Relato: Los descubrimientos de Lucas (2: Secretos...)
Recomendaci�n: Antes de leer este relato se sugiere releer el primero () y as� comprender m�s f�cilmente
las historias presentadas.
Muchas gracias por seguir queriendo descubrir junto a m�, la vida de Lucas y
sigo aclarando que estos relatos no solo contienen situaciones er�ticas, sino
tambi�n historias de amor y amistad que merecen ser contadas.
Espero que les guste esta nueva entrega.
Bienvenidos a "Los descubrimientos de Lucas 2: Secretos de familia"
Un beso.
Lisandro.
"Los descubrimientos de Lucas 2: Secretos de familia"
Cap�tulo 1
Me sent�a muy mal desde que dej� a Alejandro en la ciudad de C�rdoba. Durante
d�as y d�as me encerraba en mi habitaci�n a llorar por su desdicha.
Yo no quer�a que mis padres se dieran cuenta de lo que suced�a. Yo era gay, y
eso era un secreto que deb�a guardar muy bien ante mis familiares.
Ya hab�an pasado cuatro semanas desde que tuve que dejar la ciudad de C�rdoba
y volver a mi pueblo por culpa de una huelga de profesores universitarios, la
cual produjo la anulaci�n del ciclo lectivo en toda la provincia de C�rdoba.
Durante las cuatro semanas que pasaron desde aquel d�a de despedidas estaba
encerrado en mi habitaci�n simulando estar estudiando, aunque lo �nico que hac�a
era llorar y recordar todo lo vivido durante mi instancia en la gran ciudad.
Recordaba a Alejandro, quien comenz� siendo mi amigo y luego de un tiempo se
convirti� en mi pareja, en mi enamorado, en la persona a la que m�s quer�a en el
mundo.
Alejandro segu�a viviendo en la ciudad de C�rdoba junto con su hermano y su
hermano (ambos mayores que �l), pero durante las �ltimas semanas estuve teniendo
contacto telef�nico con �l, aunque hac�a ya unos cuantos d�as que no habl�bamos.
Solo sal�a de mi habitaci�n para comer o para ir al ba�o, pero para nada m�s
que eso.
Mis padres ya estaban muy preocupados al igual que mi hermano Tom�s, quien
viv�a preguntando que suced�a conmigo.
Un d�a domingo por la ma�ana me despert� con un grito de mi padre:
_ Lucas!!! Despiertate!!! Tienes tel�fono!_ dijo el padre de Lucas.
De un salto impresionante me levant� de la cama y corr� hacia el tel�fono,
sabiendo quien era el que llamaba.
Despu�s de muchos d�as, mi rostro tomo nuevamente su tono de alegr�a.
Levant� el tubo del tel�fono y comenz� a hablar muy despacio para que mis
padres no pudieran o�r la conversaci�n que ten�a con la otra persona.
Lo �nico que mis padres sab�an era que esa conversaci�n hac�a que yo riera
despu�s de muchos d�as de miradas sombr�as.
Y era verdad, yo estaba muy feliz con esa llamada, como si estuviera
esperando por ella durante todo este tiempo, como si el tema de conversaci�n
fuera un tema pendiente desde hace mucho.
Despu�s de unos quince minutos, colgu� y fui directo hacia la cocina, en
donde se encontraban mis padres conversando.
_ Mam�, Pap�, tengo algo que decirles, y espero que no se nieguen a mi
petici�n._ dije.
_ �Qu� es lo que sucede?_ dijo la madre preocupada.
_ Nada grave, solo que un amigo vendr� a pasar unos d�as al pueblo y se
quedar� aqu� en casa._ dije.
Mis padres no tuvieron problema en que un amigo m�o viniera, y mucho menos si
esa visita me pon�a de buen humor.
_ Pero tendr� que dormir en tu habitaci�n, porque la habitaci�n de hu�spedes
esta ocupada con cosas de tu abuela._ dijo el padre.
_ No hay problema. Tiraremos un colch�n en el suelo y dormir� all�._ dije
riendo.
_ �Y como se llama tu amigo?_ pregunt� la madre.
Tard� unos segundos en contestar, ya que la idea de que mi amigo viniera a
pasar unos d�as conmigo me ten�a anulado, pero luego de unos segundos de
silencio dije:
_ Mi amigo se llama Alejandro.
Cap�tulo 2
Alejandro vendr�a en dos d�as, lo cuales se hac�an interminables para mi.
Mi novio vendr�a a pasar unos d�as conmigo, pero tendr�an que tener mucho
cuidado de que nadie descubra la verdad de todo.
Me imaginaba todo lo que suceder�a en esos d�as, charlas, besos, abrazos,
caricias, y mucho sexo (todo, por supuesto, a escondidas).
Los d�as pasaron y Alejandro llego a Cuy�n (mi pueblo).
Lo recib� con una sonrisa impagable en mis labios.
Despu�s de presentaciones familiares y charlas sin sentido alguno, fu� con
Alejandro a la habitaci�n en donde dormir�amos ambos durante el tiempo de
Alejandro en la casa.
Cuando llegamos cerr� la puerta con llave y nos dimos el beso m�s apasionado
que jam�s hab�a dado en mi vida.
_ No te imaginas cuanto te extra�e._ dije, recordando sus cuatro semanas de
encierro.
_ Yo no ve�a la hora de besarte otra vez._ dijo Alejandro sonriendo.
_ �Fueron cuatro semanas muy largas para mi y creo que para vos deben haber
sido igualmente insoportables!
_ Si, fueron cuatro semanas muy duras, pero ya estoy aqu� y todo eso qued� en
el pasado._ dijo Ale sonriendo.
_ Bueno, dejemos las cosas aqu� y bajemos para no despertar sospechas tan
r�pido._ dije
_ Est� bien, tenemos muchos d�as todav�a para vivir nuestra historia._ dijo
Alejandro.
Sus palabras me volvieron loco y antes de salir le di un hermoso y fuerte
beso en los labios para no dejar duda de mi amor hacia �l.
Despu�s de ese beso bajamos hacia el living en donde nos esperaban mis padres
y mi hermano.
_ Bueno, hace de cuenta que la casa es tuya y ponte c�modo._ dijo mi madre a
Alejandro.
_ Muchas gracias se�ora._ dijo Ale.
_ Ahora vamos a ir a recorrer el pueblo y despu�s venimos a comer ac�._ dije
a mi familia.
_ �Puedo ir con ustedes?_ dijo Tom�s.
_ No hay problema._ dijo Alejandro, aunque yo no pensaba lo mismo que �l.
Estuvimos caminando durante mucho tiempo hasta que nos cansamos y volvimos a
la casa para cenar y luego (como buenos ni�os) nos ir�amos temprano a dormir,
pero eso es lo que menos har�amos.
Despu�s de comer, y tal como hab�amos planeado nos dirigimos a mi habitaci�n,
diciendo que Alejandro estaba muy cansado por el viaje.
Cuando llegamos a la habitaci�n cerr� la puerta con llave y empezamos a
desvestirnos y ponernos m�s c�modos.
_ �Te enojaste cuando le dije a tu hermano que venga con nosotros, hoy?_ dijo
Alejandro.
_ Un poco, es que quer�a hablar con vos y con �l al lado era imposible._ le
dije.
_ �De que quer�as hablar conmigo?
_ De nada en especial. De lo trascurrido en estas cuatro semanas._ dije.
_ �Me extra�aste?_ me dijo.
_ Claro que te extra��, ya te lo dije cuando llegaste.
_ Yo pens� todo este tiempo en vos y en m�. En todo lo que vivimos hace este
tiempo. Te extra�� much�simo.
_ �Y tu hermano? �C�mo est� �l?_ pregunt�.
