daban su raci�n de morcilla a una rubia
alemana entrada en carnes, que pese a su indudable experiencia en el g�nero
pon�a cara de autentico sufrimiento ante las acometidas de esos tres negrazos
como casas. Pollas en su boca, culo y co�o. No hac�a falta saber mucho alem�n
para entender de que iba la peli. Ni tuve que esforzarme demasiado para
encontrar clientela. Era un hombre de unos cincuenta a�os, no era ning�n chaval.
Su ropa estaba gastada, pero iba aseado. Parec�a ansioso, con ganas de ir a por
polla sin muchos miramientos. Justo lo que yo buscaba. Se sent� a mi lado,
devorandome con la mirada. Me susurr� algo en alem�n. Yo me se�al� a mi misma
diciendo "Lola, Spanische". A�ad� en su idioma las palabras polla y chupar. No
hace falta mucho si sabes lo que buscas. El tio comenz� a meterme mano con
ansia, mientras con una mano se met�a debajo de mi falda. Se inclin� sobre mi
para darme besitos y chupetones suaves en el cuello. Pronto encontr� mis
bragitas, y comenz� a meterme mano sobre ellas. Acariciandome el paquete sobre
la seda. Yo ya iba muyyyy caliente, asi que si seguia as� me correr�a encima. Y
no estaba all� para eso. Le retir� la manita mientras me quitaba las bragas, y
me sub�a la falda. Me qued� con el aparato al aire, con liquidos goteando de la
puntita, y sintiendome la guarrita mas feliz del mundo. Admir� mi erecci�n, no
hab�a tenido muchas como esa. Gem�a sin que nadie me tocase. Mi alem�m era un
cielo, no se hizo nada de rogar. No era nada feo, y muy educado. Se inclin� de
nuevo sobre m�, y mientras yo le acariciaba la nuca me hizo una comidita de
polla como un aut�ntico experto. Yo hab�a so�ado con alguien m�s joven y
athletico, pero en el mundo real no estaba nada pero que nada mal. Era un
demonio mamando, se ve�a que llevaba muchos a�os en ello. Yo ten�a la vista fija
en la pantalla, mientras me trabajaba. Entonces me d� cuenta con horror que con
las calenturas no me hab�a puesto goma. Llam� su atenci�n y saqu� una del bolso,
pero el la desech�. El fantasma de las ETS pas� por mi mente, pero por que me la
mamasen una vez sin goma dudaba que me pasase nada. Era un tipo sano, eso se
notaba. Y estaba demasiado cachonda. Lo �nico malo de la experiencia fue que me
corr� pronto, pero fue delicioso. Como me mord� los labios para no chillar
mientras me corr�a. Mi amor me dej� hacerlo en su boca, aunque luego escupi� con
disimulo.
Ahora me tocaba a m�. Se sent� muy erguido, con las piernas
separadas. Me coloqu� de cuclillas entre sus piernas, la cara pegada a su
paquete. Le baj� la cremallera con la boca. Eso le encant�. Le puse el cond�n
como hab�a hecho con el taxista, y no se quej�, aunque el me la hab�a comido a
pelo. Me respetaba. Me lo tom� con m�s calma que con el taxiste, di tiempo a mi
boca a que se fuese acostumbrando. La ten�a m�s bien peque�a, y eso me sirvi�
para mejorar mis habilidades. Despacio, sin demasiadas ansias, pero sin pausas.
Era la segunda de la noche, y habr�a m�s, eso seguro. Cuando not� que se ven�a
hice lo mismo que con el taxista, y por los gemiditos que daba se nota que lo
disfrut�. Cuando volv� a mi asiento, vi que la rubia de la pantalla recib�a dos
vergas de negro a la vez en el co�o, mientras se la mamaba al que la tenia m�s
grande. Que m�quina de tia, dos de esas en el chomino. Pero yo me sent�a m�s
puta a�n que ella. Mi amorcito dio las gracias y se retir�, pero a mi lado habia
tres personas mas...mmm... y jovenes. Dos parec�an alemanes de clase obrera de
unos 30 a�os, con vaqueros y cazadoras de imitaci�n a cuero baratas. El otro era
un negro con rastas y aspecto de drogadicto, pero de drogadicto vicioso. Se
coloc� r�pido a mi lado, y cuando fu� a por su polla detuvo mi mano. Me dijo en
un aleman tan malo como el mio, "mano 50 euros, boca 100". Un chapero drogadicto
y negro... lo m�s bajo de lo bajo. Pero para eso ten�a condones extragruesos.
