LO QUE HACE INTERNET�
Hace tiempo estaba en un caf� internet e ingres� a un chat
muy conocido, entr� a una sala de trasvestis y ya dentro de la sala vi el nick
de "Carmelinda", cosa que me pareci� muy original, as� que decid� entablar
conversaci�n con ella (�l), despu�s de un buen rato de estar platicando,
decidimos irnos a una sala privada, cosa que acept� con gusto, ya en privado al
preguntarle datos m�s �ntimos, me contest�:
-Con toda la sinceridad del mundo te confieso que soy hombre,
s�lo que me gusta actuar y vestirme con lencer�a, claro que �nicamente lo hago
en presencia de personas que me acepten tal y como soy.
Como yo ya empezaba a imaginarme lo que pod�a pasar, le
respond� inmediatamente:
-Conmigo puedes tener la plena confianza, ya que soy de mente
muy abierta y respeto la sexualidad de todas las personas, si gustas te doy mi
n�mero telef�nico para que nos pongamos en contacto lo m�s pronto posible.
-Me encantar�a mucho conocerte, creo que eres una persona
agradable.-contest� inmediatamente � dame tu n�mero por favor.
Le di el n�mero y le ped� que me llamara en ese momento, �l,
o mejor dicho, ella me marc� a mi celular para decidir cu�ndo nos pod�amos ver,
ten�a una voz agradable, no era de hombre totalmente, se escuchaba algo
afeminada, nos pusimos de acuerdo para vernos al d�a siguiente e irnos a tomar
una copa.
Llegu� puntual a la cita, como siempre lo hago, y me encontr�
con un hombre lampi�o, blanco, cabello oscuro, de 1.68 aproximadamente, delgado,
facciones finas y muy pulcramente vestido. Platicamos al principio de una y mil
cosas, luego la conversaci�n deriv� en el tema sexual, para esto ya hab�amos
tomado 3 � 4 copas, as� que est�bamos mucha m�s relajados que al principio,
Marcos que as� se llama, me coment� que prefiere ser pasivo en sus relaciones,
cosa que a mi me pareci� agradable, pero no totalmente, ya que anteriormente yo
hab�a tenido experiencias homosexuales y resultaron muy placenteras, particip�
como activo y pasivo y llegu� al orgasmo en ambas, sin darle tiempo a
reaccionar, le dije:
-�Qu� te parece que nos veamos el fin de semana?
Su reacci�n fue inmediata:
-Me encantar�a estar contigo en un lugar m�s privado y poder
hacer lo que se nos ocurra.
Me qued� at�nito, no cre� que su respuesta fuera de esa
forma, recuper�ndome de la sorpresa, le dije:
-Si gustas vamos a tomar unas copas o a bailar antes de irnos
a otro lugar.
-Conozco un bar muy agradable y tocan buena m�sica, se llama
"La Cita", pero quiero pedirte un favor. -Supongo que se dio cuenta de mi cara
de curiosidad u continu�- Me gustar�a que de ahora en adelante me hablaras como
si en realidad fuera mujer, �podr�as hacerlo?
Sin titubear le respond� -�Claro!, no es ning�n favor, me
encantar�a complacerte en todo, solamente p�delo y tratar� de hacerlo, �de
acuerdo?
Esbozando una sonrisa solo acert� a decir:
-Eres muy tierno, �gracias!
Decidimos vernos el siguiente viernes a las 8 p.m. en ese
bar, es muy discreto y presenta m�sica en vivo del tipo rom�ntico, le pregunt�
que si ir�a vestida de mujer y ella respondi�:
-�Como prefieres que vaya?, dec�delo para complacerte.
Esa pregunta me encant�, le suger� que fuera vestida muy
sensual, de preferencia con lencer�a provocativa, cabe se�alar que a m� me
enloquece una persona con liguero, medias, no pantimedias, y zapatillas altas,
Carmelinda asinti� a mi petici�n y respondi�:
-Voy a llevar vestido, y te voy a dar una sorpresa, vas a ver
como me veo vestida de mujer.
La semana se me hizo eterna, esperaba con ansia el viernes
para ver la sorpresa que me ten�a preparada. Deseaba saber como era su cuerpo y,
m�s que nada, llev�rmela a la cama.