_ Te extra�a mucho, el tambi�n, solo que de una manera diferente, el extra�a
tener sexo con vos. Yo extra�o tu persona no tu cuerpo solamente.
_ �Tuviste sexo con �l durante este tiempo?_ dije.
_ Si, pero pocas veces, porque mi hermana est� siempre en la casa y se nos
hac�a dif�cil._ dijo Alejandro.
Alejandro y su hermano Nacho eran muy unidos y se quer�an mucho, y desde hace
un tiempo, tiene relaciones sexuales entre ellos. Se atra�an, pero no como
pareja sino como hermanos y buenos amigos.
En una ocasi�n, entre los tres tuvimos un encuentro, el cual se convirti� en
mi experiencia sexual m�s satisfactoria hasta ese momento.
Con Alejandro ten�amos una relaci�n libre en cuanto a sexo, pero siempre nos
cont�bamos con quienes est�bamos.
Despu�s de charlar durante casi tres horas y viendo que todos se hab�an ido a
dormir decidimos tener nuestra primera relaci�n sexual despu�s de casi un mes.
Nos desnudamos y nos acostamos los dos en el colch�n que estaba en el suelo.
Nos besamos y acariciamos mucho y luego nos proporcionamos una buena sesi�n
de besos de lengua.
Nuestra pasi�n se acumul� durante todo este tiempo y sali� a la luz de golpe.
Parec�amos desesperados, nos comimos la boca el uno al otro.
Despu�s me recost� boca arriba y deje mi pija mirando al techo, ya con una
erecci�n de campeonato y esper� a que Alejandro viniera a chap�rmela toda y as�
lo hizo.
Me dio una mamada bestial y despu�s le devolv� el favor.
Mi lengua jugaba con su cabeza y su tronco y llegaba a lamerle los huevos con
mucho dulzura.
Sus pelitos me hac�an cosquillas en la nariz y eso me excitaba a�n m�s.
Mientras le chupaba la verga a mi amante, con mis manos recorr�a cada
cent�metro de su firme culito y no ve�a la hora de penetrarlo.
Alejandro hac�a todo lo posible para no gemir de placer, de lo contrario se
despertar�an mis padres o mi hermano, lo cual ser�a fatal para nuestra relaci�n.
_ �Dale! �Segu� chupando! No te das idea de c�mo extra�aba tus mamadas._ me
dec�a Alejandro.
_ Yo tambi�n extra�e tu sabor._ le dije a�n con su pija en mi boca.
Despu�s de chupar su pija durante bastante tiempo, le dije:
_ Ahora quiero sentir el calor de tu culito.
_ Espera un segundo que me vengo dentro de tu boca._ dijo.
_ No espera..._ y no pude terminar la frase porque Alejandro se vino a
chorros dentro de mi paladar.
_ Perd�name, no quise atragantarte, es que hace tiempo que no tengo sexo._
dijo.
_ �Pero no lo hab�as hecho con tu hermano en este tiempo?_ pregunt�.
_ Si, pero hace dos semanas que mi hermano no est� en mi departamento, porque
se fue a trabajar a un pueblo._ dijo.
_ �A que pueblo?_ pregunt�.
_ La verdad, no tengo idea. Fue muy repentino, un d�a lo llamaron por
tel�fono y al otro d�a arm� su equipaje y se fue hacia el interior del pa�s._
dijo Alejandro.
Despu�s de enterarme de que Nacho no estaba m�s viviendo con Alejandro
seguimos con lo nuestro.
Ale se acost� boca abajo sobre el colch�n tirado en el suelo dej�ndome ver su
hermoso y redondo culo.
No tard� y me abalanc� sobre �l, lo bes�, lo mord� y acarici� lo m�s que
pude, hasta que Alejandro me dijo:
_ Por favor no me hagas esperar m�s. Quiero sentirte adentro. �Ap�rate!
_ Est� bien, no te apresures, que tenemos todo el tiempo del mundo._ dije
para calmarlo.
Despu�s de lamerle el ojete hasta que se dilate bien puse mi puntita justo en
la entrada de su orto, esperando a que me diera el visto bueno.
Cuando eso sucedi� introduje de manera suave, pero firme, toda mi erecta
verga, hasta que Alejandro peg� un peque�o, pero sonoro grito, y se la saqu� un
poco.
Luego comenzamos a movernos para gozar de manera m�s fuerte.
Yo pon�a y sacaba la verga una y otra vez hasta que no pude m�s y me vine
dentro de su culo haciendo que le leche se derramara por su raja.
_ UHF!!! Cuanto tiempo sin ponerla me hicieron gozar mucho m�s._ le dije a
Alejandro.
_ Se notaba tu energ�a acumulada. Casi me matas en la primera envestida._ me
dijo agotado.
Despu�s de quedarnos acostados durante unos minutos escuchamos un ruido
afuera de la habitaci�n y por eso cada unos se fue r�pidamente a su cama (a�n
desnudos).
Una vez que estuvimos seguros de que todo estaba en calma volvimos a hablar,
pero esta vez cada uno desde su colch�n.
Cap�tulo 3
A la ma�ana siguiente nos despertamos muy tarde y ni siquiera desayunamos, ya
que una hora despu�s almorzar�amos.
Mientras est�bamos almorzando, Alejandro, pasaba su pierna por debajo de la
mesa y me tocaba la m�a como invit�ndome a hacer algo despu�s de la comida.
Una vez que terminamos de comer nos fuimos a la habitaci�n.
_ Yo s� que tu idea es quedarnos aqu� en la habitaci�n y coger todo el d�a,
pero se supone que tenemos que disimular un poco. Y alguien de nuestra edad en
un d�a tan lindo como el de hoy no est� encerrado en su casa y menos con un
amigo._ le dije.
_ Est� bien, dejemos el sexo solamente para la noche. Si para vos es lo
mejor, para mi tambi�n._ dijo.
_ �No! Yo tambi�n quiero coger, pero no ac�. Mi idea es ir a alg�n lugar en
donde nadie pueda vernos.
_ �Y donde ser�a ese lugar?_ pregunt� Alejandro curioso.
_ Se me ocurri� ir a la casa de mi abuela. Ella est� internada en un asilo,
por lo tanto en su casa no hay nadie viviendo. Solo est� mi t�o Fabi�n, pero a
esta hora est� en el campo._ dije.
_ Est� bien. Vayamos.
Unos minutos despu�s est�bamos partiendo hacia la casa de mi abuela.
Cuando llegamos a la casa entramos con una llave que yo ten�a guardada para
una ocasi�n similar, pero en el momento en que hice la copia pensaba ir con una
mujer y no con mi mejor amigo.
Una vez adentro fuimos hacia el patio para fumar unos cigarrillos y charlar
un poco.
Hablamos un poco de todo. De la facultad y nuestro futuro incierto, de su
hermano y su trabajo misterioso, de su hermana y las crecientes sospechas sobre
la verdadera situaci�n y de muchas cosas m�s.
Est�bamos tirados en el c�sped, �l estaba acostado sobre mi pecho y de vez en
cuando su mano tocaba mi pierna de manera provocante.
Despu�s de terminar de hablar nos comenzamos a mirar el uno al otro.
Estuvimos mucho tiempo mir�ndonos sin raz�n y sin decir nada, hasta que
Alejandro rompi� el silencio.
_ Eres la persona m�s importante en mi vida._ me dijo.
Me dej� helado, ya que eso no se le dice a cualquier persona, sino a alguien
que es �nico y que significa mucho en la vida de uno.
Yo le dije lo mismo.
_ �Vos me quer�s?_ me pregunt�.
_ Claro que te quiero. �No est� claro eso?_ le dije.
_ Pero �c�mo me quer�s? �De que forma?_ me dijo.
_ Te amo, estoy profundamente enamorado de vos. Si eso no es quererte la
verdad no se que es el amor._ le dije.