Venia preparada. Le di los 100, y le menee la polla sobre el pantal�n. El tio
miraba la peli, sin hacerme ni caso. Pero que polla gastaba el hijo puta... no
muy gorda, pero si de m�s de 25 ctms. Le puse la goma con la mano, y evit�
tocarle los huevos. Se la mam� con furia, m�s por poder decir que se la hab�a
mamado a un negro poll�n que porque me gustase. Al cabo de un rato el m�s guapo
de los alemanes me estaba sobando los huevitos con mimo, y mi cosita volv�a a
ponerse presentable para un segundo asalto. Esta vez me saqu� el aparato del
negro antes de que se corriese, y en un arrebato de inspiraci�n se la machaqu�,
para ver como se llenaba la puntita de su leche. Ventajas de pagar, haces lo que
quieres.
El tio se larg� nada m�s acabar. Yo ten�a a esos dos alemanes
rubitos para m�. Me hicieron se�as de salir, pero yo all� estaba muy a gustito.
Uno me sobaba huevos y polla mientras el otro me besaba en la boca. Que bien
afeitadito iba. Yo decia que no, ellos se�alaban la puerta de los servicios. Yo
emplee mi limitado alem�n. "Lola Bosa folla, Lola Mano folla, Lola Culo no y
no". Ellos asientieron, con los ojos llenos de deseo. Yo ten�a una mano en el
paquete de cada uno de ellos, el se�or guapito la ten�a peque�ita, pero el otro,
con m�s pinta de defensa de la selecci�n alemana, estaba bien dotado. Me deje
convencer, y ese fue mi error.
Salimos y entramos en los servicios. Hab�a una parejita de
adolescentes vestidos con camisetas de tiras y llenos de piercings metiendose
mano en la entrada. Al vernos se fueron, con un poco de miedo. Pero yo iba
demasiado cachonda para preocuparme, con las bragas en la mano y mi bolso lleno
de condones. Les iba sobando el paquete m�s feliz que una boba con dos
caramelos. Me pusieron de rodillar, y se colocaron ante mi. Les saque las
pollas, eran como me imaginaba. Les puse a cada uno una goma con la boquita, y
se dejaron. Iba pasando de una polla a otra, en ese bater que ol�a mal, y me
encantaba. Al que no chupaba le pajeaba. Entonces uno dijo cosas el alem�n, el
guapito, esntend� "dar por culo". Yo dije no, y dej� de mamar. Su respuesta fue
ponerme contra la pared, y meterme mis bragas en la boca. Sacaron una placa de
la policia, y me explicaron en ingles de escuela elemental que o yo follaba como
quer�an, o me deten�an por escandalo publico y por puta. A ver que iban a decir
en casa. Yo comenc� a llorar, no quer�a eso, pero a la vez era lo que faltaba
para que la noche fuese �nica. Forzada por dos bellos maderos en el bater. E iba
lanzada. Les ped� "Con Goma" y "Peque�a Primero". Asintieron, y yo me relaj�. Me
subieron la falda por encima de las caderas, mi polla se aplast� contra los
azulejos de la pared, que al menos estaban limpios. De todos modos me pusieron
una goma Durex Sensations, para protegerme. Se ve�a que eran dos maderos
abusando de su autoridad, pero que solo quer�an pasarlo bien enculando a Lola.
Les hab�a puestos muy cachondos con mi numerito tragapollas, era mi culpa por ir
provocando, que puta era. Ten�a miedo, si de mi dependiera no les dejar�a usarme
el culo, pero ya puestos me pon�a como una moto.
Usaron jab�n l�quido para lubricarme el culo. Puse cara de
p�cara y me saqu� las bragas de la boca, para poder respirar. Comenc� a pedir
polla.
Como me vieron tan dispuesta me pusieron en una posici�n que
favorec�a sus manejos. A 4 patas, como la perra que me sent�a. El guapito se
coloc� detr�s mio, y comenz� a usar un dedo para prepararme. Hizo comentarios
con su compa�ero de que estaba cerradita, y eso les encant�. Yo consegu�
convencer al grandote de que me dejara mamarle la verga mientras me preparaban.