Llegu� antes de la hora acordada, entr� para esperarla
mientras tomaba una copa, en cuanto llevaron mi pedido, vi en la entrada una
mujer guapa, pelo casta�o claro, largo y con un vestido gris claro que dejaba
adivinar su cuerpo, aclaro que casi no la reconoc�, �no pod�a creer tal
transformaci�n!, me puse de pie para ir a recibirla, y mi asombro continu�,
llevaba unas zapatillas altas y medias de color negro, todos los accesorios que
usan las mujeres para atraer la atenci�n de las personas, y un maquillaje que no
dejaba adivinar que debajo se encontraba un hombre.
-Carmelinda- le dije con una voz insegura por la sorpresa-
�est�s bell�sima!
-Gracias, espero que te guste mi atuendo- respondi� con una
sonrisa p�cara.
-�Que si me gusta?, te ves perfecta- respond� recobrando mi
confianza.
Pasamos a la mesa y al poco rato le ped� que fu�ramos a
bailar, solo de pensar que la tendr�a en mis brazos mi excitaci�n aumentaba y mi
pene se empez� a inquietar, ella acept� gustosa y comenzamos a balancearnos al
comp�s de la suave m�sica. Casi sin querer nuestros cuerpos fueron reduciendo el
espacio entre ellos, hasta llegar al punto en que parec�amos uno solo, la
excitaci�n en ambos iba creciendo al igual que mi miembro, todo por causa de los
tiernos, al principio, y luego apasionados besos.
-Creo que ya es hora de irnos � me dijo al o�do al cabo de un
par de horas.
R�pidamente pagu� la cuenta y nos dirigimos a un hotel para
dar rienda suelta a la pasi�n que nos envolv�a.
No bien acab�bamos de entrar a la habitaci�n cuando me abraz�
y d�ndome un beso que me dej� sin aliento, me dijo:
-Prep�rate para tu sorpresa.
Mi mente a�n con la sensaci�n del beso, no pudo comprender
totalmente lo que pasaba. Solo acert� a decir:
-�Cu�l sorpresa?
-��sta! � dijo sac�ndose el vestido por la cabeza.
Bajo el vestido que ahora yac�a en el suelo llevaba lencer�a
negra, la cu�l contrastaba con su tono de piel, el brassiere, tanga y liguero
eran casi transparentes, dej� que la admirara totalmente y en cuanto not� mi
excitaci�n, fue hacia mi y nuevamente me bes� apasionadamente, nuestras lenguas
jugaban como si tuvieran vida propia, mis manos casi con desesperaci�n, no
alcanzaban a tocar todo su cuerpo, al calor del momento, sin querer mi mano
qued� sobre su tanga a la altura de su pene, ella la quit� con suavidad
dici�ndome en voz suave:
-No amor, no quiero que pienses en m� como hombre, soy toda
una mujer y como tal, mi miembro no funciona, ya no tengo erecciones.
Al escucharla un calor se apoder� de mi, mi lanza estaba
lista para la batalla, deseaba que esa noche no terminara nunca. Con un
movimiento suave se apart� de m� y comenz� a bailar sensualmente al comp�s de
una m�sica imaginaria, puso sus caderas frente a mi rostro y las empez� a mover
muy rico, mi pantal�n casi estallaba por no poder contener al prisionero dentro,
entre caricias y besos se fue desvistiendo dejando solamente la min�scula tanga,
se hinc� frente a mi y liber� al prisionero de aquella c�rcel en la que se
hallaba.
Dentro de su boca mi caramelo recibi� lo que tanto anhelaba,
las caricias de su lengua me hac�an estremecer, poco a poco fue desapareciendo
dentro de ella hasta meterla totalmente, mi placer era inmenso, mientras recib�a
tal placer, mis manos rozaban, acariciaban y pellizcaban lo que ten�an al
alcance, escuch� su respiraci�n agitarse hasta el grado de jadear, est�bamos al
m�ximo de la excitaci�n.
Carmelinda se puso de pie, y ret�ndome, dijo:
-Ahora es tu turno de calentarme, quiero todo el placer que
seas capaz de proporcionarme y que hagas todo lo que tu imaginaci�n te dicte.
Comenc� por acostarla boca abajo, la bes�, acarici� y mord�
suavemente desde la nuca hasta los talones, al voltearla hice lo mismo desde su
boca hasta la punta de los pies, no quer�a que ni un cent�metro de aquella
ardiente piel se me escapara, su placer estaba llegando al m�ximo igual que el
m�o, ten�a en la cama a toda una mujer.
Con una voz apenas audible, me suplic�:
-�C�geme, hazme tuya!