_ Yo tambi�n te amo y no podr�a vivir un solo d�a m�s sin vos._ me dijo con
lagrimas en los ojos.
_ Nunca lo pregunt�_ dije_ pero me parece que es hora de preguntarte algo muy
importante.
_ �Qu� me quer�s preguntar?_ me dijo.
_ Alejandro, �Quer�s ser mi novio?_ le dije y lo bese en los labios.
_ �Qu�?_ dijo Alejandro muy sorprendido.
_ Si, entendiste bien, te pregunte si quer�as ser mi novio. Nunca antes te
hab�a hecho esa pregunta y me pareci� que este seria el momento oportuno para
hacerla.
_ Sabes que te amor con todo mi coraz�n y que no seria tan feliz al lado de
otra persona.
_ �Eso es un si?_ pregunte.
_ Claro, es un si. Quiero ser tu novio._ me dijo riendo.
Despu�s de esa respuesta nos fundimos en un beso muy tierno y apasionado y
nos abrazamos a m�s no poder.
Desde ese momento Alejandro y yo �ramos novios oficiales, aunque a escondidas
de la sociedad. Pero igualmente aclaramos que el hecho de ser novios no
suspend�a nuestra libertad sexual, pero cont�ndonos con quienes lo hac�amos.
Yo lo com�a con la mirada. Ve�a sus ojos negros, su cabello volar con el
viento y por supuesto su armonioso cuerpo.
Su cara de adolescente ani�ado tambi�n mi miraba sin piedad y al igual que yo
quer�a comerme con su mirada.
No aguantamos m�s y empezamos a acariciarnos muy fogosamente y nos empezamos
a quitar poco a poco la ropa que llev�bamos puesta.
Yo les desprend� el pantal�n y se lo baje junto con sus calzoncillos, luego
con mi mano saqu� su verga (a�n dormida) la cual empec� a acariciar y toquetear
con mucho cari�o.
�l de su parte hacia lo mismo con mi miembro (aunque el m�o ya estaba
erecto).
Uno masturbaba al otro y nos segu�amos mirando de una manera muy caliente.
Mis manos sub�an y bajaban por su tronco y de vez en cuando tocaba sus bolas
y las acariciaba.
_ Te quiero mucho Lucas._ me dijo Alejandro mientras nos paje�bamos.
_ No hablemos, disfrutemos este momento. Segu� haci�ndome la paja._ le dije
yo, muy concentrado en mi labor.
_ Me gusta sentir tu mano sobre mi verga. Es muy suave.
_ A mi me gusta m�s tu boca. Su humedad y tu lengua en mi pija. Chup�mela.
_ Recu�state en el suelo._ me dijo.
Mientras �l lam�a mis huevos yo gem�a de manera espectacular.
El placer que me proporcionaba su lengua me hacia volar de pasi�n.
Me sent�a realizado. Gozaba con cada una de sus chupadas y gritaba cada vez
que mord�a un poquito mi pija, la cual estaba a punto de estallar.
_ Me vengoooooo._ le dije.
_ Acaba dentro de mi boca._ me dijo Ale.
_ Ahhhhh ufffff ahhahaha.
Justo en el momento en que mi leche entraba en la boca de mi novio,
escuchamos un voz que nos dice:
_ ���No lo puedo creer!!!
Alejandro se par� r�pidamente al igual que yo y miramos la cara de mi t�o
Fabi�n que nos miraba sorprendido.
Cap�tulo 4
_ T�o, yo te explico todo, d�jame hablar por favor._ dije yo muy preocupado.
_ Se�or, yo tuve la culpa, yo lo obligu�._ minti� Alejandro para no
delatarme.
_ ���Silencio!!! Lo que acabo de ver basta y sobra para saber toda la
verdad._ dijo mi t�o con expresi�n muy seria.
_ �Y que viste?_ pregunt�
_ Lo vi todo, desde que se masturbaban hasta que tu amiguito te chup� la pija
como un desesperado. Lo vi todo. No me perd� detalle de esta escena.
_ Por favor, no digas nada a mis padres, por favor._ dije a mi t�o.
_ Eso va a depender de ustedes.
_ �Qu� quer�s decir con eso?_ dije.
Mi t�o no dijo nada y camino hacia Alejandro. Con su dedo �ndice toc� su boca
y sac� un hilo de leche que se alojaba en ella, producto de mi gran acabada.
Toc� sus dedos y luego prob� la leche. Puso cara de asco y dijo:
_ Nunca me hubiese imaginado que ten�a un sobrino puto.
_ ��No somos putos!!_ grit� mi novio.
_ �No? A mi me parece que s�. Y no te conviene contradecirme._ grito Fabi�n.
Yo hice que Alejandro se callara d�ndole un pisot�n en su pie derecho y luego
dije:
_ �Qu� quer�s que haga, para que guardes el secreto?.
_ Nada imposible. Es muy f�cil.
_ Dilo de una vez y terminemos con esta estupidez._ dijo Alejandro.
_ Es muy f�cil. Solo quiero que ma�ana vengan al campo a ayudarme. Necesito
una manito y ustedes pueden d�rmela.
_ �Solo eso?_ dije sorprendido.
_ Eso para empezar, despu�s veremos que se me ocurre._ dijo Fabi�n riendo.
_ Est� bien. Ma�ana iremos._ dije.
_ A las siete de la ma�ana lo pasar� a buscar con mi auto. Est�n listos a esa
hora.
_ Ah� nos veremos._ dije muy serio.
Luego de eso mi t�o nos dijo que nos vayamos a mi casa.
En el camino hablamos mucho con Alejandro no imagin�bamos que nos esperar�a
el d�a siguiente.
_ �C�mo pudimos ser tan est�pidos de hacerlo all�?_ dijo Alejandro.
Cuando llegamos a mi casa no dijimos ni una palabra y nos pusimos a ver
televisi�n y le dijimos a mi madre que al d�a siguiente ir�amos a ver el campo
con el t�o Fabi�n.
Despu�s de cenar fuimos a dormir y con Alejandro no nos dirigimos la palabra.
A la ma�ana siguiente nos despertamos, nos cambiamos y fuimos a esperar en la
puerta a que mi t�o Fabi�n nos viniera a buscar.
Despu�s de esperar unos minutos lleg� y nos dijo que subi�ramos.
Una vez arriba del auto no hablamos ni una palabra.
La situaci�n era muy tensa e inc�moda, y lo fue aun m�s sorprendente cuando
mi t�o nos dijo:
_ No tienen idea como nos vamos de divertir este d�a.
Cap�tulo 5
Una vez que llegamos al campo mi t�o nos hizo bajar del auto.
Mi t�o era un hombre soltero, de 32 a�os. De cabello casta�os claro y ojos
marrones. Su cuerpo era bronceado y muy formado, debido al trabajo al aire libre
que �l realizaba en el campo.
Era muy lindo seg�n Alejandro.
Cuando llegamos a la casa del campo entramos y nos encontramos con uno de los
peones del establecimiento.
Su nombre era Ren� y era muy guapo. Era morocho de cabello, de unos 33 a�os y
muy bien puesto.
_ Aqu� traje lo que te promet� ayer._ dijo mi t�o.
_ �No son muy j�venes?_ dijo Ren�.
_ No, puedo asegurarte que tiene experiencia.
_ Si tu lo dices, te creo._ dijo Ren�.
Ren� se acerc� a Alejandro y lo mir� muy atentamente.
Luego dijo:
_ A ver, empecemos, quiero ver como funcionan estos muchachos.
_ �Qu� quieren que hagamos?_ dije.
_ Como te dije antes, nada dif�cil. Solo quiero que nos hagan pasar un
momento bueno. Si todo sale bien, prometo guardar el secreto. Si todo sale mal
veremos que hacemos. La idea es que mi amigo Ren� pase una buena ma�ana y
ustedes ser�n los responsables de eso._ dijo mi t�o.
