Querida amiga:
Por fin puedo escribirte para contarte c�mo me han ido las
cosas desde mi �ltima carta. Ante todo perd�name la tardanza, s� que tal vez
estar�s molesta por dejarte en ascuas en esta loca historia que me ha ocurrido.
En fin contin�o donde lo dejamos. Aquella ma�ana, cuando le
di la bofetada a Jos� Manuel, me fui corriendo de casa al trabajo. Pero a mitad
de camino tuve que parar, pues eran tantas las l�grimas que afloraban a mis
ojos, que me imped�an conducir. Fue muy triste, pas� una ora aproximadamente
sollozando en la cuneta de la carretera dentro del coche. Cuando consegu�
serenar mi esp�ritu decid� que lo mejor era llamar al trabajo y pedir el d�a con
alguna excusa, y as� lo hice.
Despu�s no sab�a lo que hacer, as� que conduje sin rumbo fijo
en principio, pero al llegar a una salida de la autov�a me acord� que por all�
se iba a un pinar donde sol�a ir a comer con mi ex. Me vendr�a bien tomar un
poco de aire fresco, as� que tom� esa direcci�n.
All� pas� todo el d�a, reflexionando mientras paseaba por los
senderos de este bello paraje. Ya por la tarde decid� volver. Estaba serena
despu�s del tiempo transcurrido y hab�a decidido hablar con mi hijo
civilizadamente y pedirle perd�n.
Lo peor fue cuando entr� a la casa y �l sali� desde el sal�n
al pasillo y ante mi asombro y antes siquiera de que pudiese pronunciar palabra
alguna, sac� de su espalda un espl�ndido ramo de rosas. Al acercarme me emocion�
y lo abrac�, pidi�ndole perd�n. Curiosamente �l no contest� y al separarnos sac�
una notita del ramo y me la dio. Aqu� te copio lo que me dec�a en ella: "Laura,
ya s� que eres mi madre, pero prefiero llamarte por tu nombre. Siento haberte
ofendido al jugar con tus sentimientos. Al final lo he comprendido, est�s sola y
te hice ilusionarte en vano. No era mi intenci�n hacerlo, es que no s� lo que me
pasa �ltimamente pero te veo� de otra manera, no se como expresarlo. Por favor
perd�name."
Segu�a emocionada y lo volv�a a abrazar. Le dije que era yo
la que no deb� haberlo abofeteado y que le ped�a perd�n tambi�n a �l.
En fin, nos pusimos a cenar y mientras comimos apenas s�
hablamos, creo que ambos prefer�amos callar y de alguna manera hablar sin
palabras. Nos fuimos pronto a dormir, aunque s� que ninguno lo hizo hasta altas
horas de la madrugada.
Esa noche tuve un sue�o horrible, m�s bien podr�a definirlo
como una pesadilla. Me da mucho reparo confes�rtelo pero record� lo sucedido la
noche anterior y me imagin� haci�ndolo � con mi propio hijo!. Total que por la
ma�ana ten�a unas ojeras de campeonato.
Pasaron los d�as y poco a poco recuperamos la confianza. De
este modo cuando aquel s�bado me pidi� que nos fu�semos a cenar para hacer las
paces, acept� encantada. Ya nos hab�amos reconciliado pero vi que era una
ocasi�n para fortalecer de nuevo nuestra relaci�n.
Lo llev� a un buen restaurante. Los dos nos arreglamos mucho,
yo me puse mi mejor vestido, uno rojo de falda corta con vuelo y tirantes, con
unos zapatos de tac�n alto a juego. �l se puso el traje azul marino que le
regal� para la boda de mi prima �gueda el pasado verano. Parec�a un hombrecito,
tan guapo. Supongo que ser� amor de madre.
Estuvimos cenando y tomamos algo de vino, bueno �l s�lo tom�
una copa pues no le dej� m�s. Pero yo tal vez tom� m�s de la cuenta, pues me
mare� un poco. Despu�s nos dijeron que esa noche hab�a una fiesta en una sala
contigua al local y nos invitaron a quedarnos as� que aceptamos y le estuve
dando algunas clases de baile de sal�n. Nos re�mos much�simo y permit� que se
tomara una copa conmigo, despu�s de todo ya casi ten�a los diecis�is. Claro y yo
segu� bebiendo, creo que ambos bebimos demasiado, de modo que perdimos la noci�n
del tiempo y cuando decidimos volver por prudencia ped� que me enviasen un taxi
pues como te digo, estaba bastante borracha.
Aqu� empieza de nuevo algo que me averg�enza contarte, pero
debo dec�rtelo, pues sino creo que me voy a vover loca.
Jos� Manuel estaba mejor que yo as� que me ayud� a llegar a
mi cuarto y all� me tumb� en la cama con un ataque de risa tonta que me dio.
Creo que �l comprendi� que ten�a que ayudarme a desvestirme tambi�n y me quit�
los zapatos y continuar�a por las medias y dem�s prendas, pues yo no me enteraba
de nada y todo me daba vueltas. El caso es que esto s� lo recuerdo bien, de
repente descubr� que Jos� Manuel me estaba "chupando los pechos". �Qu� verg�enza
Marta! Lo peor es que estaba tan borracha que lo dej� hacer y sigui�
acarici�ndomelos y chup�ndome los pezones. Y claro en pocos minutos fue
bes�ndome cada vez m�s abajo, en la barriguita, en los muslos, en las ingles y
te puedes imaginar c�mo sigui�. F�jate que ni me enter� cuando me hab�a quitado
las bragas, pero s� que not� cuando su lengua se introdujo en mi� bueno entre
los labios de mi vagina. �Oh, Marta, se que est� mal, pero me estaba gustando
tanto lo que me hac�a que se me pas� la borrachera!
Y pas� a la acci�n comi�ndosela yo a �l para recompensarlo.
Entonces fue cuando �l me cogi� por los hombros y me levant� bruscamente, no te
puedes imaginar lo cachonda que me hab�a puesto. Nos miramos y �l fuego que
luc�a en nuestros ojos fue suficiente para comunicarnos. Lo empuj� y cay� de
espaldas, tom� su polla con la mano y me coloqu� justo encima de ella, pero fue
justo en ese momento cuando dud�. �Si, s� que es dif�cil de creer, pero con la
excitaci�n cada vez estaba m�s despejada! Y entonces pens� si estaba haciendo lo
correcto, en c�mo me sentir�a a la ma�ana siguiente.
Pero claro, Jos� Manuel estaba como una moto y al ver que no
hac�a nada, por puro instinto supongo, empuj� levantando su cintura y clav�ndome
su polla en el chocho. Entr� como una hoja bien afilada en la mantequilla y
debi� ser el est�mulo que necesitaba, pues, como antes, me dej� hacer. Gir� y lo
dej� tomar la iniciativa, coloc�ndose entre mis piernas. No sabes la fuerza y el
nervio que demostr�. No debi� durar m�s de dos minutos, pero fueron m�s que
suficientes para que alcanzara mi orgasmo justo en el momento en que sent� que
su leche me llenaba por dentro.
Como te imaginar�s, este hecho, despu�s llegar�a a
preocuparme m�s, si eso es posible, que lo que hab�a hecho con Jos� Manuel. Pero
estaba tan cansada que en cuanto se apart� de mi ca� rendida.
(Querida Marta, en este punto de la historia te puedes
imaginar que en el fondo tampoco me debe parecer tan horrible lo que te cuento,
pues por los detalles podr�s deducir lo mucho que me gust� esta vez tambi�n. Y
en parte llevas raz�n, pero en el fondo no es tan f�cil de admitir algo as�. Te
cuento lo que pas� a la ma�ana siguiente.)
Cuando despert� vi a Jos� Manuel levantar las persianas y
correr las cortinas del cuarto. Entonces me qued� pasmada al contemplar la
bandeja con caf�, tostadas, mantequilla y mermelada y hasta un zumo de naranja
que hab�a a los pies de mi cama. �l como si tal cosa me dio una bata y me indic�
que me la pusiera, pues: �Horror, estaba desnuda! Y acto seguido puso la bandeja
en la cama y se acomod� a mi lado diciendo:
Como s� que tenemos que hablar, primero es mejor que
comas, pues con el est�mago vac�o no se piensa bien y podemos decir
barbaridades.
Estaba tan asombrada Marta, que hasta le hice caso y comimos
juntos sobre la cama. Entonces, recuerdo, que fue �l quien comenz� ha hablar, la
cosa fue m�s o menos as�:
Laura, s� lo que vamos ha hablar. Que si lo que hemos
hecho est� bien o mal. Y antes de nada quiero decirte que opino que lo
mejor es no calentarse mucho la cabeza con eso. Podemos dejarlo en que
est�bamos borrachos y nos comportamos por instinto.
La verdad es que su razonamiento me dej� planchada. S�lo
repuse:
�Por qu� me llamas por mi nombre en lugar de mam� como
antes?
A lo que �l respondi� sin dudarlo:
Laura, eres y ser�s mi mam�, pero si vamos ha hablar de
lo que ha pasado, prefiero que nos llamemos por nuestros nombres, as� ser�
menos traum�tica, si es posible, la conversaci�n.
En el fondo me divirti� su idea y decid� probar:
Oye Jos� Manuel, entonces dime, �te gusto como mujer?
Ya sabes, si lo hicimos es porque te gustar� mi cuerpo, �no?
Pues s� Laura, aunque no s� como puede ser, pero me
excite mucho al verte desnuda anoche y eso fue lo que me empuj� a hacerlo.
Pero me siento mal por una cosa.
�Por qu�? � le pregunt� intrigada.
Porque estabas borracha y no se si me aprovech� de ello
para hacerlo y de alguna manera te forc�.
Como ves mi hijo te puede dejar con la boca abierta con sus
razonamientos. Yo le contest� algo as�:
Bueno hijo� digo Jos� Manuel, al principio si fue as�,
no me enteraba del asunto, pero a medida que fuimos avanzando, fui
consciente y aunque en alg�n momento dud�, al final consent�, como puedes
recordar. Y a mi me gustar�a saber otra cosa� �Te gust�?
Fue fant�stico Laura, fenomenal. Volver�a a� bueno si
llegase el caso� me gustar�a repetirlo.
�Pero hijo! � exclam� escandalizada, y tras una pausa
le contest� � est� bien, lo hecho, hecho est�. Pero eso no significa que
est� bien, ni que sea lo correcto y particularmente pienso que debemos
poner los medios para que no vuelva a suceder. Porque, Jos� Manuel, �te
corriste dentro, y eso es muy grave! Es m�s ahora mismo me voy a ir al
centro de salud a pedir la pastilla del d�a despu�s. �Quiero que entiendas
que estas cosas no son un juego y que no lo hagas nunca sin ponerte un
preservativo!
As� fue la cosa. �Incre�ble, verdad? Me averg�enza lo que
puedas pensar de mi, tu amiga del alma, aunque espero que me comprendas por lo
que hubo entre nosotras cuando �ramos tan j�venes para aquellos juegos de ni�as
tambi�n.
Me gustar�a que me escribieras aconsej�ndome c�mo deber�a
comportarme con Jos� Manuel, pues me temo que esta man�a suya tendr� que
cortarla de alguna manera.
Un beso.
Laura.
Nota: Me gustar�a que me comentaseis qu� os parecen estas dos
partes de la historia y si est�is interesados en que publique las siguientes. Un
saludo a todos los lectores de "".