Y lo hice con tantas ganas que el tio se vino sorpresivamente... hasta los
alemanes pod�an tener gatillazos. No le import� demasiado, habia sido corto pero
intenso. Su amigito se cans� de prepararme el culo, y susurrando algo que no
entend� me la clav� de tres golpes. Seria peque�a, pero era mi primera vez. Me
sent� como una virgen penetrada por un Toro. Doli�, y me encant� a la vez. Esta
ten�a m�s aguante que su compa�ero, y me estuvo culeando sus buenos diez
minutos. Mi polla goteaba de lo excitada que iba, y el grandote tuvo el detalle
de hacerme una paja mientras su amigo me desvirgaba el culo. No lo habr�a hecho
nunca voluntariamente ni lo har� ahora que se lo que se siente, pero no me
arrepiento de saber lo que se siente. Tuve la suerte de que fue una polla
peque�a, de unos 13 ctms, pero era algo bastante parecido a una violaci�n. No me
estra�a que haya adictos al anal, aunque no es mi caso. Saber que un poli me
pajeaba mientras el otro me daba, me hizo correr muy a gustito, unos segundos
antes que Guapito. AL acabar me dejaron tirada en el suelo, y tiraron sus gomas
al retrete. Me tiraron unos besitos, y siguieron su ronde de �prevenci�n? del
crimen. El culito me palpitaba y me sent�a super sucia. Me demor� all� un rato,
hasta que recup� el aliento y me levant�. Me dol�a el culo, pero tampoco era
nada del otro jueves, Mucho peor era un dolor de muelas, o incluso una
contractura muscular. Me limpi� los restos del jab�n, y tir� las arruinadas
bragas a la papelera. Volv� a la sala, cojeando, y me sent� en otro sitio. Para
esas alturas deb�a tener una pinta de puta acabada, el maquillaje corrido y la
peluca movida.
Puede que fuese por eso o por lo de los polis, pero no se me
acerc� nadie. No me import�, disfrute de la pel�cula, hab�an cambiado de rollo.
Ahora era de gladiadores musculados que se daban aceites y masajes, hasta que
comenzaron a jugar con sus pollas. Solo Gays no me pon�a, pero pornto entro en
escena la misma rubia de antes, como una matrona romana que acud�a a que
saciasen sus apetitos. Entonces v� a un chico guap�iiiiiisimo, que no tendria ni
veinte a�os, y le hice se�as. Pas� de m�, pero entonces saqu� todo el dinero que
me quedaba, unos 200 euros. Se sent� a mi lado, le puse el dinero en el regazo y
le dije "Yo mamo, Tu mamas, Goma". Asinti�. Me incline sobre �l, ol�a a
jovencito y a balsamo de centeno. Me encant�. Le saqu� la polla, pero insisti�
en colocarse una de sus gomas. Era cuidadoso, eso no me importo. Su herramienta
era normalita, lo importante era la sensaci�n de juventud y vida que daba. Me lo
com� como si fuese la primera, aunque la mandibula ya me dol�a. Se corri�
poquito, desde luego llevaba ya otros polvos hoy. Luego el cumpli� su parte del
trato, y le cost� lo suyo, ya que era la tercera para m�. Pero no se quej�, un
trato es un trato, y seguro que se la com�a a viejos a los que les costaba m�s.
Era como si al comermela me diese vida. Me sent�a un viejo a su lado. Cerr� los
ojos mientras me corr�a. En la pantalla la rubia recib�a por culo, mientras el
otro gladiador era enculado por uno de los negros de antes. Ya era como un viejo
amigo.
Ya ten�a lo que hab�a venido a buscar a Berl�n, no pod�a con
mi alma. Me arregl� un poco en el ba�o, aunque no ten�a bragas. Pero ya eran la
una de la ma�ana, y en ese barrio poco importaba, Tom� un taxi que me cobr� un
robo por dejarme subir, y en mi estado decid� dejar los zapatos en el taxi y
entrar descalza en mi hotelito. All� me duch�, y no pude volver a mi hotel de
odont�logo como hab�a planeado, estaba rota. Me qued� all�, hasta un poco antes
de los desayunos. Por la noche me cagu� sin darme cuenta, pero no se volvi� a
repetir. Me sent�a fant�stica, pero algo en m� me avisaba que una y no m�s, que
ya sab�a lo que sent�a como Lola... pero que esas locuras no eran para alguien
tan serio y ordenado como yo.