_ �Por donde empezamos?_ dijo Alejandro.
_ Lo primero que quiero que hagan es que me den entre los tres una buena
mamada. Quiero que chupen un poquito cada uno._ dijo Ren�.
_ �C�mo los tres?_ dije.
_ Si sobrino. �Sorprendido? Yo tambi�n har� feliz a mi amigo. Yo tambi�n
quiero pasarla bien.
Yo no lo pod�a creer. Mi t�o tambi�n era gay y nunca me lo hab�a imaginado.
Sin decir m�s palabras, el pe�n baj� sus pantalones y su ropa interior y
agarr�ndose su verga ya parada dijo:
_ �Qui�n ser� el primero?
_ Sobrino, te sedo el placer.
Yo mir� a Alejandro que estaba a un lado y me mir� con mirada aprobadora y
entonces me tire sobre esa tranca y comenc� a besarla con dulzura primero y
luego con un fren�tico movimiento.
Mientras tanto ve�a que mi t�o se dirig�a a mi novio y le daba un beso en la
boca.
Esa situaci�n me excitaba mucho y le mam� la pija a Ren� con m�s ganas
todav�a.
Mi t�o le tocaba el culo a Alejandro y este le bajaba de a poco su pantal�n y
masajeaba sus genitales haciendo que mi t�o respondiera con un d�bil gemido.
_ Dale putito, chup� m�s fuerte que quiero que te tragues toda mi leche.
_ No lo trates mal Ren�._ dijo mi t�o.
_ Chupaaaaaaaa M�mamelaaaaaaaaaaa _ dec�a Ren�.
Yo segu� chupando con fuerza y mi novio ya estaba con la verga de mi t�o en
su boca. Mi t�o cerraba los ojos y gozaba semejante mamada.
_ Tu amiguito la chupa de maravillas._ dijo.
_ Ahhhhhh y tu sobrino no se queda atr�s._ le dijo Ren�.
Despu�s de chupar un buen rato, mi t�o y Ale cambiaron de posici�n al igual
que yo y Ren�.
Ren� se arrodill� frente a mi y me lami� toda la verga hasta que su boca se
apoder� de ella y comenz� un entra y saque que de solo verlo me hacia volar de
placer.
Fabi�n, mientras, chupaba y chupaba la pija de Alejandro y este �ltimo gem�a
muy fuerte.
En un momento veo que Alejandro cierra los ojos, lo que indicaba que estaba a
punto de venirse.
_ Ahahaaah_ grito Alejandro y se vino a chorros en la boca de mi t�o.
Mientras Ren� segu�a chupando mi pija con gran devoci�n.
En un momento mi t�o se acerca junto con Alejandro hacia nosotros y dice:
_ ���Ahora gozar�s en grande Ren�!!!
Fabi�n agarr� una soga del suelo y at� las manos de Ren� y lo volte� en el
suelo.
Luego se arrodill� y comenz� a chuparle su verga, hasta que nos dijo:
_ Vengan, uno que me la chupe a mi y el otro que le chupe el orto a Ren�.
Vamos a cogerlo sin compasi�n.
Yo no dude mucho y me tire encima de mi t�o y le proporcion� una mamada de
campeonato que lo hac�a gritar de placer.
Mientras, Alejandro, le chupaba todo el culo a Ren�, quien le estaba
acariciando la cabeza a mi t�o.
La pija de mi t�o era muy grande y no entraba completa dentro de mi boca. Era
muy caliente y suave.
La situaci�n llego a su punto m�ximo cuando mi t�o me dijo:
_ Hagamos un trencito entre los cuatro.
Ren� se paro con dificultad debido a sus manos atadas y puso su culo a
disposici�n de mi novio, quien puso el suyo a disposici�n de Fabi�n y este
�ltimo me dejo su orto para mi solito.
Si tardar mucho introduje mi verga completa dentro de su agujero, el cual no
parec�a ser virgen.
Los cuatro grit�bamos y gem�amos muy fuerte.
_ Que pija grande que ten�s sobrino. Me haces gozar. Meteeelaaa maaaas._
dec�a mi t�o.
_ No tan grande como la tuya papito._ dijo Alejandro que se retorc�a de
placer al ser penetrado por mi t�o y al penetrar a Ren�, quien no dejaba de
gemir y decir que quer�a sentir la pija de mi novio m�s adentro.
Una vez que el placer se hizo m�ximo los cuatro empezamos a sentir que pronto
acabar�amos y por eso hicimos arrodillar a Ren� en el suelo y �l chupaba las
tres pijas como si fueran un caramelo, hasta que los tres acabamos y �l se trag�
toda la leche, sin dejar nada desperdiciado.
_ ���Que placer!!!_ dec�a Ren�.
Entre Alejandro, mi t�o y yo le chupamos la pija a Ren� y este acab� a
chorros dentro de nuestras bocas.
El sabor de su semen era m�s dulce que los que antes hab�a probado yo, pero
era muy rico sentir ese l�quido viscoso dentro de mi boca.
Una vez que los cuatro acabamos nos recostamos en el suelo y despu�s de unos
minutos mi t�o nos llev� hacia el pueblo, no sin antes despedirnos de Ren� y
decirle que pronto volver�amos a coger con �l y con mi t�o.
Cuando llegamos al pueblo mi t�o nos dej� en mi casa y cuando est�bamos
bajando me dijo:
_ Sobrino, tu secreto ser� guardado bajo siete llaves y espero que guarden el
m�o de igual forma.
_ No te preocupes t�o tu secreto est� a salvo con nosotros._ le dije y
entramos en la casa.
Cap�tulo 6
La situaci�n vivida aquel d�a en el campo nos hab�a gustado mucho a Alejandro
y a m�, pero realmente no quer�a repetirla. No sab�a porque, pero tener sexo con
mi t�o y mi novio al mismo tiempo no me gust� tanto como yo esperaba.
Mi t�o, por supuesto, no sab�a que mi relaci�n con Alejandro era por dem�s de
estable y solo pensaba que est�bamos juntos por sexo. Pero no era as�. Alejandro
me amaba y yo a �l y est�bamos muy felices sabiendo que est�bamos uno al lado
del otro en todo momento.
La ma�ana siguiente al d�a de campo, Fabi�n pas� por mi casa y nos pregunt�
si quer�amos ir al campo, pero le cont� toda la verdad y luego le dije que no,
que prefer�a no volver a repetir esa experiencia. �l me entendi� y prometi� no
volver a insistirme sobre el tema.
Ese mismo d�a, por la tarde, vino de visita a mi casa mi primo Nicol�s junto
con sus padres.
Mi primo era de cabello rubio, ojos celestes intensos, cabello un tanto largo
y piel bronceada. Era realmente muy lindo, delgado pero no demasiado formado,
aunque se notaban sus m�sculos.
Esa misma tarde charlamos mucho con Alejandro y mi primo, hasta que lleg� mi
hermano con un amigo y se quedaron con nosotros.
El amigo de mi hermano se llamaba Pablo y era muy lindo, de cabello rubio y
ojos negros, cabello muy lacio y m�sculos demasiado formados.
_ �Hola! �C�mo est�n, nos podemos quedar?_ dijo mi hermano.
_ �Seguro, no hay problema!_ dijo r�pidamente mi primo.
_ �De que hablaban?_ pregunt� Tom�s (mi hermano).
_ Est�bamos diciendo que podr�amos ir de campamento unos d�as a la orilla del
r�o, porque el pueblo est� muy aburrido en estos d�as. �Qu� le parece?_ dije.
_ A mi me parece muy buena idea, pero tendr�a que ser dentro de dos d�as,
porque ma�ana por la noche tengo una fiesta de cumplea�os de una amiga._ dijo mi
primo.
_ No hay problema, salimos dentro de dos d�as por la ma�ana._ dijo Pablo.
_ Yo puedo pedirle a mi pap� que me preste su camioneta. �Qu� les parece?_
dijo Nico.
_ ��Perfecto!!_ dijo Alejandro.
_ Yo llevar� la carpa._ dijo Pablo_ El problema es que tiene capacidad para
cuatro personas solamente.
_ Eso no es problema, cuanto mucho dormiremos un poco apretados, nada m�s._
dijo Alejandro y me mir� de manera c�mplice.
_ Todo listo, dentro de dos d�as saldremos._ dijo mi primo.
La idea de ir de campamento nos gustaba mucho a Alejandro y a m�, sobretodo
porque tendr�amos la oportunidad de escaparnos por las noches y hacer lo
nuestro.
_ Me encanta tu primo, es muy lindo._ me dijo Alejandro una vez que est�bamos
solos.
_ Ni se te ocurra. El es totalmente heterosexual, al igual que mi hermano y
su amigo. No se te ocurra echarlo todo a perder. OK?._ dije enojado.
_ Est� bien. Solo lo mencionaba. Adem�s te recuerdo una vez m�s que vos eras
heterosexual hace unos pocos meses. �No?_ dijo.
_ No comencemos con ese jueguito de nuevo. Por favor._ le dije y cort� la
conversaci�n.
Por la noche cenamos y nos fuimos a dormir.
Una vez que llegamos a la habitaci�n nos sacamos la ropa y quedamos en b�xer
los dos.
Nos acostamos y hablamos un rato, hasta que el cansancio nos gan� y decidimos
que era hora de dormir.
Despu�s de unos segundos escuch� que la respiraci�n de Alejandro estaba
aceleradas y sospeche que se trataba de una de sus pajas de lujo.
As� era. Sus s�banas se mov�an de arriba hacia abajo con mucha velocidad y la
respiraci�n de mi novio era cada vez m�s r�pida y profunda.
_ �Te est�s pajeando?_ le pregunt�.
_ Pens� que dorm�as._ me dijo enojado porque lo descubr�.
_ �Es que tus gemidos no me dejan pegar un ojo!_ le dije.
_ �Y porque no te callas y te masturbas vos tambi�n?_ me dijo y sigui� con su
paja.
_ No es mala idea, pero mejor ser�a que me la chupes. �No te parece?_ dije
invit�ndolo a mi cama.
_ �No! Otra vez no me arriesgar� a que tu familia nos descubra._ dijo de
manera ir�nica.
Apenas termin� de hablar se oye que la puerta se estaba abriendo y luego
entra mi hermano por ella.
_ �Qu� te sucede? �Por qu� no tocas antes de entrar?_ le dije a mi hermano
Tom�s.
_ Perd�n es que no pod�a dormirme y oh� que ustedes hablaban y quise venir
aqu�._ dijo.
_ Est� bien, no hay problema._ dije.
_ �De que hablaban?_ pregunt�.
_ Del campamen..._
_ De pajas._ me interrumpi� Alejandro.
_ �De pajas?_ se sorprendi� mi hermano.
_ Si, nos est�bamos haciendo una buena paja antes de dormirnos._ dijo
Alejandro como si nada.
_ �Por qu� no te callas?_ le dije.
_ No le mentir�a a tu hermano. Y la verdad era que nos est�bamos haciendo
unas pajas de lujo.
_ Perdonen que interrump� entonces._ se justific� mi hermano.
_ No, igualmente ya se nos bajaron, no importa._ dijo Alejandro.
_ A vos si pero a mi hermano no se le baj� todav�a._ dijo Tom�s mirando mi
verga a�n parada.
_ �Upaaa!_ dijo Alejandro. Parece que todav�a ten�s ganas de seguir. �O me
equivoco?
_ �C�llate!_ dije.
_ Bueno, me voy a dormir. Chau._ dijo Tom�s
_ Porque no te quedas y te haces una paja vos tambi�n._ dijo Alejandro.
Yo quer�a matarlo a mi novio, pero no quer�a que mi hermano sospechara nada.
_ �Dale! Solo una pajita y nos dormimos todos contentos._ dijo Alejandro
mientras se acariciaba su paquete.
_ �No me tientes!_ dijo Tom�s.
Alejandro se sac� el b�xer del todo y empez� a tocarse su verga, hasta que
esta qued� dura como una barra de acero.
Mientras tanto mi pija segu�a parada y era por el morbo que esa situaci�n
generaba en mi.
Mi hermano por su parte estaba con sus manos en su bulto y de a poco se
sacaba su vergota de su slip.
_ �No tengas verg�enza, es lo m�s normal que unos muchachos de nuestra edad
se pajeen juntos!_ dijo Alejandro mientras segu�a con su paja de lujo.
Mi hermano entonces abandon� todo tipo de inhibiciones y sac� su verga parada
y comenz� a masturbarse parado.
Yo no sab�a que hacer, hasta que no aguant� m�s y me puse a pajearme yo
tambi�n.
Nunca antes hab�a visto a mi hermano desnudo por completo como lo estaba
ahora y mucho menos paje�ndose.
Tom�s gem�a al igual que yo y mi novio y despu�s de unos minutos de estar
parados se sent� en el suelo y sigui� con su paja.
_ Ahaaaaahaaa Que buena paja que me estoy haciendooo._ dec�a Alejandro
mientras se pajeaba a dos manos.
Yo no pod�a m�s y gem� con todas mis ganas al igual que mi hermano que no
paraba de gozar con su placer solitario.
La pija de mi hermano era una poco m�s grande que la m�a y la de Alejandro.
El cuerpo de mi hermano era casi perfecto, sus pectorales muy bien formados,
su culito muy redondito y paradito y unas piernas que eran de exposici�n.
Sus ojos permanec�an cerrados mientras el se masturbaba y su mano derecha
acariciaba sus test�culos.
En un momento Alejandro se acerc� a mi hermano y con una de sus manos lo toc�
y le dijo:
_ �Que lindo cuerpo que ten�s! �Haces mucho ejercicio?
_ No demasiado, solo un poco.
_ �Puedo tocarte?_ le dijo Ale.
_ �Qu�?_ dijo mi hermano.
Pero Alejandro no contest� y se acerc� m�s a mi hermano, hasta que sus manos
tocaron sus huevos. Los comenz� a acariciar con mucho cuidado.
Tom�s no se resist�a y eso a m� me sorprendi� much�simo. Al contrario de todo
lo que yo supon�a, mi hermano gozaba con las caricias de mi amigo y fue en un
momento cuando sus manos se dirigieron a la pija de Alejandro y comenzaron a
pajearlo.
Los dos estaban haci�ndole una paja al otro y ambos disfrutaban a m�s no
poder.
_ �Que suave que es tu pija Tom�s, mucho m�s suave que la de tu hermano!_
dijo Alejandro.
Yo no sab�a que mierda hacer. Alejandro estaba hablando m�s de lo que deb�a y
eso era muy peligroso, pero a la vez mi hermano disfrutaba tocarle la pija a mi
novio.
No quer�a entrar en el juego, as� que me hice una paja yo solo y ellos
segu�an con lo suyo.
Mi hermano y Alejandro se retorc�an de placer y ambos acabaron al mismo
tiempo, uno sobre la mano del otro.
Yo por mi parte acab� en mi mano y r�pidamente corr� al ba�o a lavarme.
Cuando volv� a mi habitaci�n mi hermano no estaba m�s y Alejandro ya se hab�a
acostado, pero segu�a despierto.
Yo, muy enojado por la actitud de Alejandro le dije:
_ Espero que est�s contento, mi hermano estuvo a un paso de saber toda la
verdad y vos fuiste el culpable.