R�pidamente busqu� mis condones que previamente hab�a
comprado, y ella al notarlo me dijo:
-D�jame pon�rtelo yo, vas a ver que lo hago diferente a
todas.
Se lo entregu� y con curiosidad vi lo que hac�a, lo sac� del
empaque y coloc�ndoselo en la boca, me lo puso delicadamente. Qued� como si lo
hubiera hecho con la mano, totalmente enfundado en l�tex, mi totalmente erecto
garrote, estaba listo para poseer un culo ardiente y hambriento de sexo.
Nuevamente la acost� sobre la cama y la cubr� de besos para
evitar que se le bajara la calentura, poco a poco le di la vuelta y la coloqu�
en la posici�n de perrito, tomando mi lanza se la fui metiendo suavemente para
disfrutar la sensaci�n de la penetraci�n, ella, al sentir mi trozo de carne
dentro, solt� un gemido que me hizo sentir que estaba gozando con lo que ten�a
en su estrecho ano, con un movimiento de sus nalgas, mi verga se desliz� por
aquella apretada cueva, haciendo que Carmelinda soltara un grito de placer:
-D�mela toda, m�tela hasta que me partas en dos- dijo con voz
entrecortada por la excitaci�n.
Al momento de clav�rsela toda, comenz� a moverse en c�rculos
para disfrutarla al m�ximo, no par� de moverse hasta que la detuve, no quer�a
terminar a�n, cambiamos de posici�n y se mont� sobre mi, su cara estaba hacia la
m�a y con una lentitud casi desesperante se fue clavando mi caramelo hasta
quedar totalmente ensartada, en esa pose, comenz� a moverse de atr�s hacia
delante, como si estuviera bailando hawaiano, no par� hasta que me dej� sudoroso
y a punto de explotar de gozo, con un brusco movimiento se baj�, y poni�ndose
boca arriba con las piernas separadas me suplic�:
-M�temela de patitas al hombro y cuando te vayas a venir
salte y acabas en mi cara.
Con el placer que me hab�a dado, no pude negarme a su
petici�n, hubiera preferido terminar dentro de su deliciosa cueva, pero,
haci�ndole caso, la penetr� nuevamente hasta el fondo con rapidez, mis
movimientos de entrada y salida aumentaron de intensidad, sintiendo que estaba a
punto de estallar y sin tener punto de retroceso, me sal� r�pidamente, ella me
quit� el cond�n y tomando con su mano mi ardiente pene, comenz� a masturbarme,
al mismo tiempo me daba unas ricas mamadas que hicieron que el torrente de leche
brotara como r�o desbordado, ba�e con mi blanquecino l�quido toda su cara y
pecho, inmediatamente de que acabaron las contracciones de mi reci�n exprimida
reata, lo meti� hasta lo m�s profundo de su boca para extraer hasta la �ltima
gota de mi pasi�n.
Cuando me repuse de aquella batalla, me dijo en tono muy
cari�oso:
-Eres muy bueno en la cama, �te gustar�a ser mi amante?
Su pregunta me dej� intrigado, �C�mo era posible que no
tuviera pareja?, era una ricura en la cama, hac�a el amor con una pasi�n
desenfrenada, se vest�a con la mejor lencer�a, ten�a porte y educaci�n, todo eso
revoloteaba en mi mente cuando me solt� la siguiente pregunta:
- Dime la verdad, �No te gust�?
-Claro que me gust�, lo haces divinamente, espero que tambi�n
hayas quedado satisfecha- contest� r�pidamente.
-Precisamente por eso te pido que seas mi pareja, me dejaste
si ganas de nada, me acabaste.
Pues no te quedas atr�s- le dije-, eres fabulosa en la cama,
solo me queda una duda�
Me interrumpi� sin darme tiempo a continuar -Me acabo de
mudar a esta ciudad, mi pareja decidi� terminar y estoy solterita, �que decides?
Para no hacerla sentir mal y porque no ten�a pareja en ese
tiempo le respond� �De acuerdo, pero soy muy abierto en cuanto al sexo se
refiere, �estar�as dispuesta a aceptarme as�?
�Claro que s�! �Me respondi� casi si titubear- har� todo lo
que mandes, menos dejarte- concluy�.
En mis pr�ximos relatos, les contar� las mil y una cosas que
hicimos Carmelinda y yo en la cama, tanto en pareja como acompa�ados por otros
participantes, heteros bi y homosexuales, hasta la pr�xima.
Don Pato
Espero sus comentarios en mi correo.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO