Hola mi nombre es Yolanda. Os contare la historia de lo que
me paso hace unos meses en el tren que me llevaba al trabajo desde mi casa.
Cada ma�ana me levanto a las 6 para coger el tren que me
lleva hacia mi puesto de trabajo como administrativa de una empresa de
tranportes, normalmente el tren esta casi vacio y en muchas ocasiones, el vagon
en el que me subo cada ma�ana esta vacio y soy la unica persona que lo ocupa
durante el trayecto que dura unos 25 minutos.
Aquella ma�ana de invierno me dirigi a la parada de tren y me
subi al mism a la espera de que arrancase, como digo normalmente voy sola en el
vagon, pero aquella ma�ana se subio un anciano de unos 70 a�os. El anciano era
un hombre vestido con un traje y corbata y un abrigo gris. Yo llevaba una falda
por las rodllas, medias negras y una blusa blanca. Nada sexy ni por asomo,
ademas yo no soy lo que se dice una mujer atractiva sexualmente, Soy morena,
ojos verdes, muy blanca de piel, 160 de altura y 58 kgs de peso que se reparten
mayoritariamente entre mis caderas y mi pecho que es de una talla 100, digamos
que soy "rellenita". Tengo 35 a�os.
El hombre, pese a que el vagon estaba vacio y la unica
persona era yo, se sento justo enfrente mio, eso me sorprendio, puesto que la
gente normalmente se sienta lo mas alejado posible de las otras personas que lo
ocupan para estar mas tranquilos y no molestar a nadie. En cuanto se sento aquel
anciano, comenzo a mirarme las piernas, yo las tenia cruzadas pero sus miradas
nada disimuladas me hacian sentirme bien, de alguna manera aquel hombre me
estaba haciendo sentir deseada y sexy.
Yo quise jugar un poco y como considere a aquel anciano
inofensivo, me permiti excitarle y jugar un poco. Desdoble las piernas y las
separe disimuladamente para que intentase mirar entre ellas por debajo de la
falda, con disimulo me subi un poco la falda para ense�ar mas carne. Cuando
llevabamos un buen rato de juegos, el cada vez disimulaba menos, decidi
desabrocharme ya sin disimulo, un par de botones de la blusa para ense�ar el
escote de mis considerablemente grandes pechos. El hombre como comprovo que yo
le seguia el juego, llevo sus manos a la cremallera del antalon y saco su
flaccido pero considerable pene. Se comenzo a masturbar delante mio mientras
observaba como yo abria compleamente las piernas y le mostraba mis bragas bajo
los pantys negros, me desabroche un boton mas de la blusa y saque mis pechos al
aire para que los observara mientras se daba placer manualmente.
Yo observe que cada vez el pene estaba mas erecto y acerque
mi mano alli. Lo cogi y comence a acariciarlo mientras el hombre me miraba
extasiado los pechos colgando encima de sus piernas, decidi hacer mas y me lo
introduje en la boca, el anciano suspiro fuerte y yo cmence a chupar su aparato.
Lo hice durante un minuto aproximadamente ya que el hombre empezo a disparar
potentes chorros de semen ardiente a mi garganta, yo trague la mayor parte de la
espesa y amarga leche, pero algunas gotas fueron a parar al asiento.
Yo me levante y me volvi a sentar en mi sitio, me abroche la
blusa y cruze las piernas como estaban cuando habia empezado el trayecto. El
hombre se abrocho y me miro, se levanto de su sitio y salio en la siguiente
estacion.
Nunca mas vi a ese anciano en el tren que cogia cada ma�ana,
no se ni como se llamaba ni su edad. Solo se que no creo que se lo volviera a
hacer, esa fue una ma�ana especial, me dio morbo que el se excitara mirandome y
decidi compensarle...
Por supuesto esta historia no la saben ni mi marido ni mis
amigas mas intimas, es algo que me guardo para mi, y cuando necesito excitarme,
pienso en ello.
Si quereis explicarme experiencias parecidas o situaciones
morbosas, escribidme a
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yolanda