Cap�tulo 7
Despu�s de criticar durante muchos minutos a mi novio me dorm�, pero sin
lograr que �l me d� la raz�n.
Por la ma�ana siguiente ambos nos despertamos muy tarde y fuimos directo a la
cocina para almorzar, siempre sin dirigirnos la palabra.
No sab�a como iba a enfrentar a mi hermano despu�s de lo ocurrido durante la
noche anterior.
Cuando llegamos a la cocina nos sentamos a la mesa, en donde ya se
encontraban mi hermano, y mis padres.
Todos nos saludaron y mi hermano con una alegr�a que no esperaba.
Su sonrisa me hizo dar cuenta de que los acontecimientos �ltimos no hab�an
afectado su relaci�n conmigo.
_ �C�mo durmieron anoche, chicos?_ pregunt� mi madre.
_ Muy bien se�ora, no tiene idea lo bien que dormimos._ dijo Alejandro
sonriendo mirando con una mirada c�mplice a mi hermano, el cual respondi� con
una amplia sonrisa.
No conoc�a a mi novio. Sus actitudes eran demasiado raras para mi gusto y lo
que menos me gustaba era que mi hermano disfrutaba de todo aquello.
_ Hoy iremos con los chicos a dar unas vueltas por el pueblo y de paso
compraremos las cosas necesarias para el campamento de ma�ana._ dijo Tom�s.
Esa era la oportunidad justa para aclarar la situaci�n y resolver los
problemas que se me presentaban.
Despu�s de comer y luego de dormir una peque�a siesta nos fuimos a caminar
por el pueblo.
_ Quiero hablar con ustedes un instante._ les dije a los dos cuando llegamos
a una plaza.
_ Si es por lo de anoche pierdes el tiempo._ me dijo mi hermano.
_ Lo que sucede es que no entiendo nada._ dije.
_ No hay nada que entender. Disfrut� mucho lo que pas� anoche con Alejandro.
Y para que te quedes tranquilo, no voy a contar nada de todo eso._ dijo Tom�s.
_ Eso espero._dije.
_ Ya se todo sobre vos y Alejandro. Los escuch� hablar unos minutos antes de
entrar en la habitaci�n y los escuch� gritar la primera noche cuando cogieron en
casa.
_ �Vos eras el que hizo ruido esa noche?_ dijo Alejandro.
_ Si, fui yo. No tuve demasiado cuidado.
_ �Y que sent�s despu�s de saber que tu hermano es homosexual?_ pregunt�.
_ Nada raro. Es una decisi�n tuya y la respeto. Adem�s yo tambi�n tuve mis
aventuras gay hace muy poco._ dijo Tom�s algo t�mido.
_ �Vos? �Con quien?_ dije.
_ Eso no puedo decirlo. Perd�name promet� guardar el secreto._ dijo serio.
_ Est� bien. Todo aclarado. Ahora vayamos a comprar las cosas para el
campamento._ dijo Alejandro.
_ Si, mejor._ dijo mi hermano.
Despu�s de comprar todo lo necesario volvimos a la casa y nos pusimos a ver
televisi�n.
Esa misma noche, mi hermano vino a dormir a mi habitaci�n, con la excusa de
charlar con nosotros y as� fue.
Hablamos toda la noche de nuestras experiencias sexuales con hombres y con
mujeres y dejamos nuestros secretos en buenas manos.
Una vez que todo estuvo dicho no aguantamos m�s y nos dimos una buena paja
entre nosotros, pero esta vez, cada uno con su mano y sin tener contacto entre
nosotros, salvo alguna que otra caricia que mi novio me daba a mi y a mi
hermano.
Cap�tulo 8
La ma�ana siguiente nos despertamos muy temprano, para preparar todas
nuestras cosas del campamento.
Una hora despu�s nos pas� a buscar mi primo Nicol�s y con �l ya estaba Pablo
(el amigo de mi hermano).
_ Hola chicos, suban que ya nos vamos._ dijo Nico.
Subimos a su camioneta y nos dirigimos a la orilla de un r�o que estaba a
unos kil�metros del pueblo.
Cuando llegamos buscamos un lugar algo descampado y en ese lugar armamos
nuestra carpa.
Tardamos un buen tiempo arm�ndola, ya que no encontr�bamos algunas partes de
ella.
Quedamos muy sudados despu�s de armar todo y decidimos que era un buen
momento para darnos un ba�o en el r�o.
Nos quitamos la ropa y quedamos en ropa interior. Los cuatro cuerpos que me
rodeaban eran hermosos, sin un solo defecto. Cada uno con su estilo me hac�an
volar de la excitaci�n, tanto que me tuve que meter muy r�pido al agua, ya que
mi verga se estaba parando muy deprisa.
Mi novio se dio cuenta de la situaci�n y se meti� r�pido �l tambi�n para no
dejarme solo.
Los tres restantes hicieron lo mismo y se metieron al agua.
Nicol�s llevaba un b�xer blanco, que mojado dejaba ver todo su miembro, que
dicho ya de paso era bastante grande a simple vista.
Pablo y mi hermano llevaban unos slips que hac�an que sus vergas se vieran
m�s proporcionadas de lo normal.
Alejandro y yo llev�bamos unos b�xer azules, que disimulaban muy bien
nuestras pijas paradas.
En un momento Alejandro se me acerca y pone su mano sobre mi b�xer y comienza
a acariciarme de manera muy fogosa, lo cual me pon�a a mil.
Unos segundo despu�s, mi primo y el amigo de mi hermano comienzan a jugar
tir�ndose agua por lo que mi hermano aprovecha y llega hacia nosotros y nos
dice:
_ Si quieren, esta noche los cubro y pueden ir a coger a los alrededores de
ac�. Cuando todos est�n durmiendo. Si alguien se despierta dir� que fueron a
caminar o algo as�.
_ �Muchas gracias Tomy!_ le dije.
_ No es nada. Por vos har�a cualquier cosa y eso lo sabes._ respondi�
Por la tarde de ese d�a hicimos muchas cosas, jugamos al f�tbol, pescamos
algo, lo cual comimos por la noche.
Cuando entramos a la carpa nos dimos cuenta que tendr�amos que dormir un poco
apretados. Pero eso no era problema para Alejandro y para m�.
Todos se quedaron en ropa interior, ya que hac�a algo de calor y nos
decidimos a dormir, no sin antes hablar de sexo, estudio, futuros, y dem�s temas
de conversaci�n.
Una vez que mi primo y Pablo se durmieron Tomy nos dijo:
_ ��Ahora!! Vayan y yo lo cubro.
_ Gracias_ dijimos los dos y nos fuimos hacia el lado derecho.
Mientras caminamos hacia un lugar algo despejado nos abraz�bamos y bes�bamos
como si fu�ramos una pareja de reci�n casados que llegaba a su luna de miel.
Una vez que encontramos un sitio apropiado, Alejandro comenz� a quitarse la
ropa hasta quedar totalmente desnudo frente a m�.
Yo hice lo mismo y me qued� totalmente desnudo frente a mi novio.
_ Ahora b�same._ me dijo.
_ Con todo gusto._ dije y me acerqu� a �l para darle un beso que ven�amos
postergando desde hace bastante tiempo.
_ Chup�mela_ le dije.
Alejandro se arrodill� frente a m� y comenz� a mamarme la pija de una manera
genial, con una mano agarraba mi pedazo de carne y con la otra jugaba con mi
culo, tratando de introducir uno de sus dedos en �l.
Nunca, desde que estoy con hombres, me penetraron. Me parec�a algo demasiado
importante como para que lo haga cualquiera y Alejandro no era cualquiera as�
que le dije:
_ Quiero que me cojas Ale.
_ �Qu�? No lo puedo creer, te decidiste. Me dijo riendo.
_ Si._ le dije.
