LEONARDO DA VINCI
"Yo no creo en la historia, porque la historia la escriben
los hombres" (Max H. Martinez)
Sus pies desnudos hacian presion sobre el pedal de aquella
maquina. A pesar que lo habia intentado antes sin exito, seguia tratando. Era el
mediodia de un soleado dia de verano en una de las colinas frente a Florencia.
Leonardo Da Vinci, el joven maestro intentaba ser el primer humano en volar.
Pero una vez mas no lograba que las alas se movieran al mismo
ritmo. Lo volvio a intentar, pero no lo logro. Se quito su camisa de manga larga
dejando ver un pecho poblado por los vellos que hacian juego con su larga
cabellera rubia que llegaba hasta sus amplios hombros. En eso escucho los cascos
de un caballo que se acercaba. Curioso por naturaleza, y genio por destino,
volvio a ver hacia el lugar donde provenia el sonido. Se trataba de un noble,
pues su vestimenta colorida lo denotaba.
"Maestro Da Vinci?"- le pregunto el hombre que no pasaria de
sus 20 mientras detenia el corcel negro a un par de metros de el.
"Quien lo solicita?"- pregunto Da Vinci observando las
facciones de su interlocutor: menton partido, recien rasurado, ojos vivaces y
oblicuos con un profundo color azul, nariz punteaguda y una boca corta con
labios delgados, una espesa cabellera negra desordenada por la brisa, piernas
fuertes que se sujetaban al caballo y brazos ligeramente velludos que sostenian
el freno.
"El duque Di Vitruvi"- le contesto el joven mientras
observaba la maquina tan rara en la que el maestro estaba trabajando.
"Su excelencia"- le dijo Da Vinci dejando a un lado su
maquina y caminando hacia el corcel. Hizo una leve reverencia, como era la
costumbre en la epoca dejando caer su pelo enredado frente a su rostro. Se lo
tomo con sus manos apartandoselo hacia atras -"En que puedo servir a su
excelencia?"
"Me dicen que puede dibujar de una manera extraordinaria"- la
voz del joven noble detonaba curiosidad por la respuesta del maestro -"y
necesito un cuadro".
"De usted excelencia?"- pregunto Da Vinci quien con la
agilidad de su mente ya miraba a aquel joven noble retratado con su pincel. Pero
viendolo rapidamente se lo imagino desnudo. Vio sus hombros y se imagino su
pecho, limpido, sin vellos y con dos tetillas obscuras que se paraban por la
brisa fresca de la tarde.
"Si"- le contesto el duque agregando velozmente -"pero quiero
algo diferente...y me dicen que usted es el indicado para eso".
Las palabras, sin duda alguna, sugerian algo mas que el
dibujo. Por lo menos eso fue lo que paso por la mente del maestro.
"Si eso dicen, es mejor no elevar mas expectativas"- le
contesto Da Vinci mientras trataba de mantener quieto el artefacto que sostenia
con sus pies.
"Entonces, le parece si comenzamos?"- le pregunto el joven
noble mientras sus ojos azules chisporroteaban con algo que a Da Vinci le
parecio era excitacion.
"Ahora?"- pregunto.
"Claro, antes que anochezca. Le pagare lo que pida"- agrego
el noble.
"De acuerdo... veo que usted tiene un cuerpo...digamos..."-
el maestro dudo un par de segundos -"...bien proporcionado".
Vitruvi no le contesto, solo sonrio esperando que Da Vinci se
subiera a su caballo y cabalgara detras de el. La distancia era corta y la
cubrieron en unos 10 minutos.
Para sorpresa de Da Vinci, el joven duque tenia lienzos,
papel y lapices en su habitacion privada de donde despacho a sus sirvientes. La
habitacion estaba en el segundo nivel de aquella casa de piedra y bien iluminada
con el sol de la tarde.
"Sabe algo maestro?"- le dijo el joven mientras se quitaba su
sombrero con una larga pluma azul.
"Digame"
"Mi interes es que me haga un desnudo"- le dijo mirandolo
fijamente.
"Interesante"- le dijo Da Vinci quitandole la mirada por un
momento y tomando una pagina de papel.
"Stefano Calligari me dijo que usted es muy bueno con las
manos, y no solamente para el dibujo"- la insinuacion se habia tornado en
invitacion. Calligari era un discipulo de Da Vinci quien a la vez era un amante
ocasional.
"Stefano no te mintio joven duque"- dijo Da Vinci mientras se
ponia de pie y se acercaba a el. El pecho de Vitruvi se expandia con su nerviosa
respiracion -"por que no te desvistes para ver que puedo hacer contigo".
El duque se quito primero sus pantalones bofos y luego se
quito la chaqueta dejandose solamente su amplia camisa blanca.
"Permiteme ayudarte"- le dijo Da Vinci mientras sus manos
soltaban el papel y lapiz y se dirigian a los botones. Respiro profundamente
-"Agua de narciso?"
"De rosas...rosas blancas..."- le aclaro el duque mientras
sentia como la yema de los dedos del maestro rozaban su pecho mientras le
desabotonaba la camisa.
"Me fascina el olor a hombre limpio"- Da Vinci suspiro y se
agacho un poco hacia el pecho desnudo del duque. Sus labios se dirigieron
directamente a la tetilla izquierda sacando un suspiro del noble.
"Oh...ahh..."
"Lindo cuerpo...bien proporcionado..."-dijo Da Vinci luego de
un par de minutos, y separandose del duque para observar su cuerpo. Se dio media
vuelta y volvio a tomar el lapiz y el papel. Dibujo algo en el y luego lo puso
sobre la mesa y volvio a dirigirse al joven duque. Sus manos le quitaron
diestramente la camisa que aun tenia puesta mientras sus labios se posaban
detenidamente sobre los brazos y las manos del muchacho.
"Ahh maestro...que suave son sus labios...ahh..."- el duque
extendio sus brazos sintiendo como una corriente electrica le recorria el cuerpo
mientras Da Vinci bajaba lentamente por su pecho y llegaba al ombligo. Alli su
lengua se detuvo por un par de minutos lubricandole hasta pasar luego a los
vellos negros y rizados de su pubis. Los brazos del duque se detuvieron en dos
porta velas en la pared tomandolas fuertemente mientras disfrutaba de la caricia
sensual del dibujante quien puso su lengua en el glande oblicuo del joven. Era
grande, apetitoso. Da Vinci se lo trago como si comiera una fresa y con su sube
y baja logro que en solo un par de segundos aquel pene dormido se despertara de
su letargo y creciera hasta medir unos 17 cms. Lo mamo suave y lentamente por
varios minutos, haciendo que Vitruvi se estremeciera e impulsivamente abriera
sus piernas dejando que Da Vinci bajara de vez en cuando a sus huevos colgantes.
"Ahh...maestro...ahh... que delicia...ahh..."- la voz
entrecortada del duque resonaba en las paredes de piedra mientras Da Vinci
tomaba sus huevos con la mano frotandolos mientras su saliva inundaba toda la
verga erecta que estaba delante de el.
"No te muevas..."- le dijo Da Vinci mientras se separaba una
vez mas de el. Enmedio del extasis, el joven duque logro mantenerse en aquella
posicion: brazos extendidos hacia los lados, piernas abiertas. Da Vinci tomo el
papel donde hacia unos minutos habia dibujado un cuadro y un circulo
sobrepuestos. Volvio a ver a su amante e hizo unos garabatos sobre el. Luego se
quito rapidamente su ropa dejandola a un lado sobre el piso. Su cuerpo, esbelto,
musculoso, y mas alto que el muchacho quedo al descubierto. Sus vellos rubios
eran suaves y le daban un aire de masculinidad que muchos de sus contemporaneos
deseaban. Sus grandes pies, siempre limpios y cuidados, se dirigieron nuevamente
donde el joven duque estaba.
"Quieres que te coga?"- la voz de Da Vinci era sublime y
hablaba como un maestro con su alumno.
"Me tiene tan caliente que podria derretirme como una vela"-
le dijo el duque mientras se acercaba al maestro buscando sus labios. Sintio
como sus lenguas se confundian en una danza sensual mientras se besaban y sus
cuerpos desnudos se rozaban. Los vellos de Da Vinci le producian un cosquilleo
exquisito mientras sus manos buscaban la verga erecta del maestro. Aquel era un
pedazo de carne redondo, ancho, grueso, lleno de venillas violeta que ya
destilaba el liquido pegajoso que precede al semen. Sintio aquel liquido que se
le pegaba en su mano y le gusto la sensacion de lubricacion que le provocaba.
Llevo su dedo a su propio culo untandose el liquido del maestro.
Da Vinci le dio media vuelta mientras besaba sus hombros y
luego su espalda. Se alejo un par de pasos para verlo por detras: las nalgas
perfectamente redondas le produjeron escalofrios de placer. El duque apenas
tenia vellos alrededor de aquellos gluteos tan perfectos. Da Vinci se agacho y
abriendoselas le hundio su lengua en la raja. Gusto su propio liquido preseminal
que recien habia colocado alli Vitruvi. Este se inclino levemente hacia la pared
permitiendole a Da Vinci abrirlo aun mas y penetrarlo aun mas con su humeda
lengua. El duque tuvo espasmos de placer al sentir aquel musculo humedecerle y
jugar con su orto.
"Perfecto culo tambien"- dijo el maestro mientras observaba
el orificio rosado y completamente falto de vellos del joven duque.
"Ahh maestro...no se detenga...siga...hagame suyo...soy
suyo..."
Da Vinci se levanto y tomo su verga gruesa con su mano
poniendola en el esfinter mojado de su nuevo amante. Sintio como aquel culo se
abria facilmente ante lo lubricado que estaba.
"Asi? Asi...? Disfrutalo tanto como yo!"- le dijo al oido
mientras entraba a el sin dificultad.