_ Bueno, te coger� pero antes quiero que hagamos un 69. Hace bastante que no
tenemos sexo oral como Dios manda.
Sin esperar m�s nos dejamos llevar por nuestro impulso y nos dimos una buena
mamada mutua.
Su pija sab�a de una forma dulce y muy suave y sus pendejos me hac�an
cosquillas en la nariz.
En un momento, Alejandro, comenz� a chuparme el culo y trataba de introducir
dos dedos en �l.
Una vez que los dos dedos estuvieron adentro, trat� de meter un tercero y fue
ah� en donde me doli� un poco.
_ �M�s despacio!_ le dije.
Una vez que mi orto estuvo lo suficientemente dilatado me puse en cuatro
patas y deje mi orto a la vista de mi amante.
_ Si te duele av�same._ me dijo.
_ Est� bien._ dije.
Con sus manos agarr� mis caderas muy firmemente y de a poco introdujo todo su
aparato dentro de mi agujero provocando en m� un grito de dolor que de a poco se
transformaba en placer (aunque el dolor no desaparec�a del todo).
_ Ahhaaaaaaa �Que lindo que se siente!_ dec�a yo casi gritando de placer.
Alejandro se mov�a muy r�pido y eso nos hac�a poner m�s calientes y duplicar
nuestro gozo.
La pija de mi novio entraba y sal�a una y otra vez hasta que en una de esas
envestidas no pudo m�s y acab�.
Su leche se divid�a entre mi culo y mis entra�as.
Era una sensaci�n nueva, distinta, de hecho era la primera vez que alguien me
penetraba.
El dolor segu�a en mi culo, pero Alejandro con sus mimos hac�a que me
olvidase de ello y pensara solo en el momento de gloria que hab�amos vivido un
instante atr�s.
_ �Te gust�?_ me pregunt�.
_ No te das idea como._ dije yo.
Ambos nos recostamos y miramos las estrella durante unos cuantos minutos y
despu�s de eso volvimos al campamento para que Tom�s pueda dormir tranquilo.
Fuimos abrazados todo el camino y cuando quer�amos nos bes�bamos de manera
apasionada.
Caminamos despacio y cuando nos dimos cuenta ya est�bamos en el campamento.
Entramos a la carpa y vimos que mi hermano estaba recostado pero con sus ojos
abiertos y nos dijo:
_ �Todo bien?
_ Si, m�s que bien._ dijimos los dos a la vez.
_ Me alegro mucho por ustedes. Hasta ma�ana._ dijo y se hecho a dormir.
Alejandro se acost� a mi lado y en un momento me abraz�. Fue ah� cuando me di
cuenta que mi vida sin �l ser�a muy fea.
Fue esa noche en que ambos nos dimos cuenta que est�bamos muy enamorados.
Cap�tulo 9
Esa noche so�� durante todo el tiempo con Alejandro y durante la ma�ana, como
nos despertamos primero nos dimos un beso en la boca.
Una vez que todo est�bamos despiertos fuimos a caminar por la orilla del r�o.
Cuando volvimos al campamento nos desvestimos y nos ba�amos en el r�o.
Por la noche, como hac�a mucho calor, decidimos que dormir�amos desnudos,
pero para que a nadie le d� verg�enza nos desvestir�amos todos a la vez.
As� fue y todos al mismo tiempo nos sacamos toda la ropa que ten�amos.
Eran cuatro cuerpos perfectos (como dije antes) y se me daba la oportunidad
no dejar�a pasarla, pero me frenaba el hecho de que uno era mi hermano y otro
era mi primo, adem�s de que deb�a guardar muy bien el secreto de mi
homosexualidad.
A Tom�s y a Alejandro ya los hab�a visto desnudos, pero no as� a mi primo
Nicol�s y a Pablo. Los dos ten�an unos cuerpos esculturales y que me hac�an
desmayar del deseo, pero sobre todo ten�an algo que hac�a que me quede como un
bobo mir�ndolos sin despegar mis ojos un segundo de ellos.
Por fin entend�a el sentimiento que Ale sent�a por su hermano, porque yo lo
estaba sintiendo por el m�o y tambi�n por mi primo, y eso era algo que me
generaba muchas dudas sobre lo que era correcto o incorrecto.
Mientras yo pensaba en todo esto ellos segu�an hablando de muchas cosas a las
que yo no les prestaba la m�s m�nima atenci�n.
Lo �nico que yo pensaba era la rara idea de c�mo hacer para hacer que los
cuatro machos que me rodeaban me hicieran gozar como un verdadero puto.
Nunca antes hab�a deseado con tantas ganas que alguien me haga suyo. Yo ten�a
sexo por placer tanto corporal como espiritual, pero esta vez me sent�a un
verdadero puto y quer�a satisfacer esa necesidad.
En un momento mi hermano me mir� y me gui�� un ojo como dici�ndome que todo
estaba bien. Pero para m� no era as�, ya que no sab�a como decirles que quer�a
coger con todos ellos.
Me sent�a muy culpable por mis pensamientos y quer�a olvidarme de ellos.
Unos minutos m�s tarde, Alejandro (mi salvador), dijo:
_ Bueno, no se ustedes, pero yo tengo much�simo sue�o, as� que me dormir�.
_ Si, yo tambi�n me muero de sue�o._ dijo Tom�s.
No lo pod�a creer. Era como que los dos me leyeron el pensamiento.
Justo en el momento en que apoy� mi cabeza en el suelo Alejandro me mir� y me
gui�� un ojo y en voz muy baja me dijo: Ma�ana hablaremos.
Yo me dorm�, pero siempre pensando en que Alejandro era la persona que m�s
amaba en el mundo y en que �l sab�a todo sobre m�.
Cap�tulo 10
Era la �ltima ma�ana de campamento y Alejandro me despert� con un beso en la
mejilla y luego con un fogoso beso de lengua.
Yo me levant� r�pido y le dije:
_ �Est�s loco?
_ No te preocupes, todos est�n en el r�o._ me dijo riendo.
_ �De que quer�as hablarme?_ le pregunt�.
_ Solo quer�a decirte que seas un poco m�s disimulado cuando miras a tu
hermano, a tu primo y a Pablo, porque todos se dieron cuenta que los com�as con
las miradas.
_ �Y que dijeron?_ dije.
_ Nada, pero estuvieron a punto de decirlo.
_ �Que cagada me mand�!
_ La verdad s�. Pero parece que te salvaste. Mejor vayamos al r�o y
disimulemos._ dijo.
Nos fuimos al r�o y los tres estaban metidos adentro y para mi sorpresa todos
estaban desnudos.
Con Alejandro nos metimos (tambi�n desnudos) y comenzamos a jugar con el
agua. Jugamos unas carreras y guerras de agua y otras tonter�as, pero las
palabras de Alejandro segu�an en mi cabeza, muy firmes.
Una vez que salimos del r�o fuimos hacia la carpa decididos a comer algo.
Una vez adentro ninguno se cambiaba, ni siquiera Alejandro.
_ �Nos vestimos?_ dije.
_ �Para que?_ dijo mi primo.
_ Por que me da verg�enza._ dije sonrojado.
_ Anoche no te daba verg�enza mirarnos tanto._ dijo Pablo riendo.
_ Si, nos dimos cuenta que nos mirabas muy fijo, y sobre todo a tu hermano._
dijo Nico.
_ �De que est�n hablando?_ dije.
_ Ya nos dimos cuenta Lucas. Es m�s sabemos todo._ dijo Pablo.
De inmediato mir� fijo a mi hermano y este me dijo:
_ Te juro que yo no cont� nada de nada.
_ �Y que es lo que saben?_ pregunt� Alejandro.
_ Todo. Por ejemplo que vos eres el novio de mi primo, que la noche pasada
tuvieron sexo en los alrededores, y muchas cosas m�s que no vale la pena contar
ahora.