"Hagalo maestro...cogame...ay...ay...que rico...ay..."- los
jadeos del duque se producian mas aceleradamente a medida que las embestidas de
Da Vinci se hacian mas y mas frecuentes. Sentia como los huevos del maestro
pegaban contra sus nalgas. "Ahh... ahh...!"
"Te gusta?"- le pregunto el maestro siempre al oido mientras
le besaba su lobulo.
"Me encanta!"
"Quieres mamarme la verga?"
"Crei que nunca me lo iba a preguntar"- le dijo el joven
duque mientras se separaba de el, se daba media vuelta y lo llevaba hasta la
suntuosa cama de la habitacion. La fina tela de seda recibio el cuerpo de Da
Vinci quien se acosto de espaldas abriendo sus piernas llenas de finos vellos
rubios y permitiendo ver aquella verga de mas de 19 cms de largo y quiza unos 3
cms de diametro y sus grandes huevos cubiertos tambien por pelos y que le
colgaban libremente, uno mas que el otro.
El duque se tiro frente a esas entrepiernas muscolosas y puso
su boca directamente en los huevos de Da Vinci. Los chupo como si fueran un
manjar -para el lo eran- con suavidad y parsimonia. El maestro cerro los ojos
disfrutando de aquel tratamiento tan sensual. El joven subio lentamente hasta la
verga erecta del maestro, aquella era grande con una cabezota rosada y ancha. Se
la trago con un poco de dificultad pero rapidamente se acostumbro a ella y la
mamada se dio dando paso a un placer exquisito. Aunque olia a culo (acababa de
estar en uno) el duque sabia que era su propio olor asi que no le dio asco sino
por el contrario lo excito mas. Bajaba y subia de ese mastil mientras Da Vinci
agarraba la sabana con sus diestras manos apretandolas mientras llegaba el
momento del extasis.
"Mameme mi culito"- le dijo el joven duque incorporandose. Se
dio media vuelta, abrio las piernas por encima del maestro dejando caer su verga
parada sobre el pecho de Da Vinci mientras el continuaba con su mamada. Era un
69 donde el genio tenia frente a si el culo abierto de aquel noble.
"Voy a terminar"- le dijo Da Vinci mientras su lengua jugaba
con el esfinter haciendolo moverse ritmicamente.
"Yo tambien"- le dijo este tomando su propia verga con una de
sus manos para pajearsela.
"Ah...que ricoooo...ahh..."- Da Vinci se contorsionaba de
placer mientras su semen salia a borbotones y era recibido por la boca
hambrienta de Vitruvi. Al mismo tiempo sentia como el liquido caliente del joven
era depositado en su pecho enmedio de los espasmos del noble.
"Umm, delicioso!"- dijo el duque pasando su lengua por los
labios llenos del semen de Da Vinci. Su verga aun palpitaba despues de la
eyaculacion. Se levanto no sin antes recibir un beso en uno de sus pies. Da
Vinci era tierno hasta en el ultimo momento de la intimidad.
Llego hasta una comoda de madera de donde saco una tela para
secar su propio semen que yacia sobre el pecho del maestro. Lo froto con calma
mientras acercaba su boca para besarlo.
"Eres lindo"- le dijo Da Vinci viendolo a sus ojos
profundamente azules -"Y con un cuerpo perfecto".
"No es para tanto"- dijo el duque sonriendo mientras se
levantaba y depositaba el pedazo de tela a un lado de la cama.
"Lo eres"- le dijo Da Vinci sentandose al borde de la cama y
dandole un beso mas -"Mirate"- el maestro se levanto, se acerco al papel en la
mesa y se lo entrego al joven.
El duque lo vio sin casi mostrar ninguna expresion.
"Interesante...no es la clase de dibujo que esperaba...bueno,
es diferente..."
"Si, diferente. Al verte crei que eras la expresion misma de
simetria..."- la voz de Da Vinci sonaba ahora fuerte, seguro de si mismo -"...al
verte desnudo te vi como la imagen misma de las proporciones matematicas"- el
genio estaba hablando casi para si mismo -"y por esto te coloque dentro de un
cuadro y de un circulo, los objetos geometricos por excelencia".
"Maestro"- el duque se acerco a el abrazandolo con ternura
-"no puedo comprender este dibujo, pero de lo unico que estoy seguro es que lo
guardare como un recuerdo de esta tarde..."- su boca sello un beso profundo en
la boca de Leonardo Da Vinci. En la mano permanecia el dibujo de un hombre
desnudo al cual se le sobreponia el mismo hombre desnudo pero con las piernas y
los brazos abiertos encompasados en un circulo y un cuadro: el simbolo de la
simetria humana que seria conocido durante siglos como el "hombre vitriviano" y
que inclusive viaja por el sistema solar en una sonda espacial como simbolo de
la humanidad.
Por supuesto nadie, solo tu y yo, sabemos como se hizo ese
dibujo...y lo que hay "detras" de la historia.
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