_ �Y como lo saben?_ pregunt� muy sorprendido.
_ El t�o Fabi�n me lo cont� la noche anterior al campamento.
_ �No ten�as una fiesta esa noche?_ pregunt� mi hermano.
_ Si, una fiesta con �l y con un pe�n muy lindo, se llama Ren�._ dijo mi
primo.
_ �Qu�? �No lo puedo creer!_ dijo Alejandro_ Nos prometi� no decir nada a
nadie.
_ �Es una basura!_ dijo Tom�s.
_ �Y Pablo como lo sabe?_ dije.
_ Los vi el otro d�a en las afueras del campamento. Me despert� y fui a mear,
Tom�s trat� de no dejarme ir, pero le insist� y me dijo que vuelva enseguida.
Cuando llegu� al descampado los vi coger y me qued� mirando. Despu�s volv� al
campamento y Tomy estaba durmiendo y lo despert� para que viera y creyera que
volv� enseguida._ dijo Pablo.
_ �Y porque no me dijiste nada de esto?_ le reproch� Tom�s.
Pablo no contest�.
_ Bueno, terminemos con todo esto y vayamos al grano._ dijo mi primo.
_ Si, es verdad._ dijo Pablo y se frot� la verga._ Hace mucho tiempo que no
tengo sexo y coger con otro hombre no me molestar�a.
_ �Qu� dicen?_ dijo Tom�s.
_ �Que quiero cogerme a tu hermano!_ grito Pablo.
_ Y yo tambi�n._ agreg� mi primo.
_ No puedo creer lo que escuchan mis o�dos._ dijo mi hermano.
Yo pensaba lo mismo, pero a diferencia de mi hermano, quer�a hacerlo con mi
primo y Pablo.
No tard� un segundo y le gui�� un ojo a Alejandro para que supiera mi
decisi�n y sin esperar un segundo m�s me tir� encima de mi primo y le di un beso
de lengua que lo dej� helado.
_ �No lo puedo creer!_ grit� mi hermano._�Es tu primo!
_ D�jalo ser como el quiere._ le dijo Pablo y se tir� encima m�o.
Pablo y Nico me tocaban todos los rincones de mi cuerpo caliente. Yo me mor�a
del placer y eso que todav�a no hab�amos hecho nada.
Mientras tanto, mi novio entr� en el juego y trat� de darle un beso a mi
hermano y este no se resisti�, aunque segu�a gritando que esto era una locura. Y
lo era.
Yo estaba agarrado de la verga de Nico y del culo de Pablo y los dos me
acariciaban sin parar por todo mi cuerpo.
En un momento Pablo baj� a mi pija y la beso muy suave, mientras yo agarraba
su cabeza invit�ndolo a mamarla.
_ �Dale chupala toda, te va a gustar!_ le dec�a yo.
No lo dudo y se introdujo todo mi palo en su onda boca y lo mamaba de una
manera incre�ble.
Mi primo mientras tanto me dec�a muchas groser�as que me hac�an volar de la
excitaci�n.
_ Quiero cogerte primo, quiero llenarte de leche, como al t�o Fabi�n._ me
dijo Nico.
_ Quiero sentir toda tu verga._ dec�a yo mientras trataba de llegar con mi
boca a su pija enorme.
Pablo dej� de chupar y puso su verga al lado de la de Nico y me obligaron a
chuparlas a las dos al mismo tiempo.
Mi boca estaba repleta de pura carne de hombre. Casi me atraganto pero me
aguant�.
_ �Por qu� no nos unimos?_ le dijo Alejandro a mi hermano._ Te va a gustar
que te coja tu hermano. Te lo digo por experiencia.
Mi hermano no contest� y sigui� chupando la pija de mi amante, pero unos
minutos despu�s los ten�amos al lado nuestro bes�ndonos a los tres.
_ �Que hermoso los dos hermanitos van a coger conmigo!_ grito Pablo.
_ Eso ser� si no lo hago yo primero._ dijo Nicol�s.
Nicol�s y Pablo sacaron sus vergas de mi boca y se besaron entre ellos.
Mientras mi hermano me agarraba la pija como queriendo besarla y chuparla con
amor de hermanos.
Y as� fue, mi hermano se puso mi pija completa en toda su boca y me dio una
chupada de lujo que me hac�a volar por las nubes.
_ Chupaaaammeeeeelllaaaa hermooosssooo_ dije a Tom�s.
Mi hermano se trag� toda mi leche unos segundos despu�s y Alejandro me puso
su verga en mi boca a mi e invit� a Pablo a que lo coja.
Pablo no se hizo tardar y abri� el culo de mi novio como si fuera un flor y
le meti� de una vez toda su enorme pija carnosa y peluda.
Alejandro grit� un poco y luego comenz� a moverse de un lado hacia el otro.
_ Primo, quiero cogerte ya._ le dijo Nico a Tom�s.
_ Nunca me cogieron, no creo que me guste._ dijo �l.
_ Eso lo veremos despu�s de la culpada de hoy._ dijo mi primo riendo.
_ Pero que sea despacio._ se resign� mi hermano.
Lo que ocurr�a en ese campamento era una verdadera org�a y me estaba gustando
mucho todo eso. Aunque sent�a mucha culpa por ser uno mi hermano y el otro mi
primo.
Despu�s de que mi primo se cogiera a mi hermano, sigui� mi novio y luego
ven�a yo.
Cuando me toc� a mi, hicimos un hermoso trencito.
Mi primo me cog�a a mi, yo a Pablo, Pablo a su amigo (o sea a mi hermano) y
este �ltimo a Alejandro.
El placer era infinito y la sensaci�n era incre�ble.
Todos goz�bamos a m�s no poder y grit�bamos y gem�amos con mucha fuerza.
Despu�s de que mi primo acab� dentro de mi unos cuantos chorros de leche, se
fue a coger a Alejandro y se dej� coger por Pablo, por lo tanto, qued�bamos solo
mi hermano y yo.
Sin dudarlo me dirig� a �l y lo bese muy tierno y le agarr� el culo y le
dije:
_ �Me dejar�as que te coja hermanito?
_ Me gustar�a much�simo.
_ Te tengo ganas desde la noche de pajas en casa._ agregu� yo.
_ Y yo desde mucho antes._ confes�.
_ Entonces cojamos y ya, �No?_ dije y �l se puso en cuatro patas.
Su culito era divino, y muy durito, suave y sin un solo vello. Muy lisito y
paradito.
Mi pija se enterr� en su orto y mientras yo sacaba y pon�a, �l se mov�a
haciendo que los dos goz�semos mucho m�s.
_ Ahhhaaahahaaaha!!!_ dec�a mi hermano mientras era penetrado por m�.
Despu�s de cojerlo por casi quince minutos acab� de manera sorprendente y
llen� su raja de mi leche espesa.
Mi hermano se pas� un dedo por el culo llen� de leche y sac� un poco y la
prob�.
_ �Que rico!_ dijo riendo.
_ Me alegro que te guste mi leche, hermano._dije.
Despu�s de unos minutos todos est�bamos tirados en el suelo y muy agotados.
Hablamos mucho tiempo sobre nuestros gustos sexuales y dem�s detalles y
aclaramos toda la confusa situaci�n.
Luego nos dormimos, y como todo estaba aclarado abrac� a Alejandro y nos
dormimos muy apretaditos y juntos, ya sin tener miedo a que alguien nos descubra
haciendo lo que nos dejaba felices.
Cap�tulo 11
Por la ma�ana siguiente nos despertamos y nos fuimos hacia el pueblo.
Cuando llegamos a nuestra casa nos bajamos de la camioneta de Nicol�s y
entramos a dejar las cosas.
Luego salimos a la vereda a saludar a